A los atentados del 11-S les siguió una serie de estudios epidemiológicos sobre los efectos de amenazas en la salud mental. Que nos enseñaron cosas aplicables a la situación de la pandemia actual.
La economía del confinamiento acelera transformaciones sociales en marcha, con una gran tensión potencial, y redescubre la importancia de lo público y lo comunitario.
Esta es la oportunidad más importante en la historia de la humanidad para construir un orden global basado en la solidaridad, el conocimiento y el respeto al medio ambiente.
La puesta en marcha del Plan Marshall supuso también la elaboración de un programa amplio de reformas, tanto o más importante que la propia ayuda económica.
La educación social es un proceso continuo que busca mejorar la situación de personas en riesgo de exclusión, y que continúa incluso en tiempos de confinamiento.
El efecto de la COVID-19 en las cadenas de suministro ha sido como ondas dibujadas en el agua al lanzar un guijarro: la China industrial, luego Japón y Corea del Sur y ahora las empresas de EE.UU. y Europa.
Una crisis como la actual no entiende de nacionalidades o patrimonios. Aunque ahora no sea momento para reivindicaciones sociales, sí puede servirnos para reflexionar sobre la desigualdad y el futuro.
Europa está en shock por la expansión del coronavirus, y se hace indispensable que las instituciones europeas tomen medidas que suavicen el impacto en las economías nacionales.
Estamos ante una crisis de comunicación derivada de una situación sanitaria que se ha de gestionar con precaución, cautela, firmeza, seguridad, diligencia y alineamiento de posturas.
En la información relativa al coronavirus ha habido fake news, pero también intentos de contextualizar los hechos y dar pautas de conducta proporcionadas. ¿Por qué ganan la partida las primeras?
Vistas de los montes de Totalán, donde tuvo lugar el rescate del cuerpo de Julen.
Morancio / Wikimedia Commons
Es importante que las decisiones finales de la justicia se argumenten y documenten de forma rigurosa y transparente para que “sufra” lo menos posible la confianza en los bancos, que tienen la misión de captar el ahorro y canalizarlo de forma eficiente.
Grupos violentos y extremistas emprenden de manera sistemática guerras de comunicación para erosionar de forma deliberada la cohesión social de las democracias liberales consolidadas. Aprovechan que las instituciones públicas han perdido el monopolio en la creación de mensajes hegemónicos y que los medios ya no desempeñan el papel de mediadores para comunicarse y dialogar de manera directa con la ciudadanía.
Los cambios importantes en la economía mundial - globalización, disrupción digital, polarización, envejecimiento- ya estaban antes de la caída de Lehman Brothers. Quizás la crisis financiera solo ha servido para equivocar el diagnóstico y buscar un culpable.
Una de las reivindicaciones del movimiento 15-M fue la mejora de la calidad del empleo.
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Nuestra fuerte tasa de paro, 15,28%, no es sólo producto de la crisis. De forma estructural o permanente en el tiempo, España sistemáticamente posee un desempleo más elevado que sus socios europeos.
Profesor de Investigación IFS-CSIC (GI TcP). Historiador de las ideas morales y políticas. Proyectos PAIDESOC (FFI2017-82535), BIFISO (PIE-CSIC-CIV19-027), ON-TRUST CM (HUM5699) y PRECARITYLAB (PID2019-10), Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid