tag:theconversation.com,2011:/global/topics/clasicos-griegos-80478/articlesclásicos griegos – The Conversation2023-01-26T18:16:07Ztag:theconversation.com,2011:article/1981252023-01-26T18:16:07Z2023-01-26T18:16:07ZUna mujer “portentosa”: la ambigüedad de Medea<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/506168/original/file-20230124-17-zjsp4h.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C6%2C1533%2C1073&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'Visión de Medea', de J. M. W. Turner</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.tate.org.uk/art/artworks/turner-vision-of-medea-n00513">Tate</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span></figcaption></figure><p>Medea se encuentra viviendo como refugiada en Corinto. Es esposa y madre de dos niños. Su esposo, Jasón, el líder de la expedición marina que la arrancó de su tierra natal, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3lquida">Cólquide</a>, acaba de dejarla para desposar a otra mujer, la hija de Creonte, el hombre más poderoso de Corinto. Por añadidura, este ha determinado el destierro de Medea y sus hijos con el fin de proteger las bodas de su hija con Jasón.</p>
<p>Una mujer ordinaria no tendría más remedio que conformarse con los hechos. Ahora bien, Medea no es una mujer cualquiera. Es una mujer “portentosa”: es nieta de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sol_(mitolog%C3%ADa)">Sol</a>, el dios que nace en Oriente, y sobrina de la hechicera Circe, <a href="https://www.laoficinaediciones.com/libros/la-vision-de-la-odisea/">a la que Ulises se enfrenta en su retorno a casa en <em>La Odisea</em></a>.</p>
<p>La palabra “portentosa” pretende traducir la forma singular femenina del adjetivo griego <a href="http://dge.cchs.csic.es/xdge/%CE%B4%CE%B5%CE%B9%CE%BD%CF%8C%CF%82"><em>deinós</em></a>, que es de suyo ambivalente. Significa “terrible”, “terrorífico”, “espantoso”, pero también “hábil”, “inteligente”, “extraordinario”. En castellano podemos decir de alguien que es un “monstruo” y, según el contexto, sabremos a qué se refiere (si lo es por lo negativo o por lo positivo).</p>
<p>En <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Medea_(Eur%C3%ADpides)">la tragedia de Eurípides</a> que expone la historia de Medea –en la que nos centraremos aquí–, el contexto de uso del adjetivo es una larga exploración de la ambivalencia del término. Medea es una mujer tan inteligente como aterradora.</p>
<h2>Una estrategia de destrucción total</h2>
<p>Medea traza un plan de venganza. Y este plan lo cumplirá caiga quien caiga, ella misma incluida.</p>
<p>Una vez que ha llorado hasta agotar las lágrimas por el abandono y la afrenta de Jasón, Medea diseña una estrategia de venganza que fulminará a su ofensor como el rayo fulmina al roble durante la tormenta: al final no queda nada, solo polvo y ceniza.</p>
<p>Para hacer de Jasón polvo y ceniza, Medea proyecta la aniquilación de aquello de lo que depende su futuro: los hijos, tanto los que ya son como los que podrían haber sido tras el nuevo casamiento. Medea no se venga de Jasón asesinándolo –los muertos serán Creonte, la novia y sus propios niños–. Lo que hace es reducirlo al más completo sinsentido, a la soledad y esterilidad de quien muere sin descendencia (ya que los hijos son la perpetuación de una estirpe y una casa célebres).</p>
<h2>Las artimañas de la inteligencia</h2>
<p>Para consumar la venganza, Medea debe asegurarse dos cosas: un aplazamiento del destierro y un lugar de asilo que la acoja una vez perpetrados los asesinatos. Ambas las logra gracias a su <em>sophía</em>, palabra griega que se refiere a <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=202567">la astucia, la perspicacia, la habilidad, la competencia, la destreza</a>. “Sabia” es la mujer que encuentra salida donde parece no haberla, y remedio en una situación aparentemente sin él. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Cartel que retrata a una mujer que sostiene un puñal ensangrentado." src="https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1775&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1775&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1775&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=2231&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=2231&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/505527/original/file-20230120-18-sxmcy9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=2231&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cartel de una representación de <em>Medea</em>, interpretada por Sarah Bernhardt, de Alfons Mucha.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alfons_Mucha_-_Medea.jpg">Arts Renewal Center</a></span>
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<p>Medea lo ha perdido todo (su tierra natal, su honor de esposa y madre, su tierra adoptiva), todo salvo su <em>sophía</em>. Pero debemos preguntarnos si no será precisamente por esas circunstancias por lo que Medea es la mujer portentosamente “sabia” que la tragedia de Eurípides hace aparecer.</p>
<p>Adula, finge, simula, persuade, suplica, promete, engaña, manipula. Los hombres que figuran en esta obra griega sucumben, todos sin excepción, a la extraordinaria elocuencia de Medea. </p>
<p>Así, Creonte se ablanda y cede a las súplicas (<em>concédeme un día más</em>), permitiendo que Medea asegure su primer objetivo. A continuación, Egeo, el soberano de Atenas, aparece de improviso (¿o es tal vez fatalidad?). Medea le suplica y él se compromete solemnemente a garantizarle asilo en Atenas. Ya nada más necesita para ejecutar el plan.</p>
<h2>El primer viaje marítimo</h2>
<p>El campo semántico de la estrategia, la deliberación, el diseño intelectual, la maquinación y la trama abundan en <em>Medea</em>. </p>
<p>Su protagonista sobresale en la elaboración de discursos eficaces y en la estrategia militar. También destaca en dos campos de acción que por norma son competencia masculina: el homicidio y la navegación. </p>
<p>Motivos y expresiones propias de la guerra proliferan en el monólogo que antecede al asesinato de los niños: <em>¡Ármate, corazón! ¡Agarra ya la espada!</em>. </p>
<p>El vocabulario y las imágenes del arte de la navegación resultan asimismo prominentes: <em>¡Ojalá del Argo no hubiera volado nunca el casco a través de las Simplégades azules hacia la tierra de los cólquidos!</em></p>
<p>Así empieza <em>Medea</em>, con el deseo de borrar la historia desde su raíz: que la madera del bosque <em>no hubiera equipado con remos los brazos de los mejores hombres</em>, ni estos hubieran partido nunca en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Argo"><em>Argo</em></a>, la primera de las embarcaciones, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vellocino_de_oro">en busca del vellón de oro</a>. La captura de esta misteriosa piel de carnero oculta en un país desconocido fue la excusa de Jasón y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Argonautas">los argonautas</a> para cruzar el mar por primera vez.</p>
<p>Sin ese viaje, Jasón no habría conocido a Medea, ni los hubiera unido nunca el delirio del amor, ni ella se hubiera convertido en la emigrante sin casa ni tierra que navegó <em>a la Hélade, a la orilla contraria, sobre el agua nocturna, a través del mar, por la puerta impenetrable del océano</em>. </p>
<h2>La dueña del aire</h2>
<p>Medea no solo ha roto con la tierra; no solo ha conquistado el mar junto a los héroes argonautas, a quienes acompañó y aconsejó durante el camino de regreso, sino que, al final, se adueña incluso del aire. </p>
<p>Una vez cumplida la revancha, a Medea solo le queda irse. No se sabe cómo abandonará Corinto huyendo del castigo por tamaños asesinatos, pero el suspense se resuelve de forma inesperada.</p>
<p>Jasón dice con sarcasmo: <em>tendrá que esconderse bajo tierra o levantar a la hondura del éter un cuerpo alado, si no indemniza a las casas de los soberanos</em>.</p>
<p>Y así es: suspendida en el aire y encaramada a la carroza de Sol, un regalo del padre de su padre, Medea anuncia la parada siguiente en lo que parece ser una travesía interminable. </p>
<p>Pondrá rumbo a Atenas, la ciudad que se precia de ofrecer cobijo a todos: los exiliados, los proscritos, los asesinos, los que se han quedado fuera de la ley y son, justamente por eso, lúcidos, sabios, sofistas, filósofos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/198125/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Aida Míguez Barciela no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Quién era Medea? ¿Qué le ocurrió para que cometiese tan tremenda venganza?Aida Míguez Barciela, Profesora de Filosofía, Universidad de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1609342021-05-20T19:01:47Z2021-05-20T19:01:47ZLa Escuela de Traductores de Toledo, el eslabón perdido de la historia de la cultura europea<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/400740/original/file-20210514-19-pergl0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C2796%2C2065&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Mapa de Toledo obra de Joris Hoefnagel, procedente de 'Civitates orbis terrarum', de Braun and Hogenberg, 1572.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://historic-cities.huji.ac.il/spain/toledo/maps/braun_hogenberg_V_15.html">Historic Cities</a></span></figcaption></figure><p>Solemos explicar el desarrollo de la cultura, la ciencia y la civilización europeas con líneas históricas que enlazan el legado greco–romano, con sus avances y hallazgos en los campos de la cultura y la ciencia, con el Renacimiento, a través de las universidades del norte y centro de Europa (Londres, París, Bolonia). En realidad, la línea de continuidad imprescindible no la constituyeron esas universidades. O, al menos, no solo ellas.</p>
<p>En la Baja Edad Media, España jugó, durante cerca de 300 años, el papel esencial de transmisora de la ciencia y la cultura, hasta entonces custodiada y atesorada por la civilización islámica. Y ese papel lo simboliza la legendaria Escuela de Traductores de Toledo.</p>
<p>La llamada España de las Tres Culturas que tanto estudió Américo Castro (<a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=601304"><em>La realidad histórica de España</em></a>), en la que convivieron durante siglos judíos, árabes y cristianos, fue el terreno idóneo para la recuperación de las tradiciones culturales griega y latina, enriquecidas enormemente por los árabes del Califato Omeya. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=610&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=610&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=610&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=767&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=767&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400733/original/file-20210514-21-1824pvq.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=767&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Recreación de la Biblioteca de Alejandría a partir de evidencias arqueológicas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ancientlibraryalex.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>La Escuela de Traductores de Toledo es una continuación, en un territorio idóneo formado por una comunidad multicultural, de la gran Escuela de Alejandría, el último momento de esplendor de la cultura clásica y bizantina, donde se fundieron Oriente y Occidente en un esfuerzo de confluencia de conocimientos en tierras africanas. Este esfuerzo compilador, traductor y difusor fue asimilado por la cultura árabe como propio, y llegó con ella a la península.</p>
<p>El esplendor cultural en Alejandría, que irradió hacia Persia o Irán, también sirvió de confluencia para el conocimiento científico y literario hindú y hasta para traer sabidurías o técnicas de la lejana Asia hasta el Mediterráneo, como el papel chino. Cuando los omeyas llegaron a España, trajeron consigo el papel venido de China y la encuadernación en piel árabe, y fue así cómo en los siglos X, XI, XII y XIII comenzaron a componerse, primero en Valencia, y luego en toda Europa, los grandes libros con su increíble contenido. </p>
<p>Y en esa historia mediterránea de comunicación de ciencia y cultura, la Escuela de Traductores de Toledo es la ventana a la que podemos asomarnos para contemplar lo que fueron cuatro siglos de hegemonía cultural peninsular, el eslabón perdido de la historia de la cultura europea que unió la cultura grecolatina con el Renacimiento.</p>
<h2>El milagro de las cuatro culturas</h2>
<p>En realidad, el milagro cultural y científico que dio nacimiento a la Europa moderna se gestó en una comunidad peninsular en la que convivían cuatro culturas: la latina clásica, la mozárabe castellana, la hebrea, y la árabe. Los textos griegos, traducidos al árabe, se tradujeron al latín, y a menudo antes al castellano, por un conjunto de increíbles intelectuales de la época. Gonzalo Menéndez Pidal <a href="https://doi.org/10.24201/nrfh.v5i4.196">afirma</a>: </p>
<blockquote>
<p>“Solamente en Toledo se llevó a cabo una tarea que alcanzó una gran trascendencia en la cultura de la cristiandad ya que su actividad traductora sirvió de puente entre Oriente y Occidente para la transmisión de la Ciencia”.</p>
</blockquote>
<p>Pocos autores de la historia del pensamiento europeo conocen la influencia que la Escuela de Traductores tuvo en las universidades. Pocos conocen, por ejemplo, que los libros que los árabes traían, del <em>Pachatantra</em> hindú a las obras de Aristóteles, volvieron a Europa mediante España. </p>
<p>Muchas de estas obras fueron primero traducidas al castellano por hablantes mozárabes, en fechas tan tempranas como el año 1080, y de ahí, siglos después, ya desde el latín, al alemán o al inglés. Se trató de un universo de versiones de muy diversas lenguas. Los pensadores europeos del siglo XI, XII y XIII bebieron de las fuentes españolas porque en ellas se conservaba la tradición oculta que inspiró, por supuesto, <em>La divina comedia</em> a Dante y la <em>Suma Theologica</em> al mismo Santo Tomás, influidos ambos, profundamente, por Ibn Arabi de Murcia o por Averroes de Córdoba.</p>
<p>El arabista y experto en la España musulmana Miguel Asín Palacios explicó muy bien el proceso en <a href="https://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_ingreso_Miguel_Asin.pdf"><em>La escatología musulmana en la Divina Comedia</em></a>, <em>El islam cristianizado</em> (Madrid, Hiperión, 1981) y <a href="https://www.hiperion.com/tienda/libros-hiperion/sadilies-y-alumbrados/"><em>Sadilíes y Alumbrados</em></a> (Madrid, Hiperión, 1990). </p>
<p>Este autor descubre la influencia absoluta de la obra de Ibn Arabi en <em>La Divina Comedia</em>. La influencia de la cultura árabe llegó a Dante por su maestro, Bruno Latini, quien visitó España en pleno apogeo cultural de Toledo, como hacían muchísimos maestros europeos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=694&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=694&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400736/original/file-20210514-13-18ejjt0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=694&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">‘Santo Tomás de Aquino confundiendo a Averroes’ (Giovanni di Paolo, 1445-50).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.slam.org/collection/objects/35447/">Saint Louis Art Museum</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Igualmente, descubre cómo Santo Tomás de Aquino, influido por su maestro Maimónides, también se inspiró e imitó flagrantemente las obras y comentarios de Averroes en su obra teológica esencial, y cómo se basó en las fundamentaciones lógicas y místicas complementarias de los sabios árabes sufíes para escribir su <em>Suma</em>. Estas obras eran la clave del desarrollo intelectual en el mundo del siglo XIII.</p>
<h2>El mecenazgo católico</h2>
<p>Asín Palacios recoge cómo, en 1143, el abad de Cluny visitó los monasterios españoles y conoció al obispo español de Toledo, Ramón de Sauvetat. Bajo su dirección se traducían en España, del árabe, no solo cientos de textos griegos, sino los comentarios a las grandes obras de los filósofos clásicos desconocidos en Europa, y los tratados matemáticos, astronómicos, alquímicos, realizados por los pensadores persas e hindo-iranios. La capacidad de difusión hispana permitió que este legado llegara a las entonces muy pobres universidades europeas.</p>
<p>La iglesia católica llevó a cabo una importante labor de apoyo y mecenazgo. Primero, a través del prelado <a href="http://www.larramendi.es/bvlarramendi_pre/private/es/consulta_aut/registro.cmd?id=13467">benedictino Sauvetât</a>, quien fomentó la llegada a Toledo de estudiosos extranjeros como <a href="http://www.larramendi.es/traductores_toledo/es/consulta_aut/registro.cmd?id=3060">Gerardo de Cremona</a>, que coincidió en el tiempo con algunos traductores peninsulares como <a href="http://www.larramendi.es/traductores_toledo/es/consulta_aut/registro.cmd?id=3607">Ibn Daud</a>, <a href="http://www.larramendi.es/traductores_toledo/es/consulta_aut/registro.cmd?id=3070">Domingo Gundisalvo</a>, <a href="http://www.larramendi.es/traductores_toledo/es/consulta_aut/registro.cmd?id=3066">Juan Hispalense</a> o Marcos de Toledo, autores y sabios de origen judío, mozárabe, árabe o castellano. </p>
<p>El centro de ingentes cantidades de textos árabes y hebreos originales es todavía el archivo de la Bilioteca de la Catedral de Toledo.</p>
<h2>Mozárabes, judíos, profesores de madrasa y monjes</h2>
<p>Fue Sauvetât quien creó, en torno a 1050, la Escuela de Traductores, un grupo de trabajo que incluía a los mozárabes toledanos, los judíos de la ciudad, los profesores de la madrasa de la ciudad y nuevos pensadores, fundamentalmente monjes cluniacienses. </p>
<p>Mandó reconstruir el palacio episcopal frente a la antigua mezquita mayor convertida en Catedral de Santa María –y a la que dio su primer estatuto–, y dejó una parte del edificio para la Escuela. </p>
<p>La riqueza de las bibliotecas toledanas en árabe y el conocimiento de esta lengua por parte de los cristianos mozárabes le impulsaron a recuperar textos perdidos de la Antigüedad clásica y a fomentar la transmisión de los importantes avances de la Escuela Toledana en Medicina, Álgebra y Astronomía. </p>
<p>Este empeño cristalizó en la traducción de numerosas obras en un proceso en fases: del árabe al castellano, y del castellano al latín (o directamente del árabe o griego al latín), y, poco a poco, este centro europeo esencial dio a conocer la hasta entonces desconocida filosofía árabe y hebrea de corte aristotélico, lo que supuso una auténtica revolución de pensamiento que hizo nacer la Escolástica europea. La Escuela toledana, ya en tiempos de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Raimundo_de_Borgo%C3%B1a">Raimundo</a>, toma fama en toda la Cristiandad.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=404&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400744/original/file-20210514-19-11rlybi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=508&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tratado de medicina de Al-Razi traducido por Gerardo de Cremona. Conservado en el Museo Nacional de la Edad Media de París.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Al_Razi_Receuil_de_traite_de_medecine_translated_by_Gerard_de_Cremone_Second_half_of_13th_century.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>Gerardo de Cremona</h2>
<p>Uno de los eruditos esenciales colaborador de Sauvetât fue Gerardo de Cremona. Nacido en Lombardía, este erudito, para leer el Almagesto de Ptolomeo, al no encontrarlo en su tierra, se trasladó en torno al año 1100 a Toledo, famosa en toda Europa por sus colecciones de libros árabes. </p>
<p>Cremona, que aprende el árabe para poder estudiar a fondo las obras conservadas en las madrasas y bibliotecas de la ciudad, creó una red de discípulos y colaboradores. Esta red tradujo obras de manera colaborativa (como el <em>Almagesto</em> de Ptolomeo junto al mozárabe Galib) y buscó y reunió cientos de textos para comparar versiones, hasta crear un corpus coherente no limitado a las fuentes disponibles. Este corpus representa el canon científico y filosófico de la época.</p>
<p>No estamos hablando de la mejor Escuela: estamos hablando de la única Escuela que hace revivir el mundo clásico griego que había desaparecido del universo latino con el derrumbe del mundo antiguo. No hay una continuidad griega, latina y europea. Hay una resurrección de la cultura griega primero en lengua árabe, luego castellana, y finalmente latina. Este es el verdadero orden de las cosas.</p>
<h2>Los traductores de la Escuela</h2>
<p>Pero veamos el prodigio de esa influencia en algunos casos. Juan Hispalensis o Juan Hispano era un obispo mozárabe de origen sevillano del mismo grupo, razón por la cual dominaría tanto el árabe como el latín. La mayoría de las obras firmadas con este nombre (traducidas y de creación propia) versan sobre astronomía y astrología. </p>
<p>Por ejemplo, el <em>Libro de Algoritmos en Aritmética Práctica</em>, donde proporciona la descripción más temprana del sistema de notación posicional, cuya introducción en Europa se asocia con el <em>Liber Abaci</em> de Fibonacci. Fibonacci alude a la sutil e ingeniosa invención india, la cual sin duda conoció gracias al texto original traducido en Toledo.</p>
<h2>Gundisalvo escolástico</h2>
<p>Dominicus Gundissalinus o Domingo Gundisalvo (ca. 1115- post 1190) fue un importante filósofo y traductor toledano del siglo XII. Tradujo obras de Al-Kindī, Avicena, Al-Gazzālī o Avicebrón. Como traductor transmitió a la Europa medieval algunas de las obras más importantes de la filosofía árabe, introduciendo en el debate filosófico la metafísica aviceniana, la división de las ciencias farabiana, y el hilemorfismo universal de Avicebrón. </p>
<p>Como filósofo se nutrió de los autores que traducía y del Aristóteles árabe, que estaba traduciendo en esa misma época Gerardo de Cremona. Algunos autores lo consideran imprescindible para el desarrollo de la escolástica en el siglo XIII, al haber iniciado una nueva forma de razonamiento filosófico y teológico, intentando dotar de una base racional a la teología. Entre sus obras destaca <em>De divisione philosophiae</em>, en la que establece una clasificación de las ciencias novedosa al introducir la metafísica y la filosofía práctica.</p>
<h2>Avendauth, filósofo judío aristotélico</h2>
<p>La vida de Ibn Daud, o Avendauth, nos ilustra sobre la naturaleza de las relaciones culturales de este grupo de intelectuales. Su nombre parece corresponder, según la mayoría de las últimas investigaciones, al filósofo judío Abraham ibn Daud. En la dedicatoria al arzobispo Juan de su versión del prólogo al Kitāb al-šifāʼ de Avicena, el traductor se autodenomina como filósofo y hebreo (“Avendauth israelita philosophus”). </p>
<p>Considerado el primer filósofo judío aristotélico, nació en la Córdoba almorávide alrededor de 1110 en el seno de una familia ilustre. Fue criado en casa de su tío materno Baruch ben Isaac Albalia, rabino, juez y jefe de la escuela talmúdica de Córdoba, que lo instruyó tanto en los estudios rabínicos y bíblicos como en la filosofía griega y hebrea. Al principio de la conquista almohade (Córdoba fue tomada en 1148) huyó a Castilla y se asentó en Toledo, ciudad en la que permaneció hasta su muerte y a la que se asociará su nombre. </p>
<p>Otros traductores de origen semítico fueron <a href="http://www.larramendi.es/es/consulta_aut/registro.do?control=POLI20090018501">Ibn Waqar, Abraham, (1236-1277</a>), <a href="http://www.larramendi.es/es/consulta_aut/registro.do?control=POLI20090018495">Abraham ben David Halevi, (1110-1180</a>), <a href="http://www.larramendi.es/es/consulta_aut/registro.do?control=POLI20090018549">Yehuda ben Moses ha-Kohén, Floreció en el siglo XIII</a> o <a href="http://www.larramendi.es/es/consulta_aut/registro.do?control=POLI20090018532">Rabbi Ishaq ben Sid, ya en el siglo XIII</a>. (Estos autores han sido recopilados en la la espléndida Biblioteca Virtual de Polígrafos de la Fundación Larramendi, <a href="http://dx.doi.org/10.18558/FIL001">en su apartado dedicado a todos y cada uno de los grandes traductores de Toledo</a>).</p>
<p>La sistemática e ingente labor de estos traductores, comentaristas y compiladores atrajo a múltiples estudiosos de toda Europa entre los siglos XI y XIV. Muchos de los eruditos de Toledo difundieron en las universidades europeas las obras clásicas a las que habían tenido acceso, como Miguel Escoto (que se trasladó luego a la corte de Federico II, en Sicilia) y Hermann el Alemán (luego trasladado a la Corte de Manfredo). </p>
<p>Otros traductores, con el florecimiento cultural del país, se ubicaron en ciudades importantes españolas, como Plato Tiburtinos, que tradujo en Barcelona, en colaboración con Abraham bar Hiyya. Hugo Sanctallensis dedicó traducciones al Obispo Michael en Tarazona, o Pedro Alfonso de Huesca (probablemente relacionado con Adelardo De Bath). Finalmente, en el valle del Ebro se encontraban, dedicados a la misma actividad, Hermann el Dálmata, su discípulo Rodolfo de Brujas y Roberto de Retines.</p>
<h2>Marcos de Toledo, traductor del Corán</h2>
<p>Marcos de Toledo, descendiente de familia mozárabe que se instaló en Toledo tras la invasión musulmana, nació en esa ciudad y en ella realizó estudios de medicina y se ordenó sacerdote, llegando a ocupar en 1198 el título de canónigo de la Catedral. </p>
<p>Tradujo al latín diversos tratados de teología musulmana y de medicina griega, entre los que se encontraban varias obras de Galeno, como el <em>De pulsu</em>, <em>De pulsus utilitare</em> y <em>De motibus membrorum liquidis</em> según el texto de Hunayn ben Ishaq. Además, se encargó de traducir al latín, a petición del arzobispo don Rodrigo y del archidiácono Mauricio, el <em>Corán</em> (1210-11), al que añadió una larga introducción. ¿Podemos imaginar la tolerancia intelectual y cultural que suponía una traducción al latín del <em>Corán</em> en el siglo XIII, por clérigos católicos mozárabes?</p>
<h2>Miguel Scoto, irradiador</h2>
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<span class="caption">Miguel Scoto.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Michael_Scot.png">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Los eruditos con mayor ambición de conocimiento forzosamente tenían que venir a España. Miguel Scoto, nacido en Escocia en 1175, fue el primero en dar a conocer la filosofía averroísta al mundo latino, según el orientalista francés Ernest Renan (1823-1892). Llegó a Toledo desde Escocia, país al que debe el apellido, tras estudiar en Oxford y en París.</p>
<p>En Toledo se quedó. Llevó a cabo sus primeras traducciones de Averroes y las de las obras de Al-Bitruji, conocido también en latín como Alpetragius, quien todavía vivía y quien inspiraría a Kepler. También en Toledo traduce el <em>De animalibus</em>, de Aristóteles, trabajo del que no se conserva la fecha, aunque se deduce que es anterior a 1220, pues ese año abandona la ciudad con dirección a Bolonia para ponerse al servicio del Pontífice romano. Allá por 1228 vuelve a trasladarse, esta vez a Sicilia, donde fue astrólogo de la corte de Federico II de Sicilia. Por el itinerario de Miguel Scoto podemos ver la irradiación de la influencia cultural hispanoárabe hacia los lugares donde se estaban conformando las primeras universidades europeas. </p>
<h2>Alfredo de Sharesel y Aristóteles</h2>
<p>De origen también anglosajón fue Alfredo de Sharesel, filósofo y médico naturalista. Existen escritos en los que se refieren a él como Alfredus Anglicus. Tradujo el <em>De anima</em> de Aristóteles, aproximadamente en 1215, además de sus <em>De somnio</em> y <em>De respiratione</em>, también el <em>Liber de plantis</em> o <em>Liber de vegatalibus</em>, que, aunque en un principio fue atribuido a Aristóteles, es de Nicolás Damasceno. Escribió <em>De motu cordis</em>, obra en la que describe las diferentes etapas de la emanación de los seres.</p>
<h2>Alfonso X, filósofo y sabio</h2>
<p>Yehuda ben Moshe ha-Kohen (Yehuda Mosca o Mosca el Coheneso en las fuentes cristianas) vivió en el siglo XIII y fue médico real, astrónomo y un destacado escritor de la Escuela en época de Alfonso X el Sabio, para quien tradujo importantes obras científicas del árabe y hebreo al castellano. Fue rabino de la sinagoga de Toledo, llegó a ejercer de médico personal del rey sabio, y destacó como una de las más influyentes personalidades de la comunidad hebrea de la ciudad de las tres culturas de su época. </p>
<p>Los cronistas indican que la Escuela de Toledo entró en decadencia desde el segundo cuarto del siglo XIII, pero el rey Alfonso el Sabio consiguió impulsarla con los nuevos traductores, como Roberto Grosseteste o Guillermo de Moerbeke, que estaban ya en el siglo XIV vinculados a las Universidades de París y de Oxford. </p>
<p>Es obligado, en este momento, mencionar el tratado astronómico que componen las Tablas alfonsíes (1256-77), que el rey elaboró junto a Rabí Ishâq ben Sid, más conocido como Rabiçag, las cuales fueron, hasta bien entrada la época renacentista, una referencia común en Occidente, como nos recuerda Serafín Vegas en su libro <em>La Escuela de Traductores de Toledo en la Historia del Pensamiento</em>. </p>
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<span class="caption">Miniatura que muestra a Alfonso X el Sabio dictando.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Las_Siete_Partidas.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>En la última época de la Escuela, Alfonso X fue como Marco Aurelio, un rey filósofo y sabio. Creó, para continuar este universo cultural, ya en el siglo XIII, instituciones a las que se puede considerar Academias o Escuelas de traductores, que por su consagración podemos considerar las primeras universidades de la Europa medieval.</p>
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<span class="caption">‘Theorica Planetarum’, por Gerard of Cremona (siglo XIII).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Theorica_Platenarum_by_Gerard_of_Cremona_13th_century.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Para dar idea del volumen del trabajo de estos eruditos, mencionaremos tan sólo que Gerardo de Cremona fue creador y compilador de no menos de 70 obras, muchas de ellas de gran volumen. Hubo un sistema organizado de traducción, que seguía un orden específico, <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/science-in-context/article/abs/coherence-of-the-arabiclatin-translation-program-in-toledo-in-the-twelfth-century/E898FAE696E4D7EA152616BEB6D92345">como estudia Burnett</a>, que abordó sistemáticamente las obras de todos los grandes filósofos, científicos y académicos del mundo antiguo.</p>
<p>El Académico de la Historia González Palencia afirmaba en su obra <a href="http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0000108961&search=&lang=es"><em>El islam y occidente</em></a> (citando <a href="http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000015316"><em>Origen, progresos y estado actual de toda la Literatura</em></a>, obra del jesuita don Juan Andrés publicada en 1782) que el restablecimiento de la literatura científica europea (Medicina, Matemáticas, Ciencias Naturales) era debido a los árabes. Retomando conocimientos muy raros y preciados, este estudioso recogía que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Roger_Bacon">Roger Bacon</a> basó su trabajo acerca de los anteojos en el libro séptimo de la Optica de Alhacén, traducido al latín por los traductores de Toledo; que <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Vitello">Vitellión</a> abrevia y aclara la doctrina árabe de este mismo libro; que Leonardo de Pisa introduce el Álgebra y las cifras numerales arábigas (Gerberto había llevado de España a las escuelas europeas la aritmética arábiga desarrollada por los primeros matemáticos de la era moderna, como Aljaurismí el persa, de quien proviene no solamente la trigonometría, álgebra y lenguaje de cálculo fundamentales, sino el nombre de nuestra noción del algoritmo y la palabra “guarismo” que usamos todavía). </p>
<p>González Palencia establece que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arnau_de_Vilanova">Arnaldo de Vilanova</a> “se formó enteramente en España bajo la enseñanza de los árabes, y todos los conocimientos útiles de Medicina y de Química que esparció por Europa eran sacados de los libros y escuelas de aquellas gentes”; que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ramon_Llull">Raimundo Lulio</a> debía mucho a la literatura musulmana, al sufismo y a la metafísica de Ibn Arabí el murciano, que conocía por traducciones y hasta directamente, porque sabía árabe; que en Medicina, hombres como Gilberto, Juan de Goddesden y Fabricio Acquapendente habían bebido en libros árabes, en especial en nuestro Abulcasis, sus conocimientos. </p>
<p>Este experto nos advierte que ya <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_Daniel_Huet">Huet</a> opinaba que <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Descartes#:%7E:text=argumento%20permit%C3%ADa%20cuestionar.-,La%20evidencia%20del%20cogito,Pienso%2C%20luego%20existo%22">Descartes</a> había tomado de los dialécticos árabes el principio “quidquiid cogitare, potest esse”; o que Pascal también se inspiró, como el genial Asín Palacios descubre también en esa época, en Al Gazel; que fue en el árabe traducido en España, Alpetragio, en quien pudo inspirarse <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Johannes_Kepler">Kepler</a> para el descubrimiento de las órbitas elípticas de los planetas; o que algunos problemas teológicos de Santo Tomás estaban resueltos con arreglo a doctrinas de Averroes y Avicena, que conoció de su maestro aristotélico, que había estudiado en España.</p>
<p>Pero este autor es uno entre muchísimos arabistas y expertos en la cultura hispánica de la época de convivencia en nuestro territorio. Cultura de las llamadas por Alfonso el Sabio “Gentes del Libro”, las tres civilizaciones monoteístas y centradas en un texto sagrado, por cuyo esplendoroso periodo de al menos cuatro siglos –desde la toma de Toledo, a comienzos del siglo XI, hasta el siglo XIV en que el fenómeno se extiende a muchos lugares en España y en Europa– no solemos asomarnos, como digo, para asombrarnos de lo que fue y lo que significa la irradiación cultural que España llevó a cabo, imbuida del espíritu propagador y cosmopolita que el mundo árabe y judío supo tomar de griegos y persas y convertir también en un fenómeno propio de nuestra península.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3780%2C1505&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3780%2C1505&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=241&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400739/original/file-20210514-19-b7epk0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=303&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Mapa de Toledo obra de Joris Hoefnagel, procedente de ‘Civitates orbis terrarum’, de Braun and Hogenberg, 1572.</span>
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<h2>Crisol del renacimiento de Europa</h2>
<p>Cuando durante cerca de trescientos años, y bajo la égida de gobernantes lo suficientemente inteligentes y tolerantes como para potenciar el proceso, se asimilan, unifican y organizan todos los tesoros de conocimiento heredados de los árabes y los judíos, provenientes de sus culturas y de las culturas que éstos heredan, Europa empieza a renacer. Y el lugar donde se produce ese rebrote de los conocimientos, artes y técnicas, de todo el mundo antiguo, es en España: en Toledo, en Tarazona, en Salamanca, en Sevilla. Es en el confluir de comunidades de sabios de las tres procedencias (judíos, árabes, cristianos), donde se genera un crisol capaz de desarrollar y difundir todos los conocimientos en ciencias y letras, en artes y en técnicas, perdidos en la desmemoria.</p>
<p>La cultura es un fenómeno arborescente, en el que se trasportan los conocimientos, la riqueza de experiencias, saberes y técnicas, en los territorios humanos. El espíritu cultural se basa en la asimilación, en la traducción, en la incorporación. Ese espíritu cosmopolita, cultivador y bibliotecario solo queda preservado, en la Edad Oscura, en monasterios y estudios catedralicios. Pero al sur, en el Mediterráneo, tiene lugar el auténtico milagro por el que la civilización árabe hace regresar, mediante la total irrigación de la cultura hispánica, el mundo de la cultura auténtica. Ese gran fenómeno tiene un nombre reconocible en la Escuela de Traductores de Toledo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/160934/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eva Aladro Vico no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Con la Escuela de Traductores de Toledo se produce una resurrección de la cultura griega primero en lengua árabe, luego castellana, y finalmente latina. Este es el verdadero orden de las cosas.Eva Aladro Vico, Profesora Titular de Teoría de la Información, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1557622021-02-23T19:30:55Z2021-02-23T19:30:55ZRosalía de Castro, la feminista que elevó las letras gallegas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/385621/original/file-20210222-15-1alf33f.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1080&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Rosalía por Encausse. En Santiago de Compostela en la década de los 60 del siglo XIX. Colección da RAG</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://rosalia.gal/rosalia/imaxes/">Rosalia.gal</a></span></figcaption></figure><p>El 24 de febrero cumple 184 años y sin embargo Rosalía de Castro, a diferencia de cualquier otro escritor de su tiempo, está más viva en la sociedad gallega que nunca. Su popularidad no deja de crecer. En la academia o en la calle, en la escuela o en las instituciones, sus grandes perfiles literarios e intelectuales no cesan de actualizarse ni de estar vigentes.</p>
<h2>Emblema y referente: ¿Por qué?</h2>
<p>A ella se le atribuye la publicación del primer libro impreso de envergadura escrito íntegramente en gallego. Con <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cantares-gallegos--0/html/feeda210-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html"><em>Cantares gallegos</em></a> (1863), Rosalía marca el punto de inflexión para el auge del denominado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_gallega_del_Rexurdimento">Rexurdimento</a>, un proceso clave en lo literario, pero también en lo social y político. Ella enarbolaba así la bandera de la dignidad para Galicia, para su pueblo y para su cultura, y en especial para su idioma. </p>
<p>Pero la imagen de Rosalía fue evolucionando a través del tiempo, tanto a nivel académico como en su proyección social: de romántica tardía a pionera, de santa a rebelde y contestataria. También el conocimiento y la interpretación de su biografía se liberó y sigue liberándose de la losa de los prejuicios que acompañan a toda mujer, a toda mujer escritora y a toda mujer escritora en gallego. Nada lo ilustra mejor que la revisión de su imagen en clave <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Andy_Warhol">Andy Warhol</a> realizada por la marca de ropa Rei Zentolo, y que la ha convertido en auténtico <a href="https://rosalia.gal/wp-content/uploads/2021/02/rosalia-rei-zentolo.png">icono de la Galicia</a> contemporánea. </p>
<p>Su <a href="https://rosalia.gal/a-casa/a-casa-museo/">Casa Museo</a> en A Matanza (Padrón) es un punto caliente de la cartografía cultural de Galicia. Adquirida y rehabilitada por suscripción popular en pleno franquismo, es un reflejo de la pasión que Rosalía de Castro suscitó a lo largo de la historia. Pero, sobre todo, la potencia de su proyección social y del renovado interés que permanentemente suscita está en su dilatada y compleja obra como escritora profesional, en verso o en prosa, en gallego o castellano.</p>
<h2>Pensamiento crítico y feminismo</h2>
<p>El uso que del folclore hace en la citada <em>Cantares gallegos</em> resulta una práctica estratégica. Bajo una apariencia costumbrista y de literatura menor, Rosalía dispara todo su pensamiento crítico, que después desarrollará en el conjunto de su obra. El retrato de la épica nacional gallega de la emigración, tanto a Castilla como a América, resulta aún hoy imborrable. Como lo es la permanente denuncia social contra el clasismo o la exclusión, principalmente de las mujeres, y lejos del idealismo que a veces ejercía la literatura popular.</p>
<p>Ya en “Lieders”, un pequeño texto de 1858, todo un manifiesto, Rosalía defendía la independencia, la libertad y la igualdad como principios básicos de su pensamiento y de su feminismo:</p>
<blockquote>
<p>“Sólo cantos de independencia y libertad han balbucido mis labios, aunque alrededor hubiese sentido, desde la cuna ya, el ruido de las cadenas que debían aprisionarme para siempre, porque el patrimonio de la mujer son los grillos de la esclavitud.</p>
<p>Yo, sin embargo, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas; como los árabes en el desierto y el pirata en el mar”.</p>
</blockquote>
<figure>
<iframe src="https://player.vimeo.com/video/515549176" width="500" height="281" frameborder="0" webkitallowfullscreen="" mozallowfullscreen="" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vídeo de Eva Magdalena y Sergio Catá a partir de <em>Lieders</em> de Rosalía de Castro.</span></figcaption>
</figure>
<p>“Las literatas” (1865) es otra referencia diáfana en este sentido, dado que afecta a la posición de la mujer escritora, considerada una auténtica intrusa durante por lo menos el siglo XIX. Pero lo es también toda su obra, especialmente <em>El caballero de las botas azules</em> (1867), avanzada novela de su tiempo, y más diáfanamente en <em>Follas novas</em> (1880), poemario en el que nuestra autora retrató la épica de las mujeres pobres, excluidas y abandonadas, “viúdas de vivos e mortos / que ninguén consolará”. </p>
<p>La clave de Rosalía en este sentido consiste en poner sus ojos en Penélope y no en Ulises; en Fausto no: en Margarita. Con todo, es necesario precisar que poemas como “A xusticia pola man” o “<a href="https://rosalia.gal/wp-content/uploads/2020/02/poema-minhacasinha.pdf">Miña casiña, meu lar</a>” hablan del protagonismo literario y político de la mujer en cuanto sujeto revolucionario en un caso y protagonista de la épica de resistencia de los humildes en la otra.</p>
<p>No es menor la visión contemporánea que la autora tiene del paisaje, ni el ecologismo pionero que Rosalía desarrolla en algunos poemas emblemáticos de <em>En las orillas del Sar</em> (1884) contra la destrucción del patrimonio vegetal: “Los robles” y “Jamás lo olvidaré”. Tampoco lo es, desde luego, su original y compleja poética del yo, del dolor y de la soledad, que ha dado frutos líricos tan reconocidos y emblemáticos, lejos de etiquetas convencionales o consabidas, como “<a href="https://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=3745&t=Negra+sombra+(gallego)&p=Rosal%EDa+de+Castro&o=Conchita+Fern%E1ndez">Negra sombra</a>”.</p>
<h2>Mucho que celebrar</h2>
<p>El Día de Rosalía nació hace poco más de una década, desde abajo, como casi todo lo que con ella se relaciona. La conmemoración de los 150 años de <em>Cantares gallegos</em> (2013) abrió definitivamente el camino. Ahora cada año que pasa se multiplican los actos que lo conmemoran, hasta el punto de convertirlo en una fiesta nacional y democrática de Galicia, con cierto carácter alternativo: las iniciativas son variadas; los recursos que se habilitan, múltiples. </p>
<p>No hay guión ni mapa para celebrarlo. Se hace en el mundo escolar y en todo el tejido asociativo, tanto en las esferas institucionales como a nivel popular. Y todo ello, y en las actuales circunstancias casi preceptivamente, sobre todo a través de las nuevas tecnologías. </p>
<p>Alrededor de Rosalía además se vino gestando desde hace mucho tiempo un importante caudal de arte, poesía, diseño y especialmente música, por lo que desde el canto coral o el lírico, con las versiones de cantautores o con las hechas desde el rock, sea con rap o jazz, es fácil incorporar música y creatividad a las celebraciones. </p>
<p>La <a href="https://www.aelg.gal/">Asociación de Escritores e Escritoras en Lingua Galega</a> invita a regalar un libro y una flor, mientras que la <a href="https://rosalia.gal/">Fundación</a> que lleva su nombre llama a elaborar el “<a href="https://rosalia.gal/que-facemos/proxectos/caldo-de-gloria/">Caldo de gloria</a>”, plato de los humildes que Rosalía convierte en épica doméstica, diaria e invisible, protagonizada, cómo no, por una mujer. </p>
<p>Se anima también a interpretar la “<a href="https://rosalia.gal/wp-content/uploads/2013/02/LetraAlborada.pdf">Alborada</a>”, música popular de gaita a la que nuestra autora puso, en ejercicio experimental, una letra. Su simbolismo, muy aplicable a este nuestro tiempo, desborda alegría y esperanza. Se acaba la noche, sus terrores y sus miedos. Saludemos el nuevo día porque con el comienza una nueva época de posibilidades: “¡Arriba todas, rapaciñas do lugar!”.</p>
<p>En otras literaturas son hombres los que soportan el título de “escritor nacional”. En Galicia lo es una mujer, porque con ella nació un horizonte de esperanza y dignidad para el pueblo, para su cultura y su lengua. Y todo ello a partir de las ideas sobre la mujer y el mundo que ya tenía muy claras con 21 años: libertad, independencia e igualdad.</p>
<p>Por eso, después de 184 años, Rosalía está más viva que nunca.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/155762/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anxo Angueira Viturro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Como autora feminista y revolucionaria en su uso de la lengua gallega, el aniversario de Rosalía de Castro (184 años) se ha convertido hoy en una celebración entre oficial y espontánea de la cultura de Galicia.Anxo Angueira Viturro, Profesor de Literatura Gallega, Universidade de VigoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1336032020-03-15T08:30:22Z2020-03-15T08:30:22Z“Érase una vez… una pandemia”: pestes, plagas y otras calamidades en la literatura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/320527/original/file-20200314-50551-1gfubck.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4685%2C3123&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-young-mouse-sniffs-old-book-1347647852"> Torook / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando Enlil, dios acadio de los cielos y la tierra, se cansó de soportar el ruido que ocasionaban los seres humanos recién creados, intentó exterminarlos mediante una peste. Lo narra el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Atrahasis"><em>Poema de Atrahasis</em></a>, que fue escrito hace más de 3 700 años y que inaugura así una relación entre literatura y pandemia que se ha mantenido estrecha, ininterrumpida y fértil hasta nuestros días.</p>
<p>Casi ninguna época de la historia se ha librado de su plaga y cada civilización la ha reflejado en sus obras literarias a través del filtro de sus propias creencias, sus miedos y sus obsesiones. </p>
<h2>La ira de los dioses</h2>
<p>Para las culturas primitivas, toda peste era el castigo de la divinidad a los pecados individuales o colectivos. En los libros más tempranos del <em>Antiguo Testamento</em> –hacia el siglo VIII a.e.c.– un cruel Yahvé no vacila en lanzar sus plagas contra egipcios e israelitas. </p>
<p>El Apolo de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Il%C3%ADada"><em>Ilíada</em></a> –puesta por escrito por esa misma época, aunque de tradición oral anterior– venga el rapto de Criseida extendiendo la peste con sus flechas en el campamento de los griegos:</p>
<blockquote>
<p>“(…) y sin pausa ardían densas las piras de cadáveres”</p>
</blockquote>
<p>Todavía <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%B3focles">Sófocles</a> nos presenta una Tebas asolada por la epidemia que había motivado su rey Edipo, sin saberlo él, con un viejo crimen:</p>
<blockquote>
<p>“Un dios portador de fuego se ha lanzado sobre nosotros y atormenta la ciudad la peste, el peor de los enemigos”.</p>
</blockquote>
<h2>El enfoque científico</h2>
<p>Pero bajo esa Tebas mítica Sófocles estaba aludiendo en realidad a la Atenas de su propio tiempo, que desde el 430 a.e.c. estaba siendo diezmada por una terrible epidemia. Se ha discutido ampliamente sobre su posible etiología, pero ahora parece identificarse con la fiebre tifoidea, la Salmonella Typhi. </p>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tuc%C3%ADdides">Tucídides</a> narró en su <em>Historia de la Guerra del Peloponeso</em> los estragos de esa enfermedad, que él mismo contrajo y que acabó con la vida del más ilustre de los atenienses, Pericles. Sin embargo, el suyo es por primera vez una relato de base científica –pretende, siguiendo la doctrina de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3crates">Hipócrates</a>, describir detalladamente los síntomas de modo que “en el caso de que un día sobreviniera de nuevo, se estaría en las mejores condiciones para no errar en el diagnóstico”–, e incorpora elementos de interpretación psicológica y social.</p>
<blockquote>
<p>“La epidemia acarreó en la ciudad una mayor inmoralidad (…) Ningún temor de los dioses ni ley humana los detenía; de una parte juzgaban que daba lo mismo honrar o no honrar a los dioses, dado que veían que todo el mundo moría igualmente, y, en cuanto a sus culpas, nadie esperaba vivir hasta el momento de celebrarse el juicio y recibir su merecido; pendía sobre sus cabezas una condena mucho más grave que ya había sido pronunciada, y antes de que les cayera encima era natural que disfrutaran un poco de la vida”. </p>
</blockquote>
<p>De esa misma peste de Atenas hará un relato truculento el poeta romano <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lucrecio">Tito Lucrecio Caro</a> en el último libro de su poema –probablemente incompleto– <em>Sobre la naturaleza de las cosas</em>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/320550/original/file-20200315-50533-mm5m4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>La Peste de Atenas</em> por Michiel Sweerts, c. 1652–1654.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Plague_in_an_Ancient_City_LACMA_AC1997.10.1_(1_of_2).jpg">Los Angeles County Museum of Art / Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La peste Antonina</h2>
<p>Roma iba a padecer también sus propias pandemias, que recogieron puntualmente sus escritores. Si el gran <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virgilio">Virgilio</a> inventó en sus <em>Geórgicas</em> una epidemia del ganado, la “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Peste_antonina">peste Antonina</a>” –una viruela, a lo que parece– fue terriblemente real. A pesar de los desvelos del mismísimo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Galeno">Galeno</a>, causó según el historiador <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dion_Casio">Casio Dión</a> más de dos mil muertes diarias en la ciudad, entre las que se incluiría la del emperador <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Vero">Lucio Vero</a> en el año 169. </p>
<h2>La plaga de Justiniano, azote de Bizancio</h2>
<p>El imperio bizantino, por su parte, padeció durante dos siglos la letal <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Plaga_de_Justiniano">“plaga de Justiniano”</a>, de la que da cuenta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Procopio_de_Cesarea">Procopio de Cesarea</a> en su <em>Historia de las guerras persas</em>:</p>
<blockquote>
<p>“Incluso aquellos que con anterioridad disfrutaban entregándose a acciones viles y perversas, desterraron de su vida diaria todo delito para practicar escrupulosamente la piedad”. </p>
</blockquote>
<h2>El Decamerón y los Cuentos de Canterbury</h2>
<p>Se trataría en este caso de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Peste_bub%C3%B3nica">peste bubónica</a>. La misma que reaparecería en la Europa del siglo XIV y que serviría de telón de fondo a una de las grandes novelas de esta época. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Boccaccio">Boccaccio</a> utiliza el aislamiento durante diez días –de donde el título <em>Decamerón</em>– de diez jóvenes en una villa a las afueras de Florencia como marco narrativo para hilvanar cien relatos breves que alternan temáticas diversas con un predominio de lo amoroso y del culto a la inteligencia. </p>
<p>Poco después, siguiendo su modelo y en un Londres recurrentemente afectado por la epidemia, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Geoffrey_Chaucer">Geoffrey Chaucer</a> escribirá sus <em>Cuentos de Canterbury</em>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/320552/original/file-20200315-50551-1g8a6m3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">En 1487, Sandro Botticelli ilustró el <em>Decamerón</em> con cuatro tablas dedicadas a la historia de Nastagio degli Onesti. Esta tabla, la primera, y otras dos se exponen en el Museo del Prado.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Botticelli_Prado_103.jpg">Wikimedia Commons / Museo del Prado</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>De lo apocalíptico a lo alegórico</h2>
<p>En la literatura moderna y contemporánea, la temática generará una multitud de obras que irán desde lo apocalíptico hasta lo alegórico, con particular énfasis en el tratamiento de la repercusión psicológica y social de las pandemias, ya sean reales, como la tuberculosis o el SIDA, ya imaginadas. </p>
<p>Si bien resulta imposible llevar a cabo aquí un catálogo exhaustivo de esos títulos –algunos de ellos, por cierto, francamente prescindibles desde el punto de vista de sus méritos literarios–, no podrían faltar en él ni el <em>Diario del año de la peste</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Defoe">Daniel Defoe</a>, ni la <em>Historia de la columna infame</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alessandro_Manzoni">Alessandro Manzoni</a>, ni <em>El último hombre en la tierra</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Shelley">Mary Godwin (Mary Shelley)</a>, ni <em>La máscara de la muerte roja</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edgar_Allan_Poe">Edgar Allan Poe</a>, ni <em>La muerte en Venecia</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Mann">Thomas Mann</a>, ni <em>Nemesis</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Philip_Roth">Philip Roth</a>, ni <em>El amor en los tiempos del cólera</em>, de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Garc%C3%ADa_M%C3%A1rquez">García Márquez</a>.</p>
<h2>Los mejores valores del ser humano</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/320554/original/file-20200315-50519-k8ajk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Portada de <em>La Peste</em> de Albert Camus (Gallimard, 1947).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.gallimard.fr/Catalogue/GALLIMARD/Blanche/La-Peste">Gallimard</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Pero si una obra merece destacarse entre todas, esa es, desde luego, <em>La peste</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus">Albert Camus</a>, donde la epidemia en Orán es a la vez trasunto de la expansión del nazismo y ocasión para la reflexión existencialista. </p>
<p>Por encima del horror, de la angustia y de la tentación de salvación individual que cualquier peste provoca, Camus impone los mejores valores del ser humano, a saber, la capacidad de reconocimiento en el otro, la solidaridad y la dignidad. En palabras del doctor Rieux, el héroe común de la obra:</p>
<blockquote>
<p>“Es una idea que puede hacer reír, pero la única manera de luchar contra la peste es la honestidad”. </p>
</blockquote>
<p>Quizás la lección más recomendable para estos días y para los que han de venir.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133603/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Velaza no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>De castigos divinos a alegorías apocalípticas, las epidemias del pasado han sido protagonistas de grandes obras literarias de la historia universal.Javier Velaza, Catedrático de Filología Latina, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1290502019-12-29T20:30:40Z2019-12-29T20:30:40Z¿Fue Homero un ‘invent’?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/308080/original/file-20191220-11904-9n3cfe.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C1592%2C1188&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Apoteosis de Homero (Ingres, 1827).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jean_Auguste_Dominique_Ingres,_Apotheosis_of_Homer,_1827.jpg">Wikimedia Commons / Museo del Louvre</a></span></figcaption></figure><p>¿Fue realmente Homero el creador de la <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/03.%20La%20Il%C3%ADada%20como%20%C3%A9pica%20tr%C3%A1gica"><em>Ilíada</em></a> y la <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/04.%20La%20Odisea%20como%20%C3%A9pica%20novelesca"><em>Odisea</em></a> tal y como las conocemos? ¿Son la <em>Ilíada</em> y la <em>Odisea</em> los únicos poemas épicos que hubo en la antigua Grecia? En caso de que hubiera más, ¿eran también de Homero? Hace décadas que los especialistas buscan respuesta a estas incógnitas. No podemos asegurar nada con total certeza. Esto es lo que llamamos “la cuestión homérica” desde que, hace ya casi un siglo, se empezara a dudar de la existencia de Homero como autor de los poemas épicos.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=903&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=903&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=903&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1135&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1135&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308206/original/file-20191223-11924-1epmyy7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1135&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Busto de Homero. Mármol, copia romana de un original helenístico del siglo II AEC, Museos Capitolinos, Roma.</span>
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<p>Sin embargo, para los antiguos, Homero había sido su autor. No les cabía ninguna duda. Siete pequeñas obras biográficas, aparte de otras bizantinas, y la que conocemos con el título del <em>Certamen de Homero y Hesíodo</em>, pertenecientes todas ellas a la Antigüedad tardía, ofrecen datos sobre su supuesta vida, tomados a su vez de obras anteriores, hoy perdidas. Hablan acerca de su lugar de nacimiento, de dónde murió y de sus viajes por distintas ciudades griegas, sobre todo de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jonia">costa jonia</a>, hoy Turquía.</p>
<h2>El uso de fórmulas repetitivas</h2>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=873&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=873&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=873&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308211/original/file-20191223-11904-zmyio3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Milman Parry, fotografía de su anuario universitario, año 1919.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Milman_Parry_1919_yearbook_photograph.jpg">Oakland Tech Centennial</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Sabemos que tanto la <em>Ilíada</em> como la <em>Odisea</em> circularon de manera oral quizá durante siglos en distintas versiones antes de convertirse en un texto escrito definitivo. ¿Cómo es posible que un poema escrito por un supuesto único autor tuviera tal cantidad de variantes hasta su puesta por escrito? ¿A qué se deben las incongruencias argumentales? <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Milman_Parry">Milmam Parry</a> y, a su muerte, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Lord">Albert B. Lord</a>, buscaron las raíces de estos poemas comparándolos con la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tradici%C3%B3n_oral">tradición oral épica de la antigua Yugoslavia</a>. Esta sigue aún viva. Vieron que, en la composición y transmisión de los poemas, la formularidad era un elemento esencial. </p>
<p>¿En qué consiste dicha técnica? Cuando leemos la <em>Ilíada</em> o la <em>Odisea</em>, observamos que determinados epítetos se repiten constantemente. De este modo, Agamenón es “soberano de hombres”, la Aurora “de dedos rosados”, Aquiles “de pies ligeros”, Néstor “de meliflua voz”, etc. Esto es lo que consideramos fórmulas y nuestros poemas están plagados de ellas. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308209/original/file-20191223-11891-1qc5b8p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Aedo. Museo de Hiraclio, en Creta.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Luis Calero Rodríguez</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Se observó que el cantor podía cubrir con ellas diferentes secciones de los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hex%C3%A1metro">hexámetros</a>, el verso heroico griego. Comprendieron que este sistema de composición pertenecía a un repertorio improvisado por cantores profesionales, que en la antigua Grecia se llamaban <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aedo"><em>aedos</em></a> (en la épica serbocroata se denominan <a href="https://www.britannica.com/art/guslar"><em>guslaris</em></a>). Sus composiciones tienen una forma lingüística y métrica concretas y son constantemente introducidas en la composición a medida que se iba improvisando para mantener en la memoria el pasado heroico.</p>
<h2>Una biografía inconsistente</h2>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=720&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=720&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=720&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=905&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=905&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308213/original/file-20191223-11914-1qb6xuj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=905&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Orfeo rodeado de animales. Mosaico romano de Palermo. Museo Arqueológico Regional de Palermo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Orfeo_Orpheus_(Apolo_y_Cal%C3%ADope).jpg">Giovanni Dall'Orto</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>El uso continuo de estas fórmulas en la <em>Ilíada</em> y la <em>Odisea</em> planteaba dudas sobre la existencia de un único autor de los poemas. Al mismo tiempo, se pudo probar la inconsistencia de los datos biográficos, que sólo ponían en evidencia nuestra absoluta ignorancia acerca de Homero. Hoy se tiende a considerar su nombre desde la <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/%C2%BFQu%C3%A9%20es%20un%20mito%3F">tradición mítica</a>, al igual que otros famosos cantores de la Antigüedad griega, como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Orfeo">Orfeo</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_(aedo)">Museo</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ari%C3%B3n_de_Lesbos">Arión</a>, etc. Homero representa la tradición oral, transmitida de generación en generación, de una manera de componer la épica por los <em>aedos</em>, que se acompañaban de la <a href="https://musicaydanzaenlaantiguedad.blogspot.com/p/blog-page_9.html">forminge</a>, un instrumento de cuerda. </p>
<p>Además del uso de fórmulas, y de la poca fiabilidad de los supuestos datos biográficos, hay más características que indican más de un único autor. Por ejemplo: la lengua de los poemas no es uniforme. Si el poeta era jonio, ¿por qué encontramos abundantes rasgos de otros <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_idioma_griego">dialectos griegos antiguos</a>? Además del jonio, hay elementos de origen eolio o ateniense. Incluso algunos son de un dialecto conocido como arcadiochipriota, posiblemente de tradición micénica. </p>
<h2>Ausencia de rasgos dorios</h2>
<p>Misteriosamente, los poemas no tienen rasgos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%B3rico_(dialecto)">dorios</a>, un dialecto crucial en la literatura posterior a Homero, que buscó sus argumentos en los poemas épicos, (por ejemplo, en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tragedia_griega">tragedia ática</a>). Esto plantea problemas: en primer lugar, porque si hay una supuesta tradición épica micénica, no se explica que los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aqueo_(pueblo)">aqueos</a>, continuadores de la cultura micénica en el continente, la perdieran tras la caída de los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_mic%C3%A9nica">palacios micénicos</a> hacia el 1200 <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Era_com%C3%BAn">AEC</a>; y, en segundo lugar, porque si dicha tradición épica es posterior a la desaparición de la cultura micénica, los poemas deberían tener rasgos de la lengua doria.</p>
<p>Aquí es cuando <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antigua_Atenas">Atenas</a> y sus <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tiran%C3%ADa">tiranos</a>, especialmente <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pis%C3%ADstrato">Pisístrato</a>, entran en la historia de nuestros poemas. Entre el 546 y el 514 AEC, Atenas vivió un momento de gran auge económico y, consecuentemente, cultural. Es el momento de reorganización de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Panateneas"><em>Grandes Panateneas</em></a>. También entonces <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teatro_de_la_Antigua_Grecia">nace el teatro</a>, en el 534. Sus gobernantes quisieron mostrar al resto del mundo heleno la nueva potencia de esta <em>pólis</em>. Las distintas variantes de la <em>Ilíada</em> y la <em>Odisea</em> que circulaban se pusieron por escrito en una única versión, que es en gran medida la que ha llegado a nosotros. La conocemos como <em>la redacción pisistrática</em>. Era obligatorio cantarla y/o recitarla durante varias jornadas en los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fiestas_de_Atenas_(Edad_Antigua)">festivales atenienses</a>.</p>
<h2>Los otros “Homeros”</h2>
<p>¿Qué sucede, entonces, con los demás ciclos épicos que se le atribuían? Los antiguos pensaban que Homero también había sido el autor de la <a href="http://interclassica.um.es/investigacion/hemeroteca/c/cuadernos_de_la_fundacion_pastor/numero_1995"><em>Tebaida</em></a>, de los <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/06.%20Los%20Himnos%20Hom%C3%A9ricos"><em>Himnos</em></a>, del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Margites"><em>Margites</em></a>, de los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regresos"><em>Nostoi</em></a>, los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cipria"><em>Cypria</em></a>, etc. La investigación actual rechaza plenamente esta posibilidad. Conocemos los nombres de unos cuantos compositores épicos: en zona eolia, Lesques de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lesbos">Lesbos</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hes%C3%ADodo">Hesíodo</a> y Quersias de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Beocia_(regi%C3%B3n_hist%C3%B3rica)">Beocia</a>; también a Estásimo y Hegesias de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Chipre">Chipre</a>, a Eugamón de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cirene">Cirene</a> y a los áticos Hegesino y Onomácrito, además de diez jonios. De todos ellos, sólo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hes%C3%ADodo">Hesíodo</a> habla de sí mismo como autor de sus obras, la <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/07.%20El%20corpus%20hesi%C3%B3dico%3A%20Teogon%C3%ADa"><em>Teogonía</em></a> y <a href="http://elfestindehomero.blogspot.com/search/label/08.%20El%20corpus%20hesi%C3%B3dico%3A%20Trabajos%20y%20D%C3%ADas"><em>Los trabajos y los días</em></a>.</p>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1134&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1134&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1134&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1425&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1425&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308210/original/file-20191223-11909-17gtjlw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1425&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Aquiles arrastrando el cuerpo de Héctor. Lecito ático de fondo blanco, h. 490 a. C. Proveniencia: Etruria.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cera%CC%81mica_a%CC%81tica#/media/">Museo Louvre</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En resumen, no sabemos cuándo tomaron su forma definitiva la <em>Ilíada</em> y la <em>Odisea</em>. No obstante, la redacción pisistrática es la teoría más consistente debido a los novedosos rasgos atenienses de los poemas. Además de la inclusión de aticismos en los poemas, a partir del 520 AEC proliferan los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cer%C3%A1mica_%C3%A1tica">vasos áticos</a> con motivos homéricos, cuando antes no habían sido tan frecuentes, y la incineración de cadáveres, que aparece en los poemas, se practica en Atenas desde el 464 AEC. </p>
<p>Ello nos lleva a pensar que esta tradición oral culminó en una puesta por escrito ateniense a cargo de los tiranos de la <em>pólis</em>. Su fin es claro: una útil propaganda del nuevo poder adquirido. Por todo ello, Homero no puede ser considerado su autor, en el sentido moderno de la palabra, aunque ello no afecta a la calidad de las dos primeras obras de la literatura griega, patrimonio de todos nosotros.</p>
<hr>
<p><em>La idea de publicar un artículo sobre este tema surgió de <a href="https://twitter.com/TemporaAeterna/status/1196192498806378498?s=19">este hilo</a> de Twitter.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/129050/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Luis Calero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hasta hace apenas un siglo, Homero se consideraba un autor real. Hoy se cree que no existió tal persona y que la Ilíada y la Odisea fueron producto de la tradición oral y de la propaganda ateniense.Luis Calero, Profesor de Música y Artes Escénicas, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.