tag:theconversation.com,2011:/institutions/la-jolla-institute-for-immunology-5000/articlesLa Jolla Institute for Immunology 2021-01-18T20:22:51Ztag:theconversation.com,2011:article/1529432021-01-18T20:22:51Z2021-01-18T20:22:51ZGuía definitiva para desmentir bulos sobre el SARS-CoV-2 y la COVID-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/379303/original/file-20210118-19-17d5agj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C10%2C7239%2C4558&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/covid19-coronavirus-several-viruses-infecting-human-1790378180">Shutterstock / ktsdesign</a></span></figcaption></figure><p>Con 95 millones de personas infectadas y cerca de 2 millones de fallecidos a nivel global la pandemia de covid-19 está causando estragos. Pese a la alta similitud que tiene con otros virus, las dudas que rodean al coronavirus SARS-CoV-2 han sido constantes, incluidas aquellas sobre su existencia, origen y transmisión. </p>
<p>Laboratorios de todo el mundo están realizando un esfuerzo sin precedentes para contestar los interrogantes a los que nos enfrentamos cuando aparece un virus nuevo. El problema es que, <a href="https://theconversation.com/guia-para-desmentir-24-bulos-sobre-la-vacuna-de-covid-19-152603">al contrario de lo que ocurre con la información falsa</a>, la ciencia es un proceso lento y metódico que no siempre avanza a la velocidad que nos <a href="https://www.agenciasinc.es/Reportajes/El-coronavirus-baja-a-la-ciencia-de-su-pedestal-habra-una-crisis-de-confianza">gustaría</a>. Por suerte el tiempo y la investigación acaban esclareciendo estas dudas mediante datos objetivos y el consenso científico.</p>
<p>Estas son las dudas (y bulos) más comunes que rodean al coronavirus.</p>
<h2>El virus no se ha aislado ni purificado</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Uno de los principales argumentos de las personas que niegan la existencia del virus es afirmar que no se ha podido aislar de pacientes. En general argumentan que la partícula viral, o virión, no se puede separar de otras partes de la célula por sus características (densidad, forma o tamaño) y son indistinguibles de ellas.</p>
<p>Es cierto que el tamaño de una partícula viral se asemeja a algunas partículas esféricas de la célula llamadas vesículas. Sin embargo, la principal diferencia es que los viriones son infectivos y se multiplican si se ponen en contacto con células, y las vesículas no. Para profundizar más aquí podemos encontrar una <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/his.14264">publicación que explica cómo distinguir viriones de coronavirus</a> en células escrito por científicos especializados en microscopía electrónica.</p>
<p>Además, hay otras <a href="https://twitter.com/JoseMJG_/status/1346171088183717889?s=20">evidencias abrumadoras</a> de que este nuevo coronavirus ha sido aislado. Estas incluyen:</p>
<ul>
<li>El virus se ha aislado y purificado a partir de muestras de decenas de miles de pacientes de covid-19 por todo el mundo y se ha publicado en revistas científicas de prestigio. Sin ir más lejos, <a href="https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2001017">en el artículo que dio a conocer este virus al mundo</a> en enero de 2020 se detalla cómo se aisló virus de pacientes con neumonía en Wuhan para estudiarlo en cultivos celulares. De hecho, aquí se mostraron por primera vez al mundo fotografías reales del SARS-CoV-2:</li>
</ul>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=501&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/377961/original/file-20210111-17-yroe59.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=629&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Partículas virales de SARS-CoV-2, Na Zhu y colaboradores, 2020.</span>
</figcaption>
</figure>
<ul>
<li><p>El virus aislado se puede cultivar en el laboratorio, ver cada una de sus proteínas, cuantificar y secuenciar su genoma, usar para infectar cultivos celulares y modelos animales donde se reproduce la enfermedad. Esto es algo imposible de hacer con vesículas.</p></li>
<li><p>Disponemos de <a href="https://bescienced.com/es/que-es-un-clon-infectivo/">clones infectivos</a> del virus. Un clon infectivo es una copia del genoma del virus que usamos en el laboratorio como herramienta que nos permite generar las variantes genéticas del SARS-CoV-2 que queramos estudiar.</p></li>
<li><p>En los laboratorios podemos pedir o comprar cualquiera de las variantes que se ha aislado. Cuando se solicitan, nos envían un pequeño volumen de virus que podemos amplificar para generar más cantidad y poder hacer los experimentos.</p></li>
</ul>
<p>En definitiva, nada de esto sería posible si no se hubiera aislado el virus.</p>
<h2>El genoma de SARS-CoV-2 es un artefacto informático</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Para clarificar este tema, vamos a explicar brevemente como se lleva a cabo la secuenciación genética de las muestras de pacientes:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/378262/original/file-20210112-21-evg7q4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Secuenciación del genoma de SARS-CoV-2 a partir de muestras de pacientes. Elaboración propia.</span>
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<p>El primer paso es la secuenciación genética de fragmentos pequeños (llamados “lecturas”) a partir de las muestras de un paciente. Por limitaciones de la técnica, no se pueden secuenciar en un paso las 30 000 letras de los genomas de coronavirus. Entre cada uno de esos fragmentos pequeños existe cierto solapamiento. Por ejemplo, imaginemos que las secuencias cortas son:</p>
<ol>
<li><em>Mi hermana se llama Alejandra y tiene</em></li>
<li><em>Alejandra y tiene 26 años. Le gusta leer</em> </li>
<li><em>años. Le gusta leer libros de fantasía</em></li>
<li><em>ciencia ficción. Su favorito es El Señor de los anillos</em>.</li>
</ol>
<p>Finalmente, con esta información necesitamos de un programa informático para poder identificar ese solapamiento y generar el texto completo: <em>Mi hermana se llama Alejandra y tiene 26 años. Le gusta leer libros de fantasía. Su favorito es El Señor de los anillos</em>.</p>
<h2>El SARS-CoV-2 no causa la covid-19 porque no cumple los postulados de Koch</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Los postulados de Koch (Henle-Koch) son una serie de principios microbiológicos establecidos por Robert Koch en 1884 para correlacionar la existencia de un microorganismo y una patología. Los estableció en base a una bacteria, <em>Mycobacterium tuberculosis</em>, causante de la tuberculosis. Posteriormente los modificó en 1890. Puedes consultarlos <a href="https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/postulados-koch">aquí</a>.</p>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=780&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/378264/original/file-20210112-13-o6haxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=980&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Robert Koch. Fuente: Wikipedia.org.</span>
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<p>Lo primero y más importante, es que los postulados llevan décadas en desuso. ¿La razón más importante? Muchos patógenos no los cumplen, ya que existen portadores asintomáticos, enfermedades de tipo subclínico (hepatitis) y períodos de latencia extremadamente variables (hasta 10 años en el caso del VIH). Además, ningún virus <em>sensu stricto</em> cumplirá jamás los postulados tal como se enunciaron en el siglo XIX porque necesitan células o bacterias para multiplicarse, no pueden hacerlo en un cultivo puro.</p>
<p>Pese a todo, se está poniendo en duda la existencia del SARS-CoV-2 diciendo que la propia Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades han expresado que el virus no cumple estos postulados. Uno de los argumentos utilizados proviene del <a href="https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2001017">artículo donde se identificó el virus</a> en pacientes de neumonías atípicas en Wuhan.</p>
<p>Ciertamente, en él se dice: “Aunque nuestro estudio no cumple con todos los postulados de Koch, nuestros análisis evidencian la implicación del virus en el brote de Wuhan”. La razón por la que dijeron esto es porque en ese momento no había dado tiempo a infectar animales de experimentación con el virus aislado para comprobar si desarrollaban la enfermedad. Sin embargo, a día de hoy, son muchos los <a href="https://academic.oup.com/cid/article/71/9/2428/5811871">artículos</a> en los que el virus se ha inoculado en modelos animales y éstos han desarrollado la enfermedad.</p>
<p>En resumen, los postulados de Koch son unos principios que, en el siglo XIX y XX, sirvieron para la identificación de patógenos reconocibles por el paradigma científico de la época. Hoy pedagógicamente tienen un gran valor, pero se ven superados por las técnicas actuales de la biología molecular, la bioquímica y la genética.</p>
<h2>El virus se ha creado en un laboratorio</h2>
<p>La aparición del SARS-CoV-2 en Wuhan, una ciudad que consta de dos laboratorios donde se trabaja con coronavirus, ha generado controversia sobre el origen natural del virus. Son muchos los bulos que circulan señalando culpables de esta pandemia. Uno de ellos dice que el virus es una fabricación del gobierno chino para usarlo como arma biológica y desestabilizar al resto de economías mundiales.</p>
<p>Sin embargo, hasta el momento la comunidad científica coincide en que el origen más probable del virus es una zoonosis (virus que se transmite naturalmente de los animales a la especie humana y viceversa). De hecho, se conoce que los coronavirus que infectan a humanos suelen provenir de ancestros que se encuentran en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6409556/pdf/viruses-11-00174.pdf">murciélagos</a>. </p>
<p>Por otro lado, lo más común es que estas enfermedades virales pasen de murciélagos a humanos a través de un hospedador intermediario. El SARS-CoV-1 en 2002 y el MERS-CoV en 2012 dieron el salto al ser humano desde civetas y dromedarios, respectivamente. En resumen, los coronavirus tienen bastante facilidad para romper la barrera de especie e ir saltando de una a otra. De hecho, el propio SARS-CoV-2 ha pasado del ser humano a <a href="https://science.sciencemag.org/content/368/6496/1169">visones</a>, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/22221751.2020.1817796">gatos</a>, <a href="https://mbio.asm.org/content/11/5/e02220-20">leones y tigres</a>. </p>
<p>Además, confirmando aún más la hipóteis del origen natural del virus, estudios retrospectivos han encontrado coronavirus de murciélagos <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-020-2012-7">similares al SARS-CoV-2 en hasta un 96 % de su genoma</a>.</p>
<p>La teoría del origen artificial más conocida fue <a href="https://zenodo.org/record/4028830"><em>publicada</em></a> por la oftalmóloga Li Meng Yan. Es importante remarcar que esto no es una publicación científica real ni ha sido revisada por expertos en el tema. Por el contrario, parece más un artículo de opinión de un blog personal que una publicación científica.</p>
<p>En este <em>artículo</em> la oftalmóloga Li Meng Yan indica que el SARS-CoV-2 se diseñó usando como base el coronavirus de murciélago ZC45, al que se le introdujo la proteína S del SARS-CoV-1, modificada por una secuencia del coronavirus de pangolín (Pangolin-CoV). De acuerdo con esto, una representación de los genomas de estos virus de la primera a la última letra sería:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=274&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=274&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=274&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=344&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=344&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/377993/original/file-20210111-13-z2gi2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=344&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Teoría del origen del SARS-CoV-2 como virus quimérico. Elaboración propia.</span>
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</figure>
<p>Sin embargo, esta teoría tiene numerosas <a href="https://www.factcheck.org/2020/09/report-resurrects-baseless-claim-that-coronavirus-was-bioengineered/">lagunas</a>. En realidad, el genoma de SARS-CoV-2 no muestra esos cortes de color tan drásticos como sugiere esta teoría. Más bien, el genoma de SARS-CoV-2 es un mosaico de mutaciones a lo largo y ancho de su secuencia. Haría falta introducir 1 200 mutaciones en el coronavirus de murciélago más similar (RaTG13) o 6 000 mutaciones en el coronavirus humano más parecido (SARS-CoV-1) para obtener el SARS-CoV-2:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=89&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=89&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=89&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=112&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=112&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/377996/original/file-20210111-13-jsn9t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=112&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Representación del genoma de SARS-CoV-2. Elaboración propia.</span>
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</figure>
<h2>El virus ha aparecido porque alguien se comió una sopa de murciélago</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Circula por internet una famosa imagen de una sopa de murciélago que se acompaña con un texto donde se indica que el coronavirus se originó en Wuhan porque la gente allí se come los murciélagos. </p>
<p>Sin embargo, hasta el momento nada parece indiciar que el virus pudiera saltar de un murciélago cocinado a humanos. A día de hoy los científicos creen que existe una especie intermedia que ha hecho posible el salto del virus desde murciélagos a humanos, tal como ocurrió con las civetas en el origen del SARS-CoV-1 o con camellos en el caso del MERS-CoV.</p>
<h2>Es un virus modificado a partir del virus del sida</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Se ha especulado con que el genoma del SARS-CoV-2 contiene fragmentos del VIH. Esta afirmación, llevada a cabo por el profesor Luc Montagnier, se basaba en un <a href="https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2020.01.30.927871v1">preprint</a> no revisado por expertos, que ya ha sido retractado, donde se indicaba que la proteína S del coronavirus contiene cuatro fragmentos de la glicoproteína del VIH, concretamente zonas con mucha variabilidad.</p>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=799&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=799&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=799&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1004&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1004&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/378894/original/file-20210114-17-1vnvkrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1004&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Luc Montagnier. Fuente: Wikipedia.org.</span>
</figcaption>
</figure>
<p><a href="https://www.granthaalayahpublication.org/journals/index.php/granthaalayah/article/view/IJRG20_B07_3568">El propio Luc Montagnier</a>, después de analizar muchas secuencias, a lo máximo que llegó fue a concluir que, de las 30 000 letras del genoma de SARS-CoV-2 menos de un 2 % muestra un parecido genético a distintos retrovirus. Posteriormente, para determinar si la aparición de estos fragmentos es significativo y no pura coincidencia en un genoma de 30 000 letras, se llevaron acabo múltiples análisis de las secuencias de las distintas variables de VIH y SARS-CoV-2.</p>
<p>En estos estudios se demostró que, aunque existían zonas homólogas con algunos nucleótidos de VIH, éstas quedaban muy por debajo del umbral para considerarse <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7033698/">significativas</a>. En resumen, sería como afirmar que el libro “El Quijote” es un libro modificado a partir de “La Odisea” de Homero simplemente porque en ambos aparece la palabra “caballo”.</p>
<p>Por otro lado, en este <a href="https://www.nature.com/articles/s41591-020-0820-9?fbclid=IwAR1eOlIg5Qm3aUUV01xf5PCelpF2sn3rsAdM4bK_U0_ixbX_XvYBtYj50zY">estudio</a> se estudió el origen y las posibles huellas genéticas del coronavirus. De todas las secuencias analizadas se observó que había 100 secuencias con una alta homología correspondiente a nucleótidos de mamíferos, insectos e incluso microorganismos. Esto es debido a que unas regiones hipervariables y de pequeño tamaño pueden presentar homología con decenas de miles de genomas de distinta clase.</p>
<p>Además, los virus con una alta tasa de mutación y en concreto los coronavirus, que tienen un alto potencial zoonótico, incluyen variantes en su genoma, homólogas a los de los hospedadores que pueden albergarlos. </p>
<h2>No existen expertos en coronavirus porque apareció hace un año</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Aunque el coronavirus (SARS-CoV-2) causante de la covid-19 es el más famoso no es el primero que conocemos. Hasta el momento hay siete <a href="https://www.cell.com/action/showPdf?pii=S0966-842X%2816%2900071-8">coronavirus</a> descritos que infectan a humanos y los primeros documentos que identifican a estos virus humanos se remontan a los años 60. </p>
<p>De hecho, cuatro de ellos son los responsables de algunos de los resfriados comunes (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKU1) y tienen un índice de mortalidad muy bajo. Los otros tres <a href="https://www.cell.com/action/showPdf?pii=S0966-842X%2820%2930138-4">coronavirus humanos</a> son los previamente mencionados: el SARS-CoV-1, MERS-CoV y el actual SARS-CoV-2.</p>
<p>En resumen, los coronavirus son virus que infectan tanto seres humanos como animales salvajes y domésticos y que llevan circulado durante décadas. Por ello, los investigadores los llevamos estudiando desde los años 60, tanto en veterinaria, como en medicina, microbiología y medicina preventiva. Hay grupos de investigación dedicados exclusivamente a ellos y varias tesis doctorales de los autores de este artículo fueron estudios de entre cinco y ocho años sobre coronavirus humanos y animales, su patogenia y el desarrollo de candidatos a vacunas. </p>
<h2>Los test PCR como diana para la creación de bulos</h2>
<p>Durante la pandemia han circulado numerosos bulos sobre la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) para la detección del SARS-CoV-2. Se ha llegado a decir que, según declaraciones de Kary Mullis, su creador, la PCR no sería útil para detectar el nuevo coronavirus. También se comenta que no son específicas porque detectan otros coronavirus y el cromosoma 8 humano.</p>
<p>El diagnóstico del SARS-CoV-2 se realiza mediante una variante más novedosa de la PCR tradicional, la PCR cuantitativa, o qPCR, que en este caso sirve para la detección y cuantificación del SARS-CoV-2. Imaginemos que las 30 000 letras del genoma del SARS-CoV-2 puestas en ese orden concreto constituyen una novela. Cada gen sería un capítulo, constituido a su vez por párrafos.</p>
<p>La qPCR utiliza tres componentes principales (dos cebadores y una sonda) que se unen, detectan y amplifican una secuencia específica de los genes del SARS-CoV-2. Para que el diagnóstico sea positivo es imprescindible que los tres componentes juntos reconozcan y se unan a la secuencia del gen del virus. Algunos de los genes que se suelen utilizar para la detección del SARS-CoV-2 son los de la replicasa (RdRp, por sus siglas en inglés), la nucleocápsida (N) y la espícula (S).</p>
<ol>
<li><p><strong>Es falso que el inventor de la PCR dijera que su método es inútil para detectar coronavirus</strong>. Razones de ello son que Kary Mullis murió en 2019 y que las declaraciones de Kary Mullis afirmando que “puedes encontrar casi cualquier cosa en cualquiera” al “poder amplificar una sola molécula hasta algo que se pueda medir” hacen referencia a la PCR tradicional y no a la qPCR. Esta, al contrario que su predecesora, es capaz de cuantificar la cantidad de virus que hay en una muestra, por lo que es útil para el diagnóstico de agentes infecciosos como el SARS-CoV-2.</p></li>
<li><p><strong>Es falso que la infección por otro coronavirus dé positivo en el diagnóstico PCR del SARS-CoV-2</strong>. De la misma forma en que dos novelas con historias distintas no tienen capítulos o párrafos idénticos, diferentes coronavirus tampoco tienen genes idénticos en secuencia. Los componentes principales de la qPCR se han diseñado para que detecten <a href="https://www.who.int/bulletin/online_first/20-261842.pdf">especificamente genes del SARS-CoV-2</a>. Además, se ha comprobado que <a href="https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/protocol-v2-1.pdf">no son capaces de detectar otros virus</a> como el de la gripe.</p></li>
<li><p><strong>Es falso que la presencia del cromosoma 8 humano dé falsos positivos</strong>. En este bulo se afirma que uno de los cebadores –uno de los componentes principales de la qPCR– comparte secuencia con el cromosoma 8 humano. Aunque esto último sea cierto, para que el diagnóstico por qPCR diera positivo sería esencial que compartieran secuencia con el cromosoma 8 humano los tres componentes principales de la qPCR y no solo uno de ellos.</p></li>
<li><p><strong>Es falso que la qPCR de positivo para coronavirus en frutas o cabras</strong>.
Este es un bulo bastante extendido debido a ciertas declaraciones del presidente de Tanzania, John Magufuli, donde rechaza kits de pruebas de coronavirus importados a su país por ser defectuosos. Según él, muestras de cabras y de papayas dieron positivo. Es cierto que se ha descrito que ciertos animales han dado positivo por covid-19, pero esto ocurre porque ciertos animales como visones o gatos pueden infectarse con el coronavirus y por lo tanto las pruebas detectan una infección real. Hasta el momento no sabemos qué tipo de pruebas se realizaron en Tanzania pero la qPCR es tan específica que lo más probable es que se tratara de una contaminación a la hora de manipular las muestras. En otras palabras, falsos positivos.</p></li>
<li><p><strong>Es falso que la nueva variante procedente de Reino Unido y el norte de Irlanda aumente el número de falsos negativos</strong>. Pese a que es verdad que los test de qPCR que detectan la proteína S están <a href="https://www.who.int/csr/don/21-december-2020-sars-cov2-variant-united-kingdom/en/">dando problemas con la nueva variante</a>, hay que tener en cuenta que el diagnóstico del SARS-CoV-2 se realiza detectando más de un gen. Por tanto, aunque no se detecte el gen de la S con la nueva variante, sí se están detectando otros genes como el de la replicasa y la nucleocápsida.</p></li>
</ol>
<p>En resumen, el diagnóstico por qPCR es altamente específico y sensible. Es capaz de detectar cantidades muy pequeñas de virus en un paciente. De hecho, se está debatiendo hasta qué punto <a href="https://educaina.com/2020/09/06/personas-con-virus-inactivado-dan-positivo-por-pcr/">los positivos por qPCR implican que la persona tenga una infección activa</a>. Esto se debe a que, por ejemplo, después de superar la enfermedad es posible que fragmentos genéticos del virus sean detectables por esta técnica.</p>
<h2>Las mascarillas provocan hipoxia</h2>
<p><strong>Falso</strong>. El uso de mascarillas es una de las varias medidas preventivas para disminuir la probabilidad de contagio de covid-19 en la población. El uso obligatorio tomado por parte de algunos de los gobiernos ha dado pie a que alguna parte de la población manifieste que su uso puede provocar hipoxia.</p>
<p>Sabemos que su uso puede ser incómodo, sobre todo para el personal de salud que tienen que usarla durante largos periodos de tiempo. Puede favorecer la aparición de comezón, mayor sudoración, presencia de acné en piel sensible y que se empañen las gafas.</p>
<p>Diversos estudios han evaluado la saturación de oxígeno para evaluar casos de hipoxia por su uso. Por ejemplo, en un estudio que se realizó en 2008 se evalúo la saturación de oxigeno de los cirujanos, los cuales usan mascarillas por un largo periodo de tiempo. Los resultados mostraron una disminución de la saturación de oxigeno en la primera hora. Sin embargo, el estudio <a href="http://scielo.isciii.es/pdf/neuro/v19n2/3.pdf">concluye</a> que no existe evidencia científica para saber si esta disminución fue debida al uso de la mascarilla o a otros factores como por ejemplo el estrés de la intervención quirúrgica.</p>
<p>En resumen, a fecha de hoy no existen datos contundentes que demuestren que el uso de mascarillas provoque hipoxia. La conclusión de muchos expertos, incluyendo a la organización mundial de la salud (OMS) y el centro de control de enfermedades infecciosas (CDC), es que el uso de la mascarilla puede salvar millones de vidas al disminuir el número de contagios.</p>
<h2>Las mascarillas no filtran al virus</h2>
<p><strong>Falso</strong>. Las mascarillas han sido un <a href="https://www.cell.com/med/pdf/S2666-6340(20)30072-6.pdf">aliado</a> principal en la contención de esta epidemia. Son muchas personas las que afirman que no pueden filtrar el virus debido al tamaño del poro o que son un “bozal” que no sirve para nada. </p>
<p>Al toser, reír o hablar producimos aerosoles. Estos aerosoles se forman de partículas en forma de gotas de agua (1-100 micrómetros de diámetro), y o bien se evaporan liberando el agente contagioso o bien llegan al receptor. El virus, en forma de viriones de SARS-CoV-2, tiene 0,1 micrómetros.</p>
<p>En las mascarillas, cuanto más pequeños sean los poros, mejor será el mecanismo de filtración, pero más difícil será respirar a través de ellos. Las pruebas para la aprobación de mascarillas se llevan a cabo midiendo si partículas de 0,06 micrómetros pasan a través de una mascarilla cuando el flujo se fija en 85 litros por minuto, que es equivalente a una respiración rápida. Añadido a esto, las mascarillas tienen varias capas superpuestas, lo que fija la posibilidad de que pase una partícula o un virión, en menor del 0,1%.</p>
<p>Por ejemplo, las mascarillas FFP2 y FFP3 filtran el 94-99% de las partículas con un diámetro de 0,06 micrómetros, por lo tanto son más que suficientes para disminuir la probabilidad de que el virus pase.</p>
<h2>Es solo una gripe</h2>
<p><strong>Falso</strong>. No, no es una gripe. Por un lado, hemos de decir que no tiene sentido comparar este virus con la gripe, en general. Es altamente inespecífico, dado que hay muchas cepas y serotipos de gripe, cada una con un comportamiento diferente. En cuanto a su letalidad, la del <a href="https://asm.org/Articles/2020/July/COVID-19-and-the-Flu">SARS-CoV-2 está en torno al 2 % y la de gripe no llega al 0,1 %</a>. Además, se ha visto que los pacientes hospitalizados con covid-19 <a href="https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/69/wr/mm6942e3.htm">tienen un riesgo 5 veces más alto de morir</a> que los de gripe.</p>
<p>Además, se ha demostrado que el SARS-CoV-2 tiene un tropismo por otros órganos además del pulmón: riñón, hígado, endotelio vascular y sistema nervioso.
Por ello, se han reportado secuelas como consecuencia de la afectación de estos <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/hcp/clinical-care/late-sequelae.html">órganos</a>. Por otro lado, el potencial de diseminación de este virus y su desconocimiento le hacen mucho más peligroso que una gripe.</p>
<h2>La tecnología 5G provoca la covid-19</h2>
<p><strong>Falso</strong>. No hay ninguna prueba científica de que la tecnología 5G sea dañina para el ser humano. La longitud de onda a la que se propaga no interfiere con nuestro cuerpo, ni con nuestras células, ni con el ADN. De hecho, tiene <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00394-020-02465-0">más poder cancerígeno el café</a>. </p>
<p>En resumen, aunque se están llevando a cabo <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/es-peligroso-5g-para-salud_15514">diferentes estudios</a>, en función de las evidencias científicas disponibles podemos estar tranquilos sobre esta nueva tecnología.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152943/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Al contrario de lo que ocurre con la información falsa, la ciencia es un proceso lento y metódico que no siempre avanza a la velocidad que nos gustaría, favoreciendo la aparición de bulos.Jose Manuel Jimenez Guardeño, Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King's College LondonAlejandro Pascual Iglesias, Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ)Ana María Ortega-Prieto, Postdoctoral research associate, King's College LondonJavier Cantón, Profesor de Biotecnología de Coronavirus, Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE) José Angel Regla Nava, Virólogo. Investigando virus emergentes: SARS-CoV-1, SARS-CoV-2 (Coronavirus), ZIKA y Dengue, La Jolla Institute for Immunology Jose Manuel Honrubia Belenguer, Investigador, Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1526032021-01-04T20:00:58Z2021-01-04T20:00:58ZGuía para desmentir 24 bulos sobre la vacuna de COVID-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/376990/original/file-20210104-17-1m930qi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C366%2C2946%2C1294&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/questionable-covid-19-coronavirus-vaccine-we-1853840779">Shutterstock / Anze Furlan</a></span></figcaption></figure><p>Desde el inicio de la pandemia de COVID-19 a finales de 2019 se han contabilizado más de 82 millones de infectados y cerca de 1,9 millones de fallecidos. Hoy, un año después, estamos en uno de los peores momentos de la pandemia y alcanzar la inmunidad de grupo de forma natural no es una opción viable visto el intento de Suecia. Además, el virus no parece que vaya a desaparecer por sí solo. </p>
<p>Afortunadamente, por primera vez desde el inicio de la pandemia y gracias al esfuerzo sin precedentes de científicos y laboratorios de todo el mundo, contamos con algo gracias a lo que se ha conseguido vencer a otras enfermedades infecciosas en el pasado: las vacunas.</p>
<p>Hasta ahora, gran parte de la gente esperaba la vacuna frente a la COVID-19 con ganas. Sin embargo, ahora que hay varias vacunas aprobadas para su uso y la campaña de vacunación ha empezado ya en varios países, hay ciertos grupos que ven la vacunación con dudas y desconfianza.</p>
<p>Tener dudas sobre lo que no se conoce es completamente normal y es uno de los motores que mueve la ciencia. Sin embargo, estas dudas pueden dar lugar a información falsa y bulos que vuelan como la pólvora en las redes sociales de forma mejor o peor intencionada. Por ello, y porque el mejor antídoto frente la desinformación es la información veraz y contrastada, hemos creado la siguiente guía donde damos una explicación a la mayoría de bulos que hemos encontrado sobre las vacunas frente la COVID-19.</p>
<h2>1. “Las vacunas de ARN mensajero van a modificar nuestro genoma”</h2>
<p>Falso. Hasta el momento, y con los conocimientos que tenemos de biología molecular y celular, <a href="https://theconversation.com/no-las-vacunas-de-arn-frente-a-la-covid-19-no-modificaran-nuestro-genoma-151812">no hay evidencias</a> de que las <a href="https://microbioun.blogspot.com/2021/01/vacunas-rnam-un-mensaje-de-esperanza.html?m=1#.X_Da_5dCXsI.twitter">vacunas de ARN mensajero</a> puedan modificar nuestro genoma y las razones no son pocas, incluyendo que:</p>
<ol>
<li><p>El ARN mensajero se degrada muy fácilmente y no le da tiempo a casi nada.</p></li>
<li><p>El ARN mensajero no llega a encontrarse con el ADN.</p></li>
<li><p>El ARN de las vacunas no se integra en el ADN.</p></li>
<li><p>Hasta ahora no se ha encontrado rastro de ningún coronavirus en nuestro genoma.</p></li>
</ol>
<h2>2. “Se han hecho demasiado rápido”</h2>
<p><a href="https://theobjective.com/further/como-se-han-desarrollado-tan-rapido-las-vacunas-contra-el-coronavirus-y-por-que-si-son-seguras">La velocidad</a> a la que se han diseñado, fabricado y administrado las primeras vacunas ha sorprendido tanto que causa escepticismo sobre si son seguras. La realidad es que se han cumplido todos los protocolos y fases habituales en estos procedimientos. Además, todos los resultados de los ensayos clínicos son públicos y se pueden consultar. Las principales razones por las que estas vacunas se han desarrollado más rápido que otras son las siguientes:</p>
<ol>
<li><p>Existe una gran cantidad de información sobre virus similares. Los coronavirus SARS-CoV-1 y MERS-CoV se conocen desde 2002 y 2012, así como la estructura genética o el papel de las proteínas comunes de los coronavirus.</p></li>
<li><p>Se están usando prototipos de vacunas preexistentes. Por ejemplo, las vacunas de Oxford o Johnson & Johnson están basadas en adenovirus que se han usado ya en otras vacunas, por ejemplo en la del virus Ébola.</p></li>
<li><p>Hay solapamiento de las fases clínicas. Se han realizado estudios en paralelo de fase 1 y fase 2 para conocer, entre otras cosas, la dosis ideal de la vacuna y el tiempo que dura la memoria inmunitaria en los voluntarios.</p></li>
<li><p>Se ha comenzado la fabricación a gran escala de millones de dosis antes de tener la aprobación de las agencias reguladoras.</p></li>
<li><p>Se ha realizado un inversión económica sin precedentes tanto de instituciones públicas como privadas.</p></li>
<li><p>Ha sido fácil conseguir miles de ciudadanos voluntarios.</p></li>
</ol>
<h2>3. “Las vacunas no son seguras”</h2>
<p>Falso. Las vacunas aprobadas han pasado todo el proceso normal en el desarrollo de una vacuna, incluyendo una fase experimental preclínica en animales y las distintas fases clínicas I, II, y III. Además, después de su aprobación entran en fase IV o de farmacovigilancia, en la que se sigue estudiando su seguridad. Hasta el momento se han vacunado ya millones de personas y no se han detectado efectos adversos de gravedad que pongan en duda su seguridad.</p>
<h2>4. “Una enfermera se desmayó justo después de vacunarse”</h2>
<p>En distintas redes sociales se ha hecho viral un vídeo donde una enfermera llamada Tiffany Dover se desmayó durante una rueda de prensa minutos después de recibir la vacuna de Pfizer/BioNTech en un hospital de Estados Unidos. Incluso hay fuentes que aseguran que la enfermera falleció poco después de vacunarse.</p>
<p>Es cierto que la enfermera se desmayó durante la rueda de prensa. Sin embargo, la propia enfermera matizó en una entrevista posterior que padece lo que se conoce como el <a href="https://bescienced.com/es/que-es-el-sincope-vasovagal/">síncope vasovagal</a> por el cual puede desmayarse en respuesta a un factor desencadenante como puede ser ver sangre, ciertos dolores, ya sea un padrastro, un golpe en el pie, el pinchazo de una vacuna o un elevado estrés emocional.</p>
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<h2>5. “La vacuna frente la COVID-19 hace que seas positivo por VIH”</h2>
<p>Hace un tiempo el gobierno australiano <a href="https://www.sciencemag.org/news/2020/12/development-unique-australian-covid-19-vaccine-halted">anunció</a> la suspensión del desarrollo de una de sus vacunas por falsos positivos de VIH (el virus que provoca el sida) durante la fase 1. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con las vacunas aprobadas y tiene una buena explicación:</p>
<p>La aparición de falsos positivos de VIH tuvo lugar porque en la vacuna que se estaba desarrollando en Australia utilizaron un pequeño fragmento de una proteína de VIH para dar una mayor estabilidad a la proteína del coronavirus que iba a actuar como antígeno (la proteína S). </p>
<p>El problema es que, en este caso, el sistema inmune de los vacunados, además de generar anticuerpos frente a la COVID-19, también genera anticuerpos frente al VIH porque reconoce ese pequeño fragmento estabilizador como algo extraño contra lo que hay que luchar. </p>
<p>¿Y generar anticuerpos frente al VIH no sería algo bueno? No realmente, porque se sabe que esa respuesta no sirve para evitar su contagio pero sí podría interferir en el diagnóstico de VIH dando falsos positivos. Finalmente, se darían falsos positivos de VIH porque en estas pruebas el diagnóstico positivo consiste en identificar la presencia de anticuerpos frente a VIH.</p>
<h2>6. “Las vacunas contienen células de fetos abortados”</h2>
<p>Falso. Circulan por las redes sociales diversos vídeos en los que se asegura que se están utilizando células de fetos abortados para investigar vacunas frente a la COVID-19, generando una gran polémica. Sin embargo, la realidad es que para la generación de medicamentos o vacunas no se utilizan fetos ni embriones como tal.</p>
<p>Lo que se utiliza en algún momento durante el desarrollo de algunas de estas posibles futuras vacunas contra el COVID-19 son líneas celulares derivadas de tejidos humanos muy concretos de hace décadas (algunas serán derivadas de fetos, otras de diversos cánceres o tumores por ejemplo). Las líneas celulares son células de un único tipo (especialmente células animales) que se han adaptado para crecer continuamente en el laboratorio y que se usan habitualmente en investigación.</p>
<p>Esto puede generar confusión, pero es importante destacar que trabajar con una ‘línea celular’ no es lo mismo que trabajar con las células originales. Además, estas líneas celulares se utilizan principalmente en la fase preclínica de la vacuna para hacer algunas comprobaciones en laboratorio. Por lo tanto, ninguna de las vacunas en desarrollo contiene células de fetos abortados.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/376908/original/file-20210103-49872-1r9dm2m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<h2>7. “La variante de Reino Unido ha aparecido porque han sido los primeros en vacunarse”</h2>
<p>Falso. Reino Unido empezó la campaña de vacunación el 8 de diciembre, convirtiéndose en en el primer país occidental en distribuir una vacuna frente a la COVID-19 (la vacuna de Pfizer/BioNTech). Sin embargo, la <a href="https://twitter.com/JoseMJG_/status/1340933688410976256?s=20">variante</a> identificada en Reino Unido estaba circulando al menos desde septiembre. Mucho antes de empezar a vacunar.</p>
<h2>8. “Si nos han puesto la vacuna ya podemos ir sin mascarilla y hacer vida normal”</h2>
<p>No. Lo primero es que la inmunización se da en dos etapas (dos dosis) y es necesario completar ambas para tener una inmunización más completa. Lo segundo es que la producción de anticuerpos y respuesta celular tarda un tiempo en darse. Además, este tiempo de latencia varía entre poblaciones e incluso de forma individual. Por ello, no debemos considerarnos inmunes frente al virus antes de tiempo y exponer a otras personas al virus.</p>
<p>Por otro lado, hasta el momento, lo que se ha descrito es que las vacunas pueden prevenir los síntomas de la COVID-19, especialmente los más graves, pero no se ha mirado en profundidad si la vacunación puede prevenir la infección. Por lo tanto, lo que sabemos hasta ahora es que al vacunarnos estamos protegidos de la enfermedad pero <a href="https://twitter.com/JoseMJG_/status/1335515076535709697?s=20">podemos infectarnos e infectar a otros</a>. Por eso es importante continuar con las medidas de protección: mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad y buena ventilación, sobre todo este primer año de vacunación.</p>
<h2>9. “¿Para qué vamos a vacunarnos si no protege de la infección y podemos seguir contagiando?”</h2>
<p>Hasta el momento no se sabe si protege de la infección pero sí se sabe que evita las formas más graves de COVID-19. Para muchos esto puede parecer poco pero es un paso muy importante. Prevenir los síntomas más graves de la enfermedad puede prevenir que el sistema sanitario se colapse y así evitar muchas muertes. Además, el hecho de que no se haya estudiado todavía si la vacunación protege de la infección no significa que no lo haga. Se ha visto en diversos modelos animales que algunos de los candidatos a vacuna pueden proteger de la infección.</p>
<h2>10. “Las farmacéuticas llevan los procesos en secreto y no publican los datos”</h2>
<p>Falso. El desarrollo de las distintas vacunas aprobadas hasta el momento ha pasado un proceso riguroso donde se han publicado absolutamente todos los datos de cada una de las etapas que se han llevado a cabo. Hemos tenido de todo, incluyendo notas de prensa, informes detallados y artículos publicados en revistas de prestigio. Aquí podemos consultar los datos de las vacunas de <a href="https://vacunasaep.org/profesionales/noticias/covid-vacunas-ARN-BNT162b2-BioNTech-Pfizer">Pfizer/BioNTech</a>, <a href="https://vacunasaep.org/profesionales/noticias/covid-vacunas-ARN-mRNA-1273-Moderna">Moderna</a> y <a href="https://vacunasaep.org/profesionales/noticias/covid-vacunas-vector-viral-ChAdOx1-Oxford-AstraZeneca">Oxford/Astrazeneca</a>.</p>
<h2>11. “Vacunarnos puede provocarnos COVID-19”</h2>
<p>Falso. Los efectos adversos de la vacunación son los habituales en estos tratamientos: fiebre, dolor articular o cansancio. Son también algunos de los signos y síntomas inespecíficos de la COVID-19, obviamente en mucho menor grado. Además, las vacunas aprobadas solo utilizan ciertos genes o proteínas del virus para generar una respuesta inmunitaria. Por lo tanto, no existe la posibilidad de que podamos infectarnos simplemente con la vacuna.</p>
<h2>12. “Las vacunas no sirven porque hay gente que se vacuna y aun así se infecta”</h2>
<p>Para tener una mayor protección con las vacunas aprobadas es necesaria la aplicación de dos dosis con un intervalo de tiempo. Por ejemplo, la primera dosis de la vacuna de Pfizer confiere protección frente a una COVID-19 severa del 52,4%, y aumenta hasta el 95% después de la segunda dosis. Además, el organismo necesita siempre unos días desde la vacunación hasta que se genera la respuesta inmunitaria. Por lo tanto, las personas pueden infectarse en esa ventana temporal entre las diferentes dosis y además siempre existirá ese 5% en el que la vacuna no es efectiva. Un número muy bajo en comparación con el 95% de las personas que estarán protegidas.</p>
<h2>13. “Si nos vacunamos podemos quedarnos estériles”</h2>
<p>Falso. Hasta el momento no hay evidencias científicas de que ni el virus ni la vacuna interfieran con el metabolismo hormonal a niveles peligrosos ni el desarrollo de tejidos necesarios para la reproducción.</p>
<h2>14. “Los científicos usan mucho la frase ‘no hay evidencias’ porque no tienen ni idea”</h2>
<p>Falso. En ciencia se utiliza la frase “no hay evidencias”, “los resultados sugieren”, “es posible que”, “parece ser que” porque los científicos hablan sobre lo que se conoce y no se basan en opiniones o creencias. Por poner un ejemplo: “¿Es posible que mañana el sol estalle en mil pedazos y destruya toda la vida conocida? Pues hasta el momento no hay evidencias científicas de que eso vaya a pasar”.</p>
<h2>15. “Nos quieren usar como cobayas”</h2>
<p>Falso. Las vacunas han pasado todas las fases necesarias para la evaluación de su seguridad de forma satisfactoria. Además ya se ha vacunado a millones de personas y no se han encontrado efectos adversos que hagan dudar de su seguridad.</p>
<h2>16. “Con la vacuna te implantan un chip”</h2>
<p>Falso. En algunas redes se comenta que Bill Gates va poner un chip en la vacuna que permitirá el rastreo de personas. Este bulo tiene su origen en un vídeo en el que Bill Gates habla de la posibilidad en el futuro de usar certificados digitales con algunas vacunas usando micropartículas, algo que no tiene nada que ver con ningún microchip. Además, en la actualidad no es posible la implantación de ningún chip con la vacuna. Aparte del componente principal (ARN mensajero), la vacuna consta de sales, lípidos y azúcares.</p>
<h2>17. “No tengo que vacunarme porque ya he pasado la enfermedad”</h2>
<p>Falso. Los diversos grupos de investigación todavía no tienen datos suficientes para responder cuánto tiempo dura la protección de quienes desarrollaron anticuerpos después de pasar la enfermedad. </p>
<h2>18. “La vacuna tiene luciferasa”</h2>
<p>Falso. Las luciferasas son proteínas muy usadas en los laboratorios porque son inocuas y tienen la capacidad de brillar bajo ciertas condiciones. En general, sirven para visualizar mejor las reacciones cuando se realizan experimentos en el laboratorio porque son muy fáciles de detectar. Sin embargo, ninguna de las vacunas aprobadas contiene luciferasas.</p>
<h2>19. “Es mejor esperar a ver qué pasa”</h2>
<p>Falso. El beneficio de la vacuna supera con creces el riesgo de tener algún efecto adverso. La probabilidad de que nos infectemos con el virus contagiando a otros, enfermemos y desarrollemos síntomas graves de la COVID-19, llegando incluso a fallecer, es mayor que los posibles efectos secundarios que pueda tener la vacuna. En este caso no se cumple que “el remedio vaya a ser peor que la enfermedad”, de ahí que sea tan importante que nos vacunemos, para protegernos nosotros y a nuestros seres queridos.</p>
<h2>20. “El 5G es el causante del coronavirus y se va a agravar con la vacuna”</h2>
<p>Falso. Durante la pandemia se compartió que los países con mayor número de antenas 5G era donde más incidencia había de COVID-19. Esto se desmintió poco después porque no se vio esa misma correlación en países asiáticos ni africanos. De hecho, el 5G resulta un progreso muy importante en la práctica médica en vez de un inconveniente para nuestra salud.</p>
<h2>21. “¿Para qué vacunarnos de un virus que ‘solo’ mata al 1% de los infectados?”</h2>
<p>Visto así, un 1% puede no parecer mucho pero es un número enorme cuando hablamos de vidas y de millones y millones de personas infectadas. ¿Nos meteríamos en una habitación con otras 99 personas sabiendo que una va a fallecer al instante? Hablar sobre números es fácil cuando no nos afecta directamente.</p>
<h2>22. “Nadie cuenta la ‘receta’ de las vacunas”</h2>
<p>Falso. Debido a la reciente y comprensible inquietud de la población sobre la seguridad de la vacuna, las compañías y la FDA han hecho públicos todos los componentes de la vacuna como si de una lista de ingredientes se tratara para que todo el mundo pueda consultarla. <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra2035343">Aquí</a> podemos encontrar un resumen de los ingredientes de las principales vacunas o <a href="https://www.fda.gov/media/144414/download#:%7E:text=The%20Pfizer%2DBioNTech%20COVID%2D19%20Vaccine%20includes%20the%20following%20ingredients">aquí</a> los ingredientes de la vacuna de Pfizer. En resumen, aparte del componente principal (ARN mensajero por ejemplo), la vacuna consta de sales, lípidos y azúcares. </p>
<h2>23. “Las vacunas no sirven porque el virus está mutando”</h2>
<p>Falso. Es cierto que los virus mutan porque es la forma que tienen de evolucionar. Sin embargo, los coronavirus son de los virus de ARN que menos mutan porque tienen actividad correctora de errores que los va corrigiendo cuando el virus se multiplica. Aun así, las mutaciones y variantes son muy habituales y van a seguir apareciendo variantes nuevas. </p>
<p>Las vacunas que están disponibles hasta el momento se basan en la proteína S (Spike) completa del SARS-CoV-2. Dentro de esta proteína hay varios sitios que provocan la respuesta inmunogénica. Una variante con un cambio puntual, puede que cambie uno de estos sitios, pero no todos. La vacuna cubre más zonas y seguirá siendo efectiva dentro de los rangos requeridos.</p>
<p>Además, no siempre las mutaciones dan lugar a la aparición de variantes serotípicas. Es decir, que aunque tengan una secuencia diferente, esos cambios no son lo suficientemente grandes o importantes como para que nuestro sistema inmunológico lo reconozca como algo distinto, como un serotipo nuevo. Hasta la fecha no se han identificado serotipos distinos del virus de la COVID-19, pero hay que estar atentos por si en algún momento ocurriera. De ser así, simplemente habría que actualizar las vacunas.</p>
<h2>24. “Si las mascarillas y el distanciamiento social son eficaces ¿para qué vacunarnos?”</h2>
<p>Las medidas de protección son indispensables para disminuir la probabilidad de contagio pero no son suficientes para evitar que el virus siga infectando. El objetivo de las vacunas es generar una inmunidad de grupo que nos permita volver a la normalidad, algo que no se consigue a través de las medidas sanitarias.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152603/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Ahora que empieza la campaña de vacunación es importante saber separar los bulos de la información veraz y contrastada.Jose Manuel Jimenez Guardeño, Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King's College LondonAlejandro Pascual Iglesias, Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ)Ana María Ortega-Prieto, Postdoctoral research associate, King's College LondonFrancisco Javier Gutiérrez Álvarez, Postdoctoral research fellow, Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC)Javier Cantón, Profesor de Biotecnología de Coronavirus, Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE) José Angel Regla Nava, Virólogo. Investigando virus emergentes: SARS-CoV-1, SARS-CoV-2 (Coronavirus), ZIKA y Dengue, La Jolla Institute for Immunology Jose Manuel Honrubia Belenguer, Investigador, Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.