tag:theconversation.com,2011:/institutions/universitat-de-lleida-3488/articlesUniversitat de Lleida2024-02-26T20:54:27Ztag:theconversation.com,2011:article/2241932024-02-26T20:54:27Z2024-02-26T20:54:27ZSequía en Cataluña: más allá del cambio climático y los regadíos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577357/original/file-20240222-18-htj031.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6016%2C4007&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Embalse de Sau (Cataluña) en noviembre de 2023.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/extremely-dry-weather-southern-europe-due-2404265161">Julia Rauhe / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El escenario de <a href="https://efe.com/espana/2024-02-01/cataluna-entra-hoy-en-emergencia-por-sequia-con-limitacion-de-200-litros-por-habitante/">emergencia hídrica</a> que se vive en parte de Cataluña no es inesperado, por más que resulte inusual. Se ha venido fraguando lentamente a través de las últimas décadas, y la reciente falta de lluvias apenas ha sido la gota que al evaporarse vació el vaso.</p>
<p>La discusión sobre la sequía se ha centrado, principalmente, en cómo se gestiona el agua una vez ha entrado en las tuberías y es desviada para diferentes usos. Un aspecto esencial, sin duda, pero ¿qué pasa con el agua antes de ser entubada? ¿La hemos gestionado correctamente o podríamos haber hecho algo mejor?</p>
<h2>La disminución de lluvias no lo explica todo</h2>
<p>Aunque intuitivamente asociemos la sequía con la meteorología y la falta de lluvias, en realidad nos estamos refiriendo a un fenómeno mucho más complejo que consta de <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/2015WR017031">tres componentes</a>:</p>
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<li><p>La precipitación, en forma de lluvia o nieve, es clave por representar la entrada de agua. Constituye el componente meteorológico. </p></li>
<li><p>El segundo componente es el hidrológico. Este depende de la escorrentía, es decir, del agua que resbala por el monte y recarga los ríos y embalses. </p></li>
<li><p>Por último, el componente agroforestal o, en otras palabras, cómo el agua es transformada en madera, en hojas y en frutos, y permite a los campos y a los montes vivir y desarrollarse a través de la evaporación.</p></li>
</ul>
<p>En contra de la creencia generalizada, la lluvia en la mayor parte de cuencas catalanas <a href="https://cads.gencat.cat/web/.content/Documents/Publicacions/tercer-informe-sobre-canvi-climatic-catalunya/Resum_executiu_TICCC/RESUM_EXECUT_TICCC_web_EN.pdf">no ha disminuido notablemente</a> o, por lo menos, no lo ha hecho con la suficiente intensidad como para explicar todos los aspectos de la sequía actual. Es cierto que en los últimos años se ha concatenado una serie poco lluviosa, pero se trata de un fenómeno reciente. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Gráfico que muestra el volumen de precipitaciones anuales entre 2014 y 2023 en Cataluña" src="https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/577567/original/file-20240223-20-jfrr2f.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Precipitaciones anuales entre 2014 y 2023 en Cataluña.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.observatorifabra.cat/meteo/dades-climatiques">Observatori Fabra</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las series a largo plazo muestran cómo se han <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00704-021-03773-z">producidos leves descensos en algunas cuencas</a>, mientras que no se detectan cambios en otras. </p>
<p>La reciente falta de lluvias se puede entender como la última estocada a un problema de fondo que ya venía arrastrando la región, pero debemos comprender que se trata de un fenómeno extremo puntual y que, por lo menos por ahora, no ha sido estructural.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-podemos-y-que-debemos-hacer-para-afrontar-sequias-179503">¿Qué podemos y qué debemos hacer para afrontar sequías?</a>
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<h2>Aridez hidrológica y agroforestal</h2>
<p>Aunque las series lluviosas no revelan grandes cambios a largo plazo, la aridez hidrológica sí muestra un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S004896971530348X">claro aumento</a> de forma generalizada y <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2021GL094672">desde hace décadas</a>. </p>
<p>La disminución en la escorrentía y en los caudales se debe principalmente a aumentos en la evaporación. Esta evaporación, a su vez, depende de dos factores. Por un lado, de los procesos que, como la temperatura y la humedad, aumentan <a href="https://efeverde.com/calentamiento-global-temporada-grandes-incendios/">“la sed” de la atmósfera</a> y su capacidad para evaporar agua. Por otro lado, del aumento en la superficie forestal.</p>
<p>En contra del imaginario colectivo, la deforestación no es un problema en Cataluña, ni en el resto de Europa. Al revés, nos encontramos con una <a href="https://www.fao.org/forest-resources-assessment/2020/en/">superficie forestal en aumento</a> que, por tanto, cada vez “bebe” (evapora) más agua. A medida que aumenta la superficie foliar en el monte, también lo hace el agua consumida por la vegetación.</p>
<p>Los estudios realizados hasta la fecha coinciden en que el aumento de la aridez hidrológica se debe, principalmente, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S004896971530348X">al abandono rural y al consiguiente aumento de la superficie forestal</a>. El cambio climático, que aumenta el poder desecante de la atmósfera, ha desempeñado sin duda un papel muy importante. Sin embargo, los estudios de atribución nos muestran, claramente, como el aumento en la vegetación ha sido el principal causante de la disminución de la disponibilidad hídrica. En realidad, la ciencia venía advirtiendo sobre este problema desde hace tiempo. Estudios realizados <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0143622804000414">hace dos décadas</a> ya nos advertían sobre esta realidad.</p>
<p>La sequía actual nace, por tanto, de la convergencia entre el abandono rural y el consiguiente crecimiento excesivo de la vegetación, con el cambio climático, que ha rematado la faena iniciada por el abandono rural de las últimas décadas.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/como-esta-afectando-el-cambio-global-a-los-pinos-de-los-pirineos-180148">¿Cómo está afectando el cambio global a los pinos de los Pirineos?</a>
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<h2>¿Qué nos espera en el futuro?</h2>
<p>La Tierra cuenta con una serie de mecanismos de autorregulación. Esto es, ajustes que se introducen en su funcionamiento a medida que se desequilibran los diferentes componentes del sistema. No estamos hablando de procesos teleológicos, dirigidos con un fin, sino de mecanismos naturales y espontáneos.</p>
<p>En la actualidad, ya estamos observando cómo operan estos mecanismos: <a href="https://www.acn.cat/new/7a183e74-4984-457b-bab8-523d621dbb6f/texts">más del 10 % de los árboles</a> de la Cataluña central están muertos y este porcentaje asciende al 30-40 % en zonas de prepirineos. Estos procesos de sequía y mortalidad aumentan también el combustible para los incendios, por lo que cabe prepararse para campañas de incendios <a href="https://theconversation.com/piroceno-nos-adentramos-en-la-edad-del-fuego-211450">particularmente duras</a>.</p>
<p>Los estudios paleoecológicos nos indican que, <a href="https://www.frontiersin.org/journals/plant-science/articles/10.3389/fpls.2018.00253/full">en los últimos 10 000 años</a>, la superficie de bosques en la cuenca mediterránea rara vez ha excedido el 40 % del total. <a href="https://www.observatoriforestal.cat">Ahora estaríamos cerca</a> de ese máximo geológico. Esto implica que los bosques cerrados son uno de los muchos estados por los que atraviesa el monte. En el pasado, fueron los herbívoros y el fuego los agentes que disminuían la superficie boscosa por debajo de su potencial climático.</p>
<p>Ahora estamos nuevamente en un momento de transición. El cambio climático aumentará probablemente la aridez meteorológica, favoreciendo la expansión de los ecosistemas más abiertos, adehesados. La pregunta es cómo queremos que sea esta transición. </p>
<p>Puede ser ordenada, a través de la gestión forestal sostenible e incorporando <a href="https://www.upv.es/noticias-upv/noticia-9660-estudio-iiama-u-es.html">criterios ecohidrológicos</a> para maximizar el agua disponible para la vegetación y para los humanos. Pero también se puede producir a través de los mecanismos autorregulatorios de la Tierra, es decir, por la mortalidad a mansalva y los megaincendios forestales. El futuro no está escrito y depende en gran parte de nosotros.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/224193/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios recibe fondos de MICINN y la Comisión Europea. </span></em></p>La reciente falta de lluvias supone la última estocada a un problema de fondo que ya venía arrastrando la región: el abandono del campo y la expansión de unos bosques que se ‘beben’ el agua en los montes.Víctor Resco de Dios, Profesor de ingeniería forestal y cambio global, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2236972024-02-19T20:40:42Z2024-02-19T20:40:42ZGripe en niños: la importancia de la vacunación<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/576155/original/file-20240216-20-q437a4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=53%2C35%2C5937%2C3952&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/vaccination-children-little-girl-doctors-appointment-2059475579">Uryupina Nadezhda / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>“Tengo a mi hijo en casa con gripe, y la mitad de los compañeros de su escuela también han enfermado. Además, uno de ellos ha ingresado en la unidad de pediatría esta semana”. Este comentario real de una madre de un niño de un año ilustra la preocupación de muchos progenitores por una enfermedad frente a la que sus hijos pueden protegerse. <a href="https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/calendario-y-coberturas/docs/CalendarioVacunacion_Todalavida.pdf">En España</a>, la administración gratuita de la vacuna contra la gripe para todos los niños entre 6 y 59 meses comenzó esta temporada en otoño de 2023.</p>
<p>Aunque las coberturas de vacunación en ese grupo de población todavía no están disponibles, las informaciones preliminares indican que <a href="https://vacunasaep.org/profesionales/noticias/cobertura-gripe-y-vrs-final-noviembre-2023">son bajas</a>. De hecho, se sitúan muy por debajo de lo que sería deseable.</p>
<h2>Una enfermedad mutante</h2>
<p>La gripe es una enfermedad infecciosa causada por virus de la gripe pertenecientes a la familia <em>Orthomyxoviridae</em>. Los virus de los tipos A y B poseen antígenos de superficie (hemaglutinina y neuraminidasa) que <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1088562/">mutan frecuentemente</a> y dan lugar <a href="https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/vim.2017.0141?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori%3Arid%3Acrossref.org&rfr_dat=cr_pub++0pubmed">nuevas cepas</a>. En los países de clima templado como España, estas variantes producen epidemias en la estación fría (finales de otoño e invierno).</p>
<p>El fenómeno de la mutación explica que el comportamiento de la enfermedad cambie cada temporada y que haya que administrar vacunas frente a los virus identificados más recientemente.</p>
<h2>Casi siempre leve, pero…</h2>
<p>En niños, la <a href="https://publications.aap.org/aapbooks/book/674/chapter-abstract/8126231/Influenza?redirectedFrom=fulltext">gripe se suele presentar</a> con inicio súbito de fiebre, a menudo acompañada de tos no productiva, escalofríos, dolor muscular difuso, dolor de cabeza y malestar general. A continuación, aparecen los síntomas propios de la afectación del tracto respiratorio, que incluyen dolor de garganta, congestión nasal, rinitis y tos. A veces, la enfermedad también se manifiesta con dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea, y los lactantes pueden sufrir una infección generalizada.</p>
<p>Aunque la mayoría de los niños se recuperan completamente después de entre tres y siete días, cabe la posibilidad de que aparezcan complicaciones como neumonía, otitis y, en menor frecuencia, trastornos neurológicos como encefalitis, meningitis y convulsiones. Particularmente grave es la encefalitis, enfermedad rara con una baja incidencia pero elevada letalidad, sobre todo en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28654561/">menores de cinco años</a>.</p>
<p>La proporción de <a href="https://www.who.int/teams/health-product-policy-and-standards/standards-and-specifications/vaccines-quality/influenza">niños que enferman</a> en cada temporada oscila entre el 20 y el 30 %, dependiendo de los patógenos circulantes. A nivel mundial se estima que cada año se producen más de 100 millones de episodios gripales en menores de cinco años. Los virus de la gripe son responsables del <a href="https://www.who.int/publications/i/item/who-wer9719">5 % de las hospitalizaciones</a> por infecciones respiratorias agudas del tracto inferior.</p>
<p>En España, los <a href="https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/programasDeVacunacion/docs/Recomendaciones_vacunacion_gripe_PoblacionInfantil.pdf">datos de la vigilancia</a> indican que la tasa de hospitalización en menores de cinco años en la temporada 2019-20 fue de 52,4 por 100 000 habitantes.</p>
<p>Durante el período de 2013-14 a 2019-20, el 43,8 % de los afectados de esa edad que ingresaron en unidades de cuidados intensivos tenía uno o más factores de riesgo (enfermedad pulmonar, cardiovascular, renal, hematológica, inmunosupresión, diabetes o trastornos neurológicos, entre otros), pero un porcentaje mayor (el 56,1 % restante) no los presentaba. De los 16 pacientes fallecidos que se produjeron entre los niños ingresados en dicho periodo, dos carecían de factores de riesgo. </p>
<p>Estudios realizados <a href="https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa051721?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%20%200www.ncbi.nlm.nih.gov">en otros países</a> también destacan que una proporción significativa de las defunciones en niños por gripe ocurre en individuos previamente sanos.</p>
<h2>Las vacunas funcionan</h2>
<p>Afortunadamente, para hacer frente a este problema de salud disponemos de herramientas de gran valor: varios tipos de vacunas antigripales inactivadas (elaboradas a partir de virus inactivados y que se administran por inyección intramuscular) y una atenuada (diseñada a partir de patógenos vivos convenientemente atenuados e introducida por vía intranasal).</p>
<p>Los resultados de ensayos clínicos en población pediátrica han mostrado que la eficacia de las vacunas inactivadas oscila entre el <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/193137">45 %</a> y el <a href="https://journals.lww.com/pidj/abstract/2001/08000/efficacy_of_inactivated_and_cold_adapted_vaccines.4.aspx">91 %</a>. Son porcentajes que dependen de la mayor o menor concordancia entre las cepas circulantes y las cepas vacunales.</p>
<p><a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6361354/">Algunos autores</a> han sugerido que la eficacia de la modalidad atenuada es algo mayor que la de la inactivada, pero un estudio realizado en <a href="https://academic.oup.com/cid/article/71/8/e255/5709633?login=false">Finlandia en niños de dos años</a> no detectó diferencias.</p>
<p>Los efectos adversos de las <a href="https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/programasDeVacunacion/docs/Recomendaciones_vacunacion_gripe_PoblacionInfantil.pdf">vacunas antigripales inactivadas</a> son transitorios y leves: entre el 5 % y el 12 % de los niños vacunados presentan fiebre, mialgia, cansancio y dolor e hinchazón en el punto de inyección. En el caso de las <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2710797/">atenuadas</a>, las reacciones nocivas más frecuentes son congestión nasal y fiebre. Sin embargo, la indicación, como en todas las vacunas, debe de ser realizada por un profesional sanitario.</p>
<p>Estos trastornos no contraindican su administración en la siguiente temporada. Sólo los niños que han tenido una reacción alérgica deben ser valorados para decidir si deben recibirla en otras campañas o no.</p>
<p>Si tenemos en cuenta la alta incidencia de la gripe entre los niños de 6 a 59 meses –produciendo hospitalizaciones, ingresos en unidades de cuidados intensivos e incluso la muerte– y que la <a href="https://seq.es/wp-content/uploads/2023/12/escandell05dec2023.pdf">eficacia y seguridad</a> de las vacunas disponibles están demostradas, cuesta entender que la cobertura de vacunación sea baja. </p>
<p>Esta situación, <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2814179">común</a> a la observada en <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10754266/">otros países</a>, debería hacer repensar las estrategias que permitan mejorar la protección del colectivo infantil mediante la vacunación.</p>
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<p><em>Artículo escrito con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/223697/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ángela Domínguez García es investigadora de los proyectos financiados siguientes: Proyecto PI19/00354 del Instituto de Salud Carlos III, Grant Agreement 801495-EU-JAV y AGAUR 2021-SGR-00702. Es miembro del Consell Assessor de Salut Pública de l'Agència de Salut Pública de Catalunya y miembro del Consell Assessor en Vacunacions de l'Agència de Salut Pública de Catalunya. Es Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Irene Barrabeig Fabregat, Jenaro Astray Mochales y Pere Godoy no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Dado el elevado número de infecciones y hospitalizaciones producidos por los virus de las gripe entre menores de cinco años, cuesta entender que la tasa de vacunación sea todavía tan baja en ese grupo de población.Ángela Domínguez García, Catedrática Medicina Preventiva y Salud Pública, Departamento de Medicina, CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de BarcelonaIrene Barrabeig Fabregat, Associate research scientist, Departament de Salut de la Generalitat de CatalunyaJenaro Astray Mochales, Jefe de Unidad de Informe del Estado de Salud y Registros. Epidemiólogo, Servicio Madrileño de SaludPere Godoy, Medical Doctor, Professor Public Health, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2206752024-01-08T21:26:34Z2024-01-08T21:26:34ZLo que implica el actual aumento de las infecciones respiratorias agudas en España<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/568318/original/file-20240108-19-r3rht7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1200%2C99%2C5839%2C4792&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> </figcaption></figure><p>En estos días, muchos de nosotros hemos podido ver en nuestro círculo más cercano que varias personas han tenido síntomas de una infección respiratoria: fiebre, tos, dolores de garganta, musculares o de pecho, malestar general, inapetencia… Y suele resolverse, en la mayor parte de los casos, en pocos días con tratamiento sintomático, fundamentalmente antitérmicos y analgésicos. </p>
<p>También puede ocurrir que personas más vulnerables por diferentes motivos (comorbilidad, mal estado general, inmunodepresión, edades más extremas…) evolucionen de manera negativa y requieran otros tratamientos, e incluso ingreso hospitalario.</p>
<h2>Estamos en la subida de la curva de infecciones de gripe</h2>
<p>En España, las infecciones respiratorias agudas llevan aumentando varias semanas. Lo bueno es que ahora, gracias al sistema de vigilancia específico de estas infecciones (<a href="https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Paginas/Gripe.aspx">SiVIRA</a>), conocemos cómo evolucionan las enfermedades causadas por distintos virus, principalmente gripe, covid-19 y virus respiratorio sincitial (VRS), tanto en atención primaria como en hospitales.</p>
<p>Así, en el <a href="https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Documents/GRIPE/Informes%20semanales/Temporada_2023-24/Informe%20semanal_SiVIRA_522023.pdf">último informe del año 2023 de SiVIRA</a> se avisa de que “en estos momentos circulan en la comunidad gripe, SARS-CoV-2 y VRS simultáneamente, si bien la mayor intensidad de circulación se observa en gripe”. </p>
<p>Es decir, estamos justo en el momento del incremento de la curva de infecciones de gripe. Con una particularidad y es que, en las últimas tres temporadas, la circulación de virus gripal ha sido menor de lo que estamos observando en ésta de 2023-2024. Además, el aumento ha coincidido con una época, la Navidad, en la que se intensifican los contactos sociales, con lo cual se produce un incremento de la transmisión.</p>
<p>Todo ello se acompaña de la saturación asistencial: son más las personas que acuden a atención primaria y hospitales, unos servicios ya tensionados por la pandemia, y en los que persisten problemas estructurales, y algunos burocráticos (como la gestión de las bajas), todavía no resueltos. </p>
<p>Si a esto se le añade el período vacacional (con menos personal sanitario disponible), la repercusión mediática, las expectativas de la población, las especulaciones de todo tipo y el papel de algunos pseudoexpertos, tenemos todos los ingredientes para que la situación nos retrotraiga a otros <a href="https://theconversation.com/se-avecina-otra-ola-de-covid-19-157806">momentos ya vividos durante la pandemia de covid-19</a>. De ahí que no sorprenda la decisión tomada ayer por el Ministerio de Sanidad de <a href="https://www.sanidad.gob.es/gabinete/notasPrensa.do?id=6314">obligar al uso de mascarillas en hospitales y centros de salud</a>.</p>
<h2>¿Es tan grave la situación?</h2>
<p>Antes de la pandemia, durante casi todas las temporadas gripales (que, en el hemisferio norte, abarcan desde principios de octubre hasta mayo), la curva epidémica de la gripe <a href="https://vgripe.isciii.es/documentos/20192020/InformesAnuales/Informe_Vigilancia_GRIPE_2019-2020_03092020.pdf">ascendía en su incidencia durante 4 a 6 semanas, alcanzaba el pico y comenzaba a descender</a>. </p>
<p>Es lo que estamos viendo ahora también. No hay una fecha fija para que se produzcan las epidemias de gripe, pero suele relacionarse con la disminución de las temperaturas y con el hecho de dar el salto de hacer más vida al aire libre a hacerlo en espacios cerrados y con menor ventilación. </p>
<p>En esos períodos de aumento de incidencia de la gripe, en cualquier temporada, lo que se ha producido habitualmente es un aumento de la tensión en los sistemas asistenciales, sobre todo cuando el ascenso es más pronunciado y rápido. En esta ocasión ocurre igual, con la dificultad añadida de que ahora se suma otra infección respiratoria que antes no existía: la covid-19. Por suerte, su incidencia en los servicios de atención primaria tiene, según el último informe, tendencia a la estabilización.</p>
<p>Lo importante es que, aunque las infecciones respiratorias graves –es decir, las que requieren tratamiento hospitalario– han aumentado tanto en gripe como en covid-19 y en VRS, especialmente en las edades más extremas, la mayoría de las infecciones respiratorias agudas que se están viendo son leves. No hay una especial repercusión en la letalidad, como nos muestran las <a href="https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/MoMo/Documents/InformesMoMo2024/MoMo_situaci%c3%b3n%20a%203%20de%20enero%20de%202024_CNE.pdf">cifras que publica el sistema MoMo</a>, y no se han producido excesos de defunciones, como sí sucedió durante la pandemia de covid-19.</p>
<h2>Vacunación y mascarillas</h2>
<p>En estos momentos, cuando la transmisión de la gripe está aumentando, hay que tratar de minimizar las oportunidades para que se produzca dicha transmisión. Para ello son fundamentales, como siempre lo han sido, tanto las medidas preventivas farmacológicas como las no farmacológicas.</p>
<p>Entre las primeras tenemos la vacunación. Afortunadamente, disponemos de <a href="https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/gripe_covid19/docs/RecomendacionesVacunacion_Gripe-Covid19.pdf">programas de vacunación en marcha frente a gripe y frente a covid-19</a> para las personas más vulnerables, y también para aquellas que son claves para el mantenimiento de servicios críticos y esenciales a la comunidad. Las coberturas de vacunación en esta temporada, por desgracia, no han sido todo lo elevadas que sería deseable.</p>
<p>Entre las medidas no farmacológicas destaca, en primer lugar, la de que las personas con síntomas de infección respiratoria eviten las interacciones sociales y, si no pueden obviarlas, utilicen una mascarilla apropiada. </p>
<p>Deberían evitarse también las aglomeraciones de personas en lugares no adecuadamente ventilados. Hace días algunas comunidades autónomas decidieron obligar a utilizar de mascarillas en centros sanitarios (recordemos que las salas de espera son lugares donde es más probable la transmisión de virus respiratorios), algo que ayer el consejo interterritorial del SNS decidió extender a todo el territorio nacional.</p>
<p>Si la situación se agrava, y aparecen dolor intenso o dificultad respiratoria, hay que buscar atención sanitaria.</p>
<p>Nadie tiene una bola de cristal para saber cuándo finalizará, y cómo lo hará, este incremento de actividad gripal. Si sigue las pautas habituales, se extenderá a lo largo del mes de enero, por lo que las autoridades sanitarias deben adaptar los sistemas asistenciales para que no se vean sobrepasados y la población debe ser consciente de que su actuación también cuenta. </p>
<p>Es un buen momento para considerar la puesta en práctica de las <a href="https://www.sanidad.gob.es/areas/alertasEmergenciasSanitarias/alertasActuales/nCov/documentos/EVALUACION_DEL_DESEMPENO_DEL_SNS_ESPANOL_FRENTE_A_LA_PANDEMIA_DE_COVID-19.pdf">lecciones aprendidas en la pandemia de covid-19</a> y preparar a nuestro sistema sanitario para futuras temporadas de virus respiratorios.</p>
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<p><em>Artículo escrito con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/220675/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Óscar Zurriaga recibe fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), para la realización de un proyecto de investigación enmarcado en la infraestructura IMPaCT. Es presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ángela Domínguez García es investigadora de los proyectos financiados siguientes: Proyecto PI19/00354 del Instituto de Salud Carlos III, Grant Agreement 801495-EU-JAV y AGAUR 2021-SGR-00702. Es miembro del Consell Assessor de Salut Pública de l'Agència de Salut Pública de Catalunya y miembro del Consell Assessor en Vacunacions de l'Agència de Salut Pública de Catalunya. Es Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Isabel Portillo es Coordinadora de Cribados en Osakidetza-Servicio Vasco de Salud e investigadora del Instituto de Investigación BioBizkaka. Asimismo es socia de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), de la organización Sodepaz (ONG estatal).
Secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE y del Grupo de Trabajo de Cribados de la SEE</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Maria João Forjaz trabaja para el Instituto de SaIud Carlos III (ISCIII) y recibe fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del ISCIII para la realización de un proyecto de investigación. Es vicepresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Pere Godoy recibe fondos de recibe fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), para la realización de un proyecto de investigación sobre la transmisión del SARS-CoV2 en domicilios de Cataluça y Navarra. Es miembro de los grupos de trabajo de Vigilancia y Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Eduardo Briones Pérez de la Blanca no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Estamos justo en el momento del incremento de la curva de infecciones de gripe, que este año ha coincidido con la Navidad y el aumento de los contactos sociales. El Ministerio de Sanidad acaba de establecer como obligatorio el uso de mascarillas en hospitales y centros de salud.Óscar Zurriaga, Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de ValènciaÁngela Domínguez García, Catedrática Medicina Preventiva y Salud Pública, Departamento de Medicina, CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de BarcelonaEduardo Briones Pérez de la Blanca, Médico epidemiólogo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Junta de AndalucíaMaría Isabel Portillo, Coordinadora de los Programas de cribado de cáncer colorrectal y prenatal. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, Osakidetza - Servicio Vasco de SaludMaria João Forjaz, Investigadora en salud pública, Instituto de Salud Carlos IIIPere Godoy, Medical Doctor, Professor Public Health, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2170082024-01-01T20:21:55Z2024-01-01T20:21:55Z¿Se puede aprender jugando? Juegos de mesa para entrenar el cerebro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/565977/original/file-20231215-23-ukjy1c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=158%2C0%2C5392%2C3709&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/colorful-game-chips-two-dice-laid-1804383310">Leila Alekto Photo/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando jugamos al ajedrez o a las cartas, podemos tener la sensación de estar estrujándonos el cerebro. Pero ¿es verdad que estimulan nuestra mente? ¿Jugar a juegos de mesa nos puede ayudar a entrenar la memoria, la atención o el control de impulsos?</p>
<p>El juego, además de un derecho reconocido de la infancia, es lo que nos permite aprender de nuestro entorno desde tempranas edades. Jugando interaccionamos con lo que nos rodea, nos relacionamos con otras personas, ponemos en práctica diferentes capacidades y descubrimos sus resultados en un entorno seguro. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/como-fomentar-el-juego-al-aire-libre-203680">Cómo fomentar el juego al aire libre</a>
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<p>Aunque el juego libre es maravilloso y deberíamos recuperar los espacios públicos para ello, el juego guiado es también una potente herramienta de aprendizaje. Y no hay mejor ejemplo de juego guiado o reglado que un juego de mesa. </p>
<h2>Juegos de mesa para nuestro cerebro</h2>
<p>En un <a href="https://theconversation.com/asi-nos-cambian-el-cerebro-los-juegos-de-mesa-191426">artículo</a> previo hablamos de investigaciones en infancia y personas mayores que concluyen que jugar a juegos de mesa podría favorecer el desarrollo y mantenimiento de las funciones ejecutivas y las competencias educativas. </p>
<p>De ahí que estén tan de moda el aprendizaje basado en juegos (ABJ) o la gamificación, dos metodologías a las que en <a href="https://neuropgaudl.wordpress.com/">nuestro grupo de investigación</a> hemos prestado especial atención. Estas metodologías activas de aprendizaje se basan en el uso de juegos completos en un contexto lúdico (ABJ) o de elementos de juego (por ejemplo, recompensas o narrativa) en un contexto no lúdico (gamificación) para trabajar determinados contenidos o competencias educativas. </p>
<p>No solo hablamos de aprender matemáticas o comprensión lectora, sino también de entrenar procesos cognitivos básicos para un buen rendimiento académico y desarrollo personal.</p>
<h2>¿Qué has hecho hoy en el cole? ¡Jugar!</h2>
<p>Aunque somos conscientes de la importancia de jugar siendo niños parece que, a medida que crecemos, optamos por reducir ese tiempo de juego considerablemente. La vida nos atropella y hay que priorizar lo productivo. Pero, ¿y si lo aparentemente lúdico también es productivo?</p>
<p>Cuando planteamos llevar los juegos al aula pueden surgir dudas sobre sus beneficios educativos. Si juegan, ¿están perdiendo clase? ¿De qué sirve jugar a un juego de memoria con cartas si lo que quiero es que mi hijo o mi hija sepan sumar y restar? ¿Cómo va a ser educativo un juego comercial diseñado para entretener? </p>
<p>La literatura científica nos sugiere que las <a href="https://www.annualreviews.org/doi/10.1146/annurev-psych-113011-143750">funciones ejecutivas</a> son un elemento clave en el rendimiento educativo, en el éxito laboral y en una buena salud mental. Existe una relación significativa entre un buen desarrollo de estos procesos cognitivos (la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad) y las matemáticas, la comprensión lectora o las ciencias. </p>
<p>Hoy en día, contamos con una gran variedad de juegos de mesa modernos que podrían ayudarnos a poner en marcha estos procesos cognitivos. Hablamos de juegos de cartas, de tablero o de dados con temáticas y mecánicas diferentes, para todos los gustos. Profesionales de la educación y la psicología se frotan las manos con todo lo que pueden hacer con ellos para ayudar al desarrollo de los niños y niñas de una forma estimulante y atractiva. ¿Pero hay evidencia de su uso en el aula? ¿O los ojos nos engañan?</p>
<h2>Juegos de mesa en el aula, ¿sí o no?</h2>
<p>Para dar respuesta a esta pregunta, en el año 2019 se inició un proyecto de investigación con la asociación almeriense <a href="https://www.afim21.com/inicio/qui%C3%A9nes-somos/">AFIM21</a>, la editorial de juegos de mesa Mercurio y el grupo de investigación NeuroPGA de la Universidad de Lleida, llamado <a href="https://mercurio.com.es/conectar_jugando.html">“Conectar Jugando”</a>. Su objetivo era estudiar la eficacia del uso de juegos de mesa modernos en el aula de primaria para entrenar las funciones ejecutivas. </p>
<p>Para ello, se llevaron a cabo estudios de intervención en horario lectivo y extraescolar y se realizó un comité de expertos en psicología, educación e investigación para evaluar una amplia selección de juegos de mesa comerciales. </p>
<p>El <a href="https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/g4h.2021.0034">primer estudio</a> de este proyecto se realizó en Almería. Docentes de cuatro centros de primaria, con el apoyo y coordinación de AFIM21, implementaron un programa neuroeducativo con juegos de mesa en el aula con 283 niños y niñas en riesgo de exclusión social. Tras la intervención, se detectó una reducción significativa de las disfunciones ejecutivas del alumnado, lo que significa que jugar podría haberles ayudado a presentar menos dificultades en conductas de su día a día asociadas a déficits cognitivos.</p>
<p>En este primer estudio nos faltaba un grupo control y un criterio más objetivo en la selección de los juegos. Por eso, en los siguientes estudios nos basamos en las valoraciones de un <a href="https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/g4h.2022.0109">grupo de expertos y expertas</a>. Para ello, valoraron los procesos cognitivos que podían estar activándose en cada juego. Y a continuación escogieron los juegos con mayor puntuación en cada uno. </p>
<p>Como todos sabemos, 2020 no fue un año fácil. Tampoco para aquellas investigaciones en las que se recogían datos provenientes de otras personas de forma presencial. ¿Cómo íbamos a estudiar la eficacia de los juegos en el aula cuando aún no conocíamos bien a nuestro enemigo vírico? Las medidas de prevención de contagio incluían restringir las actividades grupales que implicaran contacto. Así que tocó tirar de creatividad. </p>
<p>Los juegos se adaptaron para poder ser utilizados por videoconferencia en horario extraescolar. Durante el curso 2020-2021, llevamos a cabo <a href="https://www.doi.org/10.24140/ijgsi.v1.n2.01">sesiones en línea</a> con grupos de entre dos y cuatro niños y niñas y comparamos los resultados previos y posteriores con un grupo en lista de espera. De esta forma, nos dimos cuenta de que los juegos podían favorecer ciertos procesos como la flexibilidad o la fluidez verbal, pero que esta metodología en línea no estaba mostrando resultados tan prometedores como estudios previos presenciales. </p>
<p>¿Qué pudo influir en los resultados? ¿Era la muestra reducida? ¿Quizás la experiencia previa con los juegos con la que contaban los y las participantes? ¿O quizás las limitaciones de trabajar en remoto fue lo que influyó en estos resultados? Todo apunta a que jugar a un juego de mesa en formato digital no es tan beneficioso como jugarlo cara a cara con nuestros amigos.</p>
<h2>Los juegos de mesa nos hacen mejores en matemáticas y lectura</h2>
<p>Llegados a este punto, ya sabíamos que los juegos de mesa podían ser herramientas de gran potencial en la etapa escolar para favorecer a nuestro cerebro, pero faltaban evidencias de mayor peso. Así que, cuando la covid-19 nos dio un poco de tregua y fue seguro entrar en los coles, allá que fuimos. Nueve centros educativos de Madrid y Lleida (algunos de ellos <a href="https://authors.elsevier.com/c/1i1Rv7sy6Lg9c2">rurales</a>) participaron en este proyecto, en total 621 niños y niñas de primero a sexto de primaria. </p>
<p>Cuando comparamos al grupo que participó en el programa de entrenamiento cognitivo con juegos de mesa con el grupo que siguió con sus clases regulares, encontramos que los niños y niñas que habían jugado, mejoraron de forma significativa sus funciones ejecutivas básicas, especialmente la memoria de trabajo. No solo eso, sino que el grupo que jugó en horas de clase también fue el que mayor incremento mostró en el número de respuestas correctas en tareas de matemáticas y lectura. </p>
<p>Los <a href="http://hdl.handle.net/10803/689016">resultados</a> del proyecto “Conectar Jugando” proporcionan, por primera vez con datos cuantitativos, una muestra considerable y rigurosa metodología científica, evidencia sobre el impacto cognitivo y educativo que el uso de juegos de mesa puede tener en el aula de primaria. Los juegos de mesa podrían ser tan buenos e incluso más eficaces que las metodologías tradicionales para entrenar nuestro cerebro y practicar nuestras habilidades matemáticas y lingüísticas. </p>
<h2>Juegos en el aula sí, ¿y ahora qué?</h2>
<p>Sin embargo, muchas nuevas cuestiones se abren, como en toda investigación. ¿Es por estimular las funciones ejecutivas por lo que se mejoran las matemáticas y la lectura? ¿Es porque con esos juegos están trabajando directamente estas competencias educativas? ¿Esta metodología es adecuada para atender a la diversidad del aula? ¿Qué beneficios puede tener en niños y niñas con dificultades de aprendizaje o <a href="https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/g4h.2018.0051">trastornos del neurodesarrollo</a>? </p>
<p>Aún queda mucho por hacer, así que lancemos los dados y descubramos todo lo que se avecina.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217008/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nuria Vita-Barrull ha recibido financiación por parte de la Generalitat de Catalunya para llevar a cabo un proyecto de Doctorado Industrial, trabajando dentro de este proyecto de investigación (llamado Conectar Jugando) para la editorial de juegos de mesa Mercurio Distribuciones. Los resultados que se comparten en el artículo pertenecen a su tesis doctoral. Actualmente no trabaja en la editorial, colabora con el grupo de investigación Neuropsicología, Metodología, Diferencias Individuales y Procesos Lingüísticos (2021SGR01432) y es profesora en la Universidad de Lleida. Implementa la metodología explicada en el artículo en su trabajo actual como psicóloga en un centro que atiende a personas con discapacidad. Miembro de la asociación sin ánimo de lucro Ment Lúdica.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jaume March-Llanes ha recibido fondos de la Generalitat de Catalunya para dirigir el Doctorado Industrial de Nuria Vita Barrull. También, recibe apoyo debido al reconocimiento de la Agència de Gestió d'Ajuts Uniersitaris i de Recerca del grupo de investigación Neuropsicología, Metodología, Diferencias Individuales y Procesos Lingüísticos (2021SGR01432), del cual forma parte el equipo de investigación Neuropsicología, Genes y Ambiente. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jorge Moya Higueras ha recibido fondos de la Generalitat de Catalunya para dirigir el Doctorado Industrial de Nuria Vita Barrull. También, recibe apoyo debido al reconocimiento de la Agència de Gestió d'Ajuts Uniersitaris i de Recerca del grupo de investigación Neuropsicología, Metodología, Diferencias Individiuales y Procesos Lingüísticos (2021SGR01432), del cual forma parte el equipo de investigación Neuropsicología, Genes y Ambiente. Él es miembro de la organización sin ánimo de lucro Ment Lúdica. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Verónica Estrada Plana es doctora y psicóloga general sanitaria. Ha recibido fondos de la Universitat de Lleida para realizar su doctorado mediante una beca predoctoral. Su proyecto de investigación para su tesis se basó en el estudio de los beneficios cognitivos de los juegos de mesa. También ha recibido fondos de Game in Lab (Asmodee Research) para realizar un proyecto de investigación con objetivo similar. Actualmente, es profesora en la Universitat de Lleida y colabora con el grupo de investigación Neuropsicología, Metodología, Diferencias Individuales y Procesos Lingüísticos (2021SGR01432). También trabaja en ABCDari realizando talleres de neuroprevención y aplicando juegos de mesa en población infantil, escolar y personas mayores. Finalmente, colabora con la asociación sin ánimo de lucro Ment Lúdica.</span></em></p>Aunque somos conscientes de la importancia de jugar en la etapa infantil, parece que, a medida que crecemos, optamos por reducir ese tiempo de juego considerablemente. La vida nos atropella y hay que priorizar lo productivo. Pero, ¿y si lo aparentemente lúdico también es productivo?Nuria Vita-Barrull, Investigadora postdoctoral, Universitat de LleidaJaume March-Llanes, Associate professor, Universitat de LleidaJorge Moya Higueras, Profesor Contratado Doctor de Psicología, Universitat de LleidaVerónica Estrada Plana, Investigadora postdoctoral colaboradora, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2203932023-12-27T22:30:00Z2023-12-27T22:30:00Z¿Son compatibles la explotación y la conservación de la naturaleza? Un debate con 175 años de historia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/567409/original/file-20231227-17-lt2m90.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5943%2C3933&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/yunquera-pinsapar-abies-pinsapo-sierra-de-1926729716">Jesus Noguera photography / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Mientras escribía estas líneas se debatía en Dubái, por vigesimoctava vez, cómo hacer frente al cambio climático. <a href="https://theconversation.com/es/topics/cop28-149094">La Conferencia de las Partes de este año</a> (o COP, por sus siglas en inglés) se ha desarrollado en un país que vive del petróleo y que muestra una de las mayores emisiones per cápita. Además, estuvo presidida por un petrosultán, es decir, un representante de la principal industria causante de la grave crisis ambiental que las COP, en teoría, pretenden resolver.</p>
<p>Pero lejos de los focos, del <em>marketing</em> ambiental y de la atención mediática, un grupo de ingenieros inició hace 175 años una silenciosa revolución verde para aunar la conservación con la explotación racional de los recursos naturales. En este artículo recordamos cómo nació la ciencia forestal moderna en España, así como la evolución que ha sufrido y su situación actual.</p>
<h2>Degradación ambiental en el Mediterráneo</h2>
<p>El uso y la explotación de la naturaleza en el mundo mediterráneo cuenta con milenios de historia, pero este aprovechamiento no siempre fue racional. España, por ejemplo, llegó al siglo XIX mostrando graves problemas de <a href="https://theconversation.com/diez-buenas-noticias-sobre-desertizacion-161599">desertificación</a> resultantes de un sobrepastoreo secular, de la <a href="https://theconversation.com/el-coste-ambiental-de-cultivar-hortalizas-en-el-desierto-118813">creciente necesidad de tierras agrícolas</a>, de leñas y de carbón, y del hambre insaciable que muestra la voraz industria de la guerra.</p>
<p>La expansión de las arideces era tal que amenazaba el sustento de una población creciente. Y de ahí surge la necesidad de regenerar los bosques y de sentar las bases científicas para su aprovechamiento sostenible.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/567406/original/file-20231227-17-wqueu5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La Escuela de Especial de Ingenieros de Montes ocupó hasta 1869 el castillo de Villaviciosa de Odón (Comunidad de Madrid).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://mediateca.educa.madrid.org/reproducir.php?id_imagen=8ndtmenn3ursgjw8">Dirección General de Turismo / Comunidad de Madrid.</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Para suplir esta carencia se establece, en 1848, la primera escuela de ingenieros de montes del mundo hispano en Madrid. Una escuela que buscaba dar respuesta a la necesidad de una ciencia forestal, la dasonomía, para la restauración, conservación y aprovechamiento sostenible de los montes. La expectación social que generó fue tal que incluso Galdós quiso registrarla en sus <a href="https://www.ingenierosdemontes.org/cns/historia-origen-titulacion-y-profesion"><em>Episodios Nacionales</em></a>.</p>
<p>Tal vez la primera misión de gran calado tras el establecimiento de la nueva titulación, desarrollada en 1855 a través de la Junta Facultativa del Cuerpo de Ingenieros de Montes, fue la <a href="https://archive.org/details/A1140907/mode/2up?view=theater">publicación de un informe</a> que buscaba proteger muchos bosques de la privatización promovida por Pascual Madoz, a la sazón ministro de Hacienda. Estamos hablando de las famosas desamortizaciones decimonónicas, que subastaban terrenos públicos.</p>
<h2>Conservar fomentando el sector primario y los bosques públicos</h2>
<p>La Junta de Montes propuso la gestión pública de gran parte de los bosques porque consideró que los intereses privados <a href="https://archive.org/details/A1140907/page/n97/mode/2up?view=theater">no siempre eran compatibles con la preservación de los ecosistemas forestales</a>. Son <a href="https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/revistas/pdf_ays/a007_01.pdf">muchos los estudios publicados</a> sobre las consecuencias negativas de la desamortización, de las que se beneficiaron los de siempre en perjuicio de los más humildes. </p>
<p>Destacaremos aquí un aspecto positivo, fruto de los esfuerzos de la Junta de Montes y sus sucesores: el desarrollo del Catálogo de Montes de Utilidad Pública. Este instrumento sirvió para <a href="https://www.researchgate.net/publication/308208602_Los_montes_de_utilidad_publica_un_patrimonio_con_mucho_pasado_y_mucho_futuro">exceptuar a más de cinco millones de hectáreas</a> de bosques públicos de la desamortización.</p>
<p>Dicho catálogo se puede considerar una de las primeras políticas modernas para la conservación de la naturaleza basadas en principios científicos. No busca penalizar el uso productivo del monte, sino congeniar la explotación sostenible con el buen estado de salud de las masas forestales, que fomente la fertilidad del suelo, la regulación hídrica y un largo etcétera. </p>
<p>Todavía en la actualidad los bosques catalogados constituyen una de las principales herramientas para la gestión y preservación de los bosques públicos.</p>
<h2>Conservar fomentando el sector terciario</h2>
<p>Si la conservación hasta ese momento se había preocupado por preservar ecosistemas y desarrollar métodos contrastados que asegurasen su aprovechamiento sostenible, una nueva corriente finisecular se fijó más en algunas especies o formaciones geológicas concretas, generalmente las de <a href="https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/fondo/pdf/15850_all.pdf">mayor tamaño y vistosidad</a>. Así, auspiciada por el senador conservador Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, y con el apoyo de sectores progresistas dentro de la Real Sociedad Española de Historia Natural, se aprobó la <a href="https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1916/343/A00575-00575.pdf">Ley de Parques Nacionales</a> en 1916.</p>
<p>Este modelo de conservación seguía el ejemplo de Yellowstone, el primer parque nacional del mundo, y buscaba eliminar la presencia del hombre como agente que modela, vive y forma parte del ecosistema, y <a href="https://mitpress.mit.edu/books/conservation-refugees">sustituirlo por élites acaudaladas</a> que lo visiten los fines de semana. </p>
<p>En Norteamérica se <a href="https://www.plataformaeditorial.com/libro/9910-ecomitos">deshicieron de los indios que habitaban Yellowstone con rifles</a>. Ese método no se podía emplear en España, por lo que se prometió a las poblaciones locales, cuyos derechos de aprovechamiento habían sido limitados, una compensación derivada del turismo.</p>
<h2>¿Es negativa la explotación del monte?</h2>
<p>En la actualidad el modelo americano basado en la implantación de parques y reservas es el más expandido. Sus defensores <a href="https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/fondo/pdf/15850_all.pdf">tildan de “utilitarista”</a> la visión desarrollada en 1848, en un aparente intento por demostrar que su aproximación a la conservación es más “pura” (en los parques nacionales no se busca el aprovechamiento). La realidad es que las reservas naturales fomentan el turismo, y la promoción del sector terciario no es más ni menos legítima que la del primario.</p>
<p>El modelo basado en reservas, además, se ha criticado por su carácter neocolonialista. Las limitaciones a la producción local implican la necesaria <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1109476">importación de recursos de otras zonas del mundo</a>, como los países del sur global. Cabe recordar también que el turismo de montaña <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-642-33584-6_7">está promoviendo la gentrificación</a> en distintas zonas de Europa. Sea como fuere, la tensión que se ha establecido entre los diferentes sectores y formas de entender la conservación no es deseable.</p>
<p>Despido este artículo con la visión que propone el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK219327/">influyente libro <em>Biodiversity</em></a>, editado por Edward O. Wilson (también conocido como “el padre de la biodiversidad”), sobre cómo preservar la biodiversidad en el Mediterráneo. Aunque citadas en el libro de Wilson, estas palabras en realidad pertenecen al eximio ingeniero de montes español Juan Ruiz de la Torre:</p>
<blockquote>
<p>“La región mediterránea ha estado notablemente influenciada por la acción humana y sigue siendo muy rica en especies. Muy pocas de estas especies pertenecen a la vegetación climácica que no ha sido perturbada en mucho tiempo. La mayoría corresponden a estados que están afectados por la explotación natural o artificial, y deberían ser preservados bajo tales condiciones”.</p>
</blockquote><img src="https://counter.theconversation.com/content/220393/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios recibe fondos de MICINN y H2020. </span></em></p>A mediados del siglo XIX nació en Madrid la primera escuela de ingenieros de montes del mundo hispano como respuesta a la necesidad de regenerar los bosques y de sentar las bases científicas para su aprovechamiento sostenible.Víctor Resco de Dios, Profesor de ingeniería forestal y cambio global, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2169452023-12-17T22:38:20Z2023-12-17T22:38:20ZLas mujeres en Camerún y en España: lo que nos dicen los refranes<p>La relación entre lengua y cultura es clave en la construcción y el mantenimiento de los refranes: estas frases populares que se transmiten de generación en generación a lo largo de los siglos son un canal de transmisión del patrimonio popular por la comunidad que los ha construido y que los mantiene vivos. </p>
<p>Los refranes son “<a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3229381">culturemas</a>”: parte específica de una cultura que la diferencia de otra. Como tales, son valiosísimos a la hora de estudiar y comparar sociedades y culturas.</p>
<p>Hemos usado los refranes, por un lado, para <a href="https://www.tdx.cat/handle/10803/676021">comparar las sociedades española y camerunesa</a> y, por el otro, dos comunidades de Camerún, la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_beti-pahuin">beti</a> y la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Confederaci%C3%B3n_Bamileke">bamileké</a> (en las lenguas ewondo y medúmba). Concretamente, en lo que se refiere a las siguientes preguntas: </p>
<ol>
<li><p>¿Qué y cómo es una familia?</p></li>
<li><p>¿Qué papel tiene la mujer en la construcción y mantenimiento de una familia?</p></li>
<li><p>¿Qué visión tiene la sociedad de la condición femenina?</p></li>
</ol>
<h2>Mentalidad colectiva</h2>
<p>El refranero expresa la mentalidad colectiva de una comunidad lingüística concreta, de modo que a partir del corpus de refranes de las tres comunidades hemos podido reconstruir el imaginario en torno a la familia y a las mujeres en dos sociedades distintas, la española y la camerunesa. También revisar, dentro de Camerún, las diferencias entre la comunidad beti y la comunidad bamileké. </p>
<p>Es habitual que en el refrán, por ser una expresión cargada de humanidad, se adviertan percepciones generalizadas y sujetas a distorsiones ambientales y psicológicas. Tiene además abundantes metáforas que dan vida a los objetos y humanizan a los animales.</p>
<h2>Aspectos compartidos: muerte y vida</h2>
<p>Descubrimos que, a pesar de la distancia geográfica entre la comunidad beti (región del centro) y la comunidad bamileké (región del oeste), ambas etnias de Camerún comparten aspectos como su concepción de la vida y de la muerte. Para ambas comunidades, estos conceptos están estrechamente ligados ya que los muertos se hacen presentes de una forma u otra en la vida de los vivos, y tanto la muerte como la vida se celebran. En los dos colectivos, la familia es sumamente importante, el hombre ocupando el lugar privilegiado en comparación con la mujer, y tienen en común las etapas que hay que superar para contraer matrimonio.</p>
<p>La aproximación cultural a los refranes ewondo y medúmba no nos ha permitido detectar los estereotipos que despiertan el odio y nutren rencores entre los beti y los bamileké. Sin embargo, estas etnias viven en permanente conflicto, que se propaga de generación en generación. </p>
<p>Al bamileké se le ve tradicionalmente como hombre de negocios y con un nivel bajo de estudios, mientras que el beti reencarna una persona culta y extremadamente moderna. A las mujeres beti, por su parte, se las considera sexualmente más libres y con voz en la comunidad, en tanto que las bamileké permanecen en su mundo de sumisión. </p>
<h2>Roles de género similares</h2>
<p>En cuanto a la familia y la condición femenina, los puntos en común entre ambas comunidades camerunesas y la sociedad española son: </p>
<p><strong>1.</strong> La preeminencia del varón. </p>
<blockquote>
<p>“L'homme ne s'adresse à une chèvre qu'avec une corde”. (El deber del hombre (jefe de familia) consiste en precisar las tareas de sus subalternos y distribuirlas.)</p>
<p>“Nazca mi hijo varón, aunque sea ladrón”.</p>
</blockquote>
<p><strong>2.</strong> El papel de la mujer en la familia como esposa, madre y cuidadora. </p>
<blockquote>
<p>“Seul un enfant peut rehausser la valeur de sa mère”. (El único que puede realzar el valor de su madre es un hijo.)</p>
<p>“A hilar y coser gane su vida la mujer”.</p>
<p>“Quien no tiene madre, no tiene quien le lave”.</p>
</blockquote>
<p><strong>3.</strong> Los <a href="https://www.feministas.org/IMG/pdf/EL-AMOR-PATRIARCAL-EN-LA-COPLA_OLGA-HEDESA.pdf">roles de género</a> (la mujer en el espacio privado y el hombre en el público).</p>
<p><strong>4.</strong> Los rasgos que caracterizan el arquetipo ideal de mujer y la importancia de los hijos en la familia. </p>
<p>En cambio, hay diferencias fundamentales en: </p>
<p><strong>1.</strong> Qué miembros forman la familia. </p>
<blockquote>
<p>“Mbèlè àkúm é nè fè à bèlé nnkìá-ngòàn nnném.” (Un hombre rico tiene mucha influencia en casa de sus suegros.) </p>
<p>“Cuando la hija dice "taita”, echa mano al arca, y dale papa.</p>
<p>“Móán àà tòng nnsòá bìkìè”. (El hijo lleva el apellido del hombre que ha pagado la dote de su madre.)</p>
</blockquote>
<p><strong>2.</strong> El concepto de la dote. </p>
<blockquote>
<p>“On ne cueille pas une aubergine sans débrouissailler le pied de sa tige”. (Se aconseja ofrecer regalos a los padres de una chica antes de casarse con ella. Es mejor mostrar gratitud ante los padres de la chica.)</p>
</blockquote>
<p><strong>3.</strong> La gestión de la viudez. </p>
<blockquote>
<p>“Le vent n'aime pas voir la toiture de la case d'une veuve”. (Las personas en situación vulnerable se exponen a desgracias.)</p>
<p>“Viudas, casadas y doncellas, ¡fuego en todas ellas!”</p>
</blockquote>
<p><strong>4.</strong> La sucesión y la herencia.</p>
<blockquote>
<p>“Njùndà ke be tà” (Un heredero no suele comportarse como el difunto, aunque tenga todo su poder.)</p>
<p>“Chaque chose deviendra celle dont on lui donne le nom.” (El apellido determina la personalidad de alguien.) </p>
<p>“De padres músicos, hijos cantores.”</p>
</blockquote>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-nos-cuentan-los-refranes-sobre-las-mujeres-159257">¿Qué nos cuentan los refranes sobre las mujeres?</a>
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</em>
</p>
<hr>
<h2>Sociedades cercanas</h2>
<p>Los refranes analizados han vislumbrado dos sociedades a priori lejanas en su manera de funcionar y de tratar a la gente, pero que en el fondo son cercanas desde el punto de vista de las relaciones de género. Si bien <a href="https://www.schoolmapcm.org/zones-deducation-prioritaires-plus-dun-million-de-garcons-inscrits-en-2020-contre-900-000-filles/">la situación de la mujer</a> <a href="https://ins-cameroun.cm/wp-content/uploads/2021/02/0CHAPITRE-5_EDUCATION-ET-RECHERCHE.pdf?">ha evolucionado mucho</a> <a href="https://www.ine.es/ss/Satellite?%20L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925481157&p=%5C&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout&param1=PYSDetalle&param3=1259924822888#:%7E:text=El%20porcentaje%20de%20mujeres%20graduadas%20en%20cada%20campo%20de%20estudio,al%20total%20de%20alumnos%20graduados.&text=El%20porcentaje%20de%20mujeres%20graduadas%20en%20educaci%C3%B3n%20superior%20en%202021,hombres%20un%2045%2C8%25">en ambas sociedades</a>, no ha dejado de cumplir su función de ama de casa y cuidadora. </p>
<p>Los refranes cumplen una función cultural, plasmando el pensamiento colectivo, pero al mismo tiempo acaban definiendo nuestra manera de actuar. Estos refranes solo describen e intentan mantener la supremacía del hombre sobre la mujer. Demuestran que vivimos en comunidades patriarcales que infravaloran a las mujeres o las ven de manera inadecuada, a pesar de su contribución a la sociedad, aunque <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-cultura-popular-los-refranes-hoy-783784/html/">su desuso</a> puede confirmar la transformación del mundo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/216945/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los refranes son reflejo de la cultura y los valores de una sociedad. Compararlos sirve para observar puntos en común incluso entre sociedades distintas.Stella Isabelle Njike Yoba, Professor, Universitat de LleidaMaría Ángeles Calero, Catedrática de Lengua española del Departamento de Filología Clásica, Francesa e Hispánica, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2154022023-12-03T20:55:25Z2023-12-03T20:55:25ZCuando visitar las maravillas del mundo se considera una pesadilla<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/559928/original/file-20231116-21-mxftuy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C13%2C3000%2C1670&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Stonehenge, en Inglaterra, con los visitantes en segundo plano.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/salisbury-plain-wiltshire-uk-08-12-2348556659">David JC/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Todos conocemos algún <em>ranking</em> de lugares más visitados, deseados o considerados “maravillas del mundo”. Ya los antiguos griegos, en sus viajes, elaboraban listas de los monumentos que merecían un viaje. Como resumen de esas selecciones, ha llegado hasta nosotros la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Siete_maravillas_del_mundo_antiguo">lista de las siete maravillas del mundo antiguo</a>. </p>
<p>A principios de este siglo se inició una campaña para elegir las <a href="https://www.new7wonders.com/">siete nuevas maravillas del mundo</a>. El proceso comenzó con la selección de 21 finalistas, a partir de las cuales se eligió, en 2007, a las vencedoras. Estas son la ciudad jordana de Petra, la pirámide de Chichén Itzá en México, el santuario histórico de Machu Picchu en Perú, el mausoleo del Taj Mahal en India, la estatua del Cristo Redentor en Brasil, la Gran Muralla china y el Coliseo de Roma. </p>
<p>Quizás algunos de estos lugares no estén entre nuestras primeras preferencias, por su remota ubicación o por los costes económicos y de tiempo que supone visitarlos. Pero seguro que, si fueran más accesibles, todos estaríamos encantados de conocerlos.</p>
<p>Sin embargo, algunas personas que visitan esas maravillas del mundo acaban tan insatisfechas que, a la hora de valorarlas en diferentes foros, les asignan puntuaciones extremadamente bajas. De entrada, esto puede parecer extraño, porque nadie les obligó a ir allí y disponían de mucha información sobre el lugar antes de hacer la visita. </p>
<h2>Opiniones para todos los gustos</h2>
<p>Para medir con qué frecuencia sucede esto y entender qué motivos esgrimen estos turistas para considerar que lo que se dice que es lo “mejor” es en realidad lo “peor”, <a href="https://doi.org/10.1108/JHTI-03-2023-0150">buceamos en las reseñas y puntuaciones que tienen estos lugares en TripAdvisor</a>. Esta página web ofrece opiniones de los usuarios sobre destinos y localizaciones relacionadas mayoritariamente con viajes. No nos limitamos solo a investigar las siete localizaciones seleccionadas en la encuesta de 2007, sino que ampliamos el estudio a <a href="https://world.new7wonders.com/wonders/">19 de los 21 destinos seleccionados en la fase final</a>. </p>
<p>La plataforma asigna puntuaciones dentro de la escala 1-5. Nosotros nos fijamos en los comentarios que tienen uno o dos puntos. Es razonable y esperable que no todos los visitantes asignen un cinco, porque es muy difícil que ciertos lugares cumplan la totalidad de las expectativas previas. Pero puntuarlos con uno o dos denota un rechazo llamativo.</p>
<p>Lo cierto es que el porcentaje de insatisfechos suele ser muy bajo. En la mayoría de los casos no llega al 2 %. Pero hay sitios como Stonehenge, monumento megalítico inglés, (8 %) o el castillo de Neuschwanstein, en Alemania, (4,6 %) donde esos porcentajes son algo preocupantes. </p>
<p>En todo caso, lo realmente relevante es saber qué es lo que hace que algunos visitantes tengan una experiencia tan mala en sitios aparentemente tan maravillosos: el porqué, no el cuánto. </p>
<p>Para ello, se procedió a leer las últimas 120 reseñas negativas de cada lugar. Tras la lectura, se agrupaban los motivos de queja en siete grupos diferenciados: la atracción en sí misma, las colas y aglomeraciones, el precio, la falta de seguridad, los problemas con el proceso de reservas, las obras en el lugar y los problemas con la atención del personal.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un grupo de personas observa algo fuera del encuadre ante las murallas de una ciudad antigua." src="https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=312&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=312&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=312&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/559925/original/file-20231116-19-d1amjm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=393&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Un grupo de turistas visitando la ciudad jordana de Petra.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/eluiscabrera/4268891630/">Esteban Luis Cabrera Santiago / Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Descubrimos que, en la mayor parte de estas maravillas, el motivo que causaba más insatisfacción eran las aglomeraciones y colas. También las obras, cuando hay que compatibilizarlas con las visitas, eran una causa de quejas importantes. En algunos lugares las protestas estaban encabezadas por los problemas con el personal, con el precio o con el sistema de reservas, pero fueron casos más puntuales.</p>
<h2>No es el sitio, es lo demás</h2>
<p>Curiosamente, el lugar en sí mismo no suele ser el principal problema. Es decir, los visitantes no asignan puntuaciones bajas porque el lugar les haya parecido horrible. Son el resto de causas las que suelen esgrimir para justificar su insatisfacción. </p>
<p>La Estatua de la Libertad, en Nueva York; la Ópera de Sídney; el Templo de Kiyomizu, en Japón; el ya mencionado Stonehenge y Hagia Sofía, la basílica de Estambul, son los que muestran mayores porcentajes insatisfacción con el lugar en sí mismo (20-30 %). </p>
<p>Esto suele estar asociado a quejas sobre el precio. Parece que no es tanto que el lugar no guste como que el dinero que debe pagarse por acceder a él no se corresponde con lo que se encuentran. La puntuación baja demuestra su enfado por esta relación. Es probable que, si hubieran sido lugares más baratos o de visita gratuita, tal insatisfacción no hubiese tenido lugar.</p>
<p>El único lugar de España que consiguió estar en ese listado final, y que hemos evaluado también, es la maravillosa Alhambra de Granada. El porcentaje de insatisfechos es del 2,73 %, ligeramente por encima de la media. Pero lo más curioso es que más de la mitad de las quejas son relativas al sistema de reservas. Es el lugar que más porcentaje de quejas acumula por esta causa.</p>
<h2>Una oportunidad</h2>
<p>Estos resultados pueden, por supuesto, estar relacionados con la irracionalidad, impulsividad o visceralidad de algunos usuarios. En algunos casos, les ha molestado algún aspecto de la visita (colas, sistema de reserva, personal, etc.) y deciden castigar o vengarse de los gestores (o del universo globalmente) asignando una puntuación muy baja.</p>
<p>Sin embargo, es un error pensar que todo procede de la volatilidad de la personalidad de algunos visitantes. La información que proporcionan los usuarios puede ser de gran utilidad para los gestores de estos lugares. Estos individuos identifican errores relevantes que, de otra forma, quedarían ocultos entre la satisfacción general que estos lugares generan. Ya se sabe aquello de que “una queja es un regalo que nos permite mejorar”.</p>
<p>El hecho de que cada uno de esos lugares sea el mayor polo de atracción de sus respectivos destinos no debe ser una excusa para descuidar la gestión hasta el punto de generar insatisfacción entre los visitantes. Sin embargo, no es algo que esté exento de dificultad. Muchas veces se intenta solucionar el principal problema de estos lugares (las aglomeraciones) subiendo precios para reducir la demanda o estableciendo sistemas de reserva previa en línea, lo que puede reducir la asistencia pero también genera insatisfacción en muchos casos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/215402/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Pedro Mellinas Cánovas recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Berta Ferrer Rosell y Eva Martin Fuentes no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Aunque hay lugares del mundo que muchos desean visitar, otros que ya lo han hecho relatan experiencias negativas.Juan Pedro Mellinas Cánovas, Profesor en el departamento de Comercialización e Investigación de Mercados, Universidad de MurciaBerta Ferrer Rosell, Profesora Agregada de Comercialización e investigación de mercados, Universitat de LleidaEva Martin Fuentes, Profesora contratada doctora, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2160122023-11-26T21:54:13Z2023-11-26T21:54:13ZInteligencia artificial y otros avances tecnológicos para mejorar los servicios de urgencias<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/558810/original/file-20231110-17-htp3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=185%2C14%2C4707%2C2576&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/doctors-nurses-walking-hospital-hallway-blurred-1723539244">hxdbzxy/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Generalmente, los servicios de urgencias hospitalarios van asociados a imágenes de saturación y colapso. Y en muchos casos, se ha descrito un uso poco adecuado de sus recursos asistenciales. Desde el <a href="https://catsalut.gencat.cat/ca/serveis-sanitaris/urgencies-mediques/planuc/index.html#googtrans(ca%7Ces)">Plan Nacional de Urgencias de Cataluña</a> (PLANUC), por ejemplo, hace tiempo que se solicita un uso más eficaz de los mismos.</p>
<p>Esa situación no es exclusiva de España. De hecho, una <a href="https://catalyst.nejm.org/doi/full/10.1056/CAT.21.0310">reflexión del profesor estadounidense Judd E. Hollander</a> planteaba que las urgencias son actualmente servicios de disponibilidad inmediata pero no de atención emergente. Convertirlas en el recurso donde todo puede hacerse desvía a los urgenciólogos de su principal tarea: estabilizar y controlar aquellas enfermedades con riesgo vital en las que el factor tiempo es decisivo. </p>
<p>No es algo fácil, y aquí la colaboración de los ciudadanos resulta fundamental. </p>
<h2>Cómo ganar tiempo y confort</h2>
<p>La salud digital tiene que ayudarnos a optimizar los recursos que tenemos y facilitar ese empoderamiento de los pacientes. Mejora los circuitos asistenciales y permite llegar a lugares remotos donde a veces las comunicaciones son difíciles. Principalmente, se trata de ganar tiempo y mejorar el confort de las personas atendidas. </p>
<p>Existen ejemplos de comunicación entre niveles asistenciales que pueden evitar desplazamientos innecesarios con garantías y satisfacción de los pacientes. Además, cada vez más programas basados en la inteligencia artificial (IA) ayudan a que escojamos el mejor recurso para nuestra urgencia. No sólo permite reducir los tiempos de espera, sino también que seamos tratados por el profesional más experto según la patología que padezcamos. </p>
<p>Hace dos años, la OMS publicaba el informe <a href="https://openwho.org/courses/ethics-ai"><em>Ethics and governance of artificial
intelligence for health</em></a> (Ética y gobernanza de la inteligencia artificial en el ámbito de la
salud), donde reconocía las grandes posibilidades de la IA para
mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo siempre que no se usara
indebidamente.</p>
<h2>Seguimiento a distancia, realidad virtual y drones</h2>
<p>La utilización de herramientas digitales no es nueva, pero aún queda mucho camino por andar. En Cataluña, por ejemplo, cuando alguien es atendido por el Sistema de Emergencias Médicas se realiza un preinforme digital que los médicos del hospital pueden consultar antes de que llegue el paciente. Así, los facultativos tienen acceso a información de primera mano del momento más agudo del caso. Eso facilita la preparación del equipo que se ocupará de esa persona. </p>
<p>Otro exponente es la aplicación <a href="https://catsalut.gencat.cat/ca/serveis-sanitaris/la-meva-salut/index.html#googtrans(ca%7Ces)">La Meva Salut</a>. Gracias a ella, los pacientes disponen de todas sus pruebas e informes en su dispositivo móvil y pueden mostrarlos si son atendidos en otra comunidad con un sistema informático sanitario distinto. </p>
<p>En estos momentos también se están desarrollando <a href="https://www.segre.com/es/lleida/230930/aplicacion-controlados-casa-pacientes-traumatismo-cabeza_221882.html">aplicaciones</a> que permiten hacer el seguimiento en domicilio tras el alta en urgencias, facilitando que alguien esté pendiente de ese paciente tras las primeras 48 horas del alta. Además, disponemos de herramientas basadas en la IA que ayudan a detectar la <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-articulo-las-3d-3d-como-herramienta-valoracion-S0211139X22000713">fragilidad de personas mayores</a> que acuden a urgencias y programar seguimientos en su casa. </p>
<p>Pero el potencial de las nuevas tecnologías no se detiene aquí: abarca desde la formación en entornos de realidad virtual, donde se pueden simular situaciones reales para entrenar en maniobras de reanimación cardiopulmonar en ámbitos hostiles, hasta la posibilidad de trasladar dispositivos de desfibrilación mediante drones a lugares de acceso complicado.</p>
<p>En cualquier caso, no se trata de sustituir la atención de los profesionales por tecnología, sino de sacarle el máximo rendimiento para mejorar la asistencia.</p>
<h2>Qué nos deparará el futuro</h2>
<p>En los próximos años vamos a presenciar un aumento considerable de tecnologías basadas en la inteligencia artificial, lo que también plantea una profunda reflexión ética sobre el acceso y la custodia de la información manejada por estos dispositivos. Por eso es necesaria una regulación que evite su mal uso e, incluso, la propagación indebida de datos tan sensibles como los relacionados con la salud. </p>
<p>Además, todos estos recursos pueden ahondar la brecha digital que existe entre distintos grupos de población. Su desarrollo debe ir acompañado de una mayor alfabetización de los pacientes, para que el sistema encargado de proteger y cuidar a los más vulnerables no los deje atrás.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/216012/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Oriol Yuguero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las nuevas tecnologías se revelan como una herramienta imprescindible para desterrar las imágenes de urgencias colapsadas. Por ejemplo, la inteligencia artificial ya reduce los tiempos de espera y ayuda a elegir al especialista más adecuado.Oriol Yuguero, Médico de Urgencias e Investigador del IRBLLEIDA en el área de Urgencias y Emergencias. Profesor Asociado UOC y ULL, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2144992023-11-02T18:20:28Z2023-11-02T18:20:28ZCómo ayudar a los bosques a adaptarse al cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/556307/original/file-20231027-21-uhmqoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5973%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pinares de pino carrasco ('Pinus halepensis').</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://adaptaleppo.eu/">LIFE ADAPT-ALEPPO</a></span></figcaption></figure><p>En el imaginario colectivo, el cambio climático es un problema que afectará a las generaciones futuras. Pero lo cierto es que sus consecuencias ya han comenzado, como constata científicamente el <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-cycle/">último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC</a>). </p>
<p>En los últimos meses hemos podido, además, asomarnos a la ventana de lo que será la nueva normalidad climática: récords de temperatura nunca vistos, sequías pertinentes seguidas de lluvias torrenciales, incendios devastadores a lo largo del planeta… Por desgracia, ya no basta con reducir de manera drástica las emisiones. Debemos pensar seriamente en adaptarnos a los cambios que se están produciendo, y a los que quedan por llegar.</p>
<h2>Consecuencias para los bosques</h2>
<p>Cuando hablamos de cambio climático, solemos pensar en los bosques como parte de la solución. Y efectivamente, son un importante sumidero de carbono por su capacidad de fijar dióxido de carbono de la atmósfera al hacer la fotosíntesis. Sin embargo, también ellos sufren las consecuencias del cambio climático. El aumento de temperaturas junto a las sequías prolongadas a menudo los llevan al límite. </p>
<p>En algunos casos acaban provocando <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-018-07539-6">fenómenos de mortalidad generalizada</a>, llamados <a href="https://www.nature.com/articles/s41893-020-00609-y">decaimiento</a>. Esto pone en riesgo la salud de los ecosistemas, y conlleva además la pérdida de <a href="https://meetingorganizer.copernicus.org/EGU23/EGU23-5182.html">multitud de importantes servicios que nos prestan</a>: regulación del ciclo del agua, fijación de carbono, provisión de bienes como maderas, pastos, o setas, ocio y turismo, hábitat de valor incalculable para la biodiversidad…</p>
<p>La buena noticia es que podemos ayudar a los bosques a adaptarse a estas nuevas condiciones, reduciendo las consecuencias negativas del cambio climático sobre los ecosistemas y, de paso, sobre los servicios ecosistémicos. Pero para ello es necesario actuar de forma urgente, sin esperar a que los efectos del cambio climático sean irreversibles. El reto es aplicar el mejor conocimiento técnico y científico disponible para reducir la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378112717313300">vulnerabilidad del bosque frente a los impactos del cambio climático</a>. Es precisamente lo que busca la gestión forestal para la adaptación. </p>
<h2>Menos árboles, pero más sanos</h2>
<p>Dentro de este tipo de gestión forestal, se incluyen diversas medidas. Un claro ejemplo es la <a href="https://www.upv.es/noticias-upv/noticia-9660-estudio-iiama-u-es.html">selvicultura ecohidrológica</a>, que propone, aunque parezca paradójico, que reducir el número de árboles fomenta bosques más sanos, con árboles más vigorosos y resistentes a las sequías. Pero no se puede hacer de cualquier manera, ya que el objetivo es optimizar el uso del agua por parte del ecosistema en su conjunto. </p>
<p>En otros casos, cuando los bosques son demasiado homogéneos, interesa <a href="https://theconversation.com/aumentar-la-biodiversidad-de-los-bosques-hara-que-resistan-al-cambio-climatico-149212">fomentar una mayor diversidad de especies</a> y modificar su estructura. Así conseguiremos que el ecosistema disponga de mayor complejidad, y tendrá un mayor abanico de opciones para poder responder y hacer frente a las condiciones futuras. </p>
<p>También hay que <a href="https://theconversation.com/como-limpiamos-el-monte-y-como-lo-pagamos-197227">tener en cuenta los incendios forestales en la gestión</a>, reduciendo el riesgo de incendio y fomentando la producción de semilla o rebrote, que aseguran la recuperación natural tras el fuego. </p>
<p>Además, en la restauración forestal ha llegado el momento de plantearse utilizar individuos o poblaciones que estén mejor adaptados a las nuevas condiciones climáticas que están llegando. Es lo que se conoce como <a href="https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/cambio-climatico/temas/impactos-vulnerabilidad-y-adaptacion/cap41-eldebatedelamigracionasistidaenlosbosquesdeeuropaoccidental_tcm30-70243.pdf">migración asistida</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Pinos carrasco." src="https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/555814/original/file-20231025-25-fgizl4.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El pino carrasco o pino de Alepo es un árbol originario de la región mediterránea.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://adaptaleppo.eu/multimedia/">Proyecto LIFE ADAPT-ALEPPO</a></span>
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<h2>Protegiendo el pino carrasco</h2>
<p>Pero como dice el refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Por eso es necesario comprobar <em>in situ</em> cómo funcionan estas técnicas en sistemas reales. Es lo que buscan proyectos de conservación del medio natural como el <a href="https://adaptaleppo.eu/">Life ADAPT-ALEPPO</a>, que implementa y desarrolla estrategias de reducción de la vulnerabilidad mediante herramientas de adaptación al cambio climático en bosques ibéricos de pino carrasco. Dicho pino, también llamado pino de Alepo (de ahí el nombre del proyecto), es la especie más característica del mediterráneo español, <a href="https://www.euforgen.org/species/pinus-halepensis/">cubriendo más de 3,5 millones de hectáreas en esta región</a>.</p>
<p>Este <a href="https://adaptaleppo.eu/">proyecto</a> ha desarrollado una metodología para la detección temprana de los procesos de decaimiento en bosques de pino carrasco. Se han establecido más de 40 rodales demostrativos en la región mediterránea de la península ibérica (Cataluña, Aragón, Comunidad Valencia, Castilla-La Mancha y Murcia) donde validar las técnicas anteriormente descritas. </p>
<p>Para ello, se está realizando un seguimiento técnico que durará varios años para evaluar su efectividad y poder extraer conclusiones prácticas con las que adaptar la gestión forestal de estos hábitats. El objetivo final es contribuir a mejorar la resiliencia de los bosques de pino carrasco frente al <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/11/4/048002">cambio climático antropogénico</a>. Además se generará un conocimiento muy valioso para poder replicar estas prácticas en bosques de otras especies y en otras zonas de España y del mediterráneo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214499/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los bosques mitigan el calentamiento global, pero sufren sus consecuencias. Gestionar el paisaje para optimizar su densidad y diversidad son estrategias para aumentar su resistencia.Daniel Moya Navarro, Profesor Titular e Investigador en grupo ECOFOR, Universidad de Castilla-La ManchaAitor Ameztegui, Profesor Serra-Húnter en la Universitat de Lleida e Investigador en el Grupo de Investigación ADAPTAFOR, del CTFC, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2152822023-10-11T19:50:57Z2023-10-11T19:50:57ZLa casa Usher de Edgar Allan Poe vuelve a levantarse<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/552770/original/file-20231009-21-qgpcav.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C1789%2C1196&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma de la nueva adaptación del relato 'La caída de la casa Usher'.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.filmaffinity.com/es/film816971.html">FilmAffinity/Netflix</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p>“El profundo y corrompido estanque se cerró sombrío, silencioso, sobre los restos de la Casa Usher”.</p>
</blockquote>
<p>Las últimas líneas del cuento “La caída de la casa Usher”, del escritor norteamericano decimonónico Edgar Allan Poe, probablemente conformen uno de los desenlaces más efectivos de la literatura universal. </p>
<p>Decía Poe que no se debía empezar a escribir sin previamente haber ideado la trama de un relato en su totalidad. En base a esta premisa, Poe ya tenía en mente el desenlace del cuento antes de empezar a escribirlo. Quizá por eso las palabras con las que concluye el relato nos incitan a releerlo para volver a erigir la casa y reproducir un proceso cíclico de creación y destrucción que nunca llega a su fin. </p>
<p>La obra de Poe sigue ejerciendo un persistente influjo tanto en los círculos académicos como en la cultura popular, como atestigua el inminente estreno en Netflix de la serie <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film816971.html"><em>La caída de la casa Usher</em></a> bajo la dirección de Mike Flanagan.</p>
<h2>Uno de sus mejores relatos</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Portada de _Burton's Gentleman's Magazine_, septiembre de 1839." src="https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=950&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=950&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=950&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1194&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1194&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/552774/original/file-20231009-21-6425vq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1194&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Portada de <em>Burton’s Gentleman’s Magazine</em>, septiembre de 1839: primera publicación de ‘La caída de la Casa Usher’ de Edgar Allan Poe.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:BurtonsGentlemansMagazine.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Desde su publicación en <em>Burton’s Gentleman’s Magazine</em> en el año 1839, “<a href="https://www.eapoe.org/works/mabbott/tom2t033.htm">La caída de la casa Usher</a>” obtuvo los favores tanto de público como de crítica. El propio Poe siempre lo consideró uno de sus mejores relatos. El editor Rufus Wilmot Griswold, con quien el escritor siempre mantuvo sus diferencias, ensalzó la historia, junto con “Ligeia”, como las obras más logradas de Poe en la <a href="https://www.eapoe.org/papers/misc1827/18500004.htm">necrológica</a> que escribió tras la muerte del autor. </p>
<p>La notoriedad que adquirió el relato propició que fuera compilado en numerosas antologías. Pese a la distancia temporal que nos separa de la época en la que Poe lo escribió, su trama sigue fascinando y aterrando por igual a propios y extraños. No en vano, a nivel temático, el teórico Tony Magistrale <a href="https://archive.org/details/studentcompanion0000magi/page/n7/mode/2up">lo considera el relato de terror por excelencia</a>, al retratar la lucha del ser humano con una fuerza maligna que lo condena inevitablemente a la destrucción. </p>
<p>Tras recibir una carta de su amigo de infancia Roderick, un narrador anónimo acude solícito a la mansión de los Usher. Allí se ve sumido en un ambiente lúgubre y malsano. Roderick adolece de una acuciante agudeza de los sentidos, mientras que su hermana Madeline sufre de <a href="https://www.rae.es/dhle/catalepsia">catalepsia</a>, por lo que su estirpe está condenada a la extinción. Poco después de la llegada del narrador a la casa, Madeline fallece y es enterrada en la cripta familiar. Pero una serie de indicios sugieren que ha sido sepultada en vida. Tras el conflicto final, el narrador contempla, desde lejos, el hundimiento literal de la casa. </p>
<p>El relato amalgama motivos recurrentes en las obras de Poe: la figura del artista atormentado, el entierro prematuro, la catalepsia, la narración subjetiva en primera persona y una atmósfera inquietante que envuelve al lector y lo incita a cuestionar la realidad que se le describe.</p>
<h2>Estudios alrededor de Poe</h2>
<p>A lo largo de los años, las interpretaciones del cuento de Poe se han sucedido en base a tres líneas de investigación: los estudios góticos, la crítica psicoanalítica y la poética de la narración. </p>
<p>“La caída de la casa Usher” <a href="https://doi.org/10.2307/3724024">ha sido considerada una historia clásica de terror</a>, debido a los rasgos antropomórficos que dotan a la casa de entidad propia y la convierten en la primera mansión encantada de la literatura norteamericana. Pero la hipersensibilidad y catalepsia de los protagonistas, junto con la inevitable extinción de su estirpe, también <a href="https://doi.org/10.2307/373885">han llevado a interpretar el cuento como un relato vampírico</a>. </p>
<p>Pese a que “La caída de la casa Usher” comparte muchos elementos narratológicos con la tradición clásica gótica, la gran innovación que introduce Poe consiste en recurrir a elementos góticos para representar estados anímicos y trastornos mentales. En este sentido, a causa de una amenazante fisura que divide la Casa Usher, la crítica psicoanalítica se ha aproximado al cuento de Poe <a href="https://books.google.es/books/about/The_House_of_Poe.html?id=lT18MAEACAAJ&redir_esc=y">como representativo de la fragmentación de la psique humana</a>. Así, se considera a Roderick <a href="https://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674331242">la personificación de la consciencia</a> que pugna por reprimir sus instintos, encarnados en Madeline. </p>
<p>Por otra parte, estudios de la obra de Poe desde la disciplina psicoanalítica han destacado <a href="https://doi.org/10.2307/460316">el paralelismo existente entre el personaje de Roderick como artista angustiado y el propio escritor</a>. También <a href="https://archive.org/details/lifeworksofedgar0000bona">acentúan su mutua fijación incestuosa con lo materno</a>, puesto que la relación entre Roderick y Madeline remite al matrimonio de Poe con su joven prima Virginia Eliza Clemm. </p>
<p>Finalmente, debido a la presencia del estanque en el que se refleja la casa, introduciéndola en un espacio simbólico, se ha considerado que <a href="https://www.cambridge.org/core/books/abs/cambridge-companion-to-edgar-allan-poe/poes-constructiveness-and-the-fall-of-the-house-of-usher/06BBE2E9FD7FAD42E66B03891867B955">la historia alude explícitamente al propio proceso creativo</a> al ilustrar los preceptos de unidad de efecto y de diseño preestablecido a los que aludía Poe. </p>
<p>En la actualidad, nuevas interpretaciones han focalizado la atención en otros aspectos del cuento. </p>
<p>Desde el deconstruccionismo, <a href="https://doi.org/10.2307/303167">se interpreta “La caída de la casa Usher” como la fantasía de un escritor</a> por crear una estructura narrativa mediante la cual se erige una construcción arquitectónica cuyo derrumbamiento precisamente da origen al relato. </p>
<p>Los estudios feministas se han aproximado al cuento de Poe como <a href="https://worldcat.org/es/title/18441310">sintomático del terror ancestral hacia la sexualidad de la mujer</a>. También han identificado un <a href="https://books.google.es/books/about/Poe_Ligeia_and_the_Problem_of_Dying_Wome.html?id=iaetAQAACAAJ&redir_esc=y">halo de subversión de los roles de género decimonónicos</a> en base a la rebelión de Madeline como personaje femenino. </p>
<p>Desde la ecocrítica <a href="https://www.jstor.org/stable/2923302">se ha interpretado la casa Usher como ente orgánico</a>, ahondando en una simbiosis entre paisaje y humanidad, que sugiere una venganza, por parte de la naturaleza, al haber sido corrompida.</p>
<h2>Influencia en otras artes</h2>
<p>Debido a la caracterización de Roderick Usher como artista especialmente dotado para la literatura, la música y la pintura, el relato de Poe también sugiere una marcada intertextualidad entre las artes que ha inspirado obras de diversa índole. </p>
<p>El cuento de Poe ha ejercido su influjo en la poesía simbolista francesa y en la literatura contemporánea de terror desde H.P. Lovecraft hasta Stephen King. Así, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_resplandor_(novela)"><em>El resplandor</em></a> (1977), <a href="https://www.jstor.org/stable/43308170">como apunta el crítico Burton Pollin</a>, remite a “La caída de la casa Usher” en lo que atañe a la caracterización del protagonista, Jack Torrance, como escritor atribulado y al colapso final del hotel Overlook. </p>
<p>Por su parte, <a href="https://youtu.be/twdviZpvvfg?si=M7ckG88kS4qbpa_y">el compositor francés Claude Debussy</a> se declaró obsesionado por el personaje de Roderick Usher hasta llegar a escribir una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_ca%C3%ADda_de_la_Casa_Usher_(Debussy)">ópera inconclusa basada en el cuento de Poe</a>. La publicación de ediciones ilustradas del relato, entre ellas las de <a href="https://crawfordartgallery.ie/work-of-the-week-2-january-2023/">Harry Clarke</a> y <a href="https://www.gettyimages.es/detail/fotograf%C3%ADa-de-noticias/the-fall-of-the-house-of-usher-by-edgar-allan-fotograf%C3%ADa-de-noticias/587838040?language=es">Arthur Rackham</a>, sirvió de inspiración a numerosos pintores surrealistas. </p>
<p>Asimismo, debido a la sucesión de elementos visuales a lo largo de su trama, este cuento siempre ha ejercido una marcada fascinación en todo tipo de cineastas. Alfred Hitchcock se declaró un admirador incondicional de Poe. En algunas de sus obras maestras se aprecia el influjo del relato. El crítico Dennis Perry <a href="https://books.google.es/books/about/Hitchcock_and_Poe.html?id=aJXN1qz9YLcC&redir_esc=y">argumenta</a> que el planteamiento inicial de <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film647094.html"><em>Vértigo</em></a> (1958), en el que Elster acude a Scottie para vigilar a su esposa, remite a la petición de Roderick al narrador con respecto a Madeline. Y en <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film363992.html"><em>Psicosis</em></a> (1960), el desdoblamiento de personalidades, el ambiente decadente que impregna la casa y la laguna que la circunda evocan, de forma manifiesta, el relato de Poe. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Póster de la adaptación de _La caída de la Casa Usher_ a cargo de Roger Corman (y protagonizada por Vincent Price)." src="https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=911&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=911&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=911&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1145&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1145&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/552778/original/file-20231009-29-y090pm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1145&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Póster de la adaptación de <em>La caída de la Casa Usher</em> a cargo de Roger Corman (y protagonizada por Vincent Price).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:House_of_Usher_(1960)_-_Poster.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>En sí mismo, este cuento ha sido objeto de numerosas adaptaciones cinematográficas. En 1928, se estrenaron las dos primeras: <a href="https://youtu.be/fjAR7jaoV3g?si=Ie1DRK3eC1xK_xYv">un mediometraje francés</a> de estética vanguardista dirigido por Jean Epstein, que aúna “La caída de la Casa Usher” con “El retrato oval”; y <a href="https://youtu.be/RWdof3pGShc?si=-slVl4MdDoITxnRX">un cortometraje norteamericano de influencias expresionistas</a> de James Sibley Watson y Melville Webber, que recrea el ambiente angustioso del cuento original. </p>
<p><a href="https://youtu.be/QslKMIOeME8?si=yQoos3GTNFXSKVxm">La adaptación a cargo de Roger Corman</a> en 1960 ha sido ampliamente aclamada. Supuso el principio de una serie de adaptaciones de los cuentos de Poe por parte de Corman que adquirieron una gran notoriedad en la época y contribuyeron a popularizar las obras del escritor norteamericano entre las nuevas generaciones. </p>
<p>Con estos precedentes, la serie de Mike Flanagan utiliza los argumentos y temas recurrentes en la obra de Poe y los traslada a una época contemporánea mediante una trama repleta de <em>vendettas</em> intrafamiliares. </p>
<p>Mediante esta nueva revisión del cuento, se confirma la naturaleza cíclica de la ascensión y caída de la casa Usher y de sus integrantes. Estos, pese a permanecer bajo las aguas corrompidas del estanque, emergen una vez más para derrumbarse y volver a regenerarse por el perenne ciclo de la creatividad y el persistente legado de Poe que se extiende hasta nuestros días. </p>
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</figure><img src="https://counter.theconversation.com/content/215282/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marta Miquel-Baldellou ha recibido fondos correspondientes a becas y ayudas de investigación predoctorales y postdoctorales, y participa como investigadora colaboradora en proyectos de investigación financiados por organismos gubernamentales. </span></em></p>El 12 de octubre se estrena en Netflix una nueva adaptación de ‘La caída de la Casa Usher’, el cuento de terror de Edgar Allan Poe.Marta Miquel-Baldellou, Investigadora postdoctoral en el "Centro de Literaturas y Culturas en Inglés" de la Universidad de Lleida. Especializada en estudios culturales, literatura comparada y ficción audiovisual., Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2094682023-09-26T18:50:16Z2023-09-26T18:50:16Z¿Nos enfrentamos a una lucha entre generaciones? La profiguración y la sostenibilidad social<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/543726/original/file-20230821-29-intbsc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C1540%2C921&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma de la película 'Alcarràs', dirigida por Carla Simón en 2022, que narra la historia de una familia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.imdb.com/title/tt11930126/">IMDB</a></span></figcaption></figure><p>En la película española <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film457848.html"><em>Alcarrás</em></a>, la directora Carla Simón nos hace reflexionar sobre la sostenibilidad humana: lo hace desde una perspectiva “glocal” (global desde lo local) en la que la relación y dependencia entre generaciones tiene un papel fundamental. </p>
<p>En su descripción de la vida de una familia de agricultores de Lleida en la época actual, plantea un problema cercano y comunitario que se enmarca en una situación global. La historia demuestra la vigencia de la máxima “piensa globalmente, actúa localmente” y la importancia de nuestras actuaciones individuales en el devenir comunitario y social.</p>
<p>En la película se crean y se recrean espacios intergeneracionales. Las distintas generaciones tienen sus propios espacios, pero también se muestran los espacios comunes: las niñas y niños interactúan con los hermanos y hermanas (y primos, tíos, tías), con los adultos y con los abuelos. Aprenden canciones, juegan a ser adultos y dan frescura y distanciamiento frente a los problemas que van surgiendo. Los adolescentes y adultos se retan en el aprendizaje de la vida que “va en serio”. Los abuelos ayudan a los padres en esta vida centralizada en la subsistencia, pero también dando respiros alternativos. </p>
<p>Es un mundo de cuidados intergeneracionales: todos y todas cuidan a los demás. Pero dejando aire suficiente entre cada generación. ¿Se están perdiendo, al igual que los melocotoneros de la película, estos espacios familiares en que todos –mayores, pequeños, jóvenes y adultos– tienen su papel?</p>
<h2>Ruptura generacional</h2>
<p>El pacto entre generaciones es una necesidad social en este mundo globalizado en el que una serie de situaciones tensionan la convivencia. Aunque quizá no tanto como para hablar de una “<a href="https://www.academia.edu/190609/Intergeneraciones">lucha entre generaciones</a>” que sustituye a la lucha de clases, hay datos objetivos que indican que la tensión entre generaciones está aumentando.</p>
<p>La pandemia de covid-19 ha facilitado algunos cuidados intergeneracionales pero ha provocado, en otras ocasiones, un mayor distanciamiento entre las generaciones: se han incrementado los tópicos en relación con los mayores y los jóvenes, y el <a href="https://fundacionlacaixa.org/es/personas-mayores-recursos-digitales-glosario-edadismo#:%7E:text=El%20edadismo%20es%20una%20forma,de%20nuestros%20estereotipos%20y%20prejuicios">edadismo</a> con visiones de los jóvenes como egoístas y violentos, poco respetuosos o poco comprometidos.</p>
<p>Al mismo tiempo, la generación de entre 19 y 34 años tiene muchas dificultades para emanciparse y alcanzar una autonomía consolidada. Muchos jóvenes <a href="https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/jovenes-africanos-replantean-tener-hijos-causa-cambio-climatico">dudan sobre tener hijos</a> porque ven el futuro muy incierto y sobre todo no ven clara la sostenibilidad del planeta. El <a href="https://es.statista.com/estadisticas/488897/tasa-de-paro-juvenil-en-los-paises-de-la-ue/">paro</a> <a href="https://www.injuve.es/observatorio/formacion-empleo-y-vivienda/jovenes-y-paro-registrado-febrero-2023">alcanza unos porcentajes desorbitados</a> entre los jóvenes: una tasa de <a href="https://es.statista.com/estadisticas/488897/tasa-de-paro-juvenil-en-los-paises-de-la-ue/">29,4 % en España</a>, una media de <a href="https://es.statista.com/estadisticas/635883/evolucion-mensual-de-la-tasa-de-desempleo-juvenil-en-la-ue-y-la-zona-euro/">14,4 % en Europa</a> y en <a href="https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_853133/lang--es/index.htm#:%7E:text=En%20los%20pa%C3%ADses%20de%20Am%C3%A9rica,la%20crisis%20exacerb%C3%B3%20esa%20tendencia">Latinoamérica</a> llega al 20,5 %, en un marco de temporalidad y precariedad. </p>
<p>Por otra parte, los índices de pobreza <a href="https://www.ine.es/ss/Satellite?L=en_GB&c=INESeccion_C&cid=1259925418075&p=%5C&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout&param1=PYSDetalle&param3=1259924822888#:%7E:text=En%20Espa%C3%B1a%2C%20seg%C3%BAn%20los%20resultados,hombres%20(21%2C1%25)">están aumentando</a> particularmente entre la población infantil y los adultos mayores. Muchos ancianos viven en <a href="https://elobservatoriosocial.fundacionlacaixa.org/-/la-soledad-no-deseada-en-las-personas-mayores">soledad no deseada</a> y, a veces, son objeto de discriminación por edad (edadismo) o incluso de engaños. </p>
<h2>“Profiguración”: un nuevo contrato social</h2>
<p>En este sentido, es preciso un cambio de mentalidad que permita establecer un renovado pacto social, basado en la interdependencia entre generaciones. El entendimiento entre generaciones es además el mejor enfoque para afrontar la sostenibilidad del planeta.</p>
<p>Este renovado contrato social ha de poner los cuidados en el centro de la política social (servicios sociales, política fiscal, cuidado de grupos vulnerables) para comprometernos por un mundo común y mejor.</p>
<p>El término “<a href="https://www.catarata.org/libro/el-nuevo-contrato-social-entre-generaciones_118870/">profiguración</a>” (a partir del latín <em>figuratio</em> –formar parte de un determinado conjunto de personas, también destacar o ser considerado importante– y del prefijo latino <em>pro</em> –en favor de–) hace referencia a este acuerdo y reconocimiento necesario entre generaciones en la sociedad actual. </p>
<p>Se trata de un nuevo tipo de socialización que aúna y transciende la postfiguración, configuración y prefiguración de <a href="https://publishing.cdlib.org/ucpressebooks/view?docId=ft1p300479;chunk.id=d0e249;doc.view=print">Margaret Mead</a> y actualiza la figuración social de <a href="https://www.aacademica.org/luis.j.gonzalez.oquendo/2.pdf">Norbert Elias</a>.</p>
<p>¿Por qué crear una palabra nueva? </p>
<p>Las palabras tienen efecto sobre las personas (el efecto perlocutivo): si hablamos de paz, estaremos pacificando, si hablamos de convivencia, conviviendo… si hablamos de profiguración, estaremos profigurando, estableciendo relaciones respetuosas, complementarias y enriquecedoras entre generaciones.</p>
<p>Nombrar una idea, dar nombre a enfoques renovados y renovadores, es identificar posibles alternativas de debate y de orientar la acción. Si algo no se nombra no existe y, al contrario, si se define, nos permite comprender y actuar.</p>
<h2>Superar puntos ciegos</h2>
<p>El “punto ciego generacional” no nos permite ver más allá de parámetros intrageneracionales, tomando decisiones cortoplacistas, pero no de futuro. La profiguración es la visión binocular o estereoscópica para superar dicho punto ciego. </p>
<p>Está basada en la comunicación y en el diálogo, en la interacción social y la interdependencia humana. En descubrir la necesidad del otro, de la convivencia, del altruismo y de la solidaridad: las relaciones intergeneracionales permiten aprender el arte de vivir entre niños, jóvenes, adultos y ancianos… y superar los prejuicios o discriminación por razones de edad (tanto en relación con la gente mayor como con los jóvenes).</p>
<p>La profiguración advierte sobre la supuesta ruptura entre generaciones y ayuda a evitarla o superarla, teniendo en cuenta las generaciones presentes y las generaciones futuras. Se ha de analizar cómo la toma de decisiones actual influirá en esas generaciones futuras. </p>
<p>Un ejemplo de pensar (y actuar) teniendo en cuenta las generaciones futuras lo encontramos en los pueblos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Siux_oglala">Oglala Lakota en Dakota del Sur</a>, obligados a incorporar en sus tomas de decisiones los intereses de las personas de siete generaciones posteriores.</p>
<h2>El futuro del planeta y de la humanidad</h2>
<p>Ya en los años 70 del siglo pasado, la antropóloga <a href="https://www.gedisa.com/gacetillas/893012.pdf">Margaret Mead</a> hablaba de una ruptura generacional a nivel planetario. Hoy, ante las llamadas a la acción en relación con la sostenibilidad del planeta, cuando las últimas Cumbres del Clima no están teniendo los resultados esperados ni tampoco la Agenda 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es todavía más importante evitarla. </p>
<p>Teniendo en cuenta la importancia de la conservación del medio ambiente, de la salud y la sostenibilidad humana, y, por tanto, del bienestar de las generaciones presentes y futuras, la profiguración se nos muestra como el nuevo contrato social intergeneracional que debe facilitar un futuro de cuidados y sostenible.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/209468/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fidel Molina-Luque recibe fondos de
Universidad de Lleida.
Ministerio de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España (MINECO), Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea (UE) </span></em></p>La comunicación entre generaciones es la vía más eficaz para la sostenibilidad del planeta y de la sociedad. Profiguración es un término original que define un nuevo pacto social intergeneracional.Fidel Molina-Luque, Catedrático de Sociología, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2143322023-09-25T21:14:52Z2023-09-25T21:14:52ZLas palabras que perdemos debido al abandono rural<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/550086/original/file-20230925-17-xxjui6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4368%2C2896&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/villanueva-de-la-vera-spain-march-1985630594">m.e.s.t.o.c.k / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El nuevo curso político se estrena en España con una polémica en torno al uso de las diferentes lenguas oficiales en el Congreso. Previamente, el Gobierno de España había <a href="https://theconversation.com/catalan-euskera-y-gallego-futuras-lenguas-oficiales-de-la-ue-213136">solicitado a Bruselas</a> el reconocimiento del vasco, catalán y gallego como lenguas oficiales de la Unión Europea. Más allá del ruido mediático, cabe preguntarse si realmente es importante la diversidad lingüística.</p>
<p>¿Qué perdemos como sociedad cuando las lenguas languidecen y se erosiona su complejidad? ¿Se está realmente promoviendo la preservación de la diversidad lingüística desde las instituciones? </p>
<p>Conviene aclarar que no aportaré un análisis lingüístico porque quien escribe es ingeniero de montes. Me centraré, por tanto, en las implicaciones de la pérdida de diversidad de lenguas en la etnobotánica y el desarrollo de nuevas medicinas, sus consecuencias culturales e, incluso, las climáticas.</p>
<h2>Diversidad lingüística y medicamentos</h2>
<p>Solemos asociar la pérdida de diversidad lingüística con la extinción de una lengua. Pero, en ocasiones, basta con la desaparición de unas pocas palabras clave, aquellas asociadas con unos conocimientos básicos, para que la esencia de ese idioma o, por lo menos, la esencia de la cultura que encapsula, aquello que la distingue, desaparezca.</p>
<p>La lengua es la depositaria de los conocimientos que una sociedad tiene de su medio. Cada sociedad vive una realidad única, diferente a la de los demás, por lo que existen algunas voces irrepetibles en cada idioma. Es decir, palabras que solo se inventaron en una lengua y que son como pequeñas, pero vitales e irrepetibles, píldoras de conocimiento.</p>
<p>El ácido acetilsalicílico de las aspirinas proviene del sauce, la morfina de la amapola y la penicilina de un hongo. Los principios activos en muchos medicamentos proceden de distintas plantas y microorganismos, y fueron las sociedades rurales sus descubridoras iniciales. </p>
<p>Los antiguos egipcios, por ejemplo, <a href="https://www.acs.org/education/whatischemistry/landmarks/historia-quimica/descubrimiento-desarrollo-penicilina.html">aplicaban una cataplasma de pan mohoso a las heridas infectadas</a>, un precursor de los antibióticos modernos, que se perdió en la oscuridad del olvido hasta el famoso descubrimiento de Alexander Fleming, hace ahora 90 años. Estos conocimientos botánico-fúngicos existen, mayoritariamente, en un único idioma y en una única sociedad, por lo menos hasta que son comercializados.</p>
<p>Un estudio reciente cuantificó que <a href="https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2103683118">el 75 % de las 12 500 funciones medicinales</a> que se han descubierto en las plantas de América del Norte, el Amazonas e Indonesia solo se conocen en una lengua. En la lengua de la comunidad indígena que descubrió la propiedad medicinal en cuestión. Es cierto que hay mucha superchería en torno a las plantas medicinales. Pero lo destacable es que si logramos conjugar el saber tradicional, con el tamiz de la ciencia, probablemente seremos capaces de desarrollar nuevas terapias contrastadas.</p>
<h2>Amenazas a la diversidad lingüística: urbanización y abandono rural</h2>
<p>Diferentes amenazas planean sobre este saber tradicional. Por ejemplo, un cambio en el estilo de vida de sus hablantes, donde la nueva realidad elimina la necesidad de usar las viejas voces.</p>
<p>En el caso de las comunidades indígenas antes comentadas, la principal amenaza está en que muchas están adoptando modos de vida urbanos (aunque sea en contra de su voluntad, <a href="https://mitpress.mit.edu/9780262516006/conservation-refugees/">como se ha documentado en numerosas ocasiones</a>). En Europa, al igual que en otras zonas industrializadas del planeta, una de las principales amenazas a la diversidad lingüística la encontramos en el abandono rural.</p>
<p>Estamos perdiendo, a pasos de gigante, nuestras palabras y, por ende, nuestros conocimientos sobre el mundo rural y la naturaleza. Estamos hablando de <a href="http://www.ganaderiaextensiva.org/cabras-en-gredos/">esas actividades que han sido apartadas como consecuencia de la modernidad</a>. Y así acabamos desnaturalizando nuestra cultura.</p>
<p>Más allá de los medicamentos, apenas nadie recuerda ya qué eran la <a href="https://es.wiktionary.org/wiki/trementina">trementina</a> o la pez y, mucho menos, cómo se obtenían. Sin embargo, se trata de productos necesarios en un contexto de mitigación del cambio climático, porque tienen una huella de carbono infinitamente menor que los derivados del petróleo que los han sustituido. Algo parecido ocurre con la <a href="https://dle.rae.es/chasca?m=form">chasca</a>, el <a href="https://dle.rae.es/barrujo">barrujo</a>, y un sinfín de productos forestales que hemos dejado de lado.</p>
<h2>La pérdida cultural derivada de la erosión lingüística</h2>
<p>Algunos dirán que la vida en el campo era muy dura y que la revolución industrial, primero, y la tecnológica, después, han permitido que vivamos con mayor comodidad. Pero estamos dando las espaldas a nuestras costumbres, a nuestras tradiciones y a la naturaleza. En esta búsqueda del progreso, nos hemos adentrado en un proceso de desconexión que nos lleva a la ignorancia de nuestro medio. Y eso tiene un precio.</p>
<p>Como en <a href="https://efe.com/espana/2023-08-05/incendio-portbou-girona/">el incendio que azotó Portbou (Girona) este verano</a>: la única razón por la que se quedó en 500 hectáreas fue porque el incendio avanzó hacia una de las pocas zonas que todavía quedaban pastoreadas. Gracias a ello, los bomberos pudieron frenar su avance que, si no, hubiera afectado a unas 3 000 hectáreas, según los cálculos de Bombers.</p>
<p>Los legisladores de las capitales viven de una forma absolutamente ajena a esta pérdida de voces y de lexicones, a esta pérdida de nuestra cultura. La defensa de las lenguas se queda en poco más que gesticulaciones, alharacas y aspavientos. Cualquiera que se quiera volver a dedicar a uno de estos oficios en fase de desaparición, que es la única forma de mantener vivas estas palabras, este conocimiento y esta cultura, <a href="https://om.ciheam.org/om/pdf/a126/a126.pdf#page=127">sólo encontrará frenos administrativos y burocracia</a>. No es que los antiguos oficios estén muriendo, si no que los están matando.</p>
<p>¿Queremos potenciar la diversidad lingüística? Un primer paso podría estar en condecorar a nuestros pastores. Están salvando el monte y, además, son garantes de una cultura milenaria que, poco a poco, va pereciendo asfixiada en los humos de la modernidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214332/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios es Investigador Principal del red de seguimiento de daños de los incendios del 2002 (ARS22) y recibe fondos del MICINN (RED2022-134156-T, PID2022-138158OB-I00) y de la Unión Europea.</span></em></p>¿Qué perdemos cuando las lenguas se erosionan? En el caso de las palabras relacionadas con la tradición rural, desaparecen valiosos conocimientos sobre recursos naturales, como los de uso medicinal y los productos forestales.Víctor Resco de Dios, Profesor de ingeniería forestal y cambio global, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2115292023-08-16T18:30:58Z2023-08-16T18:30:58Z¿Vuelve la covid-19?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/543019/original/file-20230816-25-574lhh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C3994%2C2640&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/patient-covid19-did-express-test-home-1888412188">Helen Sushitskaya / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos días se está hablando mucho de un incremento de casos de covid-19. Volvemos a tener conocidos de círculo cercano o familiares que han contraído la enfermedad y <a href="https://efe.com/portada-espana/2023-08-11/covid-repunte-verano-leve-hospitales-enfermedades-respiratorias/">los medios de comunicación están informando sobre ello</a>. También se está especulando con las posibles causas: desde la expansión de una <a href="https://www.reuters.com/world/what-is-eris-new-covid-variant-2023-08-14/">nueva variante</a> hasta el cese de la obligatoriedad del uso de las mascarillas <a href="https://theconversation.com/hasta-las-pandemias-pasan-de-moda-205164">tras finalizar la emergencia sanitaria de importancia internacional</a>.</p>
<h2>Situación actual</h2>
<p>Lo cierto es que sí que se está detectando una mayor presencia de la dolencia en las últimas semanas, aunque los datos deben interpretarse con cautela por las limitaciones actuales en la realización de pruebas. En España, por ejemplo, así lo muestra el <a href="https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Documents/GRIPE/Informes%20semanales/Temporada_2022-23/Informe%20semanal_SiVIRA_312023.pdf">último informe del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (SiVIRA)</a>: la tasa de covid-19 identificada en atención primaria ha aumentado significativamente desde el 2 de julio de 2023 (29,3 casos por 100 000 habitantes) hasta el 6 de agosto de 2023 (88 casos por 100 000 habitantes). </p>
<p>En el mismo período, la tasa de hospitalización ha pasado de 0,6 a 2,04 casos por 100 000 habitantes, si bien ha registrado fluctuaciones. El porcentaje de positividad a SARS-CoV-2 se sitúa en la última semana en el 32 %, cuando hace un mes estaba en 24 %. De todos modos, la tendencia es muy diferente según comunidades y territorios.</p>
<p>En la Unión Europea también se ha <a href="https://www.ecdc.europa.eu/en/covid-19/country-overviews">notificado</a> durante este mismo lapso de tiempo una tendencia creciente de casos en la mayoría de los grupos de edad, aunque los demás indicadores se mantienen estables.</p>
<h2>¿Significa que la covid-19 ha vuelto?</h2>
<p>Hay que ser conscientes de que, en realidad, <a href="https://theconversation.com/inmunidad-de-grupo-que-lecciones-podemos-extraer-de-la-pandemia-de-covid-19-200841">la covid-19 nunca se fue</a>. El virus SARS-CoV-2 permanece entre nosotros. Y por eso, no es extraño que volvamos a ver repuntes cuando las circunstancias cambian. Lo hemos experimentado ya con anterioridad en estos últimos casi cuatro años. </p>
<p>Este virus no se está comportando como otros estacionales, que circulan poco en los momentos de mayor temperatura y reaparecen en las épocas frías. En el caso del SARS-CoV-2, hemos tenido ondas importantes casi todos los veranos. Las circunstancias que cambian son nuestros comportamientos: mayores interacciones sociales, con personas de ámbitos diversos y edades variadas y en lugares en los que no estamos el resto del año. </p>
<p>En esta ocasión, a ello cabe añadirse la percepción, probablemente mayoritaria, de que la enfermedad ya no existe o de que ya no debemos ni preocuparnos ni ocuparnos de ella. Esto hace que, en general, se haya relajado la actitud de precaución y la conducta que podría reducir la transmisión. </p>
<p>Tal cambio de percepción es explicable por los años que llevamos conviviendo con el virus. La pandemia nos ha afectado duramente, limitando las relaciones personales y profesionales, con un importante impacto tanto en la economía como en nuestras vidas. </p>
<h2>La nueva variante de SARS-CoV-2</h2>
<p>En España, según el citado informe de SiVIRA, la variante XBB es la que ha presentado mayor circulación en las últimas cinco semanas (33 %). En los casos hospitalizados, las variantes más presentes son, durante este período, la XBB.1.5 (38 %), la BA.2 (38 %) y la XBB (13 %). En la Unión Europea, según los datos de que dispone <a href="https://www.ecdc.europa.eu/en/covid-19/variants-concern">el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades</a>, correspondientes a diez países, la más abundante es la XBB.1.5 (94,8 %).</p>
<p>Una nueva subvariante, considerada todavía por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en <a href="https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/09082023eg.5_ire_final.pdf?sfvrsn=2aa2daee_1">su última evaluación como variante de interés</a>, es la denominada EG.5, un linaje descendiente de la XBB.1.9.2. La mayor parte de las secuencias de EG.5 detectadas en todo el mundo corresponden a China (2 247 secuencias, el 30,6 % del total). También está presente en España (107 secuencias, el 1,5 %). </p>
<p>En el último mes se ha observado un incremento de la proporción de la subvariante EG.5. La OMS la califica en su último informe como de riesgo bajo para la salud pública a nivel mundial, según la evidencia disponible. Si bien ha mostrado una mayor prevalencia y propiedades de escape inmunitario, no se han informado cambios en la gravedad de la enfermedad. Concretamente, la OMS considera que esta subvariante puede “causar un aumento en la incidencia de casos y volverse dominante en algunos países, o incluso a nivel mundial”.</p>
<p>En conclusión, sí estamos en un período de incremento de incidencia de la covid-19, pero no parece que tenga impacto sobre la gravedad de los casos. En España, aunque se ha detectado la nueva subvariante, no puede atribuirse ese aumento a la presencia de la misma.</p>
<h2>No bajemos la guardia con los más vulnerables</h2>
<p>En cualquier caso, es importante recordar que hay personas que, por su situación inmunitaria o de mayor vulnerabilidad, continúan siendo susceptibles de desarrollar cuadros más graves e incluso mortales. </p>
<p>Por ello debemos seguir manteniendo las precauciones si desarrollamos síntomas: evitar o limitar el contacto con personas vulnerables, utilizar medidas de protección (mascarillas) y extremar las de prevención (lavarnos las manos, evitar lugares cerrados sin ventilación) ante el contacto con otras personas vulnerables. </p>
<p>Para finalizar, es necesario destacar que es una garantía de menor afectación mantener un buen estado inmunitario, mediante el seguimiento de las pautas de vacunación. Resulta fundamental mantener y asegurar la vigilancia epidemiológica para tomar las decisiones adecuadas con la mejor base científica.</p>
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<p><em>Artículo realizado con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/211529/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Óscar Zurriaga recibe fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Instituto de Salud Carlos III, para la realización de un proyecto de investigación. Es presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ángela Domínguez García es investigadora de los proyectos financiados siguientes: Proyecto PI19/00354 del Instituto de Salud Carlos III, Grant Agreement 801495-EU-JAV y AGAUR 2021-SGR-00702. Es miembro del Consell Assessor de Salut Pública de l'Agència de Salut Pública de Catalunya y miembro del Consell Assessor en Vacunacions de l'Agència de Salut Pública de Catalunya. Es Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Eduardo Briones Pérez de la Blanca es miembro de Grupo de comunicación de la Sociedad Española de Epidemiología</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Formo parte de la Comisión Asesora de comunicación de la SEE y recibo fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Gobierno de Aragón, para la realización de proyectos de investigación (Proyecto LMP92_21).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Isabel Portilo. Secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Epidemiologia y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>MJ Forjaz ha recibido fondos del Instituto de Salud Carlos III, para la realización de proyectos de investigación en concurrencia competitiva. Es vicepresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Mario Fontán Vela recibe fondos del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades. Forma parte de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Pere Godoy es profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Publica en la Universidad de Lleida, coordinador del Programa de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmisibles (PREVICET) del CIBERESP e investigador principal de los proyectos competitivos sobre tuberculosis (PI18/01751) y COVID-19 (PI21/01883). Es miembro del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, y del Consell Assessor de Vacunacions de la Agència de Salut Pública de Catalunya</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Maica Rodríguez-Sanz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Es cierto que se está registrando un repunte de la enfermedad, pero no parece afectar a la gravedad de los casos. El cambio de costumbres durante el verano y la relajación de las medidas preventivas explicarían este incremento.Óscar Zurriaga, Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Serv. Estudios Epidemiológicos y Vig. Enf. No Transmisibles (Generalitat Valenciana). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de ValènciaÁngela Domínguez García, Catedrática Medicina Preventiva y Salud Pública, Departamento de Medicina, CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de BarcelonaEduardo Briones Pérez de la Blanca, Médico epidemiólogo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Junta de AndalucíaFederico Eduardo Arribas Monzón, Jefe de Servicio de Evaluación y Acreditación Sanitaria. Dirección General de Asistencia Sanitaria, Departamento de Sanidad de AragónMaica Rodríguez-Sanz, Responsable del Área de Investigación, docència y comunicación, l'Agència de Salut Pública de BarcelonaMaría Isabel Portillo, Coordinadora de los Programas de cribado de cáncer colorrectal y prenatal. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, Osakidetza - Servicio Vasco de SaludMaria João Forjaz, Investigadora en salud pública, Instituto de Salud Carlos IIIMario Fontán Vela, Doctorando en Epidemiología y Salud Pública, Universidad de AlcaláPere Godoy, Medical Doctor, Professor Public Health, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2114502023-08-15T19:37:45Z2023-08-15T19:37:45ZPiroceno: nos adentramos en la Edad del Fuego<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/542585/original/file-20230814-26-mhcfgc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C188%2C6000%2C3781&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/wildfire-forest-fire-progress-large-flames-2324666211">Fernando Astasio Avila / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El fuego ocupa cada vez <a href="https://theconversation.com/incendios-en-el-mediterraneo-seguimos-sin-aprender-de-los-errores-210505">más espacio</a> <a href="https://theconversation.com/que-efectos-tendran-los-incendios-forestales-en-la-economia-turistica-de-maui-211469">en las noticias</a>. Muchos incendios de los últimos años nos han estado ganando la partida, una vez tras otra, a lo largo y ancho del globo terráqueo.</p>
<p><a href="https://theconversation.com/la-era-de-los-incendios-que-ya-no-podemos-apagar-165697">Los incendios de ahora no son como los de antes</a>. Se han vuelto más agresivos y están alterando profundamente el planeta, dejándonos al albor de lo que podríamos llamar el <em>Piroceno</em>. Un mundo donde los incendios están sustituyendo al hombre en su papel de escultor de paisajes.</p>
<p>A continuación explicaremos qué ha cambiado, hasta qué punto los incendios actuales están afectando a la Tierra y cómo revertir la situación. Pero antes, debemos recordar que esto no siempre fue así. Hasta hace no demasiado, habíamos sido capaces de controlar al fuego. En realidad, el fuego había sido nuestro gran aliado.</p>
<h2>Domesticación del fuego</h2>
<p>La <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rstb.2015.0164">domesticación del fuego</a> supuso un <a href="https://twitter.com/rescodedios/status/1512131591979429888?s=20">acontecimiento fundamental para nuestra especie</a>, tanto a nivel evolutivo como para el desarrollo de las sociedades modernas.</p>
<p>De hecho, una de las primeras tecnologías desarrolladas fue la pírica, con la conquista del fuego. Con el control del fuego llegó la <a href="https://news.yale.edu/2021/05/05/study-offers-earliest-evidence-humans-changing-ecosystems-fire">gestión del paisaje</a>, y también aprendimos a cocinar. Y con la cocción aumentó el valor nutritivo de los alimentos, mientras disminuían el tiempo de digestión y los problemas sanitarios. Cocinar alimentos permitió aumentar el tamaño de <a href="https://www.science.org/content/article/raw-food-not-enough-feed-big-brains">nuestro cerebro</a> y, por tanto, nuestra capacidad para razonar.</p>
<p>Si avanzamos el reloj de la historia aceleradamente, nos encontramos con una revolución industrial que fue, en realidad, una revolución pírica. Aprendimos a controlar las llamas para poder obtener energía de la quema y se inventaron todo tipo de máquinas, motores, instrumentos y artilugios que nos facilitaron la existencia.</p>
<h2>Piroceno: pérdida del control sobre el fuego</h2>
<p>Pero durante la revolución industrial cambiamos de combustible. Los fuegos de la industria no se alimentaban de combustibles vivos, vegetales, sino de combustibles fósiles, líticos. </p>
<p>La <a href="https://www.ucpress.edu/book/9780520391635/the-pyrocene">combustión de paisajes fósiles</a> alteró la atmósfera, y empezamos a calentar el clima. El abandono de los montes cambió la fisionomía de la tierra, y ahora la biomasa se está acumulando. Más calor y más combustible: <a href="https://theconversation.com/los-piromanos-no-son-la-causa-de-los-grandes-incendios-forestales-119609">más leña para los incendios</a>.</p>
<p>Y los incendios de ahora se nos escapan. Ya no los podemos controlar. Llevábamos décadas manteniendo las llamas a raya. La superficie quemada en los bosques había disminuido gracias al desarrollo de nuevas estrategias en la extinción, a mejoras en la formación, y también al aumento desproporcionado en el gasto en medios de extinción. <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abh2646">Pero eso ahora se ha truncado</a>.</p>
<p>Todo apunta a que estamos frente a un punto de inflexión. Un momento en el que, quizás por primera vez desde la conquista del fuego, estamos perdiendo su control. Los incendios forestales se escapan con cada vez más frecuencia, estamos dando pasos atrás en su dominio. Ahora es el fuego quien nos está conquistando.</p>
<p>El dominio del fuego hizo posible el Antropoceno, la Edad del Hombre. Y la pérdida de su control nos está llevando al Piroceno, la Edad del Fuego. Una edad donde es la llama, y no la azada, la principal modeladora de nuestros paisajes.</p>
<h2>Incendios que transforman el mundo</h2>
<p>El poder de los nuevos incendios es descomunal. Los gigaincendios de hace tres años en el sudeste de Australia, por ejemplo, engulleron el <a href="https://www.nature.com/articles/s41558-020-0716-1">21 % de sus bosques</a>, agrandaron el agujero de la <a href="https://doi.org/10.1029/2022GL098064">capa de ozono</a> y <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abe1415">enfriaron el clima localmente</a>. Esto ocurrió porque las partículas suspendidas en la columna de humo, los aerosoles, bloquearon la entrada de los rayos del Sol. Y la destrucción de la capa de ozono alteró las corrientes atmosféricas. Aunque estos efectos fueron transitorios y duraron apenas unos meses.</p>
<p>Cuando los aerosoles finalmente sucumbieron a la gravedad, una gran parte se depositó en el océano Antártico, favoreciendo un <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-021-03805-8">crecimiento desorbitado de algas</a>. Los aerosoles contienen micronutrientes que, como el hierro o el nitrógeno, son esenciales para el fitoplancton. Así, los incendios en Australia reverdecieron el océano Antártico.</p>
<p>Aparte de los efectos sobre el planeta, gigaincendios como los de Australia impactan notablemente en <a href="https://theconversation.com/australia-en-llamas-una-catastrofe-para-la-salud-la-economia-y-la-biodiversidad-129378">infinitud de aspectos sociales</a> como la salud, la economía y <a href="http://doi.org/10.1038/s41893-022-00956-y">la educación</a>.</p>
<p>Pero esto no solo ocurre en Australia. En muchas zonas del mundo, a orillas del <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10584-021-03066-4">Atlántico y del Pacífico</a>, nos encontramos procesos parecidos. Y si bien es cierto que siempre ha habido incendios catastróficos, y fuera de control, es ahora cuando los vivimos de forma continua.</p>
<h2>Domesticando los nuevos incendios</h2>
<p>Todavía es posible abandonar la senda del Piroceno. El <a href="https://www.consilium.europa.eu/es/policies/green-deal/">Pacto Verde Europeo</a> y la imperativa transición energética y ecológica nos dotan de un marco para el desarrollo de políticas efectivas para frenar el Piroceno. Y las <a href="https://www.science.org/doi/epdf/10.1126/science.adi8066">ciencias e ingenierías</a> nos aportan sugerencias e instrucciones detalladas sobre cómo lograrlo:</p>
<ul>
<li><p><strong>Favorecer a la ganadería extensiva.</strong> Incluyendo el fomento, apoyo y asesoramiento a los pastores en sus tradicionales quemas pascícolas. El pastoreo es un gran aliado para romper la continuidad del combustible, disminuir la intensidad del incendio y aportar una oportunidad a la extinción.</p></li>
<li><p><strong>Recrear la dinámica natural del fuego.</strong> Implica introducir el fuego técnico, a través de quemas prescritas de baja intensidad. Hablamos de quemas que no dañan, obras de ingeniería basadas en principios ecológicos. </p></li>
<li><p><strong>Desarrollar cortafuegos verdes.</strong> La periferia de los ambientes urbanos debería incluir franjas anchas, de gran extensión, desprovistas de vegetación. Pero también se pueden mantener los árboles, si se prefiere, implementando sistemas de <a href="https://www.proyectoguardian.com">riegos prescritos</a>. Se trata de unos aspersores montados sobre grúas, que empapan la vegetación con aguas regeneradas y, por tanto, frenan el avance del fuego.</p></li>
<li><p><strong>Disminuir la espesura de los bosques</strong>. Implica cortar árboles y mejorar su estado de salud. <a href="https://www.nature.com/articles/s41558-022-01326-4">Cortar árboles no es deforestar</a>. Al revés, cortar árboles de forma sostenible, disminuyendo la cantidad de combustible, es un gran escudo para proteger los montes de un fuego deforestador. </p></li>
<li><p><strong>Fortalecer la actividad agrícola.</strong> <a href="https://theconversation.com/reactivar-el-mundo-rural-clave-para-prevenir-los-grandes-incendios-forestales-185513">El freno más efectivo contra los incendios lo encontramos en los cultivos</a>. El abandono rural no es cosa del pasado, sino que sigue aumentando a tasas desenfrenadas. Esto resulta paradójico, ya que seguimos comiendo cada día. Por tanto, necesitamos al sector primario.</p></li>
</ul>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=443&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=443&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/542480/original/file-20230813-115412-mfki6t.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=443&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La prevención de incendios se basa en romper la continuidad del combustible a escala de paisaje. Para ello, se necesitan diferentes medidas de desarrollo rural (fotos 1, 4 y 5), la protección de espacios periurbanos (foto 3) y la introducción de fuegos técnicos de baja intensidad (foto 2).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fotos 1, 2 y 4 de Víctor Resco, 3 de Ferran Dalmau y 5 de Paco Castañares</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Estamos viendo los primeros resultados de tener campos fantasmas, deshumanizados. En el Antropoceno, durante los últimos 12 000 años, los humanos habitaron y aprovecharon <a href="https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2023483118">el 90 % de los bosques tropicales y el 95 % de los bosques mediterráneos y templados</a>. Pero el reciente abandono del monte y la concentración de la vida en las ciudades están alimentando las llamas del Piroceno. </p>
<p>Necesitamos paisajes vivos, habitados. Es la forma de evitar que el fuego siga ocupando el espacio ecológico que dejamos libres los humanos cuando nos marchamos del monte.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211450/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios es Investigador Principal del red de seguimiento de daños de los incendios del 2002 (ARS22) y recibe fondos del MICINN (RED2022-134156-T, PID2022-138158OB-I00) y de la Unión Europea. </span></em></p>La humanidad, que una vez conquistó el fuego, está ahora perdiendo su control. Los grandes incendios han comenzado a alterar el planeta, pero aún estamos a tiempo de ponerles freno.Víctor Resco de Dios, Profesor de ingeniería forestal y cambio global, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2105052023-07-26T18:07:29Z2023-07-26T18:07:29ZIncendios en el Mediterráneo: seguimos sin aprender de los errores<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/539626/original/file-20230726-19-wqt75.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1597%2C895&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los incendios se expanden por Grecia, Túnez, Argelia, Italia y Portugal.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.rtve.es/noticias/20230726/incendios-mediterraneo/2452834.shtml">RTVE</a></span></figcaption></figure><p>Una <a href="https://efe.com/mundo/2023-07-26/incendios-paises-ribera-mediterraneo/">oleada de incendios está afectando a varios países</a> de la cuenca del Mediterráneo: Italia, Grecia, Argelia, Croacia y Túnez, además de Portugal, luchan contra el fuego, en algunas áreas aún fuera de control. Las llamas han causado ya una decena de muertos, han obligado a evacuar diversas poblaciones y han dejado a su paso miles de hectáreas calcinadas.</p>
<p>Decía Tolstói en <em>Ana Karenina</em> aquello de que “todas las familias felices se parecen”. Lo mismo pasa con los megaincendios forestales: todos comparten la misma receta.</p>
<p>Una receta que se cocina con <a href="https://theconversation.com/los-piromanos-no-son-la-causa-de-los-grandes-incendios-forestales-119609">cuatro ingredientes</a>: suficiente cantidad de vegetación (combustible); que ese combustible esté lo suficientemente seco como para arder; que tengamos una fuente de ignición y, por último, que se den las condiciones meteorológicas apropiadas para la propagación del incendio.</p>
<p>Muchos de los bosques que se dan a ambas orillas del Mediterráneo están en un estado permanente de alta inflamabilidad, solo a la espera de que salte la chispa, y de la ola de calor que reseque el combustible.</p>
<p>Pero también decía Tolstoi que “cada familia infeliz, lo es a su manera”. Y es que, aun cuando las causas de los grandes incendios forestales son siempre las mismas, la razones por las que un incendio se convierte en letal difieren en cada caso.</p>
<h2>Edificaciones en zona de riesgo</h2>
<p>Cuando los humanos interaccionamos con el medio natural, nos parecemos más a un elefante en una cacharrería que a un animal con capacidad racional. Construimos casas en las zonas de inundación de los ríos. O rodeados de bosques, donde es fácil que sean pasto de las llamas. Y nos parece que vivimos en un sitio idílico, cuando en realidad estamos en la Santa Bárbara de la naturaleza.</p>
<p>Primero construimos, luego <a href="https://theconversation.com/vivir-junto-al-fuego-estamos-protegidos-frente-a-los-incendios-forestales-139508">vemos las consecuencias</a>, buscamos culpables que sirvan como chivos expiatorios y seguimos haciendo exactamente lo mismo. Actuamos antes de pensar y, cuando pensamos sobre nuestros errores, actuamos como antes. </p>
<p>Hacemos estudios, evaluamos las causas y enterramos en un cajón todos los informes… Y así hasta la siguiente.</p>
<p>Lo que vemos estos días en Grecia recuerda demasiado a la <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/jul/20/greek-fires-one-year-on-103-dead-survivors-and-rescuers-look-back">desgracia de Mati en 2018</a>, con más de 100 fallecidos. O <a href="https://www.europapress.es/catalunya/noticia-total-28-dotaciones-bombers-trabajan-fuego-forestal-pont-vilomara-barcelona-20220717135852.html">lo que estuvo a punto de pasar en la urbanización River Park</a>, a las afueras de Barcelona, el año pasado.</p>
<h2>La falacia de la protección pasiva</h2>
<p>Consideramos que el hombre es el mayor enemigo de la naturaleza, ignorando que la ciencia nos enseña que más del 95 % de nuestros bosques llevan siendo gestionados más de 12 000 años. Consideramos que la naturaleza primigenia es un estado de bosques puros, ignorando que las perturbaciones derivadas de los incendios, <a href="https://theconversation.com/es-la-ganaderia-extensiva-incompatible-con-la-renaturalizacion-209897">o de los herbívoros</a>, han moldeado de forma natural paisajes en mosaico.</p>
<p>En lugar de reintroducir un régimen natural de incendios a través del fuego técnico, y de otras perturbaciones, buscamos proteger nuestros ecosistemas como si fueran castillos. Es decir, intentando que todo se quede igual, sin tocar ni una piedra, e ignorando la dinámica forestal natural.</p>
<p>Las <a href="https://www.fao.org/forest-resources-assessment/2020/en/">estadísticas forestales</a> nos indican que los bosques están aumentando en el norte global, a expensas de la deforestación en el sur global. Mientras aumentamos la protección de la naturaleza en el mundo rico, exportamos al mundo pobre los impactos derivados de nuestro estilo de vida. </p>
<p>Ese aumento en la superficie forestal, derivado del abandono de la naturaleza o de la protección pasiva, está detrás del <a href="https://theconversation.com/hemos-identificado-las-verdaderas-causas-de-la-ultima-ola-de-megaincendios-en-europa-195494">75 % del área quemada en la Unión Europea</a>, y es lo que explica, por lo menos en parte, la degradación de los bosques tropicales.</p>
<h2>La paradoja de la extinción</h2>
<p>Quienes vivimos en España tenemos la gran suerte de contar con uno de los mejores sistemas de extinción de incendios a nivel global. Hemos visto en los <a href="https://theconversation.com/el-humo-de-los-incendios-forestales-dana-la-salud-aunque-el-fuego-este-a-cientos-de-kilometros-207362">incendios recientes de Canadá</a>, y también en Chile, cómo bomberos españoles viajaban hasta allí para ayudar a combatir las llamas.</p>
<p>Estos bomberos están evitando <a href="https://theconversation.com/colapso-en-la-extincion-de-incendios-forestales-como-evitar-una-catastrofe-204979">un colapso que es cada vez más inminente</a>. En países que no tienen la misma capacidad de respuesta que España, como vemos estos días en Grecia, Italia o Argelia, el colapso se está dando con mayor frecuencia. </p>
<p>Somos líderes en formación, tecnología, investigación y extinción. Pero todo ello se queda corto cuando entramos en la <a href="https://theconversation.com/la-era-de-los-incendios-que-ya-no-podemos-apagar-165697">era de los incendios que no se pueden apagar</a>. No podemos luchar contra llamas de 60 metros. Solo podemos disminuir la probabilidad de que ocurran a través de la gestión activa del territorio y de las actuaciones de prevención a gran escala.</p>
<h2>Efectos del cambio climático</h2>
<p>El creciente rigor climático nos impone unas condiciones nuevas, sin parangón desde nuestra existencia. Ya el año pasado documentamos unos <a href="https://theconversation.com/hemos-identificado-las-verdaderas-causas-de-la-ultima-ola-de-megaincendios-en-europa-195494">niveles récord de sequedad del combustible</a> y de diferentes variables meteorológicas.</p>
<p>Dentro de una década y media, será promedio lo que ahora es anomalía. Y dentro de 25 años, la anomalía actual será vista como una situación particularmente benigna. </p>
<p>Nuestros <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-022-34966-3">modelos</a> indican que la temporada de incendios se alargará entre uno y dos días por año de aquí a finales de siglo. No solo la duración de la temporada de incendios cambia, sino que veremos megaincendios en zonas de montaña donde en la actualidad son raros. Además, aun cuando el número de igniciones humanas disminuye, vemos un aumento en los megaincendios que empiezan tras una descarga de rayos, lo que podría aumentar aún más bajo un cambio climático.</p>
<p>Volviendo a Tolstói y <em>Ana Karenina</em>, son muchos los factores que hacen que los incendios sean cada vez más letales. Aunque no siempre se dan las mismas razones. Estamos entrando en territorios que nunca antes habíamos explorado y debemos comenzar a actuar de forma distinta a como lo hemos hecho hasta ahora.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/210505/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios recibe fondos de la Comisión Europea (GA. 101003890).</span></em></p>A pesar de todos los análisis e informes sobre incendios que realizamos, seguimos construyendo en zonas cercanas a los bosques, seguimos sin gestionar el paisaje y seguimos sin actuar de acuerdo a las condiciones que nos impone el cambio climático.Víctor Resco de Dios, Profesor de ingeniería forestal y cambio global, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2074912023-06-26T20:22:40Z2023-06-26T20:22:40ZQué nos hace falta para que la próxima pandemia no nos pille desprevenidos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/532902/original/file-20230620-29-sobxpg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=186%2C51%2C4095%2C2792&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/prague-czech-republic-june-21-2016-480365536">Lipskiy/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Recientemente, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación sobre la capacidad de respuesta de la comunidad internacional ante la posibilidad de aparición de nuevas pandemias. En su informe a la 76ª Asamblea Mundial de la Salud ha planteado que “<a href="https://news.un.org/en/story/2023/05/1136912">el final de la emergencia global no es el final de la covid-19 como una amenaza global para la salud</a>”. Y se ha preguntado: “Si no hacemos los cambios necesarios, ¿quién los hará?; y si no los hacemos ahora, ¿cuándo?”. </p>
<p>Es un aviso –de una fuente autorizada– de que habrá nuevas pandemias en el futuro frente a las que la comunidad internacional deberá demostrar su capacidad para responder de manera efectiva.</p>
<h2>Las emergencias de salud pública de importancia internacional</h2>
<p>El anuncio se produce tras la finalización oficial de la emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) por covid-19. Una ESPII, según el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), se formula cuando surge una situación grave, repentina, inusual o inesperada, con implicaciones para la salud pública más allá de la frontera nacional del Estado afectado y que puede requerir una acción internacional inmediata.</p>
<p>Entre 2009 y 2020, ha habido siete declaraciones de ESPII:</p>
<ul>
<li><p>la pandemia de gripe H1N1, en 2009;</p></li>
<li><p>la <a href="https://theconversation.com/isabel-morgan-la-investigadora-que-hizo-posible-la-vacuna-contra-la-polio-142030">poliomielitis</a> en 2014;</p></li>
<li><p>el brote de fiebre hemorrágica por virus <a href="https://theconversation.com/ebola-y-guerra-en-la-republica-democratica-del-congo-120649">Ébola</a> en África occidental en 2014;</p></li>
<li><p>la epidemia de fiebre vírica por virus Zika en 2015-2016;</p></li>
<li><p>la epidemia de fiebre hemorrágica por virus Ébola en Kivu en 2018–2019;</p></li>
<li><p>la <a href="https://theconversation.com/hasta-las-pandemias-pasan-de-moda-205164">pandemia de covid-19</a>, por virus SARS-CoV-2, en 2020;</p></li>
<li><p>el brote de mpox (antes denominada como <a href="https://theconversation.com/que-es-la-viruela-del-simio-que-acaba-de-aparecer-en-reino-unido-y-que-implica-183145">viruela del mono</a>), en julio de 2022.</p></li>
</ul>
<h2>Brotes de gripe aviar y bacterias multirresistentes</h2>
<p>Más recientemente, se están produciendo brotes de gripe aviar. Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, <a href="https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Documents/GRIPE/Informes%20semanales/Temporada_2022-23/Informe%20semanal_SiVIRA_162023.pdf">Europa ha sufrido una epidemia de gripe aviar altamente patógena</a> que ha afectado a 37 países europeos, con más de 2 500 brotes en aves de corral, más de 200 brotes en aves cautivas y casi 4 000 casos en aves silvestres cautivas. </p>
<p>Es probable que estas infecciones en animales persistan en los próximos meses. <a href="https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/29/6/23-0103_article">El riesgo para la población general es bajo</a>, aunque no para las personas con exposición laboral: entre 2004 y la actualidad, se han notificado 876 casos de gripe A(H5N1) con 458 fallecimientos en 23 países, <a href="https://www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/communicable-disease-threats-report-28-may-3-june-2023-week-22">sin que se haya detectado ningún caso de transmisión interhumana</a>. </p>
<p>Los microorganismos multirresistentes a antibióticos son también motivo de preocupación por la amenaza que suponen, al igual que otras enfermedades como la tuberculosis o las infecciones de transmisión sexual, que podrían ocasionar brotes de patógenos multirresistentes de alcance internacional.</p>
<h2>Revisemos nuestra relación con el ecosistema</h2>
<p>Sabemos, por la evolución histórica, que las amenazas están siempre presentes por la dinámica de evolución de los microrganismos y su interacción con los humanos y los animales, en unos ecosistemas cada vez más condicionados por la acción humana. La modificación de los equilibrios por acumulación de circunstancias de riesgo puede producirse de forma relativamente rápida y tener consecuencias devastadoras.</p>
<p>En las últimas décadas <a href="https://www.nature.com/articles/s41579-021-00639-z">se han incrementado los brotes de enfermedades transmisibles con potencial pandémico</a>, y más de la mitad de estos <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5960580/">brotes los provocan microorganismos que pueden transmitirse de animales a humanos</a>. Todo ello en un contexto de globalización con una movilidad que facilita la transmisión de patógenos a escala mundial. Es necesario, pues, reconsiderar nuestra forma de organizarnos y de relacionarnos con el ecosistema para tratar de minimizar la probabilidad de que sucedan eventos con potencial pandémico.</p>
<p>A pesar de los avances que se han implementado tanto en los sistemas de información como de vigilancia epidemiológica, así como en el desarrollo de vacunas, son necesarias medidas de prevención primaria que eviten la emergencia de nuevos patógenos.</p>
<h2>El caso de España: estrategia de vigilancia y medidas preventivas</h2>
<p>En España se ha avanzado bastante con la publicación de la <a href="https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/vigilanSP/doc/estrategiaVigilanciaSaludPublica.pdf">Estrategia de Vigilancia en Salud Pública del Sistema Nacional de Salud</a> y los desarrollos efectuados en las comunidades autónomas. La pandemia de covid-19 ha servido para incorporar avances tecnológicos en los laboratorios, ofreciendo mayor precisión y celeridad en los diagnósticos, así como la secuenciación genómica completa de los microorganismos y el desarrollo en un tiempo récord de vacunas de elevada eficacia y efectividad. </p>
<p>Paralelamente, los sistemas de vigilancia han incrementado su integración con los sistemas de información clínica y microbiológica. Y se ha avanzado en la utilización de medidas preventivas no farmacológicas que, cuando no se dispone todavía de vacunas ni de tratamientos, resultan fundamentales para frenar la transmisión. Sin embargo, aún queda mucho camino para concretar las actuaciones y disponer de un sistema de salud pública capaz de afrontar nuevas situaciones de crisis.</p>
<p>El Estado debe prever con antelación la disponibilidad de recursos necesarios para el control de futuras epidemias, intentando no ser dependientes de terceros países, y apoyando industrias que puedan modificar sus cadenas de producción, hacia las necesidades sanitarias.</p>
<h2>Las desigualdades sociales</h2>
<p>La pandemia de la covid-19 no ha afectado por igual a los diferentes grupos sociales. Las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34823902/">personas en una situación más desfavorecida han sufrido las mayores consecuencias en términos de salud, sociales y económicos de la pandemia</a>. </p>
<p>Las desigualdades sociales suponen un riesgo para la salud, también en el caso de las enfermedades transmisibles. Por eso más que nunca es necesario un esfuerzo por parte de los países para tratar de reducir las desigualdades y de mitigar las inequidades en salud que pueda producirse en futuras pandemias.</p>
<h2>La comunicación</h2>
<p>También es necesario realizar mayores esfuerzos de preparación en la información y comunicación con la ciudadanía. Con el término <a href="https://jech.bmj.com/content/76/6/623">infodemia</a> se ha querido advertir sobre que no siempre los datos generan información y que incluso un exceso de datos puede llegar a dañar a la población y a la salud pública. </p>
<p>Por ello, la OMS ha desarrollado un <a href="https://www.who.int/health-topics/infodemic#tab=tab_1">proyecto que facilita el reconocimiento de la información falsa</a> a partir de la pandemia. Se requiere que la vigilancia, mediante la selección y el uso de los datos oportunos, sistemáticos y necesarios, convierta los datos en información útil para el control de los problemas de salud. </p>
<p>Asimismo, la OMS ha puesto en marcha una iniciativa para guiar la respuesta integrada para la preparación y resiliencia ante amenazas emergentes ante cualquier patógeno respiratorio como el virus de la gripe o los coronavirus, denominada <a href="https://www.who.int/news/item/26-04-2023-who-launches-new-initiative-to-improve-pandemic-preparedness">PRET (Iniciativa de Preparación y Resiliencia para las Amenazas Emergentes</a>). </p>
<p>También impulsa una red mundial para aprovechar las posibilidades que ofrece la información genómica (<a href="https://www.who.int/es/news/item/20-05-2023-who-launches-global-network-to--detect-and-prevent-infectious-disease-threats#:%7E:text=La%20IPSN%20es%20una%20nueva,en%20materia%20de%20salud%20p%C3%BAblica.">Red Internacional de Vigilancia de Patógenos, IPSN</a>), una plataforma para conectar a los países y regiones, mejorar los sistemas de recopilación y análisis de muestras, utilizar los datos resultantes para impulsar la toma de decisiones sobre salud pública y ampliar el alcance de dicha información. </p>
<p>Es un buen momento para reflexionar, pensar y debatir sobre lo que es necesario para afrontar los riesgos y es también, por lo tanto, el momento de actuar para su prevención. No es solo una llamada de atención.</p>
<hr>
<p><em>Artículo realizado con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/207491/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eduardo Briones Pérez de la Blanca es miembro de Grupo de comunicación de la Sociedad Española de Epidemiología</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ángela Domínguez García es investigadora de los proyectos financiados siguientes: Proyecto PI19/00354 del Instituto de Salud Carlos III, Grant Agreement 801495-EU-JAV y AGAUR 2021-SGR-00702. Es miembro del Consell Assessor de Salut Pública de l'Agència de Salut Pública de Catalunya y miembro del Consell Assessor en Vacunacions de l'Agència de Salut Pública de Catalunya. Es Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Formo parte de la Comisión Asesora de comunicación de la SEE y recibo fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Gobierno de Aragón, para la realización de proyectos de investigación (Proyecto LMP92_21).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Isabel Portilo.
Secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Epidemiologia y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>MJ Forjaz ha recibido fondos del Instituto de Salud Carlos III, para la realización de proyectos de investigación en concurrencia competitiva. Es vicepresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y miembro de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Mario Fontán Vela recibe fondos del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades. Forma parte de la Comisión Asesora de Comunicación de la SEE.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Óscar Zurriaga recibe fondos, obtenidos en concurrencia competitiva, del Instituto de Salud Carlos III, para la realización de un proyecto de investigación. Es presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE)</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Pere Godoy es profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Publica en la Universidad de Lleida, coordinador del Programa de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmisibles (PREVICET) del CIBERESP e investigador principal de los proyectos competitivos sobre tuberculosis (PI18/01751) y COVID-19 (PI21/01883). Es miembro del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, y del Consell Assessor de Vacunacions de la Agència de Salut Pública de Catalunya</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Maica Rodríguez-Sanz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La OMS lo ha dejado claro: habrá nuevas pandemias en el futuro frente a las que la comunidad internacional deberá demostrar su capacidad para responder de manera efectiva. ¿Qué hace falta para prepararnos?Eduardo Briones Pérez de la Blanca, Médico epidemiólogo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Junta de AndalucíaÁngela Domínguez García, Catedrática Medicina Preventiva y Salud Pública, Departamento de Medicina, CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de BarcelonaFederico Eduardo Arribas Monzón, Jefe de Servicio de Evaluación y Acreditación Sanitaria. Dirección General de Asistencia Sanitaria, Departamento de Sanidad de AragónMaica Rodríguez-Sanz, l'Agència de Salut Pública de BarcelonaMaría Isabel Portillo, Coordinadora de los Programas de cribado de cáncer colorrectal y prenatal. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, Osakidetza - Servicio Vasco de SaludMaria João Forjaz, Investigadora en salud pública, Instituto de Salud Carlos IIIMario Fontán Vela, Doctorando en Epidemiología y Salud Pública, Universidad de AlcaláÓscar Zurriaga, Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Serv. Estudios Epidemiológicos y Estadist. Sanit. (Generalitat Valenciana). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de ValènciaPere Godoy, Medical Doctor, Professor Public Health, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2008412023-06-12T19:40:12Z2023-06-12T19:40:12ZInmunidad de grupo: ¿qué lecciones podemos extraer de la pandemia de covid-19?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/530308/original/file-20230606-17-z7jqfu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=50%2C378%2C2055%2C1508&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/family-vaccination-herd-immunity-flat-design-2017862285">Redvy Creative/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La capacidad de infectar de un microorganismo, la inmunidad que genera y la disponibilidad de vacunas para combatirlo son las tres variables que se tienen en cuenta al valorar la situación epidemiológica de una enfermedad infecciosa y su posible evolución. Eso es lo que ha ocurrido con la covid-19.</p>
<p>Las infecciones masivas del virus SARS-CoV-2 y la administración de las vacunas han generado una inmunidad de grupo o inmunidad colectiva (<em>herd immunity</em> en inglés) con cierto efecto de barrera sobre la circulación de virus. Pero ¿hasta qué punto? ¿Sirve este concepto para valorar la situación presente y futura de la pandemia? Porque aunque <a href="https://theconversation.com/hasta-las-pandemias-pasan-de-moda-205164">la OMS haya decretado el fin de la emergencia internacional</a>, la pandemia no ha terminado. </p>
<h2>Algunos conceptos clave</h2>
<p>El término “inmunidad colectiva” se ha usado con significados diferentes. Ciertos autores simplemente lo utilizan para describir la proporción de individuos inmunes a una enfermedad en una población. Otros lo asocian al porcentaje de personas inmunes que se necesitan para conseguir una disminución de la incidencia de la infección. Y algunos lo aplican al grado de inmunidad que protegería a la comunidad contra un nuevo patógeno.</p>
<p>El nexo común de todas las acepciones es que el riesgo de infección se reduce por la existencia y la proximidad de individuos inmunes en la población. A este efecto se le ha denominado “protección indirecta” o “efecto rebaño”.</p>
<p>Pero antes de proseguir, <a href="https://academic.oup.com/aje/article-abstract/141/3/187/62451?redirectedFrom=fulltext&login=false">conviene familiarizarse con dos términos que han circulado ampliamente durante la pandemia</a>.</p>
<p>En primer lugar, tenemos el número básico de reproducción (R0). Así se llama al número esperado de nuevas infecciones generadas directamente por un caso en una población donde todos los individuos –no vacunados ni infectados naturalmente– son susceptibles de contagiarse.</p>
<p>En segundo lugar, <a href="https://physics.mcmaster.ca/%7Ehiggsp/756/Fox_1971.pdf">el número efectivo de reproducción en función del tiempo (Rt)</a> se refiere al número de nuevos infectados que genera cada caso cuando ya puede haber individuos inmunizados o cuando se han tomado medidas para reducir la transmisión, como el uso de mascarillas en el caso del SARS-CoV-2.</p>
<h2>Teorema de la inmunidad umbral</h2>
<p><a href="https://wellnessjourneys.org/wp-content/uploads/2021/07/herdhis.pdf">Aunque fue acuñado hace casi un siglo</a>, el término inmunidad de grupo o inmunidad colectiva no se empleó ampliamente hasta hace pocas décadas. La creciente administración de vacunas, los debates sobre la erradicación de enfermedades y los análisis que relacionan los costes y los beneficios de los programas de vacunación lo pusieron en el centro de la conversación científica.</p>
<p>Un hito clave para que se generalizara su uso fue el planteamiento del teorema de la inmunidad umbral. Este sostiene que si la vacunación estuviese distribuida de forma homogénea en una población, la incidencia de la infección disminuiría gracias a la inmunidad de grupo cuando el número efectivo de reproducción Rt fuese inferior a 1. Es decir, cuando a partir de cada nuevo caso se infectase menos de un individuo </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530300/original/file-20230606-19-l922ws.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Gráfico de inmunidad umbral frente a número básico de reproducción en enfermedades seleccionadas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Herd_immunity#/media/File:Herd_immunity_threshold_vs_r0.svg">Cmglee / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Apoyándose en este concepto se han realizado estimaciones de la cobertura de vacunación necesaria para conseguir que cese la transmisión de algunas enfermedades y conseguir así su eliminación.</p>
<h2>La importancia de la protección indirecta</h2>
<p>Hay muchos ejemplos de inmunidad de grupo que ilustran la importancia de la protección indirecta para predecir el impacto a corto y largo plazo de los programas de vacunación. O para comprender la naturaleza de la protección inducida por las vacunas.</p>
<p>En las epidemias periódicas de sarampión, parotiditis, rubéola, tos ferina, varicela o poliomielitis, que aparecían por la acumulación de un número crítico de personas susceptibles de infectarse, se reconocía que las epidemias podían retrasarse o evitarse manteniendo el número de dichos individuos por debajo del umbral crítico.</p>
<p>La magnitud del efecto indirecto derivado de la vacunación depende de cuatro factores:</p>
<p><strong>1)</strong> La capacidad de transmitirse del agente. </p>
<p><strong>2)</strong> El tipo de inmunidad inducida por la vacuna.</p>
<p><strong>3)</strong> El número de contactos que tienen los casos.</p>
<p><strong>4)</strong> La cobertura de la vacunación. </p>
<p>La heterogeneidad de estos parámetros en las poblaciones y el desconocimiento de algunos aspectos en el caso de nuevas enfermedades como la covid-19 han hecho aún más difícil predecir su evolución.</p>
<h2>El teorema imperfecto</h2>
<p>Los trabajos iniciales sobre la inmunidad de grupo asumían que las vacunas inducen una inmunidad indefinida contra la infección, que los individuos contactan entre sí de forma aleatoria y que las vacunas se administran de forma homogénea en todos los grupos. Con estas premisas se calculaba el porcentaje de vacunación necesario para conseguir que la transmisión efectiva a partir de un individuo infectado fuese inferior a uno (Rt<1).</p>
<p>Pero si estos supuestos no se cumplen y la efectividad de la vacuna no es del 100 %, el nivel crítico de vacunación requerido aumenta. Si las vacunas protegen a una proporción inferior al de la inmunidad umbral, será imposible eliminar una infección incluso administrándoselas a toda la población. E igualmente, si con el paso del tiempo disminuye la inmunidad inducida por el pinchazo se necesitarán mayores niveles de cobertura y/o dosis de refuerzo.</p>
<p>El número promedio de casos secundarios generados por una persona infecciosa tanto al inicio de la epidemia (R0) –cuando toda la población es susceptible de contraer la infección– como a medida que avanza la epidemia (Rt) –con individuos protegidos– depende de cómo los grupos interactúan. Así, en colectivos más conectados el valor es más alto. </p>
<p>Y si, además, las vacunas no se distribuyen de forma homogénea y existen grupos con coberturas más bajas, el nivel crítico de vacunación también será más elevado.</p>
<h2>¿Desaparecerá el virus?</h2>
<p>¿Y cómo se aplica todo esto a la situación actual de la pandemia de covid-19? Las nuevas variantes, especialmente ómicron, <a href="https://virologyj.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12985-023-02018-x">se han mostrado más transmisibles que la cepa original</a>, con valores de Rt del orden de 1,9. Y eso a pesar que la mayoría de la población ya se ha vacunado o se ha infectado de forma natural.</p>
<p>Así, la reducción de la inmunidad de las vacunas contra el SARS-Cov-2 con el paso del tiempo y la aparición de nuevas variantes que escapan a la inmunidad comporta que <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10143044">sea muy difícil conseguir un nivel crítico de inmunidad que permita pensar en la eliminación del patógeno</a> aunque se vacune a toda la población. </p>
<p>La inmunidad actual reduce los casos graves y la mortalidad, es verdad, pero no impide que el SARS-Cov-2 continúe circulando. Por ello, personas especialmente susceptibles, como los mayores de 60 años, con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o insuficiencia renal crónica, continúan en riesgo de presentar formas graves de la enfermedad. </p>
<p>En este contexto será necesario seguir con medidas no farmacológicas: las mascarillas deberían quedarse para ciertas circunstancias. Por ejemplo, la gente mayor debería ir al médico o en transporte público con esa protección. También sería recomendable su uso para pacientes y sanitarios en los servicios de urgencias donde sean atendidos enfermos con infecciones respiratorias agudas y para quien tenga algún síntoma.</p>
<p>En definitiva, la pandemia actual nos ha enseñado que la inmunidad de grupo ayuda a reducir los casos graves, pero con agentes como el SARS-CoV-2 y vacunas que no generan inmunidad permanente es imposible controlar la transmisión una vez que el virus ha conseguido propagarse en la población. Entonces incluso deja de tener sentido la aplicación del concepto.</p>
<hr>
<p><em>Artículo realizado con el asesoramiento de la <a href="https://seepidemiologia.es/">Sociedad Española de Epidemiología</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/200841/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pere Godoy es profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Publica en la Universidad de Lleida, coordinador del Programa de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmisibles (PREVICET) del CIBERESP e investigador principal de los proyectos competitivos sobre tuberculosis (PI18/01751) y COVID-19 (PI21/01883). Es miembro del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, y del Consell Assessor de Vacunacions de la Agència de Salut Pública de Catalunya</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ángela Domínguez García es investigadora de los proyectos financiados siguientes: Proyecto PI19/00354 del Instituto de Salud Carlos III, Grant Agreement 801495-EU-JAV y AGAUR 2021-SGR-00702. Es miembro del Consell Assessor de Salut Pública de l'Agència de Salut Pública de Catalunya y miembro del Consell Assessor en Vacunacions de l'Agència de Salut Pública de Catalunya. Es Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jesús Castilla es médico del servicio de epidemiología y prevención sanitaria del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, y jefe de grupo del CIBER de epidemiología y salud pública. Sus investigaciones reciben financiación del Instituto de Salud Carlos III y del programa Horizon 2020 de la Unión Europea. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Irene Barrabeig Fabregat, Jenaro Astray Mochales y José Tuells no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>El concepto de “inmunidad de grupo” o “inmunidad colectiva” fue ampliamente manejado al principio de la pandemia, pero ¿tiene aún sentido aplicarlo con las peculiaridades de la covid-19? ¿Se alcanzará totalmente algún día?Pere Godoy, Medical Doctor, Professor Public Health, Universitat de LleidaÁngela Domínguez García, Catedrática Medicina Preventiva y Salud Pública, Departamento de Medicina, CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de BarcelonaIrene Barrabeig Fabregat, Jefe de servicio de Vigiláncia Epidemiológica, Departament de Salut de la Generalitat de CatalunyaJenaro Astray Mochales, Jefe de Unidad de Informe del Estado de Salud y Registros. Epidemiólogo, Servicio Madrileño de SaludJesús Castilla, Médico en el Instituto de Salud Pública de Navarra, Servicio Navarro de Salud - OsasunbideaJosé Tuells, Catedrático UA, Director de la Cátedra Balmis de Vacunología UA-ASISA, Universidad de AlicanteLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2057772023-06-07T19:38:08Z2023-06-07T19:38:08ZComment attribuer une oeuvre à un artiste : un dilemme récurrent<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/530363/original/file-20230606-19-vz5phj.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C988%2C769&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La _Sainte Agnès_ attribuée à Zurbarán.</span> </figcaption></figure><p>Récemment, avec mes collègues chercheurs, nous avons mis en lumière une nouvelle œuvre à inclure – voire à réinclure – dans <a href="http://www.caem.udl.cat/es/tag/santa-ines/">le catalogue de Francisco de Zurbarán (1598-1664)</a>, l’un des principaux artistes du baroque espagnol. </p>
<p>L’accueil positif de cette nouvelle et les questions des médias nous ont fait prendre conscience de la confusion générée par l’attribution d’une œuvre d’art à un auteur spécifique.</p>
<p>Quand l’attribution d’une œuvre d’art peut-elle être considérée comme irréfutable et définitive ? En réalité, jamais.</p>
<h2>La clé, c’est la documentation</h2>
<p>Nous pourrions diviser les œuvres d’art en deux catégories : celles dont la création est clairement documentée et les autres. Alors que pour les premières, l’auteur est connu avec certitude, les secondes seront toujours « attribuées à », même si à un moment donné il y a consensus international sur leur auteur. Ce consensus peut être rompu à tout moment si de nouvelles preuves apparaissent et changent le cours de l’attribution.</p>
<p>Il n’est possible d’être certain à 100 % de la paternité d’une œuvre que si l’on peut retracer son histoire depuis le moment de sa création jusqu’à aujourd’hui, ce qui est rare. Les œuvres d’art, en tant qu’objets matériels, ont souvent un destin mouvementé : elles changent de propriétaire, de lieu, de pays ou de continent, et parfois même d’apparence. Oui, même d’aspect : elles noircissent, se fissurent, s’écaillent et sont repeintes, parfois de manière peu fidèle à leur version originale. D’autres fois, elles changent de dimensions, soit en étant réduites, soit en recevant des ajouts qui les adaptent à un nouveau cadre.</p>
<p>Plus d’une œuvre importante, pourtant conservée et identifiée dans un grand musée, a changé d’attribution à plusieurs reprises. Y compris des œuvres moins éloignées dans le temps que ce Zurbarán.</p>
<h2>Le cas de Goya et de « son colosse »</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Peinture d’un géant écrasant un camp" src="https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=845&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=845&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/523204/original/file-20230427-608-yjanau.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=845&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"><em>Le Colosse</em> attribué à Francisco de Goya.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-coloso/2a678f69-fbdd-409c-8959-5c873f8feb82">Museo del Prado</a></span>
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<p>Il y a quelques années, la paternité de plusieurs œuvres considérées comme étant de Goya a commencé à osciller – un peu frénétiquement – entre le maître aragonais et son proche collaborateur <a href="https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/julia-asensio/628943ab-d844-46c3-a1b1-c61c71d4ae57">Asensio Juliá</a>, dans une intéressante controverse entre spécialistes.</p>
<p>Actuellement, la fiche technique du <em>Colosse</em> du musée du Prado n’indique pas qu’il s’agit de l’œuvre de Francisco de Goya mais qu’elle est <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-coloso/2a678f69-fbdd-409c-8959-5c873f8feb82">« attribuée à… »</a>, car sa paternité a été remise en question.</p>
<p>Comme elle n’est pas documentée, cette œuvre était déjà « attribuée » avant que la spécialiste Manuela B. Mena <a href="https://www.museodelprado.es/recurso/el-coloso-y-su-atribucion-a-goya/306960a6-606a-4be0-8128-bde78bea3ab3">mette publiquement en doute sa paternité</a>. Mais tant que cette controverse ne concernait que les spécialistes et n"était pas connue du grand public, il n’a pas semblé important de l’affirmer officiellement. Cette nuance devrait apparaître pour beaucoup plus d’œuvres qu’on ne le pense.</p>
<h2>La <em>Sainte Agnès</em></h2>
<p>La <em>Sainte Agnès</em> que le Centre d’Art de l’Époque Moderne de l’Université de Lleida a attribuée à Zurbarán a été en réalité, comme le <em>Colosse</em> de Goya, « réattribuée » à Zurbarán, car elle avait déjà été considérée comme étant de la main de Zurbarán auparavant.</p>
<p>Cela ne faisait aucun doute lorsqu’en 1900, le duc de Béjar l’a prêtée pour sa première exposition publique à Madrid, et depuis lors, elle a été décrite comme l’une des plus belles œuvres du maître d’Estrémadure. Pendant plus de cent ans, le consensus sur son attribution a été unanime parmi les grands spécialistes. À une exception près : l’historien de l’art <a href="https://arthistorians.info/soriam">Martín S. Soria</a> qui, en 1944, notait sa parenté avec une œuvre d’Alonso Cano, autre grand maître du baroque espagnol.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Portrait de femme avec un agneau et une palme" src="https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=804&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/523205/original/file-20230427-689-g91hvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La <em>Sainte Agnès</em> réattribuée à Zurbarán.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.caem.udl.cat/es/caem-confirma-autoria-de-obra-a-zurbaran/">CAEM</a></span>
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<p>Cette similitude n’a cependant pas empêché l’attribution de l’œuvre à Zurbarán, car Alonso Cano, Zurbarán et Velázquez (le triumvirat de la peinture baroque espagnole à son apogée) se connaissaient et produisaient des œuvres influencées les unes par les autres. Ce qui n’était jamais arrivé auparavant, c’est que cette œuvre d’une si grande qualité artistique soit attribuée à un artiste mineur, comme cela s’est produit en 2010 lorsqu’elle a été <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=431669">attribuée au Maître de San Hermenegildo</a>.</p>
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<p>Tous ceux qui ont parlé de l’œuvre se sont appuyés sur leur « œil clinique » : un œil hautement entraîné par l’observation assidue des œuvres d’un artiste ou d’une période donnée.</p>
<p>Bien que cette seule méthodologie soit aujourd’hui considérée comme peu fiable, il est merveilleux de constater le nombre d’attributions correctes qui ont été faites par les grands historiens de l’art jusqu’à aujourd’hui, sur la base de leur seule expérience et expertise. Les grands « connaisseurs » ont consacré toute leur vie à l’observation des œuvres d’un cercle très restreint d’artistes, ce qui leur a permis d’acquérir une grande connaissance des détails qui leur étaient propres.</p>
<p>Cependant, le besoin de preuves objectives et démontrables conduit l’historien de l’art d’aujourd’hui à se tourner vers l’étude des matériaux et des processus créatifs.</p>
<h2>Évolution de la science et de l’histoire de l’art</h2>
<p>Initialement, l’étude des matériaux était basée sur l’extraction d’échantillons qui, analysés chimiquement, permettaient de dater la production de l’œuvre d’art. Récemment, cependant, la priorité a été donnée à des techniques d’analyse moins invasives mais plus riches en informations.</p>
<p>C’est le cas de l’<a href="https://www.researchgate.net/publication/340432945_Imagen_tecnica_multi-banda_en_la_investigacion_del_proceso_de_ejecucion_de_las_pinturas_El_caso_del_retrato_de_Carlos_IV_de_Francisco_de_Goya">étude multibande</a>, une combinaison de différentes techniques d’analyse physico-optique qui nous permet d’obtenir des conclusions décisives sur la composition matérielle et le processus de production de n’importe quelle œuvre d’art. Mais aussi de la photographie sous rayonnement ultraviolet, qui permet de distinguer le matériau d’origine des ajouts ultérieurs provenant d’autres périodes.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Deux comparaisons d’un tableau : le tableau réel et l’étude aux ultraviolets" src="https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=420&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/523423/original/file-20230428-14-wjexy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=528&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Étude aux ultraviolets de la <em>Vierge au lait</em> attribuée au cercle très proche de Joos van Cleve, pour sa restauration au CAEM.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.caem.udl.cat/es/restauraciones-2/">CAEM</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Parfois, des techniques lumineuses combinées telles que l’infrarouge ou les rayons X sont utilisées pour observer les différentes couches de l’œuvre et dévoiler des aspects clés de la technique artistique d’un maître particulier. L’interprétation de ces études permet de différencier les œuvres originales des copies ou des faux, qu’ils soient anciens ou récents.</p>
<p>Pour revenir au cas de la <em>Sainte Agnès</em> et de son attribution à Francisco de Zurbarán, c’est une somme d’indices qui nous a conduits à cet auteur : les matériaux de l’époque, les pigments de sa palette, les caractéristiques plastiques et la technique de composition du maître d’Estrémadure.</p>
<p>Malgré cela, l’œuvre présente la même faiblesse que tant de grandes œuvres accrochées aux murs de nombreux musées, à savoir que son histoire ne peut être retracée qu’à l’aide d’une documentation datant de 1900.</p>
<p>Cela signifie-t-il que cette attribution est douteuse ? Absolument pas. La science et l’histoire de l’art nous amènent à penser que Zurbarán est le seul auteur possible de cette œuvre. Cependant, ces deux disciplines évoluent et nous ne pouvons pas exclure que de nouvelles méthodes d’analyse, ou l’apparition d’autres types de documentation, puissent apporter à l’avenir des informations qui pourraient conduire à un changement d’attribution.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/205777/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jésica Martí Egea travaille pour le Centre d'Art d'Època Moderna de l'Universitat de Lleida.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Antonia Argelich dirige le Centre d'Art d'Època Moderna de l'Universitat de Lleida.</span></em></p>Quand l’attribution d’une œuvre d’art peut-elle être considérée comme irréfutable et définitive ? En réalité, jamais.Jésica Martí Egea, Perito forense de obras de arte, Universitat de LleidaMaría Antonia Argelich, Directora del Centre d'Art d'Època Moderna, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2066272023-06-05T19:07:34Z2023-06-05T19:07:34ZCómo reducir el consumo de agua de la ganadería<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/528848/original/file-20230529-3350-3tzg9x.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5472%2C3637&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/line-black-white-holstein-friesian-dairy-1043203759">Napaphat Kaewsanchai / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los actuales (y previsiblemente futuros) episodios de <a href="https://theconversation.com/es/topics/sequia-58358">sequía</a> y altas temperaturas están poniendo de manifiesto la importancia del agua como <a href="https://theconversation.com/el-valor-del-agua-y-el-tamano-de-nuestra-ignorancia-202965">recurso vital</a> para el mantenimiento de la vida en la Tierra, así como para producir alimentos para la población humana y otros animales. </p>
<p>La producción de alimentos de origen vegetal y animal contribuye a aumentar la presión sobre los recursos mundiales de agua dulce. En concreto, la huella hídrica de la <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10021-011-9517-8">producción de alimentos de origen animal entre 1996 y 2005 fue de 2 422 Gm³ por año</a> a nivel global. Se estima que esta cifra representa un tercio de la huella hídrica total de la agricultura.</p>
<p>Afortunadamente, existen algunas estrategias para reducir los requerimientos de agua de la ganadería que implican tanto a los ganaderos y agricultores como a los consumidores.</p>
<h2>Los componentes de la huella hídrica</h2>
<p>La valoración de la huella hídrica se ha venido realizando mediante un enfoque volumétrico que considera toda el agua que es directa e indirectamente necesaria a lo largo de la cadena de producción de un producto. El valor de huella hídrica se considera la suma de tres componentes: </p>
<ul>
<li><p><strong>Agua verde:</strong> comprende el uso de agua de lluvia almacenada en el suelo.</p></li>
<li><p><strong>Agua azul:</strong> comprende el uso de agua superficial y subterránea (pantanos, acequias, pozos, etc.).</p></li>
<li><p><strong>Agua gris:</strong> comprende el agua necesaria para diluir los potenciales contaminantes de los residuos del producto hasta reducirlos a niveles inferiores a los máximos legales.</p></li>
</ul>
<p>Por otro lado, la valoración de la huella hídrica de los alimentos también se ha integrado en la metodología de análisis del ciclo de vida a través del <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0959378009000703">índice de estrés hídrico</a>, que se calcula dividiendo el valor de huella hídrica entre la disponibilidad de agua de esa cuenca, con el fin de ajustar los consumos volumétricos a los potenciales impactos locales por la falta de agua.</p>
<h2>Diferencias entre productos animales</h2>
<p>En el caso de los productos animales, el valor de huella hídrica debe considerar tanto el agua consumida directamente por los animales como la indirectamente requerida para producir los alimentos de su dieta, que representa casi la totalidad <a href="https://www.waterfootprint.org/resources/Report-48-WaterFootprint-AnimalProducts-Vol1.pdf">(el 98 %)</a>. </p>
<p>El valor de <a href="https://academic.oup.com/view-large/198769027">huella hídrica de los productos animales</a> es superior al de los productos vegetales, que directamente convierten la energía fotosintética en alimentos disponibles para el ser humano.</p>
<p>Sin embargo, resulta simplista comparar de esa forma la producción de alimentos de origen animal y vegetal, e incluso los diferentes tipos de producciones animales. En zonas desfavorecidas áridas y/o de montaña, el agua verde no puede ser utilizada para los cultivos agrícolas de alimentación humana, pero sí puede ser convertida en carne y en leche por parte del ganado, especialmente los rumiantes. </p>
<p>Dentro de los productos animales, la <a href="https://academic.oup.com/af/article/2/2/3/4638610">huella hídrica</a> de la producción de leche es menor que la de la producción de carne. La producción de huevos (3 265 l de agua/kg) y <a href="https://theconversation.com/mantequilla-frente-a-margarina-cual-es-mejor-204308">mantequilla</a> (5 553 l de agua/kg) muestran unos valores intermedios entre la leche (1 020 l de agua/kg) y la carne (entre 4 325 y 15 415 l de agua/kg).</p>
<p>No obstante, esta aproximación debería ser corregida por la contribución de nutrientes de cada producto. De esta forma, la huella hídrica de la mantequilla expresada por unidad de grasa producida (6,4 l de agua/g de grasa) es mínima, incluso menor que la de las oleaginosas vegetales (11 l de agua/g de grasa). </p>
<p>Por su parte, la producción de leche presenta una huella hídrica similar a la producción de huevos y carne de pollo cuando se expresa por unidad de proteína producida (31 l de agua/g de proteína láctea, 29 l de agua/g de proteína de huevo y 34 l de agua/g de proteína de pollo, respectivamente).</p>
<h2>Cómo reducir la huella hídrica</h2>
<p>En general, los animales con <a href="https://ris.utwente.nl/ws/portalfiles/portal/5145147/Paoer+Livestock+Gerbens+Hoekstra+Mekonnen.pdf">ciclos de producción más largos</a> presentan una huella hídrica más alta puesto que requieren más alimento para convertirlo en carne. Un ejemplo son los terneros de cebo, cuyo ciclo de producción es de un año o más. Una forma de regular este impacto sería alimentar a los animales con ingredientes que hayan sido obtenidos con una huella hídrica más baja. </p>
<p>Por ejemplo, muchos forrajes y subproductos fibrosos se obtienen con un menor impacto de huella hídrica que los <a href="https://www.mdpi.com/2073-4441/12/10/2696">ingredientes concentrados</a> (cereales de grano y concentrados de proteína vegetal). Esta diferencia se debe a que muchos ingredientes fibrosos han consumido únicamente agua verde, mientras los concentrados se obtienen en zonas irrigadas con un mayor consumo de agua azul y reciben más fertilización, lo que requiere, a su vez, un mayor consumo de agua gris.</p>
<p>Además, será necesaria una mayor reconexión entre agricultores y ganaderos para seleccionar las especies y variedades vegetales, así como las prácticas de cultivo, que permitan una mayor eficiencia en el uso del agua en la producción de alimentos para el ganado. </p>
<p>En último lugar, también será necesario mejorar los equipos de suministro de <a href="https://www.publish.csiro.au/an/an12136">agua a nivel de granja</a> para reducir el desperdicio.</p>
<p>Por otro lado, nuestro sistema alimentario actual ha generado una dimensión global para la gobernanza de la huella hídrica de los productos animales. En algunos sistemas de producción, muchos ingredientes de la dieta proceden de zonas de cultivo remotas, creando una <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ac74d7">huella hídrica virtual</a>, con efectos más allá del punto de consumo del producto. </p>
<p>La contribución del ganado a la escasez de agua depende del <a href="https://academic.oup.com/af/article/2/2/9/4638620">consumo de agua azul</a>, es decir, de las necesidades de agua para riego de los cultivos para alimentación animal.</p>
<p>Para mitigar este impacto, los consumidores podrán reducir su huella hídrica realizando una mayor selección del tipo de productos animales que consumen, así como de su <a href="https://www.publish.csiro.au/an/AN17705">sistema de producción</a>. </p>
<p>Los sistemas de <a href="https://www.iso.org/standard/43263.html#:%7E:text=ISO%2014046%3A2014%20provides%20principles%2C%20requirements%20and%20guidelines%20for,not%20all%20air%20and%20soil%20emissions%20are%20included.">registro de la huella hídrica</a> de los productos alimentarios se encuentran ya en funcionamiento, lo que llevará previsiblemente a una implantación futura de este atributo en el etiquetado. </p>
<p>No obstante, la huella hídrica debería ser <a href="https://www.publish.csiro.au/an/AN17705">valorada de forma combinada</a> con otros indicadores de impacto, como la huella de carbono, y contrarrestada por los servicios ecosistémicos que cada tipo de ganado preste en una región concreta. En este sentido, algunos estudios han sugerido medir la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1470160X17304545">productividad económica del agua</a> en ganadería para considerar el valor monetario del agua empleada en la producción de cada unidad de producto animal.</p>
<p>En todos los casos, el agua será, cada vez más, un bien común con mayor necesidad de protección. Para ello, será necesario seleccionar mejor aquellas especies vegetales y sistemas de cultivo que permitan reducir la huella hídrica del proceso de producción de alimentos para el ganado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206627/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Álvarez Rodríguez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>María Ángeles Latorre Górriz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La huella hídrica de la producción de alimentos de origen animal representa un tercio del consumo hídrico total de la agricultura. Algunas estrategias, como elegir el alimento para ganado con menor impacto, contribuyen a reducirla.Javier Álvarez Rodríguez, Profesor de Producción Animal, Universitat de LleidaMaría Ángeles Latorre Górriz, Profesora en el Departamento de Producción Animal y Ciencia de los Alimentos (Facultad de Veterinaria), Universidad de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2028132023-06-01T16:47:05Z2023-06-01T16:47:05ZLa trata de personas va más allá de la explotación sexual<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/529520/original/file-20230601-25-yppwxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=221%2C81%2C5160%2C2883&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/stop-violence-abusing-children-abused-concept-710955847">LittleDogKorat/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La trata de seres humanos es un problema real que afecta a un importante número de personas. Esto sucede tanto en países con niveles de pobreza altos como, sobre todo, en los países más desarrollados. El fenómeno podría ser descrito como el proceso a través del cual una persona termina siendo explotada. Algunos autores, de hecho, hablan de la trata de seres humanos como un proceso de cosificación de la persona o como <a href="https://eacnur.org/es/blog/que-tipos-de-esclavitud-hay-en-el-siglo-xxi-tc_alt45664n_o_pstn_o_pst#">“la esclavitud del siglo XXI”</a>. </p>
<p>Las formas en que puede anularse la voluntad de la víctima son definidas en la normativa internacional. Entre ellas, se incluye el uso de la violencia, la intimidación o el engaño. No obstante, en la práctica, en 9 de cada 10 casos <a href="https://doi.org/10.1016/j.ijlcj.2022.100561">el medio utilizado para doblegar la voluntad de la víctima es el engaño</a>.</p>
<p>Lo cierto es que, cuando hablamos de este delito, la sociedad suele relacionarlo con lo que popularmente se conoce como “trata de blancas”. Es decir, la trata de personas para su explotación sexual. </p>
<p>En este sentido, es habitual que la prensa publique informaciones sobre la detención de una o más personas por explotar sexualmente a víctimas (casi siempre mujeres) contra su voluntad. Solo hace falta hacer una búsqueda en Google noticias para darse cuenta que raramente se publican casos de trata distintos a los relacionados con la prostitución.</p>
<p>Sin embargo, también estamos ante un delito de trata de seres humanos cuando la finalidad del traficante es la de explotar laboralmente a la víctima, ya sea por la imposición del trabajo, la esclavitud o la mendicidad. También se consideran trata los casos en que se obliga a la víctima a contraer matrimonio o a cometer delitos. </p>
<h2>La invisibilización de parte del fenómeno</h2>
<p>En la práctica, estas otras manifestaciones del fenómeno de la trata están invisibilizadas. De hecho, <a href="https://doi.org/10.1016/j.ijlcj.2022.100561">según algunos datos</a>, la gran mayoría de casos que llegan a los tribunales son de explotación sexual (85,1 %). El resto de supuestos son residuales. Así, la trata por explotación laboral representa solo un 10 % de los casos conocidos. Los otros fines (extracción de órganos, mendicidad, celebración de un matrimonio o comisión de delitos) suponen el 4,9 % restante. Unos porcentajes que no se corresponden con la realidad: las <a href="https://www.unodc.org/unodc/en/human-trafficking/global-report-on-trafficking-in-persons.html">estimaciones realizadas por Naciones Unidas</a> apuntan a que la trata por explotación sexual representa menos del 40 % de los casos en Europa.</p>
<p>Se podría pensar que el caso español es paradigmático. Que nuestras circunstancias hacen que el porcentaje de mujeres explotadas sexualmente sea mayor que el de los países de nuestro entorno. Sin embargo, los datos no dicen lo mismo.</p>
<p>El problema es que, según muestran las investigaciones, los profesionales implicados en la detección (policía), la persecución y el enjuiciamiento (fiscales y jueces), así como en la protección de las víctimas de tráfico, tienen un fuerte sesgo sobre el concepto y la idea de tráfico. Así, por lo general, solo son capaces de detectar <a href="https://doi.org/10.15304/epc.41.6979">los perfiles típicos</a> de la trata por explotación sexual. Esto es, víctimas mujeres, extranjeras, que son tratadas para su explotación en la prostitución. </p>
<p>Este hecho puede llevar a una sobrerrepresentación de este grupo de víctimas en los datos oficiales. Y a su vez, implica que los medios y la opinión pública no informen sobre el resto de casos de trata.</p>
<h2>La explotación laboral escondida</h2>
<p>Otras investigaciones han puesto de manifiesto que en España existen más casos de <a href="https://www.iustel.com//v2/revistas/detalle_revista.asp?id=8&numero=35">trata por explotación laboral</a> de los que se conocen. Especialmente en ámbitos como la agricultura, la hostelería o el servicio doméstico. Incluso, a raíz de un <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10610-017-9343-4">estudio realizado en prisiones catalanas</a>, se detectaron mujeres en prisión por la comisión de un delito que fueron obligadas a cometer. Casos, de hecho, de mujeres víctimas de trata que fueron forzadas básicamente a traficar con drogas.</p>
<p>Entre tanto, desde las esferas políticas se está discutiendo la creación de una ley contra la trata centrada solo y exclusivamente en los casos de explotación sexual. Su aprobación solo ayudaría a reforzar la actual falta de conciencia social sobre el real alcance real de este problema. Un problema muy grave que afecta a los derechos fundamentales de las personas y que nos suele pasar desapercibido.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202813/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marc Salat Paisal recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España</span></em></p>Los delitos de trata de seres humanos van más allá de la llamada “trata de blancas”. También lo son aquellos en que el traficante explota laboralmente a la víctima, le obliga a contraer matrimonio con otra o le empuja a cometer un delito.Marc Salat Paisal, Profesor Agregado Serra Húnter de Derecho Penal, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.