tag:theconversation.com,2011:/id/topics/flores-113531/articlesflores – The Conversation2024-02-13T15:34:02Ztag:theconversation.com,2011:article/2234732024-02-13T15:34:02Z2024-02-13T15:34:02ZLa rosa roja, objeto de la globalización<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/575284/original/file-20240212-30-qkfc89.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C0%2C5590%2C3741&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Lo más probable es que la rosa que regale o reciba el 14 de febrero proceda de invernaderos situados en los trópicos o incluso en el ecuador.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/fr/image-photo/natural-red-roses-background-127002347">PhotoHouse/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Una rosa roja puede simbolizar muchas cosas. En San Valentín, para muchos se convierte en un signo de amor, una muestra de ternura. Es la flor de los enamorados por excelencia. En Rusia también se regala a las madres el 8 de marzo como muestra de reconocimiento por su labor doméstica. Pero para el geógrafo, la rosa roja es también un <a href="https://geoconfluences.ens-lyon.fr/informations-scientifiques/dossiers-regionaux/afrique-dynamiques-regionales/articles-scientifiques/roses-afrique-mondialisation">marcador de la globalización</a>. Es probable que la rosa que se regala o se recibe el 14 de febrero proceda de invernaderos situados en los trópicos, o incluso en el ecuador, más concretamente en Kenia, Etiopía o Ecuador.</p>
<p>En los invernaderos, los responsables del cultivo trabajan a toda máquina desde hace seis meses para que sus rosales (seis por m², es decir, unos 60 000 por hectárea) florezcan precisamente la semana anterior al 14 de febrero, modulando la luz, el riego, los aportes de CO₂ y oxígeno y los niveles de humedad con el fin de acelerar o ralentizar la floración de los rosales.</p>
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<span class="caption">Trabajador en un invernadero de Kenia.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Desde estas cuencas de producción intertropicales, tras un viaje de unas horas en las frías bodegas de un avión de carga, por ejemplo un Boeing 747-Cargo que puede transportar hasta 120 toneladas de rosas, su flor transitará por la cooperativa Royal FloraHolland de Aalsmeer, a tiro de piedra del aeropuerto de Ámsterdam-Schipol. </p>
<p>Allí, el mismo día, se cargará en uno de los camiones frigoríficos que recorren Europa y se entregará a su florista que, en previsión del 14 de febrero, multiplicó por cuatro o cinco sus pedidos antes de Navidad y por dos o tres sus precios. San Valentín es también el día en que su floristería obtiene casi el 15 % de su facturación anual.</p>
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<span class="caption">Carguero de KLM especialmente vinculado a FloraHolland.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<h2>Los factores climáticos y políticos favorecen la producción keniana</h2>
<p>Hacer que las rosas recorran miles de kilómetros no es un fenómeno nuevo. Hasta finales de los años 70, Europa se autoabastecía de rosas cortadas, pero entonces, imitando a sus colegas estadounidenses que habían empezado unos años antes a instalar explotaciones en en los alrededores de Quito (Ecuador), los holandeses empezaron a crear unidades de producción en Kenia. ¿Por qué se globalizó así la producción de rosas cortadas?</p>
<p>Varios <a href="https://journals.openedition.org/belgeo/45011">factores</a> han motivado este desplazamiento hacia África. En primer lugar, se quería salir de Europa, con sus altos costes de mano de obra y calefacción y sus incipientes reglamentaciones fitosanitarias. En segundo lugar, el ecosistema ecuatorial a gran altitud (entre 1 600 y 2 300 m) ofrece temperaturas cálidas (entre 12 °C por la noche y 30 °C durante el día), ideales durante todo el año para el crecimiento de las rosas. En tercer lugar, estas regiones garantizan la luz que da a las flores sus brillantes colores y a los tallos un tamaño (entre 40 cm y 1 m) ideal para conquistar los mercados.</p>
<p>Además, el ecosistema geoeconómico poscolonial de Kenia ha aprovechado al máximo su situación ecuatorial. Como antigua colonia británica, Kenia contaba con una diáspora de población blanca e india con experiencia de trabajo en África y con las limitaciones del capitalismo internacional, así como con una mano de obra negra numerosa, barata, educada y con pocas quejas. </p>
<p>Además, como motor económico de África Oriental, Kenia ya contaba con instalaciones logísticas, en particular el aeropuerto de Nairobi, acostumbrado a los flujos turísticos, lo que situaba a Europa a sólo ocho horas de vuelo. Por último, el régimen liberal, pragmático y estable de Kenia ofrecía a los inversores seguridad y libertad.</p>
<p>Estos empresarios pioneros dieron un ejemplo que fue seguido en las décadas de 1990, 2000 y 2010 por inversores kenianos de origen indio y blanco, así como por políticos kenianos. Como resultado, la superficie de invernaderos se amplió y, poco a poco, se formó un verdadero clúster de cultivo de rosas en Kenia, cuya producción atrajo a toda una serie de empresas derivadas. </p>
<p>Hoy, mientras los invernaderos dan empleo directo a 100 000 personas, 500 000 empleados trabajan de alguna manera en torno a la flor. En total, dos millones de personas dependen de la rosa para su subsistencia.</p>
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<span class="caption">Invernaderos de rosas frente al lago Naivasha. A 1 800 metros de altitud, ésta es la región favorita de Kenia para el cultivo de rosas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Desde el punto de vista macroeconómico, las exportaciones de rosas contribuyen de forma decisiva a la balanza comercial del país (700 millones de dólares, sólo superados por el té, con 1 400 millones). En los años 2000, tras conquistar las tierras altas de Kenia, la rosa roja se introdujo también en Etiopía, país vecino de características similares. Allí se crearon 50 000 puestos de trabajo gracias a los cultivadores de rosas, algunos de los cuales procedían de Kenia a instancias de las autoridades etíopes, más intervencionistas. </p>
<p>Así, el auge de la rosicultura africana ha acompañado el crecimiento del consumo mundial y ha acabado con la producción europea.</p>
<h2>FloraHolland: el Wall Street de las flores</h2>
<p>Pero muchas flores regresan a Europa cuando salen de los invernaderos africanos. Se empaquetan en ramos y se comercializan de tres maneras:</p>
<ul>
<li><p>A través de los mercados de subasta (un sistema de subasta electrónica diseñado para garantizar que los precios se fijan de forma rápida y transparente).</p></li>
<li><p>Como parte de un contrato, generalmente anual, entre un productor y un grupo de compra o mayorista europeo.</p></li>
<li><p>Como parte de una venta especial única entre un productor y un comprador.</p></li>
</ul>
<p>Sea cual sea la forma en que se vendan, desde Nairobi o Addis, la mayoría de las rosas pasan por Aalsmeer –en las afueras de Ámsterdam–, donde se encuentra la mayor plataforma logística de plantas del mundo: la muy lucrativa cooperativa FloraHolland. </p>
<p>Históricamente, FloraHolland se ha erigido en el Wall Street de las flores, donde se fija el precio de las rosas. En los últimos años, impulsado por el crecimiento ininterrumpido de la demanda de las clases medias de los países emergentes y el aumento de los precios de los insumos, el precio de las rosas ha subido más que la inflación.</p>
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<span class="caption">Plataforma logística de FloraHolland.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Hoy en día, aunque la proporción de flores vendidas en subasta ha disminuido (sólo el 40 % de las rosas cortadas se venden en subasta), los mercados de subasta siguen desempeñando un papel vital en la fijación de los precios. </p>
<p>Este declive relativo de las subastas se explica por el auge de los operadores europeos, en particular las cadenas de supermercados británicas y alemanas, dispuestos a negociar con los cultivadores volúmenes importantes y regulares a lo largo del año. Estos grandes volúmenes regulares son objeto de contratos que, al fijar cantidades y precios sobre una base anual, liberan a vendedores y compradores de las subastas más aleatorias.</p>
<p>Pero FloraHolland sigue siendo, a pesar de estos cambios, el eje hegemónico por el que pasa la mayor parte de las rosas cortadas destinadas a los mercados europeos. La cooperativa recompensa a sus socios y paga a sus empleados a través de las comisiones que percibe por los volúmenes vendidos en subasta, así como por los vendidos bajo contrato o ventas especiales, pero que han pasado por sus muros.</p>
<h2>La globalización de la rosa, cada vez más cuestionada</h2>
<p>Sin embargo, estas rosas que recorren el mundo no están exentas de críticas, de las que se hacen eco regularmente los medios de comunicación <a href="https://www.lexpress.fr/economie/la-rose-kenyane-deferle-en-europe_1433814.html">desde principios de los años 2000</a>.</p>
<p>En los años 2000-2005, primero se cuestionaron las condiciones de trabajo y la remuneración de los empleados. Después, en los años 2005-2010, el consumo excesivo de agua necesaria para cultivar rosas (entre 3 y 9 litros de agua al día y por m²) y la contaminación del agua causada por los residuos de esta producción.</p>
<p>Entre 2010 y 2015, la <a href="https://www.capital.fr/economie-politique/bilan-carbone-pour-la-saint-valentin-noffrez-surtout-pas-de-roses-1361938">huella de carbono de las flores</a>, causada por la necesidad de viajar en avión, fue objeto de escrutinio. Más recientemente, en los años 2015-2020, la carga química de las flores y las estrategias de evasión fiscal de los empresarios que localizan sus beneficios en Holanda, donde el tipo impositivo es del 12,5 % frente al 35 % de Kenia, son las cuestiones emergentes.</p>
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<span class="caption">Trabajadores clasificando las flores según el tamaño del tallo.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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<p>Los empresarios han respondido, en cierta medida, a las críticas aumentando los salarios y ofreciendo mejores condiciones laborales a los trabajadores, reduciendo su huella hídrica mediante el reciclaje y la <a href="https://theconversation.com/la-siembra-de-agua-una-tecnica-milenaria-eficaz-para-enfrentarse-a-la-sequia-191971">siembra de agua</a>, y disminuyendo la pulverización de pesticidas mediante tratamientos selectivos y control biológico integrado.</p>
<p>En otro movimiento sin precedentes, en respuesta a la globalización de la producción de flores y a las críticas sobre los costes medioambientales de la producción tropical, está surgiendo lentamente la idea de “desestacionalizar” el consumo de flores cortadas y deslocalizar la producción de flores cortadas en Francia. </p>
<p>En los países anglosajones, el movimiento “<em>slow flower</em>” promueve esta idea, y asistimos a la tímida aparición de microexplotaciones alrededor de las grandes ciudades, a menudo en reconversión o trabajando a tiempo parcial. </p>
<h2>¿Una espina clavada en nuestras sociedades globalizadas?</h2>
<p>La rosa roja se ha convertido en una mercancía cada vez más ambigua: mientras es cada vez más criticada, la producción sigue creciendo, impulsada por la creciente demanda de las clases medias de los países emergentes. Los profesionales hablan de un crecimiento en torno al 5/6 % anual desde hace unos diez años.</p>
<p>La industria incluso ha hecho frente relativamente bien a la pandemia mundial de covid-19. La gente siguió comprando flores, por supuesto en línea, e incluso con mayor regularidad.</p>
<p>Como todo objeto globalizado, la rosa cristaliza las tensiones entre, por una parte, la evidente insostenibilidad medioambiental de un cultivo de contraestación, sus procesos de producción y, sobre todo, su comercialización y, por otra, una realidad económica: la rosa proporciona un medio de vida a varios millones de personas y contribuye –más allá del enriquecimiento de unos pocos– al desarrollo de varias regiones. </p>
<p>Así pues, esta flor nos invita a plantearnos algunas preguntas delicadas: ¿hasta qué punto el innegable desarrollo inducido en Kenia justifica el mantenimiento de nuestro consumo insostenible –el motor del sector– en estos tiempos de cambio climático? ¿Debemos ceder al chantaje laboral de esta industria, que vive de un consumo tan ostentoso como superfluo?</p>
<p>Más allá de las rosas, es de hecho el conjunto del consumo tropical el que podría, o incluso debería, ser cuestionado de este modo. Las preguntas medioambientales y económicas pueden extenderse a muchos otros productos: café, chocolate, té, aguacate, mangos, plátanos…</p>
<h2>Sin críticas en Kenia</h2>
<p>En Kenia, la industria no tiene problemas de contratación y sus trabajadores se declaran contentos de aprovechar las ganancias del cultivo de la rosa, que garantiza un salario fijo superior a la renta media y la posibilidad de abrir una cuenta bancaria, aunque no dudan de la asimetría de los beneficios y del reparto desigual del valor.</p>
<p>El respeto visceral por la figura del empresario, la adhesión universal al ethos del capitalismo y, más prosaicamente, las ventajas materiales y simbólicas de trabajar para una empresa próspera y reconocida contribuyen a hacer de la rosicultura un sector que rara vez se cuestiona. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574962/original/file-20240212-26-ex7r9g.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Rosas kenianas listas para ser enviadas a Holanda. El color de la pegatina corresponde a un día de la semana. Este código de colores permite dar prioridad a las flores que se estropean primero.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bernard Calas</span>, <span class="license">Fourni par l'auteur</span></span>
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</figure>
<p>Del lado europeo, conscientes de las preocupaciones de los consumidores, mayoristas y minoristas empiezan a responder con transparencia y trazabilidad. Se trata de un enfoque interesante, que consiste en señalar el origen geográfico de cada una de las variedades vendidas y revelar explícitamente el valor político del consumo. ¿Qué sentido dan los consumidores a sus compras? ¿Ecológico o de desarrollo? ¿Local o tropical? </p>
<p>Así, como marcador consensuado del amor y fascinante objeto de estudio de la globalización para el geógrafo, la rosa condensa las tensiones y contradicciones del capitalismo actual.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223473/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Bernard Calas ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d'une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n'a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.</span></em></p>Meses antes del 14 de febrero, en los invernaderos kenianos, se ajustaban cuidadosamente la luz, la humedad y el abono para que las rosas rojas lleguen a Europa a tiempo para San Valentín.Bernard Calas, Professeur en Économie et Géographie Politique, Université Bordeaux MontaigneLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2116202023-09-07T18:10:03Z2023-09-07T18:10:03Z¿Es peligroso dormir con plantas? Esto es lo que dice la ciencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/546876/original/file-20230907-19-dwnsn4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C709%2C5622%2C3278&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/beautiful-fresh-green-plant-bedroom-woman-1970973599">Doucefleur / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Algunas personas ven a las plantas como implacables acaparadoras del aire respirable de nuestros hogares, principalmente, de los dormitorios. Consideran que dormir con ellas es peligroso porque nos privan del oxígeno mientras dormimos, una creencia aún hoy ampliamente extendida. </p>
<p>En realidad, se trata de un mito, aunque con una parte de verdad, ya que es cierto que las plantas, al ser organismos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Organismo_aerobio">aerobios</a>, consumen oxígeno. Pero ¿tanto como para asfixiarnos? Veamos qué dice la ciencia.</p>
<h2>Ingenieras de la composición atmosférica</h2>
<p>La <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Respiraci%C3%B3n_vegetal">respiración</a> es el proceso mediante el que las plantas consumen oxígeno (O₂) y carbohidratos para producir energía. Como resultado de esta reacción, también se genera dióxido de carbono (CO₂) y agua. La ecuación química general de este proceso es la siguiente:</p>
<p><strong>Carbohidratos + 6 O₂ → 6 CO₂ + 6 H₂O + energía</strong></p>
<p>A su vez, los vegetales también son capaces de producir oxígeno a través de la <a href="https://museovirtual.csic.es/salas/vida/vida10.htm">fotosíntesis</a>, que es el proceso químico inverso a la respiración, y cuya ecuación se resume de la siguiente manera:</p>
<p><strong>6 CO₂ + 6 H₂O + luz solar → carbohidratos + 6 O₂</strong></p>
<p>En este caso, la planta utiliza el CO₂ atmosférico y el agua que absorbe por las raíces para fabricar, con la intervención de la luz solar, oxígeno y carbohidratos, su fuente de energía. Por ende, la fotosíntesis sucede obligatoriamente por el día.</p>
<p>Como nosotros, las plantas respiran durante todo el día, pero durante las horas de sol la respiración queda enmascarada por la fotosíntesis, que es el proceso predominante. </p>
<p>Así, la producción de oxígeno por las plantas predomina durante el día y su consumo por la noche.</p>
<h2>¿Ladronas de oxígeno?</h2>
<p>¿Debemos preocuparnos, por tanto, de que las plantas nos roben el oxígeno mientras dormimos? </p>
<p>La respuesta es un rotundo no. </p>
<p>Nuestras habitaciones no son compartimentos herméticos, sino estancias ventiladas en las que el oxígeno está constantemente renovándose, pero aunque durmiésemos en estancias completamente cerradas, las plantas tampoco supondrían un riesgo serio.</p>
<p>La cantidad de oxígeno que consumen las plantas que habitualmente tenemos en nuestras casas es, por lo general, irrisoria, aunque varía en función de varios factores, como su tamaño (cuanto más grande, más consume), su tasa de crecimiento o la temperatura ambiental, entre otros. Además, el oxígeno que producen mediante la fotosíntesis supera ampliamente el que consumen durante toda la noche, garantizándonos una reserva de oxígeno más que suficiente para todo el día.</p>
<p>Por ejemplo, se estima que <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1034/j.1399-3054.2003.00055.x">5 kg de petunias consumen 0,01 l durante 8 horas</a> por la noche. En cambio, una <a href="https://health.howstuffworks.com/human-body/systems/respiratory/lung.htm">persona</a> adulta consume alrededor de 0,26 l de oxígeno por minuto, por lo que en 8 horas habrá consumido 124,8 l. </p>
<p>La diferencia es tan abismal que no existe planta lo suficientemente grande que quepa en nuestra habitación y que pueda igualar la cantidad de oxígeno consumido por un ser humano.</p>
<p>Por lo tanto, sería más razonable preocuparnos por dormir con otras personas o, incluso, con nuestras mascotas. Sin embargo, tampoco hay que alarmarse en estos casos, ya que nuestras habitaciones están ventiladas y hay oxígeno de sobra para todo el mundo.</p>
<h2>Los beneficios de dormir con plantas</h2>
<p>Dormir con plantas no solo no es perjudicial, sino que aporta diversos beneficios para nuestra salud. </p>
<p>Las plantas son estupendas <a href="https://doi.org/10.1016/j.tplants.2018.03.004">depuradoras</a> de aire y contribuyen a mejorar su calidad. Por sí solas o con la ayuda de las bacterias y los hongos que crecen en su superficie, las plantas pueden degradar enzimáticamente multitud de gases y compuestos volátiles que, de acumularse, constituirían un riesgo para nuestra salud, como el formaldehído, el benceno o los óxidos de nitrógeno.</p>
<p>Las plantas también contribuyen a regular la humedad relativa de los espacios interiores. Uno de los productos resultantes de la respiración es el agua, que liberan a la atmósfera en forma de vapor. De este modo, pueden ayudar a mantener la humedad en niveles óptimos y evitarnos <a href="https://www.healthline.com/health/dry-air">problemas</a> oculares, respiratorios y cutáneos.</p>
<p>El miedo a dormir con plantas se basa en creencias infundadas e irreales. Por el contrario, merece la pena reverdecer nuestras habitaciones para darles un toque decorativo y mejorar la calidad del aire. Siempre con moderación, no sea que nuestras inquilinas se conviertan en un riesgo real para nuestra salud al tropezarnos con ellas cuando vamos adormilados al baño en la oscuridad de la noche.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211620/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alberto Romero Blanco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las plantas respiran y consumen oxígeno. Pero… ¿significa esto que sea peligroso tener plantas en el dormitorio? ¿Pueden robarnos el oxígeno mientras dormimos?Alberto Romero Blanco, Personal docente e investigador en la Universidad de Alcalá. Invasiones biológicas y ecotoxicología, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2032642023-04-13T18:45:27Z2023-04-13T18:45:27ZTulipanes en el menú: de la Segunda Guerra Mundial a la gastronomía contemporánea<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/520508/original/file-20230412-26-ray05h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1920%2C1296&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Niños comen alimentos donados por una organización eclesiástica durante la gran hambruna que sufrió Países Bajos entre 1944 y 1945.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:BC856_HUI-2050.jpg">Menno Huizinga/Wikimedia</a></span></figcaption></figure><p>Países Bajos, otoño de 1944. La liberación de los nazis estaba teniendo más problemas de lo esperado. El acceso de los alimentos a la población se complicaba por el bloqueo de los trenes y el transporte fluvial, detenido por culpa de la congelación de los ríos. </p>
<p>Esta situación crítica dio lugar a una <a href="https://academic.oup.com/shm/article-abstract/7/2/229/1704987">gran hambruna</a>, sobre todo en las áreas urbanas occidentales del país. <a href="https://publ.nidi.nl/output/2013/lumey-2013-nutrition-health-famine.pdf">De hecho, las ingestas energéticas pasaron de 1 800 a 500 kilocalorías por persona y día de mayo de 1944 a febrero de 1945</a>.</p>
<p>Se estima que, hasta mayo de 1945, entre <a href="https://www.niod.nl/">20 000 y 25 000 ciudadanos neerlandeses</a> murieron como resultado de la desnutrición. También afectó a mujeres embarazadas y bebés menores de un año, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378512211002337">con secuelas en la salud de estos niños a largo plazo</a>.</p>
<p>Una aprendiz de bailarina de 16 años, que medía 1,70 metros y llegó a pesar 40,8 kilos, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/19392397.2011.544163">recordaría más tarde</a> que sufrió
asma, ictericia, anemia y otras enfermedades derivadas de la desnutrición, como el edema. “Empieza por tus pies y cuando llega al corazón, te mueres. Conmigo estaba encima de los tobillos cuando las fuerzas aliadas nos liberaron”. </p>
<p>Y como ella misma contó, su familia logró sobrevivir gracias al consumo de tulipanes.</p>
<h2>Sopas de tulipán para aliviar las penurias</h2>
<p>El gobierno neerlandés buscaba alimentos ricos en energía y nutrientes y de fácil acceso. Durante esta etapa bélica, el cultivo de tulipanes se detuvo y había una gran reserva de bulbos sin plantar. Así que las autoridades aprovecharon ese excedente para vender bulbos en las tiendas de comestibles y publicar recetas en revistas locales, en un esfuerzo para ayudar a la población. La sopa de bulbos de tulipán se cocinaba durante la única hora de gas al día que se disponía. </p>
<p>Una de esas recetas indicaba el siguiente modo de preparación: “Añadir agua a la olla, cortar los bulbos por la mitad y retirar el germen. Después de eso, se rallan los bulbos en un rallador fino y preferiblemente en la olla, puesto que la pulpa se decolora rápidamente. Aunque los bulbos de tulipán son ricos en almidón, no espesarán la sopa como lo hace la harina. Su pulpa flota en la sopa en forma de copos. Si todavía tiene curry en polvo en casa, agregue una pizca, luego añada un poco de aceite o una pequeña cantidad de grasa. ¡Y no se olvide de la sal!”.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=287&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/520106/original/file-20230410-28-ytzaen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=361&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Receta para preparar sopa de bulbos de tulipán durante la hambruna holandesa.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Cuidado con la tulipalina A</h2>
<p>Aunque los tulipanes tienen un problema. Sus bulbos contienen, principalmente, un alérgeno: el compuesto denominado <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/15563650.2018.1440588">tulipalina A</a>. Se encuentra mayoritariamente en la capa exterior del bulbo, pero también en el tallo, las hojas y los pétalos.</p>
<p>Los expertos han detectado la <a href="https://europepmc.org/article/med/12910870">intoxicación de vacas</a> por consumo de heno y bulbos de tulipán y su papel como agente causal de los llamados <a href="https://cdn.mdedge.com/files/s3fs-public/CT110003145.pdf">“dedos de tulipán”</a>. Esta dermatitis, que sufren los bulbicultores, se caracteriza por una descamación eritematosa en la piel situada alrededor de las uñas y entre las yemas de los dedos primero y segundo de la mano dominante. <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamadermatology/article-abstract/549543">Solo se puede prevenir</a> reduciendo el contacto con estas plantas bulbosas y usando guantes de nitrilo (no sirven los de vinilo).</p>
<p>El peligro de consumir bulbos de tulipán radica en la variedad o en su forma de preparación. De hecho, no todas las modalidades son comestibles, y las que sí lo son pueden tener un sabor amargo. Por otro lado, comerlos sin cocinar puede provocar náuseas, dolores abdominales y otros problemas digestivos.</p>
<h2>Los tulipanes en la cocina actual</h2>
<p>Hoy en día, los bulbos de tulipán se pueden secar, pulverizar y agregar a los cereales u obtener harina con ellos para hacer pan. </p>
<p>Además, las flores también son <a href="https://theconversation.com/flores-comestibles-mas-que-una-cara-bonita-199196">comestibles</a>. Se pueden utilizar como decoración de los platos, con la flor entera (menos el pistilo y los estambres) o picando los pétalos y mezclándolos en una ensalada, aunque tienen poco sabor. Es llamativo el uso ornamental de los pétalos azucarados en un pastel o para consumirlos con almíbar. </p>
<p>En la gastronomía moderna se perciben esfuerzos por recuperar este original ingrediente. Así, la experta en plantas nutricionales y medicinales <a href="https://www.margaretroberts.co.za/edible-medicinal-flowers/">Margaret Roberts</a> recogía hace 23 años sugerencias como el jarabe de tulipán, tulipanes rellenos con mayonesa de pollo y ensalada de tres frijoles con tulipanes. </p>
<p>Otros ejemplos a destacar son el de Johanna Huiberts-van den Berg, que ha recopilado una <a href="https://www.bol.com/nl/nl/p/eet-smakelijke-tulp/9200000120020113/">treintena de recetas</a>; o el de Alain Caron, un chef francés afincado desde hace 40 años en los Países Bajos que dirige varios restaurantes en Ámsterdam. Caron ha inventado platos como <a href="https://binnenstebuiten.kro-ncrv.nl/recepten/tulpenbollen-recept">la ensalada de tomate confitado, hinojo y bulbos de tulipán</a> o las ostras con bulbos de tulipán.</p>
<p>Probablemente, a aquella joven que contaba los estragos de la hambruna holandesa le hubiera gustado degustar estas exquisiteces.</p>
<p>Por cierto, ella se convirtió, años más tarde, en una de las mejores actrices del siglo XX, y a finales de abril de 1990 fue declarada en Países Bajos una estrella del mundo botánico. La industria de bulbos neerlandesa le rindió homenaje por su labor en UNICEF dedicándole una variedad blanca de la flor de excepcional luminosidad: el tulipán Audrey Hepburn.</p>
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<figcaption><span class="caption">Ceremonia oficial para poner el nombre de Audrey Hepburn a una variedad de tulipán en Huis Doorn, la mansión de la familia en Doorn, Países Bajos.</span></figcaption>
</figure><img src="https://counter.theconversation.com/content/203264/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La planta icónica de los Países Bajos salvó a miles de personas de la inanición en tiempos de hambruna y hoy vuelve a ser apreciada por sus cualidades gastronómicas.Jose Miguel Soriano del Castillo, Catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de ValènciaMª Inmaculada Zarzo Llobell, Estudiante de Doctorado en Medicina, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1991962023-03-31T09:48:01Z2023-03-31T09:48:01ZFlores comestibles: más que una cara bonita<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/518554/original/file-20230330-18-z8ejlq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=25%2C0%2C8624%2C3605&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/edible-flowers-field-pansies-violets-on-1662385015">Shutterstock / Anna_Pustynnikova</a></span></figcaption></figure><p>Las flores han formado parte de la alimentación humana a lo largo de toda su historia, aunque a partir del siglo XIX su consumo había decaído. Ahora es fácil encontrarlas otra vez <a href="https://efeagro.com/flores-comestibles-restauracion-2021/">en un plato de un restaurante de moda</a> o en alguna ensalada del lineal de supermercado. ¿Qué nos proporcionan las flores? ¿Por qué han vuelto a nuestras mesas?</p>
<p>La respuesta es fácil: su valor estético resulta innegable. Pero más allá de esa función ornamental, las flores comestibles tienen mucho que aportarnos. Descubrámoslo juntos.</p>
<h2>¿Qué especies son comestibles?</h2>
<p>Las flores que podemos incluir en nuestro menú vienen de muchas plantas procedentes de todo el mundo. Aunque no hay una lista oficial, en las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26462418/">referencias científicas</a> se incluyen hasta 180 especies cuya inocuidad o beneficios terapéuticos están avalados por distintas organizaciones. </p>
<p>Pero no todas las flores que encontramos son comestibles: ciertas variedades pueden ser tóxicas si las ingerimos, y algunas incluso pueden matarnos. <a href="https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002878.htm">Las flores de la digital (<em>Digitalis purpurea</em>) constituyen un buen ejemplo de veneno “bonito”</a>. </p>
<p>Por eso es importante conocer qué flores son seguras para comer. Si no sabemos mucho de botánica, no hay de qué preocuparse: siempre podemos comprarlas en un mercado para evitar posibles intoxicaciones.</p>
<h2>¿Qué nutrientes nos aportan?</h2>
<p>Todos los alimentos están hechos de dos tipos de nutrientes: los macronutrientes y los micronutrientes. Los primeros nos dan energía y los necesitamos en grandes cantidades; mientras que los micronutrientes se obtienen en pequeñas dosis y ayudan a que nuestro cuerpo funcione correctamente.</p>
<p>Como el resto de los vegetales, las flores contienen muchos nutrientes beneficiosos, como agua y fibra. También poseen diferentes fitoquímicos, compuestos químicos que no se consideran nutrientes esenciales pero pueden resultar provechosos para nuestra salud. </p>
<p>Los fitoquímicos son responsables de los <a href="https://theconversation.com/por-que-tienen-tantos-colores-las-flores-196964">colores brillantes</a> y los olores de las flores. <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpls.2020.569499/full">Pueden ayudar a prevenir enfermedades</a>, como el cáncer, la obesidad y problemas del corazón, y se dividen en tres grupos principales: polifenoles, terpenoides y alcaloides. Estas categorías presentan diferentes estructuras químicas y ejercen diferentes efectos en nuestro cuerpo cuando los comemos.</p>
<p>En las flores abundan especialmente los polifenoles, que pueden ser de diferentes tipos, como ácidos fenólicos, antocianinas, taninos y flavonoides. Estos últimos son los más comunes. </p>
<p>Algunos ejemplos de flavonoides que se encuentran habitualmente en las flores son la quercetina, el kaempferol y la apigenina, y se ha demostrado que poseen <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-49347782">propiedades antioxidantes y antiinflamatorias</a>. Además, pueden ser beneficiosos para <a href="https://www.rtve.es/noticias/20190816/consumo-flavonoides-presentes-manzanas-reducen-riesgo-cancer-enfermedades-cardiacas/1977239.shtml">la salud cardiovascular y prevenir el cáncer</a>.</p>
<p>Al proporcionar beneficios adicionales a la salud, más allá de su valor nutritivo básico, las flores se encuadran en la categoría de alimentos funcionales.</p>
<h2>Grandes éxitos florales</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/517809/original/file-20230327-23-np3p7l.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Flores de pensamiento.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Cristina Moliner Langa</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Hay tantas flores comestibles que no se pueden nombrar todas en este artículo, así que vamos a centrarnos en algunas de las especies más consumidas, por ejemplo, en España. Es el caso de los <strong>pensamientos</strong> o los <strong>tagetes</strong> (que también se conocen como claveles chinos), plantas muy bonitas que la gente suele tener en casa. </p>
<p>Los pensamientos lucen flores de muchos tamaños y colores (morado, amarillo, blanco…), mientras que las de los tagetes son exclusivamente naranjas o amarillas. Ambas resultan perfectas para decorar y dar sabor a ensaladas, sopas, postres y bebidas. </p>
<p>Pero lo mejor de todo es que constituyen una fuente de antioxidantes naturales de tipo <a href="https://www.mdpi.com/1420-3049/26/5/1201#B9-molecules-26-01201">flavonoide y carotenoide</a>. Por ejemplo, el carotenoide <a href="https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/754.html">luteína</a>, presente en grandes cantidades en los tagetes, puede ayudar a prevenir la degeneración macular, una de las principales causas de ceguera en los ancianos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518553/original/file-20230330-26-65o58e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Flor de cebolla.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/macro-blooming-onion-flower-head-garden-2008057892">Shutterstock / Mariia Romanyk</a></span>
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<p>La <strong>cebolla</strong> es uno de los vegetales más consumidos en el mundo, pero mucha gente no sabe que sus flores también se pueden degustar. Tienen un sabor menos fuerte que el bulbo, se utilizan en la cocina para hacer platos deliciosos. Las investigaciones sugieren que además podrían producir efectos beneficiosos para la salud cardiovascular y contribuir al control de enfermedades como la diabetes tipo II. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518551/original/file-20230330-21-pkjaa4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Flor de Sechuán.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/fresh-off-three-sechuan-button-paniculated-2260446269">Shutterstock / Hernawan Palastian</a></span>
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<p>Menos conocida, <strong>la flor eléctrica o botón de Sechuan</strong> genera una curiosa sensación de hormigueo y adormecimiento en la boca, seguida de un aumento en la salivación que a algunos consumidores les recuerda los caramelos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Peta_Zetas">Peta Zetas</a>. Esto se debe a que contiene una sustancia llamada espilantol, que ejerce un efecto anestésico local en la boca. Es muy apreciada por los amantes de los <em>gin-tonics</em>.</p>
<p>En definitiva, las flores nos aportan una amplia de fitoquímicos que pueden ayudar a controlar o prevenir enfermedades. Más allá de su función estética, integrarlas en nuestra dieta puede resultar beneficioso para nuestra salud.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/199196/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cristina Moliner Langa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aparte de alegrar con sus vivos colores los platos, algunas flores comestibles (como los pensamientos o los tagetes) son ricas en flavonoides, compuestos beneficiosos para la salud.Cristina Moliner Langa, Lecturer, Universidad San JorgeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1969642023-01-05T18:32:59Z2023-01-05T18:32:59Z¿Por qué tienen tantos colores las flores?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502618/original/file-20221223-19950-9xtgen.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C9%2C6005%2C1992&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/multicolored-flowering-summer-meadow-red-pink-1938169531">Shutterstock / nnattalli</a></span></figcaption></figure><p>Existen más de 300 000 especies de plantas con flores polinizadas por animales. Cada una de ellas produce flores de un color único en la naturaleza, lo que crea una gama cromática inmensa y al mismo tiempo fascinante. Producir un colorido llamativo hace que las flores destaquen sobre el fondo verde de sus hojas, y esto les permite atraer con éxito a los polinizadores. Veamos cómo. </p>
<h2>Pigmentos florales, un gran invento evolutivo</h2>
<p>A los humanos nos va bien imitando lo que ocurre en la naturaleza. Mientras que los pintores usan pigmentos naturales o sintéticos para plasmar sus ideas en un lienzo blanco, las plantas los producen ellas mismas para colorear sus flores. </p>
<p>El color floral generalmente reside en los pétalos, que no son más que capas de células que acumulan pigmentos. Uno de los aspectos más interesantes de esas sustancias colorantes es que incluso en pequeñas cantidades poseen una gran capacidad de absorber parte de la luz visible proveniente del sol. </p>
<p>Así, cuando la luz solar incide en los pétalos, una parte es absorbida por los pigmentos y otra es reflejada. Por ejemplo, percibimos el color rojo de los pétalos de una amapola porque solo reflejan la parte roja de la luz visible y absorben el resto.</p>
<p>Además de las clorofilas verdes, que son relativamente raras en las flores, <a href="https://portlandpress.com/biochemist/article/43/3/6/228829/Painting-the-green-canvas-how-pigments-produce">existen tres grandes grupos de pigmentos florales</a>: </p>
<ul>
<li><p>Los <strong>carotenoides</strong>, responsables del color naranja de las zanahorias, normalmente confieren tonalidades amarillas, como sucede en narcisos, girasoles, caléndulas o acacias. </p></li>
<li><p>Las <strong>betalaínas</strong> proporcionan la característica tinción roja de la remolacha. Estos pigmentos se encuentran únicamente en la familia de los cactus y otras afines, donde producen coloraciones amarillas, rosas o rojizas. </p></li>
<li><p>Los <strong>flavonoides</strong> constituyen, sin duda, el grupo de pigmentos más frecuentes y que mayor gama de colores proporcionan a las flores. Entre ellos están las antocianinas, las reinas de los pigmentos, pues la extensa paleta cromática que producen abarca desde el azul aguamarina al negro púrpura, pasando por los tonos violetas, rosas, naranjas o rojos.</p></li>
</ul>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502568/original/file-20221222-14-b1kel9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El color de las flores del anagálide, <em>Lysimachia monelli</em>, se produce por la acumulación de un pigmento naranja, las antocianinas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Eduardo Narbona</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>Otros flavonoides, como los flavonoles y las flavonas, son incoloros para el ser humano, ya que absorben la luz ultravioleta y no podemos percibirla. Sin embargo, los principales grupos de polinizadores –mayoritariamente abejas, moscas, mariposas o aves– poseen sistemas visuales que les <a href="https://www.researchgate.net/publication/8064482_Animal_colour_vision_-_Behavioural_tests_and_physiological_concepts">permiten ver este tipo de luz</a>. </p>
<p>En las flores, estos compuestos forman parte de las guías florales. Aunque son <a href="https://academic.oup.com/aob/article/128/7/821/6314224">marcas generalmente invisibles</a> para el ojo humano, les sirven a los polinizadores para localizar el néctar u otras recompensas florales.</p>
<p>Una flor puede albergar uno o varios tipos de pigmentos. Cuando contiene más de uno, éstos pueden acumularse en la misma zona, lo que produce un nuevo color como resultado de la mezcla. Además, las sustancias colorantes pueden localizarse en distintas partes de la flor y generar patrones cromáticos extremadamente complejos, como es el caso de muchas orquídeas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=247&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=247&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=247&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=310&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=310&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502569/original/file-20221222-23-8jc0t4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=310&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las flores de la orquídea espejo de Venus, <em>Ophrys speculum</em>, imitan la forma y color de una avispa hembra. Estos complejos patrones cromáticos se producen por la combinación de varios tipos de pigmentos, como antocianinas, carotenoides y clorofilas. Además, la parte inferior produce un brillo de apariencia especular.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Eduardo Narbona</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Cómo producir muchos colores</h2>
<p>Aunque solo existan estos grandes grupos de pigmentos, la diversidad de colores que generan puede ser inmensa, ya que su estructura básica puede sufrir casi infinitas modificaciones moleculares. Por ejemplo, se han documentado más de <a href="https://www.wiley.com/en-us/Annual+Plant+Reviews%2C+Volume+14%2C+Plant+Pigments+and+their+Manipulation-p-9781405150064">600 tipos de carotenoides y antocianinas</a> que varían en su estructura química. </p>
<p>Además, las antocianinas pueden unirse molecularmente con metales u otros flavonoides y producir colores intensos, como el <a href="https://pubs.rsc.org/en/content/articlelanding/2009/NP/b800165k">azul de la flor del aciano</a>. Esta tonalidad, tan rara en las flores silvestres, podría haber evolucionado para ser muy llamativa y <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpls.2020.618203/full">atraer a las abejas</a>.</p>
<p>Por si fuera poco, otros procesos derivados de la reflexión de la luz en los pétalos pueden aumentar la gama de colores. Por ejemplo, en la amapola de California, las <a href="https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/nph.15229">células de la superficie del pétalo son estriadas</a>, lo que potencia su color amarillo anaranjado y produce un característico brillo sedoso. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=727&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=727&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502570/original/file-20221222-22-mdjwl6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=727&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La amapola de California, <em>Eschscholzia californica</em>, contiene carotenoides de color amarillo y naranja y un brillo sedoso en toda la superficie de los pétalos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Eduardo Narbona</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>Todavía más sorprendente es el caso de la orquídea espejo de Venus, en la que las células de la zona central son tan planas que generan un brillo blanco muy potente, generando una <a href="https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1469-8137.2012.04356.x">apariencia especular</a>. </p>
<h2>Un torneo por llamar la atención</h2>
<p>En su evolución, las plantas con flores han desarrollado mecanismos para favorecer la polinización entre los mismos individuos de una especie y así evitar la deposición de polen extraño. Un color específico puede ser un mecanismo que propicie esta <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2021.658710%20/full"><em>fidelidad</em> de los polinizadores</a> a realizar visitas entre plantas de la misma especie. </p>
<p>Por otra parte, en las comunidades vegetales hay momentos en los que florecen muchas especies al mismo tiempo. En general, comparten los mismos polinizadores, lo que produce una competencia entre las plantas para atraerlos.</p>
<p>Como resultado de esta rivalidad, las plantas han desarrollado colores florales que son más distintos entre sí de lo que cabría esperar por el azar. Esto se ha encontrado en praderas de zonas tan dispares como <a href="https://academic.oup.com/aob/article/124/2/221/5476127">Australia</a>, <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/abs/10.1098/rspb.2010.0501">América del Norte</a> o <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00442-018-4204-5">norte de Europa</a>. </p>
<p>Sin embargo, no se conoce todo sobre la evolución del color de las flores. En un estudio reciente se ha demostrado que las antocianinas, los pigmentos más frecuentes en ellas, <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2021.743850/full">no son los más llamativos para los polinizadores</a>. Por tanto, deben existir <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpls.2021.736998/full">otros factores ecológicos o evolutivos</a> que estén afectando a la producción de pigmentos florales. </p>
<p>Las flores y sus colores todavía nos esconden grandes secretos. Descubrirlos es sin duda un gran reto que debemos asumir para comprender mejor la relación de las plantas con el medio ambiente, más aún en el contexto actual de pérdida de biodiversidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196964/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eduardo Narbona recibe fondos de Ministerio de Ciencia e Innovación (Proyecto "ReColor" PID2020-116222GB-I00)</span></em></p>La principal función de la inmensa paleta cromática que despliegan las plantas con flores es atraer a los polinizadores, aunque hay factores ecológicos o evolutivos que aún se desconocen.Eduardo Narbona, Profesor Titular del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1945482022-12-13T19:54:04Z2022-12-13T19:54:04ZDescubierta la mecánica oculta del vuelo del diente de león<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/500674/original/file-20221213-14742-oz0t5e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C16%2C5599%2C3715&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/dandelion-seeds-morning-sunlight-blowing-away-137674295">Shutterstock / Brian A Jackson</a></span></figcaption></figure><p>La dispersión hacia un nuevo hábitat es una de las decisiones más arriesgadas que puede tomar un organismo vivo. Más aún si no se puede mover y su diáspora depende de terceros. Pero esa diáspora no solo está en manos del azar. El diente de león emplea un fascinante mecanismo para que sus frutos, con las semillas y nuestros deseos abordo, viajen varios metros o incluso kilómetros y así garantizar su porvenir. </p>
<p>Puede parecer que las plantas son actores puramente pasivos en la dispersión de sus semillas y frutos, y que su suerte depende completamente de la idoneidad de las condiciones ambientales y de los polinizadores del momento. Sin embargo, hay varios ejemplos en el reino vegetal que muestran la <a href="https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/nph.16110">capacidad de algunas para remodelar a lo largo del viaje y con precisión la anatomía de las estructuras transportadoras de sus semillas en respuesta a los cambios ambientales (viento, temperatura y/o disponibilidad de agua) </a>. Este es el fascinante caso de <a href="https://www.asturnatura.com/especie/taraxacum-officinale"><em>Taraxacum officinale</em></a>, de la familia de las asteráceas, comúnmente conocido como diente de león.</p>
<h2>El diente de león ajusta su anatomía a las condiciones meteorológicas</h2>
<p>Si observamos de cerca el pompón blanco mullido de la planta de diente de león madura, ese en el que depositamos todas nuestras esperanzas al pedir un deseo, veremos que está conformado por decenas de frutos. Estos están unidos por un filamento a un intrincado “paracaídas” o penacho piloso y cónico, conformado por más de un centenar de cerdas, denominado vilano. Cuando los frutos se desprenden de la planta, el vilano atrapa el viento y comienza la diáspora. </p>
<p>Curiosamente, la morfología del vilano no es estática y cambia reversiblemente a lo largo del viaje. Y es que el diente de león ha mantenido en secreto –pero a la vista de todos– la clave para ajustar eficazmente su vuelo a las condiciones meteorológicas y asegurar así una dispersión exitosa de sus semillas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=339&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=339&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=339&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=426&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=426&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/500445/original/file-20221212-108656-9tmah6.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=426&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Dispersión informada del fruto del diente de león. La hidratación diferencial del dispositivo de apertura/cierre del vilano en respuesta a los niveles de humedad y viento permite el despliegue o agrupamiento de las cerdas del vilano.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Una reciente <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-022-30245-3">publicación en la revista <em>Nature Communications</em></a> muestra las claves físicas de este fenómeno: la remodelación higroscópica (capacidad de absorber humedad) de la placa base de su vilano. Así, en condiciones secas y ventosas, los dientes de león despliegan sus vilanos para atrapar mejor el viento y favorecer la navegación aérea de los frutos. En cambio, cuando el ambiente se torna húmedo y el viento es suave, los frutos del diente de león cierran sus “paracaídas”, agrupan los vilanos, y comienzan a descender hacia el suelo.</p>
<h2>Cómo adaptan su viaje a las condiciones ambientales</h2>
<p>La apertura del vilano del diente de león se modifica debido a la remodelación de una estructura higroscópica que tiene en la base, similar a un “dispositivo”, que se hincha en contacto con el agua e impulsa el movimiento de las cerdas sin gastar un ápice de energía. Este dispositivo absorbe las moléculas de agua del ambiente y determina si el nivel de humedad atmosférica es el óptimo. Es entonces cuando toma una decisión estratégica: abrir el vilano y emprender el vuelo hacia un hábitat más favorable, o cerrarlo y permanecer en la flor. De esta “decisión” biomecánica depende la supervivencia de la especie.</p>
<p>Ayudándose de cámaras de humedad controlada, técnicas de imagen y modelos informáticos, el equipo investigador descubrió que este dispositivo del vilano se compone de cuatro tejidos diferentes dispuestos de una manera radial singular entorno a una cavidad central. </p>
<p>Cada tejido, además, tiene una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hidr%C3%B3fobo">hidrofobicidad</a> diferente y, por consiguiente, diferente capacidad para hincharse. Es justo esta hinchazón diferencial y radial la que permite el movimiento angular y sincronizado de los pelos del vilano. </p>
<p>Como se muestra en el estudio, en condiciones de mayor humedad el hinchazón radial del dispositivo provocaba que las cerdas del vilano se moviesen mecánicamente hacia arriba, desencadenando el cierre del paracaídas. En condiciones más secas, el dispositivo se deshidrataba y perdía su turgencia, provocando el despliegue de las cerdas y la formación de un paracaídas menos aerodinámico. <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-022-30245-3">En este artículo</a> hablan de este dispositivo como un tipo de “bisagra biológica” nunca antes caracterizada que percibe y responde de forma activa y precisa a las señales ambientales y permite la <a href="https://www.biorxiv.org/content/10.1101/542696v3.full">dispersión informada</a>.</p>
<h2>Su papel en la biodiversidad</h2>
<p>El estudio de las características estructurales y funcionales relacionadas con la dispersión de las semillas y frutos es un campo de investigación activo por sus implicaciones en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1433831907000376">biodiversidad vegetal</a>, así como en el <a href="https://academic.oup.com/icb/article/49/3/197/679649">cambio climático</a>. </p>
<p>El diente de león desempeña un papel ecológico muy importante en los ecosistemas (principalmente urbanos y rurales). Son una de las primeras plantas en florecer, y por ello proporcionan néctar a una gran variedad de insectos polinizadores (incluidas las <a href="https://theconversation.com/el-sofisticado-cerebro-de-las-abejas-182170">abejas</a>) en los primeros meses de la primavera. La dispersión de esta especie influye en las poblaciones de polinizadores y estás, a su vez, en la producción de los cultivos. No olvidemos que la mayor parte de los cultivos dependen de los polinizadores. Por todo ello, conocer cómo modula el diente de león la dispersión de sus semillas en función de las condiciones ambientales es vital para predecir la dinámica de sus poblaciones en la actual crisis climática y su supervivencia en el futuro.</p>
<h2>Fuente de inspiración biotecnológica: drones y robots blandos</h2>
<p>Conocer las características del vuelo del diente de león puede traer avances en la ciencia e <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8664382/">ingeniería</a> de los <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/adfm.201602596">materiales</a>. De hecho, la biomecánica detrás de la apertura o cierre sincronizado de las cerdas del vilano podría servir de inspiración para el diseño de nuevos robots elaborados con materiales flexibles que muevan apéndices simultáneamente, también conocidos como <a href="https://theconversation.com/los-robots-blandos-inspirados-en-la-naturaleza-que-revolucionaran-nuestras-vidas-156984">robots blandos</a>. </p>
<p>Hay que tener en cuenta que los mecanismos naturales de dispersión de semillas son robustos, altamente adaptativos, y eficientes en cuanto a masa y energía para optimizar el vuelo, características muy valoradas en robótica. De igual forma, al conocer las singularidades del vuelo de larga distancia del diente de león <a href="https://journals.aps.org/prfluids/abstract/10.1103/PhysRevFluids.4.071901">hay quien baraja</a> la idea de crear pequeños drones voladores con aplicaciones como la vigilancia, la seguridad y el control de la calidad del aire. </p>
<p>Son múltiples los avances que nos depara el vuelo del diente de león. Es hora de pedir nuevos deseos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194548/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los vilanos del diente de león toman decisiones en pleno vuelo para ajustar su “paracaídas” en función del viento y la humedad. Una investigación acaba de desvelar su estrategia para dispersarse kilómetros de distancia con nuestros deseos a bordo.María Teresa Gómez Sagasti, Profesora adjunta e investigadora área Fisiología Vegetal, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaRaquel Esteban, Profesora de Fisiología Vegetal, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1959512022-12-11T19:56:35Z2022-12-11T19:56:35ZFitoplasma: el amigo invisible de las flores de Pascua<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/500024/original/file-20221209-33244-uu5no9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C24%2C8256%2C5462&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/poinsettia-christmas-tree-1242765184">Shutterstock / Princess_Anmitsu</a></span></figcaption></figure><p>Como ha ocurrido con tantas invenciones estadounidenses del siglo XX, desde la Coca-Cola a Halloween, las flores de Pascua, que <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2022/11/flor-de-pascua-algo-mas-que-una-flor.html">ni son verdaderas flores</a> ni florecen en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pascua">Pascua</a>, se extendieron como iconos navideños por todo el mundo a partir de mediados del siglo pasado.</p>
<p>Desde tiempos inmemoriales, las flores de Pascua eran conocidas por los aztecas, quienes las llamaban <a href="https://www.gob.mx/cultura/articulos/flor-de-nochebuena-185645?idiom=es"><em>cuetlaxochitl</em></a>. Simbolizaban la pureza y la resurrección y, por lo mismo, se colocaban en los altares dedicados a los guerreros que morían en batalla y renacían en un paraíso celestial.</p>
<p>Esos atributos fueron aprovechados por unos padres franciscanos que se asentaron el siglo XVII en Taxco y comenzaron a usarlas para adornar su iglesia durante la Navidad. Allí las vio <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joel_Roberts_Poinsett">Joel Robert Poinsett</a>, el primer embajador de Estados Unidos en México. </p>
<p>Tras volver a su país en 1829, Poinsett, que llevó en su valija algunos esquejes, comenzó a cultivarlas en su plantación de Charleston, Carolina del Sur. Desde allí regalaba cada Navidad ejemplares floridos entre sus amigos y como <em>exsiccata</em> (ejemplares de colección) para algunos jardines botánicos selectos.</p>
<p>Pero que desde un pequeño círculo de amistades y del cultivo en jardines ilustrados se convirtieran en las plantas en maceta <a href="https://worldcat.org/es/title/1005480770">más vendidas de Estados Unidos</a> –donde cada año se venden alrededor de cien millones de macetas en solo seis semanas– hay un largo trecho. No hay iPhone que supere ese récord de ventas ni de lejos.</p>
<h2>La revolución de las poinsettias: de la flor cortada a las macetas</h2>
<p>Los responsables de la revolución comercial de las <em>poinsettias</em> (el nombre con el que se conocen en el mundo anglosajón en honor de su “descubridor”) se apellidan Ecke, unos floricultores californianos que fueron para esas plantas lo que los sudafricanos <a href="https://elobrero.es/historalia/79388-breve-historia-del-diamante-1-los-caballeros-las-prefieren-rubias.html">De Beers para los diamantes</a>. </p>
<p>Antes de <a href="https://www.greenhousecanada.com/agribio-group-acquires-ecke-ranch-3279/">echar el cierre hace diez años</a>, cuatro generaciones de Ecke convirtieron unas plantas que pocos estadounidenses habían tenido en sus manos en un elemento decorativo imprescindible desde Acción de Gracias a Año Nuevo.</p>
<p>La <a href="https://archives.csusm.edu/ecke/exhibits/show/family-papers/albert">historia de los mayores productores</a> de poinsettias del mundo dio comienzo cuando el patriarca de la dinastía, el inmigrante alemán Albert Ecke, llegó a California en 1902. Por entonces, estas plantas se vendían en puestos callejeros como flores cortadas en lugar de enraizadas en macetas. Tenían un gran inconveniente comercial: en el mejor de los casos se mantenían lozanas dos o tres días antes de marchitarse.</p>
<p>A partir de 1923, los Ecke lograron ir dándoles un cambio de imagen radical a través de una técnica de reproducción secreta que convirtió un desgarbado arbusto silvestre en una planta robusta, ramificada y voluptuosa. <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2022/12/breve-historia-de-la-flor-de-pascua.html">Una imaginativa campaña publicitaria</a> hizo el resto.</p>
<p>Sin saber por qué, de los semilleros de los Ecke surgían plántulas que se desarrollaban en tipos nuevos más robustos, erguidos y ramificados. Por si fuera poco, producían más <em>flores</em>. Gracias a la introducción de estas variedades, comenzó la era moderna del cultivo de poinsettias.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/500025/original/file-20221209-25056-hulkq8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Árbol de Poinsettia silvestre.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/blooming-red-poinsettia-tree-bedugul-tabanan-1767469289">Shutterstock / Gekko Gallery</a></span>
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<p>Mientras que en los trópicos mexicanos las poinsettias silvestres eran unos arbustos que podían alcanzar más de dos de metros de altura, los cultivares (plantas seleccionadas) de los Ecke apenas medían un par de palmos, conservaban más tiempo las hojas y producían unas plantas ramificadas ideales para comercializarlas en macetas de flores múltiples. </p>
<p>Además, el porte erguido y la ramificación abierta facilitó primero la distribución por ferrocarril dentro de Estados Unidos y más tarde por vía aérea a otros mercados.</p>
<p>Comprobado el éxito, cultivadores de todo el mundo intentaron imitar el <a href="https://news.csusm.edu/ecke-collection/">estilo Ecke</a>. Probaron con las técnicas habituales entre floricultores: polinización y esquejes, pero ninguno daba con el secreto. La producción de las popularísimas poinsettias enraizadas estilo Ecke se había convertido en un misterio que sus competidores no lograban desvelar.</p>
<h2>El ingrediente secreto de los Ecke</h2>
<p>Probablemente desde 1923, sin que ellos fueran conscientes, un mágico <em>amigo invisible</em> había vivido dentro de las poinsettias de los Ecke; un amigo cuyos misteriosos poderes favorecían la producción de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Morfotipo">morfotipos</a> de ramificación libre.</p>
<p>Los investigadores empezaron a sospechar de la presencia de un agente biológico <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/End%C3%B3fito">endófito</a> (que vive dentro de la planta) cuando se descubrió que el temible <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/agricultural-and-biological-sciences/poinsettia-mosaic-virus">virus del mosaico de la flor de Pascua</a> (PNMV) aparecía en todos los ejemplares ramificados. Además, su capacidad para producir las valiosas ramificaciones multiflorales desaparecía cuando las plantas eran sometidas a los tratamientos utilizados tradicionalmente para eliminar patógenos, incluido el PNMV.</p>
<p>Por añadidura, la capacidad de ramificación libre se recuperaba cuando los ejemplares tratados <a href="https://journals.ashs.org/jashs/view/journals/jashs/108/3/article-p419.xml">se injertaban en plantas madre de ramificación libre</a>. Y por si eso no bastaba, la posibilidad de un ataque vírico se descartó porque el PNMV también aparecía en cultivares de ramificación restringida.</p>
<p>En 1993, una <a href="https://cdnsciencepub.com/doi/abs/10.1139/b93-128?journalCode=cjb1">publicación científica</a> reveló que la búsqueda de otros agentes biológicos no víricos había fracasado. Para entonces, confiados en su secreto y dispuestos a monopolizar el comercio mundial de poinsettias, los Ecke habían obtenido un préstamo multimillonario a treinta años para ampliar la empresa. El momento que eligieron no pudo ser peor.</p>
<p>Imagínense que Coca-Cola ve su fórmula secreta distribuida por Internet. Así se sintieron los Ecke cuando, en 1997, unos investigadores universitarios <a href="https://journals.ashs.org/jashs/view/journals/jashs/116/2/article-p307.xml">publicaron un artículo</a> que revelaba el proceso secreto de su familia: sus esquejes estaban infectados por un extraño microorganismo mitad bacteria mitad virus, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Phytoplasma">un fitoplasma</a>. </p>
<p>Era el mismo que producía <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Virus_de_la_Sharka">la sharka del melocotón</a> y el enanismo de las plantas del género <em>Spiraea</em>, pero resultaba benigno en la flor de Pascua.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el fitoplasma era el <em>amigo invisible</em> que habitaba en los cultivares de ramificación libre y contribuía a la inducción de los lucidos brotes florales.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Ciclo de un fitoplasma. Los transmisores son unas chicharrillas o saltahojas, unos insectos succionadores de la familia Cicallediae." src="https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=643&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=643&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=643&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=809&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=809&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/499237/original/file-20221206-3888-b83ln8.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=809&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ciclo del fitoplasma.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Manuel Peinado</span></span>
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<h2>¿Amigos o enemigos?</h2>
<p>Los fitoplasmas son patógenos que provocan graves enfermedades en cientos de especies vegetales en todo el mundo. Su presencia en el floema (el tejido que conduce la savia elaborada) causa una <a href="https://www.jstage.jst.go.jp/article/jjphytopath1918/33/4/33_4_259/_article">serie de síntomas</a> que sugieren profundas alteraciones perjudiciales en el equilibrio normal de las hormonas vegetales: esterilidad, <a href="https://es.thefreedictionary.com/virescencia">virescencia</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Filodio#:%7E:text=En%20Bot%C3%A1nica%2C%20se%20llama%20filodio,anatom%C3%ADa%20interna%20resulta%20no%20serlo.">filodios</a> florales, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Escoba_de_bruja">escobas de bruja</a>, atrofia, amarillamiento, necrosis del floema y muerte regresiva de las ramas en las plantas leñosas.</p>
<p>Técnicamente, la ramificación libre es un síntoma de enfermedad de las flores de Pascua. Pero, como ocurre con el <em>Potyvirus</em> que causa el codiciado <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Tulip_breaking_virus">cambio de color de los pétalos de los tulipanes</a>, el fitoplasma provoca unas esplendorosas manifestaciones florales navideñas que son una bendición para los floricultores: tan solo en España, por ejemplo, movilizará este mes <a href="https://efeagro.com/flor-de-pascua/">nueve millones de ejemplares</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/195951/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Manuel Peinado Lorca es miembro de la Comisión Federal de Biodiversidad del PSOE.</span></em></p>Un microorganismo patógeno es el responsable de que la flor de Pascua o poinsettia alegre tantos hogares con sus exuberantes colores durante las fiestas navideñas.Manuel Peinado Lorca, Catedrático de Universidad. Director del Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1723462021-11-25T20:21:26Z2021-11-25T20:21:26ZFlores con olor a cadáver para atraer a las moscas del desierto<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/434017/original/file-20211125-1695-zxoxfc.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C5%2C1991%2C1323&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Explosión floral de proteáceas (Leucospermum patersonii) en el fynbos cerca de El Cabo (Sudáfrica).
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.grootbos.com/en/gallery">grootbos.com</a></span></figcaption></figure><p>Durante el otoño boreal, mientras que en Suráfrica es primavera, en los invernaderos en los que se custodian los ejemplares más sensibles de las colecciones del Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá, aparecen olores a carroña tan desagradables a nuestro olfato como atractivos para las moscas carroñeras.</p>
<p>Vivir en las zonas áridas de clima mediterráneo de Suráfrica, en el bioma del <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Fynbos">fynbos</a>, y en los <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Namib">desiertos costeros de Namibia</a> no es nada fácil. Los inviernos son más fríos que en cualquier otra zona baja africana, las heladas son frecuentes durante la estación de lluvias entre junio y agosto, y la estación seca supera los ocho meses con precipitaciones que a veces no se producen durante años.</p>
<p>Las estrategias que han desarrollado las plantas para sobrevivir en esas condiciones son muchas y no en vano algunas de las plantas más extraordinarias del mundo, incluyendo más de 6 000 especies endémicas, viven alrededor de la región de El Cabo y en la costa occidental desértica de Namibia. </p>
<p>Hoy voy a ocuparme de unas curiosísimas plantas de la familia Asclepiadáceas que han desarrollado sendas estrategias para realizar los dos grandes procesos que afectan a los seres vivos: crecer y reproducirse.</p>
<p>Para sobrevivir y crecer en un ambiente donde el agua escasea, las asclepiadáceas surafricanas han desarrollado la misma estrategia vital que otras plantas de zonas áridas: la suculencia. En las plantas suculentas algún órgano o tejido está modificado para permitir el almacenamiento de agua en grandes cantidades, lo que les permite sobrevivir en entornos áridos y secos inhabitables para otras plantas. Además, las reservas de agua se economizan gracias a <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2019/12/por-que-hay-plantas-suculentas-donde.html">una ruta fotosintética especial</a>.</p>
<p>El ejemplo más típico de suculencia es el de los tallos de las <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2017/08/cactaceas.html">cactáceas del Nuevo Mundo</a> y el de algunas <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Euphorbiaceae">euforbiáceas</a> cactiformes africanas que tienen representación en los <a href="https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=Card%C3%B3n_canario">cardones canarios</a>. </p>
<p>Otro tanto ocurre con algunas <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Apocynaceae">apocináceas</a> de los géneros <em>Huernia</em>, <em>Orbea</em>, <em>Piaranthus</em> o <em>Stapelia</em> que he incluido en la composición de las fotografías de la Figura 1.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433549/original/file-20211123-23-10y78tk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=557&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Figura 1: Flores de cuatro asclepiadáceas malolientes de la colección del Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá. A: Stapelia hirsuta. B: Huernia schneideriana. C: Orbea variegata. D: Piaranthus geminatus. Fotos de Beatriz Díaz.</span>
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<p>Cada año, durante la primavera austral, Sudáfrica es el escenario de un fenómeno asombroso: el florecimiento, tan repentino como espectacular, del fynbos, una vasta extensión cubierta de plantas silvestres con matices multicolores. Unas gotas de lluvia bastan para transformar el árido paisaje en una enorme alfombra de arbustos y herbáceas cuajados de flores: ciento de especies diferentes, millones de individuos, abren sus flores en una explosión vital que busca atraer a los insectos polinizadores. </p>
<p>La oferta es extraordinaria y los insectos, aunque no falten, son incapaces de atender la demanda. Ese es el momento de las plantas especialistas capaces de realizar una oferta diferenciada.</p>
<p>Las apocináceas que habitan en las zonas áridas surafricanas compiten con otras plantas en lo que se refiere al colorido y la belleza de sus flores, pero eso no basta cuando tras las lluvias se despliega un inmenso tapiz de plantas a cual más llamativa. Las asclepiadáceas desdeñan al enorme despliegue de insectos de todas clases y se concentran en unos pocos, escasos pero eficaces: las moscas carroñeras. </p>
<p>Sus flores engañan a las moscas por la vista y el olfato. La superficie de colores atractivos y textura carnosa de los pétalos imita a un animal muerto en descomposición. La flor emite un intenso hedor a carne putrefacta que atrae a las moscas que se alimentan de los cadáveres de animales.</p>
<p>Los olores a carne podrida que producen unas moléculas orgánicas de nombres tan rotundos como <a href="https://www.quimica.es/enciclopedia/Cadaverina.html">cadaverina</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Putrescina">putrescina</a> <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2017/09/lagartija-balear-podarcis-lilfordi.html">no son raros en el mundo vegetal</a>. </p>
<p>Como producen flores a nivel del suelo que parecen y huelen a tejidos orgánicos en descomposición, esas asclepiadáceas, como hacen también <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2019/12/orquideas-que-huelen-cadaverina-y.html">unas curiosísimas orquídeas que conviven con ellas</a>, son un extraordinario reclamo para las moscas necrófilas, que, movidas por el irresistible imperativo biológico de la reproducción, no discriminan entre un cadáver putrefacto y una flor que huele a cadaverina.</p>
<p>Ese es el truco. Las moscas aterrizan en la flor pensando que han encontrado un lugar para poner sus huevos. Se mueven dentro de la flor y recogen o depositan polen en el proceso. Desgraciadamente para ellas, sus larvas están condenadas: aunque las madres encuentren néctar en abundancia, no hay comida para que se alimenten las larvas una vez que las flores se marchitan.</p>
<h2>Una bolsa de polen</h2>
<p>Las flores de las asclepiadáceas son muy complejas y características. A diferencia del polen en la mayoría de las flores, que se libera de las anteras mientras aún están adheridas a la flor, en las asclepiadáceas el polen permanece dentro de una bolsa (polinia) hasta que entra en contacto con el estigma de otra flor de la misma especie. Entre las más de 250 000 plantas con flores, solo las orquídeas, otras plantas con flores extraordinariamente complejas, empaquetan su polen de manera similar.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=469&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433553/original/file-20211123-17-14oq1eb.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=589&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Figura 3: La flor estrella, Orbea variegata, una apocinácea originaria del cinturón costero árido de la región de El Cabo, es una planta suculenta carente de hojas y con tallos cactiformes que apenas se despegan un palmo del suelo y flores muy vistosas en forma de estrella, blanquecinas o amarillas densamente moteadas de granate, que pueden alcanzar hasta ocho cm de diámetro.</span>
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<p>La única forma de que las polinias escapen de sus cámaras es que las extraigan los insectos. Las asclepiadáceas son entomófilas, lo que quiere decir que su polen lo trasladan diferentes especies de insectos. La mayoría de los insectos buscan néctar, que encuentran en abundancia gracias a las glándulas nectaríferas del fondo de las flores. En el caso de las asclepiadáceas polinizadas por moscas (dipterófilas), además de néctar, los dípteros que las visitan también buscan un lugar apetitoso en el que poner sus huevos y criar sus larvas.</p>
<p>Busquen lo que busquen, mientras se mueven sobre una flor los insectos van de nectario en nectario hasta que sacan todo el polinario (el viscoso corpúsculo, dos brazos trasladadores y dos polinias) de la cámara floral en la que estaban encerrados (Figura 3). Una vez liberado, el insecto no escarmienta y continúa su búsqueda de flor en flor, por lo que muy frecuentemente acumula múltiples polinarios, a veces enganchados en cadenas de diez o más de ellos, colgando de la pata del animalito.</p>
<p>¿Qué pasa con las polinias? Muchas se caerán a medida que el insecto se mueve. Algunas encontrarán su destino en otra flor. En este caso, la polinización constituye un maravilloso proceso. Por simplificar, la polinia actúa como una llave que se introduce en una hendidura que, a modo de cerradura, impide la entrada hasta la cámara estigmática donde esperan los óvulos. A medida que el insecto se agita, el brazo del trasladador se rompe y la polinia queda dentro de la cámara.</p>
<p>Cuando la polinia penetra en la cámara comienza a hincharse. En unas pocas horas se abre por una cresta de germinación de la que salen múltiples tubos polínicos cada uno de ellos procedente de un grano de polen. Los tubos crecen y penetran en uno de los dos ovarios de cada flor, cada uno de los cuales puede contener hasta 200 óvulos, que serán fecundados por el gameto masculino transportado dentro del tubo polínico.</p>
<p>Los óvulos fertilizados se transformarán en semillas que aseguran la descendencia en uno de los ambientes más hostiles de la Tierra.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172346/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Manuel Peinado Lorca es responsable del Grupo Federal de Biodiversidad del PSOE:</span></em></p>Conseguir la polinización en algunas zonas áridas de Suráfrica no es nada fácil. Las flores hermosas y malolientes de las apocináceas han encontrado una solución original: oler a cadáver.Manuel Peinado Lorca, Catedrático de Universidad. Director del Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá., Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.