Estados Unidos se diferencia de la mayoría de las otras democracias en que no tiene una comisión electoral independiente para certificar el conteo final de votos.
Una de las sorpresas de las últimas elecciones en Estados Unidos ha sido el gran apoyo que recibió el presidente Trump, derrotado por la mínima a pesar de que casi todas las encuestas le vaticinaban un batacazo. ¿Cuál es la explicación?
Las encuestas electorales deben profundizar en su mejora e innovación, con el fin de cumplir con su objetivo de radiografiar la sociedad y evitar que el trabajo científico que encierran sea cuestionado.
Si el presidente electo y la futura vicepresidenta quieren saldar con éxito su mandato tendrán que recuperar la convivencia de la sociedad estadounidense, tender puentes con China y superar el neoaislacionismo trumpista en temas trascendentales como la emergencia climática.
Entender a Estados Unidos requiere deshacerse del deslumbramiento de la fábrica de sueños y promesas que muestra un país excepcional, moderno, razonable, pujante, creativo. Es eso, pero también lo contrario.
Los comicios presidenciales se perfilan como un momento de especial interés ya que son las primeras elecciones de máximo nivel después de la aparición de la crisis sanitaria en el panorama geopolítico mundial.
Los votantes estadounidenses se preguntan si Trump merece tener una segunda oportunidad para arreglar la economía y, en caso contrario, evalúan si la alternativa planteada por Joe Biden es mejor.
La constitucionalidad de la ley de Cuidados de Salud Asequible, u Obamacare, está siendo desafiada en la Corte Suprema por el gobierno del presidente Donald Trump.
Según algunos analistas, las guerras comerciales, la inestabilidad política, las oscilaciones en los precios, una mayor desigualdad, el empeoramiento del estado del bienestar, el cambio climático y la irrupción de nuevas tecnologías, todo sucediendo al mismo tiempo a nivel mundial, abocan al inicio de un nuevo periodo económico: la era del desorden.
Vivimos tiempos de una feroz propaganda en la que cualquier declaración de condena o crítica a Israel y sus políticas se interpreta como una acusación de antisemitismo.
La presencia china en el desarrollo de las redes 5G a través de Huawei, el éxito mundial de la red social TikTok y la entrada de China en nuevos mercados preocupa a EE.UU., que ve tambalear su hegemonía económica.
Al igual que en los EE.UU., en Europa hay un contramovimiento negacionista del cambio climático, que difunde mensajes contrarios a la acción climática para influir en la opinión pública y la política.
Un dólar débil favorecerá las exportaciones de EE.UU., lo que tenderá a reducir el desequilibrio comercial estadounidense. Algo muy necesario para la economía norteamericana.
Un euro fuerte aleja el riesgo de inflación pero esconde peligrosas trampas: los productos de la zona euro se encarecen frente a los estadounidenses, perjudicando así a los exportadores europeos.
Un estudio de referencia de Estados Unidos demuestra de el estrés crónico del racismo puede contribuir a una pérdida de función cognitiva en las mujeres negras.
Las personas responden de manera diferente frente a los actos de los demás según los derechos que creen que tienen en su vida. Eso nos podría ayudar a entender las reacciones que está teniendo la Policía de EE UU en los episodios racistas que estamos viviendo últimamente.
Nueve farmacéuticas han firmado un compromiso por el cual no producirán la vacuna hasta finalizar todos los ensayos clínicos. La frenética carrera por la vacuna ha provocado una situación asimilable a la carrera espacial iniciada tras la Segunda Guerra Mundial, con la diferencia de que ahora hay muchas vidas en juego.
La nacionalidad se define por un conjunto de parámetros legales. Pero investigación psicológica demuestra que la percepción de ciudadanía puede influirse por otros factores como la raza y el idioma.
Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL). Jefe del Departamento de Filosofía Teórica y Práctica, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)