Desde Alejandro Magno hasta Martin Luther King Jr., los discursos han influido profundamente en la historia humana, incluso antes de la invención de la tecnología moderna. Shakespeare, Lincoln, y otros grandes oradores demostraron el poder de la palabra para inspirar, transformar y unir a las sociedades.
Todo texto escrito puede expresarse en público, para potenciar al máximo su capacidad de comunicación colectiva. Leer textos apropiados a cada etapa contribuye al desarrollo lector.
Saber hablar en público es una de las habilidades más valoradas hoy. No tiene que ser ante cientos de personas, pero sí es muy recomendable saber dirigirse a un grupo de individuos en voz alta. Para hacerlo con propiedad hay que saber qué contar, a quién se lo contamos y cómo hacerlo.
El buen comunicador es aquel que sabe cómo transmitir sus mensajes. Ser efectivo requiere entrenamiento. La voz es la herramienta más importante de comunicación del ser humano.
Vehemente, sencillo y templado son los tres estilos de retórica más comunes. Pero hay que saber utilizarlos para conseguir un fin. Así lo hacen nuestros políticos frente a adversarios y electorado.
Recurrir al punto medio en un discurso hablado o escrito puede ser garantía de éxito argumentativo, pero también una falacia que solo sirve para engañar al contrario y ponerle de nuestro lado.
Profesora de Didáctica del Lenguaje. Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura (GRELL), Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya