tag:theconversation.com,2011:/nz/topics/ganaderia-63684/articlesganadería – The Conversation2022-02-06T19:52:30Ztag:theconversation.com,2011:article/1755632022-02-06T19:52:30Z2022-02-06T19:52:30ZSilvopastoralismo, una actividad imprescindible en la transición a un modelo ganadero sostenible<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/444040/original/file-20220202-13-7hcqyy.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4881%2C3664&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Vacas de carne pastando en bosque de roble en el que se han hecho
tratamientos selvícolas.</span> <span class="attribution"><span class="source">José A. Reque</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>El <a href="https://agfeagroforestry.eu/que-es-un-sistema-agroforestal/silvopastoralismo">silvopastoralismo</a>, pastoreo que integra en un mismo sistema vegetación herbácea y leñosa forestal (matorrales y árboles), es una de las modalidades de ganadería extensiva más características del entorno mediterráneo. </p>
<p>Ya en época romana, <a href="https://www.imperivm.org/tratado-de-agricultura-caton-el-viejo-libro-completo-de-agri-cultura/">Catón el Viejo</a> reconocía la importancia de este sistema de ganadería extensiva. Lo incluía en las clases <em>glandaria silva</em> (<em>silva</em>: bosque; <em>glande</em>: bellota), <em>arbustum</em> (setos de arbustos y matorrales) y <em>silva caedua</em> (bosque para madera). </p>
<p>La actual conformación del paisaje no puede entenderse sin comprender los condicionantes que llevaron a España a desarrollar <a href="https://www.um.es/documents/3483379/6062452/Trashumancia+Extremadura+Actas+1992.pdf/7e12b4ff-e4f7-4676-9fbf-60e58b6bbab0">una cultura y tradición silvopastoral</a> excepcional. La irregularidad climática, junto con una orografía frecuentemente abrupta y de baja fertilidad, explican que una parte muy sustancial del territorio haya sido dedicada como única opción productiva al pastoreo y la silvicultura. </p>
<p>Una característica de los montes españoles es la presencia durante una parte significativa del año de ganado pastando en zonas arboladas. <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167880917305297">Recientes estudios</a> muestran que el silvopastoralismo puede ser una de las soluciones más importantes frente al cambio climático. Sin embargo, esta actividad sufre, en sintonía con el abandono rural, un dramático declive que precisa de apoyo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444042/original/file-20220202-25-13upwgr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cerdos pastando bajo la copa de una encina. Se aprecian las diferencias de pasto bajo la copa de los árboles.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/File:Dehesa_Pigs.jpg">Comacut / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>Los retos del silvopastoralismo</h2>
<p>El reto principal del <a href="https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/686605/gonzalez_gonzalez_piedad_Anexo%202.6%20Columela%20De%20Re%20Rustica.pdf?sequence=8&isAllowed=y">manejo racional de la ganadería extensiva</a> se sitúa desde la Antigüedad en conseguir que la mayor parte de la alimentación de los animales se obtenga aprovechando productos y terrenos no utilizables para la agricultura y la alimentación humana y en reducir al máximo la costosa alimentación suplementaria. </p>
<p>Los periodos anuales de parada del crecimiento de la vegetación por sequía estival y frío invernal obligan a desarrollar un tipo de <a href="https://www.researchgate.net/publication/324128616_Mobile_Pastoralism_in_the_Mediterranean_Arguments_and_evidence_for_policy_reform_and_to_combat_climate_change">pastoreo móvil</a>. Este se basa en la búsqueda a lo largo del año de terrenos con pasto verde: en verano zonas frescas sin sequía, frecuentemente en montaña, y en invierno zonas bajas y sin heladas importantes. Surgió así la <a href="https://library.wur.nl/WebQuery/wurpubs/fulltext/81891">trashumancia</a>. </p>
<p>La presencia de vegetación leñosa, además de propiciar alimento y protección al ganado, permite alargar y diversificar el ciclo de producción del pasto. El ganado ayuda a controlar la acumulación de vegetación leñosa e inflamable en el sotobosque, pero también puede comprometer gravemente la renovación del bosque. El <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/earth-and-planetary-sciences/overgrazing">sobrepastoreo</a> conduce inevitablemente a fenómenos erosivos y de degradación del medio.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444049/original/file-20220202-25-ew0pfc.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El efecto del pastoreo en la vegetación del sotobosque es patente en la fotografía. El suelo de la parte de bosque situada a la derecha del cercado está cubierto por vegetación herbácea consecuencia del pastoreo mientras a la izquierda el bosque se está regenerando naturalmente.</span>
<span class="attribution"><span class="source">José A. Reque</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Una solución al cambio climático</h2>
<p>En el estudio sobre el cambio climático, se acepta como significativo el impacto de los herbívoros –salvajes y domésticos– debido a <a href="https://www.fao.org/gleam/results/es/">sus emisiones de gases de efecto invernadero</a>. <a href="https://www.researchgate.net/publication/313987179_Extensive_grazing_in_contrast_to_mowing_is_climate-friendly_based_on_the_farm-scale_greenhouse_gas_balance">Recientes estudios</a> demuestran que los sistemas silvopastorales compensan estas emisiones sobradamente. Los terrenos pastados, que el propio ganado ayuda a conservar, tienen una enorme capacidad de <a href="https://pubs.rsc.org/en/content/articlelanding/2011/EM/c1em10059a">secuestro de carbono</a>.</p>
<p>La combinación de vegetación herbácea de ciclo anual y fuerte potencial de regeneración, intercalada con vegetación leñosa con potentes sistemas radicales capaces de explorar suelos profundos, supone una opción excepcional para el secuestro y fijación de carbono. </p>
<p>Incluyendo la fijación de carbono en el análisis del sector silvopastoral, <a href="https://drawdown.org/solutions/silvopasture">se ha demostrado</a> que una promoción racional a nivel mundial del silvopastoralismo puede llevar a un secuestro de CO₂ del orden de 26 a 42 gigatoneladas. Su potencial es superior al de la reforestación. </p>
<h2>Un sector en declive</h2>
<p>La modernización de nuestra sociedad ha conducido a la concentración de la actividad agrícola en zonas concretas con alta productividad y mecanización, al gradual abandono de los terrenos de menos fertilidad y al progresivo abandono de la actividad pastoral. Como consecuencia, asistimos a una natural y gradual expansión de la vegetación leñosa forestal. A este fenómeno se le denomina lignificación del paisaje (<em>lignum</em>: leño). </p>
<p>Desgraciadamente cada verano los recurrentes <a href="https://theconversation.com/es/topics/incendios-forestales-55463">incendios forestales</a> nos lo recuerdan. En ellos se emiten cantidades ingentes de gases de efecto invernadero. La desaparición de la ganadería extensiva incrementa anualmente el problema. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444046/original/file-20220202-5167-glke05.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ganado vacuno ramoneando matorrales en un castañar. Los árboles muestran ramas secas consecuencia de un reciente incendio forestal. El ganado puede contribuir a disminuir el desarrollo de matorral inflamable reduciéndose así el riesgo de incendios.</span>
<span class="attribution"><span class="source">José A. Reque</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>El <a href="https://theconversation.com/obesos-y-famelicos-la-alimentacion-es-etica-y-politica-174979">debate sobre los modelos ganaderos para la producción de carne</a> no cesa. El análisis de los comentarios realizados al respecto concluye que la ganadería extensiva es, sin duda, el modelo más respetuoso con el medio ambiente y con los animales. Sin embargo, en muchos casos, sale a colación la imposibilidad de <a href="https://theconversation.com/podemos-renunciar-a-la-ganaderia-industrial-174677">satisfacer la demanda de carne</a> únicamente con el censo actual de ganado en extensivo.</p>
<p>El imparable despoblamiento del medio rural y el mal funcionamiento de la cadena de valor, que no permite remunerar adecuadamente la actividad al ganadero, cuestiona a día de hoy la continuidad futura de la ganadería extensiva. </p>
<p>Este modelo es una actividad prácticamente residual en amplias zonas del norte de España en el caso del ovino y caprino, básicamente por la falta de mano de obra. Se encuentra también muy mermada en el caso del <a href="https://www.ugavan.es/wp-content/uploads/2017/09/Estudio-El-vacuno-extensivo-en-Espa%C3%B1a.pdf">vacuno de carne</a>, donde prácticamente solo subsisten las explotaciones de vacas nodrizas que suministran terneros de seis meses a las explotaciones de cebo. La ganadería porcina en extensivo solo persiste para la producción de carne y jamón 100 % ibérico, producto <em>gourmet</em>.</p>
<p>Esta situación puede llevarnos a pensar que el consumo de carne procedente del modelo extensivo es algo residual y solo apto para consumidores de renta alta. Sin embargo, este hecho podría ser minorado si se ampliaran los apoyos a los terrenos pastados en régimen extensivo –desde los pastos tradicionales o los prados de siega a la superficie forestal– a través de la práctica del silvopastoralismo, que presenta múltiples <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10457-017-0126-1">beneficios intangibles</a>, en su mayor parte no cuantificados, y por tanto, no valorados en el mercado. </p>
<p>Estos beneficios se podrían concretar en la <a href="https://trashumanciaynaturaleza.org/wp-content/uploads/2021/03/TyN-2020-Extensive-grazing-and-HCI.pdf">conservación de la biodiversidad</a>, el modelado del paisaje, el freno al “vaciado” de las tierras del interior y la prevención de incendios, además de la enorme capacidad de fijación de carbono en el suelo y la biomasa. Añadir también el enorme coste social que supone la pérdida de un legado cultural milenario.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444047/original/file-20220202-25-txwwyi.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La presencia de ganado ovino extensivo ha pasado a ser testimonial en amplias zonas del norte de España.</span>
<span class="attribution"><span class="source">José A. Reque</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>La necesidad de apoyo</h2>
<p>La <a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/106/la-financiacion-de-la-pac">Política Agraria Común</a> (PAC) absorbe más del 35 % del presupuesto comunitario. La UE destina estos fondos mayoritariamente a apoyar a los agricultores y ganaderos mediante un pago por hectárea, bien a la superficie cultivada o bien a la superficie pastada. En el caso de la ganadería se subvenciona aquella que tiene una base territorial, como es la extensiva, mediante un pago básico por hectárea considerada como pastable o “admisible”. </p>
<p>El pastoreo en terrenos forestales queda prácticamente <a href="https://www.efncp.org/download/LosPastosEnEspanayEuropaylaPAC_red.pdf">excluido de todo el sistema de apoyo</a>, de forma que no existe incentivo para potenciar este modelo de explotación ganadera tan beneficioso. Únicamente los <a href="https://www.aida-itea.org/aida-itea/files/jornadas/2021/comunicaciones/2021_SGEG_12.pdf">programas de desarrollo rural</a> que actúan a escala regional pueden contener medidas locales que financian actuaciones concretas de apoyo.</p>
<p>El <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020AE0994&from=IT">Pacto Verde Europeo</a> y la Estrategia de la Granja a la Mesa propuesta desde la Comisión Europea persiguen un <a href="https://www.agro-alimentarias.coop/ficheros/doc/05555.pdf">cambio en el actual modelo de producción</a> mediante una transición ecológica que mitigue el cambio climático, mantenga la biodiversidad y un medio rural vivo. La actividad silvopastoral es sin duda clave para alcanzar estos tres objetivos en España. </p>
<p>En esta línea, la reforma de la PAC propone los llamados ecorregímenes, uno de ellos destinado a compensar a la ganadería extensiva a través de una ayuda por hectárea pastada y bajo unas densidades ganaderas máximas. De nuevo se excluye la superficie forestal como superficie pastable y admisible. </p>
<p>Es evidente que considerar la enorme superficie forestal de España hace inviable cualquier modelo de apoyo basado en una ayuda por hectárea. Sin embargo, este hecho no es óbice para que se indague en nuevos instrumentos de compensación por los servicios aportados. Es necesario que tanto los consumidores como los gestores del territorio y los gobernantes sean conscientes del papel que desempeña el <a href="https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/propuesta_de_caracterizacion_de_la_ganaderia_extensiva__aproximacion_a_la_diferenciac.pdf?55564/Propuesta-de-caracterizacion-de-la-ganaderia-extensiva-Aproximacion-a-la-diferenciacion-del-grado-de-extensividadj">modelo silvopastoral</a> en esta transición a un nuevo modelo de desarrollo. </p>
<p>Las líneas de apoyo puedes ser muy variadas. Por ejemplo, a través de distintivo de calidad en el producto –como pueda ser un sello de sostenibilidad– o bien a través de apoyos directos al ganadero por los beneficios generados. En este sentido deben ser citados aquí los exitosos programas de empleo de ganado en régimen de pastoreo controlado para reducir el combustible vegetal en zonas estratégicas y <a href="https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal/landing-page-%C3%ADndice/-/asset_publisher/zX2ouZa4r1Rf/content/red-de-c3-a1reas-pasto-cortafuegos-de-andaluc-c3-ada-rapca-/20151">prevenir así incendios forestales</a>: las <a href="https://www.youtube.com/watch?v=R14d-bEXqjg">ovejas bombero</a>. </p>
<p>Es imprescindible compensar de forma adecuada el pastoreo en monte con la idea de mantener un modelo de gestión milenario, pero con plena vigencia en el actual contexto de cambio climático y abandono.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175563/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>El ganado en extensivo pasa una parte importante del año alimentándose en zonas arboladas. Los terrenos pastados tienen una enorme capacidad para secuestrar carbono. Pero la Política Agraria Común no contempla fondos para al pastoreo en terrenos forestales.José A. Reque Kilchenmann, Profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia e investigador del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR), Universidad de ValladolidAlmudena Gómez-Ramos, Profesor Titular de Economía, Sociología y Política Agraria, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1746772022-01-12T21:22:51Z2022-01-12T21:22:51Z¿Podemos renunciar a la ganadería industrial?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/440517/original/file-20220112-21-ib18nr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3703%2C2459&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/swine-flu-detection-thermal-camera-274972001">Shutterstock / Dario Sabljak</a></span></figcaption></figure><p>Los alimentos de origen animal vuelven a estar de actualidad tras las declaraciones del ministro de Consumo de España <a href="https://www.theguardian.com/world/2021/dec/26/spanish-should-eat-less-meat-to-limit-climate-crisis-says-minister">en un medio británico</a>. La preocupación de la sociedad civil europea por la contaminación de las llamadas “macrogranjas” ha llevado incluso a la creación de un ministerio específico en los Países Bajos. </p>
<p>Mientras tanto, formas ambientalmente muy favorables de ganadería, <a href="https://theconversation.com/asi-se-ha-convertido-la-trashumancia-en-una-pieza-fundamental-de-los-ecosistemas-120032">como la trashumancia</a>, languidecen hasta su casi total desaparición. </p>
<p>Los consumidores y los votantes asisten confundidos a un baile de términos que no les permite distinguir entre sistemas más o menos sostenibles.</p>
<h2>¿Son todas las granjas intensivas macrogranjas?</h2>
<p>El primer problema que hay es la confusión de términos, “ganadería industrial” y “macrogranja”, por una parte, y “ganadería intensiva”, por otra. </p>
<p>La ganadería industrial se estructura en grandes granjas por una cuestión de economías de escala. Por eso suelen ser términos análogos, pese a que signifiquen cosas diferentes. Una macrogranja implica gran cantidad de animales, de hasta decenas de miles para cerdos o vacas, y de hasta millones para pollos. </p>
<p>Una alta densidad es problemática de gestionar por la elevada concentración de excretas (purines, estiércol) en poco espacio, especialmente si no existen suficientes tierras de cultivo a una distancia cercana donde poder hacer un abonado racional. Una granja de 10 000 ovejas en extensivo, al ocupar mucho espacio, no sería un problema. </p>
<p>La ganadería industrial también implica una producción con altos insumos externos provenientes de producción lejana a la granja. Dada la evolución del sistema económico actual, dichos insumos proceden del mercado internacional. Es habitual que se importen desde países con una adecuada infraestructura de exportación pero con sueldos bajos. Eso explica la actual dominancia de Suramérica como región productora.</p>
<p>Gran parte de esas exportaciones son de tarta de soja para alimentación animal. El cultivo de soja es un potente determinante de la degradación de los ecosistemas suramericanos. Pero es importante destacar que la tarta de soja se elabora a partir de los restos de extraer aceite de soja, destinado a consumo humano. La ganadería industrial es una fuente complementaria de rentabilidad del consumo de la soja, pero casi la mitad de sus beneficios económicos provienen del consumo humano.</p>
<h2>Otros tipos de ganadería intensiva</h2>
<p>La ganadería intensiva implica un modo de producción en el que los animales están confinados y no salen a pastar. Obviamente, la ganadería industrial de macrogranjas es un tipo de ganadería intensiva. Pero hay otros tipos de ganadería intensiva que no implican industrialización. </p>
<p>El caso más obvio son los prados de siega, donde se corta hierba en la misma finca y se le da de comer a las vacas lecheras estabuladas. El ejemplo más reconocible de este tipo de sistema en vacuno de leche en España <a href="https://www.cifacantabria.org/documents/13398228/13399455/689925/51350435-83f0-d96f-8554-bbea650b0af5">se da de forma generalizada en Galicia, Cornisa Cantábrica y Navarra</a>, donde, en muchos casos, al menos la mitad de la alimentación animal se produce en las tierras de la propia explotación</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440477/original/file-20220112-23-a54dkd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Vacas de leche en Vizcaya.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Agustín del Prado</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>También en este caso están los pollos de corral o los cerdos que aprovechan los restos de huertos o de hogares rurales. Esta producción está muy ligada al territorio, no está industrializada y no presenta los importantes desafíos en sostenibilidad de las macrogranjas. A escala territorial, la densidad de animales es baja, lo que convierte sus excretas en una ventaja en vez de en un problema. </p>
<p>Habitualmente, la ganadería intensiva se contrapone a la extensiva porque en aquella los animales están confinados y en la segunda no. Sin embargo puede tener, en muchos casos, una gran similitud en el grado de vínculo al territorio. Ambas se consideran formas de producción ligadas al mismo, lo que les otorga un alto grado de sostenibilidad. Por ejemplo, la siega de prados es un proceso análogo al pastado por herbívoros. La distribución de estiércoles o purines en los mismos resulta también más fácil y más económica en granjas de pequeño tamaño, imitando la diseminación natural por herbívoros.</p>
<h2>Modelos combinados</h2>
<p>Un elemento de confusión adicional es entender cada modelo ganadero como un compartimento estanco. La realidad es que en España los diferentes modelos están mucho más entrelazados de lo que se tiende a percibir. </p>
<p>Es habitual que en España una vaca nodriza pase toda su vida pastando en el campo, pero que <a href="https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/sectores-ganaderos/vacuno-de-carne/informacion-del-sector/">sus terneros pasen por una fase de engorde en condiciones intensivas e incluso industriales</a> antes del sacrificio. La variedad y complejidad de modelos no está ni descrita ni caracterizada. </p>
<p>Sin embargo, resulta importante esclarecer este asunto para hacer propuestas de regulación, legislación y etiquetado. De esa manera se podrían favorecer las opciones más sostenibles y también permitiría al consumidor tomar decisiones informadas. Por eso hemos empezado a trabajar en ello desde nuestro grupo de investigación en el Basque Centre for Climate Change. </p>
<h2>¿Podríamos renunciar a la ganadería industrial?</h2>
<p>Actualmente podrían proceder de la ganadería industrial <a href="https://www.mapa.gob.es/images/es/20190807_informedeconsumo2018pdf_tcm30-512256.pdf#page=159">hasta dos tercios</a> de los productos ganaderos que consumimos en España, especialmente en porcino y aviar. Su supresión podría entonces tener consecuencias en la disponibilidad de alimentos con la que contamos, y también en su precio. Aquí, sin embargo, debemos reflexionar sobre los costes ambientales que la ganadería industrial causa y que no está pagando. Resulta artificialmente barata. </p>
<p>Igualmente, la ganadería ligada al territorio, tanto extensiva como intensiva, recibe insuficientes beneficios económicos por todo lo bueno que genera. Este tipo de ganadería tiene además unos costes de mano de obra mayores, lo que ayuda a mitigar el gran problema que es la despoblación rural. </p>
<p>La ganadería tiene más importancia en zonas de productividad agrícola marginal, que son precisamente las más despobladas. La aridez y la accidentada orografía de nuestro país explican que la ganadería <a href="https://theconversation.com/hemos-llegado-al-techo-de-produccion-ganadera-174669">tenga más importancia</a> que en otros. </p>
<p>Cambiar hacia un modelo ganadero de mayor valor añadido ayudaría a generar puestos de trabajo allí donde ahora mismo hacen más falta. El abandono del campo y la cada vez más extendida matorralización causan cada vez más problemas de incendios y pérdida de biodiversidad. Indican, además, el potencial de la ganadería extensiva para <a href="https://theconversation.com/es-posible-alimentar-al-mundo-solo-con-ganado-de-pastoreo-121946">producir mucho más</a>.</p>
<h2>Los riesgos de depender de mercados globales</h2>
<p>En un contexto mundial donde hay que reducir urgentemente la dependencia de los combustibles fósiles, el modelo actual de producción ganadera también está en cuestión. </p>
<p>El actual auge de la ganadería industrial se enmarca en una progresiva industrialización de la producción animal en el continente <a href="https://doi.org/10.1017/s0022029921000157">desde hace décadas</a>. Pero también en una burbuja en torno a la producción porcina, relacionada con la epidemia china de peste porcina africana. Dicha burbuja <a href="https://www.agronegocios.es/las-razones-del-ministro-garzon/">podría estallar en el corto o medio plazo</a> a medida que China recobre la producción. </p>
<p>Sumemos a esto el encarecimiento de las materias primas, incluidos fertilizantes y piensos, a medida que las políticas climáticas encarezcan la energía. No parece razonable seguir promoviendo una paulatina transformación de la producción ganadera desde recursos locales y menos sensibles a dichos cambios hacia otra dependiente de mercados globales. Más aún si se hace a expensas de los beneficios ambientales de la ganadería y aumentando el uso de combustible fósil para su producción. </p>
<p>Dentro de la realidad compleja que es el panorama productivo ganadero, mejor tender a las granjas ligadas al territorio, sean extensivas o intensivas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/174677/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pablo Manzano en el BC3 está financiado por Ikerbasque, la Fundación Vasca para la Ciencia, del Gobierno Vasco.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Agustín del Prado recibe financiación del programa Ramón y Cajal del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España (RYC-2017-22143) e Ikerbasque, la fundación Vasca para la Ciencia del Gobierno Vasco.</span></em></p>La confusión de términos entre macrogranjas, ganadería industrial, ganadería intensiva y extensiva lastra el debate sobre la producción sostenible.Pablo Manzano, Ikerbasque research fellow, BC3 - Basque Centre for Climate ChangeAgustín del Prado Santeodoro, Investigador en agricultura y cambio climático, BC3 - Basque Centre for Climate ChangeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1710572021-11-16T20:42:09Z2021-11-16T20:42:09ZCómo convivir con grandes depredadores: Lecciones desde zonas rurales de España habitadas por lobos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/431375/original/file-20211110-23-1fr3wv.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4083%2C2146&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Lobo avistado en la Sierra de la Culebra.</span> <span class="attribution"><span class="source">Chisco Lema</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>¿Cómo podría la gente convivir de forma pacífica con grandes carnívoros como los lobos?</p>
<p>Esta pregunta me trajo a España y me llevó hasta personas como Elena*. Ella y su marido son pastores y crían en extensivo un rebaño de 400 cabras. Lo hacen en una zona donde se han criado durante generaciones, aprovechando al máximo el mosaico de bosques y tierras de pasto que cubre su dominio montañoso, situado en una zona del interior de España. </p>
<p>Este tipo de ganadería extensiva produce algunas de las carnes y productos lácteos más sostenibles que el dinero pueda comprar. Usan pocos piensos y fertilizantes, y las cabras contribuyen con su presencia a preservar unas tierras de pasto que poseen una gran biodiversidad. Pero, a pesar de todo, ganarse la vida con este oficio resulta cada vez más complicado. En toda España hay muchos carniceros y queseros de ámbito local que han tenido que cerrar. Los requisitos sanitarios estrictos impiden que los granjeros le vendan directamente a los consumidores, mientras que los subsidios agrarios <a href="https://theconversation.com/eu-subsidies-benefit-big-farms-while-underfunding-greener-and-poorer-plots-new-research-144880">benefician a los que producen mayores cantidades</a> frente a los que lo hacen a pequeña escala.</p>
<p>El número de ovejas y cabras en régimen de trashumancia se ha reducido de forma drástica en zonas como la de Elena, lo que ha hecho que los matorrales vuelvan a extenderse por antiguas tierras de cultivo y difuminen los límites entre los bosques y los pueblos. Esto ha hecho que los incendios afecten a más cantidad de terreno que antes, lo que amenaza algunas casas. También ha permitido la vuelta en gran número de ciervos y jabalíes, que han causado daños en los cultivos y han provocado brotes de tuberculosis bovina.</p>
<p>Y por encima de todo, encontramos al lobo llamando a la puerta. Literalmente.</p>
<p>El lobo es un depredador versátil que puede cazar tanto presas salvajes como domesticadas. Esta capacidad, unida a unas leyes de conservación cada vez más estrictas y a mejoras en las condiciones de hábitat, han hecho que tanto las poblaciones del lobo como las de otros grandes carnívoros europeos (como el oso y el lince) se hayan recuperado y ahora <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1257553">reclamen sus antiguos territorios</a> en todo el continente.</p>
<p>Mucha gente, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0006320707001383">sobre todo la que vive en la ciudad</a>, ve con buenos ojos estos cambios. Y es que los sentimientos contrarios a los depredadores <a href="https://academic.oup.com/bioscience/article/67/7/646/3845067">se han suavizado mucho en los últimos años</a> al tiempo que ha crecido la conciencia de su importancia en el mantenimiento del equilibrio ecológico. Pero en muchas zonas rurales la vuelta de los grandes carnívoros ha pasado a simbolizar la progresiva desaparición de las culturas agrícolas tradicionales. En algunos casos el retorno de los lobos ha sido acogido con violencia, como ocurrió en Bélgica con el primer lobo que tuvo cachorros en más de un siglo, y que en 2019 <a href="https://theconversation.com/belgiums-first-wolf-in-100-years-is-presumed-dead-have-hopes-of-coexistence-died-with-her-126569">murió en extrañas circunstancias</a>. </p>
<p>Estos son los casos de los que más oímos hablar. Pero también hay lugares en Europa en los que la gente vive de forma relativamente pacífica entre grandes carnívoros. ¿<a href="https://conservationandsociety.org.in/preprintarticle.asp?id=329680">Qué hay detrás de esta convivencia armoniosa</a>, y cómo se está adaptando la gente a <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fcosc.2021.710218/full">la vuelta de los lobos</a>? Eso es lo que mi equipo de investigación y yo nos planteamos a la hora de abordar tres casos de estudio en España.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un mapa en el que se compara el grado de presencia de lobos en diversas regiones de España." src="https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=300&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=377&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=377&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422994/original/file-20210923-27-1rgci7a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=377&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">En este momento los lobos abarcan una extensión en España que es casi el doble de que la ocupaban en 1970.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fcosc.2021.710218/full">Hanna Pettersson</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Cómo convivir con lobos</h2>
<p>Elena (que vive en el emplazamiento C del mapa) tenía sentimientos encontrados acerca de la vuelta del lobo a sus tierras. Esperaba que eso pudiera servir para controlar las poblaciones de ciervos y jabalíes, pero le preocupaba encontrar un modo para evitar que atacaran a sus cabras. Sabía que proteger sus rebaños exigía mucho tiempo, dinero y conocimiento específico, y ella no tenía nada de eso.</p>
<p>Las personas en el emplazamiento de estudio A, situado en la región de Sanabria-La Carballeda, en el noroeste de España, están acostumbradas a los retos de esta coexistencia. Esta zona fue uno de los últimos bastiones de los lobos antes de la regulación de su caza en los años setenta. Antes de esta norma, bastaba con ver a un lobo para poder cazarlo. Pero hoy esta zona acoge a una de las poblaciones más numerosas de Europa Occidental, y está concentrada en la reserva de caza de la Sierra de la Culebra.</p>
<p>Para defender sus rebaños, los pastores y ganaderos de la zona incorporan grupos hasta 21 <a href="https://theconversation.com/dogs-used-to-guard-livestock-may-have-unintended-costs-to-wildlife-154602v">perros guardianes</a> a sus rebaños, hacen un pastoreo acompañado durante el día y las custodian durante la noche. Esto ha conseguido reducir los ataques de los lobos a solo unos pocos casos. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Un perro grande vigila un rebaño de ovejas." src="https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/419587/original/file-20210906-25-b95z11.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Un perro guardián cumple con su tarea en el noroeste de España.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Hanna Pettersson</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Dado que no a todo el mundo le gustan los lobos, su presencia permanente ha hecho que los pastores hayan desarrollado métodos de defensa cada vez más sofisticados, transmitidos de generación en generación, que ahora son asumidos como una parte más de la actividad ganadera.</p>
<p>Los lobos también generan ingresos a los ayuntamientos a través de la caza deportiva. Esta aún era legal cuando yo estuve allí, <a href="https://www.theguardian.com/world/2021/mar/06/spanish-farmers-deeply-split-as-ban-on-hunting-wolves-is-extended">pero fue prohibida</a> por el Gobierno español en septiembre de 2021. Hay una percepción local muy extendida de que este tipo de caza ayudaba a mantener bajo control la creciente población de lobos.</p>
<p>El turismo de lobos es otra importante fuente de ingresos gracias a las condiciones ideales que ofrece la zona, con una topografía no demasiado accidentada donde se alternan bosques con espacios abiertos. Las empresas que ofrecen a los amantes de la vida salvaje la posibilidad de avistar lobos se han multiplicado en las últimas décadas, lo que ha hecho de la Sierra de la Culebra un lugar especial en el que se combinan las actividades de avistamiento y caza del lobo.</p>
<p>Sin embargo, estos ingresos no van a los bolsillos de los pastores y ganaderos locales, y el precio de la carne que producen no refleja los beneficios que la ganadería extensiva supone tanto para los lobos como para las tierras de pastos (algo que sin embargo sí ocurre en el caso de los precios <em>premium</em> del <a href="https://www.msc.org/en-us/media-center/news-media/press-release/research-shows-ecolabel-certification-raises-share-prices">pescado sostenible</a>). En la medida en que desempeñar la actividad ganadera en estas zonas supone un trabajo más intensivo, muchos tienen que luchar para llegar a fin de mes en el contexto de un mercado global cada vez más competitivo.</p>
<p>Un pastor con el que hablé tenía la siguiente conclusión: “Los que vivimos en zona lobera tenemos una calidad de vida significativamente más baja que aquellos que no. Eso significa que siempre perdemos. Siempre”. Y es que la desaparición del sector ganadero de La Culebra es una amenaza para la coexistencia entre lobos y humanos en España, debido a que representa el mejor ejemplo de relación funcional entre dichos depredadores y la ganadería tradicional. </p>
<p>Así las cosas, ¿cómo podríamos asegurar el futuro tanto de los lobos como de estas comunidades rurales?</p>
<p>En primer lugar, financiando una coexistencia beneficiosa para todos. En España, los fondos dedicados a los lobos, como por ejemplo los procedentes de la UE, se destinan fundamentalmente a aquellas zonas donde se vive este conflicto. Esto significa que, para un ganadero español, la mayor posibilidad de recibir apoyo financiero, para mantener sus perros guardianes o construir un establo, es vivir en una comunidad cuyos habitantes sean <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/oryx/article/beyond-conflict-exploring-the-spectrum-of-humanwildlife-interactions-and-their-underlying-mechanisms/D8DDFE4D3BB76D265B3C734DF9DCB799">hostiles a los lobos</a>.</p>
<p>Necesitamos asegurarnos de que lugares como La Culebra tengan éxito para demostrarle a personas como Elena (que espera con preocupación la vuelta de los lobos) que convivir con ellos no implica necesariamente una menor calidad de vida. Esto podría implicar la creación de un <a href="https://ec.europa.eu/environment/nature/natura2000/awards/application-2020/winners/socio-economic-benefit/index_en.htm">sello de carne sostenible</a>, potenciar escuelas para pastores y la creación de <a href="https://digismak.com/millennial-shepherds-to-combat-depopulation-in-the-sierra-norte-de-madrid/">redes de colaboración que ayuden a dichos pastores a compartir conocimientos</a>, o que se les pague por la prestación de la serie de servicios medioambientales que realizan, como por ejemplo <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301479718309812">la prevención de incendios a través del desempeño de su actividad trashumante</a>.</p>
<p>Si preservamos el modo de vida de las comunidades rurales y la ganadería sostenible podremos tener un mayor margen para recuperar las especies animales salvajes de Europa.</p>
<p>*<em>Se han cambiado todos los nombres de este artículo para proteger las identidades de sus protagonistas.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171057/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Hanna Pettersson recibe fondos del UK Natural Environment Research Council.
</span></em></p>Una comunidad agrícola del noroeste de España podría tener la fórmula para la coexistencia con los grandes depredadores.Hanna Pettersson, PhD Candidate, Sustainability Research Institute, University of LeedsLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1682992021-09-29T18:22:32Z2021-09-29T18:22:32ZGanadería intensiva: el reto ambiental del sector porcino en España<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423906/original/file-20210929-18-17os076.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5945%2C2959&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/pigs-factory-472100659">Mark Agnor / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El sector porcino tiene una importancia indiscutible para la economía española, especialmente en el ámbito rural, al que pertenecen la mayoría de los 5 002 municipios con población inferior a 1 000 habitantes. Representa el 14 % de la producción final agraria y el 39 % de la producción final ganadera. </p>
<p>De hecho, en 2020 se alcanzó una producción de carne en torno a 5 millones de toneladas y <a href="https://www.mapa.gob.es/es/estadistica/temas/estadisticas-agrarias/ganaderia/encuestas-sacrificio-ganado/">más de 56,4 millones de animales sacrificados</a>. Estas cifras récord sitúan a España en cuarta posición mundial (detrás de China, Estados Unidos y Alemania) en producción de carne y tercera en número de animales sacrificados, y en segunda posición productora en el entorno europeo (con el 21,8 % de la producción). </p>
<p>Su cadena de valor comprende <a href="https://interporc.com/2021/01/21/sector-porcino-aporta-mas-de-2100-millones-de-euros-anuales-a-las-arcas-publicas?cat=actualidad/prensa">numerosas actividades directas</a> relacionadas con la producción ganadera y fabricación de piensos (empresas de porcino), la transformación (industria cárnica porcina) y la comercialización mayorista y minorista de carne y productos elaborados.</p>
<h2>Producción y estructura del sector en España</h2>
<p>Entre los años 2007 y 2020 España registró un aumento de la producción de carne de porcino del 46 %, y del 26 % en el número de animales, en prácticamente todo el territorio. Esta subida coincidió con una caída del consumo nacional del 16,7 %, que pasó de representar el 81,9 % sobre la producción en 2007 al 46,7 % en 2020, pese a que ese año aumentó el consumo en los hogares durante los meses de confinamiento, compensando así la caída de consumo en el sector de restauración.</p>
<p>El mercado exterior ha tenido un papel clave en este crecimiento: </p>
<ul>
<li><p>Por un lado, las exportaciones en territorio europeo aumentaron un 55 % desde 2008, fundamentalmente destinadas a Francia (23 %), Italia (16 %) y Portugal (13 %), representando en 2020 el 23,6 % de la producción. </p></li>
<li><p>Por otro, las extraeuropeas experimentaban un aumento considerable en el periodo, hasta representar en 2020 el 35,7 % de la producción. Esta exportación está fundamentalmente dirigida a China, que en 2020 cubría el 75 % del total de las exportaciones de porcino a terceros países, frente al 0,23 % de 2008.</p></li>
</ul>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=198&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=198&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=198&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=249&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=249&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423878/original/file-20210929-13-1xuiuzx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=249&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Exportaciones españolas fuera de la Unión Europea en 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/indicadoreseconomicossectorporcino2020_tcm30-379728.pdf">Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).</a></span>
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<p>Hay que aclarar que, pese a su cada vez mayor utilización, el término macrogranja <a href="https://www.europapress.es/economia/noticia-sector-porcino-solo-responsable-emisiones-contaminantes-espana-interporc-20210531140923.html">“no aparece en ninguna de las disposiciones vigentes del ordenamiento jurídico de España o de la Unión Europea”</a>.</p>
<p>Sí puede hacerse referencia a ganadería intensiva o ganadería industrial, entendida como aquella que se apoya en la intensificación de los factores de producción (equipamiento, instalación) para maximizar la producción y minimizar los costes. También se caracteriza por <a href="https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-la-ganaderia-intensiva-y-cual-es-su-huella-de-carbono/">una elevada densidad de animales y el control de aspectos como la alimentación</a> o la temperatura para acelerar los tiempos de cría, aprovechando las ventajas de un sistema global tanto en la cadena de suministros como en la comercialización.</p>
<p>El número total de <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2020-2110">granjas de porcino en España</a> ha caído un 11 % desde 2007 debido al desplome de las pequeñas, -51 % las reducidas y -25 % las de grupo 1. Sin embargo, el aumento experimentado por las de mayor tamaño, representadas por los grupos 2 (25 %) y 3 (49 %), ha permitido impulsar la producción de carne de porcino hasta alcanzar las 5 024 000 toneladas en 2020.</p>
<p>Ese año se contabilizaban un total de 88 437 granjas, ubicadas mayoritariamente en Galicia (34 % del total nacional), Extremadura (15 %), Andalucía (14 %) y Castilla y León (10 %). Estas regiones, a excepción de Andalucía, se caracterizan por un mayor peso de las instalaciones productivas intensivas, que en el caso de Galicia alcanzan prácticamente la totalidad.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=228&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423880/original/file-20210929-18783-ed9jk0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=286&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Explotaciones de ganado porcino en España por comunidad autónoma.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/indicadoreseconomicossectorporcino2020_tcm30-379728.pdf">Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)</a></span>
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<h2>Impacto ambiental de la producción porcina</h2>
<p>El impacto ambiental asociado al sector porcino afecta tanto a las explotaciones intensivas como extensivas, aunque la concentración de animales en el primer caso hace que la generación de purines y estiércol requiera un sistema específico de gestión de los lixiviados y residuos producidos. </p>
<p>Destacan los siguientes contaminantes:</p>
<p>• <strong>Emisiones de amoniaco</strong>: la introducción de técnicas de control de emisiones en la aplicación de fertilizantes en campo, mejoras en la alimentación animal y técnicas de gestión de estiércoles <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-/Inventario-Contaminantes.aspx">redujeron estas emisiones un 10 % en 2012 respecto a 1990</a>. A partir de 2013 se observa un aumento asociado al crecimiento de la cabaña ganadera y un repunte en el uso de fertilizantes orgánicos (estiércol) e inorgánicos. No obstante, gracias a la reducción de los fertilizantes nitrogenados inorgánicos, se situaron en 2019 un +1 % sobre 1990 .</p>
<p>• <strong>Emisiones de nitratos:</strong> el sector ganadero fue responsable en 2019 del 0,8 % de estas emisiones, que en todo caso han caído un -49 % desde 1990.</p>
<p>• <strong>Emisiones de gases de efecto invernadero:</strong> <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-/avance-gei-2020_tcm30-528804.pdf">el 9,1 % de estas emisiones se originó en este sector en 2020</a>, registrando un aumento del 0,8 % respecto a 2019 debido a la gestión de estiércol y a la fermentación entérica.</p>
<p>• <strong>Bioseguridad:</strong> combatir la resistencia antibiótica es una prioridad europea, regulada por el <a href="https://www.boe.es/doue/2016/084/L00001-00208.pdf">Reglamento (UE) nº 2016/429, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2016</a>. En este sentido el MAPA ha implementado un <a href="https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/planbsgenexpporcinas13_04_2015_tcm30-111887.pdf">Plan Estratégico Nacional de Bioseguridad en las explotaciones porcinas</a>
(2015 y 2016).</p>
<p>Estos aspectos se regulan en el <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2020-2110"><em>Real Decreto 306/2020, de 11 de febrero, que establece normas básicas de ordenación de las granjas porcinas intensivas, y modifica la normativa básica de ordenación de las explotaciones de ganado porcino extensivo</em></a>. Entre sus novedades cabe señalar:</p>
<ul>
<li><p>el establecimiento de condiciones mínimas de bioseguridad, higiene, bienestar y sanidad animal (art. 4); </p></li>
<li><p>normas de gestión de estiércoles (art. 9); </p></li>
<li><p>la necesidad de adoptar las mejores técnicas disponibles para reducir emisiones (arts. 10 y 11); </p></li>
<li><p>y la obligación de adoptar, a partir del 1 de enero de 2022, un sistema integrado de gestión de explotaciones ganaderas (SIGE) (disposición final cuarta), que incluirá un plan de gestión de residuos, un plan de gestión ambiental y de lucha contra el cambio climático y un plan de bioseguridad.</p></li>
</ul>
<h2>Consideraciones finales</h2>
<p>La producción de porcino en España supera con creces el consumo nacional, orientándose en buena parte a la exportación, principalmente a terceros países, lo que puede provocar incertidumbre asociada a la coyuntura de determinados mercados internacionales (como China). </p>
<p>Por otra parte, el aumento productivo registrado en los últimos años se apoya en un incremento del número de granjas de mayor tamaño, impulsándose la denominada ganadería intensiva. </p>
<p>Todo ello está provocando un intenso debate respecto a la repercusión socioeconómica y ambiental de las instalaciones porcinas de mayor tamaño en el ámbito rural. Asociaciones ecologistas y ganaderas alertan sobre las repercusiones ambientales y los discutibles beneficios locales de unas explotaciones muy tecnificadas. Defienden un impulso de las explotaciones extensivas y la recuperación de la cuota de las pequeñas o familiares, por considerarlas más sostenibles.</p>
<p>El Real Decreto 306/2020 regula los aspectos más controvertidos relativos a la gestión de estas instalaciones. De su cumplimiento dependerá la reducción de los impactos ambientales y, por tanto, optimizar la consideración y opinión pública de las explotaciones intensivas de ganado porcino en España.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168299/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mª Victoria Mestre Martínez colabora con la Comunidad de Medio Ambiente y Salud de El Día Después (<a href="https://diadespues.org/">https://diadespues.org/</a>).</span></em></p>El aumento productivo de los últimos años se sustenta en la apertura de nuevas explotaciones intensivas, lo que está provocando un intenso debate respecto a su repercusión ambiental.Mª Victoria Mestre Martínez, Técnico Superior Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Consejo Económico y Social (España)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1570342021-03-12T17:12:28Z2021-03-12T17:12:28Z¿Por qué son tan populares las llamas y cuál es la razón por la que nos gustan mucho?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389146/original/file-20210311-17-147bc21.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=25%2C0%2C5670%2C3791&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Llamas en un corral, Pasajes, Tarija, Bolivia.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/llamas-in-a-pen-pasajes-tarija-bolivia-news-photo/558032007?adppopup=true">Insights/Universal Images Group via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Con sus largas pestañas, orejas en forma de plátano, bocas hacia arriba y cuerpos fornidos cubiertos de lana rizada, las llamas parecen criaturas que salieron de una historia del Dr. Seuss. Y ahora son celebridades en Estados Unidos, México y otras partes del mundo.</p>
<p>Debido a su comportamiento amable y dócil, las llamas suelen ser las favoritas en los zoológicos de mascotas. Aparecen en festivales y bodas e incluso se han utilizado como <a href="https://www.washingtonpost.com/travel/2019/11/15/therapy-llamas-are-coming-portland-hotel-holidays-because-portland/">animales de terapia</a>.</p>
<p>Las llamas también han sido noticia médica en 2020. Su sistema inmunológico produce <a href="https://www.pittwire.pitt.edu/news/llama-nanobodies-could-be-powerful-weapon-against-covid-19">nanocuerpos</a> – pequeños fragmentos de anticuerpos mucho más pequeños que los anticuerpos humanos – que tienen potencial como <a href="https://www.statnews.com/2020/08/11/scientists-create-potent-anti-coronavirus-nanobody-inspired-by-llamas/">tratamientos para COVID-19</a>.</p>
<p>Los científicos también están probando versiones sintéticas de nanocuerpos de llama como tecnologías para el tratamiento de enfermedades como <a href="https://www.sciencedaily.com/releases/2020/12/201207131303.htm">la fibrosis quística</a>.</p>
<p>Pero hay mucho más que saber sobre estos cautivadores animales. En mi trabajo como <a href="https://www.researchgate.net/profile/Emily_Wakild">historiadora de América Latina</a>, he estudiado su <a href="https://doi.org/10.1093/ahr/rhz939">larga relación con los humanos</a> en sus tierras de origen montañoso andino.</p>
<p>Estas interacciones han dado forma a todo lo relacionado con las llamas, desde la longitud y el color de su lana hasta su disposición y hábitos reproductivos.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1326928261193076738"}"></div></p>
<h2>Un linaje de camellos</h2>
<p>Las llamas son descendientes de animales conocidos como <a href="https://www.iucnredlist.org/species/11186/18540211">guanaco</a> salvaje, que fueron domesticados en América del Sur alrededor del 4500 a.C. Las llamas y el guanaco son <a href="https://doi.org/10.1038/s41437-018-0120-z">dos de los cuatro</a> miembros sudamericanos de la <a href="https://rdcu.be/caU04">familia de los camellos</a>. Las otras son la <a href="http://www.conopa.org/publicaciones/the_questions_alpaca_origins.php">alpaca</a> y la <a href="https://www.iucnredlist.org/species/22956/145360542">vicuña</a>, una especie silvestre reconocida por su suave lana.</p>
<p>Los criadores emparejan regularmente llamas hembras con alpacas macho para crear crías dotadas de fina y valiosa lana de alpaca. Las llamas macho se crían con alpacas hembras para aumentar el peso de la lana.</p>
<p>Estos animales eran importantes para la economía del imperio inca, que floreció en Perú desde <a href="https://www.ancient.eu/Inca_Civilization/#:%7E:text=The%20Inca%20civilization%20flourished%20in,the%20world%20at%20that%20time.">alrededor del año 1400 a 1533</a>. Los incas usaban su lana para hacer telas, que se duplicaban como moneda. Los animales también proporcionaban carne y <a href="https://www.smithsonianmag.com/smithsonian-institution/how-inca-empire-engineered-road-would-endure-centuries-180955709/">transportaban mercancías</a> a lo largo de unas 25.000 millas de caminos incas.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Small gold llama figurine, Inca, about AD 1500." src="https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=553&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=553&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=553&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=695&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=695&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/375506/original/file-20201216-15-tnaf3o.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=695&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Estatuilla inca de una llama, en oro, de Perú c. 1500, del British Museum.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4a/Miniature_gold_llama_figurine.jpg">BabelStone/Wikipedia</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Pero los incas no veían a las llamas y sus parientes solo como ganado. Más bien, estaban profundamente entrelazados con la cultura y las creencias espirituales de la región. Los incas y preincas <a href="https://wwwtest.uwpress.wisc.edu/books/0709.htm">sacrificaban llamas y alpacas</a> en ceremonias religiosas para promover la fertilidad en sus rebaños. Sirvieron la carne de los animales en <a href="https://doi.org/10.2307/972232">celebraciones patrocinadas por el estado</a> para honrar a los dioses de la lluvia. Y <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/antiquity/article/inka-llama-offerings-from-tambo-viejo-acari-valley-peru/877DCB73D4D804EFA2574443188A79C1">sacrificaron y enterraron</a> a estas criaturas en tierras recién conquistadas para legitimar la presencia inca.</p>
<h2>La mejor lana</h2>
<p>Los arqueólogos <a href="https://www.discovermagazine.com/planet-earth/secrets-of-the-alpaca-mummies">han desenterrado alpacas y llamas momificadas</a> en Perú que tenían más de mil años. Los animales habían sido sacrificados y enterrados con cuentas, lana y piezas de plata.</p>
<p>El análisis de estos ejemplares perfectamente conservados reveló las magistrales técnicas de reproducción selectiva de sus manipuladores. Estos animales tenían una lana suave, tenue y de rápido crecimiento – más fina que la mejor cachemira actual. Entonces, ¿qué pasó con los genes que produjeron lana de tan alta calidad?</p>
<p>Ellos desaparecieron.</p>
<p>Después de que los españoles tomaron el control del imperio inca en la década de 1540, los gobernantes españoles vieron las llamas y las alpacas como <a href="https://www.pbs.org/gunsgermssteel/variables/llamas.html">bestias de carga o fuentes de carne</a>. Muchos de los animales murieron por enfermedades introducidas por las ovejas y el ganado importados de los españoles. Los peruanos tardaron casi 300 años en lograr la independencia y más tiempo para que se reanudaran la población de los pueblos indígenas andinos y las prácticas tradicionales de cría.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/369475/original/file-20201116-23-eyce7w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">En los pueblos indígenas andinos, es común ver llamas vestidas con coloridos trajes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/tydence/27331924550/in/photolist-HDefWs-6as3Dj-6hwYce-7S8V8Y-dtvatQ-7AXR6R-6gNdk3-8zEQ9F-w7F7XS-kZbM2-HkqbZ-2cxHb7W-5cGTur-stRQN-775zbd-8GXab-4viMWD-oPEsPg-jdAGY2-znvMt-7psAH-dy6jGp-cUgsTq-7FVs9-77cRHA-5MGER6-pMk95V-oPFdou-djCF9f-9TiSBo-9CFFYT-dybSW5-8KYnFy-cUdSPh-HS1bZV-5tRBoV-85WCLe-yCP6H5-L7iG1-pwvrHC-5MwxYM-FRPWa3-is71Yo-5YMiCZ-5cGUEK-q63H4d-7B6N6H-j4BXuS-5cMc27-83nBUz">Tydence Davis/Flicker</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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</figure>
<h2>¿Aderezo de llama?</h2>
<p>Hoy en día no es raro ver llamas vestidas con coloridos trajes en las plazas públicas de los pueblos andinos. Esta es una tradición cultural de larga data, que simboliza el poder, el respeto y la reverencia entre <a href="https://www.worldbank.org/en/news/infographic/2016/11/22/cuanto-conoces-a-los-indigenas-de-america-latina">los pueblos indígenas</a>, especialmente en Bolivia y Perú. Por ejemplo, <a href="http://www.myperu.org/traditional_dances_qhapaq_qolla.html">la danza Qhapaq Qolla</a>, que se celebra cada julio en Paucartambo, Perú, reconoce a las llamas y sus pastores como partes poderosas de una “cosmovisión” andina o comprensión del universo.</p>
<p>Las culturas andinas poseen una <a href="https://www.dukeupress.edu/earth-beings">cosmovisión holística</a> que abarca a los seres humanos, las plantas, los animales, la tierra, los ríos, las montañas, la lluvia, la nieve y, por supuesto, las llamas. Muchos andinos asocian a los animales con seres sobrenaturales. Los pastores de la región peruana de Ayacucho creen que sus rebaños de llamas y alpacas no les pertenecen – son propiedad de los “<a href="https://doi.org/10.4324/9781315418537">wamani</a>” – espíritus que residen en las aguas o en los picos de las montañas.</p>
<p>Creen que las llamas actúan como un conducto esencial entre las personas y los wamani, y los pastores mantienen esa conexión a través de obligaciones rituales que a menudo involucran a los animales. Pueden adornar llamas, disfrazar a los animales o “casarse” con llamas en un lecho nupcial. Los animales dóciles que cooperan en estas ceremonias se mantienen, se reproducen por más tiempo y crean generaciones futuras con temperamentos tranquilos.</p>
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<figcaption><span class="caption">Llamas son una parte integral de la danza anual Qhapaq Qolla en Perú.</span></figcaption>
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<h2>La llama ‘moderna’</h2>
<p>Las llamas <a href="http://www.reaktionbooks.co.uk/display.asp?ISB=9781780237381">llegaron por primera vez</a> a Estados Unidos en el siglo XIX, importadas para zoológicos. En 1914, el alcalde de Buenos Aires <a href="https://www.nytimes.com/1914/03/16/archives/llama-for-bryan-ordered-deported-with-five-others-from-argentina-it.html">le dio uno al entonces secretario de Estado William Jennings Bryan</a>, aunque no se le permitió ingresar al país porque estaba infectado con fiebre aftosa.</p>
<p>En la década de 1980, las llamas se habían convertido en atracciones básicas en zoológicos de mascotas, ferias, ranchos de turistas y fiestas privadas. Los ganaderos los compraron para ahuyentar a los coyotes de sus ovejas. Los guías de campo cargaron llamas en lanchas a reacción y las condujeron a Cessnas para aventuras de “<a href="https://wildernessridgetrailllamas.com/">empaque de llamas</a>” y excursiones de caza.</p>
<p>A los inversores que compraron llamas y alpacas como ganado no les fue tan bien, ya que no había mucho mercado en Estados Unidos para su leche o lana. Los cabilderos lograron ayudar a la industria a principios de la década de 2000 al incluir alpacas en las deducciones de la Sección 179 destinadas a hacer crecer las pequeñas empresas. Estas medidas, que se <a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2017/04/12/a-u-s-senator-is-in-a-showdown-with-people-who-own-alpacas/">prorrogaron en 2010 y siguen vigentes</a>, tratan la compra de alpacas como tractores u otros equipos nuevos.</p>
<p>Independientemente de estos incentivos y la popularidad cultural de las llamas, la propiedad de las llamas en territorio estadounidense ha <a href="https://www.nbcnews.com/news/us-news/llamas-disappearing-across-united-states-n994181">disminuido</a> de casi 145.000 animales en 2002 a menos de 40.000 en 2017. Si bien las llamas y alpacas se pueden encontrar en todos los estados, sus poblaciones se concentran principalmente en <a href="https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2015/02/27/why-there-are-so-many-llamas-in-the-united-states/">Arizona y el Pacífico noreste</a>.</p>
<p>Las culturas andinas han fomentado durante mucho tiempo relaciones de reciprocidad entre los humanos y otros animales. Como sugieren los hallazgos médicos sobre los nanocuerpos de llamas, esa perspectiva puede ser más sabia de lo que los indígenas sudamericanos probablemente podrían haber imaginado.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/estilo/por-que-son-tan-populares-las-llamas-y-cual-es-la-razon-por-la-que-nos-gustan-mucho">El Financiero</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157034/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Emily Wakild has received funding from the National Science Foundation, the National Endowment for the Humanities and the Fulbright foundation.
</span></em></p>Con sus largas pestañas y orejas en forma de plátano, las llamas suelen ser las favoritas en los zoológicos, ferias y bodas. Esta relación estrecha con la raza humana empieza hace 7.000 años en Perú.Emily Wakild, Professor of History and Director, Environmental Studies Program, Boise State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1524302021-02-03T19:44:19Z2021-02-03T19:44:19ZMediar entre humanos para conservar a los lobos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/380857/original/file-20210127-19-chzopc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=44%2C0%2C4948%2C3251&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Lobo ibérico.</span> <span class="attribution"><span class="source"> Isabeau Ottolini</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Según el <a href="https://doi.org/10.1007/s10531-018-1668-x">último censo</a>, realizado entre 2012 y 2014, se estima que hay una población que oscila entre 1 500 y 3 000 lobos en España. El estatus de protección legal de la especie no es uniforme. No está catalogada en gran parte de su área de distribución, y en las Comunidades Autónomas existen distintos modelos de gestión. En algunas, se considerada especie cinegética. </p>
<p>La nueva <a href="https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/el-borrador-de-la-estrategia-para-la-conservaci%C3%B3n-y-gesti%C3%B3n-del-lobo-propone-su-inclusi%C3%B3n-en-el-listado-de-protecci%C3%B3n-especial-/tcm:30-517091">Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo en España</a> propone generalizar su estatus como especie protegida. Pero dicha propuesta corre el riesgo de generar nuevas tensiones en su coexistencia con los seres humanos, relacionadas frecuentemente con procesos insuficientemente participativos.</p>
<p>Estudios y experiencias previas, procedentes de aplicar la sociología a la conservación, muestran el potencial de la mediación social y el involucramiento de las poblaciones locales. Entre las oportunidades a explorar en este sentido figuran iniciativas como el <a href="https://www.entretantos.arqw.es/nace-el-observatorio-grupo-campo-grande-sobre-la-convivencia-del-lobo-iberico-y-la-ganaderia-extensiva/">Observatorio Campo Grande sobre la convivencia del lobo ibérico y la ganadería extensiva</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/382030/original/file-20210202-13-1fi18n4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Protesta para reivindicar la consideración del lobo como especie protegida.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ecologistasenaccion.org/32058/presentan-queja-en-europa-ante-el-life-de-la-junta-para-el-lobo/">Ecologistas en Acción</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>¿Una estrategia inclusiva y efectiva?</h2>
<p>En noviembre de 2020 se presentó un borrador para actualizar la <a href="https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/el-borrador-de-la-estrategia-para-la-conservaci%C3%B3n-y-gesti%C3%B3n-del-lobo-propone-su-inclusi%C3%B3n-en-el-listado-de-protecci%C3%B3n-especial-/tcm:30-517091">Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo</a>. Se propone extender la consideración del lobo como especie protegida donde ahora es especie cinegética. </p>
<p>El borrador ha inspirado declaraciones de <a href="https://www.ecologistasenaccion.org/159074/reclaman-a-teresa-ribera-la-proteccion-inmediata-del-lobo/">colectivos ecologistas</a>. En estas, se asume la prohibición de la caza del lobo y el fin de los controles de la especie. No obstante, el borrador no especifica que esto sea así. </p>
<p>Por otra parte, cunde la alerta, por ejemplo <a href="https://www.lne.es/oriente/2020/12/05/gobierno-central-protegera-lobo-espana-25957789.html">en las regiones donde se caza al lobo</a>. Pero también en colectivos ganaderos, que denuncian <a href="https://www.agropopular.com/lobo-proteger-asturias-241120/">la inutilidad de aplicar un único rasero</a>. Tales posicionamientos son reveladores del conflicto enquistado en torno al lobo.</p>
<p>El borrador ha sido elaborado en consulta con las Comunidades Autónomas. Actualmente se ha abierto la siguiente fase, de consulta y aportación de otros actores. Ahora bien, es fundamental alertar sobre las graves tensiones relacionadas con proteger especies “desde arriba” (enfoque <em>top-down</em>). Tales tensiones pueden perjudicar a <a href="https://doi.org/10.1017/CBO9780511614774.017">su conservación</a>. Además, también pueden afectar a las relaciones sociales <a href="https://doi.org/10.1002/9781118520178.ch7">entre los humanos</a> con quienes coexisten. </p>
<p>Un ejemplo es el oso. En el <a href="https://doi.org/10.3989/ris.2010.03.10">Pirineo, el refuerzo de su población</a> con ejemplares importados resultó polémico. Mientras, en la región Cantábrica una gestión <a href="http://www.fundacionosopardo.org/wp-content/uploads/2014/08/manual_corredores_oso_2012.pdf">más aceptada por la población local</a> ha sido una de las claves del éxito en su conservación. </p>
<p>Más allá de considerar las tensiones como un conflicto “humano vs. animal”, es un <a href="https://doi.org/10.1016/j.biocon.2014.07.015">conflicto social</a>. Es decir, entre (grupos de) personas sobre la presencia de especies <a href="https://doi.org/10.3390/su8080711">como el lobo</a>. Entenderlo así nos lleva a considerar los <a href="https://doi.org/10.1080/08941920.2020.1750746">procesos sociales subyacentes a la conflictividad</a>. Estos procesos son, por ejemplo, la exclusión de ciertos grupos sociales, la intervención de instituciones lejanas y la polarización entre grupos rurales-urbanos y científicos-no científicos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=755&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=755&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/377973/original/file-20210111-15-3xduc5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=755&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Lobo ibérico.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Isabeau Ottolini</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Mediación social y procesos participativos</h2>
<p>La mediación social y los procesos participativos son claves para fomentar la coexistencia, dependiendo mucho de la confianza y la inclusividad.</p>
<p>En un <a href="https://doi.org/10.1080/08941920.2020.1750746">estudio</a> en el Parque Natural de Redes (Asturias) investigamos la persistencia del conflicto sobre lobos desde la comunicación. Aquí se observó que era muy recurrente la profunda desconfianza entre prácticamente todos los grupos sociales. </p>
<p>Vimos mucha desconfianza, por ejemplo, durante las Jornadas <a href="http://www.ridea.org/actualidad/agenda-ridea/135-el-lobo-en-asturias-la-gestion-de-un-conflicto#.X-MWXdj0lPY"><em>El Lobo en Asturias</em></a> en 2017. En estas se reunían la Administración pública, biólogos, cazadores, ganaderos, ecologistas, etc. </p>
<p>Durante las jornadas se cuestionaban sistemáticamente los datos oficiales sobre los censos de lobos y de daños causados, usados para elaborar los planes de gestión del lobo. ¿Por qué? Los datos no encajaban con las observaciones de los diferentes grupos (como ganaderos y ecologistas). Los consideraban sub o sobreestimaciones, interpretando intenciones ocultas: eliminar a la población rural o a los lobos, respectivamente.</p>
<p>Tal desconfianza va ligada a la exclusión recurrente de <a href="https://doi.org/10.1080/08941920309180">grupos involucrados en la coexistencia</a>, específicamente poblaciones locales. También influye la <a href="https://doi.org/10.1016/j.biocon.2013.08.020">marginalización de sus puntos de vista</a>. </p>
<p>Además, la falta de participación y diálogo inclusivo, donde se valoren todas las aportaciones, pueden crear posicionamientos (y acciones) radicales y reforzar tensiones entre ámbitos urbanos-rurales y académicos-no académicos. Todo esto lo <a href="https://doi.org/10.1080/08941920.2020.1750746">observamos también en el Parque Natural de Redes</a>. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/382028/original/file-20210202-17-7dzha7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ganadería extensiva en trashumancia.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Isabeau Ottolini</span></span>
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<p>Por otro lado, también hay ejemplos positivos de involucrar plenamente a la población local. Aparte del caso ya mencionado del oso cantábrico, existen experiencias exitosas en África. Allí, dicho conflicto impacta mucho más drásticamente los medios de vida locales. </p>
<p>Un ejemplo paradigmático es Kenia. En este país la pérdida de fauna silvestre <a href="https://pathwayskenya2020.exordo.com/programme/presentation/120">se ha revertido en los últimos años en la zona central</a>. La implementación de programas de desarrollo por parte del <a href="https://www.nrt-kenya.org/s/LOWRESFINAL_State-of-Conservancies-Report-2019.pdf">Northern Rangelands Trust</a> lleva aparejados objetivos no solo ambientales, sino sociales y económicos. </p>
<p>La iniciativa persigue, por ejemplo, facilitar el acceso a la educación, empoderar comunidades de pastores, reforzar la gobernanza local, fomentar el ecoturismo y el reparto de sus beneficios, y mejorar la comercialización de productos ganaderos. La población local tiene voz, voto e intereses, por lo que su percepción sobre la fauna y las oportunidades que ofrece cambia radicalmente.</p>
<h2>El Observatorio Campo Grande</h2>
<p>En España tenemos un excelente ejemplo de plataforma de mediación social: el <a href="https://www.entretantos.arqw.es/nace-el-observatorio-grupo-campo-grande-sobre-la-convivencia-del-lobo-iberico-y-la-ganaderia-extensiva/">Observatorio Campo Grande</a>. Surge a partir del <a href="http://www.grupocampogrande.org/">Grupo Campo Grande</a>. Es una iniciativa para afrontar de forma positiva la gestión del conflicto existente alrededor de la coexistencia del lobo ibérico y la ganadería extensiva. </p>
<p>El Observatorio pretende ser un lugar de encuentro y reflexión entre sectores y conocimientos diferentes. Tiene como fin proponer actuaciones y respuestas que integren todas las miradas que intervienen, basadas en el diálogo y la mediación social. Incluye tanto voces desde el territorio como enfoques científicos multidisciplinares. De esta forma, integra las realidades sociales y ecológicas de dicho conflicto. </p>
<p>Esta iniciativa es fundamental para participar en las discusiones sobre la Estrategia actualizada. Además, permite articular un diálogo productivo para mejorar la confianza entre las partes y disminuir las tensiones.</p>
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<span class="caption">Lobo ibérico.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/iberian-wolf-beautiful-animal-our-country-1026975343">Shutterstock / Agustín Ferreiro</a></span>
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<h2>La cara social de la conservación</h2>
<p>Es clave trabajar con herramientas de investigación social que determinen el complejo socioecosistema que rodea al lobo en un territorio. Solo de este modo se podrá comprender mejor los conflictos sobre lobos (y otras especies conflictivas de fauna silvestre) y encontrar vías para una coexistencia justa y factible. </p>
<p>La mediación y la participación pueden desempeñar un papel importante: acercan posturas polarizadas y revalorizan las ideas y conocimientos aportados de las partes implicadas. Por ello, se deberían generar plataformas de mediación social para formular políticas de conservación. </p>
<p>Si se protege el lobo sin ninguna consideración por las poblaciones rurales, es posible que su población acabe reduciéndose significativamente debido a una situación de mayor conflictividad. Por lo contrario, si se gestiona mediante estrategias que tengan en cuenta aspectos sociales además de los biológicos, se puede conseguir una adecuada conservación de la especie y coexistencia con la sociedad, ya sea bajo protección total o bajo caza controlada como se ha hecho hasta ahora.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152430/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pablo Manzano recibe fondos del Instituto de Ciencia de la Sostenibilidad de Helsinki (HELSUS). Es miembro voluntario de Ecologistas en Acción y de la Plataforma para la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Isabeau Ottolini no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La nueva Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo en España puede generar nuevas tensiones entre los grupos sociales involucrados, relacionadas frecuentemente con procesos poco participativos.Isabeau Ottolini, PhD Candidate - PyroLife project, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaPablo Manzano, Postdoctoral research fellow, Global Change and Conservation interdisciplinary research group, University of HelsinkiLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1468532020-10-14T20:10:05Z2020-10-14T20:10:05ZLos lastres que todavía cargan las emprendedoras rurales<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/363436/original/file-20201014-15-1d3isz5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5176%2C3499&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/people-apple-orchard-sorting-apples-1832056039">Shutterstock / Gegham Davtyan</a></span></figcaption></figure><p>El <a href="https://www.un.org/es/observances/rural-women-day">Día Internacional de las Mujeres Rurales</a> (15 de octubre) es una fecha para reconocer y reivindicar el papel de las mujeres en la agricultura, la ganadería y la lucha por el desarrollo rural, muchas veces a través del turismo y la conservación de la gastronomía y el patrimonio.</p>
<p>Los programas de igualdad desarrollados generan sensibilidad a las brechas de género y receptividad a explorar vías de mejora en el mundo rural. Pero, si bien se perciben avances cualitativos a nivel cultural, todavía queda un largo camino por recorrer.</p>
<h2>El agravante de la despoblación</h2>
<p>Gran parte de la problemática laboral en el entorno rural está relacionada con la despoblación, un reto social y económico al que se enfrentan la mayoría de las regiones españolas. </p>
<p>Según <a href="https://strategocyc.com/informe-despoblacion-espana-siglo-xxi/">datos de 2018</a>, el 74 % de los pueblos españoles han perdido vecinos en los últimos 16 años y el 39,5 % han visto disminuida su población en más de un 25 % desde comienzos de siglo. </p>
<p>Factores como el envejecimiento demográfico, la baja natalidad y la escasez de medios de vida explican el proceso de <a href="https://theconversation.com/la-despoblacion-asignatura-troncal-del-nuevo-curso-politico-130333">despoblación del mundo rural</a>. </p>
<p>La dificultad para acceder al mercado laboral se agrava en el caso de las mujeres, pues se enfrentan a un contexto donde son las principales responsables de los cuidados (hijos y/o mayores dependientes). Esto se debe a la falta de corresponsabilidad y de servicios que permitan la conciliación de la vida familiar y laboral. Por ello, muchas veces tienen que recurrir al empleo por cuenta propia y, en numerosas ocasiones, vinculado a explotaciones agrarias y ganaderas. </p>
<h2>Trabajadoras invisibles</h2>
<p>Hasta hace unos años, el trabajo de las mujeres en actividades agrícolas y ganaderas permanecía invisible al figurar como cónyuges en la categoría de “ayuda familiar”: carecían de reconocimiento jurídico, económico y social, no cotizaban a la Seguridad Social y no tenían la posibilidad de una pensión futura. </p>
<p>La situación cambió con la aprobación de la <a href="https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2011-15625">Ley de Titularidad Compartida</a> (2011). Pero todavía el número de socias de cooperativas agroalimentarias es <a href="http://www.agro-alimentarias.coop/ficheros/doc/06213.pdf">menor que el de hombres</a> (ellas representan el 26 %) y su presencia en órganos rectores de decisión de la cooperativa es aún menor (7,4 %). Solo el 3,6 % ostenta la presidencia.</p>
<p>Es necesario reflexionar sobre la importancia de la presencia femenina en los cuadros directivos y representativos de las cooperativas. Las mujeres en estos puestos pueden servir de referentes para las jóvenes y abrir camino para que en el futuro haya más mujeres en puestos de poder en la toma de decisiones en el mundo rural.</p>
<h2>Las dificultades de la COVID-19</h2>
<p>A esta situación de dificultad se ha añadido la pandemia de la <a href="https://theconversation.com/es/covid-19">COVID-19</a>, que tomó el control sobre la economía española hace siete meses. Sus repercusiones pesan, sobre todo, en los propietarios de pequeñas empresas, en las mujeres empresarias y, en especial, en las zonas rurales. </p>
<p>La COVID-19 ha impuesto el distanciamiento social, los cierres y restricciones a la movilidad con efectos como el aumento de las compras en internet, el uso de las redes sociales y las videollamadas. Estos factores son un arma de doble filo para las zonas rurales. </p>
<p>Por un lado, la falta de banda ancha de calidad en las comunidades rurales tiene implicaciones para los emprendedores que dependen de las plataformas digitales para ampliar el alcance del mercado. </p>
<p>Por otro lado, el aumento del teletrabajo durante el confinamiento ha abierto oportunidades para consolidar un cambio de paradigma: los trabajos con alto valor añadido pueden ser relocalizados a zonas rurales.</p>
<h2>Más apoyo al emprendimiento femenino rural</h2>
<p>Desde la Administración se debería hacer un mayor esfuerzo para impulsar políticas específicas de fomento del emprendimiento por mujeres en el mundo rural. Estas deberían abordar diversas líneas. </p>
<p>Para muchas mujeres la maternidad sigue siendo su primera ambición a nivel personal, de forma que el reconocimiento social a su trabajo pasa a un segundo plano. Esto no ocurre en el caso de los hombres. Habría que fomentar el desarrollo de la corresponsabilidad y ofrecer servicios que permitan la conciliación para que las mujeres puedan dedicar más tiempo a su vida laboral, incluyendo su participación en puestos de responsabilidad en la toma de decisiones. </p>
<p>También se deben superar barreras psicológicas. Las mujeres, generalmente, tienden a pensar que tienen menos capacidades para estar en puestos de toma de decisiones. Afortunadamente, la situación está cambiando poco a poco con las nuevas generaciones de mujeres jóvenes y cualificadas que regresan a sus localidades con la intención de crear su empresa y establecer su vida personal en el mundo rural. </p>
<p>No obstante, es muy necesario apostar tanto por propuestas formativas ajustadas a las necesidades de los negocios de las mujeres rurales como por el asesoramiento para que sus ideas de negocio les permitan crecer y no solo subsistir. </p>
<p>Asimismo, es importante acercar la financiación a las mujeres rurales que quieren emprender. <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11187-019-00168-3">Estudios</a> recientes indican que las mujeres prefieren financiarse con fuentes informales antes que pedir préstamos (tendencia que <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/eufm.12255">aumenta en épocas de crisis</a>).Pero también que hay sesgos de género en la evaluación por parte de los bancos. En momentos de recesión financiera, las mujeres que solicitan préstamos pueden tener más probabilidades de obtenerlos bien porque los bancos tratan de cubrir los riesgos favoreciendo a prestamistas <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11187-019-00168-3">más conservadores</a> (de acuerdo con estereotipos de género) o porque son menos propensas que los hombres a rechazar una oferta de préstamo, <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11187-019-00168-3">incluso si es demasiado costosa</a>.</p>
<p>Sería ventajoso trabajar en el tema impositivo, sobre todo en las primeras etapas, cuando más complicado es conseguir clientes y el equilibrio económico. Por ejemplo, podría fomentarse la autofinanciación empresarial mediante reducción del gravamen de los beneficios no distribuidos.</p>
<p>Finalmente, formar parte de una asociación de fomento del emprendimiento puede ser beneficioso para aprender buenas prácticas y encontrar apoyo e información específica y actualizada de la actividad que se desarrolla. Hay muchas asociaciones y cada emprendedora ha de buscar aquella que sea más afín a sus objetivos. No obstante, dicha abundancia puede también tener sus desventajas, porque las emprendedoras pueden sentirse perdidas en la maraña de organismos públicos y asociaciones. Esa dispersión de los esfuerzos para fomentar el emprendimiento puede que dificulte el trabajo para plantear propuestas de asesoramiento y formativas más efectivas.</p>
<p>La <a href="https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/development-agenda/">Agenda 2030</a> de las Naciones Unidas nos ha marcado los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entre ellos se incluye “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos” (8º) y “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” (5º). </p>
<p>Para cumplir con estas metas marcadas por la ONU es necesario ofrecer oportunidades de desarrollo también en las zonas rurales y garantizar que estas se conciben desde la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, para aprovechar el talento de éstas y las posibilidades de desarrollo rural que pueden aportar a los pueblos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/146853/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Cristina Díaz García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, la autora reconoce y analiza el papel de las mujeres como emprendedoras, en la agricultura, en la ganadería y en el desarrollo rural.Cristina Díaz García, Profesora en Organización de Empresas, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1430102020-07-25T19:23:22Z2020-07-25T19:23:22ZLas emisiones de metano aumentan peligrosamente: ¿quién tiene la culpa?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/348366/original/file-20200720-23-o4poqc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3414%2C2207&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><span class="source">Sukree Sukplang/Reuters</span></span></figcaption></figure><p>La ganaderia, agricultura, y los combustibles fósiles son los principales responsables de la aceleración en las emisiones de metano. Aumentan a una tasa acorde a los escenarios climáticos que auguran un incremento de temperaturas de 3-4 °C a finales de este siglo.</p>
<p>Acabamos de publicar dos <a href="https://doi.org/10.5194/essd-12-1561-2020">trabajos</a> de <a href="https://doi.org/10.1088/1748-9326/ab9ed2">investigación</a> que muestran el preocupante crecimiento de las emisiones globales de metano. En ellos también exploramos lo que esto significa para los objetivos del Acuerdo de París.</p>
<p>La concentración de metano en la atmósfera alcanzó 1 875 partes por mil millones a fines de 2019, más de dos veces y media los niveles preindustriales.</p>
<p>Una vez emitido, el metano permanece en la atmósfera durante nueve años, un período mucho más corto que el del dióxido de carbono. Sin embargo, su potencial de calentamiento global es 86 veces mayor que el del CO₂ cuando se promedian sus impactos en los primeros 20 años y 28 veces mayor en 100 años.</p>
<p>Las emisiones de metano del sector agrícola siguen creciendo tanto en España como en Brasil, mientras que en otros países de Europea y Latinoamérica las emisiones totales son estables o han disminuido.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/348348/original/file-20200720-15-ysggbi.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La agricultura y los combustibles fósiles son las principales causas del aumento de los niveles de metano.</span>
<span class="attribution"><span class="source">EPA</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El balance global de metano</h2>
<p>Hemos estimado un balance de metano mundial teniendo en cuenta todas las fuentes y sumideros. Las fuentes incluyen actividades humanas como la agricultura y la quema de combustibles fósiles, así como fuentes naturales como los humedales. Los sumideros comprenden la destrucción de metano en la atmósfera y los suelos.</p>
<p>Nuestros datos muestran que las emisiones de metano crecieron casi un 10 % desde la década de 2000-2006 hasta el año más reciente de estudio, 2017.</p>
<p>El metano atmosférico aumentó alrededor de 12 partes por mil millones cada año. Esta velocidad es acorde al escenario modelado por el <a href="https://archive.ipcc.ch/home_languages_main_spanish.shtml">Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático</a> en el que la Tierra se calienta entre 3 y 4 °C a finales del 2100.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=378&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=378&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=378&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/348347/original/file-20200720-33-1a35kac.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=476&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución de las emisiones de metano en la atmósfera en los últimos 2000 años. Datos obtenidos de registros en el hielo y la atmósfera.</span>
<span class="attribution"><span class="source">BoM/CSIRO/AAD</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Durante la década del 2008 al 2017, el 60 % de las emisiones de metano provenían de actividades humanas. Entre ellas figuran, por orden de importancia:</p>
<ul>
<li><p><strong>La agricultura, la ganadería y los vertederos.</strong> En particular las <a href="https://theconversation.com/es-hora-de-decir-adios-a-los-combustibles-fosiles-y-a-las-vacas-126963">emisiones de animales rumiantes</a> (ganado), estiércol, vertederos y el cultivo de arroz</p></li>
<li><p><strong>La producción y uso de combustibles fósiles.</strong> Principalmente de la industria del petróleo y el gas, seguida de la minería del carbón.</p></li>
<li><p><strong>La quema de biomasa.</strong> Esta incluye la quema de madera y biocombustibles para calefacción y energía, e incendios forestales.</p></li>
</ul>
<p>El resto de las emisiones (40 %) provienen de fuentes naturales. Por orden de contribución al balance global, estas incluyen:</p>
<ul>
<li><p><strong>Los humedales.</strong> Principalmente los situados en regiones tropicales y partes frías del planeta como Siberia y Canadá.</p></li>
<li><p><strong>Lagos y ríos.</strong></p></li>
<li><p><strong>Fuentes geológicas naturales en la superficie de la tierra y océanos.</strong> Algunos ejemplos son las filtraciones de gas y petróleo, y los volcanes.</p></li>
<li><p><strong>Fuentes pequeñas como las termitas en las sabanas de África y Australia.</strong></p></li>
</ul>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=360&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/348351/original/file-20200720-31-7xu353.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=453&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Balance global de metano.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.globalcarbonproject.org/methanebudget/">Global Carbon Project</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>¿Y qué pasa con los sumideros de metano? Alrededor del 90 % del metano es finalmente destruido, u oxidado, en las partes bajas de la atmósfera cuando reacciona con el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_hidroxilo">radical hidroxilo</a>. El resto se destruye en la alta atmósfera y en los suelos. </p>
<p>El aumento de las concentraciones de metano en la atmósfera podría deberse, en parte, a una disminución de la tasa de destrucción del metano, así como al aumento de las emisiones. Sin embargo, nuestros hallazgos no sugieren que este sea el caso.</p>
<p>Nuestros estudios demuestran que el metano se está acumulando en la atmósfera porque la actividad humana lo produce a un ritmo mucho más rápido del que está siendo destruido.</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/GpLbd2fe3h4?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vídeo de la NASA que muestra las principales fuentes de metano.</span></figcaption>
</figure>
<h2>¿Quiénes son los culpables?</h2>
<p>Las regiones que han contribuido en mayor medida al aumento del metano son aquellas en latitudes tropicales, como Brasil, Asia Meridional (por ejemplo, India) y el Sudeste Asiático (por ejemplo, Indonesia). Las siguen regiones de latitudes medias y del norte como los Estados Unidos, Europa y China.</p>
<p>Aunque las emisiones en Europa llevan años disminuyendo, <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-/Inventario-GEI.aspx">las emisiones de España aumentan</a>, aunque lentamente. Estas se deben, en orden de importancia, a la fermentación entérica del ganado, los vertederos y la gestión del estiércol. El resto a la minería del carbón, emisiones del petróleo y el gas natural, y a las aguas residuales. Los cultivos de arroz son la fuente más pequeña de emisiones.</p>
<p>Las emisiones tropicales estaban dominadas por el crecimiento del sector agrícola y de residuos, mientras que las emisiones de latitudes medias y norte provinieron principalmente de la quema de combustibles fósiles. </p>
<p>Al comparar las emisiones mundiales durante el 2000-2006 con las emisiones del 2017, puede apreciarse que tanto la agricultura como el uso de combustibles fósiles contribuyeron igualmente a su aumento. </p>
<p>Desde el 2000, la minería del carbón fue el sector de combustibles fósiles que más contribuyó al aumento de las emisiones de metano. Pero el <a href="https://blogs.scientificamerican.com/observations/natural-gas-use-is-rising-is-that-good-news-or-bad-news-for-the-climate">rápido crecimiento</a> de la industria del gas natural provoca que su contribución esté aumentando.</p>
<p>Algunos científicos temen que el calentamiento global haga que el permafrost rico en carbono (suelos en el Ártico que están helados durante todo el año) <a href="https://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain/Cartografiando_el_permafrost_artico">se descongele</a>, liberando grandes cantidades de metano. </p>
<p>Pero no hemos observado ningún incremento en las emisiones de metano en las latitudes más norteñas durante las últimas dos décadas. Aunque esto no quiere decir que las emisiones no estén aumentado, su contribución global es todavía muy pequeña. Necesitamos más estudios terrestres, aéreos y con satélites para asegurar que estamos registrando adecuadamente las emisiones en esta vasta región.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/348353/original/file-20200720-15-1u58z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Se necesitan más estudios sobre la fusión del permafrost en las altas latitudes del norte.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Pikist</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Podemos evitar las fugas de metano?</h2>
<p>Se están invirtiendo grandes esfuerzos en investigación y desarrollo en todo el mundo para buscar maneras de reducir las emisiones de metano. Incluso estamos explorando métodos para <a href="https://theconversation.com/turning-methane-into-carbon-dioxide-could-help-us-fight-climate-change-117317">eliminarlo de la atmósfera</a>.</p>
<p>Europa demuestra que ciertas medidas pueden funcionar. Nuestra investigación revela que las emisiones europeas de metano han disminuido en las últimas dos décadas, en gran parte debido a las <a href="https://theconversation.com/la-pac-de-politica-posbelica-a-impulsora-de-la-proteccion-ambiental-136200">políticas agrícolas</a> y <a href="https://www.energy-reporters.com/environment/germany-to-cut-methane-as-us-relaxes-rules/">de residuos</a> que han llevado a una mejor gestión del ganado, el estiércol y los vertederos.</p>
<p>El ganado produce metano como parte de su proceso digestivo. Algunos aditivos y suplementos en piensos <a href="https://www.agric.wa.gov.au/climate-change/carbon-farming-reducing-methane-emissions-cattle-using-feed-additives">pueden reducir estas emisiones</a> en rumiantes. También se están llevando a cabo investigaciones sobre la <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/dec/01/new-zealand-begins-genetic-program-to-produce-low-methane-emitting-sheep">cría selectiva de ganado</a> con bajas emisiones.</p>
<p>La extracción, procesamiento y transporte de combustibles fósiles también contribuye con importantes emisiones de metano. Pero los <a href="https://climate.nasa.gov/news/2930/a-third-of-california-methane-traced-to-a-few-super-emitters/"><em>superemisores</em></a> –emplazamientos de la industria del petróleo y gas natural que liberan un gran volumen de metano– contribuyen de forma desproporcionada al problema.</p>
<p>Esta distribución sesgada abre la puerta a distintas oportunidades. Ya <a href="https://www.edf.org/icf-methane-cost-curve-report">existen tecnologías</a> que permitirían reducir significativamente las emisiones de estos <em>superemisores</em> de una forma muy rentable. </p>
<p>Es evidente que la actual tendencia al alza de las emisiones de metano es incompatible con el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París. Pero debido a la corta vida del metano en la atmósfera, veríamos los resultados de cualquier acción tomada en la actualidad dentro de nueve años. Esto proporciona una gran oportunidad para una rápida mitigación del cambio climático.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143010/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pep Canadell recibe fondos del Australian National Environmental Science Program - Earth Systems and Climate Change Hub y de la Fundación Gordon y Betty Moore.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ann Stavert recibe fondos de la Fundación Gordon y Betty Moore.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ben Poulter recibe fondos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Marielle Saunois recibe fondos de la Fundación Gordon y Betty Moore.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Paul Krummel trabaja para el CSIRO y recibe fondos del MIT, la NASA, la Agencia Meteorológica de Australia, el Departamento de Agricultura, Agua y Medioambiente y el Department of Agriculture, Water and the Environment, y el Refrigerant Reclaim Australia.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Rob Jackson recibe fondos de la Fundación Gordon y Betty Moore.</span></em></p>Nuestros últimos estudios sugieren que el metano, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono, se está acumulando en la atmósfera debido a la actividad humana.Pep Canadell, Chief research scientist, CSIRO Oceans and Atmosphere; and Executive Director, Global Carbon Project, CSIROAnn Stavert, Project ScientistBen Poulter, Research scientist, NASAMarielle Saunois, Enseignant-chercheur, Laboratoire des sciences du climat et de l’environnement (LSCE), Université de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines (UVSQ) – Université Paris-Saclay Paul Krummel, Research Group Leader, CSIRORob Jackson, Chair, Department of Earth System Science, and Chair of the Global Carbon Project, globalcarbonproject.org, Stanford UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1365262020-06-09T19:06:51Z2020-06-09T19:06:51ZAsí contribuye la mejora genética animal a la seguridad alimentaria<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/340393/original/file-20200608-176585-cg5ia4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C11%2C7337%2C4891&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.pexels.com/es-es/foto/agricultura-al-aire-libre-animales-arboles-735968/">Kat Jayne / Pexels</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>El papel de la mejora genética animal en la sociedad pasa desapercibido. En el saber popular es más nombrada por bulos y mitos que por su contribución al bienestar de la sociedad. ¿Sabía que más de un 40 % del aumento del rendimiento de la ganadería es debido a la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4788124/">mejora genética</a>? </p>
<p>Este artículo explicará qué es la mejora genética animal, cómo se aplican las técnicas genómicas y su papel en la disponibilidad de alimento.</p>
<h2>Qué es la mejora genética animal</h2>
<p>Es el proceso de selección para elegir los animales que dejarán un mayor número de descendientes en las siguientes generaciones según un objetivo de selección que se quiere mejorar. Este objetivo de selección suele incluir una mayor producción, de mejor calidad, mayor bienestar de los animales para que no sufran enfermedades y, en los últimos años, aumentar la sostenibilidad y el respeto por el medioambiente. </p>
<p>La mejora genética trata de identificar los individuos que portan las mejores combinaciones de genes para cumplir ese objetivo. Estos genes se transmitirán en las sucesivas generaciones.</p>
<p>La mejora genética es tan antigua como la ganadería. Hace unos 10 000 años los seres humanos del <a href="https://mihistoriauniversal.com/prehistoria/inicios-de-la-agricultura-y-la-ganaderia/">Neolítico</a> capturaban animales y los domesticaban para reducir la incertidumbre de los periodos de escasez de alimentos. A su vez, se quedaban con aquellos animales que eran más dóciles, productivos o tenían alguna característica de interés.</p>
<p>En la actualidad, la selección genética utiliza todo el conocimiento científico y técnico disponible. Empezando por una recogida masiva de datos. Cientos de terabytes de información se generan todos los meses en granjas y centros agropecuarios. </p>
<p>Esta información puede incluir:</p>
<ul>
<li><p>El pedigrí de cada animal (identificación del padre y madre). </p></li>
<li><p>Datos sobre la producción. Por ejemplo: litros de leche, número o peso de los huevos, pesos de animales adultos, etc. </p></li>
<li><p>Fechas de nacimiento.</p></li>
<li><p>Tratamientos veterinarios.</p></li>
<li><p>Parámetros morfológicos.</p></li>
<li><p>Información adicional, como las emisiones de <a href="http://www.metalgen.es">metano</a>. </p></li>
</ul>
<p>La mejora genética es uno de los campos donde se utiliza el <em>big data</em> desde antes de que le pusiéramos nombre. </p>
<h2>Selección genómica</h2>
<p>En la última década, las técnicas de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=ewiBPvFsaGU">secuenciación del genoma</a> y de genotipado han contribuido a conocer las variantes genéticas que porta cada animal. Así podemos detectar de forma más precisa los animales con las mejores combinaciones de genes. </p>
<p>Esta tecnología se ha denominado <a href="http://www.revistafrisona.com/Portals/0/articulos/n177/A17704.pdf?ver=2013-04-03-151122-857">selección genómica</a> y requiere de herramientas estadísticas, matemáticas y computacionales cada vez más potentes.</p>
<p>La mejora genética es una combinación de ciencias biológicas, matemáticas y computacionales. Los expertos en este campo deben dominar todas estas ciencias. En realidad, la demanda laboral de personas que dominen los tres campos es creciente.</p>
<p>Para conocer el mérito genético de los animales es necesario conocer su rendimiento productivo. Pero no es suficiente. Hasta el 2010, se necesitaba la información de sus parientes para tener cálculos fiables, principalmente de su descendencia. Debíamos esperar a que los hijos de estos animales entrasen en producción y poder calcular así una predicción fiable de su mérito genético. En algunas especies, como el vacuno, esto podía suponer hasta 5 años de espera.</p>
<p>Con las herramientas de secuenciación, podemos conocer cómo son las variantes del genoma de los individuos al nacer simplemente con una muestra de sangre o pelo. La selección genómica permite calcular el mérito genético de los individuos de forma mucho más precisa y a edades más tempranas usando información de su ADN. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5742%2C3681&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=385&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=385&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=385&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=484&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=484&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/338347/original/file-20200528-51516-1fnagmm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=484&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-putting-raw-meat-refrigerator-closeup-795124657">Africa Studio / Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Mejora genética y disponibilidad de alimento</h2>
<p>Incluso durante la pandemia provocada por la COVID-19, la ganadería ha jugado un papel fundamental para <a href="https://www.revistaalimentaria.es/consumidora/coronavirus-la-distribucion-asegura-que-no-habra-falta-de-alimentos">abastecer de alimento</a> a la población. Durante este tiempo, hemos sentido la necesidad de acumular comida para el confinamiento, casi como hacían nuestros antepasados ante la incertidumbre o miedo a la falta de alimento.</p>
<p>La ganadería suministra carne, leche y huevos con un rendimiento cada vez más alto gracias en buena parte a esta selección genética acumulada a lo largo de las últimas décadas. Por ejemplo, la eficiencia en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Broiler">pollos broiler</a> se ha incrementado alrededor de un 77 % en 60 años y la producción lechera ha duplicado su eficiencia debido en gran parte a la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4788124/">selección genética</a>. Una mayor eficiencia implica también mayor sostenibilidad, ya que reduce el uso de recursos naturales para producir la misma cantidad de alimento.</p>
<p>Un ejemplo claro es el ganado <a href="https://www.campogalego.com/es/como-se-esta-notando-el-efecto-de-la-seleccion-genomica-en-el-vacuno-de-leche/">vacuno de leche</a>. A principios de los años 80, el rendimiento por vaca era de unos 3 400 litros. Y en España había casi 2 millones de vacas lecheras. En la actualidad, una vaca seleccionada produce más de 10 000 litros de leche por lactación. El censo de vacas lecheras ha caído hasta casi el 40 %. Necesitamos menos vacas y se produce mucha mayor cantidad de leche.</p>
<p>El siguiente infograma compara la reducción en el numero de individuos y el incremento en producción en 30 años:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/328452/original/file-20200416-192689-sy10lq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Comparación en número de vacas lecheras en España y su producción entre 1984 y 2019.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Los genes que guarda su nevera</h2>
<p>A menudo, el mero hecho de oír hablar de <a href="https://www.dciencia.es/adn-genes-cromosomas/">genes</a>, genética o selección en aspectos relacionados con los alimentos crea desconfianza acerca de su calidad o seguridad. Pero los seres humanos hemos <em>comido genes</em> desde mucho antes de existir la ciencia como tal. </p>
<p>Es importante divulgar un mensaje de transparencia sobre cómo es el proceso de la <a href="https://wakelet.com/@cursoBIMG_OgsD5">mejora genética</a> para mejorar la confianza del consumidor en la seguridad alimentaria.</p>
<p>Nuestras neveras están llenas de genes, vegetales o animales. Las plantas y los animales <a href="https://francis.naukas.com/2014/02/02/comer-si-miedo-de-j-m-mulet/">siempre han tenido genes</a>. La mejora genética <em>simplemente</em> selecciona aquellas variantes que son favorables al ser humano, y que han permitido a los animales que nos proporcionan alimento estar mejor adaptados y ser más resilientes con el medio. Sin olvidar que los niveles de seguridad alimentaria en la Unión Europea son ahora más altos que nunca.</p>
<p>Tampoco olvidemos que somos humanos porque hemos llegado hasta aquí comiendo carne, leche, huevos y pescado entre otras cosas. El trabajo de la mejora genética durante las últimas décadas ha contribuido a que la población pueda abastecerse de alimento con proteína de alta calidad, incluso en estos difíciles momentos que estamos viviendo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/136526/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Óscar González-Recio no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La mejora genética ayuda a que la población pueda abastecerse de alimento con proteína de alta calidad, también en estos difíciles momentos que estamos viviendo.Óscar González-Recio, Investigador especializado en mejora genética animal, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1333152020-03-31T19:25:52Z2020-03-31T19:25:52ZBienestar animal, ¿mito o realidad?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/319818/original/file-20200311-116245-13fts1y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3714%2C2478&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/group-freerange-chicken-freely-grazing-outside-492303379">Zlikovec/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Son varios los temas relacionados con la producción animal objeto de debate en este siglo. La <a href="https://theconversation.com/que-dice-y-que-no-el-informe-de-la-onu-sobre-la-carne-122917">emisión de metano</a> por parte de los rumiantes, los vertidos orgánicos de las granjas porcinas, las enfermedades de transmisión de los animales al hombre (vacas locas), el uso del suelo y la sostenibilidad medioambiental y, por descontado, el bienestar de los animales destinados a la producción de alimentos. </p>
<p>El bienestar animal es definido por la <a href="https://www.oie.int/es/bienestar-animal/el-bienestar-animal-de-un-vistazo/">Organización Mundial de la Sanidad Animal</a> como “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”. Además, hoy en día entendemos el bienestar animal como aquel derivado del cumplimiento de las denominadas “cinco libertades”. Estás son las siguientes:</p>
<ul>
<li><p>Libre de hambre, de sed y de desnutrición.</p></li>
<li><p>Libre de temor y de angustia.</p></li>
<li><p>Libre de molestias físicas y térmicas.</p></li>
<li><p>Libre de dolor, de lesión y de enfermedad.</p></li>
<li><p>Libre de manifestar un comportamiento natural.</p></li>
</ul>
<p>Estas y no otras son las cláusulas que estipulan nuestra relación con los animales de granja destinados a la producción de alimentos.</p>
<h2>Diferencias entre países</h2>
<p>Lo primero que debemos considerar es la disparidad de modos de producción a nivel global. Las diferencias derivan, en gran medida, de las diferentes intensidades de crecimiento demográfico en las diversas regiones geográficas del mundo. La población del planeta está aumentando de manera exponencial; se prevé que <a href="https://www.un.org/es/sections/issues-depth/population/index.html">nos aproximemos a los 9 700 millones</a> en 2050.</p>
<p>Pero la intensidad de crecimiento es mucho mayor en África y Asia que en Europa, EE. UU. o Australia, por citar algunos territorios. Esto hace que, en aquellas zonas donde la demanda es acuciante, la producción predomine sobre el bienestar. En los lugares donde la demanda no es acuciante, el bienestar animal se torna prioritario. En Europa nos movemos en esta segunda alternativa.</p>
<h2>Mejoras para aves, cerdos y vacas</h2>
<p>Tres son las principales especies con <a href="http://www.bienestaranimal.eu/baeu.html">una legislación propia en bienestar animal</a> en la Unión Europea: la avícola, la bovina y la porcina. Repasemos brevemente los avances en legislación europea de los últimos años.</p>
<p>Las gallinas ponedoras eran criadas en jaulas con una superficie útil por gallina de 550 cm². <a href="https://ec.europa.eu/food/animals/welfare/practice/farm/laying_hens_en">Ahora</a> se alojan en jaulas provistas de nido, perchas, baño de arena, bandas abrasivas para el limado de las uñas y con una superficie de 750 cm²/ave o bien en sistemas sin jaulas, denominados en suelo, con no más de 9 gallinas/m². </p>
<p>En un futuro no muy lejano, los sistemas en jaulas desaparecerán en la UE, como ya han desaparecido los productos que de ellos provienen de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=XNcFI2fedpQ">ciertos supermercados</a>.</p>
<p>Los <a href="https://ec.europa.eu/food/animals/welfare/practice/farm/pigs_en">avances en el bienestar del ganado porcino</a> también han sido importantes en la UE en los últimos años. Las cerdas se criaban en jaulas durante su preñez, pero ahora la legislación obliga a criarlas en grupo. Así se propicia un mejor desarrollo de su comportamiento. </p>
<p>A los lechones se les cortaban los colmillos y los rabos por rutina. Hoy en día <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2002/BOE-A-2002-22544-consolidado.pdf">la legislación</a> obliga a razonar esta decisión. En los parques de los animales se añaden elementos para el juego y la intensidad de luz y ruido está regulada por ley.</p>
<p>La especie bovina también ha experimentado mejoras marcadas por <a href="https://ec.europa.eu/food/animals/welfare/practice/farm/calves_en">la normativa</a>. Se han centrado, sobre todo, en los terneros de menos de 6 meses de edad. Actualmente, deben recibir obligatoriamente calostro y unos niveles suficientes de hierro en su dieta. La ley obliga a criarlos en grupos a partir de cierta edad para favorecer la socialización.</p>
<h2>Cómo elegir al hacer la compra</h2>
<p>Pero ¿podemos reconocer todas estas mejorías en el bienestar animal en el supermercado? No es una pregunta de fácil contestación, ni con una única respuesta. Nuevamente depende de la especie animal a la que nos refiramos.</p>
<p>Los <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=LEGISSUM:4324376">códigos impresos en los huevos</a> (0, 1, 2 o 3) son de gran ayuda en el caso de las aves ponedoras. </p>
<p>No es así en el caso del pollo. <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32008R0543&from=es">Las categorías marcadas por la legislación</a> no son utilizadas normalmente debido a su complejidad y grado de confusión. El famoso pollo de corral no es más que un cambio en la alimentación de los mismos pollos criados en las mismas condiciones de bienestar. Más que pollo de corral se debería llamar pollo amarillo.</p>
<p>En el resto de las especies, son dos las principales herramientas que tiene el consumidor para conocer el bienestar de los animales que han sido partícipes de la generación del producto que va a comprar: las figuras de protección y los certificados de bienestar animal.</p>
<p>En muchas <a href="https://ec.europa.eu/info/food-farming-fisheries/food-safety-and-quality/certification/quality-labels/quality-schemes-explained_es">figuras de protección a nivel europeo</a> se incluyen parámetros relativos al bienestar de los animales. Estas figuras son:</p>
<ul>
<li><p>Las denominaciones de origen protegidas.</p></li>
<li><p>Las indicaciones geográficas protegidas. </p></li>
<li><p>Las especialidades tradicionales garantizadas.</p></li>
</ul>
<p>Los novedosos <a href="http://www.welfarequality.net/es-es/certificacion-welfair/">certificados de bienestar animal</a> son inspecciones pormenorizadas de las explotaciones donde se evalúa a través de multitud de factores el bienestar de los ejemplares de esa granja. Constituyen una buena herramienta a la hora de garantizar el buen trato a los animales de la explotación. En este vídeo de YouTube se puede conocer su génesis:</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/l7dLS0CivwI?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vídeo explicativo del proyecto europeo Welfare Quality.</span></figcaption>
</figure>
<p>Sin duda, nos queda mucho camino por recorrer en materia de bienestar animal, pero en ningún caso debemos menospreciar los pasos hasta el momento dados.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133315/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anastasio Argüello Henríquez ha recibido fondos del Gobierno de España, del Gobierno de Canarias y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Noemí Castro Navarro recibe fondos de Gobierno de Canarias, Cabildo de Gran Canaria y Universidad de Las Palmas de Gran Canaria</span></em></p>La legislación europea ha introducido en los últimos años mejoras en las condiciones de vida de las aves, cerdos y vacas destinadas a la producción de alimentos. Pero aún queda camino por recorrer.Anastasio Argüello Henríquez, Catedrático de Producción Animal, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaNoemí Castro Navarro, Profesora Titular de Universidad, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1323312020-02-23T20:17:47Z2020-02-23T20:17:47ZLa Política Agraria Común de la UE: sembrando debate desde 1962<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/316727/original/file-20200223-32678-1378jv7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5472%2C3628&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Tractores durante una protesta ante la sede de la Comisión Europea en Bruselas.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/tractors-seen-outside-eu-commission-headquarters-1047368785"> Alexandros Michailidis / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Desde hace unas semanas en España se producen <a href="https://www.upa.es/upa/uControlador/index.php?nodo=1021&hn=3092">numerosas protestas</a> de agricultores y ganaderos contra los bajos precios de venta de origen de sus productos, la competencia desleal de los productos agrícolas procedentes de Marruecos y contra el más que probable recorte de los fondos de la Política Agraria Común (<a href="https://www.consilium.europa.eu/es/policies/cap-introduction/">PAC</a>) para los presupuestos europeos de 2021-2027.</p>
<p>Estas manifestaciones no son exclusivas de España, los agricultores llevan movilizándose desde noviembre del año pasado en <a href="https://www.politico.eu/article/rural-unrest-spreads-as-farmers-anger-boils-over/">toda Europa</a> por las mismas razones. La semana pasada los tractores procedentes de numerosos países tomaron las <a href="https://www.euractiv.com/section/agriculture-food/news/from-farm-to-pitchfork-farmers-take-to-brussels-streets-ahead-of-eu-summit/">calles de Bruselas</a> en protesta por los recortes de la PAC y los costes potenciales de tener que producir con estándares ambientales más estrictos bajo el <a href="https://ec.europa.eu/spain/news/20191212_Europe-climate-neutral-2050_es">Green Deal Europeo</a>. Todo ello mientras los líderes de la UE debatían sobre los presupuestos de la UE para los próximos siete años.</p>
<h2>La PAC, pionera de las políticas comunitarias</h2>
<p>La PAC <a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/103/la-politica-agricola-comun-pac-y-el-tratado">nació</a> en 1962, cinco años después de los Tratados de Roma, y su creación se atribuye al presidente francés <a href="https://www.irishtimes.com/news/a-simple-trade-off-that-led-to-emergence-of-the-cap-1.155406">Charles de Gaulle</a>. </p>
<p>Por aquel entonces las carestías de alimentos de la postguerra persistían todavía en la memoria de los ciudadanos y el objetivo de la PAC fue garantizar un suministro suficiente de alimentos a los ciudadanos y asegurar unos ingresos decentes para los productores. No hay que olvidar que el precio de las materias primas sufre gran volatilidad debido a factores climáticos y por el hecho de ser productos muy homogéneos a escala global. Por ello se estableció un sistema de precios garantizados para los agricultores, sin elevar el precio final que pagaban los consumidores. Esto es, los agricultores recibían una subvención que incentivaba la producción (<a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/109/el-primer-pilar-de-la-politica-agricola-comun-pac-ii-los-pagos-directos-a-las-ex">primer pilar</a> de la PAC).</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316728/original/file-20200223-92558-tqzwor.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Vacas pastando.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Pixabay</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La política consiguió su objetivo: la producción agraria y ganadera se incrementó en los años 60 y 70 de modo que la sobreproducción se convirtió en un problema en los 80. Los excedentes fueron exportados, deprimiendo los precios de las exportaciones de materias primas de los países más pobres, donados o directamente destruidos. La PAC necesitaba <a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/107/los-instrumentos-de-la-pac-y-sus-reformas">reformas</a> urgentes.</p>
<p>En 1992 se cambió el sistema de precios garantizados por pagos directos a los agricultores y se fijaron cuotas para acabar con los excedentes permanentes. </p>
<p>Pero fue entre 2000 y 2003 cuando se llevó a cabo una reforma aún más significativa: los pagos se desvincularon del nivel de producción y pasaron a ser un pago único en función del área de explotación y del mantenimiento de ecosistemas. </p>
<p>También se introdujo el <a href="https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/110/el-segundo-pilar-de-la-pac-la-politica-de-desarrollo-rural">segundo pilar</a> de la PAC, la política de desarrollo rural, centrada en el uso eficiente de los recursos, el cuidado del medio ambiente y el impulso a las zonas rurales para evitar su despoblación.</p>
<h2>Una política costosa</h2>
<p>En los años 70 la PAC representó un 75 % de los presupuestos comunitarios pero su peso ha ido descendiendo a lo largo de las décadas hasta representar un 36,3% en <a href="https://ec.europa.eu/info/food-farming-fisheries/key-policies/common-agricultural-policy/cap-glance_en#howitspaidfor">2018</a> con 58 820 millones de euros. </p>
<p>Las subvenciones directas (primer pilar) siguen constituyendo casi 70 % de los fondos de la PAC y son tildadas como distorsionadoras del libre mercado, artificialmente mejorando la competitividad de los alimentos europeos en los mercados internacionales. No obstante, otros países desarrollados como Japón, Corea del Sur o EEUU también ofrecen copiosos subsidios al campo y no están dispuestos a reducirlos pese a las <a href="https://www.ictsd.org/bridges-news/bridges-africa/news/the-wto-agriculture-and-development-a-lost-cause">demandas</a> de los países en desarrollo en la OMC.</p>
<p>Además, los pagos se realizan dependiendo de las hectáreas de la explotación, favoreciendo a los <a href="https://unearthed.greenpeace.org/2016/09/29/common-agricultural-policy-millions-eu-subsidies-go-richest-landowners/">grandes propietarios</a> de Dinamarca, Francia, República Checa, el Reino Unido –irónicamente también a lores británicos que apoyan al Brexit– e incluso de Arabia Saudí. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/316729/original/file-20200223-92526-6s3kx7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Cosecha.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Pixabay</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los principales receptores de fondos de la PAC en 2018 fueron Francia (17%), España (11,3 %), Alemania (11,1 %), Italia (8,9 %) y Polonia (7,9 %). No obstante, si consideramos los <a href="http://capreform.eu/gainers-and-losers-from-the-cap-budget/">receptores netos</a> (ingresos de la PAC menos contribuciones), lo países más beneficiados son Polonia, España y otros países del Este de Europa y Bálticos, mientras que Alemania, Holanda, Reino Unido e Italia fueron contribuyentes netos.</p>
<h2>Futuro incierto</h2>
<p>Con la salida del Reino Unido de la UE se <a href="https://www.politico.eu/article/eu-budget-battle-big-fights-cohesion-funding-agriculture/">perderán</a> 75 000 millones de euros (10 714 millones anuales) para la PAC en el período 2021-27, lo que ha llevado a la UE a proponer una reducción de los fondos disponibles para la PAC y la política de cohesión, dos de las políticas que más han favorecido a España. </p>
<p>Mientras que el Parlamento Europeo quiere mantener los 383 000 millones de euros para 2021-27 que estaban disponibles para el período 2014-2020, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, <a href="http://capreform.eu/president-michels-solution-to-the-mff-conundrum/">propuso</a> recortarlos a 323 000 millones (un 14% menos) y la Comisión Europea a 324 000 millones. </p>
<p><a href="https://www.reuters.com/article/france-agriculture-show/macron-to-farmers-france-stood-firm-on-eu-farm-budget-idUSL5N2AM056">Francia</a>, <a href="https://twitter.com/sanchezcastejon/status/1230955284786483200?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1230955284786483200&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.larazon.es%2Finternacional%2F20200221%2Fovy6e2uibbhezmt4dlizjsn5oy.html">España</a> y otros receptores netos quieren mantener al menos 375 000 millones para la PAC, mientras que los países “<a href="https://www.ft.com/content/7faae690-4e65-11ea-95a0-43d18ec715f5">frugales</a>” (Holanda, Dinamarca, Austria y Suecia, apoyados por Alemania) rechazan contribuir más a la PAC y la política de cohesión. </p>
<p>Estos desacuerdos han llevado al <a href="https://www.ft.com/content/c3e2ef6e-53ed-11ea-8841-482eed0038b1">fracaso</a> de las negociaciones sobre el presupuesto de la UE, que se retomarán en marzo.</p>
<p>Mientras tanto, la <a href="https://ec.europa.eu/info/departments/environment_es">Dirección General de Medio Ambiente</a> de la Comisión Europea <a href="https://www.politico.eu/article/epic-battle-over-green-organic-sustainable-farming-divides-eu-departments-green-deal/">insta</a> a los agricultores y ganaderos a recortar sus <a href="https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/pdfscache/29569.pdf">emisiones</a> de gases contaminantes, recortar el uso de fertilizantes y pesticidas químicos y fomentar la agricultura orgánica y la plantación de árboles en detrimento de la superficie dedicada a los cereales. </p>
<p>Los agricultores avisan que dicha estrategia verde aumentará sus costes de producción sin que reciban ayudas complementarias debido al recorte de la PAC.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/132331/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eszter Wirth no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Mientras las manifestaciones de agricultores y ganaderos contra la bajada de los fondos comunitarios destinados a la PAC se generalizan en Europa, la Comisión Europea insta a a los agricultores y ganaderos a recortar emisiones, el uso de fertilizantes y pesticidas y fomentar la agricultura orgánica.Eszter Wirth, Profesora de Economía Internacional (ICADE), Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1287972019-12-22T20:52:43Z2019-12-22T20:52:43ZEsta es la huella ambiental de la comida que tiramos a la basura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/307682/original/file-20191218-11909-gv4f1n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C8440%2C5787&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-person-throwing-leftover-pasta-into-639120259">Andrey_Popov/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La producción de alimentos tiene una huella de carbono que proviene del uso de terreno y de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente. Un 22 % de estos alimentos termina en la basura, y con ellos todos los recursos utilizados en el proceso.</p>
<p>En los últimos tiempos, hemos oído hablar de la importancia que nuestra dieta tiene en el cambio climático. Según <a href="http://www.revistaindice.com/numero72/p25.pdf">este estudio</a>, la contribución al cambio climático de la dieta en los hogares es alrededor de un 19 %. El transporte y la energía suponen el 39 %. </p>
<p>Durante mi participación en la <a href="https://theconversation.com/una-cumbre-de-transicion-luces-y-sombras-de-la-cop25-128935">COP25</a> celebrada en Madrid, en una mesa redonda sobre emisiones GEI en los sectores agrícola y ganadero, se puso de manifiesto la importancia de los avances tecnológicos para reducir las emisiones. La moderación del consumo y la reducción del desperdicio alimentario son también puntos fundamentales.</p>
<h2>Impacto de la agricultura y la ganadería</h2>
<p>El <a href="https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-/es2019-unfccc_nir_tcm30-496176.pdf">inventario</a> de gases de efecto invernadero en España señala a la agricultura como responsable del 11,6 % de las emisiones. </p>
<p>La ganadería supone un 9 %, siendo las emisiones de metano de la digestión de los rumiantes el factor principal. Los sensores en granja, el manejo de cultivos, la alimentación del ganado o la genética pueden contribuir a una agricultura y ganadería más eficiente.</p>
<p>Desde la investigación se trabaja para que la agricultura y la ganadería sean más productivas, eficientes y con menores emisiones de gases de efecto invernadero. </p>
<p>Por ejemplo, el proyecto <a href="http://www.metalgen.es">METALGEN</a> investiga estrategias genómicas y de nutrición para que el ganado deje una menor huella de carbono.</p>
<h2>El desperdicio alimentario</h2>
<p>Este <a href="http://www.fao.org/3/i3347e/i3347e.pdf">informe</a> de la FAO analiza el desperdicio alimentario y su impacto medioambiental en función del origen de los alimentos (vegetal o animal). </p>
<p>La producción mundial de alimentos de origen vegetal es de unos 4 800 millones de toneladas, principalmente cereales, seguidos de verduras, hortalizas y tubérculos. En comparación, la producción de alimentos de origen animal ronda los 1 000 millones de toneladas, que suponen entre el 17 y el 18 % de la producción total de alimentos en el mundo. </p>
<p>El estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura <a href="http://www.fao.org/home/es/">FAO</a> pone de manifiesto que en el mundo se desperdician 1 100 millones de toneladas de alimentos vegetales (un 19 % del total). La mayor parte de este desperdicio ocurre durante la producción y en los hogares a partes iguales. </p>
<p>El desperdicio mundial de alimentos de origen animal es de 175 millones de toneladas (un 3 % del total). </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=701&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=701&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=701&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=881&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=881&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/306997/original/file-20191215-124009-13m9mj9.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=881&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Producción de alimentos y emisiones asociadas según su origen vegetal o animal.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.fao.org/3/i3347e/i3347e.pdf">Óscar González-Recio, a partir de datos de la FAO</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La huella del desperdicio</h2>
<p>El desperdicio alimentario supone un uso subóptimo de recursos cuya producción conlleva una huella hídrica, un aumento de la tierra cultivable y una emisión de gases de efecto invernadero. </p>
<p>El informe de la FAO revela que los cereales es el tipo de cultivo que mayor huella hídrica supone, un 51 % de la huella de <a href="https://www.riego.org/glosario/tag/agua-azul/">aguas útiles</a> o aguas azules en agricultura y ganadería, seguidos de las frutas. La carne supone menos de un 10 % del total de la huella de aguas azules de la agricultura. </p>
<p>Los desperdicios vegetales suponen un 16 % del total de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura, mientras que los productos de origen animal suponen el 7 %. Entre los desperdicios que más contribuyen a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero están las verduras y hortalizas (7 %), la carne (6 %) y los cereales (5 %). </p>
<p>El uso de tierra arable es similar en los productos de origen vegetal y animal. Entre ellos, los cereales, la carne y la leche son los que mayores superficie cultivable ocupan. Una reducción total del desperdicio de los alimentos supondría reducir un 23 % las emisiones totales de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura y la ganadería.</p>
<h2>Cómo reducir el desperdicio alimentario</h2>
<p>El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente propone un <a href="https://menosdesperdicio.es/sites/default/files/documentos/relacionados/estrategia_17-20.pdf">plan</a> estratégico para una producción y consumos responsables. </p>
<p>Los ciudadanos podemos seguir algunos de los consejos que sugiere la FAO:</p>
<ul>
<li><p>Servir porciones pequeñas en los hogares y los restaurantes. Es mejor repetir que desperdiciar lo sobrante.</p></li>
<li><p>Compartir raciones grandes en restaurantes.</p></li>
<li><p>Ir al supermercado con una lista de la compra.</p></li>
<li><p>No comprar con la vista. Las frutas y verduras “feas” o irregulares son igual de buenas, pero un poco diferentes.</p></li>
<li><p>Entender las fechas de caducidad y consumo preferente.</p></li>
<li><p>Donar los excedentes, principalmente los de restaurantes y supermercados (es necesaria una legislación).</p></li>
<li><p>Hacer compostaje. </p></li>
</ul>
<p>Reducir el desperdicio de comida no salvará el planeta, pero ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuye a una agricultura y ganadería más sostenibles.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/128797/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Óscar González-Recio no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La contribución al cambio climático de las emisiones asociadas a los alimentos de la dieta en los hogares supone alrededor de un 19%.Óscar González-Recio, Investigador especializado en mejora genética animal, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1246282019-10-23T20:34:52Z2019-10-23T20:34:52ZRecuperar la montaña: un relato sobre los derechos de las mujeres y las tierras en los Pirineos catalanes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/295277/original/file-20191002-49397-17o1zis.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4928%2C3216&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Montse Barado, casa Armengol (Sorpe). En verano, una vez por semana, los ganaderos y pastores suben a las tierras comunales para observar a los animales y darles un poco de sal.</span> <span class="attribution"><span class="source">David Tarrasón i Cerdá, </span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Conocí a Meritxell y Laia en un soleado día de abril, en la región montañosa de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Pallars_Sobir%C3%A0">Pallars Sobirà</a>, en los Pirineos catalanes. Ambas se dedican a la cría de ganado. Meritxell tiene vacas y yeguas, mientras que Laia tiene un rebaño de cabras y hace queso.</p>
<p>A diferencia de la mayoría de las mujeres de la región, ellas han decidido vivir y trabajar en las colinas de Pallars a pesar de las duras condiciones. Incluso a principios de la primavera la nieve cubre los pastos de altura. Las laderas de las montañas se quitan lentamente el abrigo invernal para descubrir prados verdes y floridos donde las abejas comienzan a revolotear.</p>
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<span class="caption">Región de Pallars Sobirà, al norte de Cataluña, junto a la frontera entre Francia y España.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Pallars_Sobir%C3%A0#/media/Fichier:Catalunya_Pallars_Sobir%C3%A0.png">Wikimedia</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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<p>Conocí a Meritxell y a Laia gracias al <a href="http://www.agata.cat/">proyecto de investigación AGATA</a> sobre dinámica social y agrícola en la región de Pallars Sobirà. Junto con mis colegas, estoy tratando de poner en valor el patrimonio socio-cultural y ecológico de las regiones montañosas del Meditérraneo y de comprender las amenazas y los cambios ambientales y socioeconómicos de sus sistemas agrícolas y ganaderos, con especial atención a las cuestiones de género. Además de Pallars Sobirà, también estamos trabajando en zonas de montaña de Andalucía.</p>
<p>Durante nuestra investigación, descubrimos que la agricultura y ganadería extensiva familiares y tradicionales eran poco reconocidas y personas que, como Meritxell y Laia, con sus actividades cuidan los ecosistemas de montaña, se han vuelto casi invisibles a lo ojos de una sociedad y unas políticas ambientales y de desarrollo que interpretan la montaña como fuente de diversión para turistas y deportistas o de conservación de especies emblemáticas, como el oso o el lobo. Sin embargo, las poblaciones locales continúan defendiendo sus formas de vida en realción con el oficio ganadero, especialmente tratando de adaptarse al cambio climático y de mitigar sus efectos.</p>
<h2>La elección de la vida rural</h2>
<p>Meritxell proviene de una antigua <em>Casa</em> de la zona. Históricamente, las casas eran el corazón de la producción y la reproducción de la sociedad pirenaica. Originalmente, sólo el <em>hereu</em> y la <em>pubilla</em> (el primogénito o la primogénita de la familia, en catalán) eran los responsables de la transmisión de la herencia socioeconómica. En esta sociedad no igualitaria, las tareas domésticas, la crianza de los hijos y todas las actividades domésticas correspondían a las mujeres, que también participaban en el trabajo agrícola. Una carga triple que a menudo pasaba y pasa desapercibida.</p>
<p>Los tiempos han cambiado. Meritxell no es <em>pubilla</em>, pero siempre quiso “ser criadora, vivir en las montañas y cuidar animales”. Después de estudiar y trabajar fuera de la granja, decidió regresar para continuar con la tradición familiar. En cuanto a Laia, después de estudiar arte, finalmente decidió abandonar la ciudad. Como muchos pobladores neo-rurales, buscaba una vida diferente con la esperanza de “reconectar con la naturaleza y encontrar el silencio”. La crisis económica y el “amor” la empujaron a dar el paso.</p>
<p>Para estas dos mujeres, las montañas y sus pueblos son los guardianes de la cultura campesina ancestral que engendraron. Combinada con nuevos modelos socioeconómicos, esta cultura podría ofrecer soluciones para luchar contra el cambio climático.</p>
<h2>Matanza para desayunar</h2>
<p>Todas las mañanas, Laia se levanta a las 6 en punto. Después de ayudar a su compañero a ordeñar las cabras, se ocupa de sus hijos y luego prepara el material necesario para la elaboración del queso. Hoy hará un queso típico de los Pirineos, el Serrat, cuya receta le fue transmitida por las mujeres mayores del pueblo, <em>les padrines</em>.</p>
<p>Por la tarde, relevará a su marido, asistida por sus perros pastores. Con los perros, guiará el rebaño de cien cabras a las tierras comunales donde cada primavera los animales pastan, generación tras generación, preservando este paisaje cultural.</p>
<p>Meritxell también se levanta temprano. Termina rápidamente sus tareas, alimenta a las gallinas y riega el huerto. Luego despierta a su hija de 10 años, que está en casa por las vacaciones de Pascua. Para el desayuno, queso de cabra artesanal y <em>xulís</em>, un salami preparado en cada hogar durante la tradicional <a href="https://www.youtube.com/watch?v=D1HtaAXpxxA">matanza del cerdo</a> (<em>matança</em> en catalán).</p>
<p>Después de la comida, caminarán unos kilómetros hasta la granja, donde comprobarán que los terneros recién nacidos y sus madres están bien. Luego deberán conducir a las vacas de un campo a otro. Encantada, la hija de Meritxell la acompaña hoy para aprender a cuidar la huerta y los animales.</p>
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<span class="caption">Victòria Vilalta, casa Serraire (València d'Àneu). Los animales han estado pastando en tierras comunales durante generaciones, preservando el paisaje cultural de la región.</span>
<span class="attribution"><span class="source">David Tarrasón i Cerdá</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Las aldeas se vacían</h2>
<p>Meritxell es una de las pocas mujeres de su familia que desarrolla una actividad agroganadera tradicional. A sus hermanas no les interesa porque consideran que trabajar en la ciudad les proporciona más ingresos y que vivir en la montaña es demasiado difícil para las mujeres. Sin embargo, a los ojos del agricultor, las actividades tradicionales y los conocimientos tradicionales son valiosos y pueden representar la última oportunidad para salvar estas montañas.</p>
<p>En las últimas décadas, la economía y la sociedad pirenaicas han cambiado drásticamente. Esta transformación se debe a la <a href="https://www.persee.fr/doc/ecoru_0013-0559_1991_num_202_1_4184">urbanización y la modernización progresiva de la agricultura</a>: comenzó en la década de 1960 y continuó hasta finales de la década de 1990, causando la despoblación gradual de las zonas rurales.</p>
<p>Un proceso amplificado por la crisis económica y las políticas agrícolas europeas de los últimos veinte años, que favorecen la producción intensiva <a href="https://www.agriculturejournals.cz/publicFiles/318_2016-AGRICECON.pdf">en las llanuras</a>, y las políticas para la protección del medio ambiente y el turismo de montaña, que reflejan una cierta “colonización” de las regiones montañosas, a través del prisma del imaginario urbano.</p>
<h2>Se pierde la transmisión de la cultura campesina tradicional</h2>
<p>Estos cambios llevaron a los habitantes rurales de estas zonas más marginales a abandonar sus lugares de origen para emigrar a la ciudad o buscar otro trabajo. En particular, las mujeres han pasado del sector agroganadero al sector terciario. Como resultado, su poder de transmisión de la cultura y los conocimientos tradicionales campesinos ha ido perdiendose.</p>
<p>En el pueblo de Meritxell, solo tres de las 25 familias que vivían y trabajaban en la década de 1960 permanecen allí trabajando en el mismo oficio ganadero. Muchos jóvenes se fueron, otros están desempleados y hacen caso omiso de los “estilos de vida y actividades tradicionales” de los <em>pageses</em> (campesinos en catalán). Muchos campos en el área han quedado progresivamente sin explotar, empezando por la tierra menos accesible, en la que la mecanización era imposible. Otras tierras han seguido el mismo camino, especialmente debido a la falta de jóvenes y de empleados cualificados. Por eso la cantidad de pastos de montaña abandonados ha aumentado.</p>
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<span class="caption">Muchos pueblos el Pirineo catalán, como Gavàs (Vall d'Àneu), pueden desaparecer, abandonados por sus habitantes.</span>
<span class="attribution"><span class="source">David Tarrasón i Cerdá</span></span>
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<p>Sin la <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0217847">presencia de humanos y la actividad de los animales de granja</a>, es probable que este paisaje cultural de montaña desaparezca, con graves consecuencias. Esto afectaría directamente a los ecosistemas y sus recursos esenciales: alimentos saludables, suministros de agua y <a href="https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/soil-carbon-storage-84223790/">almacenamiento de carbono en el suelo</a>. El regreso a la naturaleza también puede afectar a la biodiversidad y sus funciones ecológicas, como la polinización, la dispersión de especies y la protección contra incendios destructivos. Este cambio de dinámica deja a la tierra en un estado de vulnerabilidad agravado por el <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar5/syr/">cambio climático</a>.</p>
<h2>Pérdida del control de los recursos</h2>
<p>Las políticas ambientales y agrarias actuales de la Unión Europea no han sido diseñadas para proteger a las familias de pequeños productores y criadores de ganado, ni a conservar estos paisajes culturales mediterráneos. Las decisiones tomadas a nivel europeo también han afectado a los estilos de vida tradicionales.</p>
<p>Dado que el mercado de valores define el valor de los productos alimenticios, los pequeños productores dependen de sus fluctuaciones. <a href="http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2015/540374/IPOL_STU(2015)540374_EN.pdf">La desigualdad de precios, la distribución desigual de los subsidios</a> y la complejidad burocrática profundizan la <a href="http://indicadors.arrandeterra.org/">brecha económica</a> y ponen en riesgo la supervivencia de este antiguo oficio ganadero de alta montaña. Este sistema también priva a los agricultores del control sobre la tierra y sus recursos, ya que el procesamiento, la distribución y el consumo de productos siguen los patrones dictados por las instituciones y los mercados.</p>
<p>Las mentalidades se están volviendo cada vez más urbanas, lo que lleva a las personas a adoptar nuevas dietas y nuevos hábitos de consumo. Muchos catalanes, incluidos los agricultores, ahora están comprando productos baratos y de baja calidad que encuentran en el supermercado en lugar de producir carne y otros alimentos de alta calidad en sus propias tierras. Las mujeres son a menudo víctimas colaterales de esta presión y estos cambios crecientes.</p>
<h2>Lucha contra la invisibilidad y los estereotipos</h2>
<p>Las zonas rurales de Cataluña tienen una cultura muy conservadora y centrada en el trabajo, y las mujeres todavía tienen relativamente pocos derechos reales. <a href="https://ddd.uab.cat/pub/athdig/athdig_a2014m11v14n3/athdig_a2014m11v14n3p3.pdf">Los estudios indican</a> que solo el 26% de las mujeres catalanes rurales son dueñas de sus tierras. Aunque este porcentaje es más alto que el promedio de España, que <a href="http://www.fao.org/gender-landrights-database/data-map/statistics/en/">es solo del 21%</a>, muchas payesas ni siquiera están registradas como tales.</p>
<p>Este número sería aún mayor si se tuviera en cuenta a las mujeres de entornos desfavorecidos o migrantes. A menudo invisibles, y muy frecuentemente <a href="http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2018/604966/IPOL_STU%282018%29604966_EN.pdf">explotadas</a> en el sector agrícola intensivo.</p>
<p>Además de estas discriminaciones, Meritxell, Laia y las otras mujeres agricultoras deben luchar contra los estereotipos que les afectan a diario. Denuncian la imagen negativa que la sociedad les atribuye, que las retrata como actrices secundarias, solo para “ayudar” a los hombres, y siempre como “mujer de”, “madre de” o “hija de”.</p>
<p>El sexismo y el paternalismo en el trabajo en el mundo agrícola, especialmente entre los pastores, subestima el valor del trabajo de estas mujeres. Están acostumbradas a escucharse a sí mismas repetir las mismas reflexiones desagradables:</p>
<blockquote>
<p>“<em>Nena</em>, no es un trabajo para una mujer”.</p>
<p>“Una niña no debe conducir un tractor”.</p>
<p>“Una mujer no debe caminar sola en las montañas”.</p>
</blockquote>
<p>Cuando escuchan estos comentarios, Meritxell y Laia se encogen de hombros. Rechazan la idea de que deben ajustarse a los estereotipos de “feminidad” mientras son agricultoras. “He descuidado mis manos porque están en contacto con los animales y la tierra”, dice Laia. Meritxell agrega: “La gente se sorprende porque sigo usando maquillaje mientras conduzco un tractor y uso botas de goma”.</p>
<h2>Grupos de Facebook para mujeres agricultoras</h2>
<p>A pesar de estos obstáculos, Meritxell y Laia están luchando por el cambio. Al igual que otras mujeres que conocen, piden la palabra en su hogar, su comunidad y la sociedad en la que viven. Aseguran que las responsabilidades se dividen equitativamente entre la casa y la granja, y se involucran cada vez más en organizaciones tradicionales como los sindicatos, las asociaciones de pastores y las instituciones comunales.</p>
<p>Hoy, dos criadoras jóvenes de la región encabezan la Asociación de Vaca Bruna (una raza de ganado de los Pirineos). Otras son miembros de la Asociación de caballos de los Pirineos. De esta manera, se aseguran de que los roles no estén definidos por su género y trabajan para establecer los principios necesarios para una producción mejor y más equitativa. Las agricultoras abogan por un comportamiento más empático hacia los animales (y los humanos), a quienes tratan de cuidar a través de un enfoque más respetuoso, más paciente y menos “macho”.</p>
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<span class="caption">Página de Facebook de Ramaderes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.facebook.com/pages/category/Personal-Blog/Ramaderescat-787838001413853">Facebook</a></span>
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<p>Las mujeres payesas también se organizan en internet, utilizando las redes sociales para ponerse en contacto con otras mujeres y jóvenes. Podemos mencionar entre otros el sitio <a href="https://donesmonrural.wordpress.com/">Dones Mon Rural</a> y la <a href="https://www.facebook.com/pages/category/Personal-Blog/Ramaderescat-787838001413853/">página de Facebook de Ramaderes</a>.
Estos grupos exclusivos para mujeres les permiten expresarse libremente fuera de los límites tradicionales de las comunidades rurales, compartir sus sentimientos, abogar por la igualdad de género en el mundo agrícola o simplemente intercambiar información y conocimiento. También pueden unirse a debates públicos y mesas redondas con representantes de instituciones gubernamentales o no gubernamentales. Tienen la oportunidad de participar en las decisiones políticas en este sector, elevar la voz de las mujeres y otros grupos marginados en las zonas rurales y hacer campaña por modelos económicos alternativos.</p>
<h2>Mezcla de tradición e innovación</h2>
<p>En sus comunidades, Laia y Meritxell se esfuerzan por combatir las restricciones económicas impuestas por el sistema de agronegocios mediante la combinación de tradiciones e innovaciones. Promueven sus productos destacando cómo se fabrican, respetando la naturaleza y las migraciones estacionales de animales, así como los recursos de montaña y su propio patrimonio biocultural.</p>
<p>Meritxell aprendió todo de sus padres y abuelos. Acompañó a su padre con los animales y su madre en la huerta. Su abuela le enseñó remedios naturales para los animales y los nombres de plantas y flores locales. De su abuelo, que la llevó a las montañas en verano como todos los demás criadores y pastores, aprendió los toponimos y de cada roca.</p>
<p>Meritxell se mantiene fiel a la tradición. Todos los domingos, ella y su familia se encuentran con otros granjeros. Juntos, discuten la gestión de las tierras comunales. Es importante para ella pasar tiempo con el resto de la comunidad para tomar decisiones colegiadas. Un día, ella transmitirá todo este conocimiento a su hija.</p>
<h2>Adopta una oveja</h2>
<p>Laia, mientras tanto, estudió en una escuela especializada. La Escuela de Pastores se esfuerza por salvar el patrimonio inmaterial de la cultura campesina local para transmitirlo a las nuevas generaciones, al tiempo que introduce nuevos principios agroecológicos.</p>
<p>Hace unos años, comenzó a hacer quesos artesanales. Ella prefiere venderlos directamente en la granja o en el mercado para ganar clientela y relaciones en el sector del turismo eco-rural. Se han implementado otras iniciativas locales creativas, como la asociación <a href="http://www.xisqueta.cat/en/">Xisqueta Obrador</a>, cuyo objetivo es promover el uso de la lana de una raza local de ovejas, así como <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ecomuseum">museos ecológicos</a>. Facilitan a las familias de turistas “adoptar” una oveja o una cabra, pasar un día en las montañas con un pastor o visitar una granja y disfrutar del queso.</p>
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<span class="caption">Clara Ferrando, Casa Mateu.</span>
<span class="attribution"><span class="source">David Tarrasón i Cerdá</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Laia no tiene miedo a innovar. El año pasado, su queso al estilo francés ganó el primer premio en varios concursos nacionales, pero continúa preparando quesos tradicionales para perpetuar los sabores y tradiciones locales. Al igual que otros pastores y pastoras, cree que una “cultura de calidad y sobriedad (…) basada en la protección de las tierras comunales” ayudará a gestionar la cría extensiva y protegerá a los pequeños agricultores. Además, cuatro de sus amigos, dos hombres y dos mujeres, fundaron recientemente la primera cooperativa de pastoreo ecológico con cabras de la región.</p>
<h2>El futuro de las montañas y sus mujeres</h2>
<p>Sin embargo, muchas preguntas permanecen sin respuesta. ¿Cómo imaginamos el futuro en estas regiones montañosas del Mediterráneo, entre tradiciones, desertificación de áreas rurales e innovaciones alternativas? Como hemos visto <a href="http://www.agata.cat/">en nuestra investigación</a>, salvar montañas y sus ecosistemas requiere defender el ganado, preservar los conocimientos locales y desarrollar nuevos modelos socioeconómicos y agroalimentarios. La inclusión y la igualdad de género tienen un papel clave que desempeñar para lograr este objetivo.</p>
<p>¿Logrará Meritxell que su hija se interese por su forma de cuidar animales y plantas en casa y en los campos? ¿Podrá Laia enfrentar los riesgos de su negocio y defender las tradiciones mientras continúa innovando y forjando vínculos con otros sectores para defender un modelo económico alternativo sostenible? ¿Será eso suficiente para que puedan enfrentar los desafíos ambientales que se avecinan?</p>
<hr>
<p>Las historias de “Meritxell” y “Laia”, y sus nombres, se han creado con los testimonios auténticos de mujeres agricultoras y productoras de queso que entrevistamos en la región de Pallars Sobirà en 2018 y 2019. Representan los arquetipos de mujeres que podemos encontrarnos allí, ya sea procedentes de familias locales antiguas o recién llegadas.</p>
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<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=121&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=121&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=121&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=152&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=152&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/202296/original/file-20180117-53314-hzk3rx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=152&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
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<p><em>Creado en 2007 para ayudar a acelerar y compartir el conocimiento científico sobre cuestiones sociales clave, el Fondo de Investigación Axa ha estado apoyando cerca de 600 proyectos en todo el mundo realizados por investigadores de 54 países. Para obtener más información, visite el sitio web del <a href="https://www.axa-research.org/en/">Axa Research Fund</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/124628/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Federica Ravera es miembro de la Cátedra de Agroecología y Sistemas Alimentarios de la Universidad de Vic - UCC y miembro del colectivo FRACTAL (<a href="http://fractalcollective.org">http://fractalcollective.org</a>), un colectivo de mujeres investigadoras que trabajan en un espacio de colaboración, apoyo mutuo y activismo feminista. También recibe financiación del Fondo de Investigación AXA.</span></em></p>En los Pirineos catalanes, las mujeres pastoras y ganaderas intentan recuperar la cultura ancestral agropecuaria para salvar las montañas del cambio climático.Federica Ravera, Postdoctoral researcher, Chair in Agroecology and Food systems, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1245312019-10-03T20:04:07Z2019-10-03T20:04:07ZNo reducir el consumo de carne es una irresponsabilidad contraria a la evidencia científica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/295499/original/file-20191003-52796-17actsv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5760%2C3837&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/fresh-raw-red-meat-butcher-127556858?src=Ni5bM1KfUg1vOdE_x1Hn6Q-1-2">Shutterstock/ESB Professionals</a></span></figcaption></figure><p>El último revuelo formado en el mundo de la alimentación y salud tiene a la carne como protagonista. La causa de tal controversia es que <a href="https://annals.org/aim/fullarticle/2752328/unprocessed-red-meat-processed-meat-consumption-dietary-guideline-recommendations-from">unos investigadores recomiendan no variar el actual consumo de carne y sus procesados</a>. Esto contradice a las actuales recomendaciones de diversas organizaciones de salud pública, que apuntan a lo contrario, a disminuirlo. ¿Quién tiene razón? </p>
<h2>Omisiones y ‘cherry picking’</h2>
<p>El origen de este supuesto cambio de paradigma se halla en una <a href="http://www.dssimon.com/MM/ACP-red-meat/Red_Meat_Clinical_Guideline_Unprocessed_Red_Meat_and_Processed_Meat_Consumption.pdf">reciente guía</a> publicada en la revista <em>Annals of Internal Medicine</em>. Lo expuesto ahí se basa en dos revisiones y tres metaanálisis publicados en ese mismo número. </p>
<p>Hasta aquí nada criticable: un consorcio de científicos ha encontrado nuevas evidencias contrapuestas a las evidencias actuales. Sin embargo, al leer dichas revisiones y metaanálisis es cuando saltan las alarmas.</p>
<p>En primer lugar, en algunos de los metaanálsis se han obviado grandes estudios como <a href="http://www.predimed.es/">PREDIMED</a>, <a href="https://www.niddk.nih.gov/about-niddk/research-areas/diabetes/diabetes-prevention-program-dpp">DPP</a> y <a href="https://dietandhealth.cancer.gov/">NIH-AARP Diet and Health Study</a>. Si se hubieran incluido, los efectos encontrados habrían sido mayores.
Esto es lo que en jerga científica se denomina <em>cherry picking</em>: escoger estudios que son más favorables a lo que buscas. </p>
<p>Otro punto en su contra es que se compararon grupos donde la variación del consumo de carne fue muy baja. Además, no se tuvo en cuenta qué comió la gente cuando redujo su consumo de carne. No es lo mismo cambiar tu porción de carne por una de verduras que por patatas fritas.</p>
<p>Pero la mayor crítica, y la más obvia, es que analizando los resultados de estos nuevos artículos vemos que un mayor consumo de carne se relacionó con mayores problemas de salud. </p>
<p>Entonces, ¿a qué se debe el cambio en la recomendación? </p>
<p>Los autores, en su mayoría estadísticos, usaron el método GRADE para evaluar la calidad de la evidencia y encontraron que era de muy baja calidad. En vez de concluir que un consumo moderado de carne podría ser pernicioso, decidieron recomendar no variar el consumo actual, ya que la evidencia a favor era muy débil. Tres de los catorce científicos que formaban parte del consorcio votaron a favor de recomendar una reducción en el consumo de carne. </p>
<p>Además de concluir algo tan irresponsable que puede tener un impacto en la salud de la sociedad, estos científicos yerran al usar la metodología GRADE. Si bien es cierto que se usa con muchos metanálisis de estudios controlados-aleatorizados, no es el método adecuado para evaluar ensayos observacionales (como los que componen la mayor parte de este estudio). </p>
<p>Los expertos recomiendan otros métodos como el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31429718">HEALM</a> o el usado por el Instituto Americano de Investigación del Cáncer (<a href="https://www.aicr.org/continuous-update-project/reports/breast-cancer-report-2017.pdf">AICR</a> por sus siglas en inglés).</p>
<h2>La evidencia actual</h2>
<p>Los estudios proporcionados en la mencionada guía no son desechables. Es información añadida respecto al consumo de carne y salud. No contienen evidencia como para cambiar las recomendaciones actuales, pero sí para que se siga investigando el tema. </p>
<p>Puede ser que el consumo de carne y derivados no sea <em>tan</em> perjudicial para la salud como ahora mismo parece. Probablemente futuros estudios apuntarán hacia esta u otra dirección. Sin embargo, no nos podemos olvidar <a href="https://theconversation.com/comer-menos-carne-contra-el-cambio-climatico-una-estrategia-controvertida-y-llena-de-matices-112026">del impacto medioambiental de la ganadería vacuna</a>, ya que este también influye en nuestra salud. </p>
<p>Las evidencias actuales son claras y recomiendan disminuir el consumo de carne mundial. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió de la <a href="https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2015/cancer-red-meat/es/">probable carcinogenicidad</a> de la misma. Por otro, un <a href="https://eatforum.org/content/uploads/2019/07/EAT-Lancet_Commission_Summary_Report_Spanish.pdf">reciente informe</a> publicado en <em>The Lancet</em> apunta a que la producción animal actual genera un grave problema medioambiental. </p>
<h2>A quién hacer caso</h2>
<p>Algo debe cambiar en la divulgación científica para que la población deje de desconfiar (y con razón) en todo lo referente a alimentación y salud. Demasiados bulos, intereses y mitos respecto a este tema han hecho que cada vez menos gente confíe en la ciencia para estos temas.</p>
<p>Ya escribí sobre <a href="https://theconversation.com/como-evitar-que-las-recomendaciones-nutricionales-nos-confundan-un-huevo-113812">cómo interpretar las recomendaciones nutricionales</a>. Ahora es el momento de entonar el <em>mea culpa</em> y trabajar para que el mensaje que llega a la sociedad no se distorsione. Esto debe empezar por los científicos, pero sin olvidar los medios de comunicación. </p>
<p>Es difícil saber a quién creer entre toda esta vorágine de ciencia de baja calidad y recomendaciones interesadas. Mi recomendación es confiar en las grandes organizaciones, como la OMS y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Ambas trabajan en ámbitos diferentes, pero son confiables. Además, por su estructura, diría que son menos maleables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/124531/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gonzalo Delgado Pando no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Un polémico estudio publicado esta semana hace oídos sordos a las recomendaciones de organismos como la OMS. Los trabajos, sin embargo, son muy matizables.Gonzalo Delgado Pando, Research Officer. Calidad de los Alimentos y Análisis Sensorial, TeagascLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1225902019-09-16T20:16:24Z2019-09-16T20:16:24ZHacia un uso más prudente y responsable de los antibióticos en ganadería<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/291520/original/file-20190909-109927-q2ny3l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C40%2C5345%2C3304&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/piglets-indoors-on-pig-farm-netherlands-519329620?src=oBReDufqn7EFNJVKhQU7Ig-1-15">RockerStocker/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los antibióticos son medicamentos indispensables para el tratamiento de la mayoría de las enfermedades infecciosas que afectan tanto al hombre como a los animales. Sin embargo, las bacterias son capaces de desarrollar mecanismos que les permiten hacerse resistentes a ellos. Es decir, pueden no solo sobrevivir, sino incluso continuar multiplicándose en su presencia.</p>
<p>Hoy en día, nos enfrentamos ya a <a href="https://theconversation.com/la-resistencia-a-los-antibioticos-un-problema-no-solo-confinado-a-los-hospitales-111481">bacterias que son resistentes</a> no a uno, sino a varios antibióticos (bacterias multiresistentes). Hay incluso bacterias resistentes a todos los antibióticos disponibles (bacterias panresistentes), para las que no existe tratamiento. Así, las bacterias resistentes <a href="https://amr-review.org/sites/default/files/160525_Final%20paper_with%20cover.pdf">se han convertido en una amenaza a nivel mundial</a>.</p>
<h2>Uso de antibióticos en ganadería</h2>
<p>El uso de antibióticos en ganadería es necesario para que los animales estén sanos y por tanto se pueda garantizar su bienestar. Por otro lado, su uso es también fundamental para garantizar la seguridad de los alimentos provenientes de estos animales. Una cabaña ganadera sana permite producir alimentos sanos y de calidad.</p>
<p>En ganadería, los antibióticos se emplean fundamentalmente para el tratamiento de las infecciones bacterianas (uso terapéutico). Su administración para prevenir enfermedades (uso profiláctico) se recomienda solo en situaciones muy excepcionales. </p>
<p>En Europa, el uso de antibióticos para favorecer el crecimiento de los animales (uso como agentes promotores del crecimiento) <a href="https://europa.eu/rapid/press-release_IP-05-1687_en.htm">está totalmente prohibido desde 2006</a>. Sin embargo, esto no es así en otras regiones del mundo donde aún se pueden añadir a la dieta de animales sanos. </p>
<p>En cualquier caso, el ganado sigue estando expuesto a cantidades de antibióticos superiores a las necesarias y <a href="https://www.oie.int/fileadmin/Home/eng/Our_scientific_expertise/docs/pdf/AMR/Annual_Report_AMR_2.pdf">su modo de uso es mejorable</a>. Además, muchos de los antibióticos empleados en veterinaria se utilizan también en medicina humana, incluso algunos de los considerados críticamente importantes para la salud de las personas.</p>
<h2>Bacterias resistentes a antibióticos en animales</h2>
<p>Respetar los periodos de supresión (tiempo que debe transcurrir desde que se deja de administrar el medicamento al animal hasta que este o sus productos puedan ser destinados al consumo humano) y los programas oficiales de control de residuos (<a href="https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/higiene-de-la-produccion-primaria-ganadera/plan-nacional-de-investigacion-de-residuos-pnir/">Plan Nacional de Investigación de Residuos</a>) garantiza que en los alimentos de origen animal no se superen los niveles de residuos antibióticos establecidos por la normativa vigente.</p>
<p>Sin embargo, el ganado puede actuar como reservorio de bacterias resistentes. Estas pueden transmitirse de los animales al hombre por distintas vías: </p>
<ul>
<li><p><a href="https://theconversation.com/como-llegan-bacterias-resistentes-y-residuos-de-antibioticos-a-los-alimentos-121281">A través de los alimentos</a>.</p></li>
<li><p>Por contacto directo con los animales.</p></li>
<li><p>A través del medio ambiente. </p></li>
</ul>
<p>Las bacterias (resistentes o sensibles) no respetan barreras geográficas ni son exclusivas del hombre o de los animales. Se estima que alrededor del 75 % de las enfermedades infecciosas que afectan a los humanos tienen su origen en los animales.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=424&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/291319/original/file-20190906-175682-c6vst1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=532&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Ejemplos de vías diseminación de bacterias resistentes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.amr.gov.au">Australian Government</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Además, las bacterias resistentes pueden transferir los genes responsables de la resistencia a otras bacterias con las que conviven en un mismo entorno, como el intestino de los animales o del hombre y el medio ambiente. Puede suceder que una bacteria no patógena, es decir, una de las “buenas” presente en nuestra flora intestinal, reciba un gen que la hace resistente. O incluso peor; una bacteria patógena, pero sensible a los antibióticos, puede convertirse en resistente al recibir un gen de otra bacteria. En ese caso, tendremos un problema cuando enfermemos y deban tratarnos con antibióticos.</p>
<p>Está demostrado que <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC90599/pdf/ac002054.pdf">existe una asociación</a> entre el uso de antibióticos en medicina veterinaria y las resistencias observadas en los animales. Sin embargo, es difícil determinar qué proporción de la resistencia observada en las infecciones humanas tiene su origen en el uso de antibióticos en ganadería. </p>
<p>Cada caso es distinto y <a href="https://academic.oup.com/jac/article/71/8/2326/2237821">se han descrito ejemplos </a>en los que la resistencia parece haberse originado en los animales y de ahí haber pasado al hombre, pero también <a href="https://academic.oup.com/jac/article/69/2/287/715709">otros con un origen humano</a> y posterior diseminación a los animales. Lo que está claro es que cualquier uso de antibióticos (tanto en medicina humana como veterinaria o en la agricultura) favorece la aparición y diseminación de bacterias resistentes.</p>
<h2>Actuaciones para luchar contra las resistencias</h2>
<p>En nuestro entorno se están desarrollando acciones para luchar contra la resistencia a los antibióticos en ganadería. Las principales actuaciones siguen las directrices que marcan la Unión Europea y la <a href="http://www.resistenciaantibioticos.es/es">Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios</a>. Se podrían resumir en tres:</p>
<ul>
<li><p><strong>Vigilancia del uso de antibióticos y de las bacterias resistentes.</strong> Conocer el tipo y cantidad de antibióticos que se usan y la clase de bacterias resistentes y frecuencia con que se detectan nos proporciona información muy útil desde el punto de vista epidemiológico. Entre otras cosas, permite identificar asociaciones entre el consumo y la aparición de resistencias, analizar tendencias y diseñar medidas eficaces para frenar el problema.</p></li>
<li><p><strong>Promoción del uso prudente a través de actividades formativas para el sector y la elaboración de guías de uso prudente</strong>. Recientemente, basándose en <a href="https://www.ema.europa.eu/en/documents/other/answer-request-european-commission-updating-scientific-advice-impact-public-health-animal-health-use_en.pdf">un informe</a> elaborado por expertos, la Comisión Europea ha propuesto categorizar los antibióticos veterinarios según el impacto que su uso puede tener en la salud humana. Cada una de las cuatro categorías se acompaña de recomendaciones específicas de uso.</p></li>
<li><p><strong>Prevención de las infecciones.</strong> Puesto que los animales sanos no necesitan ser tratados, reducir las posibles infecciones ayudará a reducir el uso de antibióticos. Medidas para lograrlo incluyen la mejora de la higiene y la bioseguridad en las explotaciones ganaderas, la potenciación del sistema inmune de los animales y la puesta en marcha de planes sanitarios específicos para cada explotación.</p></li>
</ul>
<h2>Perspectivas y aspectos a mejorar</h2>
<p>Todas estas acciones son fundamentales para frenar el problema de las resistencias, y parece que empiezan a dar frutos. En España <a href="http://www.resistenciaantibioticos.es/es/system/files/field/files/informe_jiacra-espana.pdf?file=1&type=node&id=410&force=0">se ha observado un descenso del 14 % </a>en el uso total de antibióticos en ganadería entre 2014 y 2016. La reciente implementación de la receta electrónica en medicina veterinaria ayudará también a conocer mejor el uso que se está haciendo de los antibióticos en ganadería.</p>
<p>Sin embargo, aún hay tareas pendientes. A nivel internacional, es fundamental una mayor coordinación a nivel legislativo, de vigilancia e intervención. Es también fundamental hacer más fluida la colaboración entre la medicina humana y la medicina veterinaria, sin olvidar el impacto sobre el medio ambiente. Cualquier actuación para combatir el problema de las resistencias debe plantearse desde la perspectiva <em>One Health</em> (Una Salud). Según esta, la salud del hombre, los animales y el medio ambiente están interconectadas. </p>
<p>Finalmente, es necesaria más investigación para comprender mejor los mecanismos por los que se generan las resistencias, desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico, así como nuevas alternativas a los antibióticos y mejores medidas de control de las enfermedades.</p>
<hr>
<p><em>Este artículo constituye un resumen de la charla impartida en el <a href="https://www.uik.eus/es/resistencia-antibioticos-en-el-medio-ambiente-origen-de-un-escenario-apocaliptico">curso de verano de la UPV/EHU</a> organizada por el JRL Environmental Antibiotic Resistence.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/122590/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ana Hurtado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos, tanto en medicina humana como veterinaria, favorece la aparición y diseminación de bacterias resistentes.Ana Hurtado, Investigadora en Sanidad Animal, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario NEIKER-TecnaliaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1229172019-09-08T20:00:02Z2019-09-08T20:00:02ZQué dice (y qué no) el informe de la ONU sobre la carne<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/290907/original/file-20190904-175682-1jz76y2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4104%2C2733&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/download/confirm/633974036?src=-1-1&size=huge_jpg">Shutterstock/Dragosh Co</a></span></figcaption></figure><p>El informe que el IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, perteneciente a la ONU) publicó recientemente es exhaustivo y clarificador. El hecho de que hayan participado en su elaboración 107 expertos de 52 países da idea de su importancia y magnitud.</p>
<p>Titulado <em>El cambio climático y la tierra</em>, el informe está estructurado en siete capítulos. En total <a href="https://www.ipcc.ch/report/srccl/">1 384 páginas de texto</a>, más abundante material suplementario. Conscientes de la dificultad que supone para los no expertos en el tema la lectura y el estudio de un texto de tal extensión, el IPCC ha elaborado <a href="https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2019/08/2019-PRESS-IPCC-50th-IPCC-Session_es.pdf">un comunicado de prensa de siete páginas</a> en varios idiomas, donde recoge las principales ideas y conclusiones del informe. Su lectura, por la transcendencia del tema y la concisión y claridad con que está escrito, resulta muy recomendable para todo ciudadano del mundo.</p>
<p>Esta declaración supone, en primer lugar, una llamada de atención a toda la humanidad. El informe pretende concienciarnos de las consecuencias que pueden tener las pautas y hábitos de vida que hemos instaurado en nuestra sociedad para el futuro del planeta.</p>
<p>De forma más concreta, apela al área de la silvicultura, agricultura y ganadería, cuya gestión y actividades generan el 23 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Pero no olvidemos, y el informe de la IPCC así lo señala, que la gran mayoría de las emisiones contaminantes de nuestra atmósfera se deben al consumo de combustibles fósiles y a la actividad industrial, procesos en los que estamos involucrados una gran parte de los habitantes del planeta. </p>
<p>A esto habría que añadir, a consecuencia del afán de consumismo que prevalece en nuestra sociedad, el despilfarro de comida que realizamos, que alcanza la vergonzosa cifra de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial. Solo con que consiguiéramos solucionar este problema, más bien lacra si lo consideramos desde la óptica de la sensibilidad y solidaridad humanas, reduciríamos las emisiones contaminantes en un 10 %.</p>
<h2>La necesidad de mejorar los sistemas de producción</h2>
<p>Volviendo al sector agrario y alimentario, el informe concluye:</p>
<blockquote>
<p>“Las dietas equilibradas basadas en alimentos de origen vegetal [como cereales secundarios, legumbres, frutas y verduras] y alimentos de origen animal producidos de forma sostenible en sistemas que generan pocas emisiones de gases de efecto invernadero presentan mayores oportunidades de adaptación al cambio climático y de limitación de sus efectos”. </p>
</blockquote>
<p>Por tanto, a lo que nos insta la ONU a los agentes del sector (técnicos, agricultores y ganaderos) es a afinar los modelos de producción, de manera que estos sean más eficientes y sostenibles. El objetivo es que seamos más respetuosos con el medio ambiente y generemos menos emisiones contaminantes, asegurando siempre la calidad y la seguridad alimentaria para el consumidor. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/290912/original/file-20190904-175668-k4wbap.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/download/confirm/481623085?src=-1-21&size=huge_jpg">Shutterstock/Birkir Asgeirsson</a></span>
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<p>Al igual que tras la Segunda Guerra Mundial el sector agrario dio respuesta a la urgente llamada para producir alimentos con el fin de abastecer las necesidades de la maltrecha Europa, no quepa duda de que, en los momentos actuales, también será capaz de responder a estas demandas que se señalan en el informe de la IPCC. </p>
<p>Con respecto a los consumidores, que son los que tienen la última palabra en los hábitos y conductas de consumo, es indudable que sabrán captar el mensaje de la ONU y pedirán cada vez más alimentos, además de sanos y saludables, que hayan sido producidos de manera respetuosa con el medio ambiente y los animales. Prácticas que ya realizan la gran mayoría de agricultores y ganaderos navarros, pero que tendrán que intensificar en el futuro próximo.</p>
<h2>¿Y qué pasa con la carne?</h2>
<p>La palabra carne no aparece citada en ningún momento en el comunicado de prensa del IPCC que recoge las principales conclusiones del informe. Se sobreentiende que la carne está implícita en el término alimentos de origen animal, pero no hay una mención expresa al consumo de carne en el documento de prensa. </p>
<p>Sí es verdad que hay un apartado importante sobre él en el capítulo de Seguridad Alimentaria del informe. Existen zonas del mundo donde el consumo de carne es elevado. Se mencionan en el informe algunos supuestos ilustrativos de la situación. Por ejemplo, si todas las naciones del mundo tuvieran el mismo consumo de carne que se da en Estados Unidos, la totalidad de la superficie habitable de la tierra sería insuficiente para producirla con los sistemas actuales de producción. </p>
<p>Es previsible, además, que la demanda de proteína animal vaya creciendo en los países en desarrollo. Por tanto, es indudable la urgencia de ir optimizando los sistemas de producción de carne, en aras a reducir la presión sobre la tierra y sobre el uso del agua, y desde la perspectiva del consumidor, modulando el consumo de carne en algunos segmentos de población.</p>
<p>Tras todo lo expuesto, cabe realizar un par de reflexiones finales. </p>
<p>Por una parte, hacer una referencia al trato mediático que, en general, se le da al consumo de carne. Titulares como “La ONU pide que se consuma menos carne para evitar el cambio climático”, que han abierto telediarios o han encabezado portadas de diarios, suponen una interpretación sesgada del informe mencionado. </p>
<p>Por otra, hay que recalcar la importancia que el consumo de carne tiene en la alimentación humana. Su riqueza proteica, con algunos aminoácidos esenciales para el organismo humano, junto a su elevado contenido en ciertas vitaminas y minerales, hacen de la carne un alimento básico y fundamental en la dieta humana. No lo olvidemos.</p>
<hr>
<p>Una <a href="https://traductordeciencia.es/informe-de-la-onu-lo-que-se-dice-y-lo-que-no-se-dice-sobre-la-carne/">versión de este artículo</a> fue publicada en el blog de la UPNA, Traductor de Ciencia</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/122917/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Antonio Mendizabal Aizpuru no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El reciente informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático pretende concienciarnos de las consecuencias que pueden tener para el futuro del planeta las pautas y hábitos de vida que hemos instaurado en nuestra sociedad.José Antonio Mendizabal Aizpuru, Catedrático de Producción Animal, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1101152019-05-13T20:08:38Z2019-05-13T20:08:38ZEl reto de gestionar cadáveres de ganado para conservar a los carroñeros<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/270497/original/file-20190423-175528-6eoccq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C18%2C2460%2C1517&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Buitres leonados comiendo.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/griffon-vulture-gyps-fulvus-on-feeder-752188726?src=dde8Vo17ohnMJGgAwHamPQ-1-4">Karel Bartik/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En el año 2000 Parrula se convirtió en portada de los telediarios: era el primer caso confirmado en España de la enfermedad de las vacas locas. Todas las reses de la pequeña explotación gallega donde vivía fueron sacrificadas. Su destino fue el mismo que el de millones de vacas europeas incineradas desde que en 1986 se detectase por primera vez la <a href="http://www.oie.int/es/sanidad-animal-en-el-mundo/enfermedades-de-los-animales/encefalopatia-espongiforme-bovina/">encefalopatía espongiforme bovina (EEB)</a> en el Reino Unido. </p>
<p>La EEB causó importantes pérdidas económicas en el sector ganadero, con costes también elevados en el ámbito de la sanidad animal. Pero las alarmas saltaron definitivamente en 1995, cuando se confirmó la primera muerte de una persona debida a una variante de la <a href="https://theconversation.com/rare-and-deadly-creutzfeldt-jakob-disease-remains-a-bit-of-a-medical-mystery-44408">enfermedad degenerativa Creutzfeldt-Jakob</a>. La causa parecía ser el consumo de carne de vacuno con EEB. Los animales se infectaban al alimentarse con harinas cárnicas elaboradas con restos de congéneres enfermos.</p>
<p>Entre las medidas puestas en marcha por las autoridades europeas, se creó una red de vigilancia epidemiológica y se estableció la <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/ALL/?uri=CELEX:32000D0418">retirada masiva de cadáveres de ganado del campo</a> para prevenir la expansión de la enfermedad.</p>
<h2>El campo se queda sin carroñas</h2>
<p>En muchos países europeos como España, Portugal o Grecia la ganadería extensiva ha convivido durante siglos con la fauna silvestre. Los buitres destacan entre las especies más ligadas a la ganadería extensiva tradicional, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0006320709001608">dependiendo en gran medida para su alimentación de los cadáveres de ganado que muere en el campo</a>.</p>
<p>La normativa sanitaria que obligaba a retirar las reses muertas fue rápidamente <a href="https://www.nature.com/articles/35068717">advertida como una amenaza para las poblaciones de buitres</a> y otras especies de carroñeros facultativos como milanos, grandes águilas, osos y lobos, que, aunque no se alimentan exclusivamente de carroña, ésta representa una parte importante de su dieta.</p>
<p>Las consecuencias de la escasez de carroñas en el campo no tardaron en hacerse patentes. <a href="http://datazone.birdlife.org/species/factsheet/griffon-vulture-gyps-fulvus">En España, que alberga las mayores poblaciones de buitres de Europa</a>, empezaron a registrarse con cierta frecuencia comportamientos hasta entonces anecdóticos en especies como el buitre leonado, como alimentación en vertederos o incluso <a href="https://www.nature.com/articles/480457b">ataques a ganado vivo</a>.</p>
<h2>Integrando conservación y sanidad animal</h2>
<p>La alarma social causada por los comportamientos inusuales de los buitres, la presión de colectivos conservacionistas y científicos y el incremento del control de la EEB en Europa, facilitaron la progresiva modificación de la normativa que obligaba a retirar los cadáveres de ganado del campo. Las primeras normas <a href="https://eur-lex.europa.eu/eli/dec/2003/322/oj">autorizaron el establecimiento de comederos vallados en los que depositar el ganado muerto</a> para alimentar a las aves carroñeras.</p>
<p>No obstante, la falta de alimento parecía afectar también a mamíferos terrestres que no podían acceder a los comederos diseñados para buitres, milanos y águilas. Además, la concentración de comida en los puntos de alimentación suplementaria conlleva <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/fee.1257">diversos problemas de conservación asociados a la predecibilidad del alimento</a>.</p>
<p>Así las cosas, en 2009 llega el gran cambio: <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:32009R1069&rid=9">un nuevo reglamento europeo</a> reconocía por primera vez la importancia de una gestión adecuada de las carroñas de ganado, que considere los patrones naturales de alimentación de las especies carroñeras.</p>
<p>En 2011, <a href="https://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2011:054:0001:0254:EN:PDF">otra norma</a> desarrolla el reglamento de 2009, estableciendo las condiciones para autorizar el abandono de carroñas de ganado en el campo. Se crean así las zonas de alimentación de necrófagas, donde el ganado muerto en régimen extensivo puede quedar en el campo para alimentar a las especies carroñeras.</p>
<h2>Queda camino por recorrer</h2>
<p>La nueva normativa europea ha supuesto un gran avance para integrar la conservación de las especies carroñeras en las políticas de sanidad animal. No obstante, algunos aspectos necesitan mejoras.</p>
<p>La falta de criterios claros y homogéneos para designar las zonas de alimentación de especies necrófagas ha dado lugar a <a href="http://science.sciencemag.org/content/360/6389/612.2">una gran heterogeneidad territorial en la aplicación de la normativa</a>. Mientras que países como Portugal o Grecia no han declarado ninguna zona de alimentación, Italia y Francia cuentan con ellas en regiones muy concretas. España ha declarado gran parte de su territorio como Zonas de Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas (ZPAEN), <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2011/BOE-A-2011-18536-consolidado.pdf">desarrollando su propia normativa al respecto e incluyendo criterios adicionales</a>.</p>
<p>Sin embargo, el uso por parte de las comunidades autónomas españolas de hasta ocho criterios diferentes para delimitar las zonas de alimentación puede afectar a la disponibilidad de alimento y, por tanto, a la conservación de las especies carroñeras. Por ejemplo, en Asturias, <a href="https://besjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1365-2664.13293">la superficie designada para alimentar a las aves carroñeras varió hasta un 72% dependiendo de los criterios usados</a>. La designación de zonas de alimentación lo más extensas posibles, que reflejen así los patrones naturales de alimentación de especies, capaces de desplazarse decenas o incluso cientos de kilómetros, sería una buena alternativa.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/270502/original/file-20190423-175521-29xqs3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Buitre leonado (<em>Gyps fulvus</em>)</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gypful.jpg">Pierre Dalous/Wikimedia</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La selección de criterios homogéneos resulta fundamental también a la hora de estimar las necesidades de alimentación de los carroñeros. En Asturias, la cantidad de alimento requerido por las especies carroñeras objeto de protección varió hasta un 450% dependiendo del criterio utilizado. Considerar las abundancias poblacionales y los parámetros reproductores de las especies ayudaría a estimar de forma más precisa sus requerimientos tróficos.</p>
<p>No obstante, la gran incertidumbre asociada a estas estimas hace que los valores oscilen enormemente. Por ejemplo, <a href="https://besjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/1365-2664.13401">las estimas de la cantidad de carroña que podría necesitar la población de buitre leonado en España oscilan entre 10.000 y 35.000 toneladas al año</a>. Esta gran variación compromete la utilidad de realizar estimas de cara al seguimiento de la aplicación de la normativa de carroñas, que plantea comparar estas cifras con las de ganado muerto en el campo para valorar los riesgos asociados a que falte comida para la fauna silvestre o a que queden carroñas sin consumir.</p>
<p>Sería recomendable por lo tanto limitar el uso de las estimas a casos muy concretos, como la comparación de escenarios, y realizar el seguimiento de la normativa por otros medios, como el seguimiento de carroñas en el campo. Esto permitiría saber si las carroñas de ganado se consumen en más o menos tiempo, dónde y a qué especies benefician, aportando información sobre la ecología de carroñas y carroñeros y favoreciendo la colaboración entre los gestores medioambientales y sanitarios y los ganaderos. La <a href="http://ec.europa.eu/environment/nature/natura2000/index_en.htm">Red Natura 2000</a> podría ser un punto de partida razonable para la puesta en marcha de dicho seguimiento.</p>
<p>Con las poblaciones de <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/conl.12182">buitres y grandes carnívoros amenazadas en África y Asia</a>, Europa se convierte en el principal bastión mundial para muchas especies necrófagas. Aunque en la última década se ha avanzado en la integración de la conservación de estas especies y la ganadería, todavía queda camino por recorrer para compaginar la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de la salud pública.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110115/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Patricia Mateo-Tomás no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La normativa europea trata de integrar la gestión de carroñas de ganado para alimentar a especies necrófagas como los buitres en las políticas de sanidad animal, pero aún queda camino por recorrer.Patricia Mateo-Tomás, Investigadora. Biología y ecología de la conservación, Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1127242019-03-04T21:15:18Z2019-03-04T21:15:18ZLa España rural frente a un nuevo escenario electoral<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/261926/original/file-20190304-92307-1pxzg3v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C2996%2C2000&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/tractor-plowing-field-dusk-334639736"> Fotokostic / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>España es un país muy urbano, como lo prueba el hecho de que <a href="https://apps.fomento.gob.es/CVP/handlers/pdfhandler.ashx?idpub=BAW058">más del 80% de la población vive en menos del 20% del territorio</a> (y cuatro de cinco españoles residen en municipios de más de 30.000 habitantes). Pero también tiene un amplio espacio rural, ya que en torno al <a href="http://ine.es/infografias/infografia_dia_poblacion.pdf">80% de su territorio tiene una densidad demográfica media de 18,4 hab./km² </a>, con más de la mitad de sus municipios en serio riesgo de despoblación.</p>
<p>Por debajo de estas cifras late una realidad muy diversa, con evidentes contrastes de unas regiones a otras, e incluso dentro de una misma región. Esto hace que la despoblación sea un tema complejo y difícil de abordar con recetas generales y uniformes. </p>
<p>Se habla de que debe tratarse como un tema de Estado, y es conveniente que así sea, pero las políticas y acciones deben ser definidas ajustándolas a la realidad diversa de cada territorio, ya que lo que puede ser útil en unas áreas rurales puede que no lo sea en otras.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=364&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=457&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=457&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/261935/original/file-20190304-92304-5o17ar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=457&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Densidad de población en España 2009.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:EspDens2.jpg">Susana Freixeiro / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿A quién le importa lo rural?</h2>
<p>Sin embargo, junto a esos datos demográficos, hay otra evidencia empírica, y es que en España los temas agrarios y rurales interesan poco, lo que se manifiesta especialmente cuando llegan los comicios electorales. </p>
<p>Salvo en el sector agrario (ministerio de agricultura y organizaciones profesionales) y entre los especialistas, estos asuntos suscitan escaso interés en los medios y círculos de opinión. Es cierto que, desde hace unos años, el tema de la despoblación rural ha entrado en la agenda política (se ha creado un <a href="http://www.femp.es/sites/default/files/doc_despob_definitivo_0_0.pdf">Alto Comisionado</a>), pero aún no se ha pasado de los discursos y el diagnóstico a los planes concretos de acción.</p>
<p>Se puede pensar que ese desinterés es normal, dado el peso cada vez más reducido del sector agrario en la economía española (<a href="https://datos.bancomundial.org/indicador/NV.AGR.TOTL.ZS?locations=ES">apenas representa el 3% del PIB</a> y genera algo más del 4% del empleo). Pero cifras similares tienen otros países de nuestro entorno, como Francia, y sin embargo se le presta mucha más atención que aquí a los temas rurales y agrarios, formando parte de los debates políticos.</p>
<p>Esa diferencia puede explicarse por muchas razones, algunas históricas, pero hay una, política, que me interesa destacar. Me refiero al hecho de que, en Francia, al ser la circunscripción electoral muy pequeña (equivalente a una comarca), el voto de las personas que viven en las áreas rurales tiene mucha influencia en la asignación de los escaños. Por eso, el interés por los temas relacionados con la agricultura y el mundo rural se extiende al ámbito de las acciones políticas concretas, formando parte de los debates políticos previos a los comicios electorales.</p>
<h2>La circunscripción electoral</h2>
<p>Eso no ocurre en España, donde al ser mucho mayor la circunscripción electoral (la provincia), el peso político de las áreas rurales es menor, siendo contrarrestado por el voto de las capitales de provincia y de los grandes municipios urbanos. De ahí que ni en los discursos sobre el estado de la nación, ni en las sesiones de investidura, ni en las mociones de censura, los temas agrarios y rurales estén presentes, más allá de alguna referencia de pasada.</p>
<p>Y esto es preocupante, ya que los temas agrarios trascienden el ámbito restringido del sector. Si la sociedad española quiere una alimentación sana y de calidad, un paisaje bien conservado, unos espacios naturales bien gestionados y unos territorios rurales no abandonados, es importante que todos hablemos de agricultura y de los modelos agrícolas que queremos.</p>
<p>Es necesario hablar si queremos o no <a href="https://www.efeagro.com/noticia/macrogranjas-tendencia-filias-fobias/">macrogranjas</a>, o si apostamos por modelos más integrados en el territorio. Pero también si queremos seguir ampliando la superficie agrícola de regadío o apostar por limitarla en favor de una mayor eficiencia en la utilización de los recursos hídricos. </p>
<p>Asimismo, es necesario debatir si apostamos por modelos de agricultura superintensiva o por modelos más extensivos y agroecológicos. También debemos ocuparnos de si nos parece bien que la UE continúe<a href="https://ec.europa.eu/agriculture/direct-support/direct-payments_es"> ayudando a los productores con sistemas de pagos directos</a> que, sin límite alguno, primen la superficie más que la actividad. </p>
<h2>Qué agricultura queremos</h2>
<p>De igual modo, tenemos que debatir si queremos apostar por el relevo generacional y la instalación de jóvenes agricultores, y si queremos que se facilite el acceso real de la mujer a la <a href="https://www.mapa.gob.es/va/desarrollo-rural/temas/igualdad_genero_y_des_sostenible/titularidadcompartidadelasexplotacionesagrarias_tcm39-437612.pdf">cotitularidad de las explotaciones</a>. Es necesario debatir si queremos que la digitalización llegue de forma equilibrada al sector agrario sin generar una nueva brecha social entre, de un lado, los agricultores más capacitados y en mejores condiciones para aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y de otro, los que están en peores condiciones para ello. </p>
<p>En definitiva, son cuestiones que trascienden el ámbito restringido del propio sector agrario y que, por ello, deberían ser objeto de interés general. Son cuestiones de ciudadanía, y no sólo de los agricultores o de las personas que viven en el medio rural, ya que la agricultura es la base de un relevante sector alimentario y el sostén de nuestro amplio territorio rural. </p>
<p>Como decía un amigo agricultor, la agricultura es tan importante para la sociedad que no se la puede dejar en manos de los agricultores. Tiene que ser un asunto compartido por todos, pero para eso debemos prestarle más atención de la que viene recibiendo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/112724/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Eduardo Moyano Estrada no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La España rural interesa poco a los políticos, aunque en los últimos años se ha comenzado a hablar del problema de la despoblación. Pero agricultura y ganadería siguen sin ser temas de agenda electoral por el escaso peso del voto en estas zonas.Eduardo Moyano Estrada, Profesor Investigación del CSIC Área Sociología, Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA - CSIC) Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1106342019-02-21T22:16:53Z2019-02-21T22:16:53ZPercepciones sobre la carne que nos hacen subestimar su impacto en el cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/260207/original/file-20190221-195870-vhoapu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=42%2C0%2C4776%2C3153&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Granja de cría intensiva de pollos de la provincia de Huelva.</span> <span class="attribution"><span class="source">Eduardo Aguilera</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>A veces olvidamos que el cambio climático es real y ha llegado para quedarse, y lo hacemos mirando hacia otro lado o evitando transmitir un mensaje claro sobre lo que deberíamos hacer al respecto. Esto es particularmente común cuando se trata del impacto de la alimentación y la necesidad de reducir el consumo promedio de productos con elevada huella de carbono, como la carne y los lácteos, en países de rentas elevadas.</p>
<p>Sin duda, reducir nuestras raciones diarias de productos animales es una tarea difícil. No obstante, en el actual <a href="https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/el-proceso-internacional-de-lucha-contra-el-cambio-climatico/ipcc_informe_especial_15pdf_tcm30-485656.pdf">contexto de cambio climático</a>, es necesario redoblar los esfuerzos hacia la sostenibilidad de nuestros actos diarios, entre ellos la forma en que nos alimentamos. </p>
<p>La elevada demanda de carne y lácteos, junto con el desperdicio alimentario, es una importante <a href="https://www.ipcc.ch/sr15/chapter/2-0/">causa de emisión de gases</a> de efecto invernadero en el sector agroalimentario. En consecuencia, no comunicar claramente <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-018-0594-0.epdf">los beneficios</a> de la reducción del consumo de estos alimentos supondría perder una gran oportunidad para la mitigación del cambio climático. </p>
<p>Sin embargo, a tenor de la aparente <a href="https://theconversation.com/dejar-de-comer-carne-no-va-a-salvar-el-planeta-107994">resistencia</a> expresada por algunos <a href="https://meatmanagement.com/meat-industry-reacts-to-eat-lancet-report/">científicos</a>, resulta evidente que transmitir un mensaje claro y simple acerca de los efectos de la ganadería sobre el cambio climático y los beneficios de reducir el consumo de sus productos no es una tarea fácil. </p>
<p>Además, esta resistencia a admitir cuestiones que cuentan con un muy notable <a href="https://www.ipcc.ch/sr15/chapter/4-0/">consenso científico</a> bien podría conducirnos a una nueva ola de negacionismo climático como consecuencia de la confusión que estos mensajes suscitan: tras “el cambio climático no existe” y “el ser humano no es el causante del cambio climático” podríamos estar asistiendo al nacimiento de “las medidas sugeridas para hacer frente al cambio climático no funcionan”.</p>
<h2>Realidades no excluyentes</h2>
<p>La eficacia de la modificación de los hábitos de consumo alimentario como estrategia de mitigación del cambio climático suele ser desacreditada por varias vías. </p>
<p>Al aludir a la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas ganaderos y de los beneficios de reemplazar las dietas ricas en estos productos por otras con más contenido vegetal, es frecuente escuchar que existen sociedades donde el consumo de carne y lácteos es escaso, por lo que esta medida sería altamente injusta para esas sociedades. </p>
<p>En otros casos, la reacción consiste en derivar la atención hacia otros sectores cuyas emisiones de gases de efecto invernadero son más elevadas que las del ganado, como el transporte o determinadas actividades industriales. </p>
<p>Desgraciadamente, uno de los resultados más importantes de esas reacciones es desviar la atención del debate, en tanto que ninguno de los argumentos anteriores ayuda a responder la pregunta original: ¿es necesario reducir el consumo promedio de carne y lácteos allá donde el consumo es elevado para mitigar el cambio climático?</p>
<p>Por supuesto, no existen recetas únicas para resolver los principales problemas ambientales en ningún sector. Por supuesto, hay personas que apenas comen carne y lácteos y, por tanto, no pueden reducir el consumo de estos productos, e incluso podrían aumentarlo. Y, por supuesto, existen otros sectores con altas emisiones de gases de efecto invernadero y sobre los que hay que actuar. </p>
<p>Las estrategias de mitigación del cambio climático deben abordarse localmente, siendo sensibles a las especificidades de los sistemas de producción y consumo, y aplicarse de manera integrada e integradora, <a href="http://science.sciencemag.org/content/360/6392/987">maximizando así su potencial</a> y minimizando posibles efectos negativos. </p>
<p>Dicho esto, y una vez realizados los análisis pertinentes desde el rigor y objetividad científicos, es necesaria la transmisión de mensajes claros e inequívocos sobre las oportunidades de mitigación en cada sector. Y, cuando existe un amplio consenso sobre las causas de un problema y las medidas que pueden contribuir a abordarlo, la ciudadanía espera y se merece claridad en la información que recibe por parte de la comunidad científica y los líderes políticos.</p>
<p>¿Por qué es tan complicado reconocer la necesidad o, incluso, los beneficios de reducir el consumo promedio de carne y lácteos en sociedades como la nuestra? </p>
<p>Hay varios aspectos atribuidos a la producción ganadera y el consumo de sus productos que marcan el debate. Aquí nos centraremos en cinco de ellos, reflejados en las siguientes afirmaciones: “el consumo de carne y lácteos es parte de nuestra cultura”, “la carne y los productos lácteos son sabrosos”, “la ganadería también es parte de nuestra cultura”, “los medios de vida de algunas personas y la conservación de nuestras áreas rurales dependen de la ganadería” y “la carne y los productos lácteos son elementos esenciales para una dieta saludable”. </p>
<p>Exploremos estas cinco creencias.</p>
<ul>
<li><strong>Comer carne y lácteos es parte de nuestra cultura.</strong></li>
</ul>
<p>Esto es cierto, y la preservación de la cultura es, en principio, algo deseable. Siempre y cuando esta cultura no confronte con instituciones más valiosas como, por ejemplo, el Estado de derecho o el mantenimiento de la seguridad. </p>
<p>Sin embargo, los niveles actuales de consumo de carne y lácteos en los países europeos están lejos de muchas <a href="https://www.researchgate.net/publication/237844793_Meat_consumption_in_Europe_Issues_trends_and_debates">tradiciones culinarias</a>. Esto es especialmente notable en el sur de Europa, donde la <a href="https://dietamediterranea.com/nutricion-saludable-ejercicio-fisico/">dieta mediterránea</a> es reconocida como parte del <a href="http://www.fen.org.es/index.php/articulo/la-dieta-mediterranea-patrimonio-inmaterial-de-la-humanidad">patrimonio cultural</a>. </p>
<p>Además, en estos países, una parte importante del consumo de carne y lácteos solía provenir de la cría de cabras y ovejas, en contraste con los hábitos de consumo actuales basados en productos mayoritariamente procedentes del cerdo, el pollo y el vacuno. </p>
<p>En países como España el consumo de carne per cápita se ha <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301421518305007">multiplicado por cuatro</a> entre 1960 y 2010, o <a href="https://www.jstor.org/stable/24330755?seq=1#page_scan_tab_contents">por cinco</a> desde principios de siglo pasado según las estadísticas de la FAO. </p>
<p>Al mismo tiempo, si comparamos los datos recientes de la <a href="http://www.fao.org/faostat/es/#home">FAO</a> con los de estudios de la dieta española de principios del <a href="https://www.jstor.org/stable/24330755?seq=1#page_scan_tab_contents">siglo XX</a>, observamos que el consumo de productos ovinos y caprinos per cápita se ha reducido en un 15% en el último siglo, mientras que el de cereales y legumbres se ha reducido en un 50% y un 66%, respectivamente. Se pueden observar cambios similares en <a href="https://www.researchgate.net/publication/7264891_The_Mediterranean_diet_in_a_world_context">otros países</a> mediterráneos. </p>
<p>Por tanto, en las últimas décadas hemos abandonado dietas tradicionales y <a href="https://www.bmj.com/content/337/bmj.a1344.long">muy saludables</a> debido a la influencia externa a través de la <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/64830/1/tesis_lopez-briones_reverte.pdf">publicidad</a>, entre otros factores. Si hablamos de alimentación, lo que es propio de nuestra cultura mediterránea es una dieta con alto contenido en legumbres, cereales, hortalizas y aceite de oliva, ingesta moderada o baja de pescado y lácteos, y <a href="https://academic.oup.com/ajcn/article-abstract/61/6/1402S/4651234">baja en carne</a>.</p>
<ul>
<li><strong>La carne y los productos lácteos son sabrosos.</strong></li>
</ul>
<p>Sí, lo son, pero también lo son las patatas fritas y no las comemos todos los días. Además, no son los únicos alimentos sabrosos, sin mencionar que el placer asociado con comer diferentes tipos de alimentos no es un atributo propio de los alimentos, sino un <a href="https://culturacuidados.ua.es/article/view/1998-n4-estudio-etnografico-de-los-cambios-alimentarios-entre-dos-generaciones">gusto adquirido</a> y modulable. </p>
<p>El gusto por la carne y los productos lácteos se ha incrementado en las culturas gastronómicas del sur de Europa durante las últimas décadas, convirtiéndose en los reyes y reinas de los deseos culinarios. En algunos casos, como España, esto sucedió rápidamente como resultado de años de privación. </p>
<p>Los productos alimentarios eran un lujo en tiempos de pobreza y durante las primeras etapas de la dictadura franquista, por lo que cuando España se abrió a los mercados mundiales y el capitalismo en los 60, toda <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/24403/1/Tesis_Castello.pdf">la población quería</a> tener lo que hasta entonces era <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/64830/1/tesis_lopez-briones_reverte.pdf">prohibitivo</a>: pantalones vaqueros, refrescos de cola, y carne. </p>
<p>El consumo de carne era un símbolo de estatus, riqueza y poder, y esto la convertía en una opción de comida muy apreciada: una situación que ha perdurado hasta hoy. Por tanto, aunque hemos colocado la carne y los lácteos como los alimentos básicos de cada banquete o menú del día, no ha sido por ser más sabrosos que el resto de productos alimentarios. </p>
<ul>
<li><strong>La ganadería también forma parte de nuestra cultura.</strong></li>
</ul>
<p>Los sistemas ganaderos dan lugar a hermosos paisajes en España y otros países europeos, contribuyen a la conservación de la <a href="http://www.pastos.es/wp-content/uploads/2018/04/ADAPTACIoN-AL-CAMBIO-CLIMaICO-MEDIANTE-LA-TRASHUMANCIA-30.01.pdf">biodiversidad</a> y representan una larga tradición de ganaderías en extensivo y trashumantes. </p>
<p>Sería estupendo si nuestros hábitos de consumo alimentario apoyasen estas actividades, en muchos casos agonizantes. Desafortunadamente, la mayor parte de la ingesta de carne y lácteos no proviene de los idílicos campos de vacas y cabras que pastan en libertad. Por el contrario, la gran mayoría de la carne y lácteos que consumimos proviene de <a href="https://www.theguardian.com/environment/2017/jul/18/rise-of-mega-farms-how-the-us-model-of-intensive-farming-is-invading-the-world">granjas intensivas</a> y, cada vez con mayor frecuencia, megagranjas, donde los animales están confinados en espacios tan reducidos que solo las razas creadas <em>ad hoc</em> pueden <a href="https://www.economist.com/international/2019/01/19/how-chicken-became-the-rich-worlds-most-popular-meat">sobrevivir</a>. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/258775/original/file-20190213-181619-1hthfpf.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Explotación intensiva de porcino en la provincia de Huesca.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Lucía López Marco</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El tipo de ganadería también se ha modificado radicalmente en las últimas décadas: mientras los sectores porcino, vacuno y aviar han multiplicado su producción, las tradicionales ganaderías de <a href="http://www.lrrd.org/lrrd29/2/skap29021.html">ovino y caprino</a> han disminuido significativamente, en consonancia con la población rural. </p>
<p>La ganadería tradicional ha sabido acumular y conservar un vasto conocimiento sobre prácticas productivas adaptadas a las condiciones ambientales de su entorno y <a href="https://www.adaptecca.es/sites/default/files/documentos/informe_ganaderia_extensiva_cambio_climatico.pdf">resilientes</a> frente a las adversidades climáticas. </p>
<p>Sin embargo, la elevada demanda actual de productos de origen animal fomenta un tipo de ganadería que olvida siglos de conocimiento acumulado y conduce a la destrucción de la ganadería extensiva, valioso atributo de nuestro acervo cultural, así como a la pérdida de paisajes y hábitats naturales <a href="http://www.pastos.es/wp-content/uploads/2018/04/ADAPTACIoN-AL-CAMBIO-CLIMaICO-MEDIANTE-LA-TRASHUMANCIA-30.01.pdf">de gran valor</a>. </p>
<ul>
<li><strong>Algunas personas dependen de la ganadería.</strong></li>
</ul>
<p>Aunque esto es un hecho, quienes obtienen la mayor parte de las ganancias de la ganadería no son las personas que vemos cuidando de estos animales cuando puntualmente abandonamos la ciudad para ir al campo. La tendencia hacia la intensificación está acompañada por el aumento en el tamaño de las explotaciones ganaderas y la disminución del número de granjas, como ocurre en países como <a href="https://www.theguardian.com/environment/2017/jul/18/rise-of-mega-farms-how-the-us-model-of-intensive-farming-is-invading-the-world">Reino Unido</a> o <a href="https://www.france24.com/en/20170303-focus-france-farming-agriculture-industrial-livestock-projects-animals">Francia</a>. </p>
<p>La forma en la que este tipo de explotaciones se relaciona con el entorno es muy diferente a la de la ganadería tradicional, y mientras que esta última contribuye al desarrollo rural, algunos estudios realizados en países como Estados Unidos muestran cómo la producción animal industrial no solo no fija la población, sino que también <a href="https://www.iatp.org/documents/the-price-we-pay-for-corporate-hogs">destruye el empleo</a>. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/258776/original/file-20190213-181612-1cn4yko.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Rebaño en pastoreo en Torrecilla de Valmadrid (Zaragoza).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Lucía López Marco</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por otro lado, los elevados niveles actuales de consumo de productos de origen animal solo son asequibles para la mayoría de la sociedad si el ganado se cría de forma intensiva, reduciendo al máximo los costes de la producción. En consecuencia, la mayoría de las veces, los ciudadanos europeos consumimos carne y productos lácteos cuya producción está controlada por grandes compañías de producción intensiva, que utilizan piensos cuya materia prima ha recorrido miles de kilómetros antes de engordar los silos, reduciendo de forma ostensible los beneficios para los ganaderos tradicionales y el medio rural.</p>
<ul>
<li><strong>La carne y los productos lácteos son esenciales en nuestras dietas.</strong></li>
</ul>
<p>Por un lado, cuando se habla de reducir el consumo de productos de origen animal para contribuir a la mitigación del cambio climático, no se está hablando de su completo abandono, aunque sí de <a href="https://eatforum.org/content/uploads/2019/01/Report_Summary_Spanish-1.pdf">reducciones significativas</a> frente al consumo promedio actual en países como España. </p>
<p>Por otro lado, no es estrictamente necesario consumir alimentos de origen animal para llevar una dieta saludable. Es necesario tener un suficiente aporte calórico y de proteínas, calcio, hierro, y otros nutrientes, vitaminas y minerales que componen una dieta saludable, pero éstos se pueden adquirir siguiendo una dieta basada en el <a href="https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/elevate-your-plate/hearty-and-savory-plant-based/">consumo de vegetales</a>. </p>
<p>El único nutriente que no se puede obtener de forma natural con una alimentación a base de plantas es la vitamina B-12, que se ha de adquirir mediante <a href="https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/what-should-you-eat/vitamins/vitamin-b/">suplementos</a>. Una dieta vegetariana o vegana puede ser muy saludable, y también muy beneficiosa para el clima. Y, al igual que ocurre en dietas omnívoras, que lo sea o no dependerá del <a href="http://www.dietistasnutricionistas.es/dietas-vegetarianas-equilibradas-2/">tipo de alimentos</a> consumidos y su frecuencia. </p>
<p>Por el contrario, el reciente cambio de dieta en países mediterráneos como España hacia dietas con alto contenido en proteína animal, alimentos procesados, dulces y grasas saturadas, como las que predominan en la actualidad en España y otros países mediterráneos, sí es perjudicial para la salud y contribuye a la aparición de <a href="https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/disease-prevention/">enfermedades no transmisibles</a> asociadas a la alimentación. </p>
<p>Por tanto, la carne y los lácteos no son esenciales para seguir una dieta saludable, y, aunque pueden contribuir a completar nuestras demandas nutricionales, solo representan un consumo saludable si se incluyen en dosis mucho menores a las que se dan en la actualidad en países de rentas altas. </p>
<p>Es difícil comunicar y asumir la necesidad de adoptar en nuestros modos de vida los importantes cambios que se precisan para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Pero abramos los ojos: tenemos una década para invertir la tendencia de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y hay <a href="https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/el-proceso-internacional-de-lucha-contra-el-cambio-climatico/ipcc_informe_especial_15pdf_tcm30-485656.pdf">mucho trabajo por hacer</a>. </p>
<p>El momento actual debe ser el de emprender acciones y lanzar mensajes claros y proactivos, y no el de iniciar un nuevo debate sobre si el consumo promedio de productos de origen animal —en países de renta alta— debería o no reducirse. Sabemos que ésta es una estrategia real y eficaz –<a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aa7541/meta">entre las muchas</a> que se han de acometer– para la mitigación del cambio climático y la reducción de otros problemas ambientales y de salud. </p>
<p>Reducir el consumo de carne y lácteos –y elegir productos de origen animal provenientes de ganaderías en extensivo y de cercanía– en aquellas sociedades con un consumo elevado es posible, positivo para el planeta, bueno para nuestra salud, accesible para todas aquellas personas que desean reducir su impacto medioambiental, y podría beneficiar a los sistemas ganaderos tradicionales y de pequeño-mediano tamaño. </p>
<p>Entonces, ¿por qué no debería ser parte de las estrategias de mitigación del cambio climático? Y ¿por qué no comunicarlo claramente? En la batalla contra el cambio climático, cada acción cuenta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110634/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Varias creencias sobre la producción y el consumo de carne y lácteos enturbian el debate público sobre los beneficios para el clima de cambiar nuestros hábitos alimentarios.Ivanka Puigdueta Bartolomé, Doctoranda en cambio climático y sistema alimentario, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Alberto Sanz Cobeña, Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Eduardo Aguilera, Investigador postdoctoral de la ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Lucía López Marco, Técnico de proyectos de investigación, Instituto Agronómico Mediterráneo de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1118852019-02-21T22:15:36Z2019-02-21T22:15:36ZDejar de comer carne sí ayudará a salvar el planeta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259393/original/file-20190217-56212-8788cx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=49%2C0%2C5472%2C3645&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/vF5i44ERvF0">Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>El tema de la contribución del ganado al cambio climático es algo que me preocupa. Ya <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2017/12/metano-y-cambio-climatico.html">me he posicionado</a> al respecto <a href="http://www.sobreestoyaquello.com/2018/04/chuletones-sostenibles-las-vacas.html">en alguna ocasión</a>. </p>
<p>El investigador Frank Mitloehner, profesor en la Universidad de California en Davis (EE UU), publicó en 2016 un libro blanco titulado <em>Contribuciones del ganado al cambio climático: hechos y ficción</em>. Fue <a href="https://www.afia.org/?Display=196">aplaudido por la poderosa AFIA</a>, la patronal de las industrias manufactureras de productos ganaderos y agrícolas estadounidenses. En 2018, el propio autor escribió una reseña <a href="https://theconversation.com/dejar-de-comer-carne-no-va-a-salvar-el-planeta-107994">en <em>The Conversation</em></a>.</p>
<p>El problema es que Mitloehner usa estadísticas incompletas sobre la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) para minimizar los impactos ambientales de la ganadería.</p>
<h2>Un porcentaje incompleto</h2>
<p>El investigador afirma que la producción ganadera es responsable del 4,2 % de las emisiones de GEI de los Estados Unidos. No es poco si tenemos en cuenta que estamos ante el colíder en este tipo de contaminación. Reconoce que los métodos de evaluación del <em>ciclo de vida</em> son la “regla de oro” para medir con precisión las contribuciones del ganado al cambio climático, pero extrae conclusiones que no reflejan el ciclo de vida completo de los productos animales.</p>
<p>Su cálculo del 4,2 % no tiene en cuenta varias fuentes de emisiones importantes. <a href="https://www3.epa.gov/climatechange/Downloads/ghgemissions/US-GHG-Inventory-2016-Chapter-5-Agriculture.pdf">Cita las estimaciones</a> de la Agencia Medioambiental de los Estados Unidos para la emisión derivada de la fermentación entérica y el manejo del estiércol, pero excluye las emisiones de:</p>
<ol>
<li><p>La producción de semillas y forrajes para animales, incluidas las emisiones de óxido nitroso asociadas con la aplicación de fertilizantes.</p></li>
<li><p>La deforestación y los cambios en el uso del suelo. </p></li>
<li><p>El transporte de alimentos para animales, ganado y productos alimenticios. </p></li>
<li><p>Las emisiones asociadas a los productos alimenticios de origen animal.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259394/original/file-20190217-56236-3b3xdq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/xkxdxmof_c4">Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>Emisiones mundiales vs. estadounidenses</h2>
<p>Mitloehner no distingue entre las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y las estrictamente estadounidenses. Por ejemplo, sostiene que quienes aseguran que las emisiones derivadas de la ganadería estadounidense son comparables a las del transporte están equivocados.</p>
<p>Sin embargo, los datos que equiparan ambos sectores a nivel mundial son muy precisos. <a href="http://www.fao.org/3/a-i3437e.pdf">La estimación más reciente</a> de la FAO es que un 14,5 % ,<a href="GT">7,1 gigatoneladas </a>, de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero son atribuibles a la agricultura animal. Un volumen ligeramente menor, 7 GT, son <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar5/syr/">atribuibles al transporte</a>, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).</p>
<p>El porcentaje de emisiones de GEI estadounidenses que el doctor Mitloehner atribuye a la agricultura animal no es comparable a las tendencias globales. Tampoco refleja la magnitud del problema. En primer lugar, porque las emisiones de la energía y el transporte de ese país son excepcionalmente altas. En segundo, porque parte de ellas se realizan en otros países. Por ejemplo, las debidas a la deforestación para abrir las tierras al pastoreo y a la producción de cultivos forrajeros, cuyos productos finales se destinan al mercado estadounidense.</p>
<h2>Agua, insecticidas y antibióticos</h2>
<p>Mitloehner se centra en los GEI, pero no se ocupa de los otros impactos ecológicos y de salud pública derivados de la ganadería industrial. No ofrece dato alguno sobre el consumo del agua, la contaminación de los recursos hídricos por la escorrentía agropecuaria ni el uso masivo de insecticidas que está acabando con la biodiversidad natural. Tampoco de la contaminación del aire, la resistencia a los antibióticos, los impactos en las comunidades rurales y en los trabajadores, y <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26231503">otros efectos dañinos</a>.</p>
<p>El investigador afirma que “las mejoras en la eficiencia de la producción ganadera están directamente relacionadas con las reducciones del impacto ambiental”. Para sostenerlo se centra en el aumento de la eficiencia por cabeza de ganado. No tiene en cuenta la escala de la producción animal de alimentos, ni la huella ambiental total de la agricultura animal en Estados Unidos.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259395/original/file-20190217-56208-nr6ys.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/4MbiKlr1kgU">Unsplash</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>¿A más eficiencia, menos emisiones?</h2>
<p>Las industrias ganaderas estadounidenses han progresado en términos de eficiencia, pero el impacto de criar cada año unos 10.000 millones de animales destinados al consumo directo es enorme. Los beneficios de la mayor eficiencia de cría por cabeza se compensan si la producción animal de alimentos continúa aumentando, lo que trae como resultado una huella ambiental total cada vez mayor. </p>
<p>Por lo tanto, es irreal suponer que el sector agropecuario de Estados Unidos ha reducido su huella ambiental total porque haya reducido las emisiones de GEI por cabeza de ganado producida.</p>
<p>Las reducciones urgentes y radicales de emisiones son fundamentales en todos los sectores, incluidos el transporte, la energía y la agricultura. Pero si las emisiones se reducen en los sectores no agrícolas, <a href="http://www.jhsph.edu/research/centers-and-institutes/johns-hopkins-center-for-a-livable-future/_pdf/research/clf_reports/2015-12-07e-role-of-diet-food-waste-in-cc-targets.pdf">pero continúan las tendencias pronosticadas</a> en el consumo de productos animales, el aumento de la temperatura media mundial probablemente superará los 2°C. </p>
<p>La reducción del impacto ambiental de la agricultura exigirá drásticas disminuciones en la ingesta de carne y lácteos. Sobre todo en países como Estados Unidos que tienen los niveles más altos de consumo per cápita.</p>
<p>El estadounidense típico <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26573136">consume unas tres veces</a> más carne, lácteos y huevos que la media mundial, lo que perjudica la salud humana y el medio ambiente. En comparación con la dieta mundial promedio, la estadounidense provoca casi el doble del uso de la tierra agrícola y de las emisiones. Entre un 80 y un 90 % <a href="https://www.wri.org/sites/default/files/Shifting_Diets_for_a_Sustainable_Food_Future_0.pdf">están relacionadas con el consumo</a> de alimentos de origen animal.</p>
<p>El libro critica los esfuerzos de los consumidores para reducir la dieta de productos cárnicos. Entre otras el <a href="https://www.meatlessmonday.com/"><em>lunes sin carne</em></a>, que anima a los ciudadanos a comprender que las decisiones sobre su dieta afectan el medio ambiente y que deben comenzar a reducir (que no a suprimir) la ingesta de productos animales. </p>
<p>El problema del cambio climático puede parecer que sobrepasa la capacidad individual para marcar la diferencia. Sin embargo, cambiar nuestras decisiones del día a día, por pequeñas que sean, es una forma viable para que entre todos demos un paso hacia la reducción de nuestra huella ambiental.</p>
<p>Si nos esforzamos en reducir las contribuciones antropogénicas al cambio climático, es preciso también que quienes se dedican a interpretar las estimaciones de emisiones empleen el máximo rigor y la mejor metodología disponible para evaluar los impactos ambientales de las actividades agropecuarias.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/111885/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Manuel Peinado Lorca no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La contribución de la ganadería al cambio climático divide a los investigadores. Para analizarlo, es imprescindible estudiar las estadísticas con el máximo rigor posible.Manuel Peinado Lorca, Catedrático de Universidad. Departamento de Ciencias de la Vida. Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1079942018-12-10T22:35:03Z2018-12-10T22:35:03ZDejar de comer carne no va a salvar el planeta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/249677/original/file-20181210-76980-63iccu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=16%2C0%2C5590%2C3732&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/qysVTP1OONk"> Unsplash / Jenny Hill</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>El impacto del cambio climático en nuestro planeta es alarmante. A medida que los efectos nocivos se han intensificado, la carne se ha convertido en un objetivo público. Cada día más gente aboga por <a href="http://fortune.com/2017/07/19/climate-change-vegan-vegetarian-diet-humane-society/">comer menos carne para salvar el medio ambiente</a>. Algunos activistas, incluso, proponen poner un <a href="https://www.theatlantic.com/health/archive/2017/12/should-meat-cost-more-than-gold/548264/">impuesto a la carne</a> para reducir su consumo.</p>
<p>Argumentan que la producción genera más gases de efecto invernadero que todo el sector del transporte. Sin embargo, esta afirmación es falsa (como podremos comprobar más adelante), pero la persistencia de este idea lleva a suposiciones inexactas en relación con el consumo de carne y el cambio climático.</p>
<p><a href="https://scholar.google.com/citations?user=SAqmem4AAAAJ&hl=en">Mi investigación</a> se centra en analizar las formas en que la agricultura animal afecta a la calidad del aire y al cambio climático. En mi opinión, existen muchas razones para optar bien por consumir proteínas animales o bien por elegir un menú vegetariano. Sin embargo, renunciar a la carne y sus derivados no es la panacea para el medio ambiente como muchos nos quieren hacer creer y, llevado al extremo, también puede producir consecuencias nutricionales negativas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=407&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/249670/original/file-20181210-76965-1ot53et.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=512&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Producción ganadera mundial por región (leche y huevos expresados en proteínas)</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.fao.org/gleam/results/es/">FAO</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<h2>Récord en carne y gases de efecto invernadero</h2>
<p>Gran parte de la mala reputación de la carne se centra en la afirmación de que la ganadería es la mayor fuente de gases de efecto invernadero del mundo. Por ejemplo, <a href="http://www.worldwatch.org/files/pdf/Livestock%20and%20Climate%20Change.pdf">un análisis</a> publicado por el <a href="http://worldwatch.org/">Worldwatch Institute</a> de Washington en el año 2009 aseguraba que el 51% de la emisión de GEI (gases de efecto invernadero) en el mundo procedían de la cría y procesado del ganado.</p>
<p>Pero según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, <a href="https://www.epa.gov/ghgemissions/inventory-us-greenhouse-gas-emissions-and-sinks">las principales fuentes de emisión de GEI en E.E.U.U. en 2016</a> fueron la producción eléctrica (28% del total de emisiones), el transporte (28%) y la industria (22%). La agricultura y la ganadería representaron apenas un 9% de las emisiones, cifra a la que <a href="https://www.epa.gov/ghgemissions/inventory-us-greenhouse-gas-emissions-and-sinks">la ganadería contribuye con un irrisorio 3,9%</a>. Los números demuestran que la ganadería no se puede comparar con el transporte en términos de contaminación.</p>
<p>¿Por qué se ha llegado entonces a esa conclusión? En 2006, la <a href="http://www.fao.org/home/en/">Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura</a> (FAO) publicó un estudio titulado <a href="http://www.fao.org/3/a-a0701e.pdf"><em>La larga sombra del ganado: problemas ambientales y opciones</em></a>. El informe, que atrajo la atención internacional, afirmaba que la ganadería producía un asombroso 18% de los gases de efecto invernadero en todo el planeta. La agencia llegó a una conclusión sorprendente: el ganado hacía más daño al clima que todos los tipos de transporte juntos.</p>
<p>Esta afirmación es falsa y fue desmentida por <a href="http://news.trust.org/item/20180918083629-d2wf0">Henning Steinfeld, el autor principal del informe</a>. El error residía en que los analistas de la FAO llevaron a cabo una evaluación integral del ciclo de vida para estudiar el impacto climático de la crianza del ganado, pero a la hora de analizar el transporte emplearon un método diferente.</p>
<p>Para el ganado, la FAO tuvo en consideración todos los factores asociados a la producción de carne, entre los que se encuentran las emisiones generadas por la elaboración de fertilizantes, la conversión de bosques en pastos, el cultivo de pienso y las emisiones que provienen de los animales (eructos y deposiciones) desde su nacimiento hasta su muerte.</p>
<p>Sin embargo, cuando analizaron las emisiones de carbono producidas por el transporte ignoraron los efectos sobre el clima que provienen de la fabricación de materiales y piezas de los vehículos, el ensamblaje de los mismos y el mantenimiento de carreteras, puentes, aeropuertos y otras infraestructuras. En su lugar, solo tuvieron en cuenta las emisiones de coches, camiones, trenes y aviones. Como resultado, la comparación que hizo la FAO de las emisiones de gases de efecto invernadero entre ganadería y transporte estaba completamente distorsionada.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=229&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/242175/original/file-20181025-71035-16niitc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=288&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los investigadores han descubierto múltiples opciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector ganadero. Las barras rojas representan el alcance potencial de cada práctica.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://flic.kr/p/FAcCPQ">Herrero et al, 2016, via Penn State University</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/">CC BY-NC-SA</a></span>
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<p>Durante una conferencia dirigida a científicos en San Francisco el 22 de marzo de 2010, señalé el error presente en el informe, lo que levantó una gran polvareda que produjo un <a href="https://www.telegraph.co.uk/news/earth/environment/climatechange/7509978/UN-admits-flaw-in-report-on-meat-and-climate-change.html">importante seguimiento mediático</a>. En un acto que les honra, <a href="http://news.bbc.co.uk/2/hi/8583308.stm">la FAO reconoció inmediatamente su error</a>, pero desgraciadamente la afirmación inicial de que la ganadería producía el mayor porcentaje de gases de efecto invernadero ya había recibido una gran cobertura por parte de los medios. Todavía hoy luchamos para demostrar que no es así.</p>
<p>En su informe de evaluación más reciente, la FAO estimó que la ganadería produce un <a href="http://www.fao.org/3/a-i3437e.pdf">14,5% de los gases de efecto invernadero de las actividades humanas a escala mundial</a>. No existe una evaluación del ciclo de vida completo del transporte con la que se pueda comparar. Sin embargo, <a href="http://news.trust.org/item/20180918083629-d2wf0">tal y como señala Steinfeld</a>, las emisiones directas del transporte se pueden comparar con las emisiones directas e indirectas del ganado, situándose las primeras en un 14%, frente al 5% de las segundas.</p>
<h2>Una producción menos nociva</h2>
<p>Mucha gente sigue pensando que dejar de comer carne <a href="https://mercyforanimals.org/nyc-announces-meatless-monday-pilot-program">solo un día a la semana</a> influirá en la lucha contra el cambio climático. Nada más lejos de la realidad. Un estudio reciente demuestra que incluso si todos los estadounidenses eliminasen todas las proteínas animales de sus dietas, las emisiones de gases de efecto invernadero del país <a href="http://www.pnas.org/content/114/48/E10301">solo se verían reducidas en un 2,6%</a>. Según los resultados de nuestra investigación en la Universidad de California en Davis, si toda la población de Estados Unidos se sumara a la práctica del <em>Meatless Monday</em> (Lunes sin carne), se apreciaría una reducción de gases de tan solo el 0,5%.</p>
<p>Además, los cambios tecnológicos, genéticos y de gestión que han tenido lugar en la agricultura y la ganadería de Estados Unidos durante los últimos 70 años han hecho que la producción ganadera sea más eficiente y menos nociva para el medio ambiente. Según la base estadística de la FAO, las emisiones directas de gases de efecto invernadero en EE.UU. han disminuido un 11,3% desde 1961, mientras que la producción de carne procedente de la ganadería se ha multiplicado <a href="http://www.fao.org/faostat/en/#data">por más de dos</a>.</p>
<p>La demanda de carne está creciendo en las economías emergentes y en vías de desarrollo, <a href="https://www.ers.usda.gov/amber-waves/2015/july/growth-in-meat-consumption-for-developing-and-emerging-economies-surpasses-that-for-the-developed-world/">con Oriente Medio, el norte de África y el sudeste asiático a la cabeza</a>. Aun así, el consumo de carne por individuo en estas regiones todavía dista mucho del de los países desarrollados. En 2015, la media de consumo de carne anual per cápita en los países con economías sólidas fue de 92 kilogramos, mientras que en Oriente Medio y en el norte de África fue de 24 kilos, reduciéndose hasta los 18 en el sudeste asiático.</p>
<p>En cualquier caso, dado el crecimiento previsto de la población en el futuro, países como Estados Unidos deberán adoptar prácticas más sostenibles para la cría del ganado.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/241923/original/file-20181023-169813-myv7z1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">En los países en desarrollo (como Kenia, en la foto), la cría de ganado es una importante fuente de alimento e ingresos para muchos agricultores y pastores de granjas pequeñas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wiki_loves_Africa_255.jpg">Loisa Kitakaya</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<h2>El valor de la agricultura animal</h2>
<p>Si la agricultura estadounidense prescindiera de los animales se reducirían en un grado muy pequeño las emisiones de gases, pero también sería más difícil alcanzar los objetivos nutricionales básicos. Muchos de los críticos con la ganadería señalan que si los agricultores cultivasen plantas únicamente, podrían producir una <a href="http://dx.doi.org/10.1088/1748-9326/8/3/034015">mayor cantidad de comida y de calorías por persona</a>. Pero los humanos también necesitamos muchos micro y macronutrientes fundamentales para la salud.</p>
<p>Resulta complicado elaborar un argumento acerca del déficit calórico de Estados Unidos, especialmente si nos atenemos a las tasas de obesidad infantil y en adultos del país. Además, no todas las partes de las plantas son comestibles (o apetecibles). La cría de ganado añade valor económico y nutricional a la agricultura vegetal.</p>
<p>Por ejemplo, el ganado consume plantas cuya energía reside principalmente en la celulosa, que no es digerible para los humanos y muchos otros mamíferos, pero las vacas, las ovejas y otros rumiantes pueden digerirla y liberar la energía que contiene. Según la FAO, cerca del 70% de las tierras agrícolas del mundo son dehesas que solo pueden ser utilizadas como <a href="http://www.fao.org/3/a-i3437e.pdf">tierras de pastoreo para ganado rumiante</a>.</p>
<p>La proyección del crecimiento poblacional a nivel mundial se sitúa en <a href="https://www.un.org/development/desa/publications/world-population-prospects-the-2017-revision.html">9.800 millones de personas para el año 2050</a>. Cómo alimentar a una cantidad tan desorbitada de habitantes supondrá un desafío brutal. Los nutrientes por ración de la carne superan a los de las opciones vegetarianas, y los animales rumiantes crecen gracias a alimentos que no son comestibles para los humanos. La cría de ganado, además, <a href="https://www.dandc.eu/en/article/ifpri-director-says-healthy-diet-includes-some-meat-some-vegetables-some-fruits-dairy">supone unos ingresos económicos necesarios para los pequeños agricultores</a> de países en vías de desarrollo: se estima que la ganadería es el sustento principal de mil millones de personas en todo el mundo.</p>
<p>El cambio climático demanda atención urgente, y la industria ganadera genera una gran cantidad de efectos negativos que afectan al aire, al agua y a la tierra. Este impacto, junto con el vertiginoso crecimiento de la población mundial, nos proporciona razones más que de sobra para continuar trabajando en la búsqueda de una mayor eficiencia en la agricultura animal. Personalmente, considero que el punto de partida debe situarse en hechos amparados por la ciencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/107994/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Frank M. Mitloehner recibe fondos del California Air Resources Board (CARB) y del California Department of Food and Agriculture (CDFA).</span></em></p>La cría de ganado tiene un claro impacto en el medio ambiente pero, contrariamente a lo que muchos críticos dicen, no es la mayor culpable del cambio climático.Frank M. Mitloehner, Professor of Animal Science and Air Quality Extension Specialist, University of California, DavisLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.