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Los líderes de Zimbabue reciben a expertos chinos de la COVID-19 en el Aeropuerto Internacional Robert Mugabe en Harare el 11 de mayo de 2020. Jekesai Njikizana/AFP via Getty Images

La «diplomacia de las mascarillas» de China gana influencia en África durante la pandemia

Ser chino en África fue el peor de los estigmas posibles durante gran parte del año 2020. Muchos africanos denigraron a los chinos, ya que los culpaban de la pandemia de la COVID-19. Al mismo tiempo, China también culpaba a los africanos de la pandemia. Algunos vídeos virales de marzo y abril de 2020 mostraban a las autoridades chinas desalojando a la fuerza a africanos de sus casas en Cantón por transmitir presuntamente la enfermedad.

Estas acciones provocaron un escándalo en el continente. En redes sociales, hubo llamamientos para deportar a los residentes chinos en África. La etiqueta de Twitter #DeportRacistChinese fue tendencia.

Pekín trató de mejorar su imagen con una «diplomacia de mascarillas», un esfuerzo por suministrar vacunas, equipos médicos y personal al continente, y funcionó.

Como estudiante de doctorado en Geografía que ha escrito mucho sobre África, reconozco que esta «diplomacia de mascarillas» por parte de China forma parte de su mayor incursión en África, que es fruto además del retiro global de Estados Unidos.

China construye África

El proceso de creciente influencia económica de China en África lleva dos décadas en marcha.

En el norte de África, China ha gastado 11 000 millones de dólares estadounidenses desde 2015 en la autopista transmagrebí, que va desde el Sáhara occidental hasta Libia y que conectará a 60 de los 100 millones de habitantes de la región.

A section of the Maghreb highway in Algeria.
La autopista de este a oeste de Argelia, un tramo de la autopista del Magreb, construida en parte por un consorcio chino. Andia/Universal Images Group via Getty Images

En África oriental, China construyó una red de carreteras y una línea ferroviaria que unen Etiopía y Yibuti y que ha facilitado el comercio.

En el sur de África, Namibia se asoció con China y con el Banco Africano de Desarrollo en 2013 para una ampliación portuaria de 300 000 millones de dólares. Además, Angola se beneficiará de una central hidroeléctrica de 4,5 mil millones de dólares financiada por China.

Se están llevando a cabo proyectos de infraestructura similares en África occidental y central.

Algunos líderes occidentales han descrito los mecanismos financieros de China como trampas de deuda y han sugerido que cargan a los países africanos con grandes deudas mientras aumentan el poder del país en la región.

Pero la disposición de China a financiar las infraestructuras de África se ha recibido positivamente entre los líderes africanos, especialmente porque el comercio de Estados Unidos en África ha disminuido constantemente durante la última década.

«Dicen que China ha prestado demasiado a África», dijo el presidente de Ruanda, Paul Kagame, en 2018, «pero otra perspectiva de la cuestión es que los que critican a China por la deuda ofrecen demasiado poco, y África necesita la financiación para crear capacidad de desarrollo».

En 2002, el comercio entre Estados Unidos y África era casi el doble que el de China con este continente: 21 000 millones de dólares comparados con 12 000 millones. En 2008, el comercio entre Estados Unidos y África se había disparado a 100 000 millones de dólares.

Sin embargo, en 2019 había descendido a 56 000 millones. Mientras tanto, el comercio entre China y África aumentó de 102 000 millones de dólares a 192 000 en el mismo periodo de 11 años. Actualmente, ningún otro país se acerca a las inversiones de China en África.

La administración de Trump ignoró a África mientras China expandía su influencia. Trump no pisó el continente como presidente, lo que lo convierte en el primer presidente estadounidense en 27 años que evita África.

Medical donations from China at Algiers International Airport
Descarga de donaciones médicas de China en el Aeropuerto Internacional de Argel, en Argelia, el 21 de abril de 2020. Xinhua/via Getty Images

China, el primer socio de África

China, que ya es el mayor socio económico de África, fue capaz de darle la vuelta a la situación rápidamente tras el impacto del coronavirus para ofrecer ayuda, atención y experiencia.

Los resultados fueron inmediatos.

Algunos líderes africanos que criticaban el trato de China a principios de la pandemia han cambiado de opinión. Por ejemplo, el presidente de Nigeria, Muhammudu Buhari, anunció recientemente que estaba «satisfecho con el progreso» de la relación entre Nigeria y China.

Además, Pekín está asumiendo fuertes posiciones de liderazgo en instituciones internacionales que desempeñan papeles importantes en África. De los 15 organismos de las Naciones Unidas, China dirige cuatro de ellos, incluidas la Organización para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial. Ningún país supera a China en este sentido.

China también está creando organizaciones internacionales que compiten con las funciones de la ONU, que domina Occidente, incluidos el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y el Banco de Desarrollo de China. En 2018, este último había financiado 500 proyectos en 43 países diferentes por valor de 50 000 millones de dólares.

Sin embargo, Pekín también está ejerciendo su influencia y sus favores más allá de los préstamos.

En 2019, China canceló una deuda de Camerún de 78 000 millones de dólares, dinero aportado para el desarrollo de infraestructuras, supuestamente a cambio del apoyo de Camerún para su candidatura a la dirección general de la FAO. Camerún, un país influyente de África central, destaca por su economía diversificada y su fuerte sector privado.

Hacia una nueva relación entre Estados Unidos y África

Para Estados Unidos, la creciente influencia en África tiene un impacto global. Las empresas estadounidenses se enfrentan cada vez más a la dura competencia de las corporaciones chinas respaldadas por el Estado en las licitaciones por contratos. Si no se les para, las empresas chinas podrían superar más y más a las estadounidenses.

La administración de Joe Biden ha prometido comprometerse más con África, lo que probablemente indica una estrategia estadounidense a largo plazo para hacer frente a China en África.

No obstante, la distribución estratégica de la vacuna y las donaciones de EPI han generado muy buena voluntad y han mejorado la reputación de China como potencia mundial responsable que actúa para proteger a las poblaciones vulnerables de África, a quienes han ignorado Estados Unidos y Europa en gran medida durante la pandemia.

Es posible que Estados Unidos esté dispuesto a comprometerse de nuevo con África pero, cuando lo haga, podría ser demasiado tarde para superar a China.


Este artículo ha sido publicado originalmente en inglés por The Conversation y traducido con la colaboración de Casa África. Traducción: Clara León.


This article was originally published in English

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