Las grandes crisis obligan a medidas improvisadas que desde la Unión Europea se quieren prever y organizar. El impacto es desigual: lo sufren desproporcionadamente mujeres y otros colectivos.
Comunicar en tiempo de crisis ha sido uno de los grandes retos para los países, manteniendo un cierto equilibrio entre informar sin alarmar, pero alertando sobre los riesgos latentes. Un artículo publicado originalmente en la Revista TELOS editada por Fundación Telefónica.
Después de una enorme reducción en el número de casos de covid-19 y el optimismo inicial respecto a la vacunación, India está sufriendo una enorme nueva ola de infecciones.
Las medidas de prevención impuestas al inicio de la pandemia fueron de baja intensidad. Estas avanzaron a la par que el conocimiento que teníamos sobre el nuevo virus, el SARS-CoV-2. Hoy, sigue siendo importante mantenerlas presentes.
La Covid-19 lleva asociada otra pandemia que afecta al personal sanitario: la fatiga por compasión. Por suerte, hay maneras de prevenirla y de tratarla.
La pandemia puso a pie de cama a muchos alumnos de enfermería. No les faltó motivación pero muchos de ellos no se sintieron suficientemente preparados. Repasamos algunas posibles mejoras.
Existen grupos que son especialmente vulnerables a situaciones de crisis. Pero hay, también, una serie de dimensiones de personalidad, estilos cognitivos y estrategias de afrontamiento que son clave.
La crisis sanitaria por covid-19 ha generado una serie de consecuencias sociales que pueden haber llegado para quedarse. La protagonista en muchas de ellas es la presencia de la vida y la experiencia ‘online’ y virtual.
La pandemia ha agravado muchos de los problemas de los mayores, como la soledad y la dependencia. Las nuevas tecnologías y la innovación social ofrecen una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Las pandemias de gripe de 1918 y de la COVID-19 guardan similitudes y diferencias. Constatarlas nos debería animar a trabajar para corregir las desigualdades y reflexionar sobre los cambios para lograr la sostenibilidad. El desarrollo científico-médico y tecnológico es necesario, pero no suficiente para evitar catástrofes como la actual crisis sanitaria.
La pandemia de COVID-19 nos ha devuelto la conciencia de vulnerabilidad. Para los sanitarios, cuidar (además de curar) a los enfermos en estas condiciones ha sido especialmente difícil.
Una de las caras más duras de esta pandemia está siendo la separación de abuelos y nietos. La soledad de los mayores, alejados de sus seres queridos, puede causarles graves problemas emocionales. Sin embargo, también puede suponer un momento para descansar y fortalecer la relación de familia.
Jordi Cabot, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Los bots pueden ser la primera línea de choque contra una pandemia y ayudar a evitar el riesgo de colapso del sistema sanitario. Deben reunir una serie de características para cumplir con esta función.
Las ciudades podrían y deberían tomar medidas para convertirse en ciudades neutras de carbono, más habitables y más saludables al cambiar sus dinámicas de planificación urbana y de transporte.
La estrategia de comunicación del Gobierno ha variado desde que comenzó la crisis del coronavirus. De un único portavoz técnico se ha pasado a una multitud de portavoces ¿Cuál de estos dos modelos es más acertado? ¿Hay algún otro modelo más recomendable?
“Tenemos que poner en marcha la Tercera Revolución Industrial y cambiar el mundo. Hacerlo ahora y rápido”, afirma Jeremy Rikfin, inspirador y promotor de una transformación radical del modelo económico y social sobre la base de un acuerdo ecológico global, el llamado “Green New Deal”.
Desde el inicio del confinamiento, cada tarde nos damos cita para aplaudir al personal sanitario desde nuestros balcones. ¿Hasta qué punto existe un reconocimiento social real a estos profesionales?
En plena pandemia del coronavirus, el FMI acaba de publicar un informe demoledor sobre las previsiones económicas mundiales. Paradójicamente, parece que serán los países menos desarrollados los que logren recuperar antes la senda del crecimiento. La economía española resulta de las peor paradas.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Profesora del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Psicóloga y Supervisora en la Unidad de Terapia de Conducta, Universitat de Barcelona