La música es la fuente de recompensa abstracta más potente que existe, combate el estrés, cambia nuestra percepción y nos ofrece una inmejorable válvula de escape mientras permanecemos confinados.
El expresidente sudafricano Nelson Mandela con el excampeón mundial de boxeo Marvin Hagler.
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Existe un numeroso grupo de personas cuya vida no se ve afectada en absoluto por el confinamiento provocado por la COVID-19, pues hace años que practican el distanciamiento social encerrados en sus apartamentos de forma voluntaria. Son los hikikomori, los ermitaños del siglo XXI.
Las estrictas medidas de confinamiento suponen un gran reto para nuestra salud mental. Esta pandemia pone en primera línea el compromiso en el cuidado de los demás, especialmente de los mayores, y la protección de lo común.
Ante las dudas sobre el futuro que dejará la pandemia a España e Italia, solo existe la certeza de la gestión china de la crisis y la necesidad de contener la propagación del virus.
Vigilar los remitentes de los correos y no descargar aplicaciones de origen desconocidos son algunas de las claves para evitar que roben nuestra información sensible, o la de nuestra empresa.
Pleno del Congreso de los Diputados del 25 marzo de 2020 en el que se solicitó la prórroga del estado de alarma declarado ante la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Congreso de los Diputados de España.
Sí, es una realidad: en tiempos de confinamiento el uso de pantallas por parte de los jóvenes aumenta a diario. Pero, ¿acaso podemos reprochárselo? Intentemos que hagan un uso racional con una serie de pautas, y hagámonos a la idea de que en estas semanas hay que ser más flexibles con ellos.
Annick Laruelle, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
El 'homo œconomicus' no respeta de manera espontánea el confinamiento. La teoría económica y la experiencia justifican la intervención del Estado en un problema de salud pública como el actual.
Aprovechar el sol diariamente en patios y balcones y tomar alimentos ricos en vitamina D son algunos consejos para evitar su deficiencia mientras estamos recluidos en casa.
La irregularidad en el horario de las comidas durante los fines de semana nos puede hacer engordar.
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Cuando cambiamos los horarios de dormir y comer los fines de semana, confundimos a nuestro reloj biológico. A largo plazo, esta mala costumbre puede hacernos engordar.
Nuestros centros no están preparados para la enseñanza a distancia, pero existen diferentes proyectos que ofrecen recursos para aprender matemáticas 'online'.
El aislamiento domiciliario por el coronavirus podría ser un motivo más de aburrimiento y tedio. Pero también una oportunidad para que, alejados de las preocupaciones habituales, nos miremos al espejo.
Alejarnos tan solo unos pocos metros de otras personas puede ayudar a prevenir la propagación del coronavirus.
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Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea