tag:theconversation.com,2011:/id/topics/anticonceptivos-56713/articlesanticonceptivos – The Conversation2023-01-18T20:58:02Ztag:theconversation.com,2011:article/1881372023-01-18T20:58:02Z2023-01-18T20:58:02ZLo que la Biblia realmente dice sobre el aborto puede sorprenderte<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/477507/original/file-20220803-9305-7f9x9s.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C1%2C1010%2C691&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los abortos eran conocidos y practicados en tiempos bíblicos, aunque los métodos diferían significativamente de los modernos.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/pro-life-activist-jason-hershey-reads-from-a-bible-as-he-news-photo/56303642?adppopup=true">Win McNamee via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>En los días transcurridos desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos <a href="https://theconversation.com/a-revolutionary-ruling-and-not-just-for-abortion-a-supreme-court-scholar-explains-the-impact-of-dobbs-185823">anuló Roe v. Wade</a>, que habia establecido el derecho constitucional al aborto hecho 50 años, <a href="https://www.star-telegram.com/news/local/fort-worth/article262921023.html">algunos cristianos citan la Biblia</a> para argumentar por qué esta decisión debe celebrarse o lamentarse. Pero aquí está el problema: este texto de 2.000 años de antigüedad no dice nada sobre el aborto.</p>
<p><a href="https://www.fresno.edu/person/001g000001wnx9yiac/melanie-howard">Como profesor universitario de estudios bíblicos</a>, estoy familiarizado con los argumentos basados en la fe que usan los cristianos para respaldar los puntos de vista sobre el aborto, ya sea a favor o en contra. Mucha gente parece asumir que la Biblia trata el tema de frente, lo cual no es el caso.</p>
<h2>Contexto antiguo</h2>
<p>Los abortos eran <a href="https://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674168763">conocidos y practicados</a> en tiempos bíblicos, aunque los métodos diferían significativamente de los modernos. <a href="https://www.fulcrum.org/concern/monographs/n870zr06z">El médico griego Soranus</a> del siglo II, por ejemplo, recomendaba el ayuno, las sangrías, los saltos vigorosos y el transporte de cargas pesadas como formas de interrumpir un embarazo.</p>
<p><a href="https://www.fulcrum.org/concern/monographs/n870zr06z">El tratado de Soranus sobre ginecología</a> reconoció diferentes escuelas de pensamiento sobre el tema. Algunos médicos prohibían el uso de cualquier método abortivo. Otros las permitían, pero no en los casos en que pretendían encubrir una relación adúltera o simplemente para preservar la buena apariencia de la madre.</p>
<p>En otras palabras, la Biblia fue escrita en un mundo en el que el aborto se practicaba y se veía con matices. Sin embargo, los equivalentes hebreo y griego de la palabra “aborto” no aparecen ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento de la Biblia. Es decir, el tema simplemente no se menciona directamente.</p>
<h2>Lo que dice la Biblia</h2>
<p>Sin embargo, la ausencia de una referencia explícita al aborto no ha impedido que sus oponentes o defensores busquen en la Biblia apoyo para sus posiciones.</p>
<p>Los opositores al aborto recurren a varios textos bíblicos que, en conjunto, parecen sugerir que la vida humana tiene valor antes del nacimiento. Por ejemplo, la Biblia comienza describiendo la creación de los humanos “<a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=gen+1%3A27&version=NRSVUE">a imagen de Dios</a>”: una forma de explicar el valor de la vida humana, presumiblemente incluso antes de que nazcan las personas. Asimismo, la Biblia describe varias figuras importantes, incluidos los profetas <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=jeremiah+1%3A5&version=NRSVUE">Jeremías</a> e <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=isa+49%3A1&version=NRSVUE">Isaías</a> y <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=gal+1%3A15&version=NRSVUE">el apóstol cristiano Pablo</a>, como llamados a sus tareas sagradas desde su tiempo en el útero. <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=psalm+139&version=NRSVUE">El Salmo 139</a> afirma que Dios “<a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=psalm+139%3A13-15&version=NRSVUE">me entretejió en el vientre de mi madre</a>”.</p>
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<img alt="A painting shows God's hand reaching out to touch Adam, the first human in the Bible's story of creation." src="https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/474400/original/file-20220716-16-uee3tw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">‘La creación de Adán’, pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511 en la Capilla Sixtina.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/the-creation-of-adam-from-the-sistine-chapel-ceiling-by-news-photo/566419839?adppopup=true">GraphicaArtis/Getty Images</a></span>
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<p>Sin embargo, los opositores al aborto no son los únicos que pueden apelar a la Biblia en busca de apoyo. Los partidarios pueden señalar otros textos bíblicos que parecerían contar como evidencia a su favor.</p>
<p><a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=exod+21%3A22-25&version=NRSVUE">Éxodo 21</a>, por ejemplo, sugiere que la vida de una mujer embarazada es más valiosa que la del feto. Este texto describe un escenario en el que los hombres que están peleando golpean a una mujer embarazada y le provocan un aborto espontáneo. Se impone una multa monetaria si la mujer no sufre ningún otro daño más allá del aborto espontáneo. Sin embargo, si la mujer sufre un daño adicional, el castigo del perpetrador es sufrir un daño recíproco, hasta de por vida.</p>
<p>Hay otros textos bíblicos que parecen celebrar las decisiones que las mujeres toman sobre sus cuerpos, incluso en contextos en los que dichas decisiones habrían sido socialmente rechazadas. <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=mk+5%3A25-34&version=NRSVUE">El quinto capítulo del Evangelio de Marcos</a>, por ejemplo, describe a una mujer con una dolencia ginecológica que la ha hecho sangrar continuamente corriendo un gran riesgo: Extiende la mano para tocar el manto de Jesús con la esperanza de que la cure, aunque el toque de una mujer que menstruaba se creía que causaba contaminación ritual. Sin embargo, Jesús elogia su elección y alaba su fe.</p>
<p>De manera similar, en el Evangelio de Juan, la seguidora de Jesús, María, <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=john+12%3A1-8&version=NRSVUE">aparentemente desperdicia recursos</a> vertiendo un recipiente completo de ungüento costoso en sus pies y usando su propio cabello para secarlos, pero él defiende su decisión de romper el tabú social en torno a tocar tan íntimamente a un hombre que no es pariente.</p>
<h2>Más allá de la Biblia</h2>
<p>En respuesta a la decisión de la Corte Suprema, los cristianos de <a href="https://www.cnn.com/2022/06/25/us/abortion-christian-debate-blake-cec/index.html">ambos lados de la división partidista</a> en Estados Unidos han apelado a varios textos <a href="https://www.christianheadlines.com/contributors/michael-foust/tony-evans-urges-christians-to-promote-a-womb-to-the-tomb-strategy-for-pregnant-women.html">para afirmar que su tipo particular de política está respaldado por la Biblia</a>. Sin embargo, si afirman que la Biblia condena o aprueba específicamente el aborto, están distorsionando la evidencia textual para que se ajuste a su posición.</p>
<p>Por supuesto, los cristianos pueden desarrollar sus propios argumentos basados en la fe sobre cuestiones políticas modernas, ya sea que la Biblia les hable directamente o no. Pero es importante reconocer que aunque la Biblia fue escrita en una época en que se practicaba el aborto, nunca aborda directamente el tema.</p>
<p><em>Este artículo fue <a href="https://www.elimparcial.com/">traducido por El Imparcial</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/188137/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Melanie A. Howard no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
</span></em></p>La ausencia de una referencia explícita al aborto no ha impedido que sus oponentes o defensores busquen en la Biblia apoyo para sus posiciones, dice una profesora universitaria de estudios bíblicos.Melanie A. Howard, Associate Professor of Biblical & Theological Studies, Fresno Pacific UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1789602022-04-05T17:24:29Z2022-04-05T17:24:29ZLas pioneras en la historia de la sexualidad femenina<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/453060/original/file-20220318-15-6scjez.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=24%2C8%2C5439%2C3628&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-irreconocible-de-pie-detras-de-la-ventana-de-cristal-4024732/">Pexels / Hakeem James</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>La sexualidad es un elemento inherente al ser humano. En las distintas culturas y a lo largo del tiempo las personas han variado su forma de relacionarse. Es así como la manera de experimentar y de concebir el cuerpo se ha transformado a través de los años hasta nuestros días.</p>
<p>Históricamente, la perspectiva femenina sobre la sexualidad ha sido silenciada y reducida únicamente a la función reproductora, ya que <a href="https://culturacuidados.ua.es/index.php/cuid/article/view/2014-n39-histeria-historia-de-la-sexualidad-femenina">las mujeres eran consideradas simples objetos sexuales</a>. Por ello es necesario visibilizar la labor realizada por un conjunto de figuras femeninas, relevantes y pioneras en materia de género, educación y salud sexual. Ellas fueron las encargadas de dar voz a un movimiento para convertir la sexualidad en un área abierta y en construcción.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=872&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=872&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=872&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1096&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1096&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/456043/original/file-20220404-12-fcqp6p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1096&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"><em>El Universo</em>, del <em>Scivias-Codex</em> de Hildegarda de Bingen, 1165.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Meister_des_Hildegardis-Codex_001.jpg">The York Project</a></span>
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<h2>El placer femenino y la maternidad libre</h2>
<p>En primer lugar, una de estas mujeres protagonistas indiscutibles de la historia fue la religiosa alemana <strong>Hildegarda Von Bingen</strong> (1098-1179), considerada la primera mujer en describir el orgasmo femenino. En su libro <em>Causa est curae</em> afirmó que <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/traditio/article/abs/it-takes-all-kinds-sexuality-and-gender-differences-in-hildegard-of-bingens-book-of-compound-medicine/2DAC861A2DA9F2E45B32B0EF887070E6">las mujeres también sentían placer</a>. </p>
<p>Más adelante, en la España del siglo XVIII destaca <strong>Luisa Rosado</strong> (1770), una matrona con amplia experiencia en el arte del parto. La idea de publicitar sus servicios mediante carteles le llevó a enfrentarse al Protomedicato (tribunal formado por protomédicos y examinadores, que reconocía la suficiencia de quienes aspiraban a ser médicos). Sucedió en una época en la que los cirujanos comenzaron a atender los partos y pronto esta disciplina se convertiría también en un ámbito médico masculino. Por su osadía, los médicos de la corte de Carlos III <a href="https://raco.cat/index.php/Dynamis/article/view/108098">vieron incluso amenazada su posición privilegiada</a>.</p>
<p>Posteriormente, <strong>Margaret Sanger</strong> (1879-1966), una enfermera y activista a favor de la educación sexual, fundó la ‘Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad’. Consideraba que, para alcanzar la igualdad de la mujer, era necesaria una maternidad libre. Fue una figura emblemática en la defensa de los derechos reproductivos y la legalización del aborto. Publicó panfletos sobre el uso de métodos anticonceptivos, prohibidos en aquella época por las Leyes de Comstock. Sin embargo, su legado no está exento de <a href="http://cfss.indstate.edu/debspams/b620b5_1918.pdf">controversias</a> por sus conexiones con el movimiento eugenésico. </p>
<h2>Del uso de anticonceptivos a la reproducción asistida</h2>
<p>En la misma línea, <strong>Marie Stopes</strong> (1880-1958) fue la primera mujer doctorada en la Universidad de Manchester y defensora de los derechos de las mujeres. Publicó uno de los primeros manuales modernos que explicaban el uso de métodos anticonceptivos. En su libro <em>Married Love</em> (1918) hablaba sobre la sexualidad femenina, la exploración física y mental y la igualdad entre hombres y mujeres, hecho por el cual fue censurado. Pero su faceta combativa convivía con sus intenciones <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2157852/">a favor de la eugenesia y de un ideal supremacista</a>. </p>
<p>En el mundo de la realeza, <strong>Marie Bonaparte</strong> (1882-1962) fue una princesa francesa que rechazó el rol de sumisión femenina. Sintió curiosidad por su propio cuerpo y buscó respuestas para explicar el placer sexual femenino. Realizó <a href="https://academic.oup.com/hwj/article-abstract/65/1/23/640540">estudios</a> sobre la estimulación del clítoris y el orgasmo y en 1950 publicó su libro <em>Sexualidad femenina</em>. Es considerada una mujer revolucionaria y precursora de la investigación sexual, en una etapa en la que esta esfera seguía siendo muy patriarcal. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=781&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/456056/original/file-20220404-12-kaiu4g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=981&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Educación Sexual</em> (Hildegart Rodríguez Carballeira, 1931).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Educaci%C3%B3n_Sexual_por_Hildegart._1931.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p><strong>Hildegart Rodríguez Carballeira</strong> (1914-1933) era concebida como modelo de mujer del futuro. A los 11 años ya impartía conferencias sobre sexualidad y feminismo. Era defensora del aborto y de la educación libre. Destacaba su <a href="https://muse.jhu.edu/article/45326">activismo</a> en el movimiento por la emancipación de la mujer y fue elegida como secretaria de la ‘Liga Española para la Reforma Sexual’. </p>
<p>El logro de <strong>Miriam Menkin</strong> (1901-1992) al realizar la primera fertilización de un óvulo <em>in vitro</em> en 1944 marcaría el comienzo de una nueva era reproductiva. En este ámbito también destaca <strong>Jean Purdy</strong> (1946-1985), enfermera y embrióloga británica pionera en el tratamiento de la fertilidad. Ella fue la encargada de transferir el embrión en estado de blastómero al útero materno, pero tristemente <a href="https://europepmc.org/article/med/9615566">su contribución jamás fue reconocida públicamente</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=755&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=755&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=755&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=949&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=949&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/456058/original/file-20220404-20-5zcl9p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=949&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Shere Hite en 1981.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Shere_Hite.jpg">Wikimedia Commons / Bernard Gotfryd</a></span>
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<h2>Anatomía del clítoris y otros mitos</h2>
<p>El <a href="https://tallirosenbaum.com/wp-content/uploads/2019/10/shere-hite-the-hite-report.pdf">libro</a> <em>El informe Hite</em> (1976) es una obra clave del feminismo y la sexualidad. Cuenta la historia de <strong>Shere Hite</strong> (1942-2020), la mujer que se atrevió a preguntar lo que nadie había preguntado antes. Consiguió que 3 500 mujeres escribieran sobre sus experiencias sexuales. Desmintió uno de los grandes mitos de la sexualidad, que decía que la mayoría de mujeres solo podían alcanzar el orgasmo a través del coito. Su insistencia en que se escuchara a las mujeres fue innovadora, rompió tabúes y escandalizó al mundo heteronormativo.</p>
<p><strong>Helen O’Conell</strong> (1962), especializada en urología, fue la primera mujer en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0022534701685720">describir la anatomía completa del clítoris</a>, su vascularización e inervación. Sus investigaciones han estado centradas en el único órgano humano diseñado para el placer, mostrando cuál es la forma y el tamaño de cada uno de sus componentes.</p>
<p>La sexualidad femenina <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1698031X08756838">había estado encerrada en la vergüenza y el desconocimiento</a> desde el principio de los tiempos, pero ellas rompieron con las normas establecidas, promoviendo una sexualidad más igualitaria y libre. Con sus discursos consiguieron que la diferencia sexual entre hombres y mujeres no fuera ignorada. Además, se negaron a aceptar la idea de que las mujeres solo debían complacer a los hombres y no experimentar placer.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178960/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sagrario Gomez Cantarino recibe fondos para el proyecto 'Educando en Sexualidad: Avance para la Salud Europea (EdSex)', aprobado por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE). Dicho proyecto se desarrolla en las universidades de Évora y Santarém (Portugal), Reggio Emilia (Italia), y Seattle (Estados Unidos), bajo el liderazgo de la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha), dentro del estudio Historia, Salud y Género, España-Portugal-Brasil (HISAG-EPB).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Inmaculada García-Valdivieso Jiménez recibe fondos del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE). </span></em></p>En asuntos como el placer femenino, la maternidad libre, el uso de anticonceptivos o la reproducción asistida, las mujeres también fueron pioneras.Sagrario Gomez Cantarino, Profesora Contratada Doctora de Enfermería del Campus de Toledo, Universidad de Castilla-La ManchaInmaculada García-Valdivieso Jiménez, Graduada en Enfermería. Grupo de Investigación Enfermería, Dolor y Cuidados (ENDOCU), Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1708502021-11-01T20:19:47Z2021-11-01T20:19:47ZEl descubrimiento de la píldora anticonceptiva: una enorme conquista social del siglo XX<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/429336/original/file-20211029-21-1eafsy8.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C0%2C1020%2C820&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Mujeres esperando ser atendidas en la puerta de la primera clínica de control de la natalidad en Estados Unidos (Clínica Sanger en Amber Street, Brooklyn), en octubre de 1916, que acabaría convirtiéndose en la sede de la American Birth Control League (New York World – Telegram).
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Sanger_Clinic,_46_Amber_Street,_Brooklyn.jpg">Library of Congress</a></span></figcaption></figure><p>Los intentos por ejercer un certero <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10342089/">control de la fertilidad</a> han acompañado al ser humano desde que se tornó en un ser social. En algunas de las primeras fuentes escritas de las que se tiene constancia, como el papiro de Ebers (1550 a. e. c.), ya aparecen referencias a diferentes métodos anticonceptivos. Los autores clásicos, como Aristóteles, Plinio el Viejo y Dioscórides, también se remiten en sus obras al control de la fertilidad. </p>
<p>Sin embargo, la enorme variedad y cantidad de métodos propuestos ha sido fruto en muchas ocasiones de la más absurda superchería. Alguna ha sobrevivido incluso hasta nuestros días. Además, la disponibilidad de métodos anticonceptivos ha sido fuente de numerosas polémicas sociales, ya que algunos sectores consideraban el control de la natalidad como algo inmoral y obsceno.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=379&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/429329/original/file-20211029-25-1pke5xt.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tarjeta postal de principios del siglo XX, con una temática sarcástica sobre el control de la natalidad.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:VictorianPostcard.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>Avances en el conocimiento del aparato genital femenino</h2>
<p>La demostración científica de que la ovulación tiene lugar 14 días antes de la siguiente menstruación fue efectuada, de forma casi simultánea e independiente, por el <a href="https://naukas.com/2018/04/07/unico-controvertido-metodo-anticonceptivo-recibio-visto-bueno-del-vaticano/">austriaco Hermann Knaus, en 1929, y el japonés Kyusaku Ogino, en 1930</a>. Que la concepción fuera más probable hacia la mitad del ciclo menstrual ya había sido apuntado en 1843 por el médico francés Adam Raciborski, quien observó que las mujeres que contraían matrimonio justo después de su menstruación podían quedar embarazadas en ese mismo ciclo; mientras que cuando la ceremonia tenía lugar algún tiempo después de la menstruación, los embarazos ocurrían durante el ciclo siguiente. </p>
<p>Pero la cuestión estribaba en conocer los <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0140673651924476?via%3Dihub">mecanismos fisiológicos</a> por los que tenían lugar estos eventos.</p>
<p>El anatomista holandés <a href="https://www.historiadelamedicina.org/graaf.html">Regnier de Graaf</a> describió por primera vez los folículos ováricos a mediados del siglo XVII. No sería hasta 1896 cuando se implicó a las hormonas presentes en dichos ovarios en el funcionalismo general de aparato reproductor gracias a las investigaciones del ginecólogo vienés Emil Knauer. </p>
<p>Knauer ideó un curioso procedimiento consistente en <a href="https://rep.bioscientifica.com/view/journals/rep/136/6/671.xml">extraer los ovarios</a> a ratas maduras e implantarlos en la cavidad abdominal de ratas jóvenes previamente castradas. Estas comenzaron a desarrollar las características morfológicas de las ratas maduras con gran rapidez. Knauer explicó que estos cambios se debían a algún tipo de “fermento generativo” desconocido secretado por los ovarios. </p>
<p>Con el tiempo se fue concluyendo que los ovarios generaban una gran variedad de sustancias bioquímicas desconocidas que, tras liberarse al torrente sanguíneo, ejercían la función de <em>mensajeros</em>. Estos transmitían <em>órdenes</em> a una serie de órganos diana, donde luego se producían diversos efectos. Hacia 1905, estos mensajeros fueron denominados “hormonas” (del griego, “incitado a la actividad”).</p>
<p>En 1928, los norteamericanos George Corner y William Allen identificaron una hormona que favorecía la implantación del óvulo y el posterior embarazo, a la cual le dieron el nombre de <a href="https://www.jstor.org/stable/1661317">“progesterona”</a> (“gestare”, dar a luz). El año siguiente, el también norteamericano Edward Doisy identificó, en el fluido folicular obtenido de cerdos, la hormona que inicialmente había estudiado Knauer, a la que denominó <a href="https://www.jbc.org/article/S0021-9258(19)66427-6/fulltext">estrógeno</a> (“oistros”, deseos locos; “gennein”, engendrar).</p>
<h2>La entrada en acción de la farmacología</h2>
<p>Tras el descubrimiento de las hormonas que regulaban el ciclo menstrual, denominadas hormonas sexuales, tendrían lugar dos grandes descubrimientos en el ámbito farmacológico que marcarían el posterior desarrollo de la anticoncepción hormonal. </p>
<p>En 1937 los investigadores alemanes Walter Hohlweg y Hans H. Inhoffen, de la compañía <a href="https://www.referenceforbusiness.com/history2/55/Schering-AG.html">Schering AG</a>, sintetizaron el primer derivado estrogénico que podía ser administrado por vía oral, el etinilestradiol. </p>
<p>En 1944 el químico Russell Marker produjo progesterona a partir de un compuesto aislado de la raíz de la especie mexicana <em>Dioscorea macrostachya</em>, también conocida como “cabeza de negro”. Rápidamente diversos <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-74342004000200009">derivados de la progesterona</a> se fueron sintetizando, como la etisterona, la noretindrona y el noretinodrel.</p>
<p>Sin embargo, las impulsoras reales del desarrollo de la píldora anticonceptiva fueron dos mujeres nortamericanas militantes de diversos movimientos feministas para la defensa de los derechos civiles: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Sanger">Margaret H. Sanger</a>, una enfermera pionera del movimiento estadounidense para el control de la fertilidad, y la filántropa <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Katharine_McCormick">Katherine D. McCormick</a>. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=882&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=882&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=882&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1108&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1108&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/429333/original/file-20211029-13-1tyurkg.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1108&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Gregory Goodwin Pincus (1903-1967), considerado el padre de la píldora anticonceptiva.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Wikimedia Commons</span></span>
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<p>Ambas, conscientes de los problemas sociales y poblacionales generados por la falta de planificación e información en este campo, soñaron con el desarrollo de un anticonceptivo oral que fuera tan accesible “como una aspirina”. Asesorada por Sanger, McCormick se puso en contacto con el prestigioso endocrinólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gregory_Goodwin_Pincus">Gregory G. Pincus</a>, una de las máximas autoridades de la época en biología reproductiva. </p>
<p>Tras extensas conversaciones, McCormick le encargó el desarrollo de un anticonceptivo de tipo “farmacéutico”. Así pues, en 1951 comenzaron las investigaciones que conducirían a la creación de la primera píldora anticonceptiva. Pincus, quien había utilizado la progesterona en sus experimentos con conejos, comenzó a trabajar con John Rock, un ginecólogo con experiencia en mujeres con trastornos de fertilidad. Ambos condujeron un estudio con noretinodrel en 50 mujeres voluntarias, ninguna de las cuales presentó ovulación. </p>
<p>El nuevo fármaco inhibía la ovulación.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=412&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/429330/original/file-20211029-27-1nxrxbq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Margaret Sanger (1879-1966), enfermera activista a favor de la educación sexual y fundadora de la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad (A) y Katharine McCormick, filántropa estadounidense, sufragista y ferviente defensora de los derechos de la mujer (B).</span>
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</figure>
<p>Los primeros estudios clínicos con este fármaco fueron realizados en 1956 por Celso Ramón García y Edris Rice-Wray, en Puerto Rico, y confirmaron que la dosis de 10 mg/día de noretinodrel ejercía efectos anticonceptivos. Estos autores decidieron asociarle un estrógeno (mestranol), con lo que <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16334417/">nacieron los anticonceptivos orales</a> combinados. Sin embargo, su tolerabilidad no era buena, lo que obligó a efectuar nuevos ensayos, con mejores resultados, en México y Haití. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=971&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=971&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=971&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1221&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1221&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/429335/original/file-20211029-15-6m55gk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1221&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Envase de 1960 de Enovid®, el primer anticonceptivo hormonal oral, comercializado por G.D. Searle & Co.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.pbs.org/wgbh/americanexperience/features/pill-gallery/">PBS</a></span>
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<p>Pasarían varios años antes de que el preparado fuese comercializado como anticonceptivo, pues la idea de que una mujer sana tomara diariamente un medicamento de esta naturaleza hormonal para evitar la concepción parecía aberrante. Finalmente, la FDA nortemericana aprobó oficialmente este medicamento de la compañía farmacéutica G.D. Searle & Co., a base de 10 mg de noretinodrel y 0,15 mg de mestranol, en mayo de 1960, con el nombre comercial de Enovid. </p>
<p>En Europa, la primera píldora anticonceptiva, Anovlar (4 mg de noretisterona y 0,05 mg de etinilestradiol), fue aprobada en 1961 y comercializada por Schering AG, inicialmente en Alemania.</p>
<h2>Una de las mayores conquistas sociales de la mujer</h2>
<p>Desde el mismo día en que se comercializó por primera vez la píldora anticonceptiva, el 18 de agosto de 1960 en Estados Unidos, comenzó una revolución silenciosa que paulatinamente fue modificando algunos de los pilares que sustentaban el entramado social y cultural. Por primera vez, la mujer disponía de herramientas para planificar su futuro y era libre para decidir los hijos que quería tener y en qué momento. En suma, tenía el control de su propio cuerpo, lo que suponía una liberación sexual de gran calado social, que posibilitaría su incorporación masiva al mercado laboral y unas mejoras indudables de su calidad de vida.</p>
<p>Hasta mediados de la década de 1970 no se generalizó el uso de estos preparados en Europa; una década más tarde en España, por su situación política. Sin embargo, su introducción clínica <a href="https://books.google.es/books?id=WDowdxZVqDwC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false">no estuvo exenta de problemas</a>, generalmente de tipo ético, como la oposición abierta de organizaciones religiosas y las campañas de descrédito por parte de ciertos sectores de la sociedad, que destacaron los perniciosos efectos que tenían sobre la salud de la mujer, básicamente un aumento del riesgo cardiovascular y de cáncer de mama, y su influencia en el descenso de la natalidad.</p>
<p>El futuro de la anticoncepción hormonal continúa, incluso en la actualidad, abierto al debate, con la comercialización de nuevos preparados que “eliminan” definitivamente la menstruación o la reducen a tres periodos al año, o la anticoncepción hormonal masculina. Pero, a pesar de las enormes controversias que ha generado, de lo que no cabe duda es de que la píldora anticonceptiva ha sido uno de los elementos más destacados de la revolución sociocultural del siglo XX.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/170850/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Por primera vez, la mujer disponía de herramientas para planificar su futuro y era libre para decidir los hijos que quería tener y en qué momento.Francisco López-Muñoz, Profesor Titular de Farmacología y Vicerrector de Investigación y Ciencia de la Universidad Camilo José Cela, Universidad Camilo José CelaJose Antonio Guerra Guirao, Profesor de Farmacología y Toxicología. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid., Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1671472021-09-29T19:16:49Z2021-09-29T19:16:49Z¿Cómo se atiende a la diversidad sexual en la consulta de ginecología?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423030/original/file-20210923-26-3j8hl2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C821%2C3675%2C2397&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/restroom-sign-that-blank-underneath-gender-473337262">Shutterstock / John Arehart</a></span></figcaption></figure><p>Cuando Sofía, una mujer de 28 años, llegó a la consulta, su ginecóloga le hizo varias preguntas. “¿Mantiene relaciones sexuales?” Respondió que sí. “¿Qué hace para no quedarse embarazada?” Esta última le resultó más difícil. “Nada”, confirmó a pesar de la confusión que le había generado esta cuestión. “¿Está buscando un embarazo?”, continuó la profesional sanitaria. “No”, concluyó Sofía. </p>
<p>Probablemente no sea la única paciente que haya sentido que no se estaban atendiendo adecuadamente sus necesidades en la consulta, pues en algunas ocasiones también los profesionales de la ginecología caemos en la “presunción de heteronormatividad”, incluso formando parte del colectivo LGTBIQ+.</p>
<h2>La heteronormatividad, un obstáculo para la sexualidad inclusiva</h2>
<p>Muchas veces, sin ni siquiera darnos cuenta, asumimos la heteronormatividad y olvidamos que las personas que acuden a la consulta de ginecología pueden no responder a un modelo socialmente aceptado. Por ejemplo, una mujer con genitales femeninos, cuya orientación sexual se dirige hacia los hombres y cuya identidad de género se corresponde con el sexo asignado al nacer.</p>
<p>Afortunadamente, cada vez existe <a href="http://www.sagij.org.ar/index.php/publicaciones/revista-sagij/ano-2017-n-1/141-profesionales/publicaciones/revista-numero-actual/ano-2017-n-1/1480-abordaje-de-la-consulta-ginecologica-desde-la-perspectiva-de-la-diversidad-sexual-y-corporal">más sensibilización</a> e interés por parte de los profesionales de la salud, lo que ha permitido que empecemos a formarnos en sexualidad. </p>
<p>En ella se engloba la orientación sexual, identidad de género, expresión de género, distintos modelos de familia y, en general, la gran diversidad sexual que nos encontramos en la consulta de ginecología y que algunas veces nos cuesta reconocer.</p>
<h2>Cómo hablar de anticoncepción de manera inclusiva</h2>
<p>Está demostrado que existen muchos tipos de relaciones sexuales. Por eso, a la hora de asesorar, por ejemplo, sobre anticoncepción o sobre el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) es importante que aprendamos a <a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262020000400351">ser lo más inclusivos posible</a>. Es fundamental evitar juicios de valor e ir más allá de las etiquetas, de la esperada normatividad y que se personalice la entrevista entre médico y paciente.</p>
<p>Es necesario porque todavía existen muchos tabúes sobre la diversidad sexual. En este contexto, los profesionales de la salud tenemos una gran responsabilidad, tanto individual como social, para trabajar sobre los mitos y las falsas creencias, la mayoría de las veces generadas por desconocimiento y miedo.</p>
<p>Por ejemplo, no es habitual informar a las mujeres que tienen relaciones eróticas con otras mujeres sobre los métodos de protección que se pueden usar para las relaciones sexuales con o sin penetración, ni dónde o cómo se pueden adquirir. Incluso olvidamos asesorar sobre el uso seguro, el cuidado y la higiene de los juguetes eróticos tanto en solitario como en pareja.</p>
<h2>La información sobre ITS debe ser accesible a cualquier persona</h2>
<p>Otro de los mitos más frecuentes es pensar que las mujeres que mantienen relaciones sexuales con otras mujeres no tienen riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS). Tampoco se conoce que estas deben someterse de la misma forma al cribado del cáncer del cuello de útero. </p>
<p>Una forma de iniciar este proceso de integración y de afianzar la relación médico-paciente es preguntando claramente y sin miedo con quién tiene relaciones eróticas y qué tipo de prácticas sexuales mantiene o ha mantenido.</p>
<p>Esto nos permitiría individualizar las recomendaciones y facilitar que la persona que acude a consulta se <a href="https://theconversation.com/hablamos-de-sexo-cuando-acudimos-a-la-visita-ginecologica-155609">pueda expresar y preguntar</a> sus dudas abiertamente.</p>
<h2>La transexualidad en la consulta de ginecología</h2>
<p>Obviamente, también debemos tener en cuenta la inclusión de las personas trans en nuestra entrevista, independientemente de que hayan realizado o no cirugía de reasignación de sexo. De esta forma, podremos estar atentos a sus revisiones genitales o cribados poblacionales como el de cáncer de mama o de cérvix.</p>
<p>Con respecto a la transexualidad, hay que admitir que, aunque en los últimos años haya empezado un proceso de despatologización de la misma (tal y como ocurrió anteriormente con la homosexualidad), todavía quedan muchos objetivos que alcanzar. </p>
<p>La comprensión y el estudio de la transexualidad nos llevan a cuestionarnos muchos modelos sociales que en ocasiones demuestran ser claramente obsoletos y que limitan el desarrollo pleno y la salud de todas las personas.</p>
<p>Independientemente del <a href="https://theconversation.com/consideraciones-sobre-el-borrador-de-anteproyecto-de-ley-para-la-igualdad-real-y-efectiva-de-las-personas-trans-154674">debate político actual</a>, está claro que las personas trans se encuentran en muchos casos en situaciones de desigualdad y exclusión. </p>
<p>En este sentido, dentro del Servicio Sanitario Público nuestro deber es facilitar y acompañar en un proceso asistencial integrado y multidisciplinar. Tanto para quien desee modificar su imagen corporal como para obtener apoyo emocional o simplemente cambiar sus datos de identificación de paciente.</p>
<h2>Igualdad de derechos real para la comunidad LGTBIQ+</h2>
<p>Todavía vivimos en un sistema fundamentalmente binario, en el cual los matices muchas veces no son bien recibidos e incluso generan prejuicios. Por eso, trabajar desde la empatía con las personas que acuden a nuestras consultas es fundamental. </p>
<p>La <a href="https://www.caladona.org/grups/uploads/2014/02/butler-judith-deshacer-el-genero-2004-ed-paidos-2006.pdf">orientación sexual</a> es un claro ejemplo de ello, pues puede ser fluida y cambiante. Esto hace que en muchas ocasiones las personas no se sientan identificadas con ninguna de las etiquetas socialmente asignadas.</p>
<p>Nos encontramos todavía al principio de un largo proceso y queda mucho por luchar, pero afortunadamente se está desarrollando un marco nacional e internacional que vela por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y que rechaza cualquier forma de prejuicio y discriminación.</p>
<p>No se trata de ideología, ni de creencias o de filosofía, se trata de tener una adecuada formación en una disciplina muy amplia como es la Sexología. Nuestro objetivo es cuidar de la salud de las personas desde una perspectiva integral e inclusiva. La finalidad es ser parte de un sistema sanitario público y universal, que respete la diversidad sexual, que luche abiertamente en contra de la homofobia y la transfobia y reivindique igualdad real para todos sus pacientes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/167147/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Chiara di Giovanni no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los profesionales de la ginecología deben ir más allá de la esperada heteronormatividad y personalizar las entrevistas con sus pacientes para trabajar los mitos y las falsas creencias que les rodean.Chiara di Giovanni, Médico especialista en ginecología y obstetricia, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1566562021-03-18T18:57:32Z2021-03-18T18:57:32ZPíldora anticonceptiva: todo lo que debe saber antes de tomarla<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390116/original/file-20210317-21-in9kc2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4913%2C3253&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/oral-contraceptive-pill-on-pharmacy-counter-430861753">Shutterstock / areeya_ann</a></span></figcaption></figure><p>Después de pasar varios años con la píldora anticonceptiva, Julia le comentó a su ginecóloga que, a pesar de que no tenía ningún problema en tomarla, había dejado de hacerlo. Tomó está decisión porque tenía entendido que era recomendable realizar algún descanso para “limpiar el cuerpo de hormonas”.</p>
<p>Estos testimonios, entre otros muchos argumentos de distinta índole, se repiten constantemente en las consultas médicas. Las <a href="https://theconversation.com/tiene-la-pildora-femenina-los-dias-contados-133470">dudas son frecuentes</a> a pesar de la larga trayectoria que tiene este medicamento, que <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/13545267/">fue aprobado en el año 1960</a> en Estados Unidos y Europa. </p>
<p>En aquel momento, empezó una revolución que incidiría en la vida de millones de mujeres de todo el mundo. De hecho, pocos acontecimientos en la historia de la investigación farmacológica han tenido efectos tan profundos sobre aspectos como la libertad en la sexualidad y la reproducción. </p>
<h2>Cómo elegir el mejor anticonceptivo</h2>
<p>Según la definición de la OMS, “la Salud Sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia”. El uso de anticonceptivos (hormonales o no) incide directamente en este concepto y, por tanto, su utilización es una opción de salud.</p>
<p>Sin embargo, a pesar de la elevada experiencia y la gran cantidad de estudios publicados, parece haber mucho ruido científico de mala calidad y dificultad para que la población obtenga información basada en evidencia sólida.</p>
<h2>Cómo escoger el mejor anticonceptivo</h2>
<p>Si bien el <a href="https://theconversation.com/tiene-la-pildora-femenina-los-dias-contados-133470">abanico de posibilidades</a> es amplio, no todos reúnen las mismas características. Desafortunadamente, no existe un anticonceptivo perfecto. Todos pueden tener efectos secundarios o consecuencias negativas para la salud, con excepción del preservativo.</p>
<p>Además de la comodidad que cada mujer experimenta con los distintos tipos de anticonceptivos, el factor más importante a tener en cuenta es su composición. Los anticonceptivos más populares combinan estrógeno y gestágeno. La eficacia, es decir la anovulación que evitará el embarazo, depende del gestágeno, mientras que la seguridad (consecuencias negativas para la salud) depende del estrógeno.</p>
<p>Existen varias razones para combinar el gestágeno y el estrógeno en un anticonceptivo, si bien la principal es el <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8178898/">control del ciclo menstrual</a>. Este es un punto importante para las mujeres que quieren asegurarse de que el método no ha fallado y no se han quedado embarazadas. Además, esta composición evita los sangrados imprevistos que pueden afectar negativamente la calidad de vida. </p>
<h2>Efectos beneficiosos de los anticonceptivos</h2>
<p>Con la combinación de estrógeno y gestágeno se obtienen otros resultados beneficiosos (no contraceptivos) que no aumentan los efectos adversos. Entre ellos, se incluyen la disminución del sangrado menstrual, disminución de la dismenorrea y síndrome premenstrual, disminución del acné y del hirsutismo. </p>
<p>Además, se ha demostrado que las píldoras con ambos compuestos previenen patologías como el <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19879809/">cáncer ovárico y de endometrio (útero)</a> y <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6494634/">endometriosis</a>. También se ha observado que este método anticonceptivo se asocia a una <a href="https://www.medscape.com/answers/256448-25896/how-do-contraceptives-affect-the-incidence-and-severity-of-pelvic-inflammatory-disease-pid">menor incidencia de la enfermedad inflamatoria pélvica</a> debido a los cambios en las características del moco cervical, si bien no evitan la infección por chlamydias o gonococo.</p>
<p>Por último, la píldora también <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28951977/">suele recomendarse para tratar el síndrome de ovario poliquístico</a> o SOP (anovulación crónica), el cual se asocia al ciclo menstrual irregular. No obstante, es un tratamiento sintomático (no trata la causa del problema puesto que esta es todavía desconocida y en cualquier caso es multifactorial), por lo que, al dejar de tomarla, los síntomas reaparecen. </p>
<p>Aunque los anticonceptivos más populares combinan estos dos componentes, disponemos de otras formas con solo gestágeno, de eficacia altamente probada, ya que la eficacia frente al embarazo solo depende de este último. Entre ellos, encontramos la píldora de solo gestágeno (conocida como minipíldora), implantes subdérmicos o el dispositivo intrauterino que libera levonorgestrel (DIU-LNG). Pero hay que recordar que con esta composición <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26073333/">puede producirse cierta irregularidad menstrual</a>.</p>
<h2>Efectos secundarios de la píldora</h2>
<p>A lo largo de los años, la investigación ha permitido reducir la dosis de estrógeno y, a partir de la década de los 70, se han introducido anticonceptivos con gestágenos de nueva generación. La principal finalidad es mantener la eficacia y el control del ciclo sin los posibles efectos secundarios, entre ellos encontramos: </p>
<ol>
<li><p><strong>Sangrado intermenstrual.</strong> Muy poco frecuente si no hay olvidos o interacción con otros fármacos y se produce más con la píldora que solo tiene gestágenos.</p></li>
<li><p><strong>Náuseas.</strong> Están relacionadas con los niveles hormonales de estrógenos y progesterona, tal y como sucede en el embarazo. Suele desaparecer a los 3 meses del inicio.</p></li>
<li><p><strong><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26708301/">Aumento de peso</a>.</strong> Los primeros meses puede notarse un aumento de entre 2 y 3 Kg asociado a la <a href="https://www.medigraphic.com/pdfs/ginobsmex/gom-2020/goms201c.pdf">retención de líquidos</a>. Si el aumento es superior, probablemente se deba a un cambio en los hábitos dietéticos y de ejercicio.</p></li>
<li><p><strong>Cambios de humor o depresión.</strong> Estos pueden producirse por los efectos hormonales a nivel cerebral relacionados principalmente con la progesterona, tal y como ocurre en el embarazo. Sin embargo, la depresión es multifactorial y es muy difícil realizar estudios bien diseñados para evaluar este problema. </p></li>
<li><p><strong>Disminución del deseo sexual.</strong> Algunas mujeres piensan que la píldora <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4868075/">disminuye el deseo sexual</a>, algunas no notan diferencia y otras mejoran su deseo ya que no existe el riesgo de embarazo. Si realmente la disminución de la libido es un problema, podrían considerar tomar un combinado con gestágeno tipo levonorgestrel o norgestrel, cuyo perfil androgénico es mayor que el de otros gestágenos.</p></li>
<li><p><strong>Cefalea.</strong> Algunas mujeres que ya suelen tener cefalea en la fase premenstrual pueden presentar cefalea más severa tomando un anticonceptivo hormonal combinado (ACH). Otras mujeres, que no tenían migraña, pueden experimentarla. Por último, hay quienes sienten una disminución de estos dolores. Se aconsejan los anticonceptivos con solo gestágenos en las mujeres que, aun con la dosis baja de estrógenos, no mejoran.</p></li>
<li><p><strong>Problemas vasculares.</strong> La investigación es muy extensa y los estudios concluyen que con las bajas dosis de estrógeno que tienen las píldoras actuales, el <a href="https://www.bmj.com/content/350/bmj.h2135">riesgo de problemas vasculares</a> (trombosis) es muy bajo y se presentaría principalmente en mujeres con antecedentes de tensión arterial alta y fumadoras.</p></li>
</ol>
<p>Finalmente, dos apuntes sobre el <strong><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0002937817301795">cáncer de mama</a>.</strong> Si bien los estrógenos estimulan la proliferación del epitelio de la glándula mamaria, no existe evidencia categórica de que <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14662049/">la ACH aumente el riesgo de cáncer de mama</a>. Pero hay otros estudios que sí han observado que las mujeres que tomaban anticonceptivos orales a largo plazo <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12433714/">tenían un riesgo más alto de cáncer de mama</a> que las que nunca los habían usado. Hacen falta más estudios controlados randomizados (con alta evidencia científica) para demostrar dicha asociación.</p>
<p>Los problemas de fertilidad relacionados con la píldora también causan dudas en algunas pacientes que acuden a las consultas de ginecología. Sin embargo, los anticonceptivos no afectan a la fertilidad de las mujeres ya que el ovario se forma con millones de ovogonias en la vida fetal. Dichas ovogonias (células germinales), se van consumiendo por un proceso llamado atresia, que no se detiene en ningún momento de la vida reproductiva de la mujer. Ni en el embarazo, ni tomando anticonceptivos.</p>
<p>Una vez explicadas las ventajas y desventajas que tienen los anticonceptivos, las mujeres pueden decidir qué anticonceptivo les conviene más. Antes de tomar la decisión, es importante que una persona profesional de la salud efectúe una historia clínica para comprobar los antecedentes personales de enfermedades cardiovasculares, tabaquismo y obesidad de cada paciente. Por último, respecto a la duración, la principal duda que experimentaba Julia al principio del articulo, si no existe tabaquismo ni patología que la contraindique, puede tomarse hasta la premenopausia, sin necesidad de “descansos”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156656/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Beatriz Roca Comella no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las dudas sobre los efectos secundarios de los anticonceptivos para mujeres llegan a las consultas ginecológicas. Esto es lo que debemos saber antes de tomarla.Beatriz Roca Comella, Doctora en Medicina y Cirugia. Ginecologa del Consorci Sanitari de Terrassa., Consorci Sanitari de TerrassaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1535142021-02-05T21:04:55Z2021-02-05T21:04:55Z¿Por qué la gente tiene más hijos en el norte de Europa que en el sur?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/382710/original/file-20210205-23-ak2puy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C0%2C5988%2C3998&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La fecundidad es generalmente alta en el norte de Europa y baja en el sur de Europa.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.pexels.com/fr-fr/photo/famille-de-quatre-marchant-dans-la-rue-2253879/">Pexels / Emma Bauso</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>En <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/fr/data/database">Europa</a>, cada mujer da a luz a 1,6 hijos en promedio. Sin embargo, este promedio oculta variaciones considerables de un país a otro. Las mujeres en España, con 1,26 hijos de media, se encuentran entre las menos fecundas de Europa, mientras que las de Francia, con 1,84 hijos, se encuentran en el extremo superior del espectro. Pero, ¿cómo varía la fecundidad dentro de Europa y qué explica estas diferencias entre países?</p>
<h2>Alta fecundidad en el norte de Europa, baja en el sur</h2>
<p>La fecundidad es generalmente alta en el norte de Europa y baja en el sur (Figura 1). Esta división norte-sur ya era visible hace dos o tres décadas (figura 2), lo que sugiere que se debe a mecanismos profundamente arraigados y no a factores económicos.</p>
<p>Uno de los primeros mecanismos son las políticas familiares, presentes en todos los países europeos. Estas políticas tienen como objetivo ayudar a las familias con niños y permitir que los padres (en particular las madres) trabajen, ya sea a través de subvenciones, permiso parental después del parto y servicios de cuidado para niños pequeños.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=445&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=445&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=445&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=559&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=559&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/382712/original/file-20210205-23-tit5ra.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=559&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Variaciones en la tasa global de fecundidad en Europa (2018).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaborado por Gilles Pison, 2020</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<figure class="align-right zoomable">
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<figcaption>
<span class="caption">Tasas global de fecundidad en los 28 países de la Unión Europea en 2000 y 2018.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaborado por G. Pison, 2020</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, la inversión en servicios y financiación varía entre países, representando alrededor del 1,5% del PIB total en 2015 en los países del sur de Europa y más del doble en los del norte, alrededor del 3,5%.</p>
<p>Los gastos asociados con los permisos de paternidad o maternidad son mucho más altos en los países del norte, no tanto por la duración de la licencia, la cual puede ser larga en los países del sur, sino por el monto de la paga, que es significativamente menor en el sur que en el norte. </p>
<p>La oferta de servicios formales de cuidado infantil también está mucho más desarrollada en el norte, y la proporción de niños pequeños atendidos por personas que no son familia ni parientes es mucho mayor.</p>
<h2>¿Serían natalistas los países nórdicos?</h2>
<p>¿El importante apoyo brindado a las familias en los países del norte significa que estas últimas sean más propensas a traer hijos al mundo? En el caso de estos países, las políticas familiares no pretenden incrementar el número de nacimientos, sino permitir a los padres conciliar trabajo y familia.</p>
<p>Estos países buscan en particular promover el trabajo de las mujeres. Las tasas de participación de las mujeres en la fuerza laboral en dichos países pueden ser las más altas de Europa, o incluso del mundo, pero siguen siendo más bajas que las de los hombres. Las políticas de Estado tienen como objetivo reducir estas brechas y, en última instancia, lograr la igualdad de género en el mercado laboral.</p>
<p>Hasta hace unas décadas estaba muy extendida la idea de que las mujeres tenían que quedarse en casa para poder tener más hijos. Sin embargo, es en los países donde las mujeres trabajan más donde tienen más hijos. Las tasas de empleo femenino son más altas en el norte de Europa y más bajas en el sur, y es en el norte donde las mujeres tienen más hijos, y no al revés.</p>
<h2>Desigualdades entre hombres y mujeres: menos marcadas en el norte que en el sur</h2>
<p>En general, lo que parece relevante es la situación de la mujer en relación con el hombre. Y es más desfavorable en el sur: las desigualdades entre hombres y mujeres son más marcadas tanto en el ámbito laboral como en el privado. Por ejemplo, el reparto de tareas entre parejas es menor.</p>
<p>Sin guardería, es imposible que ambos padres trabajen, y uno de ellos debe dejar de hacerlo. Los hombres no se plantean cuidar a su recién nacido más allá de unos pocos días, y las mujeres no quieren una vida de ama de casa como la de sus madres o abuelas; además, las parejas necesitan mantener dos ingresos para mantener su nivel de vida.</p>
<p>Esto es cierto tanto en Europa como en muchos otros países. Por tanto, las parejas retrasan la llegada de un hijo si no pueden conciliar el trabajo y la familia. Al posponer el momento de tener hijos, algunas parejas finalmente se dan por vencidas.</p>
<p>Las políticas familiares en los países del norte de Europa no tienen como objetivo apoyar la fecundidad, como se mencionó anteriormente. Más bien, su fecundidad relativamente alta es una de las consecuencias indirectas, no necesariamente intencionadas inicialmente, de las políticas destinadas a promover la igualdad entre mujeres y hombres.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1114&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1114&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1114&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1400&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1400&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/382711/original/file-20210205-21-1e76c6w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1400&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cambios en la tasa total de fecundidad desde el año 2000 en algunos países europeos y en Estados Unidos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaborado por Gilles Pison, 2020</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<h2>La crisis financiera de 2007-2008 y la disminución de la fecundidad</h2>
<p>La fecundidad se ha mantenido relativamente alta en los países del norte de Europa durante las últimas tres décadas, pero el indicador de fecundidad ha fluctuado. Fue en aumento a principios de la década del año 2000, luego la tendencia se revirtió y el indicador cayó drásticamente después del 2008 (gráfico 3). Esta reversión está vinculada a la crisis financiera de 2007-2008.</p>
<p>La recesión económica y el aumento del desempleo como resultado de la crisis hicieron que el futuro fuera más incierto. Algunas parejas pospusieron sus planes de tener hijos con la esperanza de que llegarían días mejores.</p>
<p>La disminución de la tasa global de fecundidad (TGF) en los últimos años ha variado según los países. En los Estados Unidos, entre el inicio de la crisis en el 2007 y el 2018, la TGF cayó un 23%, de 2,12 hijos por mujer a solo 1,73 (gráfico 3). En el Reino Unido, pasó de 1,96 en el 2008 a 1,68 en el 2018, una caída del 17%. Si bien Francia no es una excepción, la disminución fue menor, menos del 8% entre 2008 y 2018, y comenzó más tarde, ya que los efectos de la recesión económica afectaron al país más lentamente. El impacto de la crisis y los efectos del desempleo probablemente se vieron atenuados por las generosas políticas sociales y familiares en Francia.</p>
<p>La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 será una oportunidad para verificar una vez más el papel amortiguador de las políticas familiares. De hecho, la pandemia y la crisis económica resultante pueden conducir a una disminución de los nacimientos y de la TGF. Si es así, ¿el descenso en Europa será uniforme o más pronunciado en los países que ya tienen la fecundidad más baja? La respuesta llegará en unos meses, cuando nazcan los niños concebidos durante la crisis.</p>
<hr>
<p><em>Este texto es una adaptación de un artículo publicado por el autor en Population & Societies, no. 575, “<a href="https://www.cairn.info/revue-population-et-societes-2020-3-page-1.htm">France: la fécondité la plus élevée d’Europe</a>” , marzo de 2020.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/153514/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gilles Pison a reçu des financements de l'Agence nationale de la recherche française et des National Institutes of Health américains.</span></em></p>La fecundidad es mayor en el norte de Europa que en el sur. Para entenderlo, analizamos las políticas de familia e igualdad y el contexto económico.Gilles Pison, Anthropologue et démographe, professeur au Muséum national d'histoire naturelle et chercheur associé à l'INED, Muséum national d’histoire naturelle (MNHN)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1334702020-04-12T19:55:18Z2020-04-12T19:55:18Z¿Tiene la píldora femenina los días contados?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/327382/original/file-20200412-4017-vbcnnw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C204%2C5439%2C3038&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medicine-woman-menopause-pms-menstruation-estrogen-679079170"> Tero Vesalainen / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando en 1966 apareció en escena la píldora anticonceptiva, ocasionó una revolución femenina, tanto social como sexual. Esto supuso una ventaja para muchas mujeres, que empezaron a controlar de forma cómoda y eficaz su fertilidad y redujeron las probabilidades de embarazo. La píldora empoderó a las mujeres. </p>
<p>De hecho, podríamos afirmar que la aparición de la píldora anticonceptiva ha sido uno de los hitos más importantes en la evolución de la humanidad, porque permitió a las mujeres decidir en qué momento querían tener sus hijos, lo que entre otras cosas les facilitó el acceso al mundo del trabajo remunerado.</p>
<h2>¿Qué son las píldoras anticonceptivas?</h2>
<p>Las píldoras anticonceptivas suponen un aporte exógeno de hormonas –progestágenos bien solos o bien acompañados de estrógenos– que controlan los ovarios y el útero y juegan un papel importante en el ciclo menstrual. Cuando se consumen impiden la ovulación y la penetración de los espermatozoides por alteraciones en el cérvix, a la par que modifican la contractilidad uterina. Todos estos efectos disminuyen la posibilidad de fecundación y, por tanto, de embarazo.</p>
<p>La mayoría de las píldoras combinadas se comercializa en envases que contienen 21, 22 ó 24 pastillas con hormonas, o bien 28 píldoras que incluyen píldoras placebo (de otro color) para los días del ciclo. Se toma una píldora por día, aproximadamente a la misma hora. Las mujeres tienen su período cuando dejan de tomar las píldoras que contienen hormonas. Algunas mujeres prefieren el envase de 28 días, es decir, con las de placebo incluidas. Porque así no se les olvida qué día tienen que volver a empezar el ciclo del nuevo envase.</p>
<p>También existe la minipíldora, una píldora con progesterona a ínfimas dosis que se toma todos los días sin ninguna interrupción. Con un inconveniente, y es que puede resultar un poco menos eficaz para la prevención del embarazo que las píldoras combinadas. </p>
<p>Si es la primera vez que una mujer toma las píldoras, deberá comenzar el primer día de la menstruación y utilizar preservativo durante los primeros 7 días como método barrera. Pasada esa semana, la paciente ya estaría protegida frente a un embarazo solo con la píldora. Aunque de igual manera, para evitar enfermedades de transmisión sexual, se deberían continuar usando preservativos.</p>
<h2>Pros y contras de la píldora</h2>
<p>A favor de la píldora debemos decir que se trata de un método anticonceptivo seguro y efectivo con efectos beneficiosos: ciclos menstruales más regulares y con menos sangrado, un síndrome premenstrual más leve, menos dolor durante la menstruación y disminución del riesgo de quistes de ovarios. </p>
<p>Sin embargo no todo es color de rosa. Las píldoras anticonceptivas pueden generar posibles efectos secundarios. Entre los más comunes destacan:</p>
<ul>
<li><p>Sangrado menstrual irregular, náuseas, dolor de cabeza, mareos, dolor en los pechos o cambios en el estado de ánimo (1 de cada 10 usuarias).</p></li>
<li><p>Vómitos, diarrea, retención de líquidos (1 de cada 100).</p></li>
<li><p>Coágulos de sangre (1 de cada 1000, sobre todo en fumadoras mayores de 35 años).</p></li>
</ul>
<p>Aparte de los efectos adversos que figuran en la ficha técnica de la píldora, se ha observado que su consumo podría <a href="https://cancerres.aacrjournals.org/content/74/15/4078.abstract">predisponer al desarrollo de cáncer de mama</a>, sobre todo de tumores dependientes de estrógenos. Por tanto, hay que prestar especial atención si existen antecedentes en la familia.</p>
<h2>¿Tiene la píldora femenina los días contados?</h2>
<p>En los últimos dos años se ha visto una disminución del 4% en el consumo de la píldora anticonceptiva. Podría ser debido a sus efectos secundarios, a su coste, a la toma de consciencia del cuerpo, al feminismo, e incluso a que no se considera una “píldora vegana”.</p>
<p>Más de la mitad de las mujeres en edad fértil tiene miedo a “hormonarse” y a la posible aparición de los efectos secundarios, como aumento de peso, cambios de humor y, sobre todo, efectos circulatorios. De hecho existe un temor fundado al desarrollo de <a href="https://extranet.who.int/rhl/es/topics/fertility-regulation/contraception/combined-oral-contraceptives-and-venous-thrombosis">trombosis</a>, especialmente en fumadoras con sobrepeso y mayores de 35 años. </p>
<p>Por otro lado, en línea con el empoderamiento de la mujer, hace algunos años se anunció la llegada de una píldora masculina. Sin embargo, al tener una probabilidad del 3% de efectos adversos, se canceló su “puesta al mercado”. A raíz de aquello, cada vez más mujeres pusieron de manifiesto la injusticia de ser nosotras las únicas que nos “hormonemos” y corramos el riesgo de presentar efectos adversos. </p>
<p>Una de las posibles soluciones podría venir de recientes avances genéticos que prometen una alternativa eficiente a la píldora masculina sin recurrir a hormonas, simplemente silenciando los <a href="https://msutoday.msu.edu/news/2017/genetic-advance-for-male-birth-control/">genes que permiten que se produzcan los espermatozoides</a>.</p>
<p>Paralelamente, lo que ha aumentado es el uso de otros métodos anticonceptivos femeninos alternativos como el anillo vaginal o el DIU (dispositivo intrauterino). </p>
<p>El anillo se coloca un día y se retira después de 3 semanas. </p>
<p>En cuanto al DIU, una vez implantado puede permanecer años dentro del útero. </p>
<p>Con estos métodos, además de facilitar el uso, se consigue evitar los olvidos. Además de que podría tener menos efectos adversos y reduciría el <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(17)30247-9/pdf">impacto negativo sobre el bienestar de la mujer</a> que hace poco se ha demostrado que tiene el uso de la píldora anticonceptiva.</p>
<p>¿Significa eso que la píldora tiene los días contados? Quizás las razones que hacen que disminuya su uso sean solo una tendencia. O bien puede que, como la píldora no es tan cómoda como ponerse un anillo o un DIU, sus alternativas evitan olvidos. Tampoco hay que descartar que sea el temor a la posible aparición de efectos adversos el que, a la larga, reduzca su uso. El tiempo nos lo dirá.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133470/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Nadie duda que la aparición de la píldora anticonceptiva fue un hito clave en la evolución de la humanidad. Aunque últimamente ha perdido popularidad, entre otras cosas por sus efectos secundarios.Maria José Zarzuelo Romero, Profesora Máster de Atención Farmacéutica, Universidad de GranadaMaría José Faus Dáder, Miembro de la Cátedra María José Faus Dáder de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1277502019-12-02T20:38:43Z2019-12-02T20:38:43ZÁfrica: Por qué crece tanto la población y cómo cambiar la tendencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/303506/original/file-20191125-74599-63n3o0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5742%2C3802&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/kampala-uganda-circa-november-2016-ugandan-648199864"> emre topdemir / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las tasas de crecimiento demográfico siguen planteando problemas persistentes para los esfuerzos de desarrollo en África. Se espera que la población se <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/full/10.1098/rstb.2010.0133">duplique aproximadamente para el año 2050</a>. Esto añadirá 1.200 millones de personas a los <a href="https://www.un.org/en/sections/issues-depth/population/index.html">1.300 millones</a> que viven actualmente en este continente.</p>
<p>Lo que está impulsando el crecimiento de la población, y lo que se puede hacer para frenar la tendencia, es uno de los temas que se han abordado en la <a href="http://uaps-uepa.org/8th-apc/">8ª Conferencia Africana de Población</a>, recientemente celebrada en Uganda. </p>
<p>Uno de los asuntos centrales del debate ha sido el papel de los estímulos conductuales –intervenciones diseñadas para cambiar el <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/568e/4bc9a69b88f3340e0133299a8e1c6b23327d.pdf?_ga=2.168981537.1279742847.1572539845-1188694526.1572539845%20%22">comportamiento de las personas</a>– y los incentivos para lograr la transición demográfica en África.</p>
<p>Sobre la mesa estaba la siguiente pregunta: ¿Pueden, y deben, utilizarse incentivos y estímulos para efectuar cambios en los patrones de fecundidad? Se consideraron, entre otras, las siguientes cuestiones: las implicaciones éticas de incentivar el comportamiento; si los estímulos encaminados a ello funcionan, y bajo qué condiciones; qué incentivos específicos se recomiendan y a quiénes deben dirigirse y por qué.</p>
<p>La mejor manera de responder a estas cuestiones es considerando los factores clave que impulsan el crecimiento demográfico en África. El principal es la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6386713/pdf/pnas.201717288.pdf">alta fecundidad</a> fomentada por <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4011385/pdf/nihms563684.pdf">múltiples factores</a>, entre ellos el número deseado de miembros en la familia, los bajos niveles de uso de anticonceptivos modernos y los altos niveles de procreación en la adolescencia.</p>
<h2>Los factores principales</h2>
<p>La mujer en África tiene actualmente alrededor de <a href="https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/pdf/fertility/world-fertility-patterns-2015.pdf#page=3">4,7 hijos</a> de media. Esto varía significativamente desde 2,5 hijos en África meridional a entre 5,5 y 5,8 en África central y occidental. El promedio en otras partes del mundo es de 2,2 o incluso menos, y el promedio mundial es de 2,5 hijos por mujer.</p>
<p>Una de las razones por las que las mujeres en África todavía tienen tantos hijos es por la edad en la que se convierten en madres por primera vez, que es más de 4 años antes que el promedio mundial, a los 26. Además, las tasas de natalidad entre las adolescentes son muy altas. En África central y occidental, por ejemplo, son casi <a href="https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/pdf/fertility/world-fertility-patterns-2015.pdf">tres veces superiores</a> al promedio mundial.</p>
<p>El impacto que tiene la maternidad temprana en el rápido crecimiento de la población es habitualmente ignorado, lo que es un error, porque sus efectos sobre la fertilidad son directos ya que un inicio temprano en la maternidad aumenta los años de exposición al embarazo.</p>
<p>También tiene efectos indirectos. En primer lugar, las mujeres que comienzan a procrear pronto pueden ver mermada su capacidad para decidir o negociar sobre su rol reproductivo. También pueden perder oportunidades de desarrollo personal, como la educación formal, porque esta compite directamente con la maternidad.</p>
<p>En segundo lugar, el inicio temprano en la maternidad conduce a diferencias intergeneracionales más cortas, lo que se define como la diferencia de edad entre madres e hijas y que agrava las tasas de crecimiento de la población.</p>
<p>Retrasar el inicio del matrimonio y la maternidad –en la mayoría de los países africanos van unidos– podría reducir considerablemente la tasa de crecimiento de la población. Esto podría ocurrir incluso sin necesidad de cambiar los comportamientos relacionados con la fertilidad.</p>
<p>Otro factor relevante gira en torno a la planificación familiar.</p>
<p>Aproximadamente <a href="https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/pdf/family/WFP2017_Highlights.pdf">una de cada cuatro mujeres</a> del continente tiene una necesidad de planificación familiar no resuelta. Son las mujeres sexualmente activas que desean interrumpir –o retrasar la maternidad al menos un par de años– pero que no utilizan ningún método anticonceptivo moderno. El apoyo a estas mujeres para que logren controlar su fecundidad podría reducir significativamente el crecimiento de la población.</p>
<p>También hay pruebas de que la mitad de las diferencias en la fertilidad entre los países del África subsahariana y las demás regiones se deben a <a href="https://www.guttmacher.org/sites/default/files/article_files/3801512.pdf">diferencias en los programas de planificación familiar y a los entornos sociales</a>. Los cambios en el entorno social pueden facilitar que los anticonceptivos sean más accesibles y reducir así el aumento de la población.</p>
<p>Los entornos sociales pueden modificarse organizando comunitariamente la prestación de apoyo a la planificación familiar, así como la dispensación de anticonceptivos. La disponibilidad de centros de planificación familiar puede estimular el uso de estos servicios incluso entre las mujeres <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4356272/pdf/014.pdf">desfavorecidas</a>, pobres, analfabetas y rurales.</p>
<p>Abordar estas diferencias puede ayudar a conocer las necesidades de las mujeres en África y a reducir considerablemente el incremento de la población.</p>
<h2>Los debates sobre los incentivos en otros países</h2>
<p>A nivel mundial, los esfuerzos para apoyar los cambios en el comportamiento reproductivo han hecho hincapié en el valor de la decisión individual. Sin embargo, en algunos casos se ha intentado llevar a cabo cambios en los comportamientos relacionados con la fecundidad mediante el uso de diferentes incentivos y desincentivos.</p>
<p>En un extremo están las medidas coercitivas. Por ejemplo, <a href="https://www.britannica.com/topic/one-child-policy">la política de hijo único en China</a> o la esterilización involuntaria de mujeres pobres en la <a href="https://slate.com/human-interest/2014/11/sterilization-in-india-11-women-die-in-a-state-sponsored-attempt-at-family-planning.html">India</a>. Pero, la mayoría de los intentos de (des)incentivar los comportamientos de fertilidad son más sutiles. Suelen incluir elementos disuasorios de tipo económico o incentivos para <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3578697/pdf/nihms-389707.pdf">promover la planificación familiar</a> o <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5434945/pdf/SIFP-47-309.pdf">pagar para incrementar la aceptación y aplicación de la planificación familiar</a>. En países como Kenia, Malawi y Zambia se han ensayado programas de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6662603/pdf/SIFP-49-295.pdf">transferencias monetarias</a>.</p>
<p>El uso de incentivos financieros y otros estímulos para lograr cambios no está exento de disensiones. La ética, por ejemplo, es un tema importante y sigue siendo objeto de <a href="https://www.jstor.org/stable/pdf/1966792.pdf?refreqid=excelsior%3Aea1930144bd87f920a30f26d95f0be03">debate</a>.</p>
<p>Las medidas por parte de las autoridades competentes <a href="https://www.jstor.org/stable/1971973?seq=1#metadata_info_tab_contents">deben tener en cuenta</a> el hecho de que generalmente las altas tasas de fecundidad se deben a creencias e interpretaciones religiosas y culturales muy arraigadas.</p>
<p>Otra reflexión de tipo ético tiene que ver con la economía. Los incentivos pueden afectar de manera diferente a las decisiones de una familia pobre y de otra rica. Por lo tanto, es importante no imponer comportamientos que planteen <a href="https://slate.com/human-interest/2014/11/sterilization-in-india-11-women-die-in-a-state-sponsored-attempt-at-family-planning.html">situaciones complicadas</a> para las mujeres, como ocurrió en la India.</p>
<p>Los gobiernos también se enfrentan a dilemas éticos cuando han de optar entre garantizar la protección de los derechos de las personas –y los hijos que desean tener– o, por el contrario, proteger el bienestar de la comunidad, lo que implica unos objetivos de desarrollo que requieren tasas de <a href="https://www.un.org/en/development/desa/population/migration/generalassembly/docs/globalcompact/E_CONF.60_19_Plan.pdf">crecimiento demográfico</a> más lentas.</p>
<p>Es necesario que los responsables legislativos de África apliquen medidas eficaces, prácticas y sólidas éticamente. Y se debe buscar información contextual antes de implementar programas basados en incentivos, que son potencialmente muy controvertidos.</p>
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<p><em>Traducido con la colaboración de <a href="http://www.casafrica.es/">Casa África</a>. Traducción: Marta Hidalgo.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/127750/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Se espera que la población africana se duplique para el año 2050, lo que añadirá 1.200 millones a la actual población de 1.300 millones de personas. Urgen medidas para resolver este problema.Alex Ezeh, Dornsife Professor of Global Health, Drexel UniversityGarumma Tolu Feyissa, Researcher Dornsife School of Public Health, Drexel UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/996342018-07-17T16:32:56Z2018-07-17T16:32:56ZCómo vino la Iglesia Católica a oponerse al control de natalidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/226752/original/file-20180709-122265-10psogt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El Papa Pablo VI prohibió el uso de anticonceptivos en 1968.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Watchf-Associated-Press-International-News-Ital-/989b75fff2fd49e9886725e741154277/24/0">AP Photo/Jim Pringle</a></span></figcaption></figure><p>Julio 2018 marca el 50 aniversario de la histórica “Humanae Vitae”, la estricta prohibición del Papa Pablo VI de la anticoncepción artificial, publicada después del desarrollo y evolución de la píldora anticonceptiva. </p>
<p>La decisión <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">conmocionó</a> a muchos sacerdotes y laicos católicos. Pero los católicos conservadores <a href="https://books.google.com/books/about/Catholic_Intellectuals_and_Conservative.html?id=LK51AAAAMAAJ">elogiaron al Papa</a> por lo que veían como una confirmación de las enseñanzas tradicionales.</p>
<p>Como <a href="https://scholar.google.com/citations?hl=en&user=8S1ydcsAAAAJ&view_op=list_works&gmla=AJsN-F6AaDdh2HOAlzKGJw3Xk7ZwuHYTAvpym2jdDa8KTvuGKSxei-9Oix4I84Ka55hX765CxCjr35WrEqZX0DxcLADUp0HY8Q">académica</a> especializada tanto en la historia de la Iglesia Católica como en los estudios de género, me consta que por casi dos mil años, la posición de la Iglesia Católica respecto al control de natalidad ha sido de cambio y evolución constantes.</p>
<p>Y aunque la teología moral católica ha condenado de manera consistente la contraconcepción, <a href="https://books.google.com/books/about/Contraception.html?id=S-fBxgQoYQ0C">no siempre ha sido el campo de batalla religiosa</a> como lo es hoy. </p>
<h2>Prácticas tempranas de la Iglesia</h2>
<p>Los primeros cristianos <a href="https://books.google.com/books/about/Contraception.html?id=S-fBxgQoYQ0C">conocían la anticoncepción y es probable que la hayan practicado</a>. Los textos egipcios, hebreos, griegos y romanos, por ejemplo, discuten prácticas anticonceptivas muy conocidas, que van desde el método de coitus interruptus (eyaculación externa) hasta el uso de estiércol de cocodrilo, dátiles y miel para bloquear o matar el semen. </p>
<p>De hecho, mientras que las escrituras judeocristianas animan a los seres humanos a “<a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=Genesis+1%3A28&version=KJV">crecer y multiplicarse</a>”, nada en las Escrituras <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">prohíbe explícitamente la anticoncepción</a>. </p>
<p>Cuando los primeros teólogos cristianos condenaron la anticoncepción, lo hicieron no sobre la base de la religión sino <a href="https://books.google.com/books?id=JbzwS6MzK1gC&pg=PA55&lpg=PA55&dq=Christine+E.+Gudorf+%22Contraception+and+Abortion+in+Roman+Catholicism%22&source=bl&ots=5WJffub6wK&sig=rCNxnaAIZFq7tmfZ787O5KIePOE&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwia_vX5savb%20AhXtHDQIHZuqBqwQ6AEILDAB#v=onepage&q=Christine%20E.%20Gudorf%20%22Contraception%20and%20Abortion%20in%20Roman%20Catholicism%22&f=false">en un toma y daca de prácticas culturales y presiones sociales</a>. La oposición temprana a la anticoncepción fue a menudo <a href="https://books.google.com/books/about/Contraception.html?id=S-fBxgQoYQ0C">una reacción ante la amenaza de los grupos heréticos,</a> como los gnósticos y los maniqueos. Y, antes del siglo XX, <a href="https://books.google.com/books?id=JbzwS6MzK1gC&pg=PA55&lpg=PA55&dq=Christine+E.+Gudorf+%22Contraception+and+Abortion+in+Roman+Catholicism%22&source=bl&ots=5WJffub6wK&sig=rCNxnaAIZFq7tmfZ787O5KIePOE&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwia_vX5savb%20AhXtHDQIHZuqBqwQ6AEILDAB#v=onepage&q=Christine%20E.%20Gudorf%20%22Contraception%20and%20Abortion%20in%20Roman%20Catholicism%22&f=false">los teólogos asumieron</a> que los que practicaban la anticoncepción eran “fornicadores” y “prostitutas”. </p>
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Read more:
<a href="https://theconversation.com/how-the-catholic-church-came-to-oppose-birth-control-95694">How the Catholic Church came to oppose birth control</a>
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<p>El <a href="http://www.newadvent.org/fathers/1309.htm">propósito del matrimonio</a>, según ellos creían, era lograr descendencia. Si bien el sexo dentro del matrimonio no se consideraba en sí mismo un pecado, <a href="http://www.newadvent.org/fathers/15071.htm">el placer por el sexo sí lo era</a>. El teólogo cristiano del siglo IV, Agustín de Hipona, caracterizó el acto sexual entre cónyuges como <a href="http://www.newadvent.org/fathers/360211064.htm">autoindulgencia inmoral</a> si la pareja evitaba la concepción. </p>
<h2>No es una prioridad de la Iglesia</h2>
<p>Sin embargo, por muchos siglos la Iglesia tuvo poco que decir acerca de la anticoncepción. </p>
<p>Después del declive del Imperio Romano, por ejemlo, <a href="https://books.google.com/books/about/A_History_of_Contraception.html?id=9-R4QgAACAAJ">la iglesia hizo poco para explícitamente</a> <a href="https://books.google.com/books/about/The_Theology_of_Marriage.html?id=sASAQgAACAAJ">prohibir la anticoncepción</a> o detenerla, aunque indudablemente la gente la practicó. </p>
<p>La mayoría de los manuales de penitencia de la Edad Media, que indicaban a los sacerdotes sobre qué tipo de pecados se debía preguntar a los feligreses, <a href="https://books.google.com/books?id=JbzwS6MzK1gC&pg=PA55&lpg=PA55&dq=Christine+E.+Gudorf+%22Contraception+and+Abortion+in+Roman+Catholicism%22&source=bl&ots=5WJffub6wK&sig=rCNxnaAIZFq7tmfZ787O5KIePOE&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwia_vX5savb%20AhXtHDQIHZuqBqwQ6AEILDAB#v=onepage&q=Christine%20E.%20Gudorf%20%22Contraception%20and%20Abortion%20in%20Roman%20Catholicism%22&f=false">ni siquiera mencionaban la anticoncepción</a>.</p>
<p>No fue hasta 1588 que el Papa Sixto V adoptó la posición conservadora más fuerte contra la anticoncepción de la historia católica. Con su bula papal “Effraenatam”, ordenó a todas las iglesias y a las autoridades civiles que se llevaran a cabo sanciones por homicidio contra quienes practicaran la anticoncepción. </p>
<p>Sin embargo, tanto la iglesia como las autoridades civiles se negaron a hacer cumplir sus órdenes. Los laicos prácticamente las ignoraron. </p>
<p>Tres años después de la muerte de Sixto, el <a href="https://books.google.com/books/about/Contraception.html?id=S-fBxgQoYQ0C">próximo Papa revocó</a> la mayoría de las sanciones y les dijo a los cristianos que consideraran que la bula “Effraenatam” “nunca había existido”. </p>
<p>A mediados del siglo XVII, algunos líderes de la iglesia incluso llegaron a admitir que las parejas <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">podían tener razones legítimas para limitar el tamaño de la familia</a>.</p>
<h2>El control de la natalidad se hace más visible</h2>
<p>En el siglo XIX, el conocimiento científico sobre el sistema reproductivo humano avanzó y las técnicas anticonceptivas mejoraron. Se hicieron necesarias nuevas discusiones. </p>
<p>Sin embargo, las sensibilidades de la época victoriana <a href="https://books.google.com/books/about/Catholics_and_Contraception.html?id=31-_B3EaBskC">desalentaron a la mayoría de los clérigos católicos</a> a predicar sobre cuestiones de sexo y anticonceptivos. </p>
<p>Cuando un manual de penitencias de 1886 dio instrucciones a los confesores para que preguntaran explícitamente a los feligreses si practicaban métodos anticonceptivos y les ordenaba que rechazaran la absolución por los pecados a menos que se detuvieran, <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">la orden fue prácticamente ignorada</a>. </p>
<p>En el siglo XX, los cristianos en algunos de los países más católicos del mundo, como Francia y Brasil, estaban <a href="https://books.google.com/books?id=JbzwS6MzK1gC&pg=PA55&lpg=PA55&dq=Christine+E.+Gudorf+%22Contraception+and+Abortion+in+Roman+Catholicism%22&source=bl&ots=5WJffub6wK&sig=rCNxnaAIZFq7tmfZ787O5KIePOE&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwia_vX5savb%20AhXtHDQIHZuqBqwQ6AEILDAB#v=onepage&q=Christine%20E.%20Gudorf%20%22Contraception%20and%20Abortion%20in%20Roman%20Catholicism%22&f=false">entre los que utilizaban con mayor frecuencia</a> la anticoncepción, lo que los había llevado a una disminución dramática en el tamaño de la familia.</p>
<p>Como consecuencia de esta creciente disponibilidad y uso de anticonceptivos entre católicos, las enseñanzas de la Iglesia sobre el control de la natalidad —que siempre había estado allí— comenzó a <a href="https://books.google.com/books/about/Catholics_and_Contraception.html?id=31-_B3EaBskC">convertirse en una prioridad indiscutible</a>. El papado decidió llevar el diálogo sobre la anticoncepción <a href="https://books.google.com/books/about/Devices_and_Desires.html?id=Im8RdEyDX8cC">fuera de las discusiones teológicas académicas</a> desde dentro del clero a los intercambios regulares entre las parejas católicas y sus sacerdotes.</p>
<p>En cuanto a su franco pronunciamiento de 1930 sobre el control de la natalidad, “Casti Connubii”, el Papa Pío XI declaró que la anticoncepción era inherentemente malvada y un cónyuge que practicara cualquier acto anticonceptivo “viola la ley de Dios y la naturaleza” y lleva la “<a href="https://books.google.com/books?id=S-fBxgQoYQ0C&printsec=frontcover&dq=John+T.+Noonan+contraception&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwj55YrnnbPbAhXjIjQIHbfPAqcQ6AEIJzAA#v=onepage&q=John%20T.%20Noonan%20contraception&f=false;%20https://w2.vatican.va/content/pius-xi/en/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_19301231_casti-connubii.html">mancha de un gran defecto mortal”</a>. </p>
<p>Los condones, los diafragmas, el método del calendario e incluso el coitus interruptus quedaban prohibidos. Solo la abstinencia fue permitida para prevenir la concepción. Los sacerdotes debían enseñar esto tan claro y con tanta frecuencia que ningún católico podía alegar ignorancia sobre la prohibición de la anticoncepción. </p>
<p>Muchos teólogos supusieron que se trataba de una “<a href="https://books.google.com/books/about/Catholics_and_Contraception.html?id=31-_B3EaBskC">declaración infalible</a>” y así se la enseñaron a los laicos católicos durante décadas. <a href="https://books.google.com/books/about/Catholics_and_Contraception.html?id=31-_B3EaBskC">Otros teólogos la vieron</a> como obligatoria pero “sujeta a reconsideración futura”.</p>
<p>En 1951, la Iglesia modificó su postura de nuevo. Sin revertir la prohibición de control de la natalidad de “Casti Connubii”, el sucesor de Pío XI, Pío XII, se desvió de su intención. Aprobó el método del ritmo para las parejas que tenían “<a href="https://books.google.com/books/about/Contraception.html?id=S-fBxgQoYQ0C">razones moralmente válidas para evitar la procreación</a>”, definió dichas situaciones de manera bastante amplia.</p>
<h2>La píldora y la Iglesia</h2>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/226537/original/file-20180706-122268-lwwtjy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">El Museo del Sexo, en Nueva York, marca el 50 aniversario del primer anticonceptivo oral del mundo en 2010.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Bebeto Matthews</span></span>
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<p>Sin embargo, a principios de la década de 1950, las opciones para la anticoncepción artificial estaban creciendo, incluida la píldora. Católicos devotos querían <a href="https://books.google.com/books?id=0PgkAAAAYAAJ&q=Bromley+Catholics+on+Birth+Control&dq=Bromley+Catholics+on+Birth+Control&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwjumsaDurXbAhXdFjQIHRF0DeEQ6AEIJzAA">permiso explícito para usarla</a>. </p>
<p>Los líderes de la iglesia afrontaron el problema sin rodeos, expresando una variedad de puntos de vista.</p>
<p>A la luz de estas nuevas tecnologías anticonceptivas y el desarrollo del conocimiento científico sobre cuándo y cómo ocurre la concepción, algunos líderes creyeron que la Iglesia no conocía la voluntad de Dios sobre este tema y deberían dejar de fingir que sí. El obispo holandés William Bekkers <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">dijo eso abiertamente en la televisión nacional</a> en 1963.</p>
<p>Incluso Pablo VI <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">admitió su confusión</a> en una entrevista con un periodista italiano en 1965: </p>
<blockquote>
<p>“El mundo pregunta qué pensamos y nos encontramos tratando de dar una respuesta. Pero, ¿qué respuesta? No podemos guardar silencio. Y, sin embargo, pronunciarse es en sí un problema. Lo real es que la Iglesia nunca en su historia ha enfrentado ese problema”. </p>
</blockquote>
<p>Hubo otros, sin embargo, como <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">el Cardenal Alfredo Ottaviani</a>, líder de la Congregación para la Doctrina de la Fe —el cuerpo que promueve y defiende la Doctrina católica— que no estuvo de acuerdo. </p>
<p>Entre los que estaban firmemente convencidos de la verdad de las prohibiciones estaba el <a href="https://books.google.com/books/about/John_Cuthbert_Ford_SJ.html?id=F8luZnjkVdAC">jesuita John Ford</a>, quizás el más influyente moralista católico de EEUU del siglo pasado. Aunque ninguna Escritura menciona la anticoncepción, Ford creía que las enseñanzas de la Iglesia estaban basadas en la revelación divina y, por lo tanto, no debían ser cuestionadas.</p>
<p>La cuestión quedó a consideración de la Comisión Pontificia para el Control de la Natalidad, celebrada entre 1963 y 1966. Esta comisión, por abrumadora mayoría —un 80 por ciento reportado— recomendó a la Iglesia <a href="https://books.google.com/books/about/Catholics_and_Contraception.html?id=31-_B3EaBskC">ampliar su enseñanza</a> <a href="https://books.google.com/books/about/Catholic_Intellectuals_and_Conservative.html?id=LK51AAAAMAAJ">para aceptar la anticoncepción artificial</a>. </p>
<p>Esto no fue en absoluto inusual. La Iglesia Católica había cambiado su postura sobre muchos temas controvertidos a lo largo de los siglos, como la esclavitud, la usura y la teoría de Galileo de que la Tierra gira alrededor del sol <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">Opinión minoritaria</a>. </p>
<h2>‘Humanae Vitae’ es ignorada</h2>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/226535/original/file-20180706-122271-16d09ed.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Una protesta en Charleston, Carolina del Sur, en 2012, contra un mandato federal que requería que los empleadores proporcionaran seguro médico que incluyera control de la natalidad para los trabajadores.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Bruce Smith</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, algunos temían que sugerir que la Iglesia había estado equivocada estas últimas décadas hubiera sido admitir que la iglesia había estado sin la dirección del Espíritu Santo.</p>
<p>Pablo VI se puso del lado de esta opinión minoritaria y emitió “Humanae Vitae”, <a href="http://w2.vatican.va/content/paul-vi/en/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae.html">que prohibía toda forma artificial de control de la natalidad</a>. </p>
<p>Muchos argumentan que su decisión tenía más que ver con la preservación de la autoridad de la Iglesia que con el sexo. Los sacerdotes y laicos <a href="https://books.google.com/books/about/Catholic_Intellectuals_and_Conservative.html?id=LK51AAAAMAAJ">protestaron</a>. </p>
<p>“Era como si hubieran encontrado engavetada, en algún lugar del Vaticano, alguna encíclica inédita de los años 1920, <a href="https://books.google.com/books/about/Turning_Point.html?id=0a2RAAAAIAAJ">comentó</a> un miembro laico de la comisión. "La desempolvaron y la entregaron”. </p>
<p>Mucho ha cambiado en la Iglesia Católica desde 1968. </p>
<p>Hoy en día, los sacerdotes consideran una prioridad pastoral fomentar el placer sexual entre los cónyuges. Si bien las prohibiciones de la “Humanae Vitae” continúan, muchos pastores <a href="https://books.google.com/books/about/The_Vatican_Diaries.html?id=i_aMPEpHpBkC">analizan las razones</a> por las que una pareja podría querer usar anticonceptivos artificiales: para proteger a un compañero contra una enfermedad de transmisión sexual, por ejemplo, o limitar el tamaño de la familia por el bien de esta o del planeta. </p>
<p><a href="http://www.pewforum.org/2016/09/28/4-very-few-americans-see-contraception-as-morally-wrong/">Millones de católicos</a> de todo el mundo <a href="https://books.google.com/books?id=5lf4xeSt5-AC&pg=PA171&lpg=PA171&dq=Ruth+Macklin+Cultural+Difference+and+Long+Acting&source=bl&ots=_OUwvw8IKP&sig=KyE41_vBGQXQ9rxGaQANdbSbayY&hl=en&sa=X&ved=0ahUKEwjDmImKq6vbAhV0JDQIHVr9AusQ6AEILzAB#v=onepage&q=Ruth%20&f=false">han decidido seguir su lectura</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/99634/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lisa McClain no trabaja para ninguna compañía u organización que se beneficie de este artículo; tampoco consulta ni posee acciones ni recibe fondos por este concepto; de la misma manera, no ha divulgado afiliaciones relevantes más allá de su posición académica.</span></em></p>En julio se cumplen 50 años de la encíclica del Papa Pablo VI que prohíbe el uso de anticonceptivos. Durante muchos años antes, la iglesia no había sido tan explícita en su postura.Lisa McClain, Professor of History and Gender Studies, Boise State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.