En los últimos años, el micromecenazgo (o crowfunding) inmobiliario ha adquirido una gran popularidad en España como solución innovadora para financiar proyectos inmobiliarios. Este modelo de financiación colectiva permite que múltiples inversores aporten pequeñas cantidades de dinero para financiar proyectos a gran escala.
Según datos de 2022, en España la inversión en micromecenazgo inmobiliario alcanzó los 116 millones de euros, lo que representa un notable aumento en comparación con los 39 millones de euros de 2021. Este crecimiento pone de manifiesto la demanda creciente de esta modalidad de inversión.
¿Qué es el micromecenazgo inmobiliario?
Antes de definir el micromecenazgo inmobiliario, es importante aclarar en qué consiste. Este concepto se refiere a la financiación de proyectos a través de pequeñas aportaciones individuales.
Tradicionalmente, se ha utilizado para financiar proyectos creativos como películas, videojuegos, música y arte, pero también puede aplicarse a proyectos empresariales o inversiones inmobiliarias. En este último caso, hablamos de crowdfunding inmobiliario o inversión inmobiliaria colaborativa, la cual se lleva a cabo a través de plataformas en línea que conectan a promotores inmobiliarios con inversores individuales.
En este tipo de inversiones, los promotores publican sus proyectos en plataformas online, detallando la financiación requerida, los plazos y la rentabilidad esperada. Posteriormente, los inversores interesados aportan pequeñas cantidades hasta alcanzar el objetivo. Con el capital reunido, el promotor desarrolla su proyecto inmobiliario, y los inversores reciben los beneficios de su inversión según los términos establecidos. Estas ganancias pueden proceder de ingresos por alquiler o de ganancias de capital por la venta del inmueble.
Ventajas e inconvenientes del modelo
El micromecenazgo inmobiliario ofrece una vía accesible y potencialmente rentable para invertir en el sector inmobiliario, aunque conlleva ciertos riesgos y desafíos que los inversores deben considerar cuidadosamente.
Entre sus ventajas destaca la posibilidad de que pequeños inversores participen en el mercado inmobiliario con aportaciones bajas, facilitando la diversificación de sus inversiones. Además, proporciona transparencia mediante información detallada y actualizaciones sobre los proyectos. También puede ofrecer buenos rendimientos en comparación con otras inversiones.
Sin embargo, no está exento de inconvenientes. Los proyectos pueden fallar por problemas en su desarrollo o por cambios en el mercado, lo que puede alargar el tiempo para recuperar el capital invertido. Por otra parte, las plataformas de crowdfunding también cobran comisiones que reducen los beneficios.
Finalmente, al ser una modalidad de inversión relativamente reciente, la regulación está en constante cambio, lo que puede afectar a la seguridad de las inversiones.
Aspectos clave del problema de la vivienda en España
En los últimos años los precios han subido mucho más rápido que los sueldos. Esto ha creado un importante problema de acceso a la vivienda. De acuerdo con los últimos datos del Observatorio de Vivienda Asequible, más de cinco millones y medio de personas están en situación de exclusión residencial y casi la mitad de los hogares en alquiler destinan más del 30 % de sus ingresos al pago de la vivienda.
Por otro lado, la oferta de viviendas asequibles es insuficiente, lo que dificulta el acceso a la propiedad, especialmente a los jóvenes y las personas con ingresos medios y bajos. Este elevado coste de la vivienda también repercute negativamente en la calidad de vida al disminuir la capacidad de los hogares para satisfacer otras necesidades básicas.
¿Una solución viable?
En un contexto donde el acceso a la financiación es complicado, algunos expertos ven en el micromecenazgo inmobiliario una solución efectiva.
Este modelo de financiación participativa puede impulsar la construcción de nuevas viviendas para satisfacer la demanda urgente. Además, al invertir en nuevos proyectos aumenta la oferta de viviendas disponibles, lo que puede ayudar a controlar la subida de los precios de los alquileres y a estabilizar el mercado.
No obstante, para que esto se logre es necesario garantizar que las plataformas de crowdfunding operen con transparencia y eficiencia y que se establezcan regulaciones adecuadas para asegurar la calidad de los proyectos financiados y proteger a los inversores.