tag:theconversation.com,2011:/nz/topics/hablar-en-publico-66583/articleshablar en público – The Conversation2023-11-14T07:49:14Ztag:theconversation.com,2011:article/2169162023-11-14T07:49:14Z2023-11-14T07:49:14ZUso profesional de la voz: cómo cuidar y aprovechar una herramienta básica<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/558345/original/file-20231108-19-o4d6q3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=100%2C33%2C5506%2C3690&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/businesswoman-standing-on-stage-reporting-audience-283553048">ESB Professional/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando pensamos en formarnos para desempeñar un trabajo determinado, nos preocupamos de estar al día en las herramientas necesarias, ya sean aplicaciones o conocimientos digitales o habilidades humanas. Sin embargo, a menudo pasamos por alto una herramienta fundamental en nuestra labor profesional, especialmente en ámbitos que, como la docencia, exigen un alto grado de capacidad comunicativa: la voz. </p>
<p>Controlar de manera adecuada y hacer un uso profesional de la la voz, tanto en el aula como en la sala de reuniones o los contextos donde nos expresamos en público, es esencial. Tiene un impacto significativo en la efectividad de la comunicación, y desde luego es fundamental en una enseñanza de calidad. A través de ella transmitimos no solo información, sino también emociones, y establecemos conexiones con nuestros oyentes. </p>
<h2>La voz como herramienta: uso profesional de la voz</h2>
<p>Una voz bien controlada y utilizada eficazmente puede hacer que lo que comunicamos sea más atractivo y efectivo. Sin embargo, un mal uso profesional de la voz puede llevar a la fatiga, lesiones vocales y dificultades para mantener la atención de quienes nos escuchan.</p>
<p>Un tono de voz adecuado y una pronunciación clara son esenciales para la comprensión y la retención del contenido. Se debe hablar a un ritmo que permita a los oyentes procesar la información y evitar el habla apresurada o monótona; lo mismo ocurre con quienes usan vídeo o audio para comunicarse. La claridad en la pronunciación es especialmente relevante para la comprensión de conceptos técnicos o términos específicos de una materia o tema que estemos tratando.</p>
<h2>Enganchar con la voz</h2>
<p>La voz es una herramienta poderosa para transmitir emoción y entusiasmo. Los docentes, guías culturales o monitores que muestran entusiasmo por su materia y su enseñanza tienden a involucrar a los estudiantes o participantes de manera más efectiva; lo mismo ocurre en el caso de cualquier uso profesional de la voz: los docentes no escolares, guías de museos o divulgadores audiovisuales, y quienes en su labor realizan entrevistas, visitas, o presentaciones. Variar el tono de voz y la expresión facial puede ayudar a mantener la atención y el interés de clientes, pacientes, oyentes o compañeros.</p>
<p>En los casos en que necesitamos hablar ante un grupo numeroso de personas, como un aula con estudiantes, es fundamental tener suficiente volumen para que todos puedan escuchar. La proyección de la voz es esencial en salas grandes o ruidosas. Sin embargo, el volumen excesivo puede tensar la voz y causar lesiones. El equilibrio es clave.</p>
<h2>Los riesgos de no controlar la voz</h2>
<p>No controlar adecuadamente la voz puede tener consecuencias negativas tanto en nuestra capacidad de transmitir como en nuestra salud. </p>
<p>Hablar en exceso o de manera inapropiada puede causar fatiga vocal. La fatiga vocal se manifiesta con síntomas como la ronquera, la sequía de garganta y el dolor al hablar. Puede interferir en la comunicación efectiva.</p>
<p>La fatiga vocal crónica puede llevar a lesiones vocales más graves, como pólipos, nódulos o úlceras en las cuerdas vocales. Estas lesiones pueden requerir intervenciones médicas y, en casos extremos, cirugía.</p>
<p>La falta de control vocal también puede llevar a la pérdida temporal o incluso permanente de la voz. Esto afectaría a nuestro uso profesional de la voz y, por lo tanto, a nuestra capacidad para ejercer la profesión.</p>
<h2>Trucos y consideraciones para hacer un buen uso profesional de la voz</h2>
<p>Ahora que hemos comprendido la importancia de controlar y usar adecuadamente la voz, veamos algunos trucos y consideraciones que pueden ayudarnos a mantener la voz en forma y a maximizar su impacto:</p>
<ol>
<li><p>Descanso vocal: al igual que cualquier otro músculo, las cuerdas vocales necesitan descanso. Si se hace un uso profesional continuo de la voz, como en el caso de docentes o monitores, debemos programar pausas durante la jornada para darle a su voz un respiro. También es importante descansar la voz por completo los días libres y durante las vacaciones.</p></li>
<li><p>Hidratación: mantenerse hidratado es esencial para la salud vocal. Beber suficiente agua ayuda a mantener las cuerdas vocales lubricadas y prevenir la sequedad y la irritación.</p></li>
<li><p>Cuidado de la garganta: el uso de pastillas para la garganta o aerosoles puede aliviar la irritación y el dolor ocasional. Sin embargo, no deben usarse como solución a largo plazo. Si experimenta dolor o ronquera constantes, consulte a un especialista en voz.</p></li>
<li><p>Técnica vocal: aprender técnicas vocales adecuadas es fundamental. Un especialista en voz o un logopeda puede enseñar ejercicios para fortalecer y flexibilizar las cuerdas vocales, lo que mejora la resistencia vocal.</p></li>
<li><p>Control del volumen: aprender a proyectar la voz sin gritar es crucial. Practicar la proyección vocal en diferentes situaciones puede ayudarnos a mantener un volumen adecuado sin forzar la voz.</p></li>
<li><p>Respiración profunda: la respiración profunda desde el diafragma permite un flujo de aire constante que apoya la producción vocal.</p></li>
<li><p>Reducción de tensión: el estrés y la tensión pueden afectar negativamente la voz. Practicar técnicas de reducción del estrés, como el yoga o la meditación, puede ser beneficioso para la voz y la salud en general.</p></li>
<li><p>Microfonía: si estamos en una sala grande o en un entorno ruidoso, consideremos el uso de un micrófono para reducir la tensión vocal. La amplificación de la voz puede ayudar a mantener la claridad y el volumen.</p></li>
<li><p>Autoevaluación: debemos escucharnos a nosotros mismos de vez en cuando para evaluar tono y pronunciación. También podemos grabar nuestras clases o presentaciones para identificar áreas de mejora.</p></li>
</ol>
<h2>Uso profesional de la voz en la enseñanza</h2>
<p>En la educación, donde el conocimiento se convierte en una guía para el crecimiento de las mentes jóvenes, la voz de un docente no es solo un medio de comunicación, sino una herramienta fundamental para la inspiración y la transmisión de sabiduría. Tiene el poder de dar vida a conceptos abstractos, de infundir entusiasmo y pasión en sus estudiantes, de guiarlos a través de desafíos intelectuales y emocionales. </p>
<p>Sin embargo, esta poderosa herramienta es vulnerable a los efectos del desgaste y el abuso. El autocontrol y el cuidado de la voz no son solo consideraciones prácticas, son una cuestión de responsabilidad hacia los estudiantes. Como guardianes del conocimiento y forjadores del futuro, los docentes deben mantener su voz como un tesoro, un vehículo de inspiración y sabiduría que perdure a lo largo de las generaciones.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/216916/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Jesús Sánchez Soriano no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Nuestra voz es una herramienta fundamental a menudo olvidada: muchas profesiones, entre ellas la docente, la necesitan cuidar de manera especial para potenciar el mensaje y proteger la salud.María Jesús Sánchez Soriano, Profesora en áreas de educación y psicología del aprendizaje, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2090122023-08-04T07:00:25Z2023-08-04T07:00:25ZDiez reglas para hacer una presentación entretenida y eficaz<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/536027/original/file-20230706-27-tprgxb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=33%2C0%2C7455%2C3222&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/business-team-training-listening-meeting-concept-365362820">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><blockquote>
<p>“Preparémonos para cumplir con nuestros deberes, y comportémonos de tal manera que, si el Imperio Británico y su Commonwealth duran mil años, los hombres aún dirán: este fue su mejor momento”. </p>
</blockquote>
<p>Así terminó Winston Churchill su tercer y último discurso, pregonado durante la Batalla de Francia. El 10 de mayo de 1940, los alemanes comenzaron la invasión de Francia. El 14 de junio cayó París y en cuestión de días, con Francia rendida, Inglaterra era el único baluarte de Europa contra dos males pútridos, el fascismo y el nazismo. </p>
<p>En aquel momento crítico, el 18 de junio, Churchill pronunció <a href="https://winstonchurchill.org/resources/speeches/1940-the-finest-hour/their-finest-hour/">un discurso demoledor</a>, de principio a fin, cargado de palabras destinadas a traer esperanza en aquella hora oscura. Por supuesto, Churchill conocía perfectamente a la audiencia a la que dirigía su alocución, y controlaba, al dedillo, el mensaje que quería transmitir.</p>
<h2>Ideas ordenadas y claras, presentaciones eficaces</h2>
<p>La entrega clara y lógica de las ideas es un componente fundamental para hacer un buen discurso o una presentación oral eficaz, porque emplear habilidades inadecuadas aburre a la audiencia y, peor aún, perjudica la capacidad de transmitir un mensaje importante.</p>
<p>Impartir una presentación oral es una tarea frecuente en el ámbito educativo, pero también es imprescindible en el ámbito profesional. La preparación y la práctica son elementos claves para aumentar la calidad y alcanzar el éxito. </p>
<p>Académicos, profesionales y estudiantes de todos los campos desean difundir el conocimiento que producen, y esto a menudo es conseguido mediante presentaciones orales en clase, ponencias, conferencias públicas o reuniones empresariales. Por lo tanto, aprender a hacer presentaciones efectivas es <a href="https://bmcmededuc.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12909-022-03376-w">una habilidad necesaria</a>.</p>
<p>Algunas reglas simples para concebir buenas presentaciones son las siguientes:</p>
<h2>Regla 1. Conocer a nuestro público</h2>
<p>Es provechoso conocer con antelación el tipo de audiencia que tendremos y el nivel de conocimiento esperado. De esta manera podemos adecuar la charla y el lenguaje. También es efectivo interactuar con la audiencia y lograr contacto visual con tantas personas como sea posible. Cuidar la apariencia y los modales, ser cortés y elegante.</p>
<h2>Regla 2. Menos es más</h2>
<p>Incluyamos solo una idea por diapositiva. Seamos organizados y concisos. Usemos el espacio de la diapositiva con sabiduría y evitemos adornos innecesarios que distraigan a los oyentes. Empleemos ilustraciones, pero no abusemos de las animaciones y evitemos las estridentes, como las figuras o texto que parpadeen, sobrevuelen, etc. Las transiciones entre diapositivas deben ser suaves. </p>
<p>Revisemos la gramática, la ortografía y el diseño de cada diapositiva. Una presentación estructurada y clara conduce al diálogo, y facilita un turno de preguntas valioso y productivo. No respondamos a las preguntas vagamente.</p>
<h2>Regla 3. Un minuto por diapositiva</h2>
<p>Lo ideal es dedicar un minuto por diapositiva y emplear referencias en el encabezado que posibiliten el seguimiento. Esto permitirá que repartamos de forma adecuada el tiempo de la presentación. Evitemos las diapositivas que solo contengan texto, los desvíos, las tangentes o las cuestiones secundarias. Una presentación excesivamente larga invita a la desconexión, y por el contrario, una presentación demasiado corta resulta desconcertante.</p>
<h2>Regla 4. Complementar, no repetir</h2>
<p>Interactuemos con la presentación, pero evitemos leer el texto directamente. Podemos construir una presentación con fuerza visual, pero evitando la sobrecarga cognitiva. No seamos redundantes, la presentación debe complementar el discurso. El estilo y diseño gráfico deben ser reconocibles y contundentes. </p>
<h2>Regla 5: Principio de parsimonia</h2>
<p>Utilicemos el principio de parsimonia en las explicaciones: no en el sentido de ser lento, sino en el de ser frugal. Identifiquemos los conceptos que requieren explicación y los que no. Hagamos hincapié en los mensajes críticos. Usemos explicaciones simples.</p>
<h2>Regla 6. Preguntas y respuestas</h2>
<p>Podemos tener preparadas diapositivas de respaldo que puedan ser útiles si surge un tema que necesita explicación adicional. Respondamos las preguntas con calma y sin condescendencia. No discutamos ni interrumpamos al interrogador.</p>
<h2>Regla 7. Entrenamiento y práctica</h2>
<p>Debemos practicar hasta conseguir fluidez, pero no memorizar el discurso, porque será monótono y aburrirá a la audiencia. Cuidemos la espontaneidad para usarla en momentos puntuales. Hay que dar tiempo a la audiencia, para que pueda pensar y acoplarse al ritmo del orador. Configuremos el escenario. Debe existir un flujo lógico, con un claro principio, medio y fin. Empezar fuerte y concluir con un mensaje subyacente.</p>
<h2>Regla 8. Lenguaje corporal</h2>
<p>Debemos evitar la rigidez y las posturas desganadas. Transmitir energía y gesticular si es necesario. Sonreír. No divagar, ni jugar con el puntero. Ejercitar la voz. Usar la entonación. Es bueno beber agua, porque la hidratación evitará, en muchos casos y tras un tiempo prolongado hablando, la aparición de disfonía, dolor, carraspeo o tos sobrevenida.</p>
<h2>Regla 9. Entretenido, pero riguroso</h2>
<p>Hay que diseñar una presentación entretenida, pero rigurosa. Un pequeño toque humorístico puede cautivar a la audiencia y mejorar la atención, pero debemos conocer nuestros límites y no excedernos. Agregar referencias adecuadas que aporten crédito y citar a las personas que hayan hecho aportaciones positivas a nuestro trabajo. Una anécdota divertida puede ser una herramienta convincente y útil para involucrar y conectar emocionalmente al orador con la audiencia. Es importante usar colores de alto contraste y fondos simples con poco o ningún color, porque entre la audiencia puede haber personas con dislexia o discapacidad visual. Utilicemos un tamaño de letra grande, y pensemos en una combinación de colores y paletas que puedan ser entendidas por personas con diferentes formas de daltonismo.</p>
<h2>Regla 10. Previsión y preparación</h2>
<p>Para mitigar al máximo los posibles desastres técnicos, estemos precavidos sobre el lugar y el modo en que se realizará la presentación. Es bueno guardar una copia de la presentación en formato PDF. Usar vídeos solo cuándo sea necesario, y crear una diapositiva de respaldo con capturas de pantalla de las imágenes clave, por si el reproductor de vídeo falla. Comprobemos con antelación la compatibilidad de los equipos con nuestra presentación. Debemos estar preparados para poder dar la charla en otro formato.</p>
<p>Crear una presentación óptima es una tarea ardua y a menudo requiere una intensa dedicación. En la actualidad existen recursos fabulosos que permiten mejorar el proceso y posibilitan que, con entrenamiento, un poco de práctica y paciencia, una persona se convierta en <a href="https://journals.physiology.org/doi/full/10.1152/ajpregu.00179.2022">un orador público increíble</a>.</p>
<p>Dicho esto, según el momento, las reglas están destinadas a romperse, pero recordemos: quizás es prudente no romper todas, y desde luego, no todas a la vez.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/209012/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raúl Rivas González no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Comunicar sin aburrir, transmitir sin confundir, y entretener sin distraer. Para que las presentaciones triunfen hay que tener en cuenta una serie de reglas.Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología. Miembro de la Sociedad Española de Microbiología., Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2087722023-07-28T06:47:03Z2023-07-28T06:47:03Z¿Hay vida más allá de PowerPoint? Herramientas para presentaciones dinámicas e interactivas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/536059/original/file-20230706-19-gsfwab.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/speaker-giving-talk-conference-hall-business-1680565963">Matej Kastelic/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Seamos sinceros: cuando realizamos determinadas tareas en el trabajo, solemos recurrir con frecuencia a las mismas herramientas. Aunque existen ya muchas alternativas a PowerPoint que nos ponen cada vez más fácil elaborar presentaciones dinámicas, nos sentimos seguros y no queremos perder demasiado tiempo aprendiendo cómo funciona un recurso nuevo. </p>
<p>¿Quién nos puede culpar? Vivimos en un mundo vertiginoso y nos cuesta estar al día de nuevas fórmulas. Sin embargo, cuando se trata de presentaciones, de escribir un informe o analizar determinados datos, conviene no quedarse estancado en el pasado y aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas herramientas que aparecen en el mercado.</p>
<p>Sí, los seres humanos somos criaturas de costumbre. Pero tengamos en cuenta que, diapositiva a diapositiva, según los científicos, otra presentación de PowerPoint monótona probablemente tenga <a href="https://www.businessinsider.es/powerpoint-no-son-utiles-ciencia-demuestra-994791">un efecto inductor de sueño, tanto en usted como en los que cree que le están escuchando</a>.</p>
<p>Igual que nos cuesta renunciar a nuestra camiseta favorita, por muy vieja y desgastada que esté, es probable que seamos parte de los millones de usuarios mundiales que vuelven una y otra vez a caer en las garras de las <a href="https://www.xataka.com/empresas-y-economia/trabajar-frente-a-ordenador-tarea-agotadora-como-fatiga-digital-acecha-a-miles-trabajadores">herramientas ofimáticas que contribuyen activamente al síndrome de <em>burn out</em> laboral</a>.</p>
<h2>Presentaciones dinámicas: cómo y qué</h2>
<p>Puede parecer que lo importante es el contenido, lo que contamos, pero cómo lo contamos puede determinar que este contenido se transmita con éxito o fracasemos. En los últimos años, la plataforma digital <a href="https://genial.ly/es/">Genially</a> se ha hecho un hueco en la barra de marcadores de muchos usuarios por su versatilidad, atractivo visual y, principalmente, por su interactividad. </p>
<p>Esta herramienta permite crear presentaciones interactivas, infografías, pósteres y otros contenidos visuales de una manera rápida y sencilla. Basta con seleccionar una de las plantillas que pone a nuestra disposición esta plataforma para dar rienda suelta a nuestra creatividad y enganchar al público. Sus efectos de animación (siempre con responsabilidad) y transiciones hacen que las presentaciones cobren vida.</p>
<h2>Alternativas a PowerPoint</h2>
<p>No estamos diciendo que haya que olvidarse de PowerPoint. Este programa para crear presentaciones sigue siendo válido, pero… ¿y si le damos una vuelta a su uso inicial? </p>
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</p><div style="position: relative; padding-bottom: 56.25%; padding-top: 0; height: 0;"><p></p>
<iframe title="PRESENTACIÓN BÁSICA" frameborder="0" width="100%" height="675" style="position: absolute; top: 0; left: 0; width: 100%; height: 100%;" src="https://view.genial.ly/64a30b899ff17600127b58e4" type="text/html" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" scrolling="yes" allownetworking="all"></iframe>
<p></p></div>
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<p>Imaginemos que tenemos una misma presentación de PowerPoint que hemos reutilizado ya varias veces para explicar un determinado contenido a nuestros empleados. Seguramente pensamos que no tenemos tiempo, ni ganas, de probar otra herramienta. </p>
<p>Pero no hace falta que cambiemos la presentación. Para seguir utilizando la misma, pero mantener a mi público enganchado, podemos utilizar un sistema de respuesta inmediata.</p>
<h2>Captar la atención de la audiencia</h2>
<p>Estos sistemas permiten a los participantes que acuden a un evento, a una presentación o a una conferencia interactuar en tiempo real con lo que el ponente está contando. </p>
<p>A través de un sistema de preguntas, encuestas o cuestionarios, entre otros formatos, la audiencia puede responder a preguntas, expresar su opinión o votar en un sondeo que presente el ponente. Además, el presentador obtiene retroalimentación en tiempo real y puede adaptar su presentación a medida que avanza y en función de las respuestas que recibe.</p>
<p>Estos sistemas han ido evolucionando en los últimos años e incluyen una amplia variedad de tipos de preguntas, así como de plantillas. <a href="https://www.wooclap.com">Wooclap</a>, <a href="https://www.mentimeter.com/">Mentimeter</a>, <a href="https://www.peardeck.com/">Pear Deck</a> o <a href="https://curipod.com/">Curipod</a> son solo algunos de estos ejemplos que, además, permiten incluir preguntas en una presentación de PowerPoint para intercalarla con sondeos y cuestionarios. </p>
<p>Esta mezcla de contenido e interacción con la audiencia es lo que hará que nuestras presentaciones suban de nivel y que nuestro público siempre se quede con ganas de más.</p>
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</p><div style="position: relative; padding-bottom: 56.25%; padding-top: 35px; height: 0; overflow: hidden;"><p></p>
<iframe sandbox="allow-scripts allow-same-origin" allowfullscreen="true" allowtransparency="true" frameborder="0" height="315" src="https://www.mentimeter.com/app/presentation/alos6uqrb6sszwzyyjhq7mvctw1bk1yj/embed" style="position: absolute; top: 0; left: 0; width: 100%; height: 100%;" width="100%"></iframe>
<p></p></div>
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<h2>IA al servicio de las presentaciones</h2>
<p>La oleada de nuevas herramientas de inteligencia artificial generativa que nos siguen llegando aportan numerosas oportunidades para infundir vida a la actividad laboral. <a href="https://theconversation.com/como-subirse-a-la-ola-de-la-inteligencia-artificial-y-conservar-el-empleo-202763">Solo es cuestión de adaptarse a ellas</a>.</p>
<p>Y aquí no hablamos de innovar por innovar, sino de herramientas potentes que pueden no solo <a href="https://www.muycomputerpro.com/2023/04/24/ia-generativa-aumenta-productividad-trabajadores">aumentar la productividad</a> y <a href="https://www.elespanol.com/elandroidelibre/tutoriales/trucos/20230311/chatgpt-puede-ahorrar-tiempo-estudios-trabajo/740176292_0.html">ahorrarnos muchísimo tiempo</a>, sino también cambiar completamente nuestro día a día profesional. Y aunque ya probablemente nos suene ChatGPT, hay una multitud de otras maravillas que contemplar. </p>
<p>A continuación, compartimos algunas de nuestras sugerencias:</p>
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<li><p><a href="https://www.slidesai.io/es"><em>SlidesAI: Diseños de diapositivas optimizados</em></a>: Crear diapositivas visualmente atractivas y bien estructuradas puede llevar mucho tiempo. SlidesAI utiliza IA para analizar nuestros contenidos y generar automáticamente diseños de diapositivas optimizados. Esta herramienta sugiere la disposición de elementos, el tamaño de la fuente y el formato de los textos para mejorar la legibilidad y la presentación general de tus diapositivas. Con SlidesAI, podemos ahorrar tiempo y lograr presentaciones impactantes en un abrir y cerrar de ojos.</p></li>
<li><p><a href="https://powermodeai.com/"><em>PowerMode: Una presentación desde cero en segundos</em></a>: Este asistente gratuito nos permitirá crear presentaciones desde cero. Para ello, solo tendremos que responder un par de preguntas y la herramienta generará una presentación en cuestión de segundos. </p></li>
<li><p><a href="https://lp1.pecan.ai/data-prep-lp/?utm_term=predictive%20analytics%20ai&utm_campaign=google_search_eu2_dt_e&utm_source=google&utm_medium=cpc&hsa_acc=8246799288&hsa_cam=20255866932&hsa_grp=156905869384&hsa_ad=661460770477&hsa_src=g&hsa_tgt=kwd-409993203794&hsa_kw=predictive%20analytics%20ai&hsa_mt=e&hsa_net=adwords&hsa_ver=3&gclid=CjwKCAjw44mlBhAQEiwAqP3eVi0rBCWrQAQ59Nz_MbXia2CAKRsnDLF43j1L1rbXmuD-c7Ec_RrAehoCbdgQAvD_BwE"><em>Predictive Analytics AI: Pronósticos precisos</em></a>: Si deseamos anticiparnos a las tendencias futuras y tomar decisiones basadas en datos, es nuestro aliado. Esta herramienta utiliza algoritmos de aprendizaje automático para analizar tus datos históricos, generar pronósticos precisos y crear informes basados en proyecciones confiables.</p></li>
<li><p><a href="https://www.chartify.ai/"><em>Chartify: Gráficos inteligentes al instante</em></a>: Los gráficos pueden ser una excelente manera de visualizar datos complejos, pero crearlos puede ser una tarea tediosa. Chartify utiliza IA para analizar nuestros datos y generar automáticamente gráficos relevantes y atractivos. Solo tenemos que cargar los datos y elegir el tipo de gráfico que deseamos. Chartify se encargará del resto.</p></li>
<li><p><a href="https://www.chatpdf.com/"><em>ChatPDF: Resúmenes y extracción de información en PDF</em></a>: Esta gran herramienta permite a los usuarios interactuar con archivos PDF. La herramienta analiza el archivo suministrado para crear un resumen o extraer la información esencial. Se puede utilizar en casi todo, incluidos libros de texto, trabajos de investigación, documentos legales y manuales, así como ensayos, recibos y contratos.</p></li>
<li><p><a href="https://designs.ai/design-types/presentations"><em>DesignsAI: Potencia tu creatividad</em></a>: Es una herramienta basada en IA que ayuda a crear presentaciones visualmente atractivas. Utiliza algoritmos de aprendizaje automático para generar diseños personalizados, seleccionar esquemas de color adecuados y sugerir opciones de disposición de elementos. Con DesignsAI, podemos olvidarnos de las plantillas aburridas y crear presentaciones únicas y cautivadoras.</p></li>
</ol>
<p>Gracias a cualquiera de estas herramientas podremos asombrar con nuestras presentaciones y convertirlas en una experiencia interactiva, dinámica y creativa. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/208772/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Reutilizar nuestras antiguas diapositivas de PowerPoint acaba resultando aburrido; actualizar nuestras presentaciones en público con diseños novedosos y hacerlas más interactivas y entretenidas es posible.Elena Alcalde Peñalver, Profesora Titular de Universidad de Filología Inglesa, Universidad de AlcaláAlexandra Santamaría Urbieta, Senior lecturer, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Peter Bannister, Investigador, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2087712023-07-26T06:51:30Z2023-07-26T06:51:30ZCómo vencer el miedo a hablar en público y ser un buen orador<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/538500/original/file-20230720-17-184yq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C11%2C2485%2C1392&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/female-motivational-speaker-on-stage-talking-1746589055">Gorodenkoff/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El orador y político ateniense <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dem%C3%B3stenes">Demóstenes</a> tenía defectos de pronunciación cuando era niño; a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mahatma_Gandhi">Mahatma Gandhi</a> su timidez le paralizaba para hablar en público y le costaba incluso leer lo que él mismo había escrito; <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Winston_Churchill">Winston Churchill</a> era tartamudo y muy inseguro, por lo que evitaba comparecencias públicas y solo intervenía en el Parlamento británico cuando no le quedaba más remedio. Ser un gran estadista, una figura de alcance internacional, no evita el miedo a hablar en público.</p>
<p>Nadie nace con cualidades para ser un buen orador. A hablar en público se aprende. En la historia hay muchos ejemplos de grandes oradores que tenían dificultades comunicativas y las superaron. Lo que ocurre es que cuanto más tarde empecemos a practicar más nos costará vencer el miedo.</p>
<p>Es importante saber que tener miedo a hablar delante de otras personas es una reacción natural. Es lógico que lo sintamos si no estamos acostumbrados a exponernos. Nadie quiere quedar mal ante la gente, por eso todos hemos sentido ese temor alguna vez.</p>
<p>En el libro <a href="https://www.editorialuoc.cat/formacion-de-portavoces"><em>Formación de portavoces</em></a>, explico cómo desarrollar la capacidad de comunicación para poder llegar a disfrutar haciendo presentaciones. Las claves son tres:</p>
<ol>
<li><p>La <strong>toma de conciencia</strong> de nuestra forma de comunicar: saber cuál es nuestro estilo. </p></li>
<li><p>La <strong>preparación</strong>: conocer las herramientas esenciales para hacer una exposición exitosa.</p></li>
<li><p>La <strong>práctica</strong>: entrenarse, corregir los errores y mejorar.</p></li>
</ol>
<h2>Conocernos para perder el miedo a hablar en público</h2>
<p>Ser conscientes de nuestra forma de comunicar implica saber cómo hablamos y nos movemos cuando estamos delante de un público, qué posturas adoptamos, cómo suena nuestra voz, cuáles son las emociones que sentimos y los pensamientos que nos dominan… Es esencial que nos conozcamos y seamos conscientes de los mensajes que transmitimos y de la imagen que ofrecemos a los demás.</p>
<p>Para ello, resulta útil grabarnos en vídeo dando el discurso o practicarlo delante de un espejo. Así podremos identificar aquellos aspectos que comunican de manera eficaz y aquellos otros que nos conviene perfeccionar.</p>
<p>Cada persona tiene su propio estilo y es un error intentar cambiarlo para imitar a otros. Se trata de ser uno mismo y no obsesionarse por agradar, sino dar a la audiencia lo mejor de cada uno. Cuanto mejor preparados estemos, menos miedo a hablar en público sentiremos.</p>
<h2>Preparación</h2>
<p>Para que una presentación tenga éxito, debe prepararse a conciencia. Hay que cuidar tanto las palabras que decimos como nuestro lenguaje no verbal.</p>
<p>Definir el objetivo de la presentación nos permitirá encontrar el interés que tiene para el público lo que vamos a contar. Si el objetivo busca satisfacer alguna preocupación o necesidad de los oyentes, nos hará colocarnos ante ellos con la actitud poderosa de quien sabe que les lleva algo de utilidad.</p>
<p>También hay que definir el mensaje principal, es decir, la idea que queremos grabar en la mente del auditorio. Si no tenemos claro qué mensaje queremos transmitir, la gente se irá sin saber lo que les queríamos contar y se olvidará rápidamente de nuestro discurso.</p>
<p>La información llega mucho mejor al público cuando está bien organizada. Por eso es necesario ordenar los contenidos en un guion. La estructura es <a href="https://fundacion-rama.com/wp-content/uploads/2022/11/5050.-Manual-del-orador.-El-arte-%E2%80%A6-Platon-y-otros.pdf">la misma que utilizaban en la antigua Grecia</a>: introducción, desarrollo y conclusión.</p>
<h2>Las partes del mensaje</h2>
<p>La función de la introducción es captar la atención y crear interés. Dado que es el primer contacto con el público, hay que prepararla bien, para dar una primera impresión positiva. Aprendérsela de memoria ayudará a transmitir credibilidad y solidez, y a adquirir confianza para el resto del discurso.</p>
<p>El desarrollo contiene las ideas básicas de la presentación. Como norma general, no conviene que sean más de tres o cuatro. De nada sirve abrumar a la audiencia con un volumen excesivo de información, porque no podrán retenerla toda.</p>
<p>En la conclusión no conviene decir nada nuevo, sino incidir en algo de lo que ya se ha explicado. Se puede recordar el beneficio que se llevará el público, repetir el mensaje principal o llamar a la acción. Al ser las últimas palabras, serán las más fáciles de recordar para la audiencia, por lo que hay que prepararlas con mucho cuidado y memorizarlas bien.</p>
<p>Tener claros el objetivo, el mensaje principal y la estructura del discurso nos ayuda a centrarnos en lo esencial y a no divagar. Y permite a nuestros oyentes seguir el hilo y captar los mensajes que queremos transmitir.</p>
<h2>Técnicas no verbales</h2>
<p>El <a href="https://www.ted.com/talks/amy_cuddy_your_body_language_may_shape_who_you_are/c">lenguaje no verbal</a> engloba, entre otros, los gestos y movimientos, la voz, la mirada y el atuendo. Todos estos elementos deben ser congruentes con los mensajes verbales, para que ayuden a reforzarlos. No todas las técnicas sirven para todo el mundo, cada persona tiene que encontrar las que mejor se adapten a ella.</p>
<p>En general, lo que funciona es adoptar una postura relajada y erguida, mantener el contacto ocular con el público, hablar de forma clara y fluida, no utilizar muletillas, tener una sonrisa y expresión facial adecuadas a la situación, y gesticular de forma natural y segura.</p>
<h2>Escuchar y reaccionar</h2>
<p>No hay que olvidar que solo conseguiremos comunicar con el público si primero le hemos escuchado. Antes de la presentación averiguaremos sus características e intereses para adecuar el discurso a ellos. Y durante la exposición, iremos adaptando nuestros mensajes a sus reacciones.</p>
<p>Ya solo queda practicar lo aprendido, para ir mejorando y hacer natural lo que al principio parece complicado. Conviene aprovechar todas las oportunidades que se presenten para hablar en público. Así, conseguiremos superar el miedo y convertirnos en oradores que comuniquen de forma efectiva.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=112&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/538010/original/file-20230718-27-qyquvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=141&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p><em>Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en <a href="https://www.becas-santander.com/">https://www.becas-santander.com</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/208771/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Idoia Camacho Markina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hablar en público y conseguir transmitir un mensaje de manera eficaz no es algo innato. Se puede practicar y mejorar, con unas pautas sencillas.Idoia Camacho Markina, Profesora de Formación de Portavoces y Periodismo Especializado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1712762021-11-28T20:09:19Z2021-11-28T20:09:19Z‘En plan…’: Los estudiantes universitarios y la expresión más allá de los 280 caracteres<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/433125/original/file-20211122-19-8mv4bq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C12%2C4230%2C2809&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/portrait-amazed-man-covering-his-mouth-71887096">Shutterstock / ArtFamily</a></span></figcaption></figure><p>Que levante la mano el docente que, tras pedir a uno de sus alumnos la explicación a un problema o una argumentación en una exposición oral en clase, no haya oído alguna vez esta respuesta: </p>
<blockquote>
<p>“En plan… es que no sé cómo explicarlo…”</p>
</blockquote>
<p>El actual sistema educativo tiene una brecha en lo que se refiere a la competencia comunicativa del alumnado. Acceden a la universidad sin un claro dominio de su <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/inee/evaluaciones-internacionales/pisa/pisa-2018.html">propia lengua</a>, y eso a pesar de que en los criterios y en los objetivos de muchas materias –no solo de las denominadas de letras– están presentes la expresión escrita, la comprensión lectora y la expresión oral. </p>
<p>De hecho, en la normativa, la primera competencia del <a href="https://www.boe.es/eli/es/rd/2014/12/26/1105/con">currículo</a> en la Enseñanza Secundaria y en Bachillerato es la “lingüística”. Los futuros médicos, los futuros abogados o los futuros arquitectos deben saber comunicar sus ideas.</p>
<h2>La influencia de Twitter</h2>
<p>Se puede contar mucho en 280 caracteres, la nueva medida de Twitter. Nadie espera una reflexión profunda en ellos, aunque puede haberlas. El problema es creer que esa manera de expresarse debe trasladarse a otros entornos y que todo vale por igual en las redes, en un blog o en un entorno digital cualquiera. </p>
<p>Esto se convierte en un inconveniente cuando se demuestra que el alumnado no sabe desenvolverse ante un folio para contestar a una pregunta de examen que requiera de una <a href="https://sede.educacion.gob.es/publiventa/descarga.action?f_codigo_agc=21213">explicación</a> amplia. Aunque no se puede generalizar y hay alumnos que lo hacen en correspondencia a su nivel educativo. No todo es malo ni bueno; hay estados intermedios en la influencia del uso de las pantallas y la pérdida de conciencia lingüística y competencia comunicativa.</p>
<p>Pero <a href="https://portalcomunicacion.uah.es/diario-digital/entrevista/escribir-correctamente-algo-mas-que-una-cuestion-de-ortografia-fotos.html">los alumnos</a> del actual sistema educativo reconocen que no saben expresarse ni de manera oral ni escrita con soltura y que eso dificulta su comunicación más allá de una pantalla. </p>
<h2>Desarrollar la conciencia lingüística</h2>
<p>El lenguaje es la expresión del pensamiento y su dimensión social debería hacernos reflexionar sobre su importancia. De hecho, es el punto a tener en cuenta a la hora de enfocar el estudio de la lengua como asignatura en el alumnado. </p>
<p>No es la primera vez que se estudia y se investiga en este campo. Sin embargo se encuentra más información sobre la mejora de competencia lingüística en la enseñanza de lenguas extranjeras que en la nativa. Sería un error dar por hecho que la dominamos simplemente por ser nuestra lengua materna y haberla aprendido de manera orgánica. Los estudiantes tienen la capacidad lingüística pero no desarrollan la <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/conciencialinguistica.htm">conciencia lingüística</a>. </p>
<p>Como docentes debemos despertar esa conciencia, procurando que la curiosidad y la creatividad a la hora de usar la lengua afloren, ya que esos mecanismos serán los que incidan directamente sobre el uso correcto de la lengua y en el porqué de sus estructuras y elementos.</p>
<h2>Leer el “manual de instrucciones”</h2>
<p>Trabajar con la lengua es como enfrentarse a un microondas. El aparato viene con unas instrucciones que nunca leemos porque creemos que sabemos utilizarlo. Y claro que lo utilizamos, pero lo infrautilizamos, puesto que seguramente haya muchas funciones de las que nos podríamos beneficiar y que ni siquiera sabíamos que tenía. </p>
<p>Así es la competencia lingüística: desde el nivel básico, cuando nos expresamos en nuestra infancia, hasta uno más elaborado en una etapa universitaria. Entre ellas se atraviesan diversos estadios que se deberían corresponder con las diferentes etapas educativas.</p>
<h2>Comunicar es más que hablar</h2>
<p>La llegada a la universidad permite enfrentarnos a una realidad académica que necesita medir nuestro discurso oral y escrito. Esa realidad choca con la verdad. Si lo medimos con las escalas existentes en el aprendizaje de las lenguas extranjeras según el <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf">marco europeo</a>, ¿tendrían nuestros alumnos también en español el B1 o B2 que se exige en inglés? Comprender –comprensión lectora y auditiva–, hablar –expresión e interacción oral– y escribir son los tres descriptores generales en los que se basan estos niveles.</p>
<p>Todos los programas educativos defienden el aprendizaje de otras lenguas en los primeros años de escolarización puesto que la capacidad de aprendizaje es mayor a esas edades. Si se tratara más la competencia lingüística y sus expresiones oral y escrita en la lengua materna en los últimos años de la Educación Primaria, estaríamos preparando el terreno para que en la secundaria se afianzara a otro nivel: <a href="https://www.educa.jcyl.es/es/programas/liga-debate-2020-21">debates</a>, elaboración de periódicos, <a href="http://23miradasiesespinillo.blogspot.com/">revistas</a> o programas de radio, <a href="https://www.educa.jcyl.es/es/informacion/concursos-premios">concursos</a>, etc. Iniciativas que existen y funcionan pero que no son globales y deberían serlo. </p>
<p>A veces, saber presentar algo puede ser más importante que lo presentado en sí: de ahí la importancia del lenguaje y de su papel dentro de la comunicación verbal y no verbal.</p>
<p>Los profesores de lengua o de cualquier materia deben enseñar que la lengua es la función esencial de la mente y que todo se expresa con un lenguaje aprendido. Las estructuras lingüísticas nos preparan para comprender y asimilar las estructuras de la realidad. Nuestra inteligencia, nuestra <a href="https://www.joseantoniomarina.net/articulos-en-prensa/%ef%bb%bf%ef%bb%bf%ef%bb%bfmemoria-y-aprendizaje/">memoria</a> son las que nos permiten asimilar, producir y reproducir mensajes.</p>
<p>Y, sin mensajes, sin contar nuestros caracteres, ya se sabe, no existimos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171276/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Inmaculada Sanz Mateos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A los alumnos españoles les cuesta expresarse en su propio idioma cuando se trata de ahondar en los temas.Inmaculada Sanz Mateos, Profesora Asociada. Departamento de Lengua Española, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1570372021-05-10T20:07:34Z2021-05-10T20:07:34Z¿Saber hablar en público es una habilidad innata?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/399754/original/file-20210510-23-hmb8zh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C0%2C5188%2C3331&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/students-digital-tablets-giving-presentation-high-1127479280">Shutterstock / Monkey Business Images</a></span></figcaption></figure><p>Hoy en día, saber hablar en público no es un lujo reservado a un grupo privilegiado de nuestra sociedad, sino que se ha convertido en un requisito, una necesidad básica para interactuar con nuestros conciudadanos. </p>
<p>Difícilmente identificaríamos profesiones u oficios en los que no fuera necesario comunicarse oralmente con colegas, clientes o usuarios, y lo mismo ocurre en el ámbito social, familiar o personal. Somos seres sociales y la comunicación forma parte de nuestro desarrollo como comunidad. </p>
<p>Así pues, saber expresarse no es un arte elitista, sino una competencia básica y transversal que nos iguala como miembros de la sociedad. La comunicación oral no debe ser monopolio de nadie.</p>
<p>La comunicación oral es una habilidad y, como tal, se puede aprender, como también podemos aprender a bailar, a cantar o a practicar un deporte, aunque intuyamos que nos costará tiempo y esfuerzo e incluso sepamos que nunca llegaremos a ser profesionales. Si dejamos de considerar que se trata de capacidad innata podemos empezar a cultivarla. La competencia oral se puede aprender y, por lo tanto, también se puede enseñar.</p>
<p>Si unimos ambas premisas (que saber comunicarse oralmente es una habilidad y que, además, es imprescindible en nuestra sociedad), quienes nos dedicamos a la <a href="http://xtec.gencat.cat/web/.content/projectes/llengua-oral/tenim-la-paraula/documents/Document-4.COMPETENCIA-ORAL-EQUIDAD-EDUCATIVA-Y-CIUDADANIA-DEMOCRATICA.-Guadalupe-Jover.pdf">enseñanza</a> de las lenguas tenemos el deber de dar respuesta a esta necesidad. </p>
<p>Afortunadamente, los currículos educativos cada vez otorgan más valor a la competencia oral pero, aun así, necesitamos más investigación en didáctica de la lengua oral y más <a href="https://hispanismo.cervantes.es/congresos-y-cursos/jornadas-didactica-comunicacion-oral-ensenanza-infantil-primaria-transferencia">puentes</a> para que se allane el <a href="https://www.youtube.com/playlist?list=PLOs_AwBZdhO89YpJOY1ePlium2xO-Xaxa">camino</a> de su enseñanza y aprendizaje en las <a href="https://www.grao.com/es/producto/10-ideas-clave-ensenar-la-competencia-oral-en-clase-ic022">aulas</a>.</p>
<h2>La población adulta, autodidacta en oralidad</h2>
<p>¿Y qué pasa con las personas adultas (y también jóvenes) que no han podido acceder a esta formación a lo largo de la educación obligatoria? Se trata de un segmento de población que ha sido y continúa siendo eminentemente autodidacta, es decir, que ha aprendido a lidiar con situaciones orales formales a medida que estas se le han presentado a lo largo de su <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:52018SC0014&from=EN">trayectoria vital</a>. </p>
<p>No hace falta imaginarse suculentos ascensos laborales, que seguramente ya conllevan el dominio de esta y otras habilidades sociales, sino contextos más cotidianos que requieren igualmente saber comunicarse con eficacia y naturalidad.</p>
<p>Pongamos algunos ejemplos: ¿Quién no ha asistido alguna vez a una reunión de una asociación de vecinos u otro tipo de entidad, ya sea social, cultural o deportiva? ¿Alguna vez le han invitado a intervenir en una tertulia o mesa redonda? ¿Ha tenido que atender alguna petición de la radio o la televisión local? También puede que en alguna celebración familiar alguien le haya sugerido que diga cuatro palabras o que simplemente en el transcurso de una conversación más o menos formal tenga la necesidad de expresar una idea. </p>
<p>Son situaciones comunicativas a las que estamos expuestos a menudo y a las que no siempre sabemos (o nos atrevemos) a hacer frente. Si nos encontramos en esta circunstancia, el mensaje es claro: podemos aprender algunas estrategias para sentirnos más seguros y conseguir <a href="https://www.plataformaeditorial.com/libro/6629-secretos-para-hablar-bien-en-publico">comunicarnos con eficacia y naturalidad</a>. Nadie debería dejar de comunicar una idea por falta de confianza o por no saber cómo expresarla.</p>
<h2>Tres preguntas clave: ¿Qué, a quién y cómo?</h2>
<p>Antes de lanzarnos a hablar en público conviene reflexionar, como mínimo, sobre estas tres preguntas: </p>
<ol>
<li><p>¿Tenemos claras las ideas que queremos transmitir? Obviamente, si no tenemos nada que decir sobre un determinado tema (cosa que puede suceder) o no estamos suficientemente informados para aportar alguno nuevo, es mejor no intervenir (¡escuchar a los demás también es una habilidad que podemos ejercitar!). Pero si queremos comunicar nuestras ideas, debemos hacernos entender y esto pasa por planificar y organizar previamente nuestra intervención.</p></li>
<li><p>La segunda pregunta apela a la necesidad de conocer a nuestra audiencia: ¿Sabemos a quién nos dirigimos? Parece una obviedad, pero hay que preguntarse cuáles son sus expectativas. ¿Verdad que cuando escuchamos a alguien, todos deseamos que nos trate con respeto y cortesía lingüística? Esto implica saber empatizar con la audiencia y ser conscientes de que nos dedica su tiempo. </p>
<p>Además, saber qué saben nuestros interlocutores nos ayudará a dosificar y ordenar la información que queremos transmitir y hacer que nuestro mensaje se entienda.</p></li>
<li><p>La tercera pregunta se desprende de las dos anteriores. Una vez tengamos claro qué y a quién comunicar nuestras ideas, será el momento de reflexionar sobre el cómo. ¿De qué manera puedo conseguir mi propósito como orador u oradora? Aquí es cuando podemos explorar recursos y estrategias para, sobre todo, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=wBRBDYCJVTA">explicar</a> con claridad nuestras ideas y saber <a href="https://youtu.be/KJz3xiz7Lmw">argumentar</a> con solidez nuestras opiniones.</p></li>
</ol>
<p>Tener en cuenta estos aspectos (qué, a quién y cómo) nos ayudará a preparar nuestras intervenciones para que podamos comunicarnos con efectividad y autenticidad. No es una tarea fácil, pero hay que dar en el hito: sabiendo que puede resultar difícil para muchas personas, se debe plantear como una oportunidad de crecimiento personal. </p>
<p>Un buen orador no es un individuo que tiene una capacidad innata, sino aquel que ante un reto oral vinculado a la vida profesional, social o personal es capaz de desarrollar su propio estilo para comunicarse con los demás. Hoy en día, todos somos oradores.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157037/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mariona Casas Deseuras no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Saber hablar en público es una de las habilidades más valoradas hoy. No tiene que ser ante cientos de personas, pero sí es muy recomendable saber dirigirse a un grupo de individuos en voz alta. Para hacerlo con propiedad hay que saber qué contar, a quién se lo contamos y cómo hacerlo.Mariona Casas Deseuras, Profesora de Didáctica del Lenguaje. Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura (GRELL), Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1334042020-05-26T19:28:51Z2020-05-26T19:28:51ZComunicar en inglés: lo que aporta el aprendizaje ‘ubicuo’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/334462/original/file-20200512-82361-zwwrn7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=34%2C0%2C4582%2C2858&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/london-england-may-2020-75th-anniversary-1727632180"> Glosszoom / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los sistemas de aprendizaje han evolucionado desde métodos de lectura-escritura-memorización a metodologías centradas en el debate, la interacción, la comunicación oral y multimodal. Estas últimas, en entornos ubicuos y contextualizados, responden a situaciones internacionales de comunicación en lengua inglesa. El aprendizaje del inglés debe proyectarse desde la perspectiva comunicativa, que es el fin de aprender una lengua.</p>
<p>Según los datos más recientes del <a href="https://www.ef.com/wwen/epi/"><em>English Proficiency Index</em> (9ª edición)</a>, España ocupa el <a href="https://www.ef.com/wwen/epi/regions/europe/spain/">puesto 35 de los 100 países clasificados</a>, con un nivel <em>moderado</em> de competencia lingüística. Entre los países de habla hispana, Argentina, en el puesto 27, y Costa Rica, en el 30, son los mejor situados. De los 33 países europeos que se incluyen en el índice, Holanda sigue manteniéndose en la primera posición con el máximo nivel, <em>muy alto</em>. </p>
<p>La competencia lingüística en Inglés como Lengua Extranjera (ILE) supone el aprendizaje y desarrollo de las distintas habilidades comunicativas para ofrecer y recibir información adecuadamente. Hay que destacar el descriptor “comunicativas”, porque hablamos de una lengua cuyo uso principal es el intercambio de mensajes a través de palabras y estructuras que se redactan y pronuncian correctamente para facilitar la comprensión. Holanda parece insistir en una <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/fc0b/c6ea2f9cda7b17de3a730149f67be4f9ad14.pdf">conciencia intercultural</a> necesaria para la proyección internacional de sus habitantes, que son mayoritariamente bilingües. </p>
<h2>Conciencia intercultural: una cuestión de actitud</h2>
<p>Esta conciencia intercultural implica empatía, esfuerzo por aprender, ser y saber sobre la otra cultura y, al mismo tiempo, supone la reconstrucción de la identidad del hablante de ILE. Esta ya no se limita a sus orígenes culturales, sino que su personalidad se relaciona constantemente con la cultura extranjera a través de la competencia comunicativa intercultural. </p>
<p>Hoy en día los universitarios acceden a puestos de trabajo que poco tienen que ver con las profesiones tradicionales. La lengua inglesa tiene la importancia que tiene por su proyección internacional. La lengua inglesa es también lengua franca (ILF), utilizada en contextos internacionales por ciudadanos y profesionales usuarios de la información global y de la interconectividad ubicua que sucede a cualquier hora y desde cualquier lugar con nuestros dispositivos móviles. El desarrollo de la competencia comunicativa en lengua inglesa es constante y mejora la identidad intercultural del hablante con nuevos conceptos y adaptaciones de otros idiomas. Saber comunicar en lengua inglesa facilita el acceso al ámbito profesional internacional o multinacional.</p>
<h2>Hablar en público, habilidad fundamental</h2>
<p>Además, si damos un paso más, se hace necesario insistir en la habilidad de presentar un discurso público en inglés <a href="https://cgscholar.com/bookstore/works/english-public-speaking">(<em>English Public Speaking</em>)</a> en el presente siglo XXI, a través de la competencia comunicativa intercultural. EPS supone entrenarse, ganar confianza, trazar un mensaje claro y, en definitiva, conectar con un público internacional usando distintas técnicas de comunicación verbal y no verbal en lengua inglesa. </p>
<p>Habría que comprender las variantes del Inglés como Lengua Extranjera y del Inglés como Lengua Franca, ya que el inglés es el <a href="https://www.jstor.org/stable/43486658?seq=1">idioma de contacto de hablantes</a> de dos o más entornos lingüísticos, que interactúan con la palabra, el gesto o la imagen proyectada en la diapositiva (audio)visual. Los estudiantes universitarios de inglés se han vuelto más participativos en contextos de Inglés como Lengua Extranjera (ILE) como de Inglés para Fines Específicos (IFE) a través de programas educativos-comunicativos que responden a sus necesidades reales. </p>
<h2>Qué son los entornos ubicuos de aprendizaje</h2>
<p>Un entorno de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=GbWdQCMS4VM">aprendizaje ubicuo</a> (<em>Ubiquitous Learning Environments</em> – ULE) sale del aula presencial. Se define como aquel en el que el estudiante está inmerso en su aprendizaje, aún sin saberlo, ya que se desarrolla en distintos contextos y con recursos digitales y multimedia de interacción, dentro y fuera del aula, a cualquier hora y desde cualquier lugar. </p>
<p>Está estrechamente enlazado con el aprendizaje formal e informal y el aprendizaje a lo largo de la vida. Un enfoque de aprendizaje ubicuo supone el acceso y uso de material digital con el propósito de que el estudiante sea el agente generador de conocimiento ubicuo, ampliando el aprendizaje autónomo y colaborativo. </p>
<p>Con un entorno de aprendizaje ubicuo, el aprendizaje se transforma porque se crea y se comparte, mejorando la adquisición del conocimiento global y de las habilidades comunicativas del siglo XXI en el idioma internacional (inglés). El diseño de un entorno de aprendizaje ubicuo se contextualiza respondiendo a las necesidades reales y profesionales de los estudiantes (u-aprendices) del siglo XXI. </p>
<h2>Aprendizaje dentro y fuera del aula</h2>
<p>Los estudiantes de ILE (Inglés como Lengua Extranjera) o IFE (Inglés para Fines Específicos) y los hablantes de ILF (Inglés como Lengua Franca) se enfrentan continuamente a los retos lingüísticos, paralingüísticos y sociolingüísticos del idioma extranjero a través del lenguaje verbal y no verbal, junto con las diferencias culturales. </p>
<p>Actualmente contamos con los recursos y herramientas digitales necesarias para acceder a un entorno comunicativo, real, contextualizado y productivo gracias a internet, que justamente acerca al estudiante a la información y a la comunicación multimodal en lengua inglesa. </p>
<p>Generar un enfoque comunicativo y ubicuo de enseñanza-aprendizaje de la lengua inglesa es la solución y hoy no hay excusas para no conseguirlo. </p>
<p>Un ecosistema de aprendizaje motivador, consciente, ubicuo y programado a lo largo de la vida (<em>Ubiquitous Life Long Learning Education</em>) debe establecer un entorno de aprendizaje constructivo, reflexivo y satisfactorio para todos sus participantes (estudiantes y docentes) dentro y fuera del aula, a través de una educación responsable, comunicativa y multimodal.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133404/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Soraya García-Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Aprender inglés no es una tarea pasiva: un enfoque de aprendizaje ubicuo convierte al estudiante en el agente generador de conocimiento. Se trata de querer saber sobre la otra cultura y mantener una actitud de empatía.Soraya García-Sánchez, Profesora del Departamento de Filología Moderna, Traducción e Interpretación, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1181392019-06-06T20:03:26Z2019-06-06T20:03:26ZPersuadir con la palabra: oratoria y neurociencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/277892/original/file-20190604-69079-ie2sxv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C2034&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Martin Luther King, Jr. pronunció alguno de los grandes discursos de la segunda mitad del siglo XX.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/69562982@N02/35462491833">PatersonGreatFalls / Flkr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span></figcaption></figure><p>Actualmente, no existe en nuestra enseñanza una asignatura relacionada con la Oratoria, que enseñe a construir discursos persuasivos y a pronunciarlos en público. Esa labor correspondió durante siglos a la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>.</p>
<h2>Una enseñanza tradicional</h2>
<p>La Retórica formó parte de la enseñanza europea desde la Antigüedad hasta la consolidación del Romanticismo.</p>
<p>En sus orígenes, se ocupaba de todos los aspectos relacionados con el arte de hablar en público. Con el tiempo, se fue limitando a un simple tratado de las figuras retóricas, lo que condujo a su desprestigio.</p>
<p>Y en el Romanticismo se produjo un rechazo de la Retórica, que llevó a su desaparición de la enseñanza. Desde entonces, el término retórica se emplea despectivamente para referirse a un lenguaje vacío y falto de contenido.</p>
<p>Sin embargo, es mucho más que un simple tratado de figuras retóricas. Y en la actualidad se está tratando de recuperarla en su sentido original, pues sus normas siguen siendo muy útiles para hablar bien en público.</p>
<h2>Las operaciones retóricas</h2>
<p>La Retórica contempla cinco operaciones. Las tres primeras (la <em>invención</em>, la <em>disposición</em> y la <em>elocución</em>) enseñan a construir el discurso.</p>
<ol>
<li><p>La <em>invención</em> consiste en el hallazgo de las pruebas racionales y de los recursos emocionales.</p></li>
<li><p>La <em>disposición</em> distribuye esos hallazgos en las distintas partes del discurso.</p></li>
<li><p>Y la <em>elocución</em> adorna el discurso por medio de recursos estilísticos, de figuras retóricas y de tropos, haciéndolo más atractivo.</p>
<p>La activación de esas tres operaciones permite escribir un discurso perfectamente argumentado, estructurado y adornado.</p>
<p>Una vez que el discurso está escrito, se activan las dos restantes operaciones retóricas: la <em>memoria</em> y la <em>acción</em> o <em>pronunciación</em>:</p></li>
<li><p>La <em>memoria</em> da consejos que ayudan a memorizar el discurso, para pronunciarlo como si se estuviera improvisando.</p></li>
<li><p>Y la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> facilita normas para su exposición ante el auditorio. La <em>acción</em> se relaciona con la vestimenta, la postura del cuerpo y el empleo de los gestos y de la mirada por parte del orador, y la <em>pronunciación</em> con el uso de su voz. Los gestos deben adecuarse siempre a la voz y al contenido del discurso, reforzando su significado.</p></li>
</ol>
<h2>Las partes del discurso</h2>
<p>La Retórica establecía también las partes del discurso: el <em>exordio</em>, la <em>narración</em>, la <em>argumentación</em> y la <em>peroración</em>.</p>
<p>• El <em>exordio</em>, o inicio del discurso, intenta provocar la atención y la curiosidad de los oyentes, incluye un breve resumen del tema del discurso e intenta influir emocionalmente en el auditorio.</p>
<p>• La <em>narración</em> es un relato breve de los hechos que se juzgan o comentan.</p>
<p>• La <em>argumentación</em> es la parte más racional del discurso, en la que el orador expone los argumentos favorables a su causa y trata de refutar los de la parte contraria.</p>
<p>• Y la <em>peroración</em> o epílogo resume lo expuesto y hace uso nuevamente de recursos emocionales, para ganarse afectivamente al auditorio.
Así pues, los recursos emocionales se situaban en el inicio y en el final del discurso, y la parte racional en su parte central.</p>
<h2>Retórica y neurociencia: razón y emoción</h2>
<p>La moderna neurociencia ha refrendado la intuición de la Retórica sobre las partes del discurso.</p>
<p>Los neurocientíficos han mostrado cómo tomamos decisiones en la vida normal.</p>
<p>En un primer momento, y como ha explicado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ant%C3%B3nio_Dam%C3%A1sio">Antonio Damasio</a>, las emociones nos ayudan a descartar algunas posibilidades, reduciendo el número de opciones.</p>
<p>Posteriormente, entra en juego la razón, que sopesa la larga lista de pros y contras de las opciones seleccionadas. Esta lista suele ser larga y equilibrada, y por sí sola nunca nos llevaría a tomar una decisión.</p>
<p>Finalmente, vuelven a aparecer las emociones, haciendo que nos inclinemos por una postura determinada.</p>
<p>Si no fuera por las emociones, que aparecen al principio y al final del proceso, no podríamos tomar decisiones.</p>
<p>Esa distribución coincide con las partes del discurso retórico.</p>
<p>El discurso comienza con el <em>exordio</em>, que intenta influir emocionalmente en el auditorio. Le siguen después dos partes racionales, la <em>narración</em> y la <em>argumentación</em>, en la que se exponen los hechos y los argumentos. Y, finalmente, se recurre otra vez a las emociones en la <em>peroración</em>, para animar a los oyentes a que tomen su decisión.</p>
<p>Por lo tanto, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">las partes del discurso retórico se ajustan estrictamente a los procesos de toma de decisiones descritos por la neurociencia</a>.</p>
<h2>Retórica y neuronas espejo</h2>
<p>El reciente descubrimiento de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Neurona_especular">neuronas espejo</a> confirma la importancia que la Retórica otorga a la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em>.</p>
<p>Las neuronas espejo son unas neuronas motoras que no solo se activan cuando realizamos una acción, sino también cuando vemos a otras personas realizarla. Y eso nos permite comprender de forma sencilla e inconsciente las intenciones de los demás.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/277890/original/file-20190604-69095-za762e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Las neuronas espejo nos permiten entender las emociones ajenas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/brain-mirror-431776579">Advent /Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Al ver a otras personas realizar un movimiento, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos realizáramos ese movimiento, pero sin llegar físicamente a realizarlo. Así entendemos la intención que nosotros mismos tendríamos si hiciéramos ese movimiento, comprendiendo las intenciones de los demás.</p>
<p>Las neuronas espejo también nos permiten entender las emociones ajenas.</p>
<p>Al ver a una persona triste o alegre, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si nosotros mismos estuviéramos tristes o alegres, y eso nos permite comprender el estado de ánimo de la otra persona.</p>
<p>En su libro <a href="https://books.google.es/books?id=C5RHgLTPmlwC&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false"><em>Las neuronas espejo</em></a>, Marco Iacoboni explica cómo funcionan las neuronas espejo en relación con la oratoria.</p>
<p>Los gestos bien empleados ayudan al orador a expresar lo que quiere comunicar, y también ayudan a que su audiencia le entienda.</p>
<p>Cuando vemos los gestos de un orador, se activan en nuestro cerebro las neuronas espejo que se activarían si fuéramos nosotros mismos quienes los hiciéramos. Así comprendemos sin esfuerzo lo que el orador quiere decir con sus gestos.</p>
<p>El descubrimiento de las neuronas espejo ha demostrado la gran importancia que tienen los gestos para potenciar el contenido del discurso, <a href="http://www.revistaretor.org/pdf/retor0401_jimenez.pdf">como ha defendido siempre la <em>acción</em>/<em>pronunciación</em> de la Retórica</a>.</p>
<h2>La recuperación de la Retórica</h2>
<p>Las normas de la Retórica tradicional siguen siendo perfectamente válidas en la sociedad actual. Hablar en público y persuadir es necesario en muchas actividades y profesiones (docencia, abogacía, política, relaciones públicas, publicidad, actividad empresarial…).</p>
<p>Sin embargo, el rechazo romántico de la Retórica supuso que se dejara de enseñar algo tan fundamental como es <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-hablar-en-publico-normas-retoricas-elementales-2019/">hablar bien en público</a>.</p>
<p>La recuperación de la <a href="http://alfonsomartinjimenez.blogs.uva.es/publicaciones-en-internet/manual-compendio-de-retorica-2019/">Retórica</a>, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría fácilmente esa carencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118139/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alfonso Martín Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hablar bien en público y persuadir son las razones de ser de la Retórica, una enseñanza menospreciada desde el Romanticismo. Recuperar la Retórica, cuya validez ha sido refrendada por la neurociencia, solucionaría las carencias expresivas actuales.Alfonso Martín Jiménez, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1107312019-02-17T22:00:29Z2019-02-17T22:00:29ZHablar no es lo mismo que comunicar: le explicamos por qué<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259301/original/file-20190215-56246-wx9z0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=54%2C45%2C5952%2C3962&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente.</span> <span class="attribution"><span class="source">Shutterstock.com</span></span></figcaption></figure><p>Al terminar la presentación ante su cliente, Carlos sale apresuradamente de la sala de reuniones y se va directamente a su despacho. Por el camino evita hablar con los compañeros con los que se cruza. Una vez más, como cada mes desde que hace un año le nombraran jefe de proyectos, se ha quedado con la sensación de que no ha sabido transmitir con claridad cuáles han sido los avances de su equipo en las últimas semanas. Los nervios le han impedido demostrar el buen trabajo que han hecho.</p>
<p>Como Carlos, muchos profesionales competentes con gran conocimiento sobre sus materias a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Puede ser que utilicen un lenguaje tan técnico que cuesta trabajo entenderlo, que expongan sus mensajes de forma desordenada, que no consigan levantar la cabeza del papel cuando hablan, que se expresen de forma monótona y aburrida o que no sepan sintetizar lo suficiente el contenido. También puede haber otros motivos que dificulten su comunicación, aunque estos son algunos de los más habituales.</p>
<p>Artículos académicos e informes empresariales han dejado claro que saber comunicar determina en gran medida el éxito personal y profesional. Desde el <a href="https://www.forbes.com.mx/4-habilidades-para-convertirte-en-un-lider-global/">Foro Económico Mundial</a> hasta <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-46892984">Google</a>, pasando por todo tipo de <a href="https://www.ieseinsight.com/doc.aspx?id=2098&idioma=1">directivos</a>, <a href="https://elpais.com/economia/2018/06/26/actualidad/1530039378_914347.html">profesionales</a> de cualquier ámbito, <a href="https://www.xlsemanal.com/conocer/tecnologia/20171214/conservar-empleo-carl-benedikt-frey.html">investigadores universitarios</a>, e incluso <a href="https://www.ticbeat.com/empresa-b2b/la-clave-para-aumentar-tu-valor-en-un-50-segun-warren-buffett/">la persona más rica del mundo</a>, todos están de acuerdo en que la comunicación es una habilidad clave para progresar. Lo que no está tan claro es cómo desarrollarla.</p>
<h2>Comunicar de manera efectiva</h2>
<p>Lo cierto es que todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente. Sin embargo, solemos dar por hecho que cuando hablamos comunicamos y muchas veces no es así, al menos no de manera efectiva.</p>
<p>Para que exista comunicación, primero debe haber información. Ahora bien, <a href="http://recursos.cnice.mec.es/lengua/glosario/mostrar_termino.php?cod=15">comunicar es mucho más que informar</a>. La persona que comunica elabora un mensaje con el objetivo de que otra persona no solo lo reciba, sino que lo entienda, que provoque en ella algún efecto, alguna respuesta. No le basta con presentar los datos, sino que busca hacerlos creíbles. Para ello necesita filtrar, ordenar y sintetizar esos datos, o lo que es lo mismo, transformarlos en un mensaje válido para su receptor.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/KxDwieKpawg?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Andrew Stanton, director de <em>Wall-E</em> explica el poder de elaborar una buena historia en las charlas TED, grandes eventos de comunicación pública.</span></figcaption>
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<p>La comunicación efectiva consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar nuestras ideas, de forma que logremos conectar con nuestros interlocutores para que reciban exactamente lo que deseamos transmitirles y actúen en el sentido en el que nosotros queremos que lo hagan. En definitiva, se trata de transmitir de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno.</p>
<h2>Aprender a comunicar</h2>
<p>El proceso de aprender a hablar es complejo. Aun así, cuando teníamos dos o tres años nos resultó relativamente sencillo y lo conseguimos muy rápidamente, salvo las lógicas excepciones. Fue así porque disponíamos de las herramientas necesarias para llevarlo a cabo, es decir, teníamos a nuestro lado una o varias personas adultas que nos hablaban y nosotros hablábamos continuamente con esas personas. Por ello podemos decir que resolvimos ese proceso de forma natural.</p>
<p>Aprender a comunicar en público adecuadamente no es un proceso natural. Nadie lo resuelve durante sus primeros años de vida. La buena noticia es que se trata de una habilidad que se puede aprender y mejorar cuando somos adultos. Como en cualquier otra disciplina que queramos dominar, para aprender a comunicar de manera efectiva tenemos que pasar por cuatro etapas, según el <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2011000400004">modelo de aprendizaje</a> que se suele atribuir al psicólogo estadounidense Abraham Maslow.</p>
<ul>
<li><p>La primera etapa es la de la <strong>Incompetencia Inconsciente</strong>. Usted no sabe nada sobre lo que implica comunicar ante un público y tampoco es consciente de su falta de conocimiento, porque nunca se ha planteado hacer nada en relación a ese tema.</p></li>
<li><p>En la segunda etapa, la de la <strong>Incompetencia Consciente</strong>, empieza a informarse sobre ello, aprende algunas técnicas, hace algún curso, lee libros y artículos… Esta es la fase en la que más se aprende. Al mismo tiempo, es consciente de todo lo que le queda por aprender.</p></li>
<li><p>En la etapa de la <strong>Competencia Consciente</strong> ya ha aprendido lo que tiene que saber de forma teórica para comunicar en público. Es capaz de ponerlo en práctica, con mejores o peores resultados, aunque para hacerlo necesita prestarle toda su atención.</p></li>
<li><p>La cuarta etapa es la de la <strong>Competencia Inconsciente</strong>. Tras la práctica de la fase anterior, ya no solo es capaz de hacerlo, sino que se ha convertido en un hábito. No es necesario que ponga sus cinco sentidos en comunicar, surge sin pensar demasiado en ello.</p></li>
</ul>
<h2>La ventaja de la comunicación</h2>
<p>Es posible que Carlos, el jefe de proyectos, no haya atravesado estas cuatro etapas. Puede que haya hablado en público una y otra vez, pero no se haya formado lo suficiente para hacerlo correctamente. Puede que haya aprendido muy bien la teoría, pero no haya practicado aún lo necesario. O incluso puede que ni siquiera sea consciente de cuál es su estilo comunicativo, por lo que es imposible que sepa qué aspectos mejorar y cuáles potenciar.</p>
<p>Comunicar de manera efectiva le daría más seguridad y mayor ventaja para que los demás escuchen sus ideas y le tengan en cuenta. Tanto en la empresa como fuera de ella.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/110731/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Idoia Camacho Markina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Por muchas palabras que salgan de nuestra boca, eso no significa que lo que queramos decir esté llegando de manera comprensible a nuestro emisor.Idoia Camacho Markina, Profesora de Formación de Portavoces y Periodismo Especializado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.