tag:theconversation.com,2011:/id/topics/universidades-55564/articlesuniversidades – The Conversation2023-10-03T19:38:25Ztag:theconversation.com,2011:article/2036872023-10-03T19:38:25Z2023-10-03T19:38:25ZLa importancia de la imagen para las universidades privadas<p>Imagen es un término utilizado en la vida cotidiana con varios significados. En algunos casos, se refiere a la representación visual y, a veces, se usa como abstracción mental. En el campo de la gestión empresarial se acepta que, en un mercado competitivo, es necesario contar con una imagen de marca conocida y valorada por los consumidores. </p>
<p>No es de extrañar, por tanto, que el estudio de la imagen como representación mental haya suscitado un creciente interés en los últimos años.</p>
<p>Desde el establecimiento del <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/dctm/queesbolonia/documentos/declaraciondebolonia.pdf?documentId=0901e72b8004c356">Proceso de Bolonia</a> en el Espacio Europeo de Educación Superior en 1999, las instituciones de educación superior han ganado importancia y se han posicionado en la comunidad europea como centros de I+D+i y aprendizaje, creados y mantenidos por la sociedad con el objetivo de lograr la prosperidad de la población a través de la generación de conocimiento.</p>
<p>Como ocurre en la mayoría de los sectores económicos, la competencia se ha incrementado, con la aparición de nuevas instituciones universitarias, tanto públicas como privadas, o incluso con la incorporación de modelos de educación a distancia y abierta en las universidades más aceptados tras la pandemia de covid-19. </p>
<p>Juanto al reto que supone adaptarse a las nuevas tecnologías, las instituciones de educación superior se enfrentan a una competencia creciente que les obliga a conectar con la sociedad, diferenciarse y posicionarse para atraer alumnado: para ello, necesitan replantearse su imagen y buscar una proyección definida y deliberada.</p>
<h2>La imagen de las universidades privadas</h2>
<p>Las universidades privadas buscan mantener su competitividad en el mercado a través de la proyección de una imagen característica para diferenciarse de sus competidores.</p>
<p>¿Cómo lo hacen? ¿Qué atributos buscan? En general, en la imagen influye una combinación de atributos o beneficios tangibles y otros de naturaleza psicológica.</p>
<p>Algunos expertos proponen <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2304682">un modelo</a> que analiza esta imagen a través de tres dimensiones: aspectos funcionales, afectivos y reputación. </p>
<p>La imagen no solo ayuda a destacar en una oferta cada vez más variada, sino que influye en la propia gestión de la institución: afecta a la reputación, y le afecta directamente la satisfacción y confianza de los estudiantes e incluso su retención y fidelización.</p>
<h2>Calidad, personalidad y compromiso</h2>
<p>Nuestro <a href="https://www.scopus.com/record/display.uri?eid=2-s2.0-85144729335&doi=10.3390%2fadmsci12040178&origin=inward&txGid=451007df28d8c6273582f78d55686cb3">estudio de la imagen de las universidades privadas</a> se realiza sobre <a href="https://cursomarketingycomunicacion.files.wordpress.com/2015/06/panel-iddealia-mayo-2015.pdf">una muestra de la población global</a>. Los resultados muestran que los individuos encuestados valoran la alta calidad en la formación de la universidad privada, así como las instalaciones y la investigación, como atributos funcionales para ayudar a la sociedad; mientras que emocionalmente se determina que la universidad privada despierta simpatía, transmite una gran personalidad y <a href="https://www.mdpi.com/2227-7102/12/1/19">no decepciona a sus clientes</a>.</p>
<p>Por último, en términos reputacionales, los encuestados constatan que la universidad privada está comprometida con la sociedad y que ocupa altos puestos en los ránkings universitarios.</p>
<p>Los encuestados creen que la universidad privada aporta un elevado valor respecto al precio que hay que pagar por ella. Este atributo funcional también se identifica como atributo afectivo (la percepción del precio contiene elementos casi más afectivos que funcionales). La consolidación de la universidad privada en su mercado se considera un aspecto reputacional y funcional.</p>
<h2>Aspectos afectivos</h2>
<p>En el caso de España, la encuesta determina que los ciudadanos no perciben grandes diferencias entre las universidades privadas y públicas en atributos funcionales (es decir, no piensan que unas funcionan mejor que las otras), y las diferencias están más ligadas a aspectos reputacionales o afectivos. </p>
<p>Estos resultados <a href="https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/50938/Luque-Martinez_University%20rankings.pdf?sequence=1">coinciden</a> con <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2444883418301943">otras investigaciones</a> en que las fortalezas de la universidad pública española son la variedad de titulaciones, los programas de investigación desarrollados, el prestigio internacional de algunas de ellas, e incluso los precios públicos más bajos. </p>
<p>Los encuestados tampoco consideran que el hecho de estudiar en la universidad privada dependa del tipo de persona; ni que la ideología influya en la decisión de estudiar en una institución pública o privada.</p>
<p>Estos resultados abren la puerta a más investigaciones sobre la imagen de la universidad tanto pública como privada y hasta qué punto es un elemento fundamental a tener en cuenta en un panorama de emergencia de nuevas instituciones y cada vez mayor competencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203687/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las universidades privadas buscan mantener su competitividad en el mercado a través de la proyección de una imagen característica que les distinga de sus competidores. Un estudio ha analizado cómo lo hacen.Purificación Alcaide Pulido, PhD, Profesora Adjunta (Lecturer), Departamento de Comunicación y Artes, Universidad Loyola, Universidad Loyola AndalucíaBelén Gutiérrez-Villar, Profesora Titular. Comercialización e investigación de mercados, Universidad Loyola AndalucíaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1940822022-11-09T18:33:38Z2022-11-09T18:33:38ZEl papel de las universidades en la lucha contra el cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494088/original/file-20221108-14-z9s1ro.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C15%2C5156%2C3422&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/green-tunnel-trees-light-end-on-194057237">Shutterstock / Sander van der Werf</a></span></figcaption></figure><p>Las universidades desempeñan históricamente una importante labor social. Proporcionan educación superior a la ciudadanía y realizan una contribución fundamental a la investigación científica en todas las áreas del conocimiento. Además, sirven como foro de debate y discusión para el progreso y la búsqueda de una <a href="https://theconversation.com/la-cultura-nos-hara-libres-el-valor-de-las-humanidades-en-un-mundo-digital-130609">sociedad más justa e igualitaria</a>.</p>
<p>La función educativa de la universidad es su principal contribución a la sociedad: su misión es formar a una ciudadanía con capacidad de análisis crítico, preparada para mejorar la sociedad cambiante en que vivimos y aportar soluciones a los nuevos retos a los que nos enfrentamos. Pero sobretodo, contribuyen al <a href="https://theconversation.com/que-queremos-decir-cuando-hablamos-de-educacion-util-180348">desarrollo personal</a>.</p>
<h2>Nuevas necesidades, adaptación de contenidos</h2>
<p>En un mundo cada vez más complejo e interconectado, las necesidades formativas evolucionan de manera muy rápida y dinámica, y las <a href="https://theconversation.com/educar-no-solo-ensenar-las-universidades-quieren-y-deben-ser-agentes-de-cambio-183175">universidades no se han mantenido ajenas</a> a estos cambios.</p>
<p>En este contexto digitalizado y multicultural, las instituciones de educación superior se están esforzando para innovar en la docencia y mejorar la calidad educativa. </p>
<p>La educación cada vez está dando más importancia a capacidades y habilidades esenciales para que los egresados puedan desenvolverse con éxito en su vida personal y profesional. Habilidades transversales como el trabajo en equipo, la negociación, la capacidad de síntesis, la gestión del cambio, la multidisciplinariedad, las habilidades multiculturales o la gestión del tiempo están cada vez más presentes en los programas educativos. Aunque este planteamiento no debería de implicar una menor adquisición de sólidos <a href="https://theconversation.com/es-educar-en-competencias-educar-sin-contenidos-192038">conocimientos teóricos</a>.</p>
<p>Para ello, es cada vez más común que la docencia y el aprendizaje se lleven a cabo utilizando técnicas de aprendizaje activo como la gamificación (que incluye actividades como las simulaciones o los juegos serios), los estudios de caso, los intercambios virtuales, o el aprendizaje-servicio. </p>
<h2>Estudiantado activo y en permanente formación</h2>
<p>Todas estas metodologías resultan de enorme utilidad para abordar los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al poner al estudiantado <a href="https://theconversation.com/como-un-disenador-propicio-el-cambio-de-paradigma-que-supone-la-lomloe-y-que-no-afecta-a-la-universidad-193320">en el centro del proceso educativo</a>, y al facilitar que los alumnos adopten un papel activo en su propia formación, el aprendizaje activo ofrece múltiples ventajas para enriquecer la etapa formativa con cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático.</p>
<p>Además, la formación permanente a lo largo de la vida es cada vez más importante. Esto se debe a la necesidad de adquirir las capacidades y habilidades específicas que requiere el mercado laboral, como por ejemplo el análisis de datos, la digitalización, la inteligencia artificial o el diseño gráfico. </p>
<p>Pero además, la formación permanente busca satisfacer las inquietudes intelectuales y formativas de la ciudadanía. En este contexto, el <a href="https://education.ec.europa.eu/es/education-levels/higher-education/micro-credentials">enfoque europeo sobre las microcredenciales</a> es un ejemplo de esfuerzo colectivo para internacionalizar el proceso formativo y garantizar una educación abierta a toda la ciudadanía para responder a sus necesidades.</p>
<h2>Generación y transferencia de conocimiento</h2>
<p>La universidad siempre ha tenido una misión clara de contribuir a la generación del conocimiento, tanto investigando sobre cuestiones novedosas como aplicando nuevas metodologías para investigar. </p>
<p>Avances científicos cruciales en áreas como la medicina, la física, la química, la biología o la astronomía serían imposibles sin la actividad que se lleva a cabo en las universidades.</p>
<h2>Mejorar el mundo</h2>
<p>En este sentido, la investigación científica siempre trata de comprender mejor el mundo en que vivimos y, en definitiva, mejorar de las condiciones de vida de las personas. </p>
<p>La investigación desempeña un papel fundamental para entender nuestra relación con el entorno, los efectos negativos que la actividad humana puede tener en las personas y el medio ambiente, así como las posibles soluciones que se pueden implementar para mitigar nuestro impacto negativo.</p>
<p>En este contexto, han surgido recientemente <a href="https://www.eea.europa.eu/publications/growth-without-economic-growth">planteamientos económicos</a> que tratan de transformar nuestra forma de vida, con enfoques más respetuosos con las personas y el medio ambiente: el <a href="https://theconversation.com/el-medio-ambiente-tambien-es-riqueza-el-reto-de-incluir-su-valor-en-la-contabilidad-nacional-191195">crecimiento verde</a>, el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Post-growth">postcrecimiento</a>, el <a href="https://theconversation.com/la-emergencia-climatica-nos-impone-programar-una-desescalada-economica-166049">decrecimiento</a>, la <a href="https://theconversation.com/economia-de-rosquilla-somos-conscientes-del-reto-170576">economía de rosquilla</a> o la <a href="https://theconversation.com/economia-circular-una-oportunidad-para-la-recuperacion-sostenible-140948">economía circular</a> son alternativas que buscan satisfacer nuestras necesidades de una manera más respetuosa con los límites ecológicos del planeta, las bases sociales y el objetivo principal de mejorar el bienestar común.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=493&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=493&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/494089/original/file-20221108-21-abnirr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=493&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/world-global-ecology-international-meeting-unity-252156547">Shutterstock / Rawpixel.com</a></span>
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</figure>
<h2>Una gestión más eficiente y sostenible</h2>
<p>En tercer lugar, la universidad también desempeña un papel fundamental en la mejora de la gestión de la sociedad. Por un lado, mediante la búsqueda constante de una mejora en las formas de gestionar la propia institución universitaria, mediante la adopción de prácticas sostenibles en la propia institución (eficiencia energética, movilidad sostenible, reducción de desperdicios alimenticios, mejora de gestión de residuos o fomento de los viajes sostenibles entre el personal universitario).</p>
<p>Además, puede contribuir a la adopción de prácticas sostenibles a nivel externo. En este sentido, las universidades contribuyen a la mejora de la legislación y los mecanismos de gestión de otras instituciones. </p>
<p>Las universidades también constituyen un importante catalizador de la colaboración público-privada, fundamental para el éxito de multitud de proyectos para la mitigación de los efectos del cambio climático que requieren la colaboración de diferentes actores y la optimización en el uso de los recursos.</p>
<p>Además, cada vez es más frecuente que las universidades se conviertan en laboratorios dinámicos en los que experimentar propuestas innovadoras con el objetivo de poder aplicarlas posteriormente a contextos más amplios de la sociedad para avanzar en la adaptación al cambio climático y la reducción de sus consecuencias negativas.</p>
<h2>¿Se puede hacer más?</h2>
<p>A pesar de todo lo mencionado, queda mucho por hacer y cada vez <a href="https://theconversation.com/cop27-hemos-perdido-el-tren-de-la-mitigacion-climatica-necesitamos-planes-de-adaptacion-193742">nos queda menos tiempo</a> para afrontar de forma satisfactoria los enormes retos a los que nos enfrentamos. En este contexto de emergencia climática, las universidades deben de apostar claramente por cuestiones como la multidisciplinariedad y la multiculturalidad. </p>
<p>Para ello es necesario poner el foco en enfoques colaborativos que potencien la cooperación entre universidades, entre las universidades y otros actores sociales, y entre países de todas las regiones del mundo.</p>
<p>De esta forma, las universidades podrían aumentar su contribución al fortalecimiento del tejido local y a la cooperación internacional. Además, potenciarían la corrección de desigualdades globales y ayudarían a que el Sur global estuviera adecuadamente representado, no sólo en el ámbito universitario, sino que también serviría para aumentar su representatividad institucional a nivel mundial.</p>
<p>Por último, las universidades deben de poner de relieve la importancia de la financiación pública para la investigación, el desarrollo y la innovación en la sociedad del conocimiento en la que vivimos. Sin un sector público sólido y un sistema universitario que cuente con los recursos humanos y económicos adecuados, será muy difícil que podamos lograr resolver los serios problemas a los que se enfrenta la humanidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194082/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>En este contexto de emergencia climática, las universidades cumplen una función básica: generar conocimiento y facilitar la multidisciplinariedad y la colaboración entre instituciones y sociedad.Javier Sierra, Departamento de Economía Aplicada, Universidad de SalamancaMaría-José Rodríguez-Conde, Catedrática de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación y vicerrectora de Calidad y Enseñanzas de Grado, Universidad de SalamancaNicolás Rodríguez-García, Catedrático de Derecho Procesal y vicerrector de Postgrado y Enseñanzas Propias, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1933202022-11-07T17:23:26Z2022-11-07T17:23:26ZCómo un diseñador propició el cambio de paradigma que supone la LOMLOE (y que no afecta a la universidad)<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/493512/original/file-20221104-10296-wlthhv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3834%2C2149&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/multi-ethnic-students-studying-science-elementary-1982694542">Shutterstock / Stockbusters</a></span></figcaption></figure><p>La vigente ley educativa española, la <a href="https://www.boe.es/eli/es/lo/2020/12/29/3">LOMLOE</a> ha colocado en el centro del sistema y de la práctica educativos el aprendizaje del estudiante. Para ello, ha propuesto dos nuevos elementos: las situaciones de aprendizaje y el diseño universal para el aprendizaje. Ambos se aplican, como corresponde al tipo de ley, a las etapas de educación infantil, primaria, secundaria, bachillerato y FP, quedando fuera la etapa universitaria. </p>
<p>Merece la pena detenerse en ambos elementos y en su interdependencia, para comprender el cambio de paradigma educativo que implican y preguntarnos por qué el alumnado y profesorado universitarios quedan “fuera de la ley”.</p>
<h2>El concepto de ‘Diseño Universal’</h2>
<p>Comencemos con el primer elemento diferencial de la LOMLOE. El <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:c8e7d35c-c3aa-483d-ba2e-68c22fad7e42/pe-n9-art04-carmen-alba.pdf"><em>Diseño Universal para el Aprendizaje</em></a> nace del concepto de Diseño Universal formulado por el arquitecto <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ronald_Mace">Ronald Mace</a>, en 1997. </p>
<p>Más que concepto, constituyó toda una filosofía, una reflexión y un cambio de paradigma en los objetivos del diseño. A través sus <a href="http://www.webmati.es/index.php?option=com_content&view=article&id=54:las-ideas-fundamentales-del-diseno-universal&catid=15&Itemid=164">siete principios generales del diseño</a>, aplicables en arquitectura, ingeniería y, actualmente, en páginas web y aplicaciones, Mace establece una guía para integrar, en productos y espacios, elementos y características de tal forma que permitan la accesibilidad del número máximo de usuarios. </p>
<p>Evita así la necesidad de futuras adaptaciones, en función de necesidades distintas de la media, diferenciadoras. Dicho de otra forma, Mace pone en el centro al usuario y sus necesidades; el diseño es para el usuario y, de antemano, está adaptado a y cuenta con la diversidad de usuarios. No son ellos los que deben ser válidos o adecuados para usar el diseño.</p>
<h2>Aplicación al aprendizaje</h2>
<p>El traslado de la idea de Mace a la educación es bastante sencillo en teoría; la puesta en práctica es complicada, como en todo cambio de paradigma, por las inercias adquiridas, en este caso, durante varios siglos. Se trata de poner el sistema educativo al servicio de cada estudiante atendiendo a sus capacidades, intereses y motivaciones, preferencias o estilos de aprendizaje, lenguas y culturas, identidades sexuales y estructuras familiares. Ya no es el estudiante el que debe ajustarse al sistema y demostrar que es válido dentro de él. </p>
<p>Este es el trasfondo del diseño universal para el aprendizaje y, filosóficamente, es muy profundo: se trata de extinguir el concepto de estudiante medio, como comenta <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:c8e7d35c-c3aa-483d-ba2e-68c22fad7e42/pe-n9-art04-carmen-alba.pdf">Carmen Alba</a>. </p>
<p>Pues solo un estudiante medio (promedio), sin grandes diferencias y particularidades, puede adaptarse a un proceso educativo rígido, con las mismas actividades y la misma forma de evaluación para todos. </p>
<h2>¿Existe el estudiante medio?</h2>
<p>Podríamos avanzar un poco más en la idea de Alba y pensar que esos contenidos se diseñan para ser accesibles para la mente media o promedio, con objetivos de aprendizaje y sistema de evaluación afinados a lo que se espera de un ciudadano medio en una… ¿sociedad media? </p>
<p>Todo ello constituye el ejemplo perfecto de la forzosa y, desde la infancia, forzada adaptación y moldeamiento de la persona a un estándar medio, en torno al que se ha erigido todo un sistema educativo.</p>
<h2>Un diseño al revés</h2>
<p>El diseño universal para el aprendizaje, alineándose con el cuarto <a href="https://www.unesco.org/es/education/education2030-sdg4">Objetivo de Desarrollo Sostenible</a>, pretende “garantizar una educación inclusiva y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos” y cada uno. </p>
<p>Es un diseño al revés, que invierte la relación persona-sistema y, en la estela del diseño universal de Mace, saca el sistema del centro y coloca en él a la persona, trasformando al estudiante en aprendiente. </p>
<p>Para ello, el diseño debe ser capaz de ofrecer oportunidades de aprendizaje a todas las persona atendiendo y valorando sus particularidades. Todo un giro copernicano educativo que, recordemos, no aplica a la etapa universitaria.</p>
<h2>Situaciones u oportunidades de aprendizaje</h2>
<p>Los elementos educativos que trasladan el diseño universal al territorio concreto del aprendizaje en el aula se denominan situaciones de aprendizaje. Se trata de actividades que acompañan los contenidos y que ayudan a que estos sean aprendidos de manera significativa. </p>
<p>Un aprendizaje significativo implica la incorporación competencial de lo aprendido, de tal forma que el aprendiente sea capaz no solo de reproducir los conocimientos, sino también de transferirlos, esto es, aplicarlos exitosamente a otros ámbitos y a la práctica, a la acción.</p>
<p>Con pequeñas variaciones para las etapas de <a href="https://educagob.educacionyfp.gob.es/curriculo/nuevo-curriculo/menu-curriculos-basicos/ed-secundaria-obligatoria/situaciones-aprendizaje.html">Secundaria</a> y <a href="https://educagob.educacionyfp.gob.es/curriculo/nuevo-curriculo/menu-curriculos-basicos/bachillerato/situaciones-aprendizaje.html">Bachillerato</a>, las situaciones de aprendizaje poseen un mismo diseño-esqueleto para cualquier edad. </p>
<p>Principalmente, deben plantear un problema o reto, favorecer la transferencia del conocimiento a situaciones cotidianas factibles, tener unos objetivos claros cuya consecución requiera la integración de saberes básicos y favorecer el enfoque crítico y constructivo.</p>
<h2>El derecho a la oportunidad de aprender</h2>
<p>¿Cómo sabemos que una situación de aprendizaje sigue el diseño universal para el aprendizaje? Lo hace si tiene en cuenta las potencialidades, los intereses, las necesidades y la forma del aprendiente de comprender la realidad, acorde al momento de desarrollo de la persona. </p>
<p>Todo ello se puede resumir en una palabra: respeto; respeto a la individualidad y a la consecuente diversidad. Si existe ese respeto, la situación de aprendizaje se convierte en una oportunidad de aprendizaje dirigida al aprendiente y su individualidad. </p>
<p>Y cada persona tiene derecho a tener esa oportunidad, simplemente por el hecho de que no ha elegido sus potencialidades, habilidades, sesgos culturales, su situación económica o familiar. No ha elegido ser única y, en algo o en mucho, diferente de los demás.</p>
<h2>¿Qué pasa en el sistema universitario?</h2>
<p>Llegamos, por fin, a la pregunta y reflexión inevitables a estas alturas del discurso: ¿qué pasa con el aprendiente universitario? ¿No sería también obligación del profesor universitario aplicar los principios del diseño universal para el aprendizaje y diseñar situaciones de aprendizaje, con el fin de proporcionar a todo su alumnado la oportunidad de aprender? </p>
<p>Es decir: los estudiantes universitarios ¿tienen derecho a tener oportunidades de aprendizaje (ser aprendientes), que atiendan a sus particularidades individuales? Si así fuera, los docentes universitarios deberían ser formados para ello por ley.</p>
<h2>El aprendiente en la LOSU</h2>
<p>En el proyecto de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (<a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L14/CONG/BOCG/A/BOCG-14-A-111-1.PDF">LOSU</a>) se trata tímidamente la consideración del estudiante como centro: </p>
<blockquote>
<p>“El estudiantado, sea cual sea su edad, ha de tener el papel de protagonista”. </p>
</blockquote>
<p>También trata la cuestión de la formación pedagógica del profesorado:</p>
<blockquote>
<p>“Con este objetivo, esta Ley refuerza la docencia, es decir, se preocupa por la formación y actualización de las capacidades del profesorado”. </p>
<p>“Las universidades desarrollarán la formación inicial y continua para la capacitación docente del profesorado como línea prioritaria de su actividad” y “Las universidades deberán evaluar permanentemente la calidad de la actividad docente”. (Artículo 6)</p>
</blockquote>
<p>Pero no se dan directrices pedagógicas específicas, es decir, no se indica en qué consiste esa “formación y actualización” o qué es exactamente la “calidad docente” o en qué consiste y quién evalúa la “capacitación docente”.</p>
<h2>Un camino por recorrer</h2>
<p>En todos esos términos (formación, actualización, capacitación) están presentes, en abstracto, metodologías, didácticas, estrategias, descriptores, objetivos de aprendizaje, sistemas de evaluación, etc. Pero ¿cuáles? </p>
<p>Parece que todo ello queda a voluntad del docente o de la propia universidad. De esta forma, no se puede asegurar el derecho del estudiante universitario a las oportunidades de aprendizaje. ¿Por qué ha quedado fuera de un cambio de paradigma en educación tan importante? Concretar las oportunidades de aprendizaje a desarrollar en el ámbito universitario parece el complemento necesario para el cambio de paradigma que promueve la LOMLOE.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193320/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carmen Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Poner al estudiante en el centro del sistema es un objetivo loable. Pero el ámbito universitario no debería quedar fuera de este cambio de paradigma educativo.Carmen Sánchez, Decana de la Facultad de Educación, Universidad Camilo José CelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1831752022-05-30T17:51:07Z2022-05-30T17:51:07ZEducar, no solo enseñar: las universidades quieren y deben ser agentes de cambio<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/464479/original/file-20220520-24-17aiv5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C11%2C7976%2C2634&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/open-windows-when-ventilating-classroom-school-1847351263">Shutterstock / Robert Kneschke</a></span></figcaption></figure><p>El 15 de marzo del año 2007, la Universidad Autónoma de Madrid investía como doctor Honoris Causa al escritor portugués y Premio Nobel de Literatura, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Saramago">José Saramago</a>.</p>
<p>A lo largo de aquella jornada la comunidad universitaria tuvo la oportunidad de hablar y departir con el escritor de temáticas muy diversas –más allá de la literatura– lo que le llevó a comentar y explicar en un momento dado su visión del papel que la universidad juega en la sociedad. Y lo hizo con un juego de palabras, indicando que los verbos enseñar y educar no tienen el mismo significado. </p>
<p>Enseñar es transferir conocimientos, mientras que educar implica transferir dichos conocimientos junto a un marco de valores. El autor portugués insistió en que la universidad es una institución de educación superior, por lo tanto, responsable de formar a los profesionales del futuro como ciudadanos y ciudadanas sensibles y con capacidad de dar respuesta a los problemas sociales y ambientales que les rodean.</p>
<h2>Educar, además de enseñar</h2>
<p>El momento en que el escritor Saramago describía así la función de la universidad no fue casual. A partir del año 2000 la mayoría de las universidades públicas españolas estaban impulsando de manera decidida políticas universitarias que encaminaban a la universidad hacia el objetivo de transformar nuestro mundo en un mundo mejor.</p>
<p>Las movilizaciones sociales de principios de los años 90, que solicitaban al gobierno –entre otras cuestiones– dedicar el 0,7 % de su producto interior bruto a ayudar a los países más empobrecidos, había permeado de una manera muy directa también en las universidades. </p>
<p>A partir de ese momento varios rectores iniciaron un proceso irreversible de acercamiento de sus universidades a la sociedad, que desembocó finalmente en la aprobación por parte de la <a href="https://www.crue.org/documentos-e-informes/">Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE)</a> de cuatro documentos que han guiado desde entonces a las universidades en el marco del compromiso, la responsabilidad y la solidaridad.</p>
<h2>Compromisos solidarios</h2>
<p>El primero de los documentos, <a href="http://www.ocud.es/es/pl23/recursos/crue/id2045/estrategia-de-cooperacion-universitaria-al-desarrollo.htm"><em>Estrategia de Cooperación Universitaria al Desarrollo</em></a>, fue aprobado en el año 2000 y sentó las bases de la universidad como actor de la cooperación al desarrollo. </p>
<p>El segundo, <a href="http://www.ocud.es/es/pl23/recursos/crue/id2046/universidad-compromiso-social-y-voluntariado.htm"><em>Universidad: Compromiso Social y Voluntariado</em></a>, se aprobó en el año 2001 y abordó el papel de la universidad comprometida teniendo como herramienta la promoción del voluntariado (ese año se celebraba el año Internacional del voluntariado).</p>
<p>Varios años más tarde, en el año 2006, se aprobaron dos nuevos documentos: el <a href="http://www.ocud.es/es/pl23/recursos/crue/id2043/codigo-de-conducta-2.htm"><em>Código de Conducta de las Universidades</em></a> en materia de cooperación al desarrollo que complementaba la estrategia del año 2000, y el <a href="http://www.ocud.es/es/pl23/recursos/crue/id2047/protocolo-de-actuacion-de-las-universidades-frente-a-situaciones-de-crisis-humanitaria.htm"><em>Protocolo de Actuación de las Universidades</em></a> frente a situaciones de crisis humanitarias. </p>
<p>Estos cuatro documentos fueron fundamentales para que en el año 2007 la nueva <a href="https://www.boe.es/eli/es/lo/2007/04/12/4">ley de universidades</a>, la LOMLOU, recogiera y expusiera la importancia de este nuevo papel:</p>
<blockquote>
<p>“Esta Ley no olvida el papel de la universidad como transmisor esencial de valores”. </p>
</blockquote>
<h2>El camino hacia los ODS de 2030</h2>
<p>En 2007 se creó el <a href="http://www.ocud.es/">Observatorio de Cooperación Universitaria al Desarrollo (OCUD)</a> y, entre 2019 y 2020, se aprobaron las nuevas <a href="http://www.ocud.es/es/pl23/recursos/crue/id2130/directrices-de-la-cooperacion-universitaria-al-desarrollo-para-el-periodo-2019-2030.htm">Directrices de la Cooperación Universitaria al Desarrollo</a>. Se respondía así al llamamiento de 2015 de la Asamblea General de Naciones Unidas cuando ésta aprobó la <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/#:%7E:text=%C2%ABEstamos%20resueltos%20a%20poner%20fin,empoderamiento%20de%20las%20mujeres%20y">Agenda 2030</a> para el Desarrollo Sostenible como un nuevo paradigma para erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad.</p>
<p>A partir de la LOMLOU (2007) en cada universidad se empezaron a crear –aunque algunas ya lo habían hecho– las denominadas, en principio y de manera genérica, “estructuras solidarias”, desde las cuales se iniciaron programas enfocados a dar respuesta a este nuevo papel social. Estas estructuras daban el soporte necesario para cumplir con todos los Documentos de la CRUE y además con la propia legislación de educación superior. </p>
<h2>Beneficio mutuo</h2>
<p>En la actualidad no existe ninguna universidad pública española que no tenga una estructura de este tipo, desde la cual se coordinan las políticas universitarias en materia de solidaridad y compromiso, destacando entre ellas: </p>
<ol>
<li><p>El fomento del voluntariado. </p></li>
<li><p>Los proyectos de cooperación universitaria al desarrollo.</p></li>
<li><p>La atención a la diversidad funcional, sexual y cultural. </p></li>
<li><p>El desarrollo de políticas propias para la implementación de la Agenda 2030 y los ODS, la lucha contra el cambio climático y en favor de la sostenibilidad ambiental. </p></li>
</ol>
<p>Todo este trabajo es ya incuestionable y reconocido por la sociedad. Y mantiene un carácter bidireccional: no sólo se benefician las sociedades que reciben este impacto social positivo, sino que las universidades también reciben un importante beneficio. Su trabajo de compromiso y responsabilidad tiene un impacto claro en la mejora de la calidad de la enseñanza y la investigación universitaria. </p>
<p>Convierte a las universidades en un foco de atracción al conseguir un profesorado y estudiantado más motivado y reflexivo; una mayor capacidad para captar y movilizar fondos externos, y un mayor fortalecimiento de contactos con otras instituciones y organismos. </p>
<p>Ante los nuevos escenarios internacionales, nuevos modelos de sociedad y las inéditas situaciones generadas por la pandemia o por la violenta guerra en Ucrania, las universidades han sabido reaccionar, evolucionar y adaptarse. No sólo a educar y formar a sus estudiantes para responder de manera precisa a los problemas actuales, sino también para convertirse en instituciones ejemplares, comprometidas y responsables, capaces de ofrecer soluciones. </p>
<p>Y no sólo hacia las sociedades en las cuales se insertan, sino también apoyando y fortaleciendo a sus contrapartes y a otras instituciones de países empobrecidos, cruciales para el desarrollo de sus países.</p>
<h2>Agentes transformadores</h2>
<p>Pero seguir reconociendo este papel es necesario. En el momento actual de gestión de una nueva ley universitaria, de una nueva ley de cooperación –que guiará la reforma del sistema de cooperación del que forma parte la universidad– y de muchos otros avances que van a marcar el destino de nuestro país y sus relaciones con el exterior, no se puede obviar ni olvidar este papel esencial. Es un papel que guía desde hace más de 20 años a las universidades públicas, y lo cumplen con la convicción de que los años universitarios son cruciales en la definición de la personalidad de un individuo. </p>
<p>Lo que se aprende en las aulas universitarias no se olvida jamás y marcará para siempre la ruta a seguir. Este trabajo forma parte por tanto de su calidad de servicio público. Fomentar el pensamiento crítico, facilitar el diálogo, la participación y la ciudadanía activa, promover y propiciar los valores enmarcados en la solidaridad, el respeto y la tolerancia marcarán, sin duda, el destino de sus jóvenes, de su forma de encarar el mundo, de las posibilidades de trasformación hacia un mundo más justo, igualitario, solidario, responsable, pacífico y tolerante.</p>
<p>Las universidades públicas españolas deben seguir siendo reconocidas como agentes transformadores y de cambio. Un camino irreversible e irrenunciable.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/183175/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las universidades españolas llevan más de 20 años comprometidas con su papel transformador. El final de los años 90 marcó el comienzo de un cambio hacia una educación de calidad con dimensión social y solidaria.Silvia Arias Careaga, Directora de la Oficina de Acción Solidaria y Cooperación, Universidad Autónoma de MadridLlanos Gómez Torres, Directora del Área de Cooperación al Desarrollo, Universitat Politècnica de ValènciaMarta Morgade Salgado, Vicerrectora de Compromiso Social y Sostenibilidad, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1631182021-06-27T18:50:40Z2021-06-27T18:50:40ZPandemia: la formación en Salud Pública, una necesidad cada vez más evidente<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/408123/original/file-20210624-25-1sjpivx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C7%2C5104%2C2866&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medical-research-laboratory-male-scientist-looking-1924512527">Shutterstock / Gorodenkoff</a></span></figcaption></figure><p>Parece que vamos saliendo en nuestro entorno de la pandemia causada por el SARS-Cov2. Es el momento de empezar a prepararse para la próxima que se producirá, con la regularidad estadística de este tipo de eventos, en un plazo de entre <a href="https://www.cell.com/cell/pdf/S0092-8674(20)31012-6.pdf">10 y 15 años</a>. </p>
<p>La situación global causada por el coronavirus ha suscitado numerosas reacciones en diversos campos. Los avances de la medicina para tratar las complicaciones asociadas a la enfermedad han sido notables. Además, el desarrollo de nuevas vacunas para frenar su expansión ha resultado también asombroso. </p>
<p>Sin embargo, a pesar de que el apoyo de la ciencia permite vislumbrar el final de este periodo, hay una impresión generalizada de que no se ha hecho todo lo que se debía, como se debía y cuando se debía.</p>
<h2>Una crisis de abordaje multidisciplinar</h2>
<p>La enfermedad causada por el patógeno en cada enfermo individual es un problema médico. Pero la enfermedad que se derrama sobre la comunidad es un problema de otra índole diferente. Es decir, una pandemia producida por un nuevo patógeno es un problema de Salud Pública. </p>
<p>Las enfermedades infecciosas <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2589791820300190">seguirán presentes</a> en nuestra sociedad permanentemente. El contacto con mamíferos y aves, la vida en densas comunidades urbanas, la gran movilidad de personas y mercancías alrededor del mundo favorecen la aparición de nuevos patógenos y su diseminación rápida a escala global. </p>
<p>Cuando el nuevo microorganismo invasor es poco virulento, se producirá una dispersión silenciosa o poco ruidosa. Cuando el patógeno presenta una mayor virulencia, el problema se tornará mundial. Como ha ocurrido. </p>
<p>Los <a href="https://theconversation.com/virus-mucho-mas-que-simples-patogenos-147033">agentes infecciosos</a> son probablemente el principal factor selectivo de origen biológico para nuestra especie. Al mismo tiempo, paradójicamente, nuestra salud individual y colectiva depende de muchos otros microorganismos que forman parte de nuestro ecosistema y cuya dinámica también se ve afectada por las epidemias y por las medidas que tomamos para luchar contra ellas.</p>
<p>En el momento que surge una pandemia, hay una cascada de <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2021.632043/full">consecuencias</a> que afecta a diversos ámbitos de la vida cotidiana: el número de contagios aumenta, los sistemas sanitarios se colapsan, la actividad económica se detiene, los flujos de personas y bienes se ralentizan o detienen, la información –en esta época de redes sociales– se resiente y se mezclan la propaganda y el <a href="https://theconversation.com/ansiedad-y-miedo-como-la-pandemia-afecta-a-la-salud-mental-de-los-trabajadores-161630">miedo</a> con los datos científicos y con las consideraciones éticas y políticas. </p>
<p>Los recursos se agotan y se toman decisiones que, en muchos casos, parecen fruto de la improvisación. La sociedad tiende a desconfiar de sus autoridades y esto dificulta el control de la pandemia. El abordaje de todos estos matices requiere una estrategia conjunta que incluye medidas médicas, sanitarias, económicas, políticas e informativas, entre otras.</p>
<h2>Así nos han ayudado los avances en epidemiología</h2>
<p>Por otra parte, la vigilancia epidemiológica requiere esfuerzos científicos y económicos de gran envergadura. Pero es necesaria para la detección de nuevos patógenos, para el seguimiento de los microorganismos que forman parte de nuestro ecosistema y para el desarrollo de nuevas vacunas y estrategias de vacunación. </p>
<p>Sin embargo, como en el caso de otras medidas de Salud Pública, estos esfuerzos son menos percibidos por la sociedad cuanto más efectivos son.</p>
<p>Por último, los avances combinados de la genética, genómica y la ciencia de datos dan lugar a una nueva <a href="https://www.genome.gov/genetics-glossary/Population-Genomics#:%7E:text=Population%20genomics%20is%20the%20application,our%20health%20and%20well%2Dbeing">genómica poblacional</a> que informa sobre la prevalencia de factores genéticos asociados a riesgos de patologías y susceptibilidades en la comunidad en el momento actual y en el futuro.</p>
<p>Para este abordaje multidisciplinar es necesario contar con profesionales formados específicamente. Además, también es imprescindible tener un cuerpo de reflexión e investigación capaz de prever problemas y de plantear soluciones.</p>
<h2>Formación en Salud Pública para prevenir problemas epidemiológicos</h2>
<p>En definitiva, esta pandemia nos muestra la necesidad de contar con estudios formativos específicos en Salud Pública a nivel de grado en nuestras universidades. Esta pandemia, también, nos da la oportunidad de mostrar a la sociedad la conveniencia del esfuerzo que requiere la Salud Pública y de su importancia para garantizar nuestro modo de vida.</p>
<p>La Salud Pública, por otra parte, no es sólo la prevención de enfermedades infecciosas epidémicas, sino que comprende otros campos entre los que se incluyen, de forma no exhaustiva, las patologías no infecciosas asociadas a estilos de vida, la economía, sociología y educación para la salud, las políticas de salud pública, y la gestión de riesgos y su comunicación a la sociedad.</p>
<p>No es este el lugar ni el momento de desarrollar un currículum provisional para un grado universitario de estas características. Pero sí lo es para señalar la urgencia de tener personal preparado de forma multidisciplinar para hacer frente, no solo a la próxima pandemia infecciosa, sino a otros problemas epidémicos más locales. También a otros problemas de Salud Pública no infecciosos que afectan a nuestra sociedad. </p>
<p>Es el momento de ser proactivos y de poner en marcha los estudios universitarios de Salud Pública no como especialidad, sino como núcleo central de la formación de los especialistas que nos ayudarán a superar emergencias y a mejorar la calidad de vida de la comunidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/163118/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio G. Pisabarro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Para el abordaje multidisciplinar de futuras pandemias como la actual del SARS-CoV-2, es necesario contar con profesionales formados específicamente y es imprescindible tener un cuerpo de reflexión e investigación capaz de prever problemas y de plantear soluciones.Antonio G. Pisabarro, Catedrático de Microbiología, Departamento de Ciencias de la Salud, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1268832020-03-05T20:53:44Z2020-03-05T20:53:44Z8 de marzo: Cuando la universidad pública española abrió la puerta a las mujeres<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/304235/original/file-20191128-178121-1tdxm26.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C2%2C1495%2C1205&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Laboratorio Foster, Residencia de Señoritas. </span> <span class="attribution"><span class="source">Archivo Instituto Internacional, Legado Eulalia Lapresta</span></span></figcaption></figure><blockquote>
<blockquote>
<p>“Educar en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades”.</p>
<p>Josefina Aldecoa, Historia de una Maestra, (1990).</p>
</blockquote>
</blockquote>
<p>Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer declarado por la ONU en 1975. Esa jornada tan importante para el feminismo no sólo se ha convertido en un recuerdo para las trabajadoras del textil que se declararon en huelga en Nueva York en 1857 reivindicando unas mejores condiciones laborales, sino que, además, en España supuso la apertura de las mujeres a la educación pública universitaria, como ha estudiado la catedrática de la Universidad de Sevilla Consuelo Flecha. </p>
<h2>De 1888 a 1910</h2>
<p>El 8 de marzo de 1910 <a href="https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1910/068/A00497-00498.pdf">se autorizó</a> la matriculación de mujeres en las carreras universitarias públicas. Antes de esta fecha, este hecho tan consolidado en nuestra sociedad actual era toda una aventura para la mitad de la población: La Real Orden publicada el 11 de junio de 1888 admitía únicamente el acceso de las mujeres a las universidades privadas mediante autorización, toda vez que se realizaba una consulta a la “superioridad” (a la Dirección General de Instrucción Pública del Ministerio de Fomento, o desde 1900 al creado Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes).</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=761&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=761&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=761&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/304092/original/file-20191127-112493-17cw03y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=956&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Elena Maseras.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Elena_Maseras.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La primera mujer en acceder a los estudios universitarios fue <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Elena_Maseras">María Elena Maseras Ribera</a>, quien comenzó la carrera de Medicina en Barcelona, en el curso académico 1872-1873. </p>
<p>En el periodo comprendido entre 1888 a 1910, la vida de las estudiantes estaba condicionada por su sexo y la libertad de movimiento dentro de la universidad estaba completamente limitada. Incluso una de las grandes pioneras del feminismo español, <a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/concepcion_arenal/autora_biografia/">Concepción Arenal</a>, tuvo que disfrazarse de hombre para poder cursar sus estudios de Derecho en la Universidad de Madrid.</p>
<p>Entre 1882 y 1910, 36 mujeres, el 0,17 % de los estudiantes universitarios, consiguieron finalizar sus estudios en las facultades y pelear por el reconocimiento de sus títulos para poder ejercer profesionalmente, como fue el caso de María Elena Maseras y Dolores Aleu. </p>
<p>A partir de 1910, y hasta 1935, con la nueva normativa, el número de mujeres que comienza sus estudios en las universidades públicas se incrementó significativamente. De las 21 alumnas matriculadas en el curso académico 1909-1910 <a href="http://www.rtve.es/noticias/dia-internacional-mujer/universidad/">se pasó a más de 2 000 mujeres</a> en el año 1935, por lo que el cambio de mentalidad en el acceso de la mujer a la educación se materializó de forma significativa.</p>
<h2>Situación en 2019</h2>
<p>Estos porcentajes no tienen nada que ver con los actuales, según los datos presentados por el Ministerio de Educación. <a href="http://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:747b15e9-1154-4e53-a7e6-9c2db1db5477/gradoestudio.pdf">En el curso 2018-2019</a>, el 55,2 % de los estudiantes universitarios fueron mujeres. Las carreras preferentes entre ellas siguen una tendencia relativamente parecida a la del siglo anterior, cuando la medicina y el derecho eran las favoritas a comienzos de 1900. </p>
<p>En la actualidad, las carreras más solicitadas son: Educación, donde el 77,7 % de los estudiantes son mujeres, Salud y servicios sociales (71,4 %) y Ciencias Sociales, periodismo y documentación (61,9 %).</p>
<p>No cabe duda, por tanto, de que la normativa aprobada por el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde_de_Romanones">conde de Romanones</a>, titular del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de España en 1910, abrió un nuevo camino académico para las mujeres. </p>
<p>No solo eso: la apertura a nuevos conocimientos hizo que ellas cambiasen el entorno doméstico por el entorno público. Los títulos de licenciatura permitieron el acceso de las mujeres a los puestos de docencia de todos los niveles de enseñanza y su visibilidad en muchas otras profesiones. La brecha educativa de género que durante siglos permitió el acceso a la educación únicamente a los varones comenzaba a desaparecer.</p>
<h2>Residencia de señoritas</h2>
<p>Otro hecho importante vinculado con el acceso de las mujeres al mundo universitario fue la creación, por parte de la <a href="http://www.jae2010.csic.es/historia.php">Junta de Ampliación de Estudios</a> (JAE) en 1915, de la <a href="http://www.residencia.csic.es/expomujeres/expo02.htm">Residencia de Señoritas en Madrid</a>, homóloga de la <a href="http://www.residencia.csic.es/">Residencia de Estudiantes</a> masculina. </p>
<p>La Residencia femenina estuvo dirigida por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_de_Maeztu">María de Maetzu</a>. Este centro se convirtió en un espacio de diálogo y aprendizaje constante para las estudiantes que allí se alojaban, como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Kent">Victoria Kent</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Clara_Campoamor">Clara Campoamor</a>. Pero, además, acogió numerosas conferencias en la que mujeres de todo el mundo expusieron sus ideas, entre ellas <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marie_Curie">Marie Curie</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriela_Mistral">Gabriela Mistral</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=430&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=430&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=430&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/304090/original/file-20191127-112531-15axyeg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">María de Maeztu, dando clase en la Residencia de Señoritas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Archivo Instituo Internacional, legado Eulalia Lapresta</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Tanto esta reconocida Residencia femenina como el acceso de las mujeres al ámbito universitario se fraguaron en el movimiento a favor de la educación femenina que inició <a href="http://www.fernandodecastro.org/historia.htm">Fernando de Castro</a> entre 1869 y 1873. De Castro fue rector humanista de la Universidad de Madrid y entre sus grandes aportaciones se encuentra la creación de un Ateneo Artístico y Literario, la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, creada en 1870, y la celebración de un círculo de conferencias dirigidas a la educación femenina.</p>
<p>Con este incipiente interés por el acceso de las mujeres a la formación superior y los saberes más allá de la crianza de los hijos, se reconocía su capacidad de razón y conocimiento, igual a la de los hombres, y su preparación para poder optar a la especialización de las profesiones liberales. Así se inició el acceso de la mujer al mundo laboral y se pusieron los cimientos culturales para una igualdad entre hombres y mujeres.</p>
<p>Como conclusión, los inicios del siglo XX marcaron un antes y un después en el acceso de la mujer a los estudios superiores. Pese al claro cariz patriarcal que imperaba en todas las esferas de la sociedad española, en 1910 comenzó a transformarse la universidad española y esto también modificó las relaciones de género en los ámbitos educativo y profesional.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126883/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alicia Alvarado Escudero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Antes de 1910, se admitía únicamente el acceso de las mujeres a las universidades privadas mediante autorización “de la superioridad”.Alicia Alvarado Escudero, Profesora del Máster en Procesos Educativos de Enseñanza Aprendizaje, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1233262019-10-31T19:37:12Z2019-10-31T19:37:12ZCada vez más universidades en EEUU rechazan los examenes estandarizados para admitir alumnos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/291838/original/file-20190910-190061-1iql2nh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">¿Por qué debemos requerir un examen que está sesgado contra los jóvenes de bajo ingreso, las mujeres y los afrodesciendientes?</span> <span class="attribution"><span class="source">Shutterstock.com</span></span></figcaption></figure><p>Erase una vez, en 1980, que Bates College y Bowdoin College eran prácticamente los únicos colegios de artes liberales en Estados Unidos que no requerían a los solicitantes someter resultados de las pruebas estandarizadas nacionales, <a href="https://padres.collegeboard.org/preparacion-academica/sat">el SAT</a> o el ACT.</p>
<p>Ahora <a href="https://www.fairtest.org/actsat-testoptional-list-tops-1000-colleges-univer">el número de universidades</a> para las que el examen es opcional ha sobrepasado las 1.000, según FairTest, una organización con base en Boston que se opone al régimen de exámenes.</p>
<p>Este peldaño significa que más de una tercera parte de las <a href="https://nces.ed.gov/fastfacts/display.asp?id=84">universidades de cuatro años sin fines de lucro</a> en Estados Unidos rechaza ahora la idea de que el resultado de un examen debe determinar el futuro de un estudiante.</p>
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Read more:
<a href="https://theconversation.com/more-colleges-than-ever-have-test-optional-admissions-policies-and-thats-a-good-thing-89852">More colleges than ever have test-optional admissions policies — and that's a good thing</a>
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<p>Los rangos de las instituciones de exámenes opcionales incluyen cientos de prestigiosas instituciones privadas, tales como George Washington, New York University, Wesleyan y Wake Forest. El listado también incluye cientos de universidades públicas, como George Mason, San Francisco State y Old Dominion.</p>
<h2>Mirar al estudiante de forma integral</h2>
<p>Como se menciona en un libro que edité, “<a href="https://www.tcpress.com/sat-wars-9780807752623">SAT Wars: The Case for Test-Optional Admissions</a>”, críticas del movimiento de exámenes opcionales han afirmado que las universidades con examen opcional no podrían seleccionar estudiantes de mérito, que los estándares colapsarían y que jóvenes con bajo rendimiento estarían fuera de control. Las críticas no fueron correctas.</p>
<p>En mi universidad, Wake Forest, nunca hemos tenido estudiantes más fuertes académicamente y con tanta diversidad racial, étnica y económica de todo Estados Unidos que cuando decidimos hacer opcionales los exámenes en 2009. Según recoge The New York Times, el promedio de calificaciones en escuela secundaria de los <a href="https://www.nytimes.com/2014/03/09/magazine/the-story-behind-the-sat-overhaul.html?_r=0">nuevos estudiantes de primer año</a> aumentó luego de que dejamos de usar los resultados de pruebas estandarizadas como un factor. </p>
<p>Antes de que los exámenes fueran opcionales, el porcentaje de nuevos estudiantes de primer año que eran parte del 10% superior de su clase de escuela secundaria estaba en el 60%. Luego, el periódico informó que la cantidad aumentó a 79%</p>
<p>La calidad de nuestros estudiantes ha mejorado porque miramos a la persona de forma integral, no por el resultado de un examen. Enfatizamos en las notas de escuela secundaria porque <a href="https://jonboeckenstedt.wordpress.com/">esas siempre han sido la mejor predicción de rendimiento</a> académico universitario.</p>
<p>Es un mito que los resultados estandarizados predicen el rendimiento universitario mejor que las notas de escuela secundaria. Aun el College Board, dueño del SAT, solo reclama que la combinación de las <a href="https://www.theatlantic.com/education/archive/2016/03/will-the-new-sat-better-serve-poor-students/472311/">calificaciones de escuela secundaria y los resultados</a> de los exámenes, en conjunto, ofrecen a las universidades la mejor prognosis de estadísticas del futuro de un estudiante.</p>
<p>En la Universidad de Georgia, el SAT aumentó su precisión explicativa en uno por ciento; en De Paul University en Illinois, el ACT logró lo mismo. ¿Son importantes de uno a cuatro puntos en un modelo estadístico? Yo digo que no. </p>
<p>Nuestros mejores modelos estadísticos capturan un <a href="http://www.rpajournal.com/dev/wp-content/uploads/2012/07/Volume_7.pdf">31%</a> de lo que predice el rendimiento académico universitario. Eso significa que cerca del 70% de lo que importa para las calificaciones de un joven universitario no se puede predecir por variables académicas. Las admisiones a las universidades siguen siendo más arte que ciencia. </p>
<p>La <a href="https://www.gse.harvard.edu/news/16/01/turning-tide-inspiring-concern-others-and-common-good-through-college-admissions">equidad y el mérito</a> se sirven mejor en una revisión holística que en un corte numérico.</p>
<h2>Discriminación</h2>
<p>¿Por qué debemos <a href="https://www.insidehighered.com/news/2010/06/21/sat">requerir un examen que está sesgado contra</a> jóvenes de bajo ingreso, contra mujeres, hispanos y negros? </p>
<p>Como menciono en mi libro “SAT Wars”, las preguntas de matemática en las partes experimentales del SAT, donde las mujeres superan a los hombres y las preguntas verbales donde los jóvenes negros superan a los jóvenes blancos se han <a href="https://www.insidehighered.com/news/2010/06/21/sat">eliminado de las versiones futuras</a> del examen que cuenta.</p>
<p><a href="https://books.google.com/books?id=hUGDzAcYQ2sC&pg=PT6&dq=%22The+SAT:+Quantifying+the+Unfairness+Behind+the+Bubbles%22&hl=en&sa=X&ei=IcnuVOafB9faoATWvIKABg&ved=0CB4Q6AEwAA#v=snippet&q=Unfairness%20Behind%20the%20Bubbles&f=false">Un capítulo</a> de “SAT Wars” que fue escrito por <a href="http://jayrosner.com/about.html">Jay Rosner</a> de Princeton Review Foundation, documenta su práctica. Él ha trabajado con datos de dos años de las preguntas del SAT, 276 en total. Rosner provee múltiples ejemplos de preguntas experimentales en el SAT en que los jóvenes negros salieron relativamente mejor que los jóvenes blancos y preguntas en que los jóvenes blancos salieron relativamente mejor que los jóvenes negros. </p>
<p>Entonces, pregunta: ¿Cuántas de estas preguntas que cuentan son preguntas que aventajan a los blancos o preguntas que aventajan a los negros? “Todas y cada una de las 276 preguntas fueron preguntas blancas en esta comparación blanco/negro”, escribe Rosner. La vida es bastante injusta sin añadir inequidades impuestas por un examen racista y sexista.</p>
<p>Las transcripciones de escuela secundaria son donde usted encontrará indicios sobre la agilidad, capacidad y logros de un estudiante. Los resultados de las pruebas estandarizadas SAT o ACT no nos dicen nada sobre creatividad, compromiso comunitario o qué estudiantes están esforzándose para lograr una carrera profesional significativa.</p>
<p>Lo que esos resultados de las pruebas de ingreso a la universidad transmiten de manera fiable es la capacidad familiar del estudiante de pagar las cuotas de matrícula y los costos de vida. El SAT funciona mejor como prueba del <a href="https://economix.blogs.nytimes.com/2009/08/27/sat-scores-and-family-income/">ingreso familiar</a> que como un indicador de desempeño universitario. O, como he argumentado en <a href="http://www.sup.org/books/title/?id=11098">otro libro</a>, la selección por resultado de exámenes es una selección de cuentas bancarias disfrazada como selección de cerebros.</p>
<p>Las pruebas estandarizadas y las pruebas preparatorias en Estados Unidos tienen un valor en exceso de <a href="https://www.washingtonpost.com/news/answer-sheet/wp/2015/03/11/five-reasons-standardized-testing-isnt-likely-to-let-up/?utm_term=.cc253f1df26e">13 mil millones de dólares</a> por año y usan la energía, ansiedad, esfuerzo, y tiempo que se podrían gastar en el verdadero aprendizaje, de la literatura, lenguas extranjeras, artes y ciencias. </p>
<p>La industria de exámenes se trata de ganancias, no de pedagogía. Es tiempo de librarse de los exámenes de ingreso.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elnuevoherald.com/">El Nuevo Herald</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123326/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joseph Soares works for Wake Forest University.</span></em></p>Más de 1.000 universidades de cuatro años sin fines de lucro en Estados Unidos rechazan ahora la idea de que el resultado de un examen debe determinar el futuro de un estudiante.Joseph Soares, Professor of Sociology, Wake Forest UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1109142019-02-19T22:17:26Z2019-02-19T22:17:26ZHacia la sostenibilidad alimentaria en los comedores universitarios<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259281/original/file-20190215-56243-q05kxx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2540%2C1612&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cuisine-culinary-buffet-dinner-catering-dining-551835340?src=WT7Oqv2a8nN84vxhY72JJA-1-2">JGA / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El debate sobre la calidad de la comida en los centros educativos es lugar común. Traspasar el umbral del refectorio es, para muchos miembros de la comunidad universitaria, una experiencia abismal (usando un concepto del sociólogo portugués <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Boaventura_de_Sousa_Santos#cite_ref-4">Boaventura de Sousa Santos</a>) que solo puede salvarse desconectando el conocimiento científico de la vivencia cotidiana de alimentarse.</p>
<p>En la jornada técnica <em><a href="http://portalcomunicacion.uah.es/sala-prensa/notas-prensa/jornada-tecnica-transitando-hacia-la-sostenibilidad-alimentaria-estrategias-para-comedores-colectivos-en-el-ambito-educativo.html">Transitando hacia la sostenibilidad alimentaria: estrategias para comedores colectivos en el ámbito educativo</a></em>, celebrada en enero en la Universidad de Alcalá, hemos tomado esta experiencia compartida en el ámbito de los comedores universitarios como base de reflexión sobre seguridad y sostenibilidad alimentaria en el marco del proyecto <a href="https://www.bigpicnic.net/">Big Picnic</a>.</p>
<p>El evento tenía como objetivo la creación colaborativa de alternativas de restauración colectiva sostenible para el propio colectivo universitario. Por un lado, se trataba de reunir experiencias exitosas y por otro, de realizar una acción demostrativa real, proporcionando un menú de productos de temporada y de proximidad.</p>
<p>Los alimentos cumplían, además, la condición de haber sido producidos en espacios de especial conservación de la naturaleza pertenecientes a la <a href="https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/espacios-protegidos/red-natura-2000/">Red Natura 2000</a>. Este reto se acometió de la mano del <a href="http://observatorioculturayterritorio.org/wordpress/">Observatorio para una Cultura del Territorio</a>.</p>
<h2>Una reflexión necesaria</h2>
<p>La iniciativa <a href="https://www.bigpicnic.net/">Big Picnic <em>Grandes cuestiones: implicación de la sociedad en la investigación e innovación responsables en seguridad alimentaria</em></a> está financiada dentro de una convocatoria del programa <a href="https://eshorizonte2020.es/">H2020 de la UE </a>destinada a promover la integración de la sociedad en la ciencia y en la innovación. El objetivo es estimular el debate en un marco no formal entre expertos, actores locales y públicos muy diversos.</p>
<p>Con la meta de debatir acerca de los problemas que la gente encuentra para alimentarse de una manera adecuada y las dificultades para alcanzar la seguridad alimentaria, Big Picnic ha organizado debates públicos en jardines botánicos (centros de referencia del proyecto), centros de profesores y escolares, incluso preescolares, restaurantes y centros sociales.</p>
<p>Los debates comprenden animadas discusiones donde se exploran y se cuestionan prejuicios sobre la alimentación. Se plantean preguntas como por qué, cuando se supone que es necesario producir más alimentos para combatir la inseguridad alimentaria, nos encontramos con que <a href="https://foodfirst.org/publication/12-myths-about-hunger/">“la causa real del hambre en el mundo es la falta de democracia y no la escasez de alimentos o de tierra”</a>. </p>
<p>La <a href="https://www.thelancet.com/commissions/global-syndemic">Comisión sobre la Sindemia Global de la revista científica <em>The Lancet</em></a> identifica causas sociales comunes y sinergia entre las pandemias globales de desnutrición, obesidad y cambio climático. Es necesario replantear el sistema humano de producción de alimentos causante de esta sindemia o sinergia de pandemias. </p>
<p>En los eventos se analiza también por qué, mientras los superalimentos, los ultraprocesados comestibles y la aritmética nutricional intentan acaparar la atención del comprador, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria advierte en el primer párrafo de su reciente libro <a href="http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia/guia-alimentacion-saludable-ap"><em>Guía de Alimentacion Saludable para Atención Primaria y colectivos ciudadanos</em></a>:</p>
<blockquote>
<p>“La mejor manera de alcanzar un estado nutricional adecuado es incorporar una amplia variedad de alimentos principalmente frescos, de temporada y de proximidad”.</p>
</blockquote>
<p>Las discusiones se encaminan siempre hacia lo que la gente debe poder decidir sobre su alimentación y qué conocimiento necesita para tomar la mejor decisión. Y, lógicamente, a los motivos que impiden la elección.</p>
<p>Olivier de Schutter, en su <a href="http://www.srfood.org/images/stories/pdf/officialreports/20140310_finalreport_en.pdf">informe como relator especial de Naciones Unidas</a> para el derecho a la alimentación, recuerda con datos de la OMS que, adicionalmente al drama que supone la carencia de alimentos para ochocientos millones de personas, otros mil cuatrocientos millones sufren de sobrepeso. Pero volvamos a la cuestión: ¿por qué comemos mal? ¿Qué nos impide elegir mejor?</p>
<h2>El contexto social y ecológico de la sostenibilidad alimentaria</h2>
<p>Nos dice la FAO que la <a href="http://www.fao.org/docrep/014/al936s/al936s00.pdf">seguridad alimentaria</a> “existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.” Esta definición implica una comprensión ecosistémica de la alimentación. Me explicaré enseguida.</p>
<p>Olivier de Schutter, en su citado informe, muestra la estrecha relación del derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria con la sostenibilidad de los sistemas agrarios y propone la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agroecolog%C3%ADa">agroecología</a> como aproximación científica adecuada para alcanzar la resiliencia y sostenibilidad de los sistemas alimentarios.</p>
<p>Esta forma de comprender el problema de la seguridad alimentaria implica ampliar los términos de la reflexión: la seguridad alimentaria depende de que se den determinadas condiciones sociales y ecológicas en un contexto de transición a la sostenibilidad.</p>
<p>Tomemos como ejemplo una recomendación nutricional en la que se da un amplio consenso científico: la dieta mediterránea. Quienes la han experimentado, convendrán en que esta no puede ser prescrita en términos de administración de dosis con determinada composición de nutrientes.</p>
<p>Importa también el espacio y el tiempo, la forma en que se comparte y socializa la comida. Depende de la cultura gastronómica y de quien cocina, y esta a su vez de cómo se producen y distribuyen los alimentos y, por tanto, de un determinado paisaje agrario mediterráneo y de su <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agrobiodiversidad">agrobiodiversidad</a>. Es el sistema ecológico y social en su completitud el que responde de nuestra seguridad alimentaria.</p>
<h2>Claves de una restauración colectiva sostenible</h2>
<p>En los casos en que la implantación de la restauración colectiva sostenible está teniendo éxito, se observa un compromiso de las instituciones con los <a href="http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html">objetivos de desarrollo sostenible</a>, una cultura de participación que implica a todos los actores de la comunidad educativa y la existencia de objetivos explícitos de sostenibilidad con criterios de contratación de compra pública verde, ahorro energético, etc.</p>
<p>Durante la jornada técnica se identificaron las siguientes claves para transitar hacia una restauración colectiva sostenible: </p>
<ul>
<li>Utilizar alimentos de proximidad y temporada.</li>
<li>Cocinar en el lugar, de forma sencilla y saludable.</li>
<li>Obtener productos de comercio justo a un precio justo y responsable. Establecer vínculos con productores de proximidad.</li>
<li>Servicios atendidos por personal antes que opciones de ‘vending’.</li>
<li>Fijar estrategias de ahorro energético.</li>
<li>Evitar la producción de residuos: separar y recuperar la totalidad de la fracción orgánica. Erradicar los plásticos de un solo uso. Combatir el desecho de comida.</li>
<li>Disminuir la cantidad de azúcares libres, carnes rojas, carnes procesadas y productos comestibles ultraprocesados. </li>
<li>Fomentar el consumo de frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos, alimentos integrales, aceite de oliva virgen extra. Disponer siempre de opciones de menú vegetariano.</li>
</ul>
<p>En definitiva, se trata de profundizar en las ventanas de oportunidad e identificar cómo romper las resistencias y sortear las trampas que impiden el cambio en los comedores universitarios, derivadas de actitudes de rigidez (el “siempre se ha hecho así”) o de situaciones de pobreza (el sistema se ha degradado tanto que está exhausto y no tiene recursos para reaccionar). </p>
<p>Mientras tanto, el debate sobre cómo comer en los tiempos de la transición a la sostenibilidad continúa en el blog <a href="http://www.comidacritica.org/">Comida Crítica</a>, un espacio digital de discusión gestionado por la <a href="http://vidasostenible.org/">Fundación Vida sostenible</a> para el proyecto Big Picnic.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110914/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Vicente de Lucio Fernández es investigador principal del Proyecto BigPicnic (UAH) financiado por el programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 nº 710780. Es presidente de la Fundación Vida Sostenible organización sin ánimo de lucro dedicada a promover la transición hacia estilos de vida sostenibles. </span></em></p>Una reflexión sobre seguridad alimentaria y restauración colectiva sostenible que debe implicar a todos los actores de la comunidad educativa.José Vicente de Lucio Fernández, Profesor Titular de Ecología del Departamento de Ciencias de La Vida. y técnico del proyecto europeo Big Picnic, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1103932019-01-24T21:05:20Z2019-01-24T21:05:20Z¿Cómo afectará el Brexit a las universidades?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/255444/original/file-20190124-196247-k0f5wp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2479%2C1647&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El gran salón de la Christ Church de la Universidad de Oxford (Inglaterra) es el centro de la vida universitaria, donde la comunidad académica se congrega para cenar cada día.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/oxford-uk-july-19-2015-great-527092306"> e X p o s e / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Durante la campaña anterior al referéndum del Brexit, una mayoría de <em>stakeholders</em> de la educación superior, incluidos 103 presidentes de universidades, el 56% de estudiantes universitarios y también Jo Johnson, antiguo secretario de educación británico –y hermano de Boris Johnson, crítico conservador de la primera ministra May– expresó su preferencia de permanecer en la Unión Europea (UE).</p>
<p>Dos años más tarde, la mayoría de académicos confirma todavía su posición pro-UE y esperan que, pase lo que pase, Reino Unido no se desconecte del continente. Comprensiblemente, la incertidumbre y las probables consecuencias negativas, particularmente si no hay acuerdo, generarán menoscabos para las universidades británicas. Por otro lado, no puede pensarse en términos de juego de suma cero, porque los perjuicios para las universidades británicas no beneficiarían necesariamente a otras universidades del Continente, como algunos creen equivocadamente.</p>
<p>Cabe esperar, en primer lugar, que el número de estudiantes de pago de la UE en el Reino Unido caerá significativamente, incluso teniendo en cuenta la depreciación de la libra esterlina, que se traduciría en un descenso en el precio de la matrícula, así como en gastos de vivienda y mantenimiento.</p>
<p>Actualmente, <a href="https://www.ukcisa.org.uk/Research--Policy/Statistics/International-student-statistics-UK-higher-education">hay más de 450.000 alumnos extranjeros estudiando en universidades de Reino Unido</a>, lo que representa ingresos para el <a href="https://www.universitiesuk.ac.uk/policy-and-analysis/reports/Documents/2017/briefing-economic-impact-international-students.pdf">PIB británico de en torno a 14.000 millones de libras</a> y un impacto de más de 20.000 puestos de trabajo. La razón fundamental para esta caída es la preocupación entre estudiantes de la UE por obtener visados de trabajo para después de su graduación en Reino Unido, que actualmente no son requeridos.</p>
<h2>Posibles fusiones</h2>
<p>El impacto en las universidades británicas más prestigiosas será probablemente mínimo. Sin embargo, las universidades con menos reputación tendrán que hacer frente a dificultades y considerarán la posibilidad de fusionarse junto con otras instituciones educativas o crear alianzas o consorcios para ganar economías de escala y mejorar su atracción y exposición internacional. Las universidades privadas, aun siendo minoría en Reino Unido, dependen mayormente de alumnos internacionales y serán las más afectadas.</p>
<p>Al mismo tiempo, los programas de intercambio entre universidades de la UE y de Reino Unido, así como los dobles grados y titulaciones conjuntas, no se verán afectados, independientemente del acuerdo del Brexit que se adopte, ya que se trata de acuerdos privados.</p>
<p>Respecto a la atracción del claustro académico, veremos también una caída significativa en el número de solicitudes de profesionales de la UE, para posiciones docentes y de investigación en universidades de Reino Unido, como consecuencia de la incertidumbre acerca de la necesidad de visas de trabajo. </p>
<p>Otras partes interesadas temen el indeseado ambiente xenófobo creado por los <em>brexiteers</em>. Sin embargo, este receso será compensado por un aumento de solicitudes por parte de países no miembros de la UE.</p>
<h2>Malos tiempos para los fondos de investigación</h2>
<p>Los fondos para investigación se verán también afectados. A largo plazo, los académicos del Reino Unido tendrán que retirarse de los proyectos de cooperación en investigación entre universidades europeas, que son parte del presupuesto de la UE. </p>
<p>Los proyectos en marcha patrocinados por el programa <a href="https://eshorizonte2020.es/">Horizonte 2020</a> tampoco se verán afectados y continuarán hasta su conclusión. </p>
<p>Al mismo tiempo, dada la calidad de la investigación llevada a cabo en universidades de Reino Unido, es muy probable que sus homólogos en la UE sigan contando con ellos para iniciativas de investigación conjuntas. Una consecuencia mayor puede ser que las universidades británicas pierdan el liderazgo en estos proyectos.</p>
<p>También cabe esperar recortes presupuestarios y aplazamiento de planes de inversión en universidades de Reino Unido. La pronosticada desaceleración en la economía británica tras el posible Brexit traerá probablemente un menor gasto en educación por parte del gobierno. Esto podría provocar que algunas universidades del país suban el precio de sus matrículas. Sin embargo, la mayoría de presidentes de universidad han manifestado su voluntad de aplicar el mismo precio de matrícula para estudiantes tanto de Reino Unido y la UE.</p>
<h2>Estabilidad a largo plazo</h2>
<p>Pero incluso teniendo en cuenta las –previamente mencionadas– consecuencias negativas durante los próximos años, creo que la situación se estabilizará a largo plazo. </p>
<p>Las dos razones más importantes para esto son:</p>
<ul>
<li><p>Primero, el pragmatismo prevalecerá. Actualmente, todo el mundo tiene dudas sobre la solución que el Parlamento Británico adoptará, y sobre si será avalada por la UE y sus estados miembros. No obstante, mi intuición es que el resultado más probable será mantener el <em>status quo</em> en educación e investigación, dos áreas mucho menos polémicas que comercio e inmigración.</p></li>
<li><p>En segundo lugar, la educación superior es ahora un sector global. Este proceso de globalización es irreversible, dada la integración internacional de prácticas educacionales, el impacto de tecnología y el libre caudal de intercambio de personas e ideas. Las universidades británicas juegan un papel fundamental en este escenario de educación global, un escenario en el que la lengua franca es, por descontado, el inglés.</p></li>
</ul>
<p>Independientemente del modelo institucional y regulatorio adoptado, las relaciones actuales entre universidades continuarán. Además, en muchos casos, estas relaciones están basadas en acuerdos bilaterales o multilaterales entre diferentes universidades y no requieren ni marco regulatorio ni reconocimiento gubernamental. </p>
<p>Es deseable que las iniciativas de líderes en organizaciones educativas continúen construyendo puentes más allá de las fronteras y creando nuevos programas internacionales de colaboración basados en el reconocimiento mutuo sin la necesidad de apoyo del Reino Unido ni de las autoridades de la UE.</p>
<p>Espero que las universidades británicas y de la UE contribuyan a reparar las divisiones que el Brexit ha generado, de la misma manera que continúen desarrollando e impulsando la diversidad, la tolerancia y el sentido de ciudadanía global, valores que residen en el origen de las mismas universidades. La esperanza de muchos es, todavía, que Brexit no llegue a implementarse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110393/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Santiago Iñiguez de Onzoño no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El número de pagos por matrículas de estudiantes de la UE en Reino Unido caerá, pero el impacto en las universidades británicas más prestigiosas probablemente será mínimo.Santiago Iñiguez de Onzoño, Presidente IE University, IE UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/986512018-06-24T16:30:46Z2018-06-24T16:30:46ZUna conversación necesaria<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/224393/original/file-20180622-26579-g04tsh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=67%2C254%2C3696%2C2622&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/conversation-bubbles-human-face-384187885?src=Jwar1diiiEtiIUg50EAZ5A-1-64">Igoror / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>The Conversation es una plataforma de alta divulgación del conocimiento inspirada en el objetivo de dar a los investigadores de las universidades y otras instituciones una mayor presencia pública que la que permite la publicación de sus trabajos únicamente en revistas especializadas. </p>
<p>Fundada en Australia en 2011, se ha convertido en la mayor red internacional de colaboración fructífera entre el mundo universitario y el periodístico. </p>
<p>The Conversation trabaja en estrecha relación con más de 68.000 científicos y docentes pertenecientes a 2.300 centros de investigación y universidades, entre ellas <a href="https://theconversation.com/institutions/university-of-oxford-1260">Oxford</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/university-of-cambridge-1283">Cambridge</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/university-of-california-los-angeles-1301">California</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/boston-university-898">Boston</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/university-of-michigan-1290">Michigan</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/sorbonne-universite-2467">Sorbona</a> o <a href="https://theconversation.com/institutions/sciences-po-uspc-2196">Sciences Po</a>. </p>
<p>Cuenta también con el patrocinio de instituciones filantrópicas relevantes como <a href="https://theconversation.com/africa/partners/the-bill-and-melinda-gates-foundation">Bill and Melinda Gates Foundation</a>, <a href="https://theconversation.com/global/partners/carnegie-corporation-of-new-york">Carnegie Corporation of New York</a>, <a href="https://theconversation.com/us/partners/alfred-p-sloan-foundation">Alfred P. Sloan Foundation</a>, <a href="https://www.opensocietyfoundations.org/">Open Society Foundations</a> o <a href="https://theconversation.com/us/partners/robert-wood-johnson-foundation">Robert Wood Johnson Foundation</a> entre otras.</p>
<p>Lo que convierte a The Conversation en un proyecto de alto valor comunicativo es su impacto social (8,2 millones de lectores directos y otros 34 gracias a las republicaciones en cientos de periódicos en todo el mundo, entre los que destacan <em>Washington Post</em>, <em>The Guardian</em>, <em>Newsweek</em>, <em>Time</em> o, en España, <em>El País</em>).</p>
<p>Es una iniciativa de carácter no lucrativo, lo que garantiza su independencia, su vocación de servicio público y su acceso libre y gratuito. </p>
<p>The Conversation cuenta ya con ediciones en <a href="https://theconversation.com/au">Australia</a>, <a href="https://theconversation.com/africa">África</a>, <a href="https://theconversation.com/us">EEUU</a>, <a href="https://theconversation.com/uk">Reino Unido</a>, <a href="https://theconversation.com/fr">Francia</a>, <a href="https://theconversation.com/ca">Canadá</a>, <a href="https://theconversation.com/id">Indonesia</a> y, ahora, la de España, que servirá de vehículo a una comunidad de más de 500 millones de hispanohablantes. </p>
<p>The Conversation es, en definitiva, un instrumento editorial multilingüe y divulgativo que funde rigor académico y oficio periodístico y que ofrece una información veraz y de calidad a millones de personas en todo el mundo.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/224522/original/file-20180623-26570-u79sbm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="attribution"><span class="source">Shutterstock</span></span>
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<p>TC España nace con el respaldo de <a href="https://theconversation.com/es/partners/fundacion-telefonica">Fundación Telefónica</a>, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (<a href="https://theconversation.com/es/partners/crue-universidades-espanolas">CRUE</a>), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (<a href="https://theconversation.com/institutions/csic-consejo-superior-de-investigaciones-cientificas-1355">CSIC</a>), y las universidades de <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-de-oviedo-3472">Oviedo</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universitat-de-barcelona-785">Barcelona</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-de-alcala-3495">Alcalá</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-politecnica-de-madrid-upm-1649">Politécnica de Madrid</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-complutense-de-madrid-2383">Complutense</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-nebrija-3497">Nebrija</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/ie-university-2149">IE</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/la-universitat-de-vic-universitat-central-de-catalunya-2379">Vic</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-carlos-iii-3489">Carlos III</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universitat-de-lleida-3488">Lleida</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-publica-de-navarra-3486">Pública de Navarra</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-de-extremadura-3492">Extremadura</a>, <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-de-sevilla-3480">Sevilla</a> y <a href="https://theconversation.com/institutions/universidad-de-granada-3487">Granada</a>, además de la Fundación de Investigación Biosanitaria del Principado de Asturias (<a href="https://theconversation.com/es/partners/finba">FINBA</a>) y el <a href="https://theconversation.com/institutions/real-instituto-elcano-3473">Real Instituto Elcano</a>.</p>
<h2>Retos</h2>
<p>La edición española que ahora ve la luz pretende ayudar a enfrentar dos importantes retos que tienen nuestras universidades y organismos de investigación: su mayor proyección social y una presencia más activa en el contexto internacional. </p>
<p>Nuestras instituciones no tienen una participación en los medios de comunicación acorde con la relevancia de su producción científica, que muchas veces queda relegada ante noticias que poco o nada tienen que ver con su quehacer académico. </p>
<p>The Conversation España quiere ser un medio para sacar a la calle la buena investigación de la que se beneficiarán cientos de personas con inquietudes por mejorar su conocimiento en asuntos relevantes a los que no pueden acceder por otros caminos. </p>
<p>Algunas universidades ya tienen departamentos para difundir con carácter divulgativo el trabajo de sus profesores. La plataforma, en este caso, les servirá de altavoz para que ese saber llegue a muchas más personas: a colegas de otras instituciones, a estudiantes, al mundo de la empresa y a las administraciones y partidos políticos. Nada de todo lo bueno que se hace en la universidad alcanza el nivel de utilidad deseable si no logra traspasar los estrechos límites de las aulas y los laboratorios y llegar a segmentos más amplios de la sociedad. Ya no vivimos en las torres de marfil en las que se confinaba nuestro quehacer tradicional, pero todavía queda un largo camino para que la proyección social de lo que hacemos tenga un mayor recorrido. Y The Conversation puede ayudar a lograrlo.</p>
<h2>El prestigio de la divulgación</h2>
<p>En unas sociedades en las que vivimos abrumados por tanta y tan variada información, la alta divulgación es un valor en alza porque permite que podamos acceder a conocimientos imprescindibles de la mano de sus cultivadores más experimentados. </p>
<p>Así se entiende en muchos países donde los buenos divulgadores tienen un gran prestigio y una elevada consideración social: escriben en los periódicos, aparecen en los medios audiovisuales o son capaces de diseñar productos rigurosos para un público amplio necesitado de sus saberes.</p>
<h2>Internacionalización</h2>
<p>El otro reto al que The Conversation puede ayudar a enfrentar es el de una mayor presencia internacional de nuestras instituciones e investigadores. En este ámbito progresamos adecuadamente, pero necesitamos mejorar. Y la plataforma, sin duda, ayudará a difundir el conocimiento español, a favorecer las interacciones con otras instituciones, a facilitar los proyectos conjuntos y contribuirá a una mejor valoración científica de las personas y organismos de investigación.</p>
<p>En estos momentos del lanzamiento ya hay un buen número de centros de investigación y conocimiento que se han incorporado a la plataforma. Desde aquí animo a hacerlo a otras instituciones académicas y científicas para que, entre todos, podamos construir un The Conversation España sólido y sostenible que sea una referencia de las instituciones que lo sostienen y un instrumento para ese mayor reconocimiento social al que aspiran y merecen.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/98651/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rafael Puyol no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>The Conversation es un instrumento editorial multilingüe y divulgativo que aúna rigor académico y oficio periodístico y que ofrece información veraz y de calidad a millones de personas.Rafael Puyol, Presidente del Comité asesor The Conversation España. Presidente de la Junta de Gobierno de IE University, IE UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.