Los claros del bosque entre arbolado favorecen la regeneración de nuevas especies de plantas, y consecuentemente de nuevas especies de fauna como insectos, aves y murciélagos.
En la ciudad de Bazar de Cox, en la costa oeste de Bangladesh, el campo de Kutupalong acoge a cientos de miles de refugiados rohingyás.
UN Women/Flickr
Diversos programas internacionales tratan de compaginar la conservación de la naturaleza y la seguridad alimentaria en los asentamientos de Bazar de Cox. La pandemia de COVID-19 los ha paralizado.
Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido.
Pedro Sala / Shutterstock
La nueva estrategia de biodiversidad de la Unión Europea incluye la plantación de 3 000 millones de árboles para conservar y restaurar los ecosistemas.
Los sumideros terrestres absorben cada vez menos CO₂ y es previsible que en apenas unas décadas los ecosistemas emitan más dióxido de carbono del absorbido.
La conservación de la naturaleza es una cuestión esencialmente ética que se debe basar en creencias, valores y principios biocéntricos compatibles con el respeto a las diferentes formas de vida.
Sembrar el planeta de bosques, como sugiere el Foro de Davos y apoya Donald Trump, no va a contrarrestar el CO₂ liberado durante millones de años e, incluso, puede aumentar las emisiones de este gas.
Pinares en el Parque Regional de Sierra Espuña (Murcia).
Juan Vilata/Shutterstock
Para evaluar una reforestación debemos comprobar si ha cumplido su objetivo principal que puede ser productivo, de restauración hidrológica, de incremento de la biodiversidad o de captura de carbono.
Hemos creado una red de sensores, desde el Moncayo hasta el Norte de Suecia, para medir el crecimiento de los bosques y estudiar los cambios en la distribución de especies forestales.
La verdadera causa de los grandes incendios no es la fuente de ignición, sino la confluencia de otros factores relacionados con el estado del bosque, su humedad y la meteorología.
‘Monochamus galloprovincialis’, insecto que transporta al nematodo del pino en la península ibérica.
Ángel Herrero Álvarez
La escasez y baja calidad de la hojarasca de los eucaliptos, así como la frecuencia de sus talas, afectan a las comunidades de invertebrados, hongos y peces que habitan en torrentes y grandes ríos.
Animar al optimismo frente a la realidad medioambiental puede ayudar a que las personas se impliquen para lograr un resultado positivo.
Photo: A. Sergeev
Full Researcher specialized in ecology of fragmented landscapes at the Institute for Ecosystem and Sustainability Research, UNAM Mexico, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)