Últimamente se habla de la posibilidad de legislar la violencia obstétrica para poner fin a las experiencias negativas de muchas mujeres en los paritorios. ¿Es de verdad tan grave? ¿Necesitamos en España una ley específica que lo regule?
La demanda del parto libre o domiciliario está en auge. Pero, ¿por qué? El empoderamiento de las mujeres, la excesiva medicalización del proceso y los episodios de violencia obstétrica lo explican.
Los abortos, los partos no naturales o la psicomatización de la mujer son solo algunas de las posibles consecuencias de la violencia de género durante el embarazo. La sensibilización de la población es fundamental para acabar con este tipo de situaciones.
La violencia obstétrica es una de las situaciones a las que se puede enfrentar una mujer que va a dar a luz. Para evitarla, es importante su acceso a información de calidad sobre el parto y la sensibilización de los profesionales sanitarios.
Hay una tendencia creciente a indicar una inducción del parto sin motivo médico, especialmente en el ámbito de la medicina privada. Sin embargo, este proceso no está libre de riesgos.
Un parto con complicaciones puede provocar un trastorno por estrés postraumático con graves implicaciones para la mujer y su bebé. El problema es poco conocido pero en muchos casos podría evitarse.
Desgranamos las evidencias de la OMS, los expertos y las investigaciones sobre embarazo y COVID-19.
Dar a luz a un bebé humano, que tiene un cerebro grande y muy desarrollado, es arriesgado tanto para la madre como para el bebé.
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