Una de las consecuencias del problema de la España despoblada es que no haya muchas escuelas rurales, y que es probable que la mayoría no esté muy bien equipadas. Y sin embargo estas escuelas son fundamentales para afrontar el problema de la baja densidad de población en estas zonas, ya que ayudan a fijar población y a atraer nuevos habitantes.
En algunos países de Europa se da un problema similar: Finlandia, Estonia y Lituania.
El Gobierno de España tiene un plan de desarrollo de escuelas rurales dentro de la LOMLOE recientemente aprobada, que por supuesto se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
Curiosamente, los estudiantes del ámbito rural tienen competencias digitales superiores a los estudiantes de otro ámbito. Es decir, son capaces de aprovechar mejor las herramientas digitales que tienen a su alcance.
Con más detalle, el informe PISA estudia el rendimiento en escuelas rurales. Un análisis de este informe publicado en escuelarural.net indica que “los centros educativos rurales de España, Estonia, Finlandia y Lituania pueden aportar a su alumnado más valor añadido que los centros educativos urbanos”.
Resumiendo, existe una necesidad objetiva –el bajo equipamiento de las escuelas rurales– y existe una oportunidad objetiva –la competencia digital de los estudiantes rurales—-. Sobre esta premisa diseñamos un proyecto que pretende fomentar las vocaciones científicas en CTIM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre los jóvenes del mundo rural y, de forma más general, democratizar el acceso a la ciencia y tecnología experimentales.
El Proyecto R3: Rural, Remoto y Real
Este proyecto, denominado R3, tiene como objetivo general fomentar las vocaciones científicas entre los jóvenes del mundo rural mediante la práctica directa utilizando laboratorios remotos.
El contacto directo con el método y la práctica investigadora promueve el interés científico del alumnado. El Proyecto R3 ofrece como resultado principal un conjunto de experimentos remotos científico–tecnológicos y material didáctico para los alumnos y profesores de la escuela rural a través de Internet. El laboratorio remoto, con sus experimentos remotos, es un formato innovador, que utiliza Internet como canal de acceso y comunicación.
¿Qué es un experimento remoto?
Un experimento remoto permite al alumno llevar a cabo un experimento real sin estar delante de él y sin disponer de laboratorio físico, sino haciéndolo a través de una web. Un experimento remoto no es un experimento virtual; el primero es real, y el segundo es simulado. Un laboratorio remoto está disponible 24 horas al día y permite al alumno y al profesor llevar a cabo una experiencia científica real a través de Internet, de la misma manera que si estuviera en el laboratorio presencial.
Tecnológicamente, un experimento remoto es un diseño complejo de hardware y software. Las manos y los ojos del alumno serán el ratón, la interfaz web y una webcam. La empresa española LabsLand, start–up de la Universidad de Deusto, es pionera mundial en experimentación remota.
La experimentación remota del proyecto R3 ofrece a los alumnos de escuelas rurales las mismas posibilidades que en las zonas urbanas mediante una dotación material y tecnológica sostenible y gratuita basada en el acceso y la compartición de recursos vía Internet. No olvidemos que un mismo experimento, un robot, por ejemplo, vale para muchas escuelas rurales.
“Profe, ¿puedo entrar al robot?”
Más de 20 escuelas e institutos participan en el proyecto R3. Más de 20 profesores y más de 400 estudiantes han hecho más de 4 000 experimentos. Los preferidos son “caída libre”, “péndulo de Galileo”, “planarias y bebidas excitantes”, “programación de robots” y “principio de Arquímedes”.
“Para nosotros, desde una población tan pequeña y con los recursos con los que contamos en el cole (no es una queja), tener la oportunidad de formar parte del Proyecto R3 es emocionante y apasionante porque nos dais la oportunidad de ampliar los límites físicos establecidos de por sí y porque nos dais visibilidad en diferentes ámbitos educativos, lo cual resulta sobrecogedor a la vez que estimulante y motivador”.
María Traver, profesora del CEIP Lluis Vives de Xilxes, Castellón.
“Es verdad que les ha gustado, algunos piden entrar al robot cuando tenemos un margen de otros trabajos en la escuela. ¡Es bonito verlos con ganas!”.
Nora Olabide, profesora de Herriko Eskola en Elgeta, Gipuzcoa.
La profesora Beatriz Imaz (del instituto Dolores Ibarruri en Gallarta, Vizcaya) realizó una experiencia pretets–posttest. Ante la pregunta “¿Afecta el ángulo de lanzamiento de un péndulo a su periodo?”, un 60 % de los alumnos erró la respuesta antes del experimento, y un 80 % acertó tras el experimento remoto.
El Proyecto R3 continuará, por el momento, un año más y todas las escuelas rurales interesadas y sus profesores pueden ponerse en contacto con nosotros escribiendo a Proyect.R3.
El proyecto R3 cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación, la Universidad de Deusto y LabsLand.