tag:theconversation.com,2011:/global/topics/ciberacoso-72477/articlesciberacoso – The Conversation2024-03-27T18:47:57Ztag:theconversation.com,2011:article/2149132024-03-27T18:47:57Z2024-03-27T18:47:57ZNo son ‘cosas de niños’: la importancia de no normalizar el acoso escolar<p>Si alguna vez ha escuchado a sus hijos contar que un mismo compañero o compañera ha sido violento en repetidas ocasiones, física o verbalmente, hacia la misma persona, y que nadie ha hecho nada al respecto, este artículo le puede interesar.</p>
<p>La mayoría de situaciones de violencia escolar son ocasionales, ocurren en la escuela y alrededores o en actividades extraescolares. Pero cuando la frecuencia de las agresiones aumenta entre un mismo agresor y una misma víctima es cuando estamos ante un caso de “acoso escolar”. </p>
<p>Se trata de una forma de violencia que consiste en un comportamiento repetitivo de hostigamiento e intimidación, cuyas consecuencias suelen ser el aislamiento y la exclusión social de la víctima. </p>
<p>Existen <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=hWBVINZ5bk8C&oi=fnd&pg=PR8&dq=The+nature+of+school+bullying:+a+cross-national+perspective.&ots=jBWqHc86tn&sig=LKGu2eYgYM2sSk2kgJGXLTnwMUU#v=onepage&q=The%20nature%20of%20school%20bullying%3A%20a%20cross-national%20perspective.&f=false">tres características que lo definen</a>: la persistencia en el tiempo, el abuso de poder, y la intencionalidad de la acción.</p>
<p>La intención de quien acosa es hacer que la otra persona lo pase mal y que su imagen quede dañada. Dejarla aislada, sin apoyos. Habitualmente la víctima se siente intimidada y la intensidad de las agresiones suele ir a más. Además, empiezan a producirse en privado y siempre entre el mismo agresor o agresores y la misma víctima.</p>
<h2>Tipos de violencia</h2>
<p>La <a href="https://www.researchgate.net/publication/307442734_Violencia_entre_companeros_en_la_escuela">violencia escolar</a> puede ser física (golpear, empujar, zarandear, abofetear, dar patadas o puñetazos, etc), psicológica (insultar, humillar, chantajear, amenazar, aislar, ridiculizar, etc), sexual (tocamientos, someter a exhibiciones sexuales, hacer propuestas sexuales ,etc), económica (pago de un dinero a diario, etc), o vandalismo (destrozar el material escolar de la víctima o las instalaciones).</p>
<p>El ciberacoso es el uso de las nuevas tecnologías –a través de mensajes, redes sociales, etc.– con el objeto de ridiculizar, desprestigiar o humillar a la víctima. Es una agresión intencional (verbal, emocional o social), por parte de una persona o grupo, a través de dispositivos electrónicos y de forma repetitiva a lo largo del tiempo, a otra persona <a href="https://www.ingentaconnect.com/content/wk/ans/2016/00000039/00000001/art00010;%20https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0747563218302395?via%3Dihub">que no puede defenderse fácilmente</a>. Este fenómeno trasciende los muros escolares desde su posición en el ciberespacio y se traslada a los hogares de los adolescentes involucrados.</p>
<h2>Factores de riesgo para convertirse en víctima o acosador</h2>
<p>Existen <a href="https://www.madrid.org/bvirtual/BVCM016330.pdf">factores de riesgo</a> que pueden provocar que un niño o adolescente se encuentre en una situación de acoso escolar. En el caso de los agresores: la agresividad, la falta de autocontrol, la impulsividad, una baja autoestima, egocentrismo, consumo de alcohol y drogas, la ausencia de empatía, el aprendizaje de conductas violentas desde edades tempranas, o el fracaso escolar pueden estar detrás de esta actitud violenta.</p>
<p>En el caso de las víctimas, los factores de riesgo pueden ser: la procedencia de etnias minoritarias o <a href="https://www.redalyc.org/pdf/800/80003703.pdf">la prevalencia de la imagen sexista del hombre por encima de la mujer</a>, la debilidad física o psicológica, problemas de autoestima, escasa popularidad en el centro o carencia de amistades, personalidad introvertida u otras condiciones que lo diferencien del resto de sus compañeros.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/las-tres-palabras-magicas-para-lidiar-con-el-acoso-escolar-173857">Las tres palabras mágicas para lidiar con el acoso escolar</a>
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<h2>¿Por qué se normalizan estas conductas?</h2>
<p>Los centros educativos deberían ser un lugar seguro, pero el acoso escolar <a href="https://www.infocoponline.es/pdf/acoso-escolar-y-rendimiento.pdf,%20https://revistas.uned.es/index.php/reop/article/view/37422">sigue estando presente</a>.</p>
<p>En ocasiones, la reacción de las personas que presencian este tipo de eventos es la de justificar el acoso, bajo la premisa de que son cosas <a href="https://cyberpsychology.eu/article/view/11421">comunes y naturales en la infancia</a>. Dentro de las distintas explicaciones <a href="https://revistas.upch.edu.pe/index.php/RNP/article/view/1681/1709">encontradas en investigaciones</a>, sobre por qué se genera está normalización, existe, por ejemplo, la idea extendida entre los escolares de que la violencia es la única vía para la resolución de ciertos problemas. </p>
<p>Por otro lado, la reacción es importante pero lo es más la prevención, ya que es el modo de <a href="https://riucv.ucv.es/bitstream/handle/20.500.12466/3146/88111-Texto%20del%20art%C3%ADculo-315919-2-10-20211019.pdf?sequence=1">evitar que el acoso suceda en primer lugar</a>.</p>
<h2>Resignación o ley del silencio</h2>
<p>Los problemas de convivencia no siempre son percibidos ni verbalizados de manera sencilla ni por los adultos ni por los propios niños y niñas. Los menores no suelen identificar con claridad la causa de las acciones violentas. Por ejemplo, el motivo más señalado por los escolares que han sido agresores, independientemente del tipo de agresión, es que <a href="https://www.redalyc.org/pdf/3382/338252055008.pdf">desconocen la razón por la que han adoptado ese comportamiento</a>. </p>
<p>Por otro lado, en ocasiones los propios protagonistas del acoso no son conscientes de que están siendo víctimas de violencia y <a href="https://www.savethechildren.es/publicaciones/yo-eso-no-juego">normalizan esas situaciones</a>. En cuanto a los testigos, la <a href="https://idus.us.es/handle/11441/13922">“ley del silencio”</a> percibida en las investigaciones sugiere que a los compañeros les cuesta intervenir o delatar una situación de acoso escolar.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/por-que-la-educacion-fisica-es-clave-para-prevenir-el-acoso-escolar-171367">Por qué la educación física es clave para prevenir el acoso escolar</a>
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<h2>La violencia como única vía</h2>
<p>Es fundamental tener en cuenta la visión del alumnado, entender con qué herramientas cuentan y ofrecer alternativas a la hora de resolver un conflicto entre sus iguales. La falta de formación continua del profesorado en cuestiones de acoso escolar y ciberacoso puede convertir los problemas de convivencia escolar en una realidad compleja y difícil de abordar, pero de gran importancia y repercusión a nivel social y <a href="https://revistas.um.es/rie/article/view/211491">en el ámbito de la salud</a>. Para ello, existen propuestas pedagógicas de tres tipos:</p>
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<li><p>La prevención primaria presta atención a todas las actuaciones encaminadas a mejorar la convivencia en los centros escolares. En este sentido, es importante fortalecer y trabajar la empatía, desarrollar habilidades relacionadas con la toma de decisiones y la presión del grupo de iguales, reflexionar en relación con los límites de nuestra libertad de actuación y la previsión del grupo de iguales, educar en el autocontrol, fortalecer y construir una adecuada autoestima. </p></li>
<li><p>Por otro lado, la prevención secundaria hace referencia a la detección precoz de estas situaciones de acoso. Detectarlo ayuda a anticiparnos a realidades que deriven en problemas psicosociales. </p></li>
<li><p>Por último, la prevención terciaria, cuando la situación de acoso escolar ocurre. Este eje se centra sobre todo en la importancia de dotar de herramientas a los diferentes agentes educativos (escuela y familia). Una formación permanente facilitará recursos para detectar e intervenir en casos de acoso. Es esencial detenerlo y minimizar su impacto cuanto antes.</p></li>
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<h2>Herramientas personales y educación</h2>
<p>A veces, este tipo de situaciones no se perciben de forma clara y dudamos de la intencionalidad. Llegamos incluso a pensar que estamos malinterpretando las palabras o las actitudes de los niños, niñas y adolescentes. En el caso de la víctima, es fundamental que no acepte los hechos y se esfuerce en hacer ver a la persona acosadora que su comportamiento es inadecuado, molesto y genera sufrimiento.</p>
<p>La asertividad es una herramienta personal de comunicación que es clave en este tipo de conductas. Practicarla posibilita que las relaciones sociales sean respetuosas, sanas y sinceras desde la edad temprana. Asimismo, que los niños y niñas se sientan acompañados y escuchados permitirá crear un vínculo de confianza que haga posible visibilizar la situación que están viviendo u observando. </p>
<p>La educación y el bienestar emocional permitirán el aprendizaje de habilidades sociales y el desarrollo de una inteligencia emocional que ayudará a resolver y regular este tipo de situaciones.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214913/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Cosas de niños o la única manera de resolver las cosas: la violencia entre escolares no siempre se identifica y condena como se debe para evitar el sufrimiento de las víctimas.Ana Isabel Agustí López, Coordinadora del Master en Formación del Profesorado., Universidad Internacional de ValenciaAna Rodríguez Martín, Vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2197302023-12-26T20:39:56Z2023-12-26T20:39:56ZAdultos distraídos con el móvil: su efecto en la conducta infantil y juvenil<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/567220/original/file-20231222-25-4wh73q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=229%2C28%2C4509%2C3127&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/technology-distracting-family-child-small-parents-1702042216">Just dance/shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Acaban de cenar, se sientan en el sofá y la hija preadolescente le está contando a su madre que ha recibido un mensaje ofensivo en Instagram, quizás es una tontería, pero le ha hecho sentir mal… Sin embargo, su madre está absorta en su propio móvil contestando los <em>whatsapps</em> que no ha podido leer durante el día. La niña se calla y coge su <em>smartphone</em> para mirar Tik Tok… ¿Les suena esta imagen?</p>
<p>El acoso en la red o <em>cyberbullying</em> es una realidad preocupante que afecta, en mayor o menor medida, a <a href="https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/yo_a_eso_no_juego.pdf">uno de cada tres menores</a> en España. En el mundo, según la OCDE, <a href="https://www.oecd-ilibrary.org/docserver/f60b492b-en.pdf?expires=1703138021&id=id&accname=guest&checksum=7456879A51CFE12118E569351021F726">el 23 % de los estudiantes de Secundaria</a> afirma haber sufrido acoso en internet al menos varias veces al mes. Dada la relevancia que tiene el entorno familiar en su facilitación o prevención, hemos investigado qué papel tiene la supervisión familiar y el propio uso del móvil de los adultos responsables en la aparición de estas conductas. </p>
<p>El <em>phubbing</em> parental es un fenómeno reciente que consiste en estar distraído o distraída con el móvil y no prestar atención a un hijo o hija durante una interacción. La palabra, de uso coloquial en inglés, surge de la suma de snub (ignorar) y phone (teléfono); por lo que en español algunos lo han traducido como “ningufoneo”. </p>
<p>En nuestro análisis, nos hemos centrado en explorar cuál podría ser la relación de esta falta de atención con la aparición de conductas de riesgo en niños, niñas y adolescentes. Además, nos hemos planteado si existían posibles diferencias por género o edad.</p>
<p>Para dar respuesta a estas preguntas, entre otras, realizamos un estudio en Aragón con 1 554 estudiantes de Primaria y Secundaria entre 10 y 18 años mediante la técnica de encuesta. </p>
<h2>Ignorar tiene consecuencias</h2>
<p>Hemos podido confirmar que la supervisión familiar del uso de internet por parte de los menores, y de sus comunicaciones en redes sociales es un factor protector ante el hecho de convertirse en agresor o víctima del ciberacoso. </p>
<p>También que cuando los padres tienden a concentrarse en el móvil mientras comparten tiempo de conversación con los menores hay más posibilidades de que estos incurran en roles de agresor o víctima en sus interacciones en internet.</p>
<p>Uno de cada cuatro de estos estudiantes preguntados reportaban ser ignorados por parte de su padre o de su madre al estar estos mirando su móvil (el 23 % de las chicas y 25 % de los chicos decían que recibían <em>phubbing</em> por parte de su madre, y 28,1 % de las chicas y 28,9 % de los chicos por parte de su padre).</p>
<p>Si separamos los resultados por sexos, encontramos que el <em>phubbing</em> tiene más consecuencias entre los chicos, que son agresores con mayor probabilidad, mientras que la supervisión familiar resulta más efectiva para la prevención de la ciberviolencia en el caso de las chicas.</p>
<h2>Las edades críticas</h2>
<p>En cuanto a la edad, la supervisión parental disminuye mucho en adolescentes a partir de 15 años. Sin embargo, su efecto positivo en esa etapa es similar a los otros grupos de edad, por lo que sería ideal mantener la supervisión. </p>
<p>Por otro lado, aunque el <em>phubbing</em> parental afecta negativamente a todos los grupos de edad, es especialmente preocupante entre los menores de 10 a 12 años a la hora de convertirse en ciberagresores.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-nos-define-como-seres-humanos-sobre-bromas-crueles-y-ciberacoso-144515">¿Qué nos define como seres humanos? Sobre bromas crueles y ciberacoso</a>
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<h2>Estar presente, supervisar, y no prohibir</h2>
<p>Estos resultados sugieren que la supervisión familiar de los adolescentes en su uso de las redes sociales e internet les ayuda a desenvolverse de forma sana y segura en el mundo virtual. </p>
<p>No se trata, por tanto, de la prohibición del uso de los dispositivos móviles, que los menores pueden considerar como una vulneración de su independencia, sino de una supervisión consciente y constructiva de cómo se usan para prevenir conductas de riesgo, tales como el ciberacoso. Y esta debería ser continuada en el tiempo, dado el efecto positivo que tiene incluso en el grupo de mayor edad.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/adultos-a-la-caza-de-menores-en-internet-cuatro-reglas-basicas-para-no-caer-en-la-trampa-196500">Adultos 'a la caza' de menores en internet: cuatro reglas básicas para no caer en la trampa</a>
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<h2>Y dar ejemplo</h2>
<p>Sin embargo, la educación digital proporcionada por la familia no es el único elemento necesario para lograr ese desarrollo personal saludable. La forma en que los padres y madres utilizan sus dispositivos electrónicos actúa como un modelo negativo para niños y adolescentes. Y el hecho de que los hijos puedan percibir que son ignorados cuando sus familiares están utilizando sus teléfonos móviles puede promover aún más marcadamente un “comportamiento de exclusión” que interfiere en las relaciones entre los progenitores y sus hijos, y puede conducir a conductas de riesgo en línea como el ciberacoso. </p>
<p>La prevención del ciberacoso por lo tanto debe incluir la sensibilización de las familias hacia estrategias de parentalidad positiva que incluyan la supervisión y dar un buen ejemplo. </p>
<p>El uso responsable de las redes sociales e internet supone enseñar a nuestros hijos e hijas la importancia del respeto en internet, lo que se conocer como “netiqueta” (acrónimo de <em>net</em> –red, en inglés– y etiqueta, que hace referencia a las normas de conducta socialmente aceptables en internet). </p>
<p>Las reglas de la netiqueta incluyen, entre otras, el respetar la privacidad del otro (no compartir imágenes o datos de otros sin permiso), interactuar con los demás con respeto, verificar siempre las fuentes o ayudar si alguien es acosado. En definitiva, comportarse con los demás en la red como nos gustaría que se comportaran con nosotros. </p>
<p>Pero, además de la netiqueta, enseñar un uso responsable supone también que todos aprendamos una nueva manera de convivir con los móviles en familia. En este nuevo panorama en el que dispositivos y redes sociales ejercen tanta atracción sobre nuestra atención, es importante priorizar la comunicación en persona.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/219730/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Más a menudo de lo que nos imaginamos, nos concentramos en la pantalla del móvil más que en quienes están a nuestro lado. En la familia, esto tiene consecuencias.Tatiana Íñiguez Berrozpe, Profesora Titular del área de Sociología, Universidad de ZaragozaAna Cebollero Salinas, Profesora Facultad de Educación Universidad de Zaragoza, Universidad de ZaragozaCarmen Elboj, Full Professor, Universidad de ZaragozaPablo Bautista Alcaine, Profesor Interino, Universidad de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2185542023-12-14T18:19:44Z2023-12-14T18:19:44ZEl ciberacoso también se sufre en el entorno laboral<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/565430/original/file-20231213-27-toh3wy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C66%2C4915%2C3205&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/shocked-mixed-race-woman-looking-laptop-1075401698">Fizkes / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El ciberacoso laboral (en inglés <em>network mobbing</em>) es un modo de violencia en el lugar de trabajo relativamente reciente y del que poco se conoce todavía. Pero existe un axioma claro que no se debe olvidar: un acosador puede actuar no solo con conductas acosadoras directas en el centro de trabajo físico. También se puede valer de dispositivos digitales para hostigar o vejar a una persona trabajadora.</p>
<p>El auge del teletrabajo propiciado por la pandemia hizo crecer el uso de las tecnologías de la información en las empresas. Bajo este paraguas, el ciberacoso laboral se puede incubar bajo la forma de imágenes, vídeos, correos electrónicos o sitios de redes sociales, entre otros. </p>
<h2>Protección contra la violencia en el trabajo</h2>
<p>El <a href="https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO:12100:P12100_INSTRUMENT_ID:3999810:NO">Convenio sobre la violencia y el acoso</a> de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2019 (núm. 190) y la <a href="https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO:12100:P12100_INSTRUMENT_ID:4000085:NO">Recomendación 206</a> que lo complementa –<a href="https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:::::P11300_INSTRUMENT_SORT:3">vigentes en 23 países y que entrarán en vigor en otros 13 a lo largo de 2024</a>– se aplican a todo tipo de trabajador ante situaciones laborales de violencia y acoso que ocurren durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo. <a href="https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO:12100:P12100_INSTRUMENT_ID:3999810:NO#A3">Por ejemplo</a>:</p>
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<p>“En el marco de las comunicaciones que estén relacionadas con el trabajo, incluidas las realizadas por medio de tecnologías de la información y de la comunicación”.</p>
</blockquote>
<p>Esto es, en casos de ciberacoso laboral.</p>
<h2>Acoso en el trabajo: de lo físico a lo digital</h2>
<p>Dado que las herramientas digitales –videoconferencias, grupos de WhatsApp o correos electrónicos– se han convertido en un elemento clave en el entorno laboral, las empresas deben actuar con cautela y gestionar eficazmente su uso para que no se conviertan en una vía de ciberacoso. </p>
<p>Un hostigador puede seguir el camino digital para acosar a un compañero de trabajo de distintos modos: del acoso laboral (<em>mobbing</em>) al acoso sexual o por razón de género, ideología, raza o creencia. De ahí la necesidad de que las empresas cuenten con un protocolo para la prevención, detección y actuación ante el ciberacoso (al igual que ocurre ante las situaciones de discriminación). </p>
<p>Este protocolo es fundamental para evitar, minimizar, erradicar y denunciar conductas hostigadoras <em>online</em>. Además, las empresas que cuenten con protocolos internos contra la discriminación y el acoso han de revisarlos para mantenerlos actualizados según las normas legislativas vigentes. </p>
<h2>Es acoso aunque solo pase una vez</h2>
<p>Se ha superado ya la clásica definición de acoso laboral (<em>mobbing</em>) acuñada en 1996 por el profesor sueco <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13594329608414853">Heinz Leynman</a>, que entendía el acoso laboral como una situación de violencia psicológica extrema cometida de forma sistemática (al menos una vez por semana) durante un tiempo prolongado.</p>
<p>A raíz del ya citado Convenio 190 de la OIT <a href="https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO:12100:P12100_INSTRUMENT_ID:3999810:NO#A1">la definición de acoso laboral</a> se ha modificado:</p>
<blockquote>
<p>“La expresión «violencia y acoso» en el mundo del trabajo designa un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.</p>
</blockquote>
<p>Que un solo acto (de suficiente entidad) pueda ser considerado como acoso, supone un cambio de paradigma que los jueces, trabajadores y empresas han de tener en consideración. Los primeros, para resolver conflictos sobre esta materia en sede judicial; los segundos, para denunciarlos, y las terceras, para elaborar protocolos en aras de erradicar el acoso –y su variante digital– en el entorno laboral. </p>
<h2>Prevenir y erradicar</h2>
<p>Otra cuestión a considerar en torno al ciberacoso es que las herramientas digitales no discriminan las fronteras entre tiempo laboral y tiempo de descanso con lo que el hostigamiento se prolonga más allá del espacio (si lo hay) y las horas de trabajo. </p>
<p>Cuando se tenga conocimiento de una situación de ciberacoso en la empresa se ha de actuar con la máxima inmediatez, ya sea una actuación aislada o varios actos sistemáticos y prolongados en el tiempo. Las empresas deberán activar el protocolo de actuación correspondiente. </p>
<p>El empresario, como garante de la seguridad y salud de sus trabajadores, ha de adoptar todas aquellas medidas y prácticas a su alcance para prevenir que en los centros de trabajo no haya (ni se toleren) actuaciones constitutivas de ciberacoso laboral. </p>
<p>Algunas de dichas actuaciones constitutivas de acoso pueden ser: </p>
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<li><p><a href="https://economistjurist.es/wp-content/uploads/sites/2/2020/03/11_Derecho_penal.pdf">Ataques contra la reputación</a> o la dignidad personal.</p></li>
<li><p>Acciones contra el ejercicio del trabajo.</p></li>
<li><p>Manipulación de la capacidad de comunicación e información de la persona trabajadora acosada.</p></li>
<li><p><a href="https://www.linkedin.com/posts/franciscotrujillo84_acosolaboral-mobbing-responsabilidades-activity-7124841669371342848-5NKR?utm_source=share&utm_medium=member_desktop">Ataques sobre las relaciones sociales</a>, situando al trabajador en un lugar aislado o impidiendo la comunicación con los demás.</p></li>
<li><p>Ataques directos sobre la salud como comportamientos de abuso, agresiones físicas o asignación de trabajos físicos intensos.</p></li>
</ul>
<p>Es indispensable la adopción de medidas efectivas para que las personas trabajadoras no sufran acoso, ni físico ni mediante las tecnologías de la comunicación. Y recordar que, en estos casos, se hace más que necesario el derecho a la <a href="https://theconversation.com/conciliacion-laboral-desconexion-digital-y-trabajo-decente-174043">desconexión digital</a> como freno a conductas hostigadoras de origen digital en el entorno laboral.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/conciliacion-laboral-desconexion-digital-y-trabajo-decente-174043">Conciliación laboral, desconexión digital y trabajo decente</a>
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<img src="https://counter.theconversation.com/content/218554/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco Trujillo Pons no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En la era digital, un acosador puede valerse de las herramientas digitales (correos electrónicos, mensajería instantánea) para vejar a sus compañeros de trabajo.Francisco Trujillo Pons, Profesor e Investigador de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Universitat Jaume ILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2013342023-03-23T17:51:00Z2023-03-23T17:51:00Z¿Se puede prevenir el acoso escolar? Indicadores para la detección precoz<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/516901/original/file-20230322-1056-mac17x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3510%2C2345&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cropped-photo-sad-boy-lies-on-2239548747">Shutterstock / Yavdat</a></span></figcaption></figure><p>El acoso escolar es el principal problema de convivencia al que se enfrentan los escolares. No es un fenómeno aislado, sino que tiene una presencia manifiesta en un gran número de centros escolares. En este sentido, son muchas las iniciativas que se llevan a cabo desde los centros escolares para su prevención y detección, recogidas, en el caso español, en documentos institucionales como el <a href="https://revistas.um.es/rie/article/view/313561/266591">Plan de Convivencia e Igualdad</a>, o en documentos legales como los <a href="https://scholar.google.es/citations?view_op=view_citation&hl=es&user=AnxZGvQAAAAJ&citation_for_view=AnxZGvQAAAAJ:u-x6o8ySG0sC">protocolos de actuación ante casos de acoso escolar</a>. </p>
<p>Sin embargo, las prevalencias de este fenómeno no disminuyen al ritmo deseable y miles de niños se ven inmiscuidos a diario en estas dinámicas tan dolorosas, frente a la <a href="https://www.unicef.es/publicacion/impacto-de-la-tecnologia-en-la-adolescencia">impotencia de la sociedad</a>. Por tanto, progenitores y expertos en el área se siguen preguntando: ¿qué se puede mejorar para combatirlo?</p>
<h2>Prevenir desde los primeros años</h2>
<p>Una de las claves para atajar la lacra del acoso escolar radica en la prevención. En este sentido, sería conveniente comenzar a abordarlo desde la etapa de Educación Infantil.</p>
<p>Esto se puede hacer a través del desarrollo de <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-05342019000300210">programas grupales</a> que favorezcan la convivencia y la resolución pacífica de los conflictos, promoviendo valores como el respeto, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad.</p>
<h2>Detectar a tiempo</h2>
<p>La detección precoz del acoso escolar es otro aspecto clave, ya que puede determinar tanto el grado de sufrimiento del menor, extendido más o menos en el tiempo, como las consecuencias a corto, medio y largo plazo que acarrea ser víctima de acoso escolar. </p>
<p>Esto es difícil ya que la violencia entre iguales se manifiesta de forma soterrada y lejos de la presencia de adultos. Además, muchas de las víctimas no relatan lo que les está sucediendo, pudiendo presentar sentimientos de culpabilidad y vergüenza, llegando a creerse merecedores de los ataques. Por tanto, sería pertinente la realización masiva y general de diagnósticos de acoso escolar a nivel regional o de centro.</p>
<p>En esta tesitura, de acuerdo con la <a href="https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/136824/BVCM016330.pdf?sequence=1&isAllowed=y">Guía de actuación contra el acoso escolar en centros educativos</a> española, presentamos un listado de indicadores que pueden revelar la presencia de una situación de acoso en el menor: </p>
<ol>
<li><p>Incremento súbito de las faltas de asistencia y negativa a asistir al centro escolar.</p></li>
<li><p>Descenso drástico del rendimiento académico.</p></li>
<li><p>Ausencia o pérdida de amigos y aislamiento.</p></li>
<li><p>Problemas de concentración y atención.</p></li>
<li><p>Cambios en el carácter: ansiedad, mutismo, tristeza, irritabilidad, introversión, agresividad y conductas autolesivas.</p></li>
<li><p>Somatizaciones: dolores de cabeza, molestias gastrointestinales, opresión en el pecho, taquicardia, etc. </p></li>
<li><p>Alteraciones del apetito o del sueño.</p></li>
<li><p>Abandono o pérdida de aficiones.</p></li>
<li><p>Moratones, roturas de ropa y desaparición de trabajos o material escolar.</p></li>
<li><p>Búsqueda prioritaria de los docentes cuando hay recreo o educación física.</p></li>
</ol>
<h2>Un problema de salud pública</h2>
<p>Tal es la gravedad de esta manifestación de la violencia intencionada y mantenida en el tiempo, que ha dejado de ser un problema exclusivamente escolar para convertirse en un problema psicosocial y de salud pública que puede afectar gravemente la calidad de vida de los menores, con implicaciones en los planos <a href="https://scholar.google.es/citations?view_op=view_citation&hl=es&user=rTFhlvoAAAAJ&cstart=20&pagesize=80&citation_for_view=rTFhlvoAAAAJ:WC9gN4BGCRcC">escolar, social y psicológico</a>.</p>
<p>La irrupción de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad y el libre y temprano acceso a ellas por parte de los menores ha precipitado la extensión del acoso escolar más allá de los muros físicos y temporales de los centros escolares, colándose, por medio de los dispositivos electrónicos, en los hogares. </p>
<p>Esta prolongación del acoso escolar, denominada ciberacoso, supone una frecuencia ininterrumpida y constante de los ataques, y que, en muchas ocasiones, se presenta de forma <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31705262/">comórbida con el acoso escolar</a>. Además, es una forma de violencia que permite el anonimato del agresor y tiene una amplia difusión, pues, generalmente, los ataques quedan grabados en el ciberespacio para siempre. </p>
<h2>Las familias, antentas</h2>
<p>En este sentido, el rol de la familia es crucial de cara a la prevención y detección precoz del ciberacoso, ya que, a diferencia del acoso escolar, las situaciones de ciberacoso suelen ocurrir mientras el menor se encuentra fuera del centro escolar. A continuación, se proponen una serie de medidas para familias, que pueden ayudar a prevenir y detectar de manera incipiente el ciberacoso:</p>
<ol>
<li><p>Se recomienda a los progenitores llevar a cabo una adecuada mediación parental <em>online</em>, con la que abordar con sus hijos los riesgos de internet, así como establecer límites en su uso.</p></li>
<li><p>Generar un ambiente de confianza y seguridad en el que los hijos puedan exteriorizar dudas o preocupaciones sobre lo que ocurre en el ciberespacio.</p></li>
<li><p>Fomentar el uso de los dispositivos electrónicos en las zonas comunes de la vivienda (especialmente cuando se trata de niños y niñas de edades tempranas).</p></li>
<li><p>Estar especialmente alerta si el menor ha sufrido o está sufriendo acoso escolar en el centro.</p></li>
<li><p>Analizar cambios en el uso del móvil, como aumento o disminución del tiempo de conexión, consultas frecuentes y compulsivas, abandonarlo o dejarlo apagado o en modo avión largos periodos.</p></li>
</ol><img src="https://counter.theconversation.com/content/201334/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joaquín Manuel González Cabrera ha recibido fondos de Programa Estatal de I+D+I Orientada a los retos de la Sociedad y actualmente los recibe para proyectos de investigación en la Universidad Internacional de la Rioja.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Adoración Díaz López y Vanessa Caba Machado no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>La prevención del acoso pasa por abordar el tema desde los primeros años de escolarización, estableciendo unas pautas básicas de convivencia que niños y niñas asimilen desde muy pequeños.Adoración Díaz López, Docente en la Faculta de Educación e Investigadora en el Grupo Ciberpsicología, en la Universidad Internacionall de La Rioja (UNIR), UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Joaquín Manuel González Cabrera, Docente e Investigador. Prof. Titular Universidad (Nivel 1). Dpto. Escuela, Familia y Sociedad. Facultad de Educación. Investigador Principal del Grupo Ciberpsicología (UNIR), UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Vanessa Caba Machado, Docente en la Facultad de Educación e Investigadora Postdoctoral en el grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). , UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1965002023-01-03T17:25:58Z2023-01-03T17:25:58ZAdultos ‘a la caza’ de menores en internet: cuatro reglas básicas para no caer en la trampa<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502632/original/file-20221226-88055-ra4l8i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C7%2C4818%2C3205&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/teen-girl-excessively-sitting-phone-home-1262259190">Shutterstock / Burdun Iliya</a></span></figcaption></figure><p>Cualquier niño, niña o joven con un teléfono inteligente en la mano tiene la posibilidad de recibir e intercambiar mensajes con cualquier persona desconocida en cualquier lugar del mundo. Las tecnologías de la relación, información y comunicación permiten nuevas formas de comunicación e interacción para los menores, pero también la <a href="https://doi.org/10.3390/ijerph18084249">aparición y el incremento de nuevas formas de abuso</a>. </p>
<p>Las solicitudes e interacciones sexuales en línea por parte de adultos son una consecuencia negativa del nuevo entorno en línea en el que se mueven niños y adolescentes, y uno de los problemas más perniciosos, por ser asimétrico: al ser ocasionado por un adulto, sitúa al menor en una situación de gran vulnerabilidad e indefensión y puede ocasionarle graves problemas psicosociales. </p>
<h2>Captación, seducción y manipulación</h2>
<p>La solicitación sexual hace alusión a las peticiones en línea que reciben menores de edad por parte de adultos para que les envíen fotos o vídeos de carácter sexual, les contesten a preguntas sexuales, o participen en actividades sexuales en línea o en la vida real. Por otro lado, la interacción sexualizada es cuando el menor interactúa en el contexto online con un adulto mandándole fotos o videos de carácter sexual, mantiene conversaciones sexuales, o queda con el adulto para tener relaciones.</p>
<p>En ocasiones, estas solicitudes e interacciones son parte de un proceso de <a href="https://www.researchgate.net/profile/Manuel-Gamez-Guadix/publication/365205090_The_Multidimensional_Online_Grooming_Questionnaire_The_Element_of_Aggression/links/636aef672f4bca7fd044ee22/The-Multidimensional-Online-Grooming-Questionnaire-The-Element-of-Aggression.pdf">captación, seducción y manipulación</a> (<em>grooming</em> es el término más utilizado en inglés) en el que el menor desarrolla un sentimiento de apego e intimidad hacia el adulto que esconde intenciones primariamente sexuales.</p>
<h2>Casi dos de cada diez son acosados</h2>
<p>En el ámbito internacional, hay <a href="https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2018.03.012">metaanálisis</a> que señalan que un 11.5 % de los menores (12-16 años) recibieron solicitudes de carácter sexual por internet. </p>
<p>En el contexto español, <a href="https://www.unicef.es/publicacion/impacto-de-la-tecnologia-en-la-adolescencia">un informe reciente de UNICEF</a> señala que uno de cada diez adolescentes ha recibido una proposición sexual por parte de un adulto en internet. Otro <a href="https://doi.org/10.1080/00224499.2017.1386763">estudio reciente</a> indica que el 12.6 % de los menores reportaron solicitudes sexuales y el 7.9 % mantuvieron interacciones sexualizadas con adultos a través de internet.</p>
<p>Los expertos han investigado también la frecuencia con la que se produce este fenómeno, en un <a href="https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2022.105759">estudio longitudinal</a> a lo largo de 13 meses: las solicitaciones sexuales aparecen con una prevalencia del 23 % y las interacciones con el 14 %. La incidencia, es decir, los nuevos casos que aparecieron durante esos 13 meses, fue del 10 %. </p>
<p>Respecto a las diferencias en función del sexo y edad, el informe de UNICEF evidencia que las chicas reciben más solicitudes y mantienen más interacciones sexualizadas con adultos. Conforme aumenta la edad de los menores también lo hace la prevalencia de estas problemáticas; lo que puede explicarse en parte porque los menores van entrando en la pubertad donde hay un mayor interés por su sexualidad. </p>
<p>Las víctimas en las que este tipo de abuso se cronifica en el tiempo tienen <a href="https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2022.105759">una peor calidad de vida</a> relacionada con la salud. </p>
<h2>Mediación parental en línea</h2>
<p>Respecto a las familias, la mejor manera de prevenir este problema es supervisar el uso que hacen nuestros menores de internet, establecer normas claras sobre qué pueden hacer y con quién, y acompañarlos en su uso para informarles y prevenirles de este tipo de riesgos. </p>
<p>La <a href="https://doi.org/10.1111/jcom.12277">mediación parental</a> en línea (que no es otra cosa que maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos del uso de internet en sus hijos e hijas) es la mejor vacuna educativa y social para reducir los riesgos. </p>
<p>De tal forma, supervisar activamente, restringir los contactos no conocidos y hablar y debatir con los hijos sobre su seguridad en la red son algunas de las estrategias clave para reducir en gran medida esta aciaga problemática. </p>
<h2>¿Contrato parental?</h2>
<p>Cabe pensar que incluso parte de lo dicho pueda canalizarse mediante el uso de un <em>contrato parental</em> como el que proponen <a href="https://www.is4k.es/de-utilidad/recursos/pactos-familiares-para-el-buen-uso-de-dispositivos">Internet Security for Kids (ISFK)</a> o la <a href="https://www.anar.org/wp-content/uploads/2021/12/Contrato-ANAR-uso-mo%CC%81vil.pdf">Fundación ANAR</a>. Estos contratos son una base para que cada familia discuta y adapte los términos como considere más adecuados. </p>
<p>Por parte de los centros educativos, se pueden implementar programas de prevención tales como <a href="https://doi.org/10.5093/pi2020a22">Brief preventive intervention in grooming</a> y el <a href="https://doi.org/10.3390/ijerph18084249">programa Safety.net</a>, que dan información, concienciación y ofrecen algunas pautas para mantenerse a salvo ante este tipo de abuso en la red.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502633/original/file-20221226-61238-tkzwfq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/frightened-teenage-girl-laptop-on-floor-1415739488">Shutterstock / New Africa</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Buenas prácticas para los menores</h2>
<p>Si nos centramos en los propios menores algunas de las recomendaciones son:</p>
<ol>
<li><p><strong>No envíes fotos ni vídeos sexuales o provocativos, ni cuentes tus intimidades a desconocidos.</strong> Enviar información por internet supone perder el control de la misma y que lo enviado termine en manos de alguien que no deseas o publicado donde no quieres. </p></li>
<li><p><strong>No cedas al chantaje, no envíes ni hagas lo que te dice.</strong> No va a parar: siempre te va pedir más fotos o vídeos, te va a amenazar y te va hacer más daño.</p></li>
<li><p><strong>Guarda las conversaciones, las fotos, vídeos antes de bloquear al acosador.</strong> Serán útiles cuando se denuncie a la policía. Tus padres y la policía te protegerán.</p></li>
<li><p><strong>Díselo urgentemente a tus padres o algún adulto.</strong> Sabrán qué hacer exactamente para protegerte. Los acosadores te pedirán que no lo hagas y te harán sentir culpable, pero debes saber que eso no es así… Habla con tus padres o con otro adulto. Déjate ayudar. </p></li>
</ol>
<p>Es de suma importancia que estemos atentos a este tipo de peligros en internet para evitarlos o saberlos afrontar en un momento dado. Está en nuestra mano proteger y garantizar el bienestar de nuestros menores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196500/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joaquín Manuel González Cabrera recibe fondos de Programa Estatal de I+D+I Orientada a los retos de la Sociedad y por la Universidad Internacional de la Rioja. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jessica Ortega Barón y Juan Manuel Machimbarrena no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>La captación, seducción y manipulación de menores en internet es un problema real que afecta en todo el mundo a un 12% de los adolescentes. Podemos enseñar a los menores a protegerse.Jessica Ortega Barón, Personal investigador en el Grupo Ciberpsicología de la Universidad Internacional de la Rioja, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Joaquín Manuel González Cabrera, Docente e Investigador. Prof. Titular Universidad (Nivel 1). Dpto. Escuela, Familia y Sociedad. Facultad de Educación. Investigador Principal del Grupo Ciberpsicología (UNIR), UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Juan Manuel Machimbarrena, Profesor adjunto del departamento de Psicología Clínica y de la Salud y Metodología de Investigación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1736032021-12-27T19:12:34Z2021-12-27T19:12:34ZAcoso y ciberacoso en el ámbito escolar: quién detecta y quién media<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/438987/original/file-20211224-50538-j5d79c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C3066%2C2050&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/child-being-bullied-by-group-children-1165420177">Shutterstock / AlejandroCarnicero</a></span></figcaption></figure><p>Desde que en 1973 <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dan_Olweus">comenzamos a estudiar</a> el fenómeno del maltrato entre iguales en el ámbito escolar han transcurrido casi cinco décadas. En este tiempo hemos ampliado el conocimiento de los perfiles de agresores y víctimas de violencia, y hemos desarrollado multitud de programas de intervención, fundamentalmente en el ámbito escolar, orientados a prevenir <a href="https://www.researchgate.net/publication/268810981_GARAIGORDOBIL_M_2011_Prevalencia_y_consecuencias_del_cyberbullying_Una_revision_International_Journal_of_Psychology_and_Psychological_Therapy_112_233-254">este tipo de conductas</a> e intervenir cuando aparecen. </p>
<p>También han surgido nuevos medios tecnológicos que han modificado las modalidades de acoso: cada vez podemos tipificar más conductas producidas en el espacio virtual. Una de las más destacadas es el ciberacoso, que consiste en utilizar las nuevas tecnologías , y en concreto las redes sociales, para hostigar y acosar a los compañeros o compañeras. </p>
<p>A medida que avanzan los tiempos, contamos con medios de comunicación más sofisticados y rápidos, y esto propicia que las conductas violentas entre iguales muestren cifras de prevalencia cada vez más elevadas en todos los rincones del mundo “occidentalizado”.</p>
<h2>Los retos de la nueva Ley de protección de la infancia</h2>
<p>La nueva <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2021-9347">Ley de protección integral de la infancia y la adolescencia</a> establece que, a partir del curso que viene, los centros relacionados con el cuidado, formación y protección de la infancia deberán contar con especialistas que se ocupen de velar por la extinción o reducción de este tipo de conductas violentas entre iguales. </p>
<p>Ello supone una serie de retos para que una ley basada en la prevención no suponga un lastre en un sistema educativo que ha sufrido un enorme desgaste en los últimos tiempos. </p>
<p>La referida Ley, en su título II, establece el deber ciudadano de comunicar a las autoridades las situaciones de violencia sufrida por niños, niñas o adolescentes. Este deber de comunicación se configura de una forma más exigente para aquellos colectivos que, por razón de su profesión, tengan encomendada la asistencia, cuidado o formación de personas menores de edad.</p>
<p>En concreto, se menciona la obligación de las administraciones públicas de facilitar mecanismos de comunicación e intercambio de información entre los centros sanitarios, centros escolares, centros deportivos y de ocio, centros de protección a la infancia o de responsabilidad penal de menores, además de centros de acogida, de asilo o de atención humanitaria. Por tanto, pretende aportar una visión holística y coordinada de la respuesta a la violencia contra la infancia, emulando la Ley Orgánica de protección integral contra la violencia de género.</p>
<h2>Aprender de la Ley de protección de género</h2>
<p>Aprender de su predecesora nos puede dar pistas para optimizar los recursos y mejorar su eficiencia. Según un <a href="https://www.researchgate.net/publication/326991225_La_politica_criminal_contra_la_violencia_sobre_la_mujer_pareja_2004-2014_Su_efectividad_eficacia_y_eficiencia">estudio de la Universidad de Málaga</a>, la eficacia y efectividad de las medidas impuestas por la ley integral contra la violencia de género han contribuido a reducir el número de homicidios y dar visibilidad al fenómeno. </p>
<p>Sin embargo, han surgido otros colectivos de gran vulnerabilidad que difícilmente pueden abarcarse con una ley eminentemente penal. Nos referimos a la ascendente incorporación de los adolescentes al fenómeno de la violencia de género, o a la necesidad de atención de colectivos vulnerables como el colectivo migrante. Debe haber una inversión en detección precoz y prevención antes de judicializar conflictos entre iguales.</p>
<p>En estos casos, ¿qué competencias deberían tener los profesionales que trabajen en este ámbito? ¿Cómo deben ser los especialistas que se ocupen de supervisar la convivencia en los colegios o en centros de protección a la infancia? </p>
<p>Ya en <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-13291">1995</a> quedó establecida la obligación de tener un Plan de convivencia y un coordinador de convivencia en los centros educativos. No obstante, en los últimos años se ha producido un aumento constante de los casos de violencia entre iguales. Analizar el fenómeno desde una perspectiva científica nos puede aportar pistas sobre los errores cometidos. </p>
<h2>Factores de riesgo</h2>
<p>Es llamativo que el <a href="https://www.researchgate.net/publication/284014260_Systematic_review_of_theoretical_studies_on_bullying_and_cyberbullying_Facts_knowledge_prevention_and_intervention">perfil</a> de agresor y víctima <a href="https://www.moebio.uchile.cl/55/gonzalez.html">cada vez se aproxima más</a> en sus características. Dentro de las <a href="https://www.sbp-journal.com/index.php/sbp/article/view/6267">variables psicosociales</a> individuales, la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30560513/">victimización previa</a>, la <a href="https://www.researchgate.net/publication/321748406_Cyberbullying_victimization_and_fatalism_in_adolescence_Resilience_as_a_moderator">falta de empatía</a> y la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31055621/">desvinculación moral</a> conforman los <a href="https://www.exeley.com/sj_child_adolescent_psychiatry_psychology/doi/10.21307/sjcapp-2020-004">factores</a> que mejor <a href="https://www.researchgate.net/publication/326117728_Protective_factors_against_bullying_and_cyberbullying_A_systematic_review_of_meta-analyses">predicen</a> la implicación en ambos roles. Tanto víctimas como agresores se caracterizan por una insensibilización con el daño ajeno, no saben discernir entre el bien y el mal, pero además actúan o sufren la venganza. </p>
<p>También la <a href="https://revistas.um.es/analesps/article/view/339831">dependencia de las tecnologías</a> y de internet supone un <a href="https://www.researchgate.net/publication/341908302_Predictive_Factors_of_Cyberbullying_Perpetration_amongst_Spanish_Adolescents">factor de riesgo</a> para ambos roles, siendo más importante en los <a href="https://minerva.usc.es/xmlui/bitstream/handle/10347/26896/Feij%C3%B3o%20et%20al.,%202021.pdf?sequence=1">ciberagresores</a>.
<a href="https://www.researchgate.net/publication/349596514_Risk_Factors_Influencing_Cyberbullying_Perpetration_among_Middle_School_Students_in_Korea_Analysis_Using_the_Zero-Inflated_Negative_Binomial_Regression_Model">Estos datos</a> hacen visible la complejidad del fenómeno y las dificultades para distinguir entre agresores y víctimas. Por este motivo, la aplicación de programas de detección y prevención deben contar con profesionales formados en la detección y evaluación de riesgos con base científica.</p>
<h2>El papel de la mediación</h2>
<p>De otro lado, al tratarse de un fenómeno adolescente caracterizado por la necesidad de reconocimiento social, la mediación y gestión de conflictos son estrategias que están resultando de gran utilidad. En concreto, a través de la intermediación de los iguales en el proceso de detección y control de la violencia entre menores.</p>
<p>El hecho de que sean los profesionales formados en competencias de valoración de riesgos antisociales y gestión de conflictos los mejor dotados para esta tarea, nos llevan a considerar la criminología como una disciplina adecuada en el ámbito de la prevención, detección y control de la violencia en la infancia y adolescencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/173603/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gloria Fernández- Pacheco Alises no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La ley de protección frente a la violencia de género nos puede servir de ejemplo sobre lo que funciona y lo que no de cara al acoso escolar. Hay que apoyarse en la abundante investigación sobre el fenómeno.Gloria Fernández- Pacheco Alises, Profesora en Criminología y coordinadora del Grupo de investigación sobre Migraciones, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1736812021-12-22T20:28:47Z2021-12-22T20:28:47ZLa criminología es necesaria para detectar, prevenir y solucionar el acoso escolar<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/437762/original/file-20211215-17-39nvv8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C5%2C3917%2C2593&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/children-playing-drawing-512806285">Shutterstock / Ursula Ferrara</a></span></figcaption></figure><p>El Ministerio de Derechos Sociales y las Comunidades Autónomas han decidido, junto a las autoridades competentes, que la figura de coordinador de bienestar y protección infantil se ponga en marcha para el próximo curso 2022–2023. Estos profesionales llevarán a cabo la misión de detectar situaciones de acoso escolar, contribuyendo a la prevención y pronta solución de la violencia entre los menores de edad. Un correcto desempeño de estas funciones dependerá de un enfoque que combine diferentes disciplinas: la psicología, la pedagogía e incluso la criminología.</p>
<p>La criminología, como ciencia de naturaleza multidisciplinar, se nutre de otras ramas del saber (la psicología, el derecho, la biología…) para conocer lo relacionado con la delincuencia antes y después de que aparezca. Es decir, la criminología ayuda a resolver crímenes, pero también a prevenirlos. Centra su foco de atención sobre las personas que han cometido un delito, o que están en riesgo de llevar a cabo actos delictivos o de violencia. Se preocupa acerca de las situaciones que indican que puede ocurrir o que ha ocurrido un acto violento. Y, por supuesto, trata de comprender y ayudar a las personas que padecen o han padecido el delito o la violencia. </p>
<p>Así, cuando se trata elaborar planes de prevención y tratamiento de la violencia escolar, detectar situaciones de acoso o buscar soluciones pacíficas a los conflictos que se derivan del acoso o el ciberacoso, los criminólogos y criminólogas son los profesionales indicados. </p>
<p>Los criminólogos son especialistas en reconocer situaciones de violencia y criminalidad. Están preparados para observar y tratar los factores de riesgo y protección de agresores y víctimas. Son conocedores de las leyes penales, pero también de los métodos alternativos para la solución pacífica de conflictos. Así pues, los criminólogos están plenamente capacitados para <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2021-9347&p=20210605&tn=1#a3-7">las funciones que la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia encomienda en su artículo 35</a> a los coordinadores de bienestar y protección.</p>
<h2>Una pieza clave</h2>
<p>Según Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, estos coordinadores serán la pieza encargada de implementar los planes en el ámbito educativo, de hacer caso de los avisos de los menores sobre cualquier tipo de violencia y comunicar las situaciones de riesgo. Deben ser personas, además de lo anterior, que estén atentas a las señales invisibles de la violencia. Que sean capaces de detectar situaciones de abuso y de hacerle frente de forma rápida y efectiva. </p>
<p>El acoso y el ciberacoso (acoso llevado a cabo a través de internet) presentan una serie de características especiales. En este tipo de violencias, tanto víctimas como agresores son menores de edad y compañeros de clase. Las víctimas de acoso se encuentran en una situación de desigualdad (física o numérica) que les impide hacer frente a los abusos, denunciar la situación y salir del círculo de la violencia. Por lo general, además, los agresores cuentan con el apoyo o el silencio de los demás compañeros de clase. En muchas ocasiones la propia víctima se siente culpable de la situación en la que se encuentra. </p>
<h2>Daños invisibles</h2>
<p>El acoso escolar puede manifestarse como agresiones físicas, pero también como abusos psicológicos o en forma de exclusión social, lo que dificulta observar sus efectos en la víctima. Además, en el caso concreto del acoso por internet, las agresiones pueden aparecer de forma totalmente anónima, en horarios extraescolares, siendo compartida y publicitada indefinidamente en la red. </p>
<p>Todo esto grava las consecuencias negativas para las víctimas, que van desde la depresión y el fracaso escolar, hasta el suicidio en los peores casos. Se calcula que únicamente un 10 % de los daños en el acoso y la violencia escolar son físicos, y que por tanto la gran mayoría son <a href="https://www.bienestaryproteccioninfantil.es/fuentes1.asp?sec=27&subs=281&cod=2356&page=">daños invisibles</a>, pues no implican la aparición de heridas o secuelas observables a simple vista.</p>
<p>En España, uno de cada cinco niños escolarizados sufre acoso escolar, y sólo un 15 % se atreve a denunciar, según los datos de la asociación <a href="https://www.noalacoso.org/">No al Acoso Escolar</a>. </p>
<p>En el caso del ciberacoso, la organización <a href="https://www.savethechildren.es/donde/espana/violencia-contra-la-infancia/ciberacoso-ciberbullying">Save the Children</a> señala que un 40 % de los jóvenes encuestados en España sufrieron acoso por internet durante su infancia. Por todo ello entendemos que estamos ante un fenómeno grave y luchar contra él implica tanto a profesores como a padres y alumnos, pero estos deben escuchar y aprender de quiénes se han especializado en la detección y prevención de la violencia.</p>
<h2>Prevención, detección y protección</h2>
<p>Entre otras, las funciones que se le asignan al coordinador o coordinadora de bienestar son: </p>
<ol>
<li><p>Promoción de planes de formación sobre prevención, detección precoz y protección de los niños, niñas y adolescentes. </p></li>
<li><p>Valoración de la necesidad de intervención de los servicios sociales o derivación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado, coordinando la actuación con los mismos según los protocolos que se establezcan. </p></li>
<li><p>Capacidad para identificarse como referentes para las comunicaciones relacionadas con posibles casos de violencia en el centro o en su entorno. </p></li>
<li><p>Fomento entre el personal del centro y el alumnado de la utilización de métodos alternativos de resolución pacífica de conflictos. </p></li>
<li><p>Informar al personal del centro sobre los protocolos en materia de prevención y protección de cualquier forma de violencia existentes en su localidad o comunidad autónoma. </p></li>
</ol>
<p>Así pues, el coordinador contra el acoso escolar debe ser una persona con conocimientos en varias disciplinas. Debe ser una persona preparada para trabajar en el ámbito de la infancia y la adolescencia, y también capacitada para prevenir, detectar y erradicar conductas antisociales. Debe conocer la psicología de la violencia, y también poder ofrecer un tratamiento adecuado a las víctimas. </p>
<p>Por todo lo anterior, entendemos que los criminólogos son los profesionales más adecuados para desempeñar las funciones de coordinador contra el acoso en nuestras escuelas e institutos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/173681/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jordi Bellver Sanchis no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La nueva ley de protección de la infancia de España incluye la creación de una nueva figura en los centros educativos: el coordinador contra el acoso. ¿Qué debe saber este profesional, y cuáles serán sus funciones?Jordi Bellver Sanchis, Profesor del Máster en Criminología de la VIU. Criminólogo, especializado en Análisis y Prevención de la criminalidad., Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1719222021-11-24T20:18:02Z2021-11-24T20:18:02ZEl aterrador mosaico de formas de violencia contra mujeres y niñas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/433403/original/file-20211123-21-9siuza.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1077&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-using-force-coerce-woman-scared-1166882995">Shutterstock / asiandelight</a></span></figcaption></figure><p>El 25 de noviembre es el día que las Naciones Unidas ha declarado como <a href="https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day/">Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer</a>. En muchas ocasiones, este tipo de violencia tiende a reducirse al maltrato físico, pero las acciones y los tipos que abarca van mucho más allá.</p>
<p>Las formas en que la violencia se aplica contra las mujeres y las niñas son muy variadas y, sobre todo, aterradoras. <a href="https://www.unwomen.org/es/about-us/about-un-women">ONU Mujeres</a> –la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres– clasifica estos tipos en <a href="https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence">siete bloques</a> y cada uno de ellos comprende distintas acciones: </p>
<ol>
<li><p>Violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado.</p></li>
<li><p>Violencia sexual.</p></li>
<li><p>Violencia en línea o digital.</p></li>
<li><p>Feminicidio.</p></li>
<li><p>Trata de personas.</p></li>
<li><p>Mutilación genital femenina.</p></li>
<li><p>Matrimonio infantil. </p></li>
</ol>
<p>Me centraré, sobre todo, en las tres primeras.</p>
<p>En la violencia contra las mujeres en el ámbito privado se incluyen la violencia económica, la psicológica, la emocional y la física. Sí, todas ellas afectan a las mujeres a pesar de que en ocasiones parezcan invisibles.</p>
<h2>De la violencia económica a la emocional</h2>
<p>La llamada <a href="https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence">violencia económica</a> se produce cuando la persona agresora intenta conseguir la dependencia financiera de la mujer prohibiéndole, por ejemplo, trabajar o recibir formación. </p>
<p>En España, en octubre de este año, la titular del Juzgado Penal nº. 2 de Mataró (Barcelona), Lucía Avilés, <a href="https://www.rtve.es/noticias/20211008/violencia-economica-impago-pension/2185302.shtml">solicitó al Gobierno</a> que tipificase la violencia económica como una modalidad de violencia machista y la incluyera en el Código Penal.</p>
<p>La <a href="https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence">violencia psicológica</a> consiste en provocar miedo a la mujer a través de la intimidación, amenazarla con causarle daño físico a ella, su pareja o sus hijas o hijos –incluso a sus mascotas y bienes– u obligarla a aislarse de sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.</p>
<p>La <a href="https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence">violencia emocional</a> busca minar la autoestima de la mujer a través de críticas constantes, infravalorando sus capacidades, insultándola o sometiéndola a otros tipos de abuso verbal. También se incluyen aquí todas las acciones dirigidas a dañar la relación con sus hijas o hijos o el no permitirle ver a su familia ni a sus amistades. El Ministerio de Igualdad <a href="https://violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/home.htm">tiene disponible en su web</a> información útil para detectar este tipo de violencia que puede pasar más inadvertida. </p>
<p>Las acciones de la <a href="https://www.ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/violenceagainstwomen.aspx">violencia física</a> son aquellas que causan daño a la mujer empleando cualquier tipo de fuerza física contra ella (golpeándola, propinándole patadas, quemándola, denegándole atención médica, obligándola a consumir alcohol o drogas, etc.).</p>
<h2>El acoso y la cultura de la violación</h2>
<p>Este tipo de violencia puede producirse en el ámbito privado o fuera de él. Por <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1999-9744">violencia sexual</a> se entiende cualquier acto de naturaleza sexual cometido contra la voluntad de otra persona, ya sea porque esta no ha otorgado su consentimiento o porque no lo pueda otorgar por ser menor de edad, sufrir una discapacidad mental o encontrarse gravemente intoxicada o inconsciente por efecto del alcohol o las drogas. </p>
<p>Este tipo de violencia incluye el <a href="https://www.conceptosjuridicos.com/acoso-sexual/">acoso sexual</a>, que abarca el contacto físico no consensuado, por ejemplo, cuando una persona agarra, pellizca, propina bofetadas o realiza tocamientos de índole sexual a otra persona. Incluye también otros tipos de violencia no física como abucheos, comentarios sexuales sobre el cuerpo o el aspecto de una mujer, la solicitud de favores sexuales, miradas sexualmente sugerentes, acecho o exhibición de órganos sexuales. </p>
<p>Dentro de la violencia sexual está, cómo no, la <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1999-9744">violación</a>, esto es, cualquier penetración vaginal, anal u oral no consentida por parte de otra persona utilizando cualquier parte del cuerpo o un objeto. El agresor puede ser una persona conocida o no, ocurrir dentro del matrimonio y de una relación de pareja, así como durante un conflicto armado.</p>
<p>Un tercer tipo de acciones que se enmarcan en este apartado son todas aquellas que fomentan la llamada “<a href="https://www.unwomen.org/es/news/stories/2019/11/compilation-ways-you-can-stand-against-rape-culture">cultura de la violación</a>”, entendiendo por tal el entorno social que permite normalizar y justificar la violencia sexual.</p>
<h2>Internet y asesinatos por honor</h2>
<p>Dado el aumento de dispositivos móviles, las acciones de <a href="https://violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/comoDetectarla/VG_Digital/home.htm">violencia digital</a> están creciendo de manera exponencial. Este tipo de violencia abarca cualquier acto cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones (teléfonos móviles, internet, medios sociales, videojuegos, mensajes de texto, correos electrónicos, etc.) contra una mujer por el hecho de serlo. </p>
<p>La violencia digital incluye el <a href="https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/estudios/colecciones/pdf/Libro_18_Ciberacoso.pdf">ciberacoso</a>, que consiste en el envío de mensajes intimidatorios o amenazantes; el <a href="http://www.mujeresenigualdad.com/Como-afecta-el-sexting-a-las-mujeres_es_116_2120_0_236.html"><em>sexting</em></a>, referido al envío de mensajes o fotos de contenido explícito sin contar con la autorización de la persona destinataria y el <a href="https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2017/11/what-is-online-violence-and-abuse-against-women/"><em>doxxing</em></a>, que supone la publicación de información privada o identificativa sobre la víctima.</p>
<p>No pasamos por alto las violaciones que constituyen los <a href="https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/estudios/investigaciones/2021/estudios/analisis_asesinatos.htm">asesinatos</a> (feminicidios, en algunos países, entre los que se incluyen <a href="https://www.europapress.es/internacional/noticia-son-llamados-crimenes-honor-20140531102554.html">asesinatos por honor</a>); la <a href="https://www.policia.es/_es/colabora_trata">trata de personas</a>, la <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/female-genital-mutilation">mutilación genital femenina</a> y el <a href="https://www.unicef.org/es/historias/el-matrimonio-infantil-en-el-mundo">matrimonio infantil</a>. </p>
<p>Baste este artículo para recordar que la violencia contra las mujeres y las niñas va mucho más allá de la violencia física, y que el primer paso para lograr acabar con ella es la<a href="https://www.unav.edu/web/facultad-de-filosofia-y-letras/estudios/formacion-online/estudios-sobre-la-mujer"> educación</a> y <a href="https://www.unav.edu/web/curso-online-de-formacion-en-igualdad">la formación en igualdad</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171922/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>MªCruz Díaz de Terán Velasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La violencia contra las mujeres no se reduce a la violencia física. Si hacemos un recorrido por las distintas formas de violencia que se ejerce en el mundo contra las mujeres el resultado es escalofriante. En la educación está una de las soluciones.MªCruz Díaz de Terán Velasco, Profesora Titular de Filosofía del Derecho. Co-directora de los cursos on line en estudios sobre la mujer y formación en Igualdad en la Universidad de Navarra. Coordinadora de la Red Mujeres e Innovación (Programa CYTED). Investigadora del ICS, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1628262021-06-22T20:24:39Z2021-06-22T20:24:39Z¿Han normalizado los más jóvenes la violencia en línea?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/407392/original/file-20210621-35149-1lqk8nk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4992%2C3308&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cyberbullying-concept-young-asian-preteen-teenage-1411228274">Shutterstock / myboys.me</a></span></figcaption></figure><p>Es una realidad que el siglo XXI dio comienzo con la expectativa y el frenesí de nuevos retos, paradigmas, propuestas, etc., como resultado de una nueva cultura contemporánea liderada por los sistemas informáticos. </p>
<p>En las últimas décadas, las Tecnologías de la Información y Comunicación se han convertido en una herramienta que pone el mundo en nuestras manos. Sin embargo, también se han constituido como una plataforma que facilita la aparición de comportamientos de intimidación y exclusión guiados por las <a href="https://www.mdpi.com/2077-0383/9/1/120">relaciones de abuso de poder</a>.</p>
<p><em>Ciberbullying</em>, ciberacoso, acoso electrónico… Se trata de un fenómeno que usted como lector conocerá, puesto que se ha convertido en la extensión virtual del acoso tradicional, aunque con ciertos matices importantes. Si el acoso tradicional, caracterizado por insultos, amenazas, agresiones, exclusión, etc., se circunscribía a los muros de la escuela, el <em>ciberbullying</em> es más dañino (si cabe) debido a sus particularidades, como la rápida difusión, la ubicuidad y el anonimato tras el que se esconde el agresor. </p>
<p>En este entorno hostil, las víctimas se sienten indefensas ante un agresor, frecuentemente desconocido, y un hostigamiento que no pueden evitar debido a la difícil desvinculación total del uso del móvil o de las redes sociales. Además, el acceso cada vez más temprano a los dispositivos electrónicos (<a href="https://www.ine.es/prensa/tich_2020.pdf">86,7 % a los 10 años</a>) hace que el <em>ciberbullying</em> sea ya un hecho <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/17/16/5705">en las etapas de Educación Primaria</a>. </p>
<h2>Las pantallas facilitan la violencia</h2>
<p>Las innumerables bondades de las tecnologías (anonimato, rápida difusión, magnitud de alcance, etc.), sobre todo en el caso de las redes sociales, han modificado los perfiles de los participantes en el acoso. Concretamente, en el caso de los acosadores, las diferencias entre <em>bullying</em> y <em>ciberbullying</em> son notables y hacen saltar las alarmas por la posible habituación a la violencia que facilitan las pantallas.</p>
<p>En el <em>bullying</em> los acosadores <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/17/1/172">se caracterizan</a> por presentar más inestabilidad emocional, tendencia a la diversión, búsqueda de nuevas sensaciones y comportamiento antisocial. Además, presentan <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17405629.2016.1194265">menos comportamientos altruistas y conciliadores</a>, así como niveles superiores en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0022440517301280?via%3Dihub">ira y hostilidad</a>, siendo esta última el motor que hace que las víctimas puedan llegar a convertirse en acosadores. </p>
<p>Estos perfiles desadaptativos no son tan claros en el caso del <em>ciberbullying</em>. Así, se ha podido observar que el acoso perpetrado a través de las pantallas no se explica por los rasgos de personalidad, es más, parece que <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/17/16/5705">no se diferencie tan marcadamente</a> con los jóvenes que no están involucrados. </p>
<p>Asimismo, se ha demostrado que aquellos menores más osados se sienten más desinhibidos ante las pantallas y, a su vez, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0886260520934448">son más propensos</a> a ser ciberacosadores, efecto que en el acoso tradicional no ocurre. De la misma forma, en el caso del acoso cibernético ni la ira ni la hostilidad se han relacionado directamente con la perpetración. </p>
<h2>¿Es acoso la agresividad verbal?</h2>
<p>Además, algunas formas de agresividad como la verbal <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0747563215301849?via%3Dihub">no son consideradas como actos de ciberacoso</a> por los jóvenes, sino como un modo de acoger y facilitar la comunicación y la interacción entre iguales.</p>
<p>Tal y como se observa, los ciberacosadores pueden llegar a presentar perfiles de personalidad estables, efecto que puede ser debido a la distancia emocional que facilitan las pantallas. Asimismo, es probable que esos perfiles desajustados de personalidad no estén presentes en los primeros contactos, pero sí se desarrollen en etapas posteriores, es decir, que sea más una consecuencia que un factor de riesgo. </p>
<p>Lo que es evidente es que el anonimato tras el que se esconde el acosador y el sentimiento de impunidad asociado facilitan la perpetración y llaman a la necesidad de estrategias de actuación a través de programas para las familias y/o programas de prevención e intervención eficaces que trabajen las esferas personales, como <a href="https://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=39&articulo=39-2012-15">el programa ConRed</a>, el <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/15374416.2013.787623">KiVa Program</a>, <a href="https://www.edicionespiramide.es/libro.php?id=3780957">Cyberprogram 2.0</a> o el <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/16/4/527">Prev@cib</a>, entre otros.</p>
<h2>Responsabilizar a las víctimas</h2>
<p>Lo realmente importante es no caer en la trampa de llegar a considerar el ciberacoso como una mera falta de convivencia, responsabilizando incluso a las víctimas por no saber defenderse. Debemos ser conscientes, además, de que los acosadores <a href="https://theconversation.com/cyberbullies-are-also-victims-they-need-help-too-91033">también son víctimas</a>, víctimas de su propio proceso.</p>
<p>El hecho de que tradicionalmente se haya perpetrado el acoso cara a cara y que en la actualidad se lleve a cabo a través de los medios electrónicos no es más que el reflejo de que la violencia entre iguales es un fenómeno social que va de la mano del desarrollo que experimentan las sociedades. </p>
<p>Hoy son los medios tecnológicos y mañana puede que sean otros medios más avanzados los que faciliten su uso, pero seguiremos hablando de violencia. Es muy delgada la línea que separa el tomar un camino u otro y son los propios jóvenes, como agentes de su propio proceso, los que eligen el camino a seguir. Dotémosles, por tanto, de las herramientas personales necesarias para hacerlo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162826/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El acceso cada vez más temprano de los jóvenes a la tecnología ha hecho que los ciberacosadores sean cada vez más jóvenes. Pero ¿tiene la misma gravedad un acoso que un ciberacoso? ¿Acaso uno es más violento que otro?Raquel Escortell Sánchez, Docente del Dpto. Psicología de la Educación y Psicobiología e Investigadora del Grupo en Ciberpsicología, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Beatriz Delgado Domenech, Profesora Titular de Universidad e Investigadora en el área de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de AlicanteLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1553512021-03-02T19:14:50Z2021-03-02T19:14:50ZCuatro consejos para evitar el cibercontrol y las agresiones en parejas adolescentes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/387078/original/file-20210301-20-1x52hy5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4466%2C2977&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-sad-vulnerable-girl-using-mobile-523861786">Shutterstock / Burdun Iliya</a></span></figcaption></figure><p>Las tecnologías de la información y de la comunicación son utilizadas por los adolescentes en sus relaciones de pareja, tanto para comunicarse y expresar amor como para ejercer violencia. </p>
<p>Así, actualmente cada vez es más frecuente que formas tradicionales de violencia continúen y se agraven a través de las pantallas con la ciberviolencia de pareja, denominada en inglés <em>cyberdating abuse</em>.</p>
<p>Este término anglosajón <a href="https://repositorio.uam.es/handle/10486/686139">hace referencia</a> a comportamientos de amenazas, insultos, humillación o denigración destinados a aislar, controlar y causar angustia a la pareja. </p>
<p>Existe cierto consenso en diferenciar <a href="https://www.mdpi.com/1660-4601/17/5/1551">dos clases de comportamiento</a> en este tipo de intimidación: el control hacia la pareja (comprobación de llamadas y/o mensajes, acceso y control de las redes sociales) y la agresión directa a esta (insultos, humillaciones y/o amenazas a través mensajería instantánea, llamadas o redes sociales).</p>
<p>Por lo que respecta a la prevalencia, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0165032717321067">algunos autores</a> indican que un 35,8 % de los adolescentes son víctimas de ciberviolencia en su relación de pareja, un 33 % la han ejercido y un 27,2 % han sido al mismo tiempo víctimas y agresores.</p>
<p>En España, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.2466/21.16.pr0.116k22w4">la prevalencia de las agresiones</a> varía cuando se tiene en cuenta el tipo de agresión y victimización. Se ha confirmado una prevalencia del 10,6 % en agresiones directas y un 82 % de agresiones relacionadas con el control hacia la pareja.</p>
<h2>Cuando se prolonga en el tiempo</h2>
<p>Por otra parte, un dato que preocupa es cómo este tipo de ciberviolencia se puede prolongar en el tiempo. A este respecto, <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0044118X20980025">un estudio longitudinal</a> reciente que hemos realizado desde el <a href="http://gruposinvestigacion.unir.net/ciberpsicologia/">Grupo de Investigación de Ciberpsicología</a> de la Universidad Internacional de la Rioja junto con la Universidad del País Vasco y la Universidad de Deusto, indica que, en general, un 23 % de los adolescentes ha sido víctima en algún momento a lo largo de un periodo de 13 meses. </p>
<p>A su vez, en esta investigación se muestra que la incidencia acumulada en este estudio es del 15 %, es decir, 1 de cada 8 adolescentes ha sido nueva víctima de ciberviolencia de pareja durante los 13 meses de estudio. </p>
<p>El tipo de victimización más frecuente en esta clase de abuso, según este estudio, es el control hacia la pareja, sobre todo hacia las chicas. Además, cuando esta intimidación se prolonga en el tiempo la víctima tiene una peor calidad de vida relacionada con la salud.</p>
<p>Todos estos datos revelan que muchos adolescentes están implicados en dinámicas abusivas como víctimas y agresores, en relaciones íntimas basadas en los enquistados “mitos del amor romántico” y en creencias que justifican la violencia como estrategia válida de resolución de conflictos interpersonales.</p>
<h2>Algunas recomendaciones para evitarlo</h2>
<p>Vista la gravedad y las consecuencias psicológicas y sociales de este riesgo entre los adolescentes, ofrecemos algunas recomendaciones con la finalidad de prevenir y proteger a los adolescentes ante este riesgo cibernético:</p>
<ol>
<li><p>No dejes que tu pareja controle lo que haces y con quién estás en cada momento. Recuerda que tampoco tienes derecho a controlarla tú a ella. La confianza en la pareja no se basa en el control.</p></li>
<li><p>No le des tus contraseñas de las redes sociales, no permitas que revise y modifique tus redes sociales, ni le dejes eliminar o bloquear tus contactos en línea. Hacer o permitir este tipo de acciones puede ir en tu contra y hacerte mucho daño.</p></li>
<li><p>No le faltes al respeto, ni permitas que te haga sentir mal a través de las tecnologías, ni de ninguna otra manera. Las relaciones tóxicas no son buenas para nadie.</p></li>
<li><p>Si te controla, te trata mal o te extorsiona, acude a un adulto inmediatamente para que te ayude en esta situación. Aunque creas que las circunstancias pueden cambiar, es muy probable que no sea así y que vayan a peor. No es una cuestión de amor, sino de respeto y de salud. </p></li>
</ol>
<p>En definitiva, este tipo de abuso es un problema muy grave que se debe tener en cuenta para proteger a los menores. No normalizar actitudes y conductas inadecuadas en las relaciones de pareja es esencial para que los menores tengan relaciones sanas desde el principio basadas en el amor y el respeto.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/155351/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las cifras son alarmantes: un 35,8 % de los adolescentes son víctimas de ciberviolencia en su relación de pareja, un 33 % la han ejercido y un 27,2 % han sido al mismo tiempo víctimas y agresores. El cibercontrol y la agresión verbal en línea entre parejas de adolescentes no son anecdóticos.Jessica Ortega Barón, Personal investigador en el Grupo Ciberpsicología de la Universidad Internacional de la Rioja, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Irene Montiel Juan, Profesora e investigadora Facultad Educación UNIR. Grupo Ciberpsicología UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1508172020-11-25T12:12:57Z2020-11-25T12:12:57ZLos ataques en redes a mujeres periodistas se extienden cada vez más al mundo real<p>El funesto problema de la <a href="https://www.icfj.org/news/online-violence-new-front-line-women-journalists">violencia en el universo digital contra periodistas mujeres</a> tiene consecuencias potencialmente letales en el mundo real, tal y como sugiere un nuevo estudio global.</p>
<p>Casi tres de cada cuatro mujeres (73%) que respondieron a nuestra encuesta –que incluyó a 1 210 trabajadoras de prensa a nivel mundial– indicaron que sufrieron abusos, acoso, amenazas y ataques en las redes. El 20% de las mujeres entrevistadas dijo haber sido blanco de abusos y ataques <em>offline</em> que creen ligados a la violencia que sufrieron en la red. La encuesta, que concluyó este mes, fue realizada por el Centro Internacional de Periodistas (<a href="https://www.icfj.org/">ICFJ</a>) y la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (<a href="https://en.unesco.org/themes/safety-journalists">UNESCO</a>).</p>
<p>La violencia en las redes es el nuevo frente de la inseguridad periodística, y es particularmente <a href="https://www.icfj.org/news/online-violence-new-front-line-women-journalists">peligrosa para las mujeres</a>. En el entorno digital, hemos visto un incremento exponencial de ataques contra periodistas mujeres en su trabajo, particularmente en la intersección del discurso del odio y la desinformación, donde el acoso y el abuso son utilizados para silenciarlas.</p>
<p>La misoginia y la violencia en línea son una amenaza real a la participación de las mujeres en la esfera pública de la era digital. Es una lucha por la igualdad de género y una crisis de la libertad de expresión que deben ser consideradas seriamente por varios actores vinculados a estos asuntos.</p>
<h2>Una violencia que impacta en el mundo real</h2>
<p>Nuestra encuesta ofrece datos nuevos y preocupantes que muestran que la violencia <em>online</em> se traslada a la violencia <em>offline</em>. Asociada con <a href="https://rsf.org/sites/default/files/rsf_report_on_online_harassment.pdf">ataques orquestados para intimidar al periodismo crítico</a>, esta violencia impacta el mundo físico y, a veces, tiene efectos letales.</p>
<p>En 2017, el Comité para la Protección de Periodistas informó de que por lo menos <a href="https://cpj.org/reports/2017/10/impunity-index-getting-away-with-murder-killed-justice-2/">el 40% de los periodistas asesinados</a> había recibido amenazas previas, incluidas amenazas por internet. </p>
<p>Ese mismo año, dos mujeres periodistas en diferentes regiones del mundo fueron asesinadas en un periodo de seis semanas: la reconocida periodista de investigación maltesa <a href="https://www.theguardian.com/world/2018/apr/17/daphne-caruana-galizia-malta-has-made-me-a-scapegoat">Daphne Caruana Galizia</a> y la prominente periodista india <a href="https://www.nytimes.com/2019/03/14/magazine/gauri-lankesh-murder-journalist.html">Gauri Lankesh</a>. Ambas fueron blanco de múltiples ataques en línea centrados en su condición de mujeres antes de ser asesinadas.</p>
<p>Los paralelismos entre los ataques digitales asociados con la muerte de Caruana Galizia y la experiencia de otra periodista reconocida, la filipinoamericana <a href="https://en.unesco.org/sites/default/files/an_attack_on_on_is_an_attack_on_all_chapter_8.pdf">Maria Ressa</a>, fueron tan evidentes que cuando los ataques contra Ressa se incrementaron este año, los hijos de la periodista maltesa emitieron un comunicado público expresando <a href="https://www.dailymaverick.co.za/article/2020-06-18-the-philippines-is-one-of-the-deadliest-countries-on-earth-to-be-a-journalist-we-cannot-allow-maria-ressa-to-be-next/">sus temores por la vida de Ressa</a>.</p>
<p>Del mismo modo, la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gauri_Lankesh">muerte de Lankesh</a>, vinculada con la violencia en línea a manos de la extrema derecha, atrajo la atención internacional sobre los riesgos de otra periodista india reconocida por sus críticas al gobierno: <a href="https://twitter.com/ranaayyub">Rana Ayyub</a>. Ella había padecido la circulación masiva de amenazas de violación y muerte, e informaciones falsas con el propósito de rebatir su trabajo periodístico, desacreditarla y ponerla en riesgo físico.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Afiche de la campaña de la ICFJ/Unesco para combatir la violencia contra las mujeres." src="https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/371079/original/file-20201124-19-10xbha8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Afiche de la campaña de la ICFJ/Unesco para combatir la violencia contra las mujeres.</span>
<span class="attribution"><span class="source">UNESCO</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Señalando un <a href="https://theprint.in/india/remember-gauri-lankesh-rana-ayyub-receives-death-rape-threats-after-posts-on-kashmir/453884/">patrón de comportamiento</a>, la victimización de Ayyub motivó su <a href="https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=23126&amp;LangID=E">defensa por parte de cinco relatores especiales</a> de las Naciones Unidas. </p>
<p>La defensa destacó los paralelismos con el caso de Lankesh y demandó que los líderes políticos indios protegieran a Ayyub, afirmando: “Estamos muy preocupados porque la vida de Rana Ayyub está en riesgo después de estas explícitas y preocupantes amenazas”.</p>
<h2>La pandemia en la sombra</h2>
<p>La violencia física contra las mujeres se ha incrementado durante la pandemia covid-19, en lo que se ha llamado “<a href="https://www.unwomen.org/en/news/in-focus/in-focus-gender-equality-in-covid-19-response/violence-against-women-during-covid-19">la pandemia en la sombra</a>”. Al mismo tiempo, la violencia en línea contra las mujeres también aumenta. Otra encuesta global realizada este año por ICFJ y el Centro Tow para el Periodismo Digital de la Universidad de Columbia como parte del <a href="https://www.icfj.org/our-work/journalism-and-pandemic-survey">proyecto Periodismo y Pandemia</a> encontró que un 16% de las mujeres que respondieron dijeron que el abuso y el acoso en línea eran peor de lo habitual.</p>
<p>Este hallazgo refleja que los niveles de hostilidad y violencia contra las periodistas están <a href="https://rsf.org/en/2020-world-press-freedom-index-entering-decisive-decade-journalism-exacerbated-coronavirus">en ascenso</a> durante la pandemia, incitados por <a href="https://www.cjr.org/analysis/coronavirus-press-freedom-crackdown.php">políticos populistas y autoritarios</a> que, con frecuencia, son responsables por diseminar desinformación.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/371082/original/file-20201124-19-1k6nqry.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los ataques en línea a menudo se extienden al mundo real.</span>
<span class="attribution"><span class="source">UNESCO</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Uno de cada diez entrevistados en la encuesta del estudio de ICFJ-Centro Tow indicaron que sufrieron coacciones –-en línea y <em>offline</em>– por parte de políticos y funcionarios durante los primeros tres meses de la pandemia. </p>
<h2>Espacios cada vez más tóxicos</h2>
<p>Otro factor relevante es que el ejercicio del periodismo con “distanciamiento social”, necesario a causa del coronavirus, hace que los periodistas dependan más de los medios sociales para recabar informacion e interactuar con las audiencias. Estos espacios, <a href="https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/sites/default/files/2019-10/Posetti%20What%20if%20FINAL.pdf">cada vez mas tóxicos</a>, son los principales canales de violencia en línea <a href="https://edition.cnn.com/2020/06/30/opinions/maria-ressa-facebook-intl-hnk/index.html">contra las mujeres periodistas</a>.</p>
<p><a href="https://www.osce.org/fom/220411">Un estudio de 2016</a> concluyó que no son pocas las mujeres periodistas que han acabado dejando de participar en la conversación pública en las redes sociales, han tenido que renunciar a sus trabajos e incluso han acabado abandonando el periodismo tras haber sufrido casos de violencia. Pero también hay numerosos casos de mujeres periodistas que han luchado <a href="https://en.unesco.org/sites/default/files/an_attack_on_on_is_an_attack_on_all_chapter_8.pdf">contra la violencia en línea</a>, rechazando retirarse o ser silenciadas, aun cuando alzar la voz las haya convertido en blancos más destacados.</p>
<h2>¿Qué podemos hacer?</h2>
<p>Sabemos que los ataques físicos contra mujeres periodistas con frecuencia están precedidos por ataques en internet. Estos incluyen amenazas de acoso físico y sexual, así como ataques a su seguridad digital con la intención de ponerlas en mayor riesgo. Estas amenazas, aunque no coincidan con ataques físicos, tienen impacto psicológico y causan daños.</p>
<p>Por lo tanto, las amenazas virtuales contra mujeres periodistas deberían ser tomadas en serio. Se debería ofrecer apoyo y seguridad física (incluidos servicios de seguridad cuando sea necesario), apoyo psicológico y control y capacitación en seguridad digital (incluidos ciberseguridad y medidas de protección de la privacidad). </p>
<p>También los directivos de los medios deberían ofrecer apoyo a su personal y subrayar la seriedad de un asunto que precisa respuestas contundentes, incluida la intervención judicial y policial si fuera necesario.</p>
<h2>Atacadas por atreverse a hablar</h2>
<p>Deberíamos ser cautelosos a la hora de sugerir que las mujeres periodistas precisan desarrollar resiliencia o “tener la piel dura” para sobrevivir ante las amenazas a su seguridad vinculadas con su trabajo. Ellas son atacadas porque se atreven a hablar. Por atreverse a informar. No se debería cargar la responsabilidad en las mujeres periodistas como si no hubiera más opción que lidiar con estos temas, como si el acoso físico y sexual fueran riesgos profesionales aceptables para las mujeres o riesgos que ellas mismas deben prevenir.</p>
<p>Las soluciones demandan cambios estructurales en el ecosistema informativo para combatir la toxicidad en línea en términos generales y, en particular, el incremento exponencial de los ataques contra periodistas. Esto exige que las ricas y poderosas compañías de redes sociales <a href="https://edition.cnn.com/2020/06/30/opinions/maria-ressa-facebook-intl-hnk/index.html">asuman su responsabilidad</a> de forma contundente, transparente y adecuada, puesto que <a href="https://en.unesco.org/publications/balanceact">la desinformación y el odio en sus plataformas afecta a periodistas</a>.</p>
<p>Es probable que ello implique que estas compañías acepten su función como editoras de información. Si así fuera, tendrían la obligación de controlar sus contenidos, realizar la verificación de las informaciones, y mantener controles contra el discurso del odio.</p>
<p>En última instancia, la <a href="https://www.iwmf.org/coalition-on-online-abuse/">colaboración y la cooperación</a> entre grandes tecnológicas, las redacciones y las organizaciones sociales son necesarias. Solo entonces se podrían tomar <a href="https://www.osce.org/files/f/documents/2/9/468861.pdf">medidas concretas</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/150817/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Julie Posetti es la investigadora principal del estudio sobre la violencia en línea contra las mujeres periodistas encargado por la UNESCO y realizado bajo los auspicios de la ICFJ. Otro proyecto que lidera (con colegas de la Universidad de Columbia) recibe financiación de Luminate. Anteriormente ha recibido financiación de la UNESCO para diversas comisiones de investigación.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jackie Harrison y Silvio Waisbord no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Un estudio internacional auspiciado por la UNESCO acaba de revelar que tres de cada cuatro mujeres periodistas han sufrido acoso en el entorno digital por su trabajo y en un 20% de casos ese hostigamiento se ha traducido en violencia física.Julie Posetti, Global Director of Research, International Center for Journalists (ICFJ) and Research Associate, Reuters Institute for the Study of Journalism (RISJ), University of OxfordJackie Harrison, Professor of Public Communication, University of SheffieldSilvio Waisbord, Director and Professor School of Media and Public Affairs, George Washington UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1481482020-11-05T20:48:36Z2020-11-05T20:48:36ZAdolescentes, redes sociales y sexo en pandemia: un cóctel explosivo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/367815/original/file-20201105-17-q2ub5s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C6%2C4266%2C2833&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/attractive-six-friends-making-self-portrait-1747760630">Shutterstock / yurakrasil</a></span></figcaption></figure><p>La pandemia ha aumentado la situación de aislamiento social de los seres humanos, sociales por naturaleza. Por ello, hemos necesitado recurrir al <a href="https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0717-92272012000300008&script=sci_arttext&tlng=es.10.4067/S0717-92272012000300008">uso masivo de las redes sociales e internet</a> para poder mantener nuestras necesidades básicas de afiliación y <a href="http://201.159.222.118/openjournal/index.php/uti/article/view/315">socialización</a>. </p>
<p>Aunque este hecho parece ser positivo, las tecnologías conllevan riesgos que pueden afectarnos gravemente. Por eso es importante saber a cuáles se están enfrentando exactamente los usuarios de las redes sociales durante esta situación excepcional de crisis sanitaria.</p>
<p>Para responder a esta pregunta debemos formularnos otra: ¿para qué están utilizando los jóvenes las redes sociales e internet? Un estudio que realizamos durante la situación de cuarentena, aún sin publicar, indica que un 26.5 % de los encuestados ha enviado fotos sensuales a través de aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales en esos meses. </p>
<p>Asimismo, un 35.7 % ha consumido pornografía a través de internet. Además, un 28.6 % se ha descargado durante esta situación de crisis sanitaria aplicaciones para ligar. La pregunta que nos hacemos en este punto es: ¿qué delitos o riesgos está generando esta situación?</p>
<p>En primer lugar, tenemos que conocer cómo la utilización de las redes sociales o los dispositivos electrónicos <a href="https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S1677-55382020000700104&script=sci_arttext">con fines sexuales</a> no conlleva un riesgo en sí misma. De hecho, debemos entender que los/as adolescentes se relacionan con sus iguales a través de las tecnologías, sobre todo en esta situación de crisis sanitaria que estamos viviendo. </p>
<h2>Relaciones sexuales virtuales</h2>
<p>Por tanto, sus relaciones sexuales también se han trasladado al mundo virtual. En este sentido, el envío consentido de imágenes o vídeos con contenido sexual no tiene por qué ser un peligro. Pero para que esta práctica no conlleve graves riesgos se debe realizar siguiendo una primera recomendación básica: no enviar contenido en el que se pueda reconocer la identidad de la persona.</p>
<p>En cambio, si la práctica del <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sexteo">sexting</a></em> –entendida como el material sexual enviado de forma voluntaria– se realiza de forma no segura, puede llevar a producir graves consecuencias. Una de ellas podría llegar a ser la <em>sextorsión</em>, definida como la extorsión ejercida hacia otra persona a partir de la tenencia de material íntimo o sexual. </p>
<p>Este hecho hace que la víctima del chantaje sienta que sus fotografías puedan ser enviadas a otras personas y sufrir una gran humillación. Por tanto, el sentimiento de miedo, indefensión y desesperanza generado puede llevar a enviar fotografías con contenido cada vez más explícito, siendo incluso presionada para mantener relaciones sexuales. </p>
<p>Otro riesgo es el envío de material de este tipo a la pareja o amistades, ya que pensamos que son para toda la vida. El problema en este caso ocurre cuando se rompen estas relaciones y comienzan las venganzas. En este momento es cuando suele utilizarse este material para <a href="http://www.injuve.es/sites/default/files/adjuntos/2019/06/5._nuevos_riesgos_de_la_sociedad_digital._grooming_sexting_adiccion_a_internet_y_violencia_online.pdf">denigrar y humillar a la expareja</a>. </p>
<h2><em>Sexting</em> y <em>cyberbullying</em></h2>
<p>Por ello, en muchas ocasiones la práctica del <em>sexting</em> suele convertirse en una situación de <em>cyberbullying</em>, promoviendo una humillación publica y consecuencias devastadoras, como puede llegar a ser <a href="https://www.pantallasamigas.net/un-nuevo-suicidio-de-adolescente-relacionado-con-el-sexting-y-el-ciberbullying/">el suicidio</a>.</p>
<p>Este tipo de conductas podemos pensar que afectan del mismo modo a chicos y chicas, pero no ocurre así. De hecho, cuando se difunde una imagen sexual de una chica suele producir un impacto negativo en su reputación social. En cambio, si este contenido pertenece a un chico acostumbra a generar un impacto positivo en su reputación. Así, los estereotipos de género siguen vigentes en nuestra sociedad y continúan promoviendo graves consecuencias psicosociales en las mujeres.</p>
<p>En segundo lugar, la falta de educación sexual está llevando a que los y las adolescentes formen su ideario sexual a través del consumo del material que visualizan en las redes sociales. Por consiguiente, el aumento del consumo de pornografía está llevando a generar ideas distorsionadas sobre la sexualidad. De este modo, se está viendo cómo los adolescentes consideran <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7203787">prácticas sexuales violentas</a> como sus fantasías sexuales. </p>
<h2>Chicos, chicas y socialización sexual</h2>
<p>Además, en los estudios se observan <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2872482">diferencias entre la socialización sexual</a> de las chicas y los chicos, teniendo ambos fantasías sexuales diferentes y opuestas. En cambio, la asociación del papel sumiso de algunas mujeres en el sexo hace que en muchas ocasiones acepten esas fantasías sexuales de los chicos que no les generan placer. De este modo, volvemos a observar en la pornografía la reproducción de los estereotipos de género existentes en nuestra sociedad.</p>
<p>Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la prevención de este tipo de conductas debe ser prioritaria para poder paliar las consecuencias devastadoras que generan estas conductas. Para ello, se deben generar programas de educación sexual y prevención de las conductas de riesgo a través de las redes sociales desde una perspectiva de género.</p>
<p>En estos tiempos en los que las relaciones a través de redes sociales se han potenciado de manera muy intensa debido a la pandemia es necesario que las familias ejerzan una vigilancia extrema sobre los jóvenes para evitar riesgos innecesarios.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/148148/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las diferentes situaciones de confinamiento que estamos viviendo propician que los jóvenes se relacionen a través de las redes sociales y que las utilicen con fines sexuales. El consumo de pornografía y el “sexting” pueden llegar a convertirse en algo demasiado frecuente en estos momentos.Christian Moreno Lara, Responsable Académico Internacional y Director del Área de Jurídico de la Universidad Internacional de Valencia, Universidad Internacional de ValenciaLaura Carrascosa Iranzo, Coordinadora del Máster Universitario en Criminología: Delincuencia y Victimología , Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1188112019-06-19T20:06:57Z2019-06-19T20:06:57ZConectado: el videojuego que le hará sentir la angustia de un menor acosado<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/280239/original/file-20190619-171222-idu32t.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C0%2C1290%2C997&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen del videojuego Conectados.</span> </figcaption></figure><p>El acoso o <em>bullying</em> es un <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24512111">grave problema social, y está presente en todos los países</a> en mayor o menor medida. En los últimos años, el <em>bullying</em> pero, sobre todo, <a href="https://journals.copmadrid.org/pi/archivos/articulo20190315133458.pdf">el <em>ciberbullying</em> ha crecido</a> significativamente por su incidencia en alumnos cada vez más jóvenes y con especial gravedad en las niñas. Además, el ciberacoso no está restringido a las horas lectivas y a las instalaciones escolares: puede ocurrir en cualquier momento y lugar.</p>
<p>Las víctimas del acoso pueden definirse como aquellas que son objeto a lo largo del tiempo de al menos uno de los siguientes comportamientos: </p>
<ol>
<li><p>Comportamientos agresivos, tanto físicos como verbales, y tanto directos como indirectos.</p></li>
<li><p>Comportamientos que aíslan al individuo del grupo.</p></li>
<li><p>Comportamientos que crean sentimientos tales como impotencia y miedo. </p></li>
</ol>
<p>El ciberacoso aparece cuando el acoso se lleva a cabo a través de nuevas tecnologías como internet y en cualquier dispositivo que permita su uso, como teléfonos móviles. También por diferentes medios: correo electrónico, foros, redes sociales, mensajes de texto, salas de chat o videojuegos en línea.</p>
<h2>Efectos del acoso</h2>
<p>Entre los <a href="https://pediatrics.aappublications.org/content/123/3/1059">efectos más comunes</a> del acoso y el ciberacoso se encuentran los problemas asociados con la atención, el comportamiento y la regulación emocional, que generalmente interfieren con la capacidad de las víctimas para aprender y adaptarse en las escuelas. También se han documentado importantes trastornos psicológicos como los alimentarios o la depresión, e incluso suicidios.</p>
<p>El <em>bullying</em> es un problema complejo que requiere múltiples perspectivas e iniciativas para abordarlo, y muchos centros educativos no saben cómo manejarlo eficazmente. </p>
<p>Existen muchos enfoques y herramientas diferentes para tratar este problema, incluyendo a los compañeros de escuela, campañas de sensibilización (por ejemplo, las charlas que imparte la Policía Nacional), charlas de capacitación, vídeos educativos y videojuegos, entre otros. </p>
<p>Sin embargo, se necesita más investigación sobre el tema, ya que no todos los enfoques están fácilmente disponibles, y muchos de ellos no son escalables debido a diferentes factores como el costo o los requisitos específicos. En particular, algunos requieren de uno o más especialistas para llevar a cabo la intervención o para capacitar a los profesores.</p>
<p>Actualmente, la mayoría de recursos se centran en campañas, <a href="https://theluxonomist.es/2017/01/10/los-mejores-programas-contra-el-bullying/patricia-peyro">programas de prevención</a>, webs de información para padres, tutores y jóvenes…</p>
<h2>Herramientas para concienciar</h2>
<p>Sin embargo, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0360131515300750">los videojuegos han demostrado</a> en más de una ocasión y en diferentes ámbitos que pueden ser grandes herramientas para concienciar, educar y enseñar tanto a jóvenes como a adultos. Por ello en el <a href="https://www.e-ucm.es/">grupo e-UCM</a> hemos apostado por desarrollar un videojuego como herramienta de prevención del <em>bullying</em> y del <em>ciberbullying</em> en la escuela.</p>
<h2>Prevenir el <em>bullying</em> con un videojuego</h2>
<p><a href="https://www.e-ucm.es/es/portfolio-item/conectado/">Conectado</a> es un videojuego (aventura gráfica) desarrollado dentro del <a href="https://ieeexplore.ieee.org/document/8701437">grupo de investigación e-UCM</a>, con el objetivo de concienciar contra estos problemas de tanto impacto en las escuelas: el acoso y el ciberacoso escolar. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/280227/original/file-20190619-171271-uzu5ed.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Pantalla de inicio del videojuego Conectado.</span>
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<p>El videojuego es una herramienta para ayudar a los profesores a educar sobre este problema a jóvenes de 12 a 17 años de edad. El juego pretende, a través de su historia y sus situaciones, generar empatía en el jugador hacia las víctimas y crear una experiencia común a toda la clase. </p>
<h2>Provoca emociones y angustia</h2>
<p>No solo enseña, además, provoca sentimientos y genera una impresión duradera en los alumnos. Esto permite al profesor plantear una discusión posterior sobre el tema del acoso y el ciberacoso con sus alumnos a partir de lo que han experimentado los jugadores durante sus 40 minutos de juego.</p>
<p>En Conectado, el jugador se mete en la piel de un estudiante nuevo en un instituto que desde el primer día empieza a sufrir acciones de <em>bullying</em> y <em>cyberbullying</em> por parte de uno de los compañeros. Además, estas conductas se van extendiendo a lo largo del juego a los demás compañeros, volviéndolos en contra del protagonista/jugador. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/280228/original/file-20190619-171245-cskjjk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Captura de pantalla del videojuego Conectado.</span>
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<p>Durante los cinco días que transcurren dentro del juego, como si de capítulos se tratara, el jugador verá cómo, progresivamente, sus compañeros le dan de lado, le mandan mensajes ofensivos y suplantan su identidad en las redes sociales, siendo así el jugador víctima de acoso y ciberacoso. </p>
<p>Además, al final de cada día del juego, el jugador se encontrará con pesadillas en forma de minijuegos imposibles de superar que harán que el jugador sienta frustración, angustia e impotencia.</p>
<p>Con esta estrategia de juego se pone al alumno en la piel de una persona que sufre acoso escolar en su día a día en su centro educativo. Así experimenta, de una manera segura, estas situaciones y conoce los sentimientos de las víctimas para comprenderlas mejor y empatizar con ellas. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/280230/original/file-20190619-171192-u8w4yc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=581&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Captura de pantalla del videojuego Conectado.</span>
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<p>El objetivo es ayudar a desarrollar la empatía con las víctimas de modo que al identificarse más con ellas se entienda mejor y se evite el acoso. Todo ello sirve, además, al profesor para iniciar un debate posterior y supervisado en el que los estudiantes, que han tenido la misma experiencia común de juego, puedan terminar de comprender las consecuencias de sus actos así como la importancia de pedir ayuda en los casos de acoso y no mirar a otro lado.</p>
<p>En cuanto a su validación, Conectado ya ha sido probado en 10 institutos, con un total de más de 1.000 jóvenes, lo que ha permitido probar que el juego cumple su objetivo de aumentar la concienciación de los jugadores sobre los temas que trata.</p>
<p>También se ha probado con más de 80 profesores y más de 120 estudiantes de carreras de educación para así comprobar si tanto profesores en activo como los profesores del futuro ven Conectado como una <a href="https://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.jsp?arnumber=8520778">herramienta útil</a> que puedan utilizar en sus clases. </p>
<p>El juego se ha desarrollado con el apoyo de la <a href="https://www.europapress.es/epsocial/rsc/noticia-ucm-telefonica-crean-catedra-educacion-digital-juegos-serios-20151218182545.html">Cátedra Telefónica-Complutense de Educación Digital y Juegos Serios</a>. Además, estamos trabajando actualmente con Concha García Diego, una educadora de la escuela de profesorado ESCUNI, en una guía para el docente. El objetivo es que esta guía simplifique a los profesionales el uso del juego en clase y le explique cómo utilizarlo para abordar el tema del <em>bullying</em>. </p>
<p>Tanto el juego como una primera versión de la guía se pueden encontrar para su descarga gratuita <a href="https://www.e-ucm.es/es/portfolio-item/conectado/">aquí</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118811/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Baltasar Fernández Manjón es el Director de la Cátedra Telefonica-Complutense en Educación Digital y Juegos Serios y se han usado fondos de dicha cátedra en el desarrollo del juego Conectado</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Antonio Calvo Morata no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Este videojuego se ha convertido en una herramienta muy eficaz para ponerse en la piel de un menor que sufre acoso. Su objetivo es desarrollar empatía con las víctimas y ya lo han probado alumnos y profesores con gran éxito.Antonio Calvo Morata, Investigador en juegos serios y learning analytics aplicados al uso en clase, Universidad Complutense de MadridBaltasar Fernández Manjón, Catedrático de Informática, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1173782019-06-10T20:02:01Z2019-06-10T20:02:01ZCómo trabajar la ciberconvivencia en el aula<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/278565/original/file-20190608-52789-1cfwa6u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3988%2C2658&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/teenager-boy-folds-cubes-logo-popular-624195410"> AlesiaKan / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las tecnologías de la información y la comunicación han modificado la vida social de todos,<a href="https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/comunicacion/estado-mundial-infancia-2017.pdf"> pero muy especialmente de los menores</a>. Incorporamos a nuestras vidas los dispositivos digitales a edades cada vez más tempranas. No es extraño pasear por la calle y ver a bebés en sus carritos visionando un vídeo de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/YouTube_Kids">YouTube Kids</a> donde aparece un adulto desconocido jugando con sus muñecos favoritos.</p>
<p>Igualmente, sabemos que los <a href="https://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=59&articulo=59-2019-04">adolescentes están mostrando mayor nivel de comunicación y relaciones <em>online</em> que <em>offline</em></a>, manifestando ciertas dificultades para comunicarse cara a cara con sus iguales de la misma forma que lo hacen usando los dispositivos digitales. Incluso cuando están físicamente en el mismo espacio. </p>
<p>Pero los cambios no están siendo solo para los menores, sino para todos a quienes se nos presupone preparados para educarlos y formarlos. ¿Somos socialmente competentes usando las redes sociales?, ¿somos realmente conscientes de los nuevos retos que esta realidad nos presenta?</p>
<h2><em>Ciberbullying, sexting</em> y necesidad de popularidad</h2>
<p>Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea han transformado problemas que ya existían, como el <em>bullying</em> en <em>ciberbullying</em>, permitiendo y normalizando otras prácticas no siempre saludables como el <em><a href="https://theconversation.com/sexting-del-erotismo-intimo-a-la-criminalizacion-social-118086">sexting</a></em> y la constante búsqueda de popularidad.</p>
<p>La mayoría de los expertos asumen que, desde el punto de vista psicológico, el <em>ciberbullying</em> es una forma concreta de <em>bullying</em>, aunque con algunos <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0747563212003202">matices importantes</a>. Por ejemplo, una única imagen en Instagram está accesible para un gran número de personas que pueden acceder a ella siempre y cuando estén conectados. </p>
<p>Incluso si la imagen, vídeo o comentario es eliminado, las capturas de pantalla o almacenamiento anterior a su eliminación pueden dar continuidad a una determinada burla o agresión en medios más públicos o incluso privados. De esta forma, se podría hablar de la viralidad de la agresión, foco del mayor daño que se genera a la víctima, junto a la normalización y falta de empatía que muestran el resto de menores con sus reenvíos y <em>likes</em>.</p>
<h2>Objetivo: captar la atención de los seguidores</h2>
<p>Los chicos y chicas compiten por obtener un mayor número de seguidores, y cualquier contenido que suben suele tener la intencionalidad de captar atención de sus seguidores y de otros que lo serán potencialmente. Esto hace que se cometan errores, que se malinterpreten algunos de estos contenidos y que se puedan generar conflictos y violencia. La necesidad de popularidad que sienten es una de las razones por las que realizan estas prácticas.</p>
<p>Otra cosa es el más actual y todavía poco conocido <em><a href="http://www.psicothema.com/psicothema.asp?id=4359">sexting</a></em> , que suele estar en el origen de casos graves de <em>ciberbullying</em>. Es un fenómeno, que muchos adolescentes perciben como práctica normal, que consiste en el envío a sus parejas de imágenes o vídeos erótico-sexuales que ellos mismos se hacen, en principio, como prueba de amor o forma de interacción sexual en la pareja.</p>
<p>Sin embargo, la conducta más extendida de <em>sexting</em> no es el envío, sino el reenvío. Es decir, que quien recibe la imagen o vídeo de alguien compartido en la intimidad lo difunde y hace público, generando graves consecuencias, particularmente a las chicas, por ser una práctica que las descalifica a ellas en mayor medida que a ellos, quienes pueden incluso ganar mayor popularidad entre los iguales. </p>
<p>Esto convierte al <em>sexting</em> en una clara conducta agresiva, ya que la intimidad de la víctima es difundida, causándole un daño moral muy importante.</p>
<h2>Qué hacer ante esta nueva realidad</h2>
<p>Disponemos de importantes trabajos de revisión sistemática y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1359178915001329">metaanálisis</a> que nos permiten conocer ciertas evidencias sobre la naturaleza de estos, pero este avance desgraciadamente no ha sido paralelo al deseado progreso en la erradicación del mismo. No podemos afirmar que no se ha producido transferencia de conocimiento de la investigación a la intervención, pero hemos de reconocer que, en términos de mejora real de la vida social de los menores, no se puede cantar victoria en absoluto.</p>
<p>En líneas generales, habría que considerar que la intervención educativa debe activar al menos dos líneas de actuación: la preventiva, mejorando las dinámicas de relaciones sociales, educando en valores éticos, en competencia social y, muy especialmente, dominando las emociones en las relaciones sociales; y la intervención directa, para la erradicación del fenómeno cuando este está ya presente.</p>
<h2>Nociones de “ciberconvivencia” para docentes</h2>
<p>Por nuestra parte, hemos propuesto el concepto de “<a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02103702.2014.957537">ciberconvivencia</a>” para hacer comprender al profesorado, los equipos directivos y, en general, a los agentes educativos que hay que incorporar la vida social digital como un escenario más y bien articulado a la convivencia real, en el cual acontecen las relaciones sociales y los intercambios interpersonales que son relevantes para la vida de los chicos y chicas en la escuela y a través de las redes sociales.</p>
<p>Hemos desarrollado varios programas de intervención en esta línea, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/ab.21608">ConRed</a> y <a href="https://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=56&articulo=56-2018-04">Asegúrate</a>. Gracias a ellos sabemos qué prácticas son importantes en esta materia:</p>
<ul>
<li><p>Usar el sentido común: ha cambiado la forma de comunicación y relación, pero los menores siguen siendo menores. Es importante la educación, la supervisión y el acompañamiento.</p></li>
<li><p>Asumir que la vida <em>online</em> y <em>offine</em> están interconectadas, no podemos obviarlo. Por tanto, es necesario enseñar a convivir en este contexto. De gran ayuda pueden ser las netiquetas, normas básicas de comportamiento en las redes sociales.</p></li>
<li><p>Fortalecer prácticas saludables debilitadas, principalmente aquellas relacionadas con la competencia social y emocional. Es importante que aprendamos a mirar a las personas a los ojos, a tener una escucha activa, etc.</p></li>
<li><p>Tomar conciencia de que hay determinados comportamientos que se realizan en las redes virtuales que, lejos de ser divertidos y entretenidos, son inmorales porque hacen daño a otras personas.</p></li>
<li><p>Desnormalizar prácticas poco saludables desarrollando la empatía en contextos virtuales.</p></li>
<li><p>Potenciar las habilidades de autorregulación y toma de decisiones responsable en nuestros comportamientos <em>online</em>.</p></li>
<li><p>Explicar los riegos asociados a las redes sociales (incluyendo juegos <em>online</em>) con situaciones cotidianas que les permitan percibirlos como posibles.</p></li>
<li><p>Recuperar el valor de la privacidad y confidencialidad de la información personal, e incluso de nuestra imagen personal.</p></li>
<li><p>Que los escolares visualicen a los docentes como fuente de ayuda. En muchas ocasiones, los problemas se agravan porque temen las represalias de los adultos cercanos, profesorado y, por supuesto, de sus propias familias.</p></li>
<li><p>Informar de dónde y a quién acudir ante este tipo de situaciones.</p></li>
</ul><img src="https://counter.theconversation.com/content/117378/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosario del Rey Alamillo recibe fondos de Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España y del Structural Reform Support Programme (SRSP) de la Comisión Europea. Ella trabaja para la Universidad de Sevilla. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Eva M. Romera Félix recibe fondos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y de la Comisión Europea (Programa H2020). Ella trabaja para la Universidad de Córdoba. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>José A. Casas recibe fondos de Ministerio de Economía Industria y Competitividad del Gobierno de España y de la consejería de Educación de la Junta de Andalucía. El trabaja paa la Universidad de Córdoba.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Olga Gómez Ortiz recibe fondos de la Comisión Europea (Programa H2020). Ella trabaja para la Universidad de Córdoba.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Rosario Ortega Ruiz es catedrática de psicología en la Universidad de Córdoba y recibe financiación de proyectos europeos (H2020), proyectos nacionales (Agencia Estatal de Investigación) y regionales (Plan Andaluz de Investigación)</span></em></p>La labor del profesorado a la hora de enseñar a hacer un buen uso de las redes sociales es tan importante como la de las familias. Un grupo de investigadores ha creado una serie de herramientas para la “ciberconvivencia”Rosario Del Rey, Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de SevillaEva M. Romera Félix, Profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de CórdobaJosé A. Casas, Profesor de Psicología, Universidad de CórdobaOlga Gómez Ortiz, Profesora Ayudante Doctora. Departamento de Psicología, Universidad de CórdobaRosario Ortega Ruiz, Catedrática de Universidad (Psicologia), Universidad de CórdobaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.