A río revuelto, ganancia de pescadores. O, lo que es lo mismo, hay quien sabe nadar y guardar la ropa y aprovechar en beneficio propio la confusión que genera la desinformación. Y en eso los especialistas son los partidos políticos. Así lo muestra el análisis de 49 288 mensajes lanzados por los principales actores políticos españoles en Twitter entre septiembre de 2019 y febrero de 2020, en los que los tópicos abordados coinciden en su mayoría con contenidos desinformativos desmentidos por las mismas fechas por los principales verificadores, como Maldita.es y Newtral.
El estudio, elaborado por los investigadores del proyecto DisinformationPoliticsLab de UNIR, analiza también, mediante técnicas de aprendizaje automático, las 2 730 noticias publicadas en el periodo señalado por los verificadores sobre contenidos falsos, con el objetivo de determinar la posición activa de los actores políticos con representación parlamentaria en la promoción y diseminación de estos contenidos desinformativos.
El trabajo se centra en el papel de los partidos PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox en esta materia.
Los tuits se analizan en grupos de usuarios afines políticamente (como PSOE-partido, Sanchez Castejón-líder y Adriana Lastra-portavoz), pues el trabajo parte del supuesto de que la estrategia comunicativa llevada a cabo por estos usuarios se hace de forma articulada, orientada a consolidar una posición en la agenda política española desde la representación que tienen en el Congreso de los Diputados.
En aplicación de esta estrategia los representantes de los partidos aceleran la polarización apelando a discursos que fomentan divisiones en los ciudadanos, ahondando en diferencias o cuestionando la legitimidad de las instituciones. Su objetivo es dividir, más que buscar consenso, provocando una polarización actitudinal en la ciudadanía, que retorna a las élites retroalimentando sus decisiones.
Deslegitimar al oponente
En esta dinámica de polarización, que incluye la deslegitimación constante del oponente, es frecuente el uso de temas de debate asociados a contenidos desinformativos que se han viralizado en Twitter y en internet. De hecho, el estudio llega a la conclusión de que la mayoría de estos partidos y sus líderes adoptaron una posición activa en el abordaje de estos contenidos.
El trabajo apunta, en primer lugar, que los actores políticos han hecho propio un limitado número de temas, no necesariamente vinculados a los principales problemas identificados por los ciudadanos, para polarizar la opinión pública en España para sus propios intereses.
Al analizar los principales temas que centraron los contenidos desinformativos identificados por las empresas de verificación de hechos, se descubre que durante el periodo de recopilación de los tuits estos contenidos se centraron en las acciones policiales en torno a las protestas independentistas de Barcelona en octubre de 2019, así como en las noticias sobre posibles pactos de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, las ayudas recibidas por inmigrantes en España, las medidas contra la violencia de género, el pin parental, los fraudes económicos y estafas en internet o los riesgos asociados al consumo de alimentos, entre otros.
Al contrastar estos temas con los principales contenidos desinformativos identificados por los principales proyectos de verificación en España, no solo se percibe una similitud en los tópicos, sino que los datos permiten determinar los diferentes papeles o roles ejercidos por los partidos en relación a la desinformación. En definitiva, la desinformación se convirtió en una herramienta más, y muy efectiva, en la confrontación política en Twitter.
A más intensidad electoral, más tuits
Entre los fenómenos detectados por los autores del estudio figura que la publicación de tuits por parte de los partidos y líderes fue especialmente intensa entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2019, y disminuyó en los meses siguientes. Ese trimestre estuvo marcado por un fuerte debate electoral, debido a las fallidas negociaciones para la investidura del Gobierno tras las elecciones de abril de 2019, que finalmente tuvieron que repetirse.
Esta coyuntura política, como es lógico, incidió en la actividad de comunicación política puesta en marcha por los grupos estudiados en Twitter. En ese contexto, el PP, Vox y Ciudadanos se centraron en mensajes críticos sobre el PSOE y su líder, Pedro Sánchez, y en la llamada a la militancia y a los usuarios afines para la movilización electoral de noviembre de 2019.
Vox, sin embargo, también apuntó sus críticas hacia el Partido Popular, en un contexto de confrontación total en el que el nacionalismo y las protestas independentistas fueron determinantes. El PSOE y Unidas Podemos se movieron también en una dinámica de confrontación, aunque centrando su discurso en torno a los derechos y políticas sociales, la igualdad, el género y la necesidad de diálogo.
Los partidos viralizaron la desinformación
Los principales partidos políticos con representación parlamentaria en España contribuyeron a viralizar aún más las noticias falsas al convertirlas en protagonistas de sus mensajes en Twitter. En unos casos fueron actores aludidos expresamente dentro de dichos contenidos y, en otros, promotores de un contexto comunicativo que sirvió como catalizador de esos mensajes.
El análisis extraído gracias a las técnicas de aprendizaje automático sirve para construir un vector unidimensional que representa el número máximo de cruces de cada tuit con contenidos desinformativos, acuñando un índice para baremar el grado de similitud o coincidencia de los mensajes con las noticias desmentidas.
Al cruzar los tuits publicados por los grupos políticos con los contenidos desinformativos identificados, el trabajo llega a determinar que 6,5 de cada 10 mensajes publicados por los usuarios de los partidos, líderes y portavoces tienen un nivel de coocurrencia media, alta o muy alta con esos contenidos.
Los partidos que más cerca están de ese promedio son Ciudadanos y Unidas Podemos, representantes de la llamada nueva política, mientras que PSOE y PP, representantes del sistema de bipartidismo político imperante en España hasta 2011, son los que registraron mayores niveles de coocurrencia con los contenidos desinformativos (6,9 y 7 de cada 10 mensajes publicados en Twitter). Respecto a Vox, se situó por debajo del resto en niveles de coocurrencia durante ese periodo, con 6 de cada 10 mensajes dedicados a tratar estos temas.
Fueron los mensajes con mayores grados de coocurrencia con contenidos desinformativos los que generaron mayores niveles de viralización, por lo que los usuarios de perfiles políticos fueron actores activos dentro del proceso de expansión de este tipo de contenidos. De alguna forma, cada uno de los grupos políticos analizados estuvo envuelto en el proceso desinformativo promovido en internet y amplificado a través de la red social.