Un recorrido por diferentes países del mundo nos da una visión amplia del estado de los colegios en estos momentos. Algunos llevan cerrados desde el comienzo de la pandemia. Otros ya funcionan casi con normalidad. Esto propicia fuertes desigualdades entre estudiantes que no pueden disfrutar de un derecho fundamental como es el de la educación.
Los cambios en el uso del espacio público y de algunas partes de los edificios observados durante el confinamiento pueden servir de guía para rediseñar las ciudades aprovechando lo que ya existe.
Las diferentes situaciones de confinamiento que estamos viviendo propician que los jóvenes se relacionen a través de las redes sociales y que las utilicen con fines sexuales. El consumo de pornografía y el “sexting” pueden llegar a convertirse en algo demasiado frecuente en estos momentos.
Asturias ha sido la primera comunidad en solicitar la imposición del confinamiento domiciliario, pero la actual norma no prevé esta medida y, por tanto, ninguna Comunidad Autónoma podría acordarlo amparándose en el estado de alarma.
La adaptación a la enseñanza en línea, la inestabilidad laboral en la pandemia, la tensión por hacer que las normas sanitarias se cumplan en las aulas, el teletrabajo… Estas y otras causas han hecho que el estrés haya llegado a los profesores en uno de los cursos más complicados que han tenido.
Pese a que muchos presentan a Suecia como la demostración del éxito de evitar los confinamientos, los datos de salud y económicos lo desmienten. Aunque eso tampoco implica que no tengamos cosas que aprender de la vía sueca.
Melina Furman, Universidad de San Andrés (Argentina)
Estamos ante el fin de la frontera de la educación formal, con oportunidades para aprender casi cualquier cosa que nos propongamos sin movernos del cuarto de estar de nuestra casa.
La crisis ocasionada por la COVID 19 ha acelerado el proceso que hará que la arquitectura del siglo XXI sea la arquitectura de la gente mayor. Se trata de apostar por viviendas accesibles para toda la vida.
La denegación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de las restricciones de movilidad en diez municipios madrileños supone un jarro de agua fría a la estrategia del Gobierno central en la lucha contra la COVID-19.
La situación epidemiológica de Madrid es muy grave, con una incidencia acumulada en los últimos 14 días cercana a los 700 casos por 100 000 habitantes, la mayor de Europa. ¿Cómo se ha llegado a esto? ¿Qué medidas urgentes contribuirían a solucionarlo?
Tras analizar las localizaciones móviles de millones de personas durante la primera ola de la pandemia se confirma que el confinamiento y el teletrabajo reducen drásticamente los contagios.
La crisis sanitaria ha demostrado que a India, segundo país del mundo con más contagios, más allá de sus indudables fortalezas, todavía le queda camino por recorrer para consolidar su estatus de potencia.
¿Pueden convivir simultáneamente dos estados de alarma? ¿Uno decretado por el Gobierno central y otro por las comunidades autónomas? ¿Qué es lo que dice al respecto la normativa legal?
Que el confinamiento ha evitado que muchas personas mayores se infecten de COVID-19 es innegable. Pero también es cierto que la inactividad durante el encierro les ha salido cara en cuanto a salud.
Las personas mayores merecen seguir desarrollando sus actividades en un ambiente sin contaminación, seguro y atractivo en sus barrios de residencia. Un estudio analiza la accesibilidad para personas con movilidad reducida de las zonas verdes y las calles de distintos barrios de Madrid.
Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Doctora acreditada en Ciencias Sociales. Responsable de la Unidad de Igualdad e Inclusión y Directora del Observatorio de Políticas Familiares. Cátedra Joaquim Molins Figueras Childcare and Family Policies., Universitat Internacional de Catalunya