tag:theconversation.com,2011:/institutions/instituto-de-biologia-molecular-y-celular-de-plantas-ibmcp-csic-upv-4452/articlesInstituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (CSIC-UPV)2022-08-28T18:17:44Ztag:theconversation.com,2011:article/1864412022-08-28T18:17:44Z2022-08-28T18:17:44ZArte y biotecnología de plantas frente al cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/476068/original/file-20220726-26-kh1b84.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C11%2C2500%2C1650&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen de 'PlantConnect', proyecto que explora la interacción entre humanos y plantas a través de la respiración. El autor es Carlos Castellanos, ganador de la primera residencia artística del IBMCP.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://ccastellanos.com/projects/plantconnect/">Carlos Castellanos</a></span></figcaption></figure><p>¿Qué pinta un artista en un laboratorio científico? ¿Qué sentido tiene que pase un tiempo en un centro de investigación colaborando con los científicos para crear una obra de arte basada en sus investigaciones? Las así llamadas “residencias artísticas” en centros de investigación son una figura de colaboración arte-ciencia cada vez más extendida internacionalmente. </p>
<p>En el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia, <a href="https://ibmcp.upv.es">IBMCP</a>, se está llevando a cabo una de dichas residencias: <a href="https://art.ibmcp.upv.es">AR(t)IBMCP</a>, la primera en Valencia y la primera sobre arte y biotecnología de plantas en España.</p>
<h2>Colaboración arte-ciencia</h2>
<p>Una de las funciones reconocidas del arte es su capacidad para reflexionar sobre la realidad de modos alternativos a los habituales. En este sentido, los artistas pueden generar perspectivas provocadoras sobre la ciencia y también más fácilmente accesibles para la sociedad. Por otro lado, la creación artística sobre temas científicos abre el camino a los propios investigadores para descubrir nuevas potencialidades en su campo. Esto hace que se esté dando actualmente un aumento en el número de iniciativas de colaboración entre artistas y científicos.</p>
<p>Prueba de ello es la existencia de revistas especializadas en dicho campo (como la revista <a href="https://direct.mit.edu/leon">Leonardo</a>), centros interdisciplinarios (como el <a href="https://arts.mit.edu/welcome-to-cast">MIT Center for Art, Science & Technology</a>) y redes nacionales y plurinacionales de apoyo a dichas iniciativas (como la estadounidense Alliance for the Arts in Research Universities, <a href="https://www.a2ru.org">a2ru</a> o la europea <a href="https://www.starts.eu/">S+T+ARTS</a>).</p>
<p>Otra prueba indirecta del cada vez mayor interés en la colaboración arte-ciencia es el creciente uso de las siglas <a href="https://theconversation.com/explainer-whats-the-difference-between-stem-and-steam-95713">STEAM</a> (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, por sus siglas en inglés) en lugar de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) para referirse a las habilidades más demandadas.</p>
<h2>Residencias artísticas en centros de investigación</h2>
<p>Entre las iniciativas llevadas a cabo para promocionar el diálogo arte-ciencia está la realización de residencias de artistas en centros de investigación científica. En ellas, los creadores reflexionan junto a los trabajadores del centro sobre el trabajo allí realizado y el artista adquiere práctica en las técnicas utilizadas en la investigación. El resultado final es la creación y exposición de una obra artística relacionada con la actividad científica de la que ha sido testigo y actor.</p>
<p>Los ejemplos de residencias artísticas desarrolladas en centros de investigación son numerosos, siendo quizás una de las más conocidas y longevas la del <a href="https://arts.cern">CERN</a> en su acelerador de partículas, que va por su décimo año. Otros ejemplos notables son las del <a href="https://events.fnal.gov/art-gallery/artist-in-residence">Fermilab</a>, la <a href="https://www.esa.int/About_Us/ESTEC/Artist_wins_residency_at_ESA_s_technical_heart">Agencia Espacial Europea</a>, la empresa de Biología Sintética <a href="https://residency.ginkgobioworks.com">Ginkgo Bioworks</a> o la empresa de telecomunicaciones <a href="https://ars.electronica.art/export/en/artscience-residency-open-call">Deutsche Telekom</a>.</p>
<p><div data-react-class="InstagramEmbed" data-react-props="{"url":"https://www.instagram.com/p/Cf9BGT-oNdn/?utm_source=ig_web_copy_link","accessToken":"127105130696839|b4b75090c9688d81dfd245afe6052f20"}"></div></p>
<p>En España también se están realizando algunas residencias de artistas en centros de investigación. Una de ellas, la del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, <a href="https://www.cnio.es/en/cnio-and-society/cnio-arte">CNIO</a> de Madrid, ha llegado a contar con stand propio los dos últimos años en la Feria de Arte Contemporáneo <a href="https://www.cnio.es/noticias/la-escultora-susana-solano-crea-para-cnio-arte-una-obra-inspirada-en-la-lucha-contra-la-malaria-creada-con-el-apoyo-del-epidemiologo-pedro-alonso/">ARCO</a>. En Barcelona tenemos las del Institute for Research in Biomedicine, <a href="https://www.irbbarcelona.org/en/outreach/public-engagement/art-and-science/artist-residence-programme">IRB</a>, y el Centre for Genomic Regulation, <a href="https://vertigo.starts.eu/calls/starts-residencies-call-3/projects/chromdesign-chromatin-structure-and-design/detail/">CRG</a>.</p>
<h2>Residencia artística en el IBMCP: AR(t)IBMCP</h2>
<p>En el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, IBMCP, en Valencia, se está llevando a cabo la residencia artística <a href="https://art.ibmcp.upv.es">AR(t)IBMCP</a>. Está promovida por el <a href="https://acts.webs.upv.es">Vicerrectorado de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la UPV</a>, que con ella inicia este año el Programa de Artistas en Residencia de la UPV. Además, AR(t)IBMCP cuenta con la colaboración de la <a href="http://www.upv.es/entidades/BBAA/indexc.html">Facultad de Bellas Artes de la UPV</a>, donde el artista concluirá su obra, y del Centre del Carme Cultura Contemporània, <a href="https://www.consorcimuseus.gva.es/centro-del-carmen">CCCC</a>, donde la obra será finalmente expuesta.</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/jUNi15Q5CAU?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, IBMCP (UPV-CSIC)</span></figcaption>
</figure>
<p>El IBMCP es un centro público de investigación que usa la biotecnología de plantas para dar respuesta a desafíos globales tales como producir más alimentos consumiendo menos recursos, conseguir cultivos mejor adaptados al cambio climático, producir vacunas y medicamentos en plantas, o recuperar el sabor tradicional del tomate en las variedades actuales, por citar algunos ejemplos.</p>
<p>No obstante, la responsabilidad de dicha tarea no debe residir únicamente en la comunidad científica, sino que exige la colaboración de toda la sociedad. En esta línea, la residencia AR(t)IBMCP se configura como proyecto artístico-científico para explorar nuevas visiones sobre el papel de la biotecnología de plantas en la agricultura.</p>
<p>El residente este año en AR(t)IBMCP es el estadounidense <a href="https://ccastellanos.com">Carlos Castellanos</a>, artista interdisciplinar con un amplio rango de intereses como son la cibernética, la ecología, la fenomenología y la inteligencia artificial. </p>
<p>Con su proyecto <em>Phytosemiotic Expressions</em>, Castellanos pretende explorar en AR(t)IBMCP cómo las plantas pueden comunicar sus reacciones y adaptaciones al cambio climático de un modo entendible por los humanos. Para ello utilizará inteligencia artificial como modo de transformar las respuestas de las plantas en textos y sonidos que comuniquen el nivel de estrés que sufren ante distintas variaciones ambientales.</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/nfl89Ty6eL0?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Conferencia <em>Intersections of living and machine agencies in the arts</em> impartida por Carlos Castellanos en el AR(t)IBMCP.</span></figcaption>
</figure>
<p>En definitiva, parece incuestionable que la diversidad de ideas y visiones es la mejor herramienta que poseemos los seres humanos para responder a los desafíos globales a los que nos enfrentamos. Y las iniciativas internacionales de colaboración arte-ciencia son un excelente modo de aportar dicha diversidad. </p>
<p>Ese es el sentido y la promesa de las residencias artísticas en centros de investigación, en general, y de la residencia AR(t)IBMCP, en particular. Ahí tenemos la respuesta a las preguntas iniciales de este artículo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/186441/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Forment trabaja en el IBMCP.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Pablo Vera no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Una de las iniciativas que se están llevando a cabo internacionalmente son las colaboraciones arte-ciencia para ver y representar la realidad de modos alternativos.Javier Forment, Responsable del Servicio de Bioinformática del IBMCP, Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (CSIC-UPV)Pablo Vera, Director del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, IBMCP, Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (CSIC-UPV)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1393282020-05-25T19:55:07Z2020-05-25T19:55:07Z¿Por qué las mujeres resisten mejor los virus?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/337430/original/file-20200525-106832-1dgrngq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7086%2C4451&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/masked-woman-makes-stopping-hand-gesture-1687250923"> Mr. Tempter / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La presente pandemia ha vuelto a poner de manifiesto que las mujeres son más resistentes a las enfermedades infecciosas, en particular víricas. Según las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Sanidad, la relación entre hombres y mujeres infectados por el SARS-CoV-2 es de 40-60. Al considerar el número de fallecimientos, la relación se invierte (60-40). </p>
<p>Un análisis más detallado revela que, del total de hombres afectados por el virus, algo más de la mitad (51 %) necesitó hospitalización y el 5,4 % del total falleció. Por otro lado, el 31 % de las mujeres que dieron positivo necesitó hospitalización y el 1,8 % falleció. </p>
<p>Estas diferencias entre sexos en la infección por un virus no son nuevas. El análisis de la evolución del <a href="https://theconversation.com/infecciones-y-estigmas-lecciones-de-la-pandemia-del-vih-para-el-manana-de-la-covid-19-135522">virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)</a>, causante del sida, entre hombres y mujeres infectados, confirma que las mujeres tienen una menor carga viral en la sangre que los hombres. El reservorio principal de este virus es el tejido linfático (presente en los ganglios, el bazo, el intestino delgado y los pulmones, entre otros órganos) y de este puede pasar a la sangre, por lo que la diferencia de carga viral entre hombres y mujeres podría estar relacionada con una mayor capacidad de las mujeres de eliminarlo de la sangre. </p>
<p>Otros casos bien documentados son los virus de la hepatitis B y C, que establecen infecciones crónicas y pueden provocar fibrosis, cirrosis y carcinoma hepatocelular. Este carcinoma se desarrolla más en hombres que en mujeres en una proporción de 7 a 1. </p>
<p>También los virus del herpes simple (HSV) 1 y 2, que pueden causar herpes labial o genital, respectivamente, tienen una respuesta distinta en mujeres que en hombres. Ellas desarrollan un mayor nivel de anticuerpos específicos IgG e IgM y, por tanto, están más protegidas frente al potencial daño neurológico y a la reactivación viral. </p>
<p>Aunque para la gripe común no se han observado estas variaciones de género, sí que existen para otros muchos virus. En general puede afirmarse que las mujeres responden de manera mas efectiva a las infecciones virales.</p>
<h2>Diferencias en el sistema inmune y endocrino</h2>
<p>¿Cuál es la razón de estas diferencias? La hipótesis más comúnmente aceptada en la actualidad reside en el diferente comportamiento del <a href="https://theconversation.com/el-antivirus-mas-potente-contra-la-covid-19-nuestro-sistema-inmune-136995">sistema inmunitario</a> y endocrino, estrechamente relacionados. </p>
<p>Las hormonas sexuales presentan efectos opuestos cuando un virus ataca a las células: el estradiol, la principal hormona femenina, tiene un efecto potenciador de la respuesta inmune. La testosterona, la principal hormona masculina, es mayoritariamente supresora. </p>
<p>En general, la respuesta inmune adaptativa –mediada por las células presentadoras de antígenos y por linfocitos T CD4+, que dará lugar a la producción de anticuerpos antivirales y linfocitos T CD8+ citotóxicos específicos– es más intensa en mujeres.</p>
<p>Tras haber pasado una infección viral el sistema inmunológico vuelve a su estado homeostático. Aun así, las respuestas inmunitarias basales son mucho más altas en las mujeres que en los hombres. Esta es la razón por la que ellas son más propensas a desarrollar enfermedades inmunopatológicas, mientras que los hombres corren el riesgo de padecer infecciones virales persistentes con más frecuencia.</p>
<p>Pero esta hipótesis basada en la respuesta inmune más eficiente, intensa y prolongada de las mujeres no siempre explica todos los escenarios en los que nos encontramos en una infección viral. En ocasiones, y siguiendo las pautas de azar y necesidad propuestas por el biólogo y ganador del Premio Nobel de Fisiología o Medicina Jacques Monod, parece que el virus es <a href="https://theconversation.com/el-coronavirus-y-la-fuerza-de-la-seleccion-natural-137525">el que <em>decide</em></a>, si es que este verbo se puede utilizar para un agente infeccioso en el límite de lo que se considera vivo.</p>
<p>Una investigación realizada en la Universidad Royal Holloway de Londres y <a href="https://www.nature.com/articles/ncomms13849">publicada en <em>Nature Communications</em></a> propone que son los propios virus los que deciden respetar más a las mujeres. Hombres y mujeres pueden transmitir los virus de persona a persona, pero solo las mujeres pueden hacerlo verticalmente a la descendencia. Esta transmisión a la descendencia hace que para los virus sea poco ventajoso establecer una infección letal en la mujer, dado que pararía su propagación. </p>
<p>Los autores observaron que el HTLV-1, un virus asociado a algunos tipos de leucemia en humanos descubierto por Robert Gallo, afecta de manera desigual a las mujeres japonesas frente a las caribeñas. Concluyeron que el embarazo y la lactancia podría ser el mecanismo responsable de las diferencias. Las mujeres con periodos de lactancia más largos, en este caso las japonesas, presentaban una mayor tasa de transmisión vertical del virus, pero a cambio el virus era menos virulento para ellas. </p>
<p>No está claro cómo los virus alteran su virulencia en función del género, pero una vez se conozcan las bases fundamentales de este mecanismo se podría engañar a los virus para que fueran menos virulentos. Sin duda han contribuido a consolidar una nueva disciplina médica que, desde hace 20 años, se conoce como medicina de género.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/139328/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>En general puede afirmarse que las mujeres responden de manera mas efectiva a las infecciones virales. Las causas están en su sistema inmune y endocrino, así como en la propia evolución de los virus.Vicente Pallas Benet, Profesor de Investigación CSIC. Virología Molecular de Plantas, Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (CSIC-UPV)Javier Buesa Gómez, Catedrático de Microbiología, Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1372742020-04-28T19:46:33Z2020-04-28T19:46:33ZEsto es lo que los virólogos sabemos hasta hoy sobre el coronavirus SARS-CoV-2<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/331128/original/file-20200428-110752-3ai72x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4053%2C3488&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Microfotografía electrónica de barrido coloreada de una célula que muestra signos morfológicos de apoptosis, infectada con partículas del virus del SARS-COV-2 (naranja), aislada de una muestra de un paciente. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/niaid/49802357327/">NIAID</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Para Peter Medawar, premio Nobel de Medicina en 1960, los virus eran un conjunto de “malas noticias envueltas en proteína”. Aunque no responde a ningún criterio científico, esta definición refleja perfectamente la percepción que tenemos de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 en estos días de confinamiento. </p>
<p>Las “malas noticias” en un virus pueden venir escritas en dos “alfabetos” ligeramente distintos, según su genoma sea de ADN o ARN. Los coronavirus (familia Coronaviridae) constituyen uno de los grupos de virus con el genoma de ARN más largo que se conoce. La información que contiene puede servir para sintetizar al menos 16 proteínas. </p>
<p>Las más esenciales son las que le permiten hacer copias de su propio genoma, las que protegen su ARN y las que le permiten entrar en la célula que va a infectar. Esta última es una proteína que contiene azúcares en su esqueleto y que se proyecta a modo de espículas (proteína S, de <em>spike</em> en inglés) desde la envuelta hacia el exterior. Al microscopio electrónico crean una imagen que recuerda a una corona, de ahí el nombre del virus.</p>
<p>La fidelidad de copia de las moléculas de ARN viral es siempre mucho menor que las de ADN, por lo que los virus de ARN tienden a acumular más mutaciones y adaptarse a nuevos huéspedes con más facilidad que los que poseen un genoma de ADN. Dentro de los virus con genoma de ARN, los coronavirus son una excepción: poseen un sistema de corrección de copia que hace que muestren una menor variabilidad.</p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/331129/original/file-20200428-110779-f70gq4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Microfotografía de transmisión de partículas del virus del SARS-CoV-2, aislada de un paciente.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/niaid/49651434338/">NIAID</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La secuenciación de más 11 000 genomas del SARS-CoV-2 ha puesto de manifiesto que tiene un ritmo de mutación 1 000 veces más lento que el de la gripe o el VIH. Por otro lado, los virus con genoma de ADN son generalmente más difíciles de eliminar porque algunos de ellos pueden producir infecciones latentes o incluso integrarse en el genoma del huésped (esto último también ocurre con los virus de ARN de la familia de los retrovirus). </p>
<p>Los coronavirus humanos se conocen desde hace muchos años y la mayoría de ellos están relacionados con resfriados o afecciones respiratorias leves. En el año 2002 apareció en China el primero letal para los humanos, el SARS-CoV (nombre que proviene de “síndrome respiratorio agudo severo”), que infectó a alrededor de 8 000 personas causando la muerte de 800, lo que supone una tasa de mortalidad del 10 %. </p>
<p>Desapareció en la primavera de 2004 y desde entonces no ha causado más problemas. </p>
<p>El segundo, el MERS-CoV (nombrado por el “síndrome respiratorio de Oriente Medio”), apareció en Arabia Saudí en 2012 y causó aproximadamente el mismo número de muertes, aunque sólo infectó a 2 400 personas. Su tasa de mortalidad fue del 30 %, muy alta, pero lejos de la observada para el virus del Ébola (50 %) y el virus de la rabia (95 %). </p>
<p>Entre los miles de virus que se conocen, solo una pequeña proporción son patógenos en humanos. Las células no tienen una puerta disponible para la entrada de la mayoría de estos microorganismos. </p>
<p>Pero estos diminutos agentes infecciosos han evolucionado mediante altas tasas de mutación y recombinación para utilizar alguna proteína del hospedador como vía de entrada a la célula, donde podrán multiplicarse y perpetuarse: eso es a lo que toda entidad replicativa aspira, y los virus no pueden realizarlo por sí mismos fuera de las células a las que infectan.</p>
<p>Los coronavirus utilizan las proteínas S que forman esas espículas en su exterior para unirse a una proteína enzimática celular llamada ACE2. Este enzima está situado en la superficie de las células de las mucosas, pulmones, arterias, corazón, riñón e intestinos, y tiene la función de regular la presión sanguínea, pero el virus lo emplea como puerta de entrada al contexto celular. </p>
<p>Una vez dentro de su hospedador, el virus campa a sus anchas porque lleva consigo su propia replicasa que le permitirá hacer múltiples copias de su genoma (hasta 100 000 copias en cada célula) y porque el alfabeto de la información que lleva en su ARN es el mismo que utilizamos los humanos. </p>
<p>Los ribosomas celulares no son capaces de identificar ese ARN como extraño. Actúa como un caballo de Troya utilizando la maquinaria celular y traduce dicha información en proteínas del virus. Esto provoca una caída de las funciones esenciales de la célula.</p>
<h2>Un origen animal desconocido</h2>
<p>El SARS-CoV-2 <a href="https://theconversation.com/el-origen-del-coronavirus-sars-cov-2-a-la-luz-de-la-evolucion-136897">es de origen animal</a>, aunque en ninguna especie se ha encontrado un coronavirus idéntico o muy similar. Algunas especies de murciélagos y el pangolín malayo, usado como alimento y en medicina tradicional china, son reservorios de virus bastante parecidos, pero los murciélagos estaban hibernando en China en diciembre de 2019, cuando se detectaron los primeros casos en humanos.</p>
<p>Es necesario seguir investigando para identificar las especies animales involucradas en el origen de la pandemia de COVID-19. Los mercados de animales vivos, salvajes y domésticos, en China son muy frecuentes y forman parte de la tradicional cadena alimentaria del país. </p>
<p>Tras esta pandemia, el gobierno chino debería regularizarlos o prohibirlos. De hecho, la siguiente pandemia de virus quizá ya se esté comenzando a fraguar en esos mismos entornos.</p>
<h2>Cómo detectar la COVID-19</h2>
<p><a href="https://theconversation.com/los-tres-tests-del-coronavirus-que-juntos-nos-ayudaran-a-controlar-la-pandemia-135838">El diagnóstico de la enfermedad COVID-19</a>, causada por este coronavirus, se lleva a cabo detectando el ARN o los antígenos (proteínas) del virus SARS-CoV-2, o bien los anticuerpos desarrollados por el paciente tras ser infectado. </p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5991%2C3988&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/327452/original/file-20200413-113939-77bz14.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/simple-covid19-igmigg-rapid-test-quick-1688580502">Angel Soler Gollonet / Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En el primer caso, las muestras que se utilizan son secreciones respiratorias que pueden contener el virus (exudado nasofaríngeo, exudado nasal, aspirado traqueo-bronquial, esputo), y en ellas se identifica la presencia del ARN viral (mediante su extracción y amplificación por PCR cuantitativa) o de determinados antígenos (empleando sistemas biosensores de distinto tipo). </p>
<p>Por su parte, los anticuerpos del paciente infectado se analizan en sangre, plasma o suero. La detección de anticuerpos frente a SARS-CoV-2 permite conocer qué pacientes están infectados (tras un “período de ventana” de entre 5 y 7 días desde la exposición al virus, que es lo empleado por el organismo en generar la respuesta inmune) y también quiénes han superado la infección incluso sin padecer síntomas.</p>
<p>El SARS-CoV-2 es particularmente contagioso.</p>
<h2>Una tasa de letalidad sobreestimada</h2>
<p>Los coronavirus se transmiten por aerosoles, donde pueden permanecer viables hasta tres horas, y son estables en diversas superficies: resisten cuatro horas sobre el cobre (monedas), un día entero en el cartón y de dos a tres días en el plástico o el acero inoxidable. El coeficiente de infección R₀ (número promedio de personas a las que cada infectado contagia) es de alrededor de 2,5 (similar a la gripe, pero mucho menos que la viruela o el sarampión, que presentan R₀ de 6 y 15 en promedio) según se ha <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS1473-3099(20)30162-6/fulltext">publicado recientemente</a> en la revista <em>The Lancet</em>, y por tanto su progresión es necesariamente exponencial. </p>
<p>El otro aspecto numérico importante para la progresión de la pandemia es su tasa de letalidad. Para determinarlo de forma fidedigna se requiere realizar un muestreo amplísimo. Los cálculos actuales en base a los datos disponibles dan una tasa de letalidad de alrededor del 7 % de promedio (aunque varían mucho en las distintas franjas de edad: desde un 0,7 % para los menores de 30 años hasta un 20 % para los mayores de 80) en Italia y España. </p>
<p>Esta tasa promedio está sin duda sobrestimada. Tal y como dijo el matemático Andrejs Dunkels, “es fácil mentir con estadísticas” aunque en seguida añadió que “es difícil decir la verdad sin ellas”. Para un cálculo certero habría que conocer el número real de infectados, es decir, hacer los análisis a toda la cohorte (grupo que forma parte de un ensayo clínico, en este caso la totalidad de la población), lo cual es prácticamente irrealizable. </p>
<p>Pero si esa cohorte la tenemos confinada en un crucero, por ejemplo, estamos ante el experimento perfecto. Esto es lo que ocurrió en el Diamond Princess, el que tras un primer positivo se hicieron análisis a los 3 711 pasajeros, incluida la tripulación, y en algunos casos dos veces. Durante las siguientes 4 semanas se detectaron 711 positivos, un 18 % de los cuales fueron asintomáticos. </p>
<h2>¿Un millón de infectados?</h2>
<p>En <a href="https://www.eurosurveillance.org/content/10.2807/1560-7917.ES.2020.25.12.2000256">un artículo</a> publicado por investigadores del <a href="https://www.lshtm.ac.uk/research/centres/centre-mathematical-modelling-infectious-diseases">Centro de Modelado Matemático para Enfermedades Infecciosas de Londre</a>s, publicado en la revista <em>Eurosurveillance</em> se estimó una tasa de letalidad del 1,1 % en dicho crucero, mucho más baja que el 3,8 % estimado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel global. Si los datos de dicho estudio son correctos y extrapolables, se podría estimar que en España el número de infectados sobrepasaría el millón de personas a día de hoy y esto aumentaría nuestras posibilidades de estar adquiriendo una inmunidad de rebaño que nos proteja para el futuro. </p>
<p>Los coronavirus tienen una membrana lipídica que confiere a la partícula una estabilidad relativamente baja, sobre todo si se la compara con la partícula desnuda del virus del resfriado común. Eso hace que sea relativamente fácil eliminarlos de las manos mediante soluciones jabonosas. Por lo tanto, la protección parece sencilla: distancia social (siguiendo el acertado hashtag #YoMeQuedoEnCasa) y correcta higiene de manos. </p>
<p>Según un estudio reciente del <a href="https://www.imperial.ac.uk/mrc-global-infectious-disease-analysis/covid-19/report-12-global-impact-covid-19/">Imperial College de Londres</a>, si no se hubieran tomado las medidas de confinamiento el número de fallecimientos podría haber llegado a los 40 millones de personas en todo el mundo. Pero las medidas preventivas duraderas requieren la elaboración de vacunas eficaces. España tiene una larga tradición de investigación en virología reconocida internacionalmente, esencialmente concentrada, pero no únicamente, en Madrid y Barcelona. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3786%2C2514&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3786%2C2514&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/330734/original/file-20200427-145566-1cyh8zs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/scientist-researcher-coronavirus-vaccine-front-calendar-1714014268">Vitalii Petrushenko / Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Nuestros compañeros del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, los Drs. Luis Enjuanes y Mariano Esteban, están trabajando activamente para desarrollar vacunas frente al SARS-CoV-2 con dos métodos basados en principios distintos.
El equipo de Enjuanes pretende atenuar el virus eliminando los genes de virulencia del SARS-CoV-2, manteniendo los genes responsables de la defensa inmunitaria. </p>
<p>Por su parte, el grupo de <a href="https://theconversation.com/profiles/mariano-esteban-952567">Mariano Esteban</a>utiliza vectores virales para expresar la proteína S del virus en la superficie del virus de la vacuna de la viruela, que abre la puerta celular, esperando que desencadene la respuesta inmune. Otras estrategias de laboratorios públicos y empresas de varios países centran su esfuerzo en el uso de fragmentos del ARN viral, ADN o proteínas para generar esta respuesta protectora en el organismo. </p>
<p>Pero en la situación actual, obviamente, más que métodos preventivos <a href="https://theconversation.com/antivirales-y-vacunas-la-ayuda-para-frenar-al-coronavirus-esta-en-camino-134361">se necesitan urgentemente los curativos</a>, basados en compuestos antivirales que puedan tratar la infección. En pacientes infectados se están probando, entre otros antivirales, la (hidroxi)cloroquina, que impediría la ruta de entrada del virus, el Remdesivir, que actuaría sobre la replicasa viral, y la asociación Ritonavir/Lopinavir que inhibiría la proteasa usada por el virus para expresar su información. </p>
<p>Otros fármacos que se están administrando a los enfermos tienen el fin de controlar o modular la respuesta exagerada de la defensa inmune frente al propio virus, incluyendo interferones, corticosteroides, anticuerpos monoclonales como Tocilizumab frente al receptor de la interleuquina IL-6, Eculizumab inhibidor de la activación del complemento, etc. </p>
<h2>Seamos optimistas, pero pacientes</h2>
<p>Existen varios ensayos clínicos en curso a nivel mundial (algunos de ellos con participación activa de hospitales de nuestro país), pero por el momento los resultados no son concluyentes y los casos de éxito se refieren a ensayos a pequeña escala, sin validez estadística. </p>
<p>Hemos de ser optimistas, pero pacientes. En estas circunstancias se trata de una investigación bajo una gran presión y basada casi exclusivamente en el concepto de prueba y error con compuestos farmacológicamente aprobados y en ocasiones usados anteriormente frente a otros virus.</p>
<p>En la fase actual de socialización del miedo, por otra parte comprensible, es importante estar bien informados y no contribuir a transmitir, a velocidades más rápidas que la del propio virus, <a href="https://theconversation.com/quien-teme-al-bulo-feroz-136867">informaciones total o parcialmente falsas</a>. Las segundas hacen aún más daño, porque introducen datos erróneos, manipulados y tendenciosos en un contexto aparentemente bien argumentado. </p>
<p>Esta pandemia debe servirnos para que definitivamente los gobiernos mundiales (en especial el español) se den cuenta de la imperiosa necesidad de invertir en la generación de conocimiento, y que la inversión en Ciencia, Educación y Sanidad deben ser la base sobre la que se construye una sociedad justa, igualitaria y próspera. </p>
<p>No olvidemos que, según un estudio de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Boston publicado recientemente en la revista <em>Science</em>, aún en el caso de la eliminación aparente de la pandemia en los próximos meses, las estimaciones para los períodos pospandemia prevén <a href="https://theconversation.com/vendra-una-segunda-ola-de-covid-19-137239">rebrotes ocasionales</a> hasta 2024. No nos queda otra opción que estar preparados. </p>
<hr>
<p><em>La farmacéutica Mª Dolores García y el médico Juan García Costa también ha colaborado en este artículo.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/137274/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología (SEV), es el autor principal de este artículo. Aunque el resto de firmantes son miembros de la junta directiva de esta institución, el artículo no representa una posición oficial de la SEV.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Juan E. Echevarría Mayo recibe fondos de Ministerio de Ciencia e Innovación. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Amelia Nieto, Ana María Doménech Gómez, Carlos Briones, Covadonga Alonso Martí, Inmaculada Casas Flecha, Javier Buesa Gómez, Jesús Navas Castillo, Josep Quer Sivila, José Antonio López Guerrero y Vicente Pallas Benet no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>El coronavirus es un conjunto de malas noticias envueltas en proteínas. Por suerte, cada vez sabemos más sobre él.Albert Bosch, Catedrático de Microbiología. Dept. Genética, Microbiología y Estadística, Facultad de Biología, Universitat de BarcelonaAmelia Nieto, investigadora retirada, Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC)Ana María Doménech Gómez, Directora Departamento de Sanidad Animal, Universidad Complutense de MadridCarlos Briones, Científico Titular del CSIC y Vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Virología, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)Covadonga Alonso Martí, Profesor de Investigación, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)Inmaculada Casas Flecha, Investigadora del Centro Nacional de Microbiología, Instituto de Salud Carlos IIIJavier Buesa Gómez, Catedrático de Microbiología, Universitat de ValènciaJesús Navas Castillo, Investigador Científico CSIC,. Profesor Asociado UMA, Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea "La Mayora" ( IHSM - CSIC) (EELM-CSIC) José Antonio López Guerrero, Profesor titular de Microbiología, Universidad Autónoma de MadridJosep Quer Sivila, Responsable de Recerca Bàsica del Virus de l’Hepatitis C del Laboratori de Malalties Hepàtiques Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), Departament de Salut de la Generalitat de CatalunyaJuan E. Echevarría Mayo, Investigador científico del Centro Nacional de Microbiología, Instituto de Salud Carlos IIIVicente Pallas Benet, Profesor de Investigación CSIC. Virología Molecular de Plantas, Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (CSIC-UPV)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.