Los menores bajo acogimiento residencial son un grupo de alto riesgo con relaciones sociales disfuncionales, entre ellas las de pareja. Tanto ellos como ellas pueden ser violentos, aunque las chicas son más victimizadas.
El Gobierno de España asegura que la devolución de menores que entraron irregularmente tras la crisis con Marruecos del pasado mes de mayo se rige por parámetros legales. La autora de este artículo, experta en Derecho Internacional, ofrece una lectura diametralmente opuesta.
Un estudio (el primero de este tipo realizado hasta la fecha) explora cómo los menores y sus progenitores han vivido la pandemia y las consecuencias psicológicas y emocionales que ha dejado en sus vidas.
Un estudio de la Comisión Europea revela que el consumo de internet ascendió a una media de entre seis y siete horas y media diarias durante el confinamiento, lo que abrió la puerta a riesgos bien conocidos para millones de menores: ciberacoso, pornografía y desinformación, entre otros.
Muchos adultos desconocen qué normas hay o qué deben tener en cuenta cuando los más pequeños utilizan móviles y tabletas. Además, no todos los desarrolladores las cumplen.
El uso de la migración para generar tensión entre Marruecos y España es algo puntual. Los jóvenes y niños africanos buscan una salida frente a las desfavorables condiciones de sus países de origen.
El consumo de pornografía entre adolescentes puede fomentar conductas sexuales de riesgo. Afecta a su percepción sobre el sexo y los roles de género y puede estar asociado con aspectos como permisividad sexual, agresividad, violencia, coerción sexual y victimización.
La tecnología puede aportarnos mucho en la crianza si se busca un equilibrio con naturalidad y conciencia y se evitan las interferencias. Pero lo cierto es que los padres y madres en ocasiones no dan ejemplo y su constante contacto con las pantallas (en muchas ocasiones, por motivos de trabajo) hace que los menores actúen por imitación.
El Día de Internet Segura es buen momento para alertar sobre los retos virales, especialmente los de la plataforma TikTok. Muchos de ellos se están convirtiendo en un peligro para los menores. La muerte de una niña en Italia ha hecho saltar las alarmas sobre los riesgos de una ‘app’ que utilizan millones de menores sin supervisión.
Sabemos que el coronavirus ha generado importantes resonancias emocionales en los adolescentes. El desarrollo de una sólida inteligencia emocional les ayudaría a lidiar con las emociones difíciles.
Las niñas africanas figuran entre las grandes víctimas de la pandemia. Tal y como ha ocurrido en momentos de crisis a lo largo de la historia, están creciendo los casos de violencia de género, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos y los matrimonios infantiles, aumentando así la discriminación de género.
Los padres están obligados por ley a proteger la imagen de sus hijos. Los menores de 14 años no pueden tener presencia en las redes sociales. ¿Por qué hay cientos de niños “influencers” entonces? En Francia ya se ha propuesto una Ley del Youtuber Infantil, mediante la cual se requerirá permiso administrativo para este tipo de actividad.
La ciencia le ha dado la razón a los niños. Ni eran grandes transmisores del virus ni ir al colegio era para ellos más perjudicial que beneficioso durante el confinamiento. Ahora lo sabemos y es el momento de impedir que vuelva a ocurrir: la infancia no puede volver a ser la gran perjudicada de la pandemia.
La escolarización es necesaria para satisfacer el derecho a la educación del niño, pero es también un medio para la realización de otros muchos derechos. El miedo al contagio puede privar al niño de mucho más que de recibir clases, especialmente cuando se trata de los colectivos más vulnerables.
Mucho cuidado: cuanta más información se comparte en la red, mayor es la exposición del menor a riesgos como el robo de datos, el acoso escolar o cibernético, la suplantación de identidad, o de consecuencias negativas en su futura vida personal o profesional.
La actual pandemia por la COVID-19 nos hace estar en continuo contacto con el duelo. No solo por la pérdida de seres queridos sino también por el duelo de no ver a familiares y amigos.
¿Qué efectos está teniendo entre las mujeres el hecho de teletrabajar y tener menores a su cargo a los que atender a diario? Un grupo de investigadores tiene ya las primeras conclusiones: ellas son las que asumen la mayoría de las cargas familiares, además de la laboral.
Sí, es una realidad: en tiempos de confinamiento el uso de pantallas por parte de los jóvenes aumenta a diario. Pero, ¿acaso podemos reprochárselo? Intentemos que hagan un uso racional con una serie de pautas, y hagámonos a la idea de que en estas semanas hay que ser más flexibles con ellos.
César San Juan, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
En situaciones de confinamiento como la que estamos viviendo, la violencia intrafamiliar se convierte en un problema añadido. No solamente hablamos de violencia de género, también de malos tratos a ancianos y a niños. Es previsible que los casos aumenten en estas semanas.
Profesora en el Departamento de Ciencias de la Educación en el área de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Investigadora del proyecto "Comunicación Científica y Divulgación en la Transferencia del Conocimiento en la Universidad", Universidad Complutense de Madrid