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Estudio arqueozoológico del material de Cercadilla en las instalaciones del Museo Arqueológico de Córdoba. Author provided

Los cerdos no mienten: un basurero cristiano en la Córdoba islámica

“Dime qué comes y te diré quién eres”. Este aforismo, atribuido al jurista francés Jean Anthelme Brillat-Savarin, hace referencia al papel crucial que las formas de alimentación desempeñan en la conformación y definición de la identidad –en sus múltiples dimensiones– tanto de las personas a nivel individual como de las sociedades a nivel colectivo.

Aunque, como es sabido, los hábitos alimentarios son el resultado de la imbricación de numerosos factores de tipo económico, ecológico y ambiental, los seres humanos no nos alimentamos de “cualquier cosa”, ni siquiera de lo que resulta más beneficioso para nosotros en términos nutricionales o económicos de costos-beneficios.

Y es que, tras el ámbito de una experiencia tan humana como es la alimentación (todos los animales comen, pero sólo los humanos se alimentan, como señalan Farb y Armelagos), se esconden consideraciones de tipo sociocultural de enorme relevancia. Por este motivo, jugando con otro aforismo, quiénes somos se refleja, al menos en parte, en lo que comemos… y en lo que no comemos.

La arqueozoología: el CSI de la basura

Para el estudio de estas y otras cuestiones desde una perspectiva histórica disponemos de una herramienta de análisis arqueológico como es la arqueozoología, consistente en el examen de restos animales recuperados de yacimientos arqueológicos.

Generalmente, estos restos proceden de acumulaciones de residuos domésticos depositadas en basureros, por lo que el material que las conforman representa en su mayor parte desechos de alimentación generados en contextos familiares. Por ello, el estudio de este tipo de restos arqueológicos nos ofrece información de enorme riqueza. Información similar a la que encontraríamos en el interior de uno de los contenedores de basura comunitarios que pueblan nuestras calles, en los que depositamos nuestros desperdicios domésticos y que, entre otros muchos aspectos, incluye datos sobre la dieta de las poblaciones que los generaron.

Registro de material arqueofaunístico. Autores

Alimentación e identidad en al-Andalus

Este tipo de informaciones resultan particularmente relevantes para el estudio de al-Andalus (711-1492), donde durante ochocientos años cohabitaron comunidades musulmanas, cristianas y judías.

Al margen de las creencias específicas, la pertenencia a cada uno de estos grupos étnico-religiosos llevaba aparejada la adopción de un conjunto de prácticas cotidianas de comportamiento, entre las que destacan determinadas normas dietéticas que fundamentalmente afectan a ciertos productos alimentarios de origen animal.

Por ello, el estudio de los residuos de alimentación desde una óptica arqueozoológica permite, en ocasiones, acceder al reconocimiento de la identidad de las poblaciones responsables de la acumulación de dichos desechos, mediante el análisis de la frecuencia que exhiben los restos de determinadas especies.

De especial interés a este respecto resulta el estudio de la presencia de restos de porcino (cerdo/jabalí) en los basureros medievales de la península ibérica, una línea de investigación que se ha demostrado de gran utilidad diagnóstica para evaluar la identidad sociocultural de los agentes consumidores y, de esta forma, adscribirlos a uno u otro grupo.

Unidad de poblamiento tardoandalusí (s. XII) de Cercadilla, Córdoba. Mª del C. Fuertes.

Cercadilla (Córdoba)

Estas ideas fueron aplicadas al caso de la Zona Arqueológica de Cercadilla, en Córdoba. Aunque la historia de este yacimiento es compleja y arranca en época romana, aquí nos interesa centrar la atención únicamente sobre la última de sus fases de ocupación de época medieval, correspondiente a una instalación de tipo doméstico y agroindustrial posiblemente dedicada a la producción oleícola. Todos los datos disponibles permiten adscribir cronológicamente la vida de este espacio al s. XII, un momento anterior a la conquista castellana de Córdoba en el año 1236.

Durante los trabajos de excavación se recuperaron dos conjuntos de restos animales de gran interés cuyo estudio ha sido recientemente publicado. Por un lado, un basurero de residuos de alimentación en el que, sorprendentemente, la especie más representada era el porcino y, por otro lado, una valva derecha de vieira que presentaba dos perforaciones. Ambas evidencias permiten sugerir que los residentes de este espacio consumieron carne de cerdo o jabalí (animales prohibidos por la normativa dietética islámica) y que, además, contaron entre sus pertenencias con un artefacto que sin demasiado riesgo puede relacionarse con la peregrinación jacobea adscrita al universo simbólico propio del cristianismo medieval.

Valva derecha de vieira perforada recuperada de Cercadilla. Mª del C. Fuertes.

Cristianos en la Córdoba del s. XII

Aunque existe cierto consenso historiográfico a la hora de asumir la inexistencia en al-Andalus de situaciones graves de conflictividad interreligiosa extensivas a grupos amplios de población, los datos derivados de las fuentes escritas indican que, para el s. XII, las comunidades cristianas andalusíes habrían desaparecido en su totalidad como consecuencia de la persecución, la deportación, la emigración o la conversión definitiva tras cuatro siglos de profunda islamización.

Los datos arqueozoológicos de Cercadilla, sin embargo, permiten matizar esta aseveración, y sugieren la pervivencia de un grupo residual de cristianos andalusíes (mozárabes) en la periferia de la capital cordobesa hasta, al menos, principios del siglo XII.

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