tag:theconversation.com,2011:/nz/topics/lengua-55867/articleslengua – The Conversation2024-02-26T20:54:36Ztag:theconversation.com,2011:article/2215432024-02-26T20:54:36Z2024-02-26T20:54:36ZLas mil y un maneras de nombrar la menstruación<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/577409/original/file-20240222-28-b4mft8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C34%2C5742%2C3794&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-view-young-woman-red-flower-563960836">Africa Estudio/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La menstruación ha sido y sigue siendo un tabú en muchas culturas del mundo, y esto se refleja en la lengua. En español, han existido muchas denominaciones. Algunas de ellas se han usado durante siglos, mientras que otras son mucho más raras. Este artículo presenta un resumen de estas palabras en diferentes textos en castellano desde la Edad Media.</p>
<h2>La menstruación en el habla coloquial actual</h2>
<p>En español actual de España e Hispanoamérica sigue siendo frecuente referirse a la menstruación con eufemismos, denominaciones vagas como “estar mala”, “estar indispuesta”, “estar manchada”, “cosas de chicas”, “estar en esos días” y otras muchas. </p>
<p>A veces se recurre al humor, con disfemismos (denominaciones que pretenden ser brutales o chocantes para una realidad difícil de nombrar) que hacen referencia, sobre todo, a la sangre o al color rojo, como “descongelar el bistec”, “hacer la matanza”, “oler a pescado” y <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-51700849">otras</a>. </p>
<p>A veces, se representa la menstruación como una visita: “me ha visitado mi prima”. Otras palabras hacen referencia a la regularidad de este fenómeno, como la propia menstruación, regla o periodo. Menstruación procede del latín <em>mensis</em>, “mes”, mientras que regla viene de la palabra también latina <em>regula</em>, y está relacionada con regular, en el sentido de “que sucede a intervalos iguales o semejantes”, como también se ve en “regularidad” o “regularmente”.</p>
<p>En otras lenguas sucede algo parecido. En China, es frecuente referirse a ella formalmente como <em>lijia</em> (“vacaciones convencionales”) o <em>yuejing</em> (“experiencia mensual”), pero de manera coloquial se suele hablar de <em>dayima</em>, que significa “tía materna” y se construye en frases como “me ha visitado mi tía” o “tengo a mi tía de visita”. </p>
<p>Como vemos, una visita es una manera frecuente de presentar la menstruación. A veces la persona que visita presenta características especiales, como en el inglés <a href="https://en.wiktionary.org/wiki/Thesaurus:menstruation"><em>aunt Flo</em></a>, “tía Flo” (<em>Flo</em> puede ser un acortamiento de <em>Florence</em>, pero suena como <em>flow</em>, es decir, “corriente” o “flujo”). Esta metáfora se encuentra también en la obra de Valle-Inclán <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/luces-de-bohemia-esperpento-875782/html/f061ab80-96cc-4bec-9e5d-fcb779e7bed5_3.html"><em>Luces de Bohemia</em></a>, cuando la Lunares dice “Esos mismos (quince años) tendré. Ya pasa de tres que me visita el nuncio”. El vestido rojo del nuncio, representante diplomático del papa, es lo que origina la frase. </p>
<h2>Alusiones a lo largo de la historia del español</h2>
<p>Históricamente, este tabú ha sido incluso más fuerte, y se ha traducido en la presencia de muchos términos diferentes para denominar esta realidad. </p>
<p>Por ejemplo en la Edad Media, hay palabras como <em>flor</em>, <em>costumbre</em> o <em>alimpiamiento</em>, además de <em>mestruo</em>, y la mujer que tiene la menstruación es llamada a veces <em>mestruosa</em> o <em>mestruada</em>. En una <a href="https://corpus.bibliamedieval.es/">traducción medieval de la Biblia</a>, encontramos “a Sara había cesado la costumbre de las mujeres”, y una mujer dice, en distintas traducciones del mismo versículo: “costumbre de mujeres tengo”, “estó con mi costumbre”, “me vieno mi flor”, pero también de modo más velado “me acaece agora lo que suele acaecer a las mugieres segund su natura”. <em>Mestruosa</em> y <em>mestruos</em> aparece también en textos médicos. Así <a href="http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000052266&page=1">un tratado del siglo XV</a> se pregunta “<a href="http://bdh-rd.bne.es/low.raw?id=0000052266&page=48&view=main&lang=es">por qué tienen las mujeres el color amarillo cuando están mestruosas</a>”, y comenta que “<a href="http://bdh-rd.bne.es/low.raw?id=0000052266&page=45&view=main&lang=es">ante de XIII años no tienen las mujeres mestruos</a>”. </p>
<p>En los siglos XVI y XVII se siguen usando <em>costumbre</em> y <em>flor</em>, pero <em>flor</em> se hace más raro. Aparece aún en los diccionarios de <a href="https://ebuah.uah.es/dspace/handle/10017/8579">Sobrino</a> (1705) o el de <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra/a-new-spanish-and-english-dictionary-1706-la-obra-del-capitn-john-stevens-en-la-tradicin-lexicogrfica-plurilinge-0/">Stevens</a> (1706), pero ya en el <a href="https://apps2.rae.es/DA.html"><em>Diccionario de Autoridades</em></a> (1732) se marca como anticuado: “se llamaba antiguamente la purgación menstrual de las mugeres”. La palabra <em>costumbre</em> se sigue usando mucho hasta el siglo XIX. En <em>Autoridades</em> se recoge con este sentido, y aún hoy aparece en el <a href="https://www.rae.es/drae2001/flor">Diccionario de la Lengua Española</a> (aunque desde la edición de 1989 figura con la marca de “poco usado”).</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="El _Diccionario de Covarrubias_ hace referencia a la acepción 'estar con la camisa'." src="https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=887&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=887&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=887&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1114&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1114&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/577412/original/file-20240222-16-6aq2dm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1114&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El <em>Diccionario de Covarrubias</em> hace referencia a la acepción ‘estar con la camisa’.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/del-origen-y-principio-de-la-lengua-castellana-o-romance-que-oy-se-vsa-en-espana-compuesto-por-el--0/html/00918410-82b2-11df-acc7-002185ce6064_456.html">Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes</a></span>
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<p>A finales de la Edad Media y durante los siglos XVI y XVII se usa <em>camisa</em> con este significado, pero no es muy frecuente. Parece tener que ver con una superstición, como explica el <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/del-origen-y-principio-de-la-lengua-castellana-o-romance-que-oy-se-vsa-en-espana-compuesto-por-el--0/html/">diccionario de Covarrubias</a> (1611): “Estar la muger con su camisa, estar con su regla, o menstruo, porque no la ha de mudar hasta que de todo se le aya acabado la purgación”.</p>
<p>La expresión <em>ser mujer</em> con el sentido de haber tenido la menstruación por primera vez aparece en <em>Autoridades</em> (1734): “Phrase con que se explica haber llegado una moza a estado de menstruar”, y la encontramos en <a href="http://corpuscodea.es/corpus/corpus2022/documento.php?documento=CODEA-2887&loc=undefined&paleografica=off&abreviaturas=off&mayusculas=off&busqueda=">una carta escrita en Salamanca en 1732</a>: “Dime si es muxer, que en esos principios es menester cuidarse mucho, porque ba el tener salud toda la vida”.</p>
<p>La palabra <em>regla</em> con este sentido aparece ya en un texto de 1551, la <em>Anothomía</em> de <a href="https://dbe.rah.es/biografias/19645/bernardino-montana-de-monserrate">Bernardino de Montaña de Monserrate</a> (“quando la muger esta con su regla”). Hay otros muchos ejemplos en los siglos XVI y XVII en textos médicos. También se recoge en <em>Autoridades</em> (1737), y otros diccionarios previos. Se puede ver una muestra de su uso en <a href="https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/4781550?nm">esta carta familiar de 1708</a>, conservada en el Archivo Histórico de la Nobleza: </p>
<blockquote>
<p>“Isabel está bien mala de llagas en la garganta y lengua, y preñada. A mí se me detubo unos días la regla, luego me bino. Isabel decía lo celebraba, porque si estubiéramos a un tiempo no nos podíamos asistir”.</p>
</blockquote>
<p>La expresión <em>estar con sangres</em> aparece en <a href="https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/4781550?nm">una carta del siglo XVIII</a>, también conservada en el Archivo Histórico de la Nobleza: “Estoy con el cuidado de Frazquita tantos días como dice está con sangres”. No queda claro si se refiere a la menstruación o a otra realidad, como un sangrado durante el embarazo, pero parece claro que se denominó así la menstruación en español, como muestra esta poesía erótica de hacia 1610 recuperada <a href="http://corpus.rae.es/cordenet.html">en el corpus CORDE</a>: </p>
<blockquote>
<p>“No me meta los dedos para incitarme. </p>
<p>Tate, tate, moreno, que estoy con sangre”.</p>
</blockquote>
<h2>De vuelta a la actualidad</h2>
<p>Actualmente, siguen existiendo tabúes, y por ello las expresiones eufemísticas (o disfemísticas) que permiten hablar de la menstruación con menos vergüenza. </p>
<p>Pero por otra parte, de la mano de la igualdad de género y una mayor atención a las necesidades de las mujeres, existen afortunadamente muchas personas que defienden hablar con naturalidad de la menstruación, en conversaciones, en <a href="https://www.redalyc.org/pdf/291/29114112.pdf">anuncios</a>, en la sanidad, y <a href="https://theconversation.com/me-ha-venido-la-regla-literatura-infantil-que-explica-la-menstruacion-188315">enseñar a las niñas</a> a no sentir vergüenza de un proceso natural e importante en sus vidas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221543/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>A lo largo del tiempo, invisibilizar la menstruación también ha formado parte del lenguaje.Belén Almeida Cabrejas, Profesora de Lengua Española , Universidad de AlcaláJiayu Li, Estudiante de Doctorado, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2211622024-02-14T21:51:43Z2024-02-14T21:51:43ZLos secretos de la lengua, un órgano excepcional<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/574657/original/file-20240209-16-ezl961.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=71%2C0%2C5910%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/father-daughter-white-tshirts-sticking-out-2276375197">LightField Studios / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Degustar un delicioso chocolate caliente puede trasladarnos a nuestra infancia. Ese momento “dulce” ilustra a la perfección el vínculo entre el sentido del gusto y la estimulación de la memoria y los sentimientos que se produce cuando se nos presentan determinados sabores. Hablamos de la conexión oral-intestinal-cerebral-emocional.</p>
<p>Pero para que exista esa asociación necesitamos hacer uso de uno de los principales órganos de nuestro cuerpo, fuente de innumerables experiencias sensoriales y culinarias: la lengua. </p>
<h2>Sus papilas son únicas</h2>
<p>Lo que sabemos y vamos descubriendo sobre la lengua no deja de asombrarnos. Así, un grupo de investigadores acaba de profundizar, como explican en un artículo publicado por <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-023-46535-9"><em>Nature Scientific Reports</em></a>, en la naturaleza de las papilas linguales, con fascinantes resultados.</p>
<p>La lengua está dotada con cuatro variedades de papilas: las filiformes, las circunvaladas, las foliadas y las fungiformes. Mientras que las primeras contribuyen a la aspereza de la superficie del órgano y carecen de receptores gustativos, las otras tres se clasifican como papilas gustativas. Estas albergan células receptoras que <a href="https://theconversation.com/drafts/220690/edit#">reaccionan ante diversos estímulos químicos</a>, permitiendo la distinción de los sabores dulce, salado, ácido, amargo, umami, astringente y metálico. Los tres últimos son incorporaciones recientes.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574659/original/file-20240209-18-9tb7xj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Papilas gustativas, al microscopio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rabbit-taste-buds-under-microscope-1011859600">Dr. Norbert Lange / Shutterstock</a></span>
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<p>Los expertos realizaron escaneos microscópicos en 3D y, gracias al aprendizaje automático (una herramienta de inteligencia artificial), descubrieron que las características geométricas y topológicas de las papilas son únicas y consistentes entre individuos. Hasta el punto de que podrían utilizarse como método de identificación personal.</p>
<p>Tras analizar los datos, también descubrieron que eran especialmente efectivas para predecir variables biológicas como la edad y el sexo con cierto grado de acierto. Esto reafirma que las papilas de cada persona son únicas. </p>
<p>Y por si fuera poco, los resultados del trabajo sugieren una conexión profunda entre esta singularidad y nuestras preferencias alimentarias. Los nuevos conocimientos podrían traducirse, por ejemplo, en el desarrollo de alimentos saludables que, además, fuesen del agrado de cada individuo, un sueño para la mayoría de la humanidad. Esto contribuiría a prevenir muchas patologías relacionadas con lo que nos llevamos a la boca, como la diabetes o el colesterol. </p>
<p>Por último, los hallazgos abren una vía de investigación para mejorar el diagnóstico temprano de cánceres orales, según aseguran los expertos. </p>
<h2>Un órgano incansable</h2>
<p>Al margen de sus papilas, la lengua presenta otras características sorprendentes. En primer lugar, y gracias los 17 músculos que la conforman, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/cnm.2531">es uno de los órganos más fuertes y más flexibles del cuerpo humano</a>. Supera las prestaciones, por ejemplo, del cuádriceps o del glúteo en proporción con su tamaño.</p>
<p>Por otra parte, es el único grupo de músculos voluntarios que no se fatiga tras su uso. Podemos estar horas y horas en conversaciones eternas sin después sufrir las temidas “agujetas”. No descansa ni cuando dormimos, ya que su actividad es necesaria para poder tragar la saliva.</p>
<p>Sus movimientos también son indispensables para comer y llevar los alimentos de una zona a otra y poderlos masticar, mientras que los bebés la usan al realizar el movimiento de succión cuando maman. Y un dato curioso: <a href="https://udel.edu/%7Emcdonald/mythtongueroll.html">entre el 65 y 81 % de la población puede doblar la lengua en forma de <em>u</em></a>. Estudios en hermanos gemelos han determinado que esta habilidad está influida no sólo por la herencia genética, sino también por factores ambientales.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574661/original/file-20240209-24-jj0eix.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Entre el 65 y 81 % de la población puede hacer este gesto.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/macro-little-girls-mouth-curling-her-2127369905">sruilk / Shutterstock</a></span>
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<p>Además, es la parte del cuerpo que se cura más rápidamente. Los tejidos que la forman y el contacto constante con la saliva facilitan que las llagas y pequeñas heridas que se forman en la lengua desaparezcan en muy poco tiempo. Precisamente, <a href="https://faseb.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1096/fj.201700085R">un estudio realizado en 2017</a> detectó en la saliva un péptido (histatina-1) que promueve la formación de vasos sanguíneos, fundamental para el proceso de cicatrización.</p>
<h2>Marcada por el estrés</h2>
<p>Aunque la lengua también tiene sus debilidades: al igual que otras partes de nuestro cuerpo, se ve afectada por el estrés o la ansiedad, que pueden abocarnos a tener una lengua dentada. Así se denomina la adaptación de su forma a los dientes, que está causada, en la mayoría de las ocasiones, por un excesivo empuje lingual.</p>
<p>Y para finalizar, volveremos a las papilas gustativas. ¿Sabía qué cuando nacemos se distribuyen por toda la boca? Con el tiempo, esta dotación papilar se va recortando y solamente quedan las que se encuentran en la lengua, que no son pocas: contamos con alrededor de 10 000. </p>
<p>En conclusión, el órgano muscular de la lengua, aunque pequeño en comparación con otros músculos del cuerpo, desempeña un papel crucial en funciones tan básicas como la deglución, el habla y el sentido del gusto. Incansable, superflexible y resistente, conocerla mejor puede abrir caminos insospechados a la medicina y, por qué no, al disfrute de los alimentos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221162/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Pilar López Royo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Incansable, fuerte, flexible y muy resistente, la lengua nos permite hablar, comer y saborear los alimentos. Aquí contamos algunas novedades y curiosidades sobre este peculiar órgano.María Pilar López Royo, Docente e investigadora del Grado en Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge, Universidad San JorgeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2162952023-12-10T22:31:00Z2023-12-10T22:31:00ZCómo lograr textos administrativos y jurídicos que se entiendan fácilmente<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/564686/original/file-20231210-25-ump8ye.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4423%2C3571&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/mid-adult-cafe-owner-feeling-confused-1671642814">Drazen Zigic/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>¿A quién no le ha ocurrido alguna vez, al rellenar un formulario oficial, no ser capaz de elegir una de las opciones por no entender cuál es la que se adecúa a su situación? ¿O tener que leer varias veces un párrafo de un comunicado administrativo hasta dejarlo por imposible? </p>
<p>Incluso los expertos y lingüistas están de acuerdo en que el lenguaje administrativo y jurídico destaca por <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4842058">su poca transparencia</a>. A menudo es un lenguaje muy arcaico, altisonante, con formulaciones largas, falta de transiciones lógicas, uso de extranjerismos, acompañado por múltiples repeticiones, abreviaturas incomprensibles, ausencia o <a href="https://www.unebook.es/es/libro/el-espanol-juridico_231765">exceso de puntuación</a>. Un ejemplo: </p>
<blockquote>
<p>“Firme que sea inmediatamente esta Sentencia, librándose testimonio de la misma con expresión de su firmeza al RC correspondiente, a fin de proceder a la práctica de la anotación marginal de la misma en el asiento de inscripción matrimonial” (sentencia de divorcio). </p>
</blockquote>
<p>Saber leer o conocer el idioma del texto no es suficiente para su comprensión. Algunos autores coinciden con que existe una complicación intencionada en los textos jurídicos, que crea ambigüedad de <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6231711">significado y confusión</a>. </p>
<p>Según la Convención de Derechos Humanos de la Unesco, toda persona tiene <a href="https://www.unesco.org/es/right-information">derecho a la información</a>. Los textos administrativos afectan a aspectos importantes de la vida de los ciudadanos. Si además tenemos en cuenta que muchos pueden tener diferente formación académica, capacidad cognitiva o incluso conocimiento del idioma, es evidente que estos textos deberían ser especialmente fáciles de entender.</p>
<h2>Pautas europeas de lectura fácil</h2>
<p>Una de las vías para simplificar los textos administrativos y jurídicos sería aplicar las <a href="https://www.plenainclusion.org/publicaciones/buscador/informacion-para-todos-pautas-europeas-de-la-lectura-facil/">pautas europeas de la lectura fácil</a>. La “lectura fácil” es una variante del lenguaje con una composición léxica y gramatical reducida a la que habría que “traducir” todos los contenidos escritos con información relevante para los ciudadanos. </p>
<p><a href="https://www.upo.es/investiga/comintrad/">Nuestro grupo de investigación</a> es uno de los muchos que se dedican a la comunicación sin barreras. Otras organizaciones e <a href="https://www.europarl.europa.eu/translation/en/translation-at-the-european-parliament/how-the-profession-is-evolving">instituciones</a> se dedican a la <a href="https://tracce.ugr.es/">simplificación de los textos</a>.</p>
<p>El psicólogo cognitivo George A. Miller ya estableció en 1956 que el <a href="https://psycnet.apa.org/record/1957-02914-001">límite de procesamiento</a> de la información en nuestra memoria a corto plazo es de entre 7 y 9 palabras. Un texto más largo sobrecarga la memoria. </p>
<p>La lectura fácil apuesta por palabras clave centrales utilizadas en un estilo neutro, preciso, cercano a lo cotidiano, evitando las nociones abstractas, los múltiples sentidos (polisemia), las expresiones metafóricas y <a href="https://www.uni-hildesheim.de/fb3/institute/institut-fuer-uebersetzungswiss-fachkommunikation/forschungsprojekte/leichtesprache/forschung/publikationen/">la voz pasiva</a>. </p>
<p>Cuando es imposible abandonar las expresiones especializadas, se ofrecen sus explicaciones. El lenguaje fácil rechaza el uso de abreviaturas (Avda.), acrónimos (ONG) o frases subordinadas largas. No es recomendable utilizar palabras largas terminadas en -mente (por ejemplo: normalmente), sino recurrir a las expresiones: “de forma normal”. No conviene usar el condicional o gerundio: mejor “debe” que “debería”.</p>
<p>Con estas pautas, el párrafo legal anterior se transformaría en lo siguiente:</p>
<blockquote>
<p>“Se ordena que esta sentencia se haga firme de forma inmediata y quede registrada en el Registro Civil correspondiente. Se realizará su anotación al margen en el asiento de inscripción matrimonial”. </p>
</blockquote>
<p>Mucho más comprensible, ¿verdad?</p>
<h2>Recursos visuales y comunicación amigable</h2>
<p>Hay otros recursos útiles para una mejor comprensión de cualquier texto: imágenes, negrita, color o letra ampliada para resaltar los conceptos centrales, explicaciones y una redacción más clara de los párrafos, pictogramas y otros formatos textuales. </p>
<p>Todo esto consigue la simplificación del lenguaje de <a href="https://revistascientificas.us.es/index.php/mAGAzin/article/view/19957">forma verbal y visual</a>.</p>
<p>Además de simplificar léxico y sintaxis, se puede conseguir una comunicación más “amigable”, con el uso de recursos y estrategias retóricas que construyen una relación de confianza con el lector. Por ejemplo, usar pronombres inclusivos, como “nosotros”. </p>
<p>Así, es típico formular preguntas en los textos divulgativos para <a href="https://iris.unimore.it/handle/11380/1201050">establecer una interacción entre el autor y el lector</a>, ayuda a involucrarnos en el contenido y hace más eficaz la comunicación. Crean positividad, implicación y acercan al usuario al autor. </p>
<p>Claro que no sirve para todas las comunicaciones. ¿Se imaginan una multa de tráfico en un estilo amigable? Podría ser algo así: </p>
<blockquote>
<p>“¡Hola conductor intrépido! Esperamos que esta nota te encuentre bien, a pesar de que tu automóvil conducía un poco más rápido de lo permitido. ¡Nos emociona tu entusiasmo por llegar adonde vas! Sin embargo, queremos recordarte que la seguridad vial es como una banda sonora: mejor cuando se mantiene en un ritmo constante. En esta ocasión, te acompañamos con la pequeña melodía de una multa de tráfico. No te preocupes, todos cometemos errores. Solo queremos asegurarnos de que sigamos conviviendo en armonía en las carreteras. ¡Conduce con precaución y mantén ese espíritu aventurero bajo control!”</p>
</blockquote>
<hr>
<p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/puedo-ir-a-la-carcel-por-una-multa-de-trafico-212385">¿Puedo ir a la cárcel por una multa de tráfico?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<h2>Exactitud legal simplificada</h2>
<p>¿Y qué pasa si recibimos una carta de Hacienda o una denuncia por abogado? El problema a la hora de simplificar los textos jurídico-administrativos es que debemos combinar la necesidad de mantener su exactitud con la de simplificar y hacer más clara la información que transmite dicha comunicación. </p>
<blockquote>
<p>“Le enviamos esta notificación NCC8899020876678899 para practicar el acto administrativo que, por causas no imputables a la Administración, no ha podido realizarse mediante la anterior notificación con NCC988766578909876 imposibilitando entregar la misma al destinatario en el domicilio de esa notificación”. (Comunicación del Ministerio de Hacienda)</p>
</blockquote>
<p>Lo que el párrafo anterior quiere decir, una vez traducido, es que nos están avisando por segunda vez de algo que en su momento no se recibió por no estar el destinatario en el domicilio. </p>
<p>Es bien sabido que <em>ignorantia legis non excusat</em> (la ignorancia de la ley no exime de responsabilidad), pero, incluso para los hablantes nativos, la notificación jurídico-administrativa supone una barrera lingüística, por no hablar de las personas sin estudios superiores y otros usuarios de a pie. </p>
<p>Esto plantea la cuestión: ¿quién es en realidad el destinatario de dicha información? Parece obvio que está destinada únicamente a personas expertas, es decir, abogados, notarios o gestores. </p>
<h2>Una necesidad urgente</h2>
<p>Hace un tiempo que <a href="https://www.jstor.org/stable/j.ctv1v0907q">se habla de modernizar la comunicación en general y de democratizar las instituciones públicas y la legislación</a>. Muchos <a href="https://www.plenainclusion.org/agenda/archivo/i-congreso-estatal-de-accesibilidad-cognitiva/">autores y colectivos</a> insisten en que todos los ciudadanos tienen derecho a una formulación comprensible y accesible de los textos jurídico-administrativos, en particular en las resoluciones judiciales, la descripción de las vías de recurso y las leyes. </p>
<p>Existe una necesidad urgente de aplicar el lenguaje fácil, sobre todo en la comunicación jurídica con el ciudadano medio y cualquier usuario. No cabe duda alguna de que la claridad de los textos contribuye a su comprensión.</p>
<p>Gracias a internet, los usuarios pueden obtener información adicional y explicaciones sobre diversas cuestiones que les conciernen. Pero, por desgracia, la calidad de la información deja mucho que desear y sus fuentes no siempre son exactas y fiables. </p>
<p>Teniendo en cuenta las recomendaciones arriba indicadas, es posible optimizar el flujo de información y garantizar su máxima comprensión y asimilación de las nociones especializadas. Ello, a su vez, mejoraría la credibilidad y eficacia del sector público y la administración. </p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-tecnologia-juridica-no-acabara-con-los-abogados-solo-facilitara-su-trabajo-129269">La tecnología jurídica no acabará con los abogados, solo facilitará su trabajo</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>Mientras lo logramos, podemos consolarnos con la idea de que, al menos en español, no es posible crear palabras compuestas tan largas como en alemán. En este idioma existen términos que pueden llegar a tener 79 letras y consistir en hasta 11 palabras juntas, como: </p>
<p>Donaudampfschifffahrtselektrizitätenhauptbetriebswerkbauunterbeamtengesellschaft (que significa “sociedad de funcionarios de la construcción de la fábrica principal de electricidad para la navegación de barcos de vapor en el Danubio”).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/216295/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Olga Koreneva Antonova no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Muchos ciudadanos con un conocimiento estándar de la lengua no pueden entender a la primera lo que las comunicaciones y los textos administrativos y legales quieren decir. Pero es un derecho de todos.Olga Koreneva Antonova, Ayudante doctora, Facultad de Traducción/Interpretación, Área de Filología alemana, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2171662023-11-09T14:25:37Z2023-11-09T14:25:37ZEl idioma provoca una crisis de identidad en los hijos y nietos de inmigrantes latinos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/557866/original/file-20231023-16-6w6a7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=68%2C319%2C5682%2C3509&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Muchos latinos de segunda y tercera generación se sienten inseguros de su capacidad para hablar español.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/yvonne-mendoza-lies-on-her-couch-at-home-yvonne-is-a-first-news-photo/626450154?adppopup=true">Shaul Schwarz, Verbatim/Getty Images for Be Vocal</a></span></figcaption></figure><p>Una joven madre latina a la que estaba entrevistando se reía incómodamente mientras describía la vergüenza que sentían sus hijos cuando los ponían en un aprieto los latinos mayores. </p>
<p>Hablaban a sus hijos en español, antes de añadir rápidamente en el mismo idioma: “¡Qué horror! ¿No me entiendes en español?”. Sus hijos respondían tímidamente en español: “Sí, lo entiendo. Pero no lo hablo”.</p>
<p>A pesar de nuestros diferentes orígenes, su historia me tocó de cerca. </p>
<p>Crecí en Arizona como hija de inmigrantes chinos, aprendiendo a navegar por el idioma y las corrientes culturales que me rodeaban dentro y fuera de casa. Recuperar mi lengua china y comprender su papel en mi vida ha sido un viaje de toda la vida. Al mismo tiempo, también me he visto inmersa en el bilingüismo de la frontera entre Estados Unidos y México, donde se utiliza tanto el español como el inglés, pero el poder y la política del idioma siempre están presentes en segundo plano.</p>
<p>También he sido testigo de esta dinámica en mi familia, donde las raíces latinoamericanas de mi marido conllevan la expectativa de dominar el español. Aunque él lo domina, muchos hijos de inmigrantes latinos no. </p>
<p><a href="https://www.american.edu/cas/faculty/tseng.cfm">He estudiado estas cuestiones</a> durante muchos años como lingüista, y actualmente las estoy explorando en mi actual proyecto de libro sobre cómo el idioma ayuda a conformar la identidad latina en Washington, D.C. </p>
<p>Lo que he aprendido contradice la suposición de que las lenguas patrimoniales se “pierden” de una generación a otra por simple falta de motivación o porque los niños rechazan sus raíces. Mi investigación dibuja un panorama más complejo que ahonda en cómo entendemos -o malentendemos- el bilingüismo de los hablantes por herencia.</p>
<h2><strong>La nación de la asimilación</strong></h2>
<p>Los <a href="https://www.cal.org/wp-content/uploads/2022/05/HeritageBriefWhoisaHeritageLanguageLearner.pdf">hablantes por herencia</a> son personas que, aunque hayan aprendido la lengua materna de sus padres en casa, ya no la hablan del mismo modo que un hablante nativo tradicional por haber crecido en un entorno bilingüe.</p>
<p>Sus capacidades lingüísticas suelen ser malinterpretadas tanto dentro de sus comunidades culturales como por personas ajenas a ellas. Eso es lo que ocurrió con los hijos de Celia: Otros miembros de la comunidad asumieron que no sabían hablar español, aunque podían entender y responder en ese idioma.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Cartel del Consejo de Educación de Cleveland de 1917 en el que se puede leer 'Cleveland: Many Peoples, One Language.'" src="https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=897&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=897&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=897&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1127&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1127&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/555384/original/file-20231023-19-7996xo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1127&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">n cartel de 1917 impreso por el Consejo de Educación de Cleveland y el Comité de Americanización de Cleveland anuncia el aprendizaje del inglés a los inmigrantes europeos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/poster-issued-by-the-americanization-committee-of-the-news-photo/96740207?adppopup=true">Fotosearch/Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los hablantes del patrimonio cultural se enfrentan a una serie de circunstancias únicas. Estados Unidos tiene una larga historia como sociedad multilingüe, <a href="https://www.multilingual-matters.com/page/detail/Bilingual-Education/?k=9781853599071">y una historia igualmente larga</a> de opresión de grupos minoritarios y de sus lenguas y culturas.</p>
<p>Muchas familias estadounidenses descendientes de europeos perdieron sus lenguas maternas debido a las presiones para asimilarse. A finales del siglo XIX y principios del XX <a href="https://www.colorincolorado.org/article/immigrant-era-focus-assimilation">se promulgaron políticas escolares y legislativas</a> que promovían el inglés como parte de un esfuerzo más amplio de “americanización” . La mayoría de las lenguas tradicionales de Estados Unidos, como el alemán y el polaco, <a href="https://www.routledge.com/Handbook-of-Heritage-Community-and-Native-American-Languages-in-the-United/Wiley-Peyton-Christian-Moore-Liu/p/book/9780415520676">dejaron de hablarse en las familias después de tres generaciones</a>.</p>
<p>Mientras tanto, los grupos de nativos americanos siguen luchando por revitalizar las lenguas <a href="https://www.pbs.org/newshour/nation/analysis-how-indigenous-languages-can-be-preserved-and-why-those-efforts-help-revitalize-culture">debilitadas por la erradicación cultural selectiva</a>. Desde que tengo memoria, <a href="https://www.usatoday.com/story/news/nation/2023/09/23/latinos-spanish-language-fade-hope-future-generations/70903045007/">se castigaba a los latinos por hablar español en la escuela</a>. Nunca olvidaré cuando una latina de mediana edad en mi clase de educación bilingüe compartió su humillación y miedo cuando su maestra de jardín de infancia la castigó físicamente por hablar español, el idioma de su hogar y su familia, y el único idioma que hablaba en ese momento. Décadas después, el recuerdo seguía vivo.</p>
<p>Los hispanohablantes <a href="https://www.multilingual-matters.com/page/detail/Bilingualism-for-All/?k=9781800410039">siguen sufriendo discriminación en la escuela</a>, y los ejemplos de prejuicios lingüísticos, es decir, las personas que son atacadas por hablar lenguas distintas del inglés, <a href="https://doi.org/10.1057/s41276-018-00171-x">proliferan en Internet</a>.</p>
<h2><strong>A caballo entre dos mundos</strong></h2>
<p>En estas circunstancias, el apoyo a las lenguas de herencia en el hogar y en la comunidad es fundamental. Hablar español es sin duda un valor importante para muchos padres latinos. Pero a veces se apresuran a criticar los conocimientos de español de sus hijos, lo que puede socavar inadvertidamente estos esfuerzos.</p>
<p>En mi investigación, descubrí que los juicios negativos de los mayores sobre las habilidades en español de los latinos más jóvenes <a href="https://academic.oup.com/applij/article-abstract/42/1/113/5748305?redirectedFrom=fulltext">creaban inseguridad y evitación del idioma</a>. A los jóvenes se les imponían normas poco realistas que no reflejaban sus realidades bilingües. Cuando los latinos más jóvenes <a href="https://doi.org/10.1002/9781405166256.ch13">cambiaban de código</a>, entendían más de lo que podían decir, tenían un acento no nativo en español o hablaban inglés entre ellos, los miembros mayores de la comunidad a menudo veían esto como una prueba de que realmente no hablaban español. </p>
<p>En realidad, se trata de comportamientos normales en los hijos de inmigrantes de todo el mundo. Pero la comparación de los padres de sus hijos con las normas monolingües -el habla de los hablantes nativos de una sola lengua- significaba que a menudo, sin darse cuenta, menospreciaban el bilingüismo de sus hijos en lugar de celebrarlo.</p>
<p><a href="https://www.npr.org/2021/06/01/1000922653/a-daughters-journey-to-reclaim-her-heritage-language">La relación entre lengua e identidad es intensamente personal</a>. Dado que la lengua está íntimamente ligada a la identidad, a menudo se utiliza como guardián, y se avergüenza a los jóvenes latinos por estar “americanizados” o se considera que rechazan la cultura de origen.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="La familia posa vestida de rojo y azul al estilo de la bandera de Puerto Rico." src="https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/555350/original/file-20231023-15-f48ze2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Dentro de las familias, la lengua está íntimamente ligada a la identidad y la cultura.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/family-posing-at-the-annual-street-festival-in-calle-ocho-news-photo/916125654?adppopup=true">Jeffrey Greenberg/Universal Images Group via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Muchos de los hijos y nietos de inmigrantes con los que hablé me dijeron que se sentían inseguros de su capacidad para hablar español. Incluso si lo hablaban con fluidez, pensaban que nunca era suficiente. Como comentó un latino nacido en EE.UU.: “Hablo español, ya sabes, la gente por la calle puede oírme y decir: "Este tío es un gringo”“.</p>
<p>Criticar su forma de hablar, incluso con buenas intenciones, puede hacer que <a href="https://one.npr.org/?sharedMediaId=528816293:531824445">se cuestionen su identidad y se sientan inseguros</a>, desanimándoles a hablar español, justo lo contrario del resultado deseado.</p>
<h2><strong>Nunca es suficiente</strong></h2>
<p>Mientras su español es objeto de ataques, los latinos también se enfrentan a dudas y suposiciones sobre su inglés. Incluso los latinos que sólo hablan inglés <a href="https://theracecardproject.com/assume-dont-speak-english/">son estereotipados como que no lo hablan</a> basándose en su etnia. La gente a menudo asume erróneamente que el inglés latino -un dialecto nativo- <a href="https://doi.org/10.1057/9780230510012">es un inglés "roto”</a>, o lo critica como “no estándar” debido a su histórica influencia española. </p>
<p>El inglés latino también puede sufrir otra capa de prejuicios, ya que a menudo está influenciado por el <a href="https://www.linguisticsociety.org/content/what-ebonics-african-american-english">idioma afroamericano</a>, como descubrí al investigar <a href="https://doi.org/10.1080/15348458.2023.2263568">cómo los niños latinos adquieren el inglés afroamericano de sus compañeros</a> como segunda lengua.</p>
<p>El dilema de la herencia lingüística encapsula algunas de las contradicciones que los jóvenes latinos deben superar: Sus padres no los consideran suficientemente latinos, mientras que muchos otros no los ven suficientemente estadounidenses. Esta dinámica puede hacerles dudar de sí mismos y dar a los demás argumentos para cuestionar su identidad.</p>
<p>Estas creencias están tan arraigadas que ni siquiera los latinos más poderosos pueden escapar de ellas. El bilingüismo de la diputada estadounidense <a href="https://www.oprahdaily.com/entertainment/a33636539/alexandria-ocasio-cortez-spanish-language-fluency/">Alexandria Ocasio-Cortez está constantemente bajo escrutinio</a>. Se han burlado de ella <a href="https://www.nbcnews.com/news/latino/latina-thing-alexandria-ocasio-cortez-s-name-latest-culture-war-n985916">por pronunciar su nombre en español</a>, como si la pronunciación en inglés fuera más correcta. También se la ha acusado <a href="https://www.dailymail.co.uk/news/article-11966927/Shes-total-fraud-Squad-member-AOC-slammed-video-emerges-using-accent.html">de fingir su acento</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Una joven con chaqueta rosa gesticula durante una rueda de prensa frente a un gran edificio blanco." src="https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/556660/original/file-20231030-25-m5bnui.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La diputada Alexandria Ocasio-Cortez ha encontrado en su bilingüismo una fuente de escrutinio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/rep-alexandria-ocasio-cortez-speaks-during-a-news-news-photo/1246564047?adppopup=true">Drew Angerer/Getty Images</a></span>
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</figure>
<p>Las críticas a los hablantes nativos se basan en la creencia errónea de que solo hay una forma “pura” de hablar una lengua y que esta se alinea perfectamente con la cultura y la identidad. Pero la lengua siempre evoluciona y la cultura siempre cambia. Las formas fluidas, <a href="https://doi.org/10.1093/acrefore/9780199329175.013.808">como el spanglish</a>, desempeñan un papel importante en la identidad de muchos jóvenes latinos.</p>
<p>Cada vez más, los hablantes por herencia comparten sus experiencias y se dan cuenta de que dondequiera que estén en su viaje lingüístico, <a href="https://www.refinery29.com/en-us/2022/05/10971837/no-sabo-kid-meaning-new-definition">es suficientemente bueno</a>.</p>
<p>Su lengua y su cultura no son “menos que” o inauténticas, simplemente son diferentes. Se basan en la experiencia de crecer en la diáspora. En última instancia, muchas personas pueden identificarse con sus experiencias, independientemente de sus diferentes orígenes. Aprender a integrar diferentes aspectos de uno mismo en un todo sin perder las raíces es una experiencia esencialmente estadounidense y, en última instancia, humana.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/217166/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Amelia Tseng no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.</span></em></p>Los jóvenes latinos de Estados Unidos se enfrentan a menudo a un panorama contradictorio:Amelia Tseng, Assistant Professor in Spanish and Linguistics, American UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2138592023-09-20T13:38:59Z2023-09-20T13:38:59ZLos lingüistas han identificado un nuevo dialecto del inglés que está surgiendo en el sur de Florida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/548937/original/file-20230607-23-bbcsrb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C9%2C2171%2C1548&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Si viajas a Miami, puede que oigas a la gente decir "bájate del coche" en vez de "bájate del coche".</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/protesters-hang-out-the-window-of-a-car-on-flagler-street-news-photo/51091597?adppopup=true">Miami Herald/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>“We got down from the car and went inside” (nos bajamos del auto y entramos).</p>
<p>“I made the line to pay for groceries” (hice la cola para pagar la comida).</p>
<p>“He made a party to celebrate his son’s birthday” (hizo una fiesta para celebrar el cumpleaños de su hijo).</p>
<p>Estas frases pueden sonar raras para los oídos de la mayoría de los estadounidenses de habla anglosajona.</p>
<p>Sin embargo, en Miami se han integrado en el lenguaje local.</p>
<p>Según <a href="https://news.fiu.edu/2023/get-down-from-the-car-miami-dialect">la investigación que publiqué recientemente</a>, estas expresiones y muchas otras forman parte de un nuevo dialecto que se está formando en Florida del Sur.</p>
<p>Esta variedad lingüística proviene del contacto sistemático entre hablantes de español e inglés, sobre todo a partir de las traducciones directas del español.</p>
<h2>Cuando el francés encontró el inglés</h2>
<p>Aunque hables inglés y vivas en Miami o en cualquier otro lugar, es probable que no sepas a ciencia cierta de dónde provienen las palabras que usas a diario.</p>
<p>Quizá sepas que un número limitado de palabras, generalmente alimentos, como “sriracha” o “croissant” son préstamos lingüísticos de otros idiomas. Sin embargo, hay muchas más palabras prestadas de lo que imaginas.</p>
<p>De hecho, están por doquier en el vocabulario inglés y español: “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/pajamas">pijamas</a>” proviene del hindi; “<a href="https://animalia.bio/arabian-gazelle">gacela</a>” del árabe a través del francés y “<a href="https://es.wiktionary.org/wiki/tsunami">tsunami</a>” del japonés.</p>
<p>Los préstamos lingüísticos generalmente se gestan en las mentes y el discurso de los hablantes bilingües, quienes terminan moviéndose entre diferentes lugares y culturas. Suele suceder cuando eventos como las guerras, el colonialismo, el exilio político, la inmigración o el cambio climático ponen en contacto a personas que pertenecen a diferentes grupos lingüísticos.</p>
<p>Cuando ese contacto se mantiene durante un período de tiempo prolongado, a través de décadas que abarcan varias generaciones o incluso más, las estructuras de los idiomas se van entremezclando y los hablantes comienzan a compartir sus respectivos vocabularios.</p>
<p>Una confluencia bilingüe cambió la trayectoria del idioma inglés. <a href="https://www.britannica.com/event/Norman-Conquest">En 1066</a>, los franceses normandos, liderados por Guillermo el Conquistador, invadieron Inglaterra dando lugar a lo que ahora se conoce como “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_normanda_de_Inglaterra">la conquista normanda</a>”.</p>
<p>Poco después, la clase dominante francófona reemplazó a la aristocracia de habla anglosajona y durante aproximadamente 200 años, las élites de Inglaterra, incluidos los reyes, hicieron sus negocios en francés.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Ilustración en color descolorida de soldados y tropas heridos." src="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530640/original/file-20230607-26-mlovtv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ilustración del siglo XVIII de la batalla de Hastings, que inició la conquista normanda de Inglaterra en 1066.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/the-battle-of-hastings-found-in-the-collection-of-british-news-photo/520722235?adppopup=true">Heritage Images/Hulton Fine Art Collection via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El inglés realmente nunca caló entre la aristocracia, pero dado que los sirvientes y las clases medias necesitaban comunicarse con los aristócratas y que se producían matrimonios entre personas de diferentes clases sociales, las palabras francesas se fueron filtrando a través de la jerarquía social y en el idioma.</p>
<p>Durante ese período, el inglés asumió <a href="https://medium.com/english-language-faq/how-many-french-words-are-there-in-english-how-did-they-get-there-538f54ea016b">más de 10 000 préstamos lingüísticos</a> del francés, principalmente en las áreas dominadas por la aristocracia: las artes, el ejército, la medicina, el derecho y la religión. Las palabras del vocabulario inglés que hoy nos parecen básicas e incluso fundamentales fueron tomadas del francés hace apenas 800 años, tal es el caso de príncipe, gobierno, administración, libertad, corte, oración, juez, justicia, literatura, música y poesía, por solo mencionar algunas.</p>
<h2>El encuentro del español con el inglés en Miami</h2>
<p>Avanzamos rápidamente hasta nuestros días para descubrir que en Miami se está produciendo una forma similar de contacto lingüístico entre el español y el inglés desde que terminó <a href="https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/21355">la Revolución Cubana</a> en 1959.</p>
<p>En los años posteriores a la revolución, cientos de miles de cubanos abandonaron la isla poniendo rumbo a Florida del Sur, preparando el escenario para lo que se convertiría en una de las convergencias lingüísticas más importantes de toda América.</p>
<p>Hoy en día, la gran mayoría de la población es bilingüe. En 2010, más del 65% de la población del condado de Miami-Dade se identificó como hispana o latina, y en los grandes municipios de Doral y Hialeah esa <a href="https://www.academia.edu/15765243/Multilingual_Miami_Trends_in_Sociolinguistic_Research">cifra asciende al 80 y 95%</a>, respectivamente.</p>
<p>Por supuesto, identificarse como latino no es sinónimo de hablar español, ya que entre los cubanoamericanos de segunda y tercera generación se ha producido una pérdida del idioma. Pero el punto es que en Miami se habla mucho español e inglés.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Foto en blanco y negro de cubanos caminando por la playa con equipaje y niños." src="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=433&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/530639/original/file-20230607-29-tu4xz9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=544&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Refugiados cubanos en la isla de Cay Sal esperan a que los guardacostas estadounidenses los lleven a Florida en 1962.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/cuban-refugees-on-sal-cay-waiting-for-us-coast-guard-to-news-photo/50679206?adppopup=true">Lynn Pelham/Getty Images</a></span>
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</figure>
<p>Las personas bilingües forman parte de esa mezcla. Algunos son más competentes en español y otros hablan inglés con soltura, pero todos juntos navegan por el complejo contexto sociolingüístico de Florida del Sur, sabiendo cuándo y con quién usar cada idioma, así como el momento adecuado para mezclarlos.</p>
<p>Cuando el primer gran grupo de cubanos llegó a Miami a raíz de la revolución hicieron precisamente eso, siguiendo dos caminos.</p>
<p>Primero, las personas alternaban entre el español y el inglés, a veces dentro de la misma oración o frase. Eso preparó el escenario para la presencia duradera del español en Florida del Sur, así como para la aparición de lo que algunas personas llaman “<a href="http://www.ub.edu/diccionarilinguistica/print/350">spanglish</a>”.</p>
<p>En segundo lugar, a medida que las personas aprendían inglés, tendían a traducir literalmente del español. Estas traducciones son un tipo de préstamo especial que los lingüistas llaman “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Calco_sem%C3%A1ntico">calcos</a>”.</p>
<p>Los calcos están por doquier en el idioma inglés.</p>
<p>La palabra “dandelion”, por ejemplo, es una flor que crece en Europa central y cuando los alemanes se dieron cuenta de que no tenían una palabra para nombrarla, buscaron libros de botánica escritos en latín, <a href="https://www.etymonline.com/word/dandelion">en los que la llamaban dens lionis</a> o “diente de león”. Los alemanes tomaron prestado ese concepto y llamaron a la flor “<a href="https://en.wiktionary.org/wiki/L%C3%B6wenzahn">löwenzahn</a>”, una traducción literal de “diente de león”. Los franceses tampoco tenían una palabra para la flor, por lo que también tomaron prestado el concepto de “diente de león”, calcándolo como “<a href="https://www.theguardian.com/science/2012/may/25/plantwatch-dandelions-hawthorn-sunshine">dent de lion</a>”. Los ingleses, que tampoco tenían una palabra para esta flor, escucharon el término francés sin entenderlo y lo tomaron prestado adaptando “dent de lion” al inglés, llamándolo “dandelion”.</p>
<h2>El surgimiento de una nueva jerga</h2>
<p>En Miami está ocurriendo exactamente ese tipo de fenómenos.</p>
<p>Como parte de mi investigación en curso con estudiantes y colegas sobre la forma de hablar inglés en Miami, realicé <a href="https://www.jbe-platform.com/content/journals/10.1075/eww.22036.car">un estudio</a> con la lingüista <a href="https://buffalo.academia.edu/KristenDAlessandroMerii">Kristen D'Allessandro Merii</a> para documentar los calcos de origen español en el idioma inglés que se utilizan en Florida del Sur.</p>
<p>Encontramos varios tipos de traducciones con préstamos lingüísticos.</p>
<p>Había “<a href="https://pureenglish.org/2012/05/06/calques-loan-translations/">calcos léxicos literales</a>”, una traducción directa, palabra por palabra.</p>
<p>Por ejemplo, encontramos que las personas usan expresiones como “get down from the car” (bájate del auto) en lugar de “get out of the car” (sal del auto), la cual se basa en la frase en español “bajar del carro”. Como “bajar” significa “to get down”, tiene sentido que muchos miamenses piensen que “salir” de un vehículo sea “getting down” y no “getting out”.</p>
<p>Los lugareños a menudo también dicen “married with”, como por ejemplo: “Alex got married with José” porque se basan en la expresión en español “casarse con”, que traducen literalmente como “married with” en lugar de “married to” en voz pasiva. También dicen “make a party” porque es una traducción literal de la frase en español “hacer una fiesta” en lugar de “have a party”.</p>
<p>Además, encontramos “<a href="https://langeek.co/en/grammar/course/359/loan-words-and-calque">calcos semánticos</a>” o traducciones de significado. En español, “carne”, que se traduce como “meat”, puede referirse tanto a la carne en general como a un tipo específico, la de res. Por tanto, descubrimos que cuando los hablantes locales dicen “meat” se refieren específicamente a la “carne de res” usando frases como “quiero una empanada de carne y dos empanadas de pollo”.</p>
<p>Y luego encontramos los “calcos fonéticos”, o la traducción de ciertos sonidos.</p>
<p>“Thanks God” es una frase común en Miami que proviene de “gracias a Dios”. En este caso, los hablantes transfieren la “s” al final de “gracias” y la aplican a la forma inglesa.</p>
<h2>Los nacidos en Miami también adoptan los calcos</h2>
<p>Descubrimos que algunas expresiones eran propias únicamente de la generación inmigrante, por ejemplo: “throw a photo” para decir “tirar una foto”, como una variación de “take a photo” (tomar una foto).</p>
<p>Sin embargo, otras expresiones eran comunes entre los nacidos en Miami, un grupo que suele ser bilingüe pero cuyo idioma principal es el inglés.</p>
<p>En un experimento, pedimos a los miamenses y a personas de otras partes de Estados Unidos que analizaran expresiones locales como “married with” junto a versiones no locales, como “married to”. Ambos grupos consideraron aceptables las versiones no locales. No obstante, los miamenses valoraron de manera más favorable la mayoría de las expresiones locales que las personas de otros lugares.</p>
<p>“El lenguaje siempre está cambiando”, es una verdad de Perogrullo, la mayoría de la gente sabe que el inglés antiguo es radicalmente diferente del inglés moderno, o que el inglés que se habla en Londres es diferente del inglés de Nueva Delhi, Nueva York, Sídney y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.</p>
<p>Pero es raro que nos detengamos a pensar en cómo se producen esos cambios o que reflexionemos sobre el origen de los dialectos y las palabras.</p>
<p>“Get down from the car”, al igual que “dandelion”, es un recordatorio de que cada palabra y expresión tienen una historia.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por ¡Yahoo!</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213859/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Phillip M. Carter no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.</span></em></p>Surgió del contacto continuado con hispanohablantes nativos que traducían directamente frases del español al inglés, una forma de préstamo lingüístico denominada “calcos”.Phillip M. Carter, Professor of Linguistics and English, Florida International UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2068032023-06-28T18:16:59Z2023-06-28T18:16:59ZEnseñar a leer y entender: estrategias para la comprensión lectora<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/533163/original/file-20230621-15-qag769.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C2%2C1982%2C1317&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-girl-reading-book-on-wharf-131894630">Xavier Gallego Morell/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>A los alumnos de primaria españoles les cuesta entender lo que leen. </p>
<p>Es la conclusión de los resultados del <a href="https://pirls2021.org/">último informe</a> de la Asociación Internacional para la Evaluación de Rendimiento Educativo (IEA) sobre el progreso de los estudiantes de cuarto de primaria en comprensión lectora. Este estudio (llamado PIRLS por sus siglas en inglés) evalúa las tendencias en el nivel de aprendizaje de los estudiantes, se desarrolla cada cinco años desde el 2001 y España participa desde 2006. </p>
<p>Comprender un texto es una tarea académica y constituye la base para aprender otras materias. Precisamente por esto nos preguntamos qué estamos haciendo mal y de qué manera se puede mejorar esta comprensión lectora.</p>
<p>Podemos utilizar, por ejemplo, esquemas de textos prototipos que nos permitan conocer cómo se organiza el texto. Incluir números, subrayados con distintos colores, etc., con la finalidad de ayudar a identificar al lector cuáles son las ideas principales y las ideas secundarias. Finalmente, plantearnos preguntas sobre el contenido que se acaba de leer. </p>
<h2>Una lectura más profunda y activa</h2>
<p>Los docentes disponemos de métodos contrastados para mejorar la comprensión. Estos métodos se basan en que los estudiantes empleen estrategias que les permitan leer de manera más activa y profunda. Destacamos algunas de ellos, propuestos por el equipo del psicólogo de la educación estadounidense <a href="https://biblioteca.unavarra.es/abnetopac/abnetcl.cgi?TITN=522077">Roger H. Bruning</a>, una referencia en este campo:</p>
<ol>
<li><p>Promover la colaboración y la interacción entre los estudiantes para facilitar el aprendizaje mutuo. </p></li>
<li><p>Fomentar un intercambio de preguntas y respuestas, creando un diálogo entre el docente y los estudiantes. </p></li>
<li><p>Aprovechar las interacciones lúdicas con el objetivo desarrollar habilidades de aprendizaje autónomo. </p></li>
<li><p>Desarrollar la comprensión de lectura a través del análisis y la comprensión de los conceptos clave presentes en el texto.</p></li>
</ol>
<h2>Una lectura por etapas</h2>
<p>La mejora de la comprensión lectora se desarrolla a lo largo de tres etapas:</p>
<ol>
<li><p>En los momentos iniciales, antes de empezar a leer, podemos aplicar estrategias previas a la lectura. Por ejemplo: recapitular todo lo que ya conocemos del tema que vamos a leer, es decir, activar nuestros conocimientos previos; animarnos hacer predicciones –como por ejemplo “qué pasaría si…”–, anticipar posibles finales a un texto, hipotetizar sobre situaciones. Finalmente, plantearnos preguntas sobre qué sabemos sobre el texto al que nos enfrentamos. Por ejemplo, si voy a leer un texto del cambio climático qué sé del cambio climático.</p></li>
<li><p>Estrategias durante la lectura: identificar partes relevantes del texto (con subrayados), utilizar estrategias de apoyo y repaso que nos ayuden a comprender y retener la información del texto. Por ejemplo, elaborar resúmenes, tomar notas, crear esquemas o mapas conceptuales, generar preguntas sobre el contenido, buscar definiciones de palabras desconocidas, entre otras.</p></li>
<li><p>Finalmente, cuando terminamos de leer un texto es posible aplicar otras estrategias posteriores a la lectura. Por ejemplo: identificar la idea principal, crear un resumen esquemático, formular nuevas preguntas y responder a las formuladas al inicio del texto.</p></li>
</ol>
<h2>Algunas recomendaciones prácticas</h2>
<p>El prestigioso psicológo educativo estadounidense <a href="https://biblioteca.unavarra.es/abnetopac/abnetcl.cgi?TITN=251172">Richard Mayer</a> recomienda utilizar organizadores previos para incrementar la comprensión lectora, enseñar estrategias importantes de modo explícito y animar a sus estudiantes a leer, a ser lectores activos y aprendices activos de vocabulario. </p>
<p>En esta línea, el psicólogo <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=604408">Fernando Doménech Betoret</a> propone cinco estrategias básicas para fomentar la comprensión lectora:</p>
<ol>
<li><p>Determinar la importancia de lo que se está leyendo: subrayar con distintos colores la idea principal y las ideas secundarias, por ejemplo. </p></li>
<li><p>Resumir la información: crear un texto nuevo diferente que represente la idea original del texto. </p></li>
<li><p>Realizar inferencias: los textos dejan cosas sin decir y la comprensión depende de que deduzcamos la información no presente. </p></li>
<li><p>Generar preguntas: los lectores competentes suelen hacerse preguntas sobre su comprensión. </p></li>
<li><p>Supervisar la comprensión de forma constante, no esperar al final: los lectores competentes saben cuándo comprenden y cuándo no comprenden.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Los cinco pilares de la comprensión lectora son: determinar la importancia, resumir la información, realizar inferencias, generar preguntas y supervisar la comprensión." src="https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=249&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=249&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=249&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=313&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=313&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/529354/original/file-20230531-29-ekz9p0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=313&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Estrategias de comprensión lectora.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaboración propia</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Algunas aplicaciones y páginas webs</h2>
<p>Por último, los docentes pueden utilizar en sus clases diferentes aplicaciones que fomentan la comprensión lectora de forma lúdica y creativa:</p>
<ol>
<li><p><a href="https://www.pupgam.com/readup/">ReadUp</a>: Aprender a leer y mejorar la lectura, <a href="https://www.educaplanet.com/educaplanet/aprender-a-leer-2-grin-uipi/">Aprender a leer 2 Grin y Uipi</a>.</p></li>
<li><p><a href="https://apkcombo.com/oxbooks-cuentos-cortos-por-ox/com.OX.OXBOOKS/">OXBOOKS</a>, Cuentos cortos por OX.</p></li>
<li><p><a href="https://apkcombo.com/es/galexia-reading-fluency/com.PambuDev.galexia/">Galexia, Mejora de la Fluidez Lectora</a>. </p></li>
<li><p><a href="https://readalong.google.com/">Read Along, Sistema Lea</a>.</p></li>
</ol>
<p>También disponemos de materiales elaborados por los propios docentes que difuden en <a href="https://www.orientacionandujar.es/">blogs</a>. Algunas <a href="https://www.educa.jcyl.es/educacyl/cm/gallery/planlectura/anexo.2.3.html">consejerías</a> de Educación están <a href="https://www.educarex.es/pub/cont/com/0004/documentos/Gu%C3%ADa_para_el_aprendizaje_con_%C3%A9xito_de_la_lectoescritura%282%29.pdf">elaborando materiales</a> que los docentes pueden aplicar en sus aulas.</p>
<p>Finalmente, podemos fomentar la comprensión lectora desde clase y casa, con el uso de diversas estrategias que ayuden a los lectores a comprender, analizar y relacionarse con los textos de manera efectiva. Al aplicar estrategias específicas, los lectores pueden mejorar su capacidad para extraer significado, interpretar información y construir un conocimiento sólido a partir de lo que leen.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206803/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Esperanza Bausela no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Leer correctamente, con agilidad y facilidad, no es lo mismo que entender y procesar lo que se lee. No se enseña de la misma manera, y es importante tenerlo en cuenta.Esperanza Bausela, Titular de Universidad de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Pública de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2061112023-06-25T21:07:09Z2023-06-25T21:07:09ZGuía para un uso adecuado del verbo ‘interactuar’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/533445/original/file-20230622-5187-3p3f0e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C171%2C4231%2C2522&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/wooden-dolls-speech-bubble-message-chatting-2065744910">izzuanroslan/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>“El fotón es la partícula encargada de ¿<em>interaccionar</em> o <em>interactuar</em>? con la materia para transmitirla”. “Se aprende viviendo e ¿<em>interactuando</em> o <em>interaccionando</em>? con quienes nos rodean”. ¿Se produce una <em>interacción</em> o una <em>interactuación</em> entre dos personas? Es frecuente que nos encontremos con esta duda, ¿cuál es el verbo correcto en cada caso? </p>
<p>Lo cierto es que los verbos <em>interactuar</em> e <em>interaccionar</em> son sinónimos. Sus sustantivos, <em>interactuación</em> e <em>interacción</em>, respectivamente, también lo son. Los cuatro vocablos son correctos en castellano. Pero en cuanto a su uso, los hispanohablantes mostramos preferencias.</p>
<h2>Significados idénticos</h2>
<p>El diccionario de la <a href="https://www.rae.es/">Real Academia</a> incluye tanto el verbo <em>interaccionar</em> como el sustantivo <em>interacción</em>. Define el verbo <em>interaccionar</em> como un verbo intransitivo con el significado de “ejercer una interacción”; y el sustantivo <em>interacción</em> como “acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, personas, agentes, fuerzas, funciones, etc.”.</p>
<p>En el caso de <em>interactuar</em>, la Real Academia recoge en su diccionario el verbo que define como “actuar recíprocamente”, pero no incluye el sustantivo <em>interactuación</em>. El hecho de que <em>interactuación</em> no aparezca en el DRAE no significa que no pueda utilizarse. No todas las palabras derivadas se incluyen en el diccionario. Por supuesto, su no inclusión no significa que el proceso de formación de esta palabra sea erróneo o que no pueda ser utilizada.</p>
<p>Como puede verse a través de las definiciones anteriores, el significado de los dos verbos, <em>interactuar</em> e <em>interaccionar</em>, es prácticamente idéntico: en ambos casos se trata de “ejercer una acción recíprocamente”. La idea de reciprocidad y de acción está presente en ambos verbos y en ambos sustantivos. Por tanto, podemos decir que <em>interaccionar</em> e <em>interactuar</em> son sinónimos, como también lo son <em>interactuación</em> e <em>interacción</em>.</p>
<h2>De dónde vienen</h2>
<p>Tanto <em>interaccionar</em> como <em>interactuar</em> son palabras bien formadas desde el punto de vista morfológico. </p>
<p>Respecto a su formación, podemos señalar una diferencia. En el caso de <em>interaccionar</em> tenemos un verbo formado a partir del sustantivo <em>interacción</em>; mientras que en el caso de <em>interactuar</em>, primero tenemos el verbo y a partir de él formamos el sustantivo <em>interactuación</em>. Por tanto, en el primer caso tenemos un verbo denominal (<em>interacción > interaccionar</em>), mientras que en el segundo tendríamos un sustantivo deverbal (<em>interactuar > interactuación</em>).</p>
<p>El sustantivo <em>interacción</em> ha sido formado mediante la adición del prefijo <em>inter-</em> al sustantivo <em>acción</em>. Para crear el verbo, se añade el sufijo verbalizador <em>–ar</em>. La secuencia derivativa sería la siguiente: <em>acción > interacción > interaccionar</em>.</p>
<p>Por su parte, el verbo <em>interactuar</em> se deriva añadiendo el prefijo <em>inter-</em> (con significado ‘entre varios’) al verbo <em>actuar</em> (con significado ‘poner algo en acción’). A partir del verbo <em>interactuar</em>, podemos formar el sustantivo <em>interactuación</em> mediante la adición del sufijo nominalizador <em>–ción</em>. Por tanto, en este caso la secuencia derivativa sería la siguiente: <em>actuar > interactuar > interactuación</em>.</p>
<h2>Uso correcto</h2>
<p>Teniendo en cuenta que los cuatro elementos –<em>interactuar, interaccionar, interacción</em> e <em>interactuación</em>– son correctos, una forma de determinar cuáles son preferibles es acercarnos a su uso. Para ello recurrimos al <a href="https://www.rae.es/corpes/">Corpus del Español del Siglo XXI </a>(CORPES XXI), un corpus de referencia que nos permite conocer el significado y características de palabras, expresiones y construcciones a partir de los usos reales registrados. </p>
<p>El CORPES XXI está formado por textos escritos y orales procedentes de España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial, con una distribución de 25 millones de formas por cada uno de los años correspondientes al siglo XXI. Su última versión, de 2023, cuenta con más de 365 000 documentos que suman algo más de 395 millones de formas.</p>
<p>Según los datos del CORPES XXI, es más frecuente <em>interactuar</em> que <em>interaccionar</em>. Sin embargo, en su forma nominal es más frecuente <em>interacción</em> que <em>interactuación</em>. </p>
<p>Si nos fijamos en los verbos, podemos ver las diferencias. <em>Interactuar</em> aparece en 3 804 documentos, mientras <em>interaccionar</em> en tan solo 414. La frecuencia absoluta en el corpus de <em>interactuar</em> es de 5 425 ocurrencias, mientras la de <em>interaccionar</em> es solo de 598. <em>Interactuar</em> tiene una frecuencia normalizada (cifra que corresponde al número de veces que aparece un elemento determinado por cada millón de elementos de su mismo tipo, en este caso palabras) de 13,7 ocurrencias por millón, mientras que <em>interaccionar</em> tiene tan solo una frecuencia normalizada de 1,51 ocurrencias por millón.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Interactuar (usos totales 5421) se usa más frecuentemente que interaccionar (538 usos), pero interacción (14.120) se usa más que interactuación (34)." src="https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=347&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=347&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=347&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=436&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=436&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/533451/original/file-20230622-16-2rrwtq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=436&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Frecuencia de uso de los verbos interactuar e interaccionar, y de los sustantivos interacción e interactuación.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaboración propia</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por su parte <em>interacción</em>, aparece en 6 223 documentos con una frecuencia absoluta de 14 120 ocurrencias y una frecuencia normalizada de 35,68 ocurrencias por millón. Su equivalente <em>interactuación</em>, en cambio, aparece tan solo en 32 documentos con una frecuencia absoluta de 34 documentos y una frecuencia normalizada de 0,08 ocurrencias por millón.</p>
<p>Como hemos visto, aunque es posible intercambiar en los mismos contextos tanto los dos verbos como los dos sustantivos, podríamos decir que preferimos <em>interactuar</em> (frente a <em>interaccionar</em>) y que el resultado de ese proceso es preferentemente una <em>interacción</em> (más que una <em>interactuación</em>).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/206111/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>M. Dolores Jiménez López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Pueden dos personas que interactúan tener una interacción? Analizamos el origen y el uso de estas dos palabras derivadas.M. Dolores Jiménez López, Doctora en Lingüística, Titular de Universidad, Universitat Rovira i VirgiliLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2006622023-04-06T20:23:12Z2023-04-06T20:23:12Z¿Estamos en guerra contra las superbacterias? El riesgo de usar metáforas bélicas en ciencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/517030/original/file-20230322-18-7avlnu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C5%2C3842%2C2511&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medical-healthcare-instruments-consumables-military-green-1969858276">Shutterstock / Juan Pedro Pena</a></span></figcaption></figure><p>En las ciencias biológicas y biomédicas es recurrente el uso de la metáfora de la guerra. Se emplea sobre todo para referirse al mundo microscópico. Así se califica a las bacterias patógenas como “enemigas (invisibles)” a las que tenemos que “vencer” o “derrotar” por medio de “batallas”, “combates” e incluso “guerras”. </p>
<p>Si bien estas metáforas son tan recurrentes en nuestro lenguaje que no solemos cuestionarlas, ¿cabría preguntarse si utilizarlas repercute de algún modo en nuestras acciones? Es decir, ¿son las metáforas más que simples ejemplos?</p>
<h2>La selección natural y el libro de la vida</h2>
<p>En nuestra vida diaria, las metáforas abundan. Las solemos emplear para explicar un tema complejo. A menudo es más sencillo si establecemos relaciones entre conceptos abstractos y cosas que nos parecen familiares. Para ello, resaltamos las características que tienen en común. </p>
<p>Por ejemplo, al explicar su teoría de evolución, Charles Darwin empleó la metáfora de <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22037999/">“selección natural”</a>. Tomó un elemento conocido, la selección artificial de aves, para explicar ese fenómeno nuevo. </p>
<p>En la ciencia, <a href="https://www.cambridge.org/core/books/abs/philosophy-of-science-for-biologists/why-does-it-matter-that-many-biology-concepts-are-metaphors/55083BFEAAA94AFB03626C9B759F2195">algunas metáforas han facilitado el entendimiento</a> de un fenómeno y han decantado la dirección de la investigación. Por ejemplo, referirse al genoma como “libro de la vida” fue central para el lanzamiento del <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/136345930200600403">Proyecto Genoma Humano</a>.</p>
<p>Además, <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0016782">diversos estudios</a> empíricos corroboran el poder de las metáforas. Pueden influir significativamente en cómo reaccionamos a un problema y en las soluciones que consideramos apropiadas.</p>
<h2>“El cuerpo no es un campo de batalla”</h2>
<p>La “guerra contra las bacterias patógenas” no es la única “guerra” que la humanidad ha sostenido en contra de microorganismos o enfermedades. El cáncer, el virus del zika y, más recientemente, el <a href="https://theconversation.com/war-metaphors-used-for-covid-19-are-compelling-but-also-dangerous-135406">coronavirus</a> son solo algunos de nuestros “adversarios”. </p>
<p>Sin embargo, diversos académicos han señalado las posibles consecuencias negativas que acarrea el uso de ciertas palabras o metáforas bélicas.</p>
<p>En su ensayo <a href="https://www.penguinlibros.com/es/economia-politica-y-actualidad/35577-libro-la-enfermedad-y-sus-metaforas-el-sida-y-sus-metaforas-9788483467800"><em>La enfermedad y sus metáforas</em></a>, Susan Sontag hizo un llamado a repensar la analogía que se establece entre el cáncer y una batalla. Sontag afirma: “No se nos está invadiendo. El cuerpo no es un campo de batalla. Los enfermos no son las inevitables bajas ni el enemigo”.</p>
<p>Además, reflexionaba sobre la <a href="https://www.theguardian.com/society/2014/apr/25/having-cancer-not-fight-or-battle#comments">tensión emocional</a> (culpabilidad o temor) que puede ocasionar esta metáfora en las personas con cáncer. </p>
<p>Adicionalmente, algunos estudios empíricos han mostrado que la metáfora bélica puede <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25352114/">reducir la disposición a adoptar estrategias pasivas para la prevención de esa enfermedad</a>, así como aumentar el <a href="https://www.theguardian.com/society/2019/aug/10/war-cancer-metaphors-harm-research-shows">fatalismo</a>. </p>
<h2>Palabras cargadas de nacionalismo y xenofobia</h2>
<p>Por otro lado, su uso también puede enmascarar desigualdades sociales. <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150611_salud_virus_zika_preguntas_respuestas_kv">A finales de 2015 se registró una epidemia de zika de dimensión global</a>. Y en enero de 2016, Brasil <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-35489388">“declaró la guerra” al zika</a>. <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277953618300236?via%3Dihub">Un estudio</a> examinó las representaciones de la epidemia en medios de comunicación y reveló que el marco dominante fue la “guerra”.</p>
<p>En este caso, el uso de la imagen bélica permitió desviar la atención de la desigualdad social vinculada al zika y la atención se volcó <a href="https://time.com/the-war-against-mosquito/">sobre la “guerra” que se mantenía contra el mosquito que lo transmitía</a>. </p>
<p>Andrew Reynolds, autor de <a href="https://www.cambridge.org/core/books/understanding-metaphors-in-the-life-sciences/DA9A8BC65D719FBF0E91A7B702F1D6CF"><em>Understanding Metaphors in the Life Sciences</em></a> y profesor de la Universidad de Cape Breton (Canadá), menciona que abordar los problemas de salud en términos de “guerra” puede ayudar a movilizar los esfuerzos de salud pública. Sin embargo, advierte que describir a las bacterias (y otros patógenos) como “enemigos” que “invaden” nuestra “tierra/cuerpo” puede evocar sentimientos de nacionalismo político y xenofobia. </p>
<p>Por ejemplo, durante su mandato y en el marco de la pandemia de covid-19, Donald Trump creó y reforzó la asociación entre los “enemigos invisibles” (el coronavirus) y los inmigrantes. Así, en abril de 2020 anunció la “suspensión de la migración” como consecuencia del <a href="https://www.reuters.com/article/health-coronavirus-usa-immigration-idUSFWN2C81JV">“ataque del enemigo invisible”</a>. </p>
<p>Muchos otros países cerraron sus fronteras, pero nótese la selección de palabras de Trump. Además, el expresidente había declarado previamente que <a href="https://edition.cnn.com/2018/06/19/politics/trump-illegal-immigrants-infest/index.html">los inmigrantes ilegales “infestaban” Estados Unidos</a>.</p>
<p>Si se piensa en una nación como “un cuerpo”, entonces ésta es vulnerable a una “infección” o “contaminación” de agentes “foráneos”. Es decir, vulnerable a una “invasión”, que tiene una clara connotación de guerra. </p>
<p>En la asociación que realiza <a href="https://www.politico.com/news/2020/03/18/trump-administration-self-swab-coronavirus-tests-135590">Trump</a>, los inmigrantes se equiparan y se convierten en virus. Y viceversa, los virus en inmigrantes. En esta metáfora, por lo tanto, se deshumaniza a los inmigrantes y se personifica a los virus.</p>
<h2>Las bacterias no tienen conciencia</h2>
<p>Centrémonos en otro ejemplo: “la guerra” contra las bacterias patógenas multirresistentes, también llamadas superbacterias.</p>
<p>La asociación de las bacterias como “enemigas” se encuentra, al menos, desde el descubrimiento del agente etiológico de la tuberculosis en 1882 por Robert Koch, quien las consideró <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11624369/">“los enemigos más pequeños pero más peligrosos de la humanidad”</a>.</p>
<p>El descubrimiento de los antibióticos (“balas mágicas”) permitió que varias enfermedades que en el pasado eran mortales <a href="https://theconversation.com/la-resistencia-bacteriana-a-los-antibioticos-se-agrava-por-la-covid-19-149659">hoy tengan cura</a>. Sin embargo, su uso excesivo aceleró un proceso natural de presión de selección que permite que algunas bacterias puedan sobrevivir y multiplicarse aún en presencia de uno o varios antibióticos.</p>
<p><a href="https://www.ox.ac.uk/news/2022-01-20-estimated-12-million-people-died-2019-antibiotic-resistant-bacterial-infections">En 2019 se registraron 1,27 millones de muertes</a> por infecciones de bacterias multirresistentes. Y el futuro no es muy prometedor: existen algunos <a href="https://theconversation.com/que-enfermedades-pueden-provocar-la-muerte-debido-a-las-bacterias-multirresistentes-177110">microorganismos para los que no existe tratamiento</a> debido a que son resistentes a todos los antibióticos disponibles. Todo un desafío para la humanidad.</p>
<p>No obstante, usar el concepto de guerra como una forma de enfatizar el problema no está libre de consecuencias. Veamos. La resistencia a los antibióticos es un <a href="https://journals.asm.org/doi/10.1128/mSphere.00431-21">proceso evolutivo que no desaparecerá “acabando” con algunas bacterias</a>. Asimismo, concebir a las bacterias desde la metáfora bélica les otorga una especie de conciencia, como si buscaran “evadir” nuestros mecanismos de defensa. </p>
<p>Es decir, personificamos y antropomorfizamos a estos organismos cuando solo se están adaptando a las presiones de selección.</p>
<p>Igualmente, las metáforas pueden evocar diferentes ideologías sociopolíticas. Por ello, Andrew Reynolds explica que los científicos deben pensar en cómo su lenguaje puede ser utilizado para reforzar agendas no científicas; por ejemplo, políticas de antimigración. </p>
<p>En un <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09505431.2023.2180628">estudio</a> se realizó un análisis discursivo de artículos científicos que describen y enmarcan el fenómeno de la resistencia a los antibióticos en relación a la movilidad global.
Los investigadores observaron que los países de destino fueron caracterizados como “reservorios” de bacterias multirresistentes, producto de una “pobre higiene” y un “uso inadecuado de antibióticos”. </p>
<p>En cambio, los viajeros –principalmente de Europa Occidental y Noroccidental, Norteamérica y Australia– fueron definidos como “víctimas inconscientes de las bacterias” y sus países, como “de alto ingreso” con “mejor higiene” y “consumo controlado de antibióticos”. En resumen, se divide el planeta en territorios saludables y no saludables. </p>
<h2>Más allá de la guerra</h2>
<p>Queda claro que un problema tan amplio y complejo como la resistencia a los antibióticos no se solucionará cambiando nuestras metáforas. Sin embargo, su elección puede influir en la forma en la que abordamos la cuestión.</p>
<p>Nuestra comunicación está llena de metáforas. Lo importante es tener en mente cuándo utilizarlas, sin dar por sentado su eficacia cuando tal suposición no está justificada. Además, debemos reflexionar sobre qué nos quieren decir con ellas. </p>
<p>Más allá de pensar en “enemigos”, necesitamos optar por una mejor gestión del uso de antibióticos en el futuro; enfatizar el bien común de la humanidad y la confianza en la ciencia y mantener estudios constantes de la evolución microbiana y sus interacciones. </p>
<p>Finalmente, somos <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holobionte">holobiontes</a> (una asociación de distintas especies), por lo que debemos entender nuestras interacciones en términos de “riqueza de diversidad” y “equilibrio” más que “confrontación”. </p>
<p>Citando de nuevo a Susan Sontag: “Y en cuanto a esa metáfora, la militar, yo diría, parafraseando a Lucrecio: ‘Devolvámosla a los que hacen la guerra’”.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200662/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Yersain Ely Keller de la Rosa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El cáncer nos “invade” y hay una “guerra” en marcha contra las bacterias mutirresistentes. Las metáforas son útiles para visualizar conceptos complejos, pero a veces pueden transmitir ideas xenófobas o influir negativamente en la actitud del paciente.Yersain Ely Keller de la Rosa, Maestro en Ciencias Bioquímicas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1961112022-12-20T18:26:11Z2022-12-20T18:26:11ZDeja de usar “latinx” si realmente quieres ser inclusivo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/499656/original/file-20221207-16-cnct7g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C11%2C3822%2C2144&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">“Latine” es mucho más adaptable al idioma español.</span> <span class="attribution"><span class="source">Mario Garza</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>La mayoría de los debates sobre el uso de “latinx” (se pronuncia la-tin-ex) se han dado en Estados Unidos. Pero la palabra ha empezado a propagarse en países hispanohablantes, donde no ha sido del todo adoptada.</p>
<p>En julio de 2022, Argentina y España <a href="https://www.nytimes.com/2022/07/20/world/americas/argentina-gender-neutral-spanish.html">difundieron declaraciones públicas</a> prohibiendo el uso de latinx, o cualquier variante de género neutro. Ambos gobiernos consideraron que estos nuevos términos violan las reglas del idioma español.</p>
<p>Latinx se utiliza como una identidad individual para aquellos que son de género no binario, y también puede describir a toda una población sin usar la palabra “latinos,” que actualmente se utiliza por omisión (por default) en español para denominar a un grupo de hombres y mujeres.</p>
<p>Como <a href="https://www.slu.edu/arts-and-sciences/women-gender-studies/faculty/melissa-ochoa.php">académica nacida en México y educada en Estados Unidos</a>, estoy de acuerdo con la postura oficial sobre el prohibir el uso de latinx en el idioma español – y también en inglés.</p>
<p>Cuando escuché por primera vez latinx en el 2017, pensé que era progresista e inclusivo, pero de inmediato me di cuenta que era muy problemático. Cinco años después, Latinx no se usa comúnmente en países hispanohablantes, ni por la mayoría de quienes se identifican como hispanos o latinos en Estados Unidos.</p>
<p>De hecho, existe un término de género inclusivo que ya se está utilizando por activistas hispanohablantes que funciona como un reemplazo mucho más natural.</p>
<h2>Poco uso</h2>
<p>Aunque no está claro el origen exacto del término latinx, <a href="https://www.history.com/news/hispanic-latino-latinx-chicano-background">surgió alrededor de 2004</a> y aumentó su popularidad en 2014. Merriam-Webster lo agregó a su diccionario <a href="https://www.merriam-webster.com/words-at-play/word-history-latinx">en 2018</a>.</p>
<p>Sin embargo, <a href="https://www.pewresearch.org/hispanic/2020/08/11/about-one-in-four-u-s-hispanics-have-heard-of-latinx-but-just-3-use-it/#fn-29384-1">un estudio de investigación de Pew de 2019</a> indicó que menos del 5% de la población de Estados Unidos utiliza “latinx” como una identidad étnica o racial.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1423107586266632192"}"></div></p>
<p>No obstante, latinx <a href="https://doi.org/10.2105/AJPH.2021.306238">se está volviendo común</a> entre académicos; se utiliza en conferencias, en la comunicación y especialmente en publicaciones.</p>
<p>¿Pero resulta inclusivo utilizar latinx cuando la mayor parte de la población no lo utiliza?</p>
<h2>Perpetuando el elitismo</h2>
<p>Las distintas particularidades demográficas de quienes conocen o utilizan el término latinx ponen en duda si el término es inclusivo o simplemente elitista.</p>
<p>Los individuos que se autoidentifican como latinx o están conscientes del término <a href="https://www.pewresearch.org/hispanic/2020/08/11/about-one-in-four-u-s-hispanics-have-heard-of-latinx-but-just-3-use-it/#fn-29384-1">son muy probablemente</a> adultos jóvenes de entre 18 a 29 años nacidos en Estados Unidos. Son predominantemente personas que hablan inglés y que tienen alguna educación universitaria. En otras palabras, las comunidades más marginadas no utilizan latinx.</p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1484941174070779908"}"></div></p>
<p>Los académicos, a mi parecer, nunca deben imponer identidades sociales en grupos que no se autoidentifican de esa manera.</p>
<p>En alguna ocasión, el revisor de una revista académica para un artículo que presenté sobre las experiencias de las mujeres con los piropos con tendencias sexistas (“catcalling” en inglés), me pidió que reemplazara mi uso de “latino” y “latina” con “latinx.” Sin embargo, no tenían objeciones con el uso de “hombre” o “mujer” cuando me refería a los participantes anglosajones de mi artículo.</p>
<p>Me molestó el atrevimiento de ese revisor. El objetivo del estudio era mostrar que los piropos de extraños en sitios públicos, una interacción dependiente del género, es una forma cotidiana del sexismo.</p>
<p>¿Cómo se suponía que yo iba a distinguir las experiencias de sexismo de mis participantes por género y raza si a todos los etiquetaba como latinx?</p>
<h2>El factor ‘x’</h2>
<p>Si un término es verdaderamente inclusivo, se le da una ponderación equitativa a las experiencias y conocimientos vastamente diferentes; la intención no es que sea una identidad general.</p>
<p>Las mujeres de color (por ejemplo, de raza negra, asiática, indígena, y latina), en general, <a href="https://www.pewresearch.org/science/2021/04/01/stem-jobs-see-uneven-progress-in-increasing-gender-racial-and-ethnic-diversity/">están gravemente subrrepresentadas</a> en posiciones de liderazgo en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas(CTIM). Utilizar “latinx” en el caso de las mujeres oculta aún más sus contribuciones e identidad. He notado incluso que algunos académicos intentan evadir la imprecisa naturaleza de latinx al escribir “<a href="https://doi.org/10.1177/08901171211073960">madres latinx</a>” o “<a href="https://doi.org/10.1016/j.bodyim.2022.04.008">mujeres latinx</a>” en lugar de “latinas.”</p>
<p>Además, si el objetivo es ser inclusivo, la “x” debería pronunciarse fácilmente y aplicarse de manera natural a otras partes del idioma español. </p>
<p><a href="https://www.jstor.org/stable/10.7560/754010">Algunos hispanohablantes preferirían identificarse</a> por nacionalidad, digamos, “mexicano” o “argentino”, en lugar de utilizar generalizaciones como hispano o latino. Pero la “x” no puede aplicarse fácilmente a las nacionalidades. Así como latinx, “mexicanx” y “argentinx” no pueden pronunciarse fácilmente en cualquier idioma. Además, los artículos de género en español,“los” y “las”, se vuelven “lxs,” mientras los pronombres de género,“él” y “ella”, se vuelven “ellx.”</p>
<p>La utilidad y lógica de la “x” rápidamente se derrumban.</p>
<h2>‘Latine’ como alternativa</h2>
<p>Muchos académicos pueden sentirse obligados a seguir utilizando latinx porque lucharon mucho para lograr que fuera reconocido por sus instituciones o ya han publicado el término en alguna revista académica. Pero existe una alternativa de género inclusivo mucho mejor, una que ha sido mayoritariamente ignorada por la comunidad académica de Estados Unidos y que ya se está utilizando en partes hispanohablantes de Latinoamérica, <a href="https://www.washingtonpost.com/dc-md-va/2019/12/05/teens-argentina-are-leading-charge-gender-neutral-language/">especialmente entre activistas sociales jóvenes</a> en esos países. </p>
<p>Es “latine” (se pronuncia la-tin-e), y es mucho más adaptable al idioma español. Se puede implementar como artículo"les" en lugar de “los” o “las.” Cuando se trata de pronombres, “elle” se puede volver una forma singular de “ellos” y se puede utilizar en lugar del masculino “él” o el femenino “ella”. También puede ser fácilmente aplicado a la mayoría de las nacionalidades, tales como “mexicane” o “argentine”.</p>
<p>Como el lenguaje moldea la forma en que pensamos, es importante notar que idiomas con género gramatical como el español, el alemán, y el francés facilitan <a href="https://documents1.worldbank.org/curated/en/405621528167411253/pdf/WPS8464.pdf">los estereotipos de género y la discriminación</a>. <a href="https://www.washingtonpost.com/dc-md-va/2019/12/05/teens-argentina-are-leading-charge-gender-neutral-language/">Por ejemplo</a>, en alemán, la palabra para “puente” es femenina, y en español, la palabra para “puente” es masculina. La científica cognitiva <a href="https://scholar.google.com/citations?user=8mm3GBsAAAAJ&hl=en">Lera Boroditsky</a> pidió a hablantes de alemán y hablantes de español que describieran un puente. Los que hablaban alemán tenían la tendencia a describirlo con adjetivos como “hermosa” o “elegante”, mientras que los hispanohablantes tendían a describirlo de manera masculina, como “alto” y “fuerte.”</p>
<p>Además, las reglas existentes de género en español no son perfectas. Normalmente palabras que terminan en “-o” son masculinas y aquellas que terminan en “-a” son femeninas, pero hay muchas palabras comunes que <a href="https://www.thoughtco.com/words-that-break-the-gender-rule-3078133">rompen esas reglas de género</a>, como “la mano”. Y, por supuesto, el español ya utiliza “e” para <a href="https://callmelatine.com/faq/">palabras de género neutro</a> como “estudiante” o “comerciante”.</p>
<p>Creo que latine logra lo que latinx originalmente pretendía lograr y más. De modo similar, elimina el binario de género en su forma singular y plural. Sin embargo, el término latine no está confinado a una población anglófona de élite dentro de Estados Unidos. Es mucho más inclusivo. </p>
<p>Sin embargo, pueden seguir surgiendo problemas cuando la palabra “latine” se impone sobre otras. “Latina” y “latino” aún pueden ser la preferencia de muchos individuos. No creo que “e” debería eliminar el existente “o” y la “a.” Más bien, debería ser una adición gramaticalmente aceptada por el idioma español.</p>
<p>Cierto, la prohibición de latinx en Argentina y España también incluyó la prohibición del uso de latine. Aquí difiero de su directriz. Para mí, la idea de que un idioma pueda ser purista es absurda; el idioma siempre está evolucionando, ya sea a través de <a href="https://www.languagewire.com/en/blog/how-language-evolves">la tecnología</a> – piense en los emojis o en el lenguaje usado en <a href="https://theconversation.com/emoticons-and-symbols-arent-ruining-language-theyre-revolutionizing-it-38408">los mensajes de texto</a>(por ejemplo “TQM” – Te Quiero Mucho)– por un mayor reconocimiento social, como la evolución de “tundir a la esposa” a “<a href="https://cppr-institute-prod.s3.amazonaws.com/modules/HFAModules/Resources/IPV%20New%20Directions.pdf">violencia contra la pareja</a>”.</p>
<p><a href="https://www.thoughtco.com/sapir-whorf-hypothesis-1691924">La teoría lingüística</a> supone que el lenguaje determina la realidad, por lo tanto, culturas y comunidades pueden crear palabras que construyan el mundo inclusivo que desean habitar.</p>
<p>El lenguaje importa. Latine representa esa inclusividad a lo largo de estratos socioeconómicos, ciudadanía, educación, identidad de género, edades y naciones, al tiempo que <a href="https://storylearning.com/learn/spanish/spanish-tips/inclusive-spanish">honra al al idioma español</a>.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por Blanca O. Garza.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196111/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Melissa K. Ochoa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
</span></em></p>Algunos activistas de habla hispana ya están usando un término inclusivo de género diferente que se podría utilizar ademas de latino y latina.Melissa K. Ochoa, Assistant Professor of Women's and Gender Studies, Saint Louis UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1826912022-12-19T18:46:15Z2022-12-19T18:46:15Z¿Por qué es tan difícil aprender el género gramatical en el segundo idioma?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/499521/original/file-20221207-16-nsz9f5.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C124%2C6383%2C4118&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/online-tutoring-happy-male-teacher-giving-2154279639">Shutterstock / Prostock-studio</a></span></figcaption></figure><p>Cuando somos pequeños, aprendemos nuestra primera lengua sin mucho esfuerzo y bastante rápido: hacia el final de la primera infancia los niños y niñas tienen una competencia lingüística semejante a la de un adulto. Es decir, a los 6 años los niños pueden participar en una conversación, hacer preguntas, contestarlas, etc.</p>
<p>Una de las cosas que se aprenden para que esto suceda es el conocimiento morfosintáctico: las reglas que existen en una lengua para construir palabras y frases. Entre otros aspectos, los niños aprenden a utilizar correctamente la concordancia en el género gramatical. </p>
<p>Por ejemplo, saben que hay que decir “un coche negro” y “una mesa pequeña”. Según distintos <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/journal-of-child-language/article/abs/acquisition-of-gender-what-spanish-children-tell-us/7F1F1E772EB734886456D52F75376464">estudios</a>, este aprendizaje se produce alrededor de los 4 años. </p>
<p>Como se puede ver en estos dos ejemplos, en español el género gramatical es fácilmente identificable por la vocal final de la palabra: -o en el caso de las palabras masculinas y -a en las palabras femeninas, es decir, existe un marcador morfológico para predecir el género gramatical de un sustantivo. </p>
<h2>La morfosintaxis de una segunda lengua</h2>
<p>Sabemos que la adquisición de lenguas no es algo exclusivo de la infancia. Podemos iniciar el aprendizaje de una segunda lengua siendo adultos y cada vez hay más personas que deciden emprender este viaje. Pero el aprendizaje de una segunda lengua no es un camino sin obstáculos. Así, si escuchamos a alguien decir “tengo una problema”, probablemente nos daremos cuenta de que está hablando una persona extranjera que aprendió el español como segunda lengua. </p>
<p>Puede parecer que estos errores de concordancia en el género gramatical no tienen mayor importancia a la hora de entender lo que nos dice una persona. Pero <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0006899315001183">algunos estudios</a> han encontrado que nuestro cerebro procesa de manera diferente la información cuando recibe un mensaje que contiene una falta de concordancia (un casa blanco) que cuando el mensaje es gramaticalmente correcto (una casa blanca). </p>
<p>En el aprendizaje de una lengua extranjera, los errores de concordancia en el género gramatical se consideran muy habituales y, además, persistentes en el tiempo. ¿Por qué es tan difícil entonces aprender a usar el género gramatical cuando estudiamos una segunda lengua?</p>
<h2>El género gramatical en la lengua nativa</h2>
<p>Uno de los motivos de esta complejidad es la ausencia del género gramatical en nuestra lengua nativa. Así, por ejemplo, en inglés las palabras no se clasifican como masculinas o femeninas según su vocal final. Por tanto, cuando los hablantes de inglés empiezan a aprender el español tienen que darse cuenta de que cualquier palabra pertenece a una clase de sustantivos (masculinas) o a la otra (femeninas) y que, dependiendo de la clase de la palabra, se van a modificar otras que la acompañan en una frase. </p>
<p>Las diferencias en los sistemas del género gramatical en la lengua nativa y la lengua extranjera pueden explicar también la dificultad del proceso. Algunos idiomas, por ejemplo, las lenguas romances, clasifican las palabras en dos clases: masculinas y femeninas. Otras lenguas (el alemán o las lenguas eslavas) distinguen entre tres clases de sustantivos: además de las dos mencionadas anteriormente, existen también las palabras de género neutro. Así, pues, si una persona hablante de español va a aprender alemán como segunda lengua, tenderá a ignorar el neutro. </p>
<h2>Transferencias erróneas</h2>
<p>En los niveles iniciales, los aprendices de segundas lenguas tienden a transferir el género gramatical de las palabras en su lengua nativa a las palabras de la lengua extranjera. Por ejemplo, en ruso la palabra “nos”, que significa “nariz”, es masculina. Así, cuando las personas rusas empiezan a aprender español como segunda lengua pueden cometer errores de concordancia diciendo “un nariz pequeño” en lugar de “una nariz pequeña”.</p>
<p>O, también, un hablante nativo de español, cuando habla inglés, puede hablar de una rana con el pronombre “she”, ya que la palabra “rana” en español es femenina, aunque en inglés no lo sea, y su pronombre sería “it” como para todos los animales.</p>
<h2>La dificultad del género en español</h2>
<p>Otro tipo de dificultad que puede ocurrir cuando aprendemos una segunda lengua está relacionado con la propia lengua objeto de aprendizaje. Como ya hemos mencionado, algunas palabras en español permiten identificar su género gramatical, aunque no todas. Así, las palabras “leche” y “coche” tienen la misma vocal final: -e, pero pertenecen a dos clases de género gramatical distintas. </p>
<p>En definitiva, aprender una lengua extranjera y, más concretamente, el género gramatical, no resulta fácil, puesto que existen varios factores que influyen en este proceso. No obstante, siendo constantes y dedicando tiempo a la adquisición de una segunda lengua, es posible llegar a tener un nivel de dominio casi nativo y no cometer los errores de concordancia en el género gramatical.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/182691/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anastasiia Ogneva ha recibido fondos de - la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia (ayuda a la etapa predoctoral) y el Ministerio de Universidades (ayuda postdoctoral Margarita Salas)</span></em></p>¿Por qué asimilamos tan fácilmente el género gramatical cuando aprendemos a hablar la lengua nativa y en cambio con un segundo idioma es tan difícil?Anastasiia Ogneva, Profesora ayudante doctora, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1845842022-06-13T17:57:49Z2022-06-13T17:57:49Z¿Afecta la educación bilingüe al desarrollo de la lengua materna?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/468434/original/file-20220613-31880-nfdr10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=27%2C9%2C6162%2C4139&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/word-spanish-made-block-wooden-letters-241532416">Shutterstock / exopixel</a></span></figcaption></figure><p>“Al final, con esto del bilingüismo, los niños no aprenden ni inglés ni español”. ¿Quién no ha escuchado, a la salida del colegio o en la barra de un bar, razonamientos de este tipo?</p>
<p>Esta preocupación va más allá de los entornos puramente informales y es compartida incluso por parte del profesorado. En 2009, <a href="https://doi.org/10.1093/applin/amp041">un estudio</a> ponía de manifiesto cómo algunos profesores de lengua castellana y literatura se mostraban reacios a coordinar sus acciones con las del programa bilingüe, ya que lo consideraban una amenaza para el español. ¿Qué hay de cierto detrás de esta creencia?</p>
<h2>¿Cuándo resta el bilingüismo?</h2>
<p>En ocasiones muy específicas, el aprendizaje de una segunda lengua sí puede ir en detrimento de la lengua materna. Este fenómeno, conocido como <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/bilingsoc.htm"><em>bilingüismo sustractivo</em></a>, se da cuando, en etapas clave del desarrollo lingüístico (la infancia y la adolescencia), la segunda lengua acapara toda la atención del hablante, que abandona su primera lengua o la relega a un uso minoritario. </p>
<p>Esto ocurre en situaciones de contacto entre lenguas, en las que hablantes de lenguas minoritarias pueden llegar a favorecer una lengua dominante por imposición, pragmatismo o prestigio. Dos sonados ejemplos a nivel mundial son las comunidades indígenas australianas y los hablantes de herencia hispana en Estados Unidos.</p>
<p>En Australia, la política lingüística de enseñar solo en inglés estaba provocando <a href="https://qz.com/1531025/the-racist-history-behind-the-disappearance-of-australias-indigenous-languages/">la desaparición de las lenguas aborígenes</a>, que eran lenguas maternas de muchos niños. Fue precisamente la introducción de la enseñanza bilingüe en 1973 la que fomentó su uso en el aula y salvó a estas lenguas de la extinción. </p>
<p>En la actualidad, en Estados Unidos hay casi tantos hablantes nativos de español como españoles hay en España (<a href="https://data.census.gov/cedsci/table?q=Language%20Spoken%20at%20Home&tid=ACSST1Y2019.S1601">42 millones, el 10 % de la población</a>). Sin embargo, el uso del español exclusivamente en el hogar provoca que la mayoría presente <a href="http://dx.doi.org/10.1016/j.linged.2015.05.006">dificultades para utilizarlo en entornos académicos</a>. </p>
<h2>Expulsión de contextos formales</h2>
<p>Vemos por tanto que el bilingüismo solo resta cuando una lengua mayoritaria se impone a otra minoritaria (o minorizada) y la relega a contextos informales o de bajo prestigio. En España tampoco estamos libres de ejemplos. Durante la dictadura franquista, el uso de las lenguas regionales no solo fue expulsado del sistema educativo, sino que también fue <a href="https://fisherpub.sjfc.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1322&context=ur">ilegalizado y sancionado en el espacio público</a>. </p>
<p>Además, hoy día siguen existiendo importantes comunidades lingüísticas cuyas lenguas maternas no constituyen lenguas de instrucción en el sistema educativo. Este sería el caso del árabe en Ceuta (o <em>dariya</em>), que, pese a ser la lengua materna del <a href="https://www.ieceuties.org/single-post/2014/10/12/el-%C3%A1rabe-ceut%C3%AD-es-la-lengua-habitual-del-629-de-los-ceut%C3%ADes-%C3%A1rabomusulmanes-1">24 % de la población</a>, no tiene todavía presencia institucional en los centros escolares.</p>
<h2>¿Qué ocurre con el bilingüismo educativo?</h2>
<p>En este apartado vamos a centrarnos en la enseñanza bilingüe en la que el español convive con otras lenguas extranjeras, mayoritariamente el inglés. Por mucho que el inglés goce del estatus de <em>lingua franca</em> (o lengua global), no se cumplen en absoluto las condiciones para que su uso en el aula amenace al aprendizaje del español. </p>
<p>En primer lugar, el español sigue siendo lengua vehicular del conocimiento: el uso mínimo del inglés en los centros bilingües está establecido en el 30 %, y en el mejor de los casos llega al 50 % de las horas de clase. </p>
<p>Por otro lado, el español goza de gran vitalidad, tanto en nuestras calles como <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_21/informes_ic/p01.htm">a nivel mundial</a>. Por tanto, la lógica nos empuja a pensar que el español no corre ningún riesgo en las aulas. </p>
<h2>Respaldo científico</h2>
<p>No obstante, en muchas ocasiones la ciencia desvela patrones contrarios a la lógica o el sentido común. De ahí la importancia de someter estas creencias al método científico. Esto es lo que hemos hecho en el <a href="https://www.upo.es/investiga/bimap/">proyecto BIMAP</a> de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), en el que hemos llevado a cabo tres estudios para analizar la interacción entre el español y el inglés en centros educativos bilingües.</p>
<p>En un <a href="https://doi.org/10.1093/applin/amaa037">primer estudio</a>, publicado en la revista <em>Applied Linguistics</em>, se realizaron pruebas de competencia (de nivel) en español, inglés e historia a 3 800 estudiantes de 184 institutos (bilingües y no bilingües). Entre otras cosas, este estudio reveló que los estudiantes del sistema bilingüe obtienen mejores resultados en español que los del sistema no bilingüe (en <a href="https://theconversation.com/desigualdad-en-educacion-la-culpa-no-es-del-bilinguismo-173609">este otro artículo</a>, analizamos la interacción entre los resultados y el nivel socioeconómico). </p>
<p>En un <a href="https://doi.org/10.1080/09500782.2022.2079951">segundo estudio</a>, que acaba de ver la luz en <em>Language and Education</em>, se hace un seguimiento de 20 de estos estudiantes durante 2 años. Aquí vemos que el español de los estudiantes se desarrolla de forma totalmente óptima y apropiada: utilizan un léxico más rico y una sintaxis más compleja a medida que avanzan en el sistema educativo. En otras palabras, responden sin problemas a las demandas lingüísticas de las distintas disciplinas académicas, que aumentan progresivamente de dificultad. </p>
<h2>Transferencia entre lenguas</h2>
<p>Se preguntarán cómo es posible que el español mejore cuando se le reemplaza por el inglés como lengua de instrucción en ciertas asignaturas. La respuesta a esta pregunta la encontramos precisamente en el tercer estudio del proyecto BIMAP. </p>
<p>Desde los años ochenta del siglo pasado, se sostiene la hipótesis de la <a href="https://doi.org/10.1080/08855072.1980.10668382">competencia subyacente común</a>. Es decir, se piensa que hay un conocimiento lingüístico común para todas las lenguas que un individuo habla, y que los avances en una lengua se transfieren también a la otra. </p>
<p>En el <a href="https://doi.org/10.1080/13670050.2021.2001428">tercer estudio</a>, publicado recientemente en el <em>International Journal of Bilingual Education and Bilingualism</em>, encontramos pruebas que respaldan precisamente esta hipótesis. Durante los dos años del segundo estudio, también se analizó el desarrollo del inglés de estos mismos 20 estudiantes. En este tiempo, se aprecia un desarrollo simultáneo y paralelo en los dos idiomas de aspectos lingüísticos como la nominalización del discurso, la riqueza léxica y la estructuración de las ideas, que suponen bases comunes para la abstracción y la organización del pensamiento.</p>
<p>Por tanto, contamos con datos suficientes para contestar con bastante seguridad a la pregunta del titular. Sí, la educación bilingüe en España afecta al desarrollo de la lengua materna: lo refuerza y lo mejora.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/184584/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Adrián Granados Navarro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Nuestros tres estudios específicos en España muestran que aprender en una segunda lengua además de la nativa refuerza la competencia lingüística en ambas.Adrián Granados Navarro, Profesor de Lingüística Aplicada, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1773842022-04-04T18:33:14Z2022-04-04T18:33:14ZLo que Gibraltar nos enseña sobre el cerebro bilingüe<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/455052/original/file-20220329-27-1i6h94m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C305%2C3000%2C1684&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/amazing-vista-top-rock-gibraltar-330439385">Shutterstock / Josemaria Toscano</a></span></figcaption></figure><p>Cada vez hay más personas <a href="https://www.francoisgrosjean.ch/bilin_bicult_en.html">bilingües</a> y <a href="https://www.ethnologue.com/guides">multilingües</a> en el mundo. Entre el 60 y el 70 % de la población mundial habla más de una lengua, un porcentaje que llega hasta el 90 % en el caso de África. </p>
<p>El contacto de lenguas es una constante en nuestros días, ya sea entre dos lenguas maternas o entre una lengua materna y una lengua extranjera. Estudios como los que llevamos a cabo en nuestro laboratorio, el <a href="https://uvalal.uva.es">UVALAL</a>, tratan de dar respuesta a preguntas claves sobre este contacto. </p>
<p>¿En qué contextos se produce este contacto? ¿Qué consecuencias tiene para el hablante bilingüe? ¿Cómo puede el cerebro bilingüe procesar las dos lenguas? ¿Procesan de manera diferente las dos lenguas los individuos bilingües dependiendo de qué tipo de bilingües sean? </p>
<p>Al tratarse de un fenómeno tan extendido, abundan las investigaciones científicas que buscan superar <a href="https://www.francoisgrosjean.ch/myths_en.html">los mitos</a> que han existido acerca del bilingüismo.</p>
<h2>Alternancia de códigos</h2>
<p>Además de que las dos lenguas estén en contacto en la mente del bilingüe, se puede dar el caso de que las dos lenguas formen también parte del contexto social en el que vive el bilingüe. Por ejemplo, un bilingüe inglés–español que viva en Valladolid está en un contexto de bilingüismo individual; mientras que un bilingüe de ese par de lenguas que viva en Gibraltar está en un contexto de bilingüismo social.</p>
<p>El contacto de lenguas hace que los bilingües sean diferentes de los monolingües. No sólo porque los bilingües hablen dos lenguas y los monolingües una, sino porque el cerebro de los bilingües procesa las lenguas de forma distinta. Esto da lugar a determinados fenómenos lingüísticos como la influencia entre las dos lenguas o la alternancia entre estas. A esto último se le denomina alternancia de códigos.</p>
<p>La <a href="https://www.researchgate.net/publication/222124315_Un_nase_or_una_nase_What_gender_marking_within_switched_DPs_reveals_about_the_architecture_of_the_bilingual_language_faculty">alternancia de códigos</a> consiste en mezclar las dos lenguas en una misma conversación. Así, por ejemplo, el bilingüe puede empezar a hablar en una lengua y, en una parte concreta del discurso, pasar a hablar en la otra lengua. Suena así: </p>
<blockquote>
<p>“Shiquilla, can you do me a favour? ¿Tú le puedes decir a tu madre si me puede recoger a los niños del school? Que está lloviendo and I’m not gonna have time y mañana los quiero llevar a la playa y… she can do me that favour yo mañana cojo y le hago un cake pa’ ella”. </p>
</blockquote>
<p>(Puede escucharlo en <a href="https://www.tiktok.com/@hippie.domaris/video/7056821977050303750">este tiktok de Hippie Domaris 2022</a>).</p>
<p>Y también suena así:</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/Xf1h3BhRitE?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
</figure>
<p>La investigación demuestra que para que el bilingüe alterne entre sus lenguas tiene que tener un gran <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/bilingualism-language-and-cognition/article/codeswitching-as-a-marker-of-linguistic-competence-in-bilingual-children/DE93C61F10B151AD5EC248E8D0EB5006">dominio</a> de ambas. Es decir, que la alternancia no indica falta de competencia sino todo lo contrario.</p>
<h2>El caso de Gibraltar</h2>
<p>Gibraltar ofrece un contexto de lenguas en contacto único: si bien la lengua oficial es el inglés, ya que es territorio británico de ultramar, el español está muy presente por su situación geográfica estratégica y por el constante flujo de personas que cada día cruzan la frontera entre La Línea y Gibraltar.</p>
<p>El UVALAL se trasladó a Gibraltar puntualmente en 2017 y en 2022 para analizar la alternancia de códigos que producen niños y adultos bilingües entre el inglés y el español. Cómo alternan entre las dos lenguas cuando hablan nos da información acerca de cómo su cerebro está procesando las propiedades gramaticales de esas lenguas. </p>
<h2>Por qué ‘el book’ es mejor que ‘the libro’</h2>
<p>Por ejemplo, hemos visto que existe una preferencia por “el school” porque el artículo del español (“el”) frente al del inglés (“the”) ofrece información relativa al género y al número del nombre. Este tipo de información gramatical es importante para los bilingües. Les hace producir una serie de estructuras y no otras; y también les hace usar fenómenos como la concordancia de género, según los casos.</p>
<p>Estas conclusiones coinciden con las que se han obtenido del análisis de <a href="http://uvalal.uva.es/index.php/results/publications-2/">otros bilingües inglés-español</a> de España, Canadá o Estados Unidos.</p>
<p>Hemos analizado también qué decisiones toma el hablante bilingüe no solo cuando habla, sino cuando se enfrenta a una estructura con alternancia de códigos y tiene que elegir entre dos posibilidades. </p>
<p>Estas decisiones tienen que ver, por ejemplo, con cómo su cerebro procesa el género: cuando se le enseña una foto y se le pregunta “¿cómo es the book?” (“¿cómo es el libro?”) y se le dan dos opciones: pequeño y pequeña, ¿qué prefiere? Existe una tendencia a elegir “pequeño” porque el bilingüe piensa en “book-libro” y en el género que tiene “libro”. Y, por tanto, hace una concordancia de género entre “book” y “pequeño” que no se podría dar entre “book” y “pequeña”. Por el contrario, si la pregunta fuese “cómo es the house?” (“¿cómo es la casa?”), la preferencia sería elegir el adjetivo en femenino “pequeña”.</p>
<p>Al monitorizar el movimiento de los ojos cuando se lee una estructura con alternancia de códigos (p.ej., “the book is pequeña”), la información que obtenemos es también valiosa. En este caso los ojos funcionan como una <a href="https://rael.aesla.org.es/index.php/RAEL/article/view/363">ventana al cerebro</a>. Nos permiten ver si al procesar la información en una primera pasada, algo llama la atención al cerebro y hace que el ojo tenga que volver a “book” porque “pequeña” le resulta extraño, por ejemplo. Si la estructura fuese “the book is pequeño”, la lectura sería, en cierta manera, más fluida porque no llamaría la atención del bilingüe.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/453563/original/file-20220322-23-1ridoyr.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Gibraltareño realizando una prueba con un aparato que mide el movimiento ocular (eyetracker).</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
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<h2>Dos lenguas en una mente</h2>
<p>Cuando ponemos al bilingüe en distintas situaciones experimentales que van más allá de las que se producen de forma espontánea obtenemos información muy valiosa sobre el contacto de lenguas. Podemos entender cómo dialogan las dos lenguas en la mente del bilingüe.</p>
<p>Puesto que las situaciones de lenguas en contacto en el mundo actual son muy numerosas y también muy distintas entre sí, es necesario seguir investigando: utilizar distintos pares de lenguas, estudiar distintos fenómenos lingüísticos (la influencia entre las dos lenguas; la alternancia de códigos) y contar con bilingües con distintos perfiles lingüísticos (con inglés y español como lenguas maternas; o con español como lengua materna e inglés como lengua extranjera o al contrario). </p>
<p>Todo esto nos ayudará a comprender cómo nuestro cerebro usa el lenguaje y la complejidad de esta tarea en el caso del contacto de lenguas, en el caso del bilingüismo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/177384/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raquel Fernández Fuertes recibe fondos de
- Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional)
- Junta de Castilla y León y fondos FEDER</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Esther Álvarez de la Fuente recibe fondos de -Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) - Junta de Castilla y León y fondos FEDER. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Sonja Mujcinovic recibe fondos de
- Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional)
- Junta de Castilla y León y fondos FEDER</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tamara Gómez Carrero recibe fondos de - Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) - Junta de Castilla y León y fondos FEDER - Junta de Castilla y León y Fondo Social Europeo</span></em></p>Investigamos el uso intercalado de inglés y español en hablantes de Gibraltar para averiguar cómo funciona el cerebro bilingüe.Raquel Fernández Fuertes, Directora del UVALAL (University of Valladolid Language Acquisition Lab), Universidad de ValladolidEsther Álvarez de la Fuente, Profesora del Departamento de Filología inglesa, Universidad de ValladolidSonja Mujcinovic, Profesora ayudante doctora de filología inglesa , Universidad de ValladolidTamara Gómez Carrero, Investigadora predoctoral en filología inglesa, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1760882022-02-20T17:46:17Z2022-02-20T17:46:17Z¿Es posible aprender lengua con un envase de yogur, una caja de zapatos o una taza?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/444638/original/file-20220206-23-xldzjz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Conversation</span> </figcaption></figure><p>La mayoría de los objetos cotidianos contienen escritura de algún tipo junto a otros códigos semióticos (dibujos, flechas, diagramas). Existe una metodología innovadora llamada “<em>Realia</em> con escritura” que promueve la consideración de estos objetos como recursos pedagógicos, que se integran de modo natural en el aprendizaje de una lengua. Dicha metodología la hemos aplicado a la reflexión sobre la propia <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/lenguamaterna.htm">lengua materna</a>. </p>
<p>En el proceso de <a href="https://www.educalinkapp.com/blog/proceso-de-ensenanza-aprendizaje/">enseñanza y aprendizaje</a>, los recursos y materiales didácticos tienen mucha importancia. Deben cumplir una serie de requisitos y funciones para que se pueda validar su eficacia pedagógica. </p>
<p>Por eso, planificar y sistematizar lo que queremos llevar al aula es una reflexión prioritaria y que preocupa tanto a profesorado novel como al experimentado.</p>
<h2>Tipos de materiales didácticos</h2>
<p>La metodología <em>Realia</em> con escritura se puede aplicar a la disciplina de Lengua castellana y Literatura y, especialmente, a la formación de futuro profesorado. Reivindicamos con ella el potencial “policomunicativo” de los objetos cotidianos, válidos para reflexionar sobre los usos naturales de la propia lengua, desde un enfoque lúdico y <a href="https://es.scribd.com/document/377506108/QUE-ES-MULTIMODALIDAD-docx">multimodal</a>. Pero ¿por qué llevar estos materiales al aula?</p>
<p>Tradicionalmente en ella encontramos los denominados materiales didácticos <em>ad hoc</em>. Nacen estos con una intención formativa y didáctica a priori. Los libros de texto, los cuadernillos de refuerzo o ampliación, las fichas de trabajo y, más recientemente, los soportes audiovisuales complementarios (audios y podcast educativos, enlaces a blogs) son, en su conjunto, recursos portadores de un estilo comunicativo y educativo estandarizado, y muy comunes aún en la práctica docente. </p>
<p>En segundo lugar, están los llamados materiales “auténticos”: revistas, periódicos, guías de viaje, catálogos… que contienen muestras vivas de la lengua y que el profesorado convierte en material pedagógico. No han nacido con un fin didáctico, pero reactivan el aprendizaje de la lengua, ahora desde un <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/enfoquecomunicativo.htm">enfoque comunicativo</a>. </p>
<p>Destacamos, en tercer lugar, los denominados “realia” o cosas. Se trata de objetos reales (frutas de plástico, muñecos, figuras), carentes de marcas lingüísticas. Son altamente motivadores y su manipulación favorece el reconocimiento e identificación de conceptos. Se convierten en grandes aliados para el <a href="https://comunidadesdeaprendizaje.net/presentacion/aprendizaje-dialogico/">juego dialógico</a> en torno a ellos (aprender tocando). </p>
<h2>La utilidad de las etiquetas</h2>
<p>Y, finalmente, le llega el turno a los que etiquetamos como <em>realia</em> con escritura. Son objetos cercanos al ámbito estudiantil; su requisito: contener mensaje escrito junto a otros códigos comunicativos. Ello permite analizar la lengua en contexto, frente a la lengua aislada o lengua como sistema.</p>
<p>Envases y cajas (galletas, té, medicamentos, zapatos), bolsas de comercios, vasos de yogur, botes de mermelada, etiquetas, estuches, tazas… se reciclan en el aula como nuevos materiales didácticos. </p>
<p>Son útiles para reconocer tipologías textuales (textos publicitarios, literarios, instructivos…); para repasar las familias léxicas, las expresiones antónimas; para diferenciar abreviaturas de siglas y acrónimos; para distinguir usos adverbiales, reconocer las diferentes estructuras sintácticas; para descubrir la carga irónica o sugestiva con la que el producto nos quiere convencer… </p>
<p>En definitiva, para acercarnos a la lengua cotidiana desde el atractivo desafío que supone teorizar sobre ella más allá del libro de texto al uso. </p>
<p>La atenta mirada del aprendiz puede hallar en cada objeto ejemplos pertenecientes a los diferentes sistemas de la lengua: fonético–fonológico, léxico–semántico, morfosintáctico.</p>
<h2>Fortalezas metodológicas del <em>realia</em> con escritura</h2>
<p>Esta propuesta se inspira, metodológicamente hablando, en el enfoque del aprendizaje significativo. Este busca atender la variable motivacional (aprender con lo que ya sabemos, involucrarnos, interés, autoeficacia y meta competencial) y la reflexión metalingüística sobre la lengua materna.</p>
<p>Y se contextualiza, además, en la metodología instructiva de los materiales docentes, pues indaga en las funciones que estos deben cumplir (versatilidad, accesibilidad, potencial motivador, multimodalidad, naturaleza tangible, poder inclusivo…). </p>
<p>A partir de su manipulación, el alumnado identifica, en una primera fase, los contenidos lingüísticos de distinta naturaleza que presenta: epistemológicos o conceptuales, instrumentales, socioculturales.</p>
<p>La segunda fase se reserva a su explotación didáctica. La versatilidad de estos nuevos materiales invita a generar todo tipo de dinámicas y tareas: construir minirrelatos, elaborar decálogos de normas ortográficas, diseñar mapas conceptuales sobre la cortesía lingüística, etc.</p>
<h2>Aplicación en la Enseñanza Superior</h2>
<p>Hemos aplicado esta metodología en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Se han defendido allí trabajos de especialización (Fin de Grado y Máster) con títulos tan sugerentes como <a href="https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/65935"><em>Del aula a la despensa: lectoescritura de andar por casa</em> (TFG, 2013)</a>, <a href="https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/67982"><em>Los objetos también hablan: didáctica de materiales realia en el aula de secundaria</em> (TFM, 2016)</a>, <a href="https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/93273"><em>Realia: la realidad de las cosas. Investigación y actuación didáctica para las aulas de 5º y 6º de primaria</em> (TFG, 2017)</a> o <a href="https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/104551"><em>Realias con texto o cómo fortalecer la escritura desde el juego: propuesta de programación didáctica para 3º de la ESO</em> (TFM, 2020)</a>.
Su denominador común: subrayar el apoyo formativo de estas “cosas que nos hablan”. </p>
<p>Y se han publicado investigaciones como <a href="https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/111883"><em>Lengua y agua de arroz. Un estudio de caso sobre los realia con escritura y su perspectiva multimodal</em> (2021)</a> o <a href="https://revistas.uece.br/index.php/redufor/article/view/3613"><em>Realia con escritura: motivación y reflexión metalingüística sobre la L1 en la formación del profesorado</em> (2021)</a>. </p>
<p>Antes de tirar el envase de lo que come, viste y calza, eche un vistazo a su mensaje. Recicle el conocimiento que tiene de su propia lengua y compruebe cuánto <a href="https://www.wordreference.com/es/translation.asp?tranword=input"><em>input</em></a> lingüístico saboreamos diariamente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176088/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juana Rosa Suárez-Robaina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Trabajar con las etiquetas de paquetes de artículos o alimentos permite analizar la lengua en contexto, trabajar familias léxicas, abreviaturas, antónimos, o descubrir cargas sugestivas.Juana Rosa Suárez-Robaina, Docente e investigadora del Departamento de Didácticas Específicas de la ULPGC. Miembro del GIR "Motivación, Educación y Salud", Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1755552022-02-13T20:21:52Z2022-02-13T20:21:52ZLigar en Jaén no es lo que parece<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/444876/original/file-20220207-66930-1bio0ob.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5367%2C3549&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/shrimps-love-194397797">Shutterstock / Mateusz Gzik</a></span></figcaption></figure><p>En la vida de todo ser humano existen actividades atemporales. Para llevarlas a cabo no importa ni el dónde ni el cuándo, solo el con quién. Da igual que haga frío o calor, que llueva o truene, que sea lunes o domingo… Para los habitantes de la provincia de Jaén, “ligar” es una de esas actividades.</p>
<p>Es probable, apreciado lector, que se sienta algo perdido. Si es habitante de la provincia, seguramente imaginará de qué va a tratar este artículo. Si, por el contrario, no es de estas tierras, puede que esté pensando lo que no es. </p>
<p>Vamos a hablar de algo que gusta, y mucho, a los jienenses. “Ligar”, sí, pero con unas cervecillas, unas patatillas, un platillo de aceitunas o lo que encarte. </p>
<h2>Ligar, una palabra conflictiva</h2>
<p>Partamos de una anécdota que, aunque aquí ficticia, muchos jienenses habrán vivido alguna vez: </p>
<p>Un día cualquiera se reúnen unos amigos. Juan ha traído a Martín, su primo de [insértese un lugar]. Tras las presentaciones, pregunta: “¿Hoy dónde vamos a ligar?”. Martín se sonroja. Responde Jesús: “Me han dicho que se liga muy bien en Casa Fulanito”. Martín, que tiene novia, se pone nervioso. El último en llegar cierra el debate: “Vamos donde siempre y le enseñamos al primo de Juan cómo se liga en Jaén”. Martín se asusta. </p>
<p>El pobre Martín no tiene la culpa de no saber qué querían decir su primo y sus amigos. Si consultamos <em>ligar</em> en el <a href="https://dle.rae.es/ligar"><em>Diccionario de la lengua española</em></a> (<em>DLE</em>), de los múltiples significados que tiene la palabra, en un contexto coloquial, el más conocido por los hablantes de castellano es sin duda “entablar relaciones amorosas o sexuales pasajeras”. Sin embargo, como vamos a ver, en la provincia de Jaén este significado convive con otro bien distinto. Y es que “ligar” es un andalucismo, esto es, una palabra o uso lingüístico propio de Andalucía. </p>
<p>Los andalucismos pueden considerarse dialectalismos lingüísticos. Siguiendo la definición de “dialectalismo” <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-siglo-xviii-y-la-identidad-linguistica-de-mexico-discurso-de-ingreso-a-la-academia-mexicana-de-la-lengua-10-de-noviembre-de-2005/">que realiza Concepción Company en su Discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua</a>, podemos hablar de tres tipos de andalucismos: </p>
<ol>
<li><p>La voz y su significado no existen fuera de Andalucía. </p></li>
<li><p>La voz y su significado sí son compartidos con otros lugares, pero su uso es más frecuente en la comunidad autónoma andaluza. </p></li>
<li><p>La voz es compartida con el español, pero ha desarrollado un significado distinto en Andalucía. </p></li>
</ol>
<p>En el caso que nos ocupa, “ligar” es del último tipo. Podemos añadir que, más que andalucismo, es un “jaenismo”, puesto que el significado tan singular que veremos a continuación solo ha surgido en esta provincia. </p>
<h2>Ligar, liga (o ligá), ligada…</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=630&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=630&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=630&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=791&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=791&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/442683/original/file-20220126-17-omhn01.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=791&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Ligar en Jaén.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Autor</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>“Ligar” en Jaén significa “tapear”, “ir de tapas”. El <em>DLE</em> no recoge esta acepción. Sin embargo, sí aparece en varias obras lexicográficas andaluzas. </p>
<p>Antonio Alcalá Venceslada, en su <a href="https://www.juntadeandalucia.es/servicios/publicaciones/detalle/38438.html"><em>Vocabulario Andaluz</em></a> (1933), define la palabra como “beber vino comiendo alguna tapa”. Igualmente, define “liga” (y su variante fonética “ligá”) como “acción de ligar. Comer algo al beber vino”. Curiosamente, también registra “ligada” como sinónimo de “tapa”: “porción pequeña de comida que dan en algunas tabernas con los vasos de vino”. </p>
<p>En su <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=319153"><em>Tesoro léxico de las hablas andaluzas</em></a>, Manuel Alvar, además de recoger “ligar” y “ligada”, marca el uso de estas palabras en puntos concretos de la provincia de Jaén. Así pues, “ligar” significa “beber” o “ir de tascas” en la Sierra de Cazorla; “tapear, alternar bebida con las tapas” en Bélmez de la Moraleda; y “beber con alguien” en Martos. También podemos encontrar el mismo significado en el <em>Vocabulario Andaluz</em> sin que se sitúe su uso en ningún lugar. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/444845/original/file-20220207-23-1i6227n.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/vzIgmhbEN9w">Nacho Carretero Molero / Unsplash</a></span>
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</figure>
<p>Por su parte, “ligada”, de acuerdo con Alvar, es propio de Valdepeñas, donde tiene el mismo significado que el registrado por Venceslada, y de Bélmez, si bien aquí, cambia su significado por “convite”. </p>
<p>Asimismo, se documenta la palabra en obras lexicográficas de ámbito local como: <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/peculiaridades-del-habla-de-begijar_978-84-699-5555-0"><em>Peculiaridades del habla de Begíjar</em></a> de Martínez Calle, el <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/vocabulario-marteno_978-84-923864-3-7"><em>Vocabulario Marteño</em></a> de Villar Castro y Cruz Villalobos (2010) y el <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7531637"><em>Vocabulario Coloquial de Jódar (Jaén)</em></a> de Jesús Barroso, publicado en la <a href="https://funjdiaz.net/folklore/pdf/rf461.pdf"><em>Revista Folklore</em></a>. </p>
<p>Finalmente, no podemos cerrar el artículo sin acudir a la reciente publicación sobre el léxico andaluz llevada a cabo por las investigadoras Lola Pons (Universidad de Sevilla) y Marta Torres (Universidad de Jaén). En su obra <a href="https://journals.ucjc.edu/VREF/article/download/4350/3135/"><em>Las hablas andaluzas. Glosario de una realidad lingüística</em></a> (<a href="https://www.archiletras.com/actualidad/archiletras-refuerza-andalucia-distribucion-las-hablas-andaluzas/"><em>Archiletras</em></a>), “ligar” es definido como “salir a tomar tapas a distintos bares o tascas, habitualmente con amigos”. Al igual que Alvar, Pons y Torres señalan zonas de uso de esta palabra dentro de la provincia, concretamente refieren las comarcas de Sierra Mágina y El Condado. </p>
<p>También registran las variantes “ligá” (echar la ligá), “liguera” (ir de liguera o echar la liguera) y “ligue”. Por último, cabe destacar que documentan esta voz en un texto publicado en el periódico provincial <a href="https://www.diariojaen.es/provincia/andujar/mas-de-30-tapas-para-ligar-por-la-ciudad-XH2595426"><em>Diario Jaén</em></a>. </p>
<h2>¿Qué relación tienen ambos significados?</h2>
<p>“Ligar” deriva del latín “ligāre”. Pero ¿cómo surge este significado tan peculiar? Llegar al origen es una empresa complicada. Podemos hacer algunas conjeturas a partir de la acepción de la palabra de “unir o enlazar”. Cuando “se liga” se unen varias cosas: la comida, la bebida y la compañía de los amigos. </p>
<p>Hace poco tiempo, en una conocida red social realicé una publicación sobre este tema en la que compartía esta hipótesis. Un lector de Jódar comentó que para su abuelo el origen no era ese. Antiguamente, se “ligaban los dineros”. Los amigos juntaban lo que buenamente podían para pagar lo que se fuera a comer y beber. Maravilloso. </p>
<p>Hasta que se descubra el misterio, disfrute el lector en su visita a la provincia de Jaén del noble arte de ligar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175555/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan José Sánchez Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En la vida de todo ser humano existen actividades atemporales. Para los habitantes de la provincia de Jaén, “ligar” es una de esas actividades.Juan José Sánchez Martínez, Investigador FPU en el Departamento de Filología Española, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1712412022-01-05T17:49:07Z2022-01-05T17:49:07Z¿Qué es el judeoespañol?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/438813/original/file-20211222-23-1dtwiww.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3914%2C2423&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Ejemplar de La Luz, periódico ladino publicado en Constantinopla en 1865, en Plovdiv en 1903 y en Sofia entre 1907 y 1914.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_Luz_Sofia_1910.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Si echamos un vistazo a los libros de texto de ESO o Bachillerato utilizados en España en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura de estos últimos veinte años, descubriremos la falta de información que hay sobre el judeoespañol. </p>
<p>Con suerte, solo encontraremos unas pocas líneas en los libros de Bachillerato dentro del tema dedicado a las lenguas de España y las variedades del español. Este vacío explica el desconocimiento general que existe entre la población española, ya que buena parte de ella no ha oído hablar nunca de algo tan hispánico como es el judeoespañol.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=740&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/438795/original/file-20211222-120394-1kaduhk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=930&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Carta escrita por Haim de León en España poco antes de la expulsión de 1492.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://folkmasa.org/av/aspamiac.htm">Instituto Maale Adumim</a></span>
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<p>El ladino, como también se denomina, «es la lengua descendiente de aquella que hablaban los judíos expulsados de España en 1492, por no haber querido convertirse al cristianismo», según afirma uno de estos manuales de clase de hace algunos años. El texto daba unos pocos detalles más: «La lengua hablada por los judíos sefardíes, desvinculada del castellano peninsular durante siglos y empleada sólo en el círculo familiar, se mantuvo a través de las generaciones sin apenas cambios. Por ello, la característica fundamental del judeoespañol es su arcaísmo, ya que ni siquiera fue afectada por el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Reajuste_de_las_sibilantes_del_idioma_espa%C3%B1ol#:%7E:text=Durante%20los%20siglos%20XVI%20y%20XVII%2C%20ocurri%C3%B3%20un%20proceso%20de,s%2F%20y%20%2F%CA%83%2F.">reajuste fonológico del siglo XVI</a>».</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C119%2C1881%2C1076&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C119%2C1881%2C1076&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=973&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=973&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=973&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1223&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1223&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/438794/original/file-20211222-13-1h0mdq0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1223&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Ilustraciones dentro de un texto litúrgico en judeoespañol de celebración de la Pascua judía.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://digitalcollections.lib.washington.edu/digital/collection/p16786coll3/id/3679/rec/2">University Libraries / University of Washington</a></span>
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<h2>El judeoespañol y sus hablantes</h2>
<p>La definición anterior deja abiertas muchas cuestiones que necesitan aclararse o completarse. Lo primero que hay que saber es que el judeoespañol no es una lengua derivada directamente del latín, sino que es producto de la propia evolución del español fuera de las fronteras de la Península. La segunda cuestión se refiere a que no solo es hablada, sino también escrita por la población sefardí. </p>
<p>Y ¿quiénes son los <a href="http://sefardiweb.com/node/8">sefardíes</a>? Son los descendientes de los judíos procedentes de España (o <em>Sefarad</em>) que fueron <a href="https://theconversation.com/la-expulsion-de-los-judios-el-31-de-marzo-de-1492-una-fecha-historica-olvidada-157702">expulsados de los territorios de las coronas de Castilla y Aragón en 1492</a>. Dichos sefardíes han seguido manteniendo la lengua española como seña de identidad, generación tras generación, a lo largo de toda su historia y hasta nuestros días.</p>
<h2>Características del judeoespañol y sus variedades</h2>
<p>Sin embargo, aunque pueda señalarse como característica del judeoespañol su arcaísmo, es un error entender que la lengua sefardí se ha mantenido prácticamente intacta después de más de cinco siglos. <a href="https://theconversation.com/para-que-sirven-las-lenguas-172319">Todas las lenguas vivas</a> están en continuo cambio.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=962&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=962&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=962&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1209&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1209&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/438804/original/file-20211222-19-1h0n1f3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1209&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Texto litúrgico de la Pascua judía (alrededor de 1900)</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://digitalcollections.lib.washington.edu/digital/collection/p16786coll3/id/3728/rec/1">University Libraries / University of Washington</a></span>
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<p>Es cierto que el ladino conserva elementos del pasado; por ejemplo, antiguos vocablos o voces desusadas en el español general de hoy, como <em>conducho</em> (“suministros”), <em>mancebo</em> (“joven, muchacho”) o <em>preto</em> (“negro”). También es evidente la existencia de formas propias del español del siglo XV (<em>ferida</em> “herida”; <em>vido</em> “vio”, <em>estó</em> “estoy”). <a href="https://descubriendoeljudeoespanol.webnode.es/testimonios/">El judeoespañol <em>suena</em></a> al conocido comúnmente como <em>castellano antiguo</em>, pero no lo es. </p>
<p>El arcaísmo no es su única peculiaridad. Como sucede en todas las lenguas, el judeoespañol ha sufrido una evolución interna y externa, gracias en este último caso al contacto con otras lenguas extranjeras. </p>
<p>La relación con esos otros idiomas ha sido de diferente naturaleza. Por un lado, el judeoespañol entró en contacto con las lenguas propias de los países donde se establecieron los sefardíes tras la Expulsión (especialmente la cuenca del Mediterráneo y los Balcanes). Por otro, se ha visto influido culturalmente por diferentes lenguas modernas de prestigio (italiano, francés, inglés). Y, por último, ha recibido la influencia de la lengua de su patrimonio espiritual y religioso, el hebreo.</p>
<p>El judeoespañol no ha sido ni es homogéneo, sino todo lo contrario, ya que su principal rasgo característico es el <a href="https://dle.rae.es/polimorfismo?m=form"><em>polimorfismo</em></a> (“que puede tener distintas o múltiples formas”). De hecho, no es raro encontrar variantes de un mismo fenómeno que alternan en un mismo texto. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/438796/original/file-20211222-49721-uad9oc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Calendario en ladino publicado en Nueva York en 1916/1917.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Kalendario_5677.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Además, dentro de él se pueden señalar <a href="https://books.google.es/books?id=s3J3lp4lwrAC&printsec=copyright&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false">diferentes variedades dialectales</a>, que se agrupan en dos grandes familias: la norteafricana (o <a href="http://www.vocesdehaketia.com/La_Haketia.htm">haquitía</a>) y la oriental, que puede a su vez subdividirse en tres grandes zonas. La primera, el área central, ocupa el sur de los Balcanes, Turquía y Egipto. En ella se sitúan los tres grandes centros culturales sefardíes: Estambul, Salónica y Esmirna. La segunda, el área periférica europea, ocupa la zona norte y oeste de los Balcanes. </p>
<p>Por último, el área periférica extraeuropea, correspondiente a Israel, constituye una nueva <a href="https://dle.rae.es/koin%C3%A9?m=form">koiné</a> (“lengua común que resulta de la unificación de ciertas variedades”) de elementos de las otras zonas.</p>
<h2>La cronología</h2>
<p>En la historia del judeoespañol se han podido señalar diferentes etapas. En primer lugar, tenemos un período de formación o preclásico (desde fines del siglo XV a finales del XVII); después se alcanza una fase de plenitud, la del judeoespañol castizo o clásico (siglo XVIII y mediados del siglo XIX), donde ya se puede considerar como la lengua propia (y de cultura) de los sefardíes; y, finalmente, encontramos el período de decadencia, el judeoespañol tardío o moderno (desde mediados del siglo XIX), en el que se dan las mayores influencias de otras lenguas modernas, sobre todo del francés.</p>
<h2>El futuro del judeoespañol</h2>
<p>Como se ha puesto de manifiesto, el judeoespañol no es único, sino diverso y múltiple. Hacia dónde se dirija su futuro es difícil saberlo, dependerá de sus hablantes y del interés que despierte en las nuevas generaciones. No se sabe con exactitud el número de personas que lo habla en la actualidad. En 2018, la web <a href="https://www.ethnologue.com/language/lad">Ethnologue</a> señaló que había 133 000 hablantes de ladino en todo el mundo (125 000 en Israel). </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=773&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/438798/original/file-20211222-18663-15qa0vo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=972&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Nuevo silabaryo Espanyol : metod pratika i moderna por el embezamiento de la lingua Djudeo-Espanyola, kompuesto segun las mejores metodas fransezas (1929).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://digitalcollections.lib.washington.edu/digital/collection/p16786coll3/id/3595/rec/5">University Libraries / University of Washington</a></span>
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<p><a href="https://theconversation.com/holocausto-lo-que-muestran-las-cifras-del-genocidio-nazi-109351">El Holocausto</a>, la emigración y la existencia de unas redes sociales débiles, la influencia del propio español moderno y el desinterés de algunos sefardíes por el mantenimiento de su propia lengua, entre otras razones, contribuyeron al abandono progresivo del judeoespañol en el siglo XX. </p>
<p>Sin embargo, la revitalización que está viviendo en estos últimos tiempos, especialmente gracias a internet, así como la aparición de múltiples cursos, conferencias o talleres –que han proliferado sobre todo durante la pandemia del COVID-19– están haciendo que cada vez más personas se interesen por aprenderlo o recuperarlo. No puede afirmarse, por tanto, que el judeoespañol haya desaparecido y que hoy no sea una lengua viva en el mundo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171241/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elisabeth Fernández Martín no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La lengua hablada por los judíos españoles tras la Expulsión sigue viva y en constante evolución, aunque sea poco conocida en su país de origen.Elisabeth Fernández Martín, Profesora e investigadora del Área de Lengua Española, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1723192021-12-13T20:38:16Z2021-12-13T20:38:16Z¿Para qué sirven las lenguas?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/436976/original/file-20211210-137612-ayzys4.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1914%2C1077&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Caligrama realizado por Andrés Marín Jarque para el Museo Valenciano de Etnología.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cal%C2%B7ligrama_interrogants_(26696005912).jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Las lenguas son constelaciones de palabras que compartimos todos aquellos hablantes que estamos inmersos en un entorno lingüístico concreto. A pesar de su sorprendente variedad –existen unas 7000–, la lingüística trata de analizarlas y determinar su estructura. </p>
<p>Esta relativamente reciente disciplina, que cuenta con muchas escuelas y enfoques, ha indagado también en las diferentes funciones del lenguaje. Pero ¿para qué sirven las lenguas exactamente?</p>
<p>Es innegable que desde que existe la humanidad, nos han servido para comunicarnos, expresar nuestras emociones, recordar nuestras historias y desarrollar nuestras culturas. Además, las lenguas nos ayudan a preservar la memoria, embellecen la realidad y son formas aglutinadoras de pensamiento y significado.</p>
<h2>Las lenguas, espejo de la realidad</h2>
<p>Tradicionalmente, se ha entendido que las lenguas son herramientas para nombrar el mundo, es decir, existen como espejo de la realidad. Sin embargo, a partir del Romanticismo y de la exaltación de lo particular, el lenguaje se convierte en expresión del pensamiento y se relaciona con la cultura. Además, desde el postmodernismo, el lenguaje se analiza teniendo en cuenta su valor ideológico (en cuanto a las relaciones de poder, de dominio o resistencia). </p>
<p>Por una parte, el relativismo lingüístico arguye que gracias al lenguaje podemos comprender mejor las sociedades. Esta teoría tiene su origen lejano en el Romanticismo. Uno de sus precursores, Wilhelm von Humboldt, defendía que el espíritu de la nación florece en el lenguaje. Según esta escuela, las lenguas nos sirven, en su diversidad, <a href="https://theconversation.com/asi-define-el-idioma-que-hablamos-nuestra-manera-de-pensar-146934">para entender la idiosincrasia de los pueblos</a>. </p>
<p>Por ello, contamos en español con palabras como <em>merendar</em>, <em>paella</em>, <em>sobremesa</em> y <em>trasnochar</em>, que tanto dicen de nuestras costumbres y que son difíciles de traducir a otras lenguas. Curiosamente, la expresión <em>vergüenza ajena</em> parece referirse a un sentimiento muy español. En el inglés se traduce como <em>Spanish shame</em> (vergüenza española).</p>
<p>Por otra parte, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Wittgenstein">Ludwig Wittgenstein</a>, uno de los filósofos modernos más relevantes, llega a la conclusión de que el lenguaje nos sirve, sobre todo, para expresar nuestros pensamientos. Bien sabemos que expresar nuestras ideas hace que las pongamos en orden e incluso nos prepara para diferentes actividades. Muchos estudiantes repiten en alto la lección para aprenderla y algunas personas simulan conversaciones difíciles para entrenarse en las posibles respuestas. </p>
<h2>Las palabras curan penas</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=870&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=870&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=870&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1093&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1093&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/436972/original/file-20211210-142574-10tcdk3.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1093&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Sigmund Freud fotografiado por Max Halberstadt en 1921.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sigmund_Freud,_by_Max_Halberstadt.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>Además, las palabras pueden curar casi todas las penas si las expresamos en alto a modo de confesión, sobre todo desde un diván freudiano, y gracias al lenguaje un psicólogo podría <a href="https://theconversation.com/con-depresion-nos-expresamos-de-otra-manera-y-un-ordenador-lo-detecta-99957">detectar si una persona sufre una depresión</a>. </p>
<p>Los trastornos del lenguaje nos ayudan también a diagnosticar problemas de desarrollo en los niños. En adultos, las afasias pueden indicar tumores, accidentes cardiovasculares o infartos cerebrales en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81rea_de_Broca">zonas muy concretas del hemisferio izquierdo</a>.</p>
<p>Las palabras, según los postulados de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/John_Langshaw_Austin">John L. Austin</a> en <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-como-hacer-cosas-con-palabras/212239"><em>Cómo hacer cosas con palabras</em></a>, hacen cosas. Cuando dos personas contraen matrimonio, las damos por casadas cuando un concejal o un sacerdote dice “Les declaro marido y mujer”. Esto es así aunque no se haya firmado el acta ni el matrimonio se haya inscrito en el registro. Son esas palabras las que cambian nuestra realidad.</p>
<h2>La escuela idealista</h2>
<p>Las lenguas son también sinónimo de creación, al menos así lo consideran <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Vossler">Karl Vossler</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Leo_Spitzer">Leo Spitzer</a>, exponentes de la escuela idealista. El poeta español <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%A1maso_Alonso">Dámaso Alonso</a>, que sigue sus pasos, llega a defender que “todo el que habla es un artista”. </p>
<p>Especialmente cuando las lenguas son expresión artística, apelan también a los sentimientos de la población. Así, soñaba <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Celaya">Gabriel Celaya</a> que el lenguaje es, en su expresión poética, “un arma cargada de futuro” y “un instrumento para cambiar el mundo”. </p>
<p>No en vano la revolución de Portugal comenzó con dos canciones, que sirvieron de señal para que el movimiento revolucionario se echara a la calle. Una de ellas, <a href="https://youtu.be/Lt_FhgPVGA0"><em>Grândola, Villa Morena</em></a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Afonso">José Alfonso</a>, había sido prohibida por la dictadura por su mensaje y se convirtió en símbolo de la democracia en el país luso.</p>
<p>Observadas bajo la lupa del lingüista, las lenguas forman sistemas abstractos de reglas que adquirimos y manejamos con diferentes funciones comunicativas, pero además, sus vocabularios son <a href="https://theconversation.com/la-palabra-patata-y-lo-que-nos-cuenta-sobre-nuestra-historia-151699">palimpsestos que ilustran invasiones de otros pueblos</a>, el desarrollo del pensamiento y los cambios históricos del significado. El estudio de la historia de las lenguas es el estudio de las sociedades donde se hablan.</p>
<h2>Lingüística forense</h2>
<p>Además, las lenguas nos ayudan a crear una identidad irrepetible –de hecho, una de las características que nos distingue del resto de los miles de millones de seres humanos es la voz-. También la forma en la que nos expresamos cuando hablamos o escribimos es absolutamente única. Estos rasgos, que son analizados por lingüistas forenses, sirven como prueba para inculpar o defender a una persona en un juicio. </p>
<p>La lingüista Sheila Queralt examina la resolución de muchos casos policiales gracias a sus análisis en el libro <a href="https://www.amazon.es/Atrapados-por-lengua-Ling%C3%BC%C3%ADstica-Ilustrados/dp/8418100176"><em>Atrapados por la lengua: 50 casos resueltos por la Lingüística Forense</em></a>.</p>
<p>Por citar un ejemplo, el secuestro y asesinato de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Secuestro_de_Anabel_Segura">Anabel Segura</a> en 1993 fue resuelto gracias al estudio de los mensajes de voz de los secuestradores. No solo porque en las cintas se escuchaba la palabra <em>bolo</em>, que se usa solamente en Toledo como sinónimo de tonto. Esto hizo que se restringiera la búsqueda. También porque sus voces se hicieron públicas y esto hizo posible que una persona identificara a uno de los secuestradores, al que acababa de ver.</p>
<h2>Las lenguas son requisito para el conocimiento</h2>
<p>Nuestros idiomas son complejas herramientas formadas por palabras y sus combinatorias, representan generaciones de sabiduría y ponen a nuestra disposición un caudal de recursos inigualable. </p>
<p>Las palabras cobran vida cuando las decimos y tienen multitud de funciones. Decía Wittgenstein también que el estudio del lenguaje es única vía de acceso al conocimiento. Es posible que no exista nada en nuestro pensamiento que no pueda ser nombrado de alguna manera.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172319/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Patricia Álvarez Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Cada escuela lingüística se centra en un papel del lenguaje: el pensamiento, la cultura, la creación. Las lenguas definen la realidad y al mismo tiempo la crean, permitiendo que pensemos y sintamos.Patricia Álvarez Sánchez, Profesora de Traducción e Interpretación, Universidad de MálagaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1728092021-12-12T18:37:12Z2021-12-12T18:37:12Z¿Es lo mismo semilleno que medio lleno?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/436896/original/file-20211210-27-16j0kyx.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1917%2C1074&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/laboratory-flasks-clear-liquid-isolated-109380923">Shutterstock / Karramba Production</a></span></figcaption></figure><p>No cabe duda de que la lengua está viva. La Real Academia normaliza el uso de la lengua pues ya sabemos, por el refranero popular, que las costumbres se hacen leyes. Aun con todo, nos expresamos de modo que lo que decimos nos suene bien.</p>
<p>En lingüística, la morfología se encarga del estudio de la estructura de las palabras y de cómo estas se forman. Un caso interesante lo encontramos en el uso de las unidades <em>semi</em>- y <em>medio</em>, que parecen sinónimas en algunas expresiones, aunque no en todas. </p>
<p>Veamos algunos ejemplos. Podemos decir que una puerta está <em>semiabierta</em> o <em>medio abierta</em>. Sin embargo, en una clase de geometría, pediremos al alumnado que calcule el área de un <em>semicírculo</em>, no de (un) <em>medio círculo</em>. Por otro lado, probablemente prefiramos la expresión <em>medio novios</em> a <em>seminovios</em> para hacer referencia a una relación amorosa no oficializada. </p>
<p>Como vemos, <em>semi</em>- y <em>medio</em> no siempre resultan intercambiables en todos los contextos. Tampoco aparecen en los mismos tipos de textos ni en las mismas situaciones. En este artículo vamos a dar un paseo por el interesante uso de <em>semi</em>- y <em>medio</em>, cuyo significado y funcionamiento es parecido, pero no idéntico.</p>
<h2>‘Semi-’: un prefijo de aires cultos</h2>
<p>Según se refleja en el <a href="https://dle.rae.es/"><em>Diccionario de la lengua española</em></a> (DLE), el prefijo <a href="https://dle.rae.es/semi-?m=form"><em>semi</em></a>- puede combinarse con sustantivos (<a href="https://dle.rae.es/semicircunferencia"><em>semicircunferencia</em></a>, <a href="https://dle.rae.es/semidi%C3%B3s"><em>semidiosa</em></a>) y adjetivos (<a href="https://dle.rae.es/semianalfabeto?m=form"><em>semianalfabeto</em></a>, <a href="https://dle.rae.es/semiabierto?m=form"><em>semiabierto</em></a>). Aunque este diccionario no recoge la combinación de <em>semi</em>- con un verbo, no es difícil encontrar neologismos en los que esto sí ocurre. Como ejemplo, podemos citar formaciones del tipo de <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos/masinfo.asp?NumBobneo=6219&NumApar=2&idioma=Espa%F1ol&anno=2016"><em>semidemoler</em></a> o <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos/masinfo.asp?NumBobneo=1076&NumApar=8&idioma=Espa%F1ol&anno=2014"><em>semiparalizar</em></a>, entre otras, recogidas en el <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos">Banco de neologismos</a> (Centro Virtual Cervantes). </p>
<p>Hasta ahora solo hemos mencionado las posibilidades combinatorias de <em>semi</em>-. Pero, ¿y su significado? Pueden distinguirse <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4533574">varios valores semánticos</a> de este prefijo, los cuales le dan un toque sutil. En primer lugar, cuando <em>semi</em>- se combina con un sustantivo, puede designar la mitad de lo expresado, sobre todo en términos pertenecientes a lenguajes especializados como el de la geometría (<a href="https://dle.rae.es/semirrecta?m=form"><em>semirrecta</em></a>) o el de la música (<a href="https://dle.rae.es/semicorchea?m=form"><em>semicorchea</em></a>). Probablemente por esta vinculación con los lenguajes de especialidad y la terminología técnico–científica, <em>semi</em>- posee cierto regusto culto que lo vincula con un registro formal.</p>
<h2>Casi, no mitad</h2>
<p>Sin embargo, en otros usos, <em>semi</em>- no significa exactamente la mitad. Ejemplos son <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos/Listmasinfo.asp?EntradaBobneo=semiesclavitud&NumApar=72&idioma=Espa%F1ol&anno=2016"><em>semiesclavitud</em></a>, <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos/masinfo.asp?NumBobneo=467&NumApar=6&idioma=Espa%F1ol&anno=2018"><em>semivigilia</em></a> o <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/banco_neologismos/masinfo.asp?NumBobneo=7117&NumApar=2&idioma=Espa%F1ol&anno=2019"><em>semilibertad</em></a>, en los que este prefijo indica cualidad y no cantidad. Así, un estado de <em>semivigilia</em> sería un estado de vigilia parcial o de vigilia no plena, es decir, de duermevela, que también suena genial.</p>
<p>Otro caso interesante para los lingüistas se da cuando <em>semi</em>- se une a unos curiosos adjetivos, llamados “de estado”. Con ellos presenta un matiz que indica que un estado no se ha alcanzado completamente, como ocurre con <em>semiabierto</em>. Puesto que en este caso también podríamos decir <em>medio abierto</em>, pasamos al otro protagonista del artículo: <em>medio</em>.</p>
<h2>‘Medio’: un elemento polifacético</h2>
<p>El <a href="https://dle.rae.es/"><em>DLE</em></a> señala que <a href="https://dle.rae.es/medio?m=form"><em>medio</em></a> puede ser un adjetivo, como en <em>clase media</em>; un sustantivo, como en <em>el justo medio</em>, o un adverbio, como en <em>puerta medio abierta</em> o <em>vaso medio lleno</em>. En este último caso, su significado equivale a “no del todo, no por completo”, como hemos visto para <em>semi</em>- en <em>semiabierta</em> o <em>semilleno</em>. Sin embargo, <em>medio</em> carece del aire culto que posee <em>semi</em>- y aparece sin problemas en un registro informal. </p>
<p>El adverbio <em>medio</em> también puede indicar que una acción o una propiedad no se entienden en su sentido pleno o prototípico, es decir, como que no nos tomamos algo en serio. Así, <em>medio estudiar</em> expresa una forma de estudiar poco concienzuda y con <em>medio novios</em> nos referimos a novios que son más bien ligues. Ese uso de <em>medio</em> para quitar importancia nos ayuda a atenuar o suavizar cualidades negativas (<em>medio tonto</em>, <em>medio locos</em>). </p>
<p>Con los ejemplos anteriores, ya nos va quedando más claro en qué se diferencia <em>medio</em> de <em>semi</em>-: en su carácter coloquial y en su uso para hacer que un adjetivo poco agradable suene algo más cordial. Otra diferencia con <em>semi</em> es que el adverbio <em>medio</em> se puede combinar con los llamados grupos preposicionales, como en <em>medio de rodillas</em> o <em>medio en cueros</em>.</p>
<h2>Prefijo o adverbio</h2>
<p>Hasta ahora, hemos considerado que <em>medio</em> es un adverbio, mientras que <em>semi</em>- es un prefijo. Sin embargo, también <em>medio</em> puede tener <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1012329">naturaleza prefijal</a> (<em>prefijal</em>, vaya palabro que usamos los lingüistas…). Veámoslo con un ejemplo: cuando decimos <em>medio se enamoró</em>, <em>medio</em> funciona como un adverbio, igual que <em>casi</em> en <em>casi se enamoró</em>. En cambio, cuando <em>medio</em> se sitúa entre <em>se</em> y <em>enamoró</em> (<em>se medio enamoró</em>), funciona como un prefijo. Fíjense en que los adverbios como <em>casi</em> no aparecen en esa posición, por eso no decimos <em>se casi enamoró</em>.</p>
<p>Queremos terminar esta comparación entre <em>semi</em>- y <em>medio</em> con un deseo de rabiosa actualidad: ojalá no tengamos que volver a la semipresencialidad, con la que solo medio aprendemos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172809/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Elena Felíu Arquiola recibe fondos de investigación de entidades públicas como la Universidad de Jaén (HUM-834), la Junta de Andalucía y la Unión Europea en el marco del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020.
</span></em></p>¿Por qué decimos semipresencial pero medio novios? Semi- y medio tienen un significado y un funcionamiento parecidos, pero no idénticos.Elena Felíu Arquiola, Catedrática de Lengua Española, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1712762021-11-28T20:09:19Z2021-11-28T20:09:19Z‘En plan…’: Los estudiantes universitarios y la expresión más allá de los 280 caracteres<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/433125/original/file-20211122-19-8mv4bq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C12%2C4230%2C2809&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/portrait-amazed-man-covering-his-mouth-71887096">Shutterstock / ArtFamily</a></span></figcaption></figure><p>Que levante la mano el docente que, tras pedir a uno de sus alumnos la explicación a un problema o una argumentación en una exposición oral en clase, no haya oído alguna vez esta respuesta: </p>
<blockquote>
<p>“En plan… es que no sé cómo explicarlo…”</p>
</blockquote>
<p>El actual sistema educativo tiene una brecha en lo que se refiere a la competencia comunicativa del alumnado. Acceden a la universidad sin un claro dominio de su <a href="https://www.educacionyfp.gob.es/inee/evaluaciones-internacionales/pisa/pisa-2018.html">propia lengua</a>, y eso a pesar de que en los criterios y en los objetivos de muchas materias –no solo de las denominadas de letras– están presentes la expresión escrita, la comprensión lectora y la expresión oral. </p>
<p>De hecho, en la normativa, la primera competencia del <a href="https://www.boe.es/eli/es/rd/2014/12/26/1105/con">currículo</a> en la Enseñanza Secundaria y en Bachillerato es la “lingüística”. Los futuros médicos, los futuros abogados o los futuros arquitectos deben saber comunicar sus ideas.</p>
<h2>La influencia de Twitter</h2>
<p>Se puede contar mucho en 280 caracteres, la nueva medida de Twitter. Nadie espera una reflexión profunda en ellos, aunque puede haberlas. El problema es creer que esa manera de expresarse debe trasladarse a otros entornos y que todo vale por igual en las redes, en un blog o en un entorno digital cualquiera. </p>
<p>Esto se convierte en un inconveniente cuando se demuestra que el alumnado no sabe desenvolverse ante un folio para contestar a una pregunta de examen que requiera de una <a href="https://sede.educacion.gob.es/publiventa/descarga.action?f_codigo_agc=21213">explicación</a> amplia. Aunque no se puede generalizar y hay alumnos que lo hacen en correspondencia a su nivel educativo. No todo es malo ni bueno; hay estados intermedios en la influencia del uso de las pantallas y la pérdida de conciencia lingüística y competencia comunicativa.</p>
<p>Pero <a href="https://portalcomunicacion.uah.es/diario-digital/entrevista/escribir-correctamente-algo-mas-que-una-cuestion-de-ortografia-fotos.html">los alumnos</a> del actual sistema educativo reconocen que no saben expresarse ni de manera oral ni escrita con soltura y que eso dificulta su comunicación más allá de una pantalla. </p>
<h2>Desarrollar la conciencia lingüística</h2>
<p>El lenguaje es la expresión del pensamiento y su dimensión social debería hacernos reflexionar sobre su importancia. De hecho, es el punto a tener en cuenta a la hora de enfocar el estudio de la lengua como asignatura en el alumnado. </p>
<p>No es la primera vez que se estudia y se investiga en este campo. Sin embargo se encuentra más información sobre la mejora de competencia lingüística en la enseñanza de lenguas extranjeras que en la nativa. Sería un error dar por hecho que la dominamos simplemente por ser nuestra lengua materna y haberla aprendido de manera orgánica. Los estudiantes tienen la capacidad lingüística pero no desarrollan la <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/conciencialinguistica.htm">conciencia lingüística</a>. </p>
<p>Como docentes debemos despertar esa conciencia, procurando que la curiosidad y la creatividad a la hora de usar la lengua afloren, ya que esos mecanismos serán los que incidan directamente sobre el uso correcto de la lengua y en el porqué de sus estructuras y elementos.</p>
<h2>Leer el “manual de instrucciones”</h2>
<p>Trabajar con la lengua es como enfrentarse a un microondas. El aparato viene con unas instrucciones que nunca leemos porque creemos que sabemos utilizarlo. Y claro que lo utilizamos, pero lo infrautilizamos, puesto que seguramente haya muchas funciones de las que nos podríamos beneficiar y que ni siquiera sabíamos que tenía. </p>
<p>Así es la competencia lingüística: desde el nivel básico, cuando nos expresamos en nuestra infancia, hasta uno más elaborado en una etapa universitaria. Entre ellas se atraviesan diversos estadios que se deberían corresponder con las diferentes etapas educativas.</p>
<h2>Comunicar es más que hablar</h2>
<p>La llegada a la universidad permite enfrentarnos a una realidad académica que necesita medir nuestro discurso oral y escrito. Esa realidad choca con la verdad. Si lo medimos con las escalas existentes en el aprendizaje de las lenguas extranjeras según el <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf">marco europeo</a>, ¿tendrían nuestros alumnos también en español el B1 o B2 que se exige en inglés? Comprender –comprensión lectora y auditiva–, hablar –expresión e interacción oral– y escribir son los tres descriptores generales en los que se basan estos niveles.</p>
<p>Todos los programas educativos defienden el aprendizaje de otras lenguas en los primeros años de escolarización puesto que la capacidad de aprendizaje es mayor a esas edades. Si se tratara más la competencia lingüística y sus expresiones oral y escrita en la lengua materna en los últimos años de la Educación Primaria, estaríamos preparando el terreno para que en la secundaria se afianzara a otro nivel: <a href="https://www.educa.jcyl.es/es/programas/liga-debate-2020-21">debates</a>, elaboración de periódicos, <a href="http://23miradasiesespinillo.blogspot.com/">revistas</a> o programas de radio, <a href="https://www.educa.jcyl.es/es/informacion/concursos-premios">concursos</a>, etc. Iniciativas que existen y funcionan pero que no son globales y deberían serlo. </p>
<p>A veces, saber presentar algo puede ser más importante que lo presentado en sí: de ahí la importancia del lenguaje y de su papel dentro de la comunicación verbal y no verbal.</p>
<p>Los profesores de lengua o de cualquier materia deben enseñar que la lengua es la función esencial de la mente y que todo se expresa con un lenguaje aprendido. Las estructuras lingüísticas nos preparan para comprender y asimilar las estructuras de la realidad. Nuestra inteligencia, nuestra <a href="https://www.joseantoniomarina.net/articulos-en-prensa/%ef%bb%bf%ef%bb%bf%ef%bb%bfmemoria-y-aprendizaje/">memoria</a> son las que nos permiten asimilar, producir y reproducir mensajes.</p>
<p>Y, sin mensajes, sin contar nuestros caracteres, ya se sabe, no existimos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/171276/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Inmaculada Sanz Mateos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A los alumnos españoles les cuesta expresarse en su propio idioma cuando se trata de ahondar en los temas.Inmaculada Sanz Mateos, Profesora Asociada. Departamento de Lengua Española, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1707442021-11-08T19:04:41Z2021-11-08T19:04:41Z¿Cómo enseñar a los inmigrantes a hablar el idioma del país receptor?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/430790/original/file-20211108-15-zhk7ax.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4486%2C2984&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/migrants-africa-asia-middle-east-learn-1426250492">Shutterstock / Geiger</a></span></figcaption></figure><p>La continua afluencia de inmigrantes y refugiados dentro de las fronteras europeas es un desafío para el que aún no estamos suficientemente preparados. Uno de los retos que nos plantea es el de facilitar el aprendizaje de nuestra lengua, una lengua adicional para las personas multilingües que traspasan fronteras y quienes la necesitan para comunicarse. </p>
<p>Conocer la lengua y la cultura de un país es, en cierto modo, un kit de supervivencia para quien desea comenzar una nueva vida. La lengua en su versión oral y escrita nos permite comprender, interpretar lo que nos dicen, intercambiar ideas, crear lazos, y, en definitiva, participar plenamente en la sociedad. Por el contrario, las personas con bajos niveles de alfabetización están, en muchos casos, abocadas a la exclusión social.</p>
<p>Se trata de personas adultas con pocas destrezas comunicativas en la lengua del país de acogida, que a menudo también tienen <a href="https://www.multilingual-matters.com/page/detail/Vulnerabilities-Challenges-and-Risks-in-Applied-Linguistics/?k=9781788928236">docentes</a> en situaciones laborales inestables y con bajos ingresos. Además, se une otra de las frecuentes dificultades, y es que muchos adultos migrantes, tras su llegada, han de enfrentarse a un <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/tesq.558">sistema legal</a> para regularizar su estancia en una lengua y una cultura distintas de las de su país de origen.</p>
<h2>La enseñanza de español a migrantes</h2>
<p>Participar en programas de formación en la lengua del país es un paso clave para una inserción satisfactoria. Pero no todos los países prestan atención institucional desde la perspectiva de la enseñanza de lenguas a la población vulnerable, quedando esta formación solo en manos de diferentes <a href="https://www.accem.es/vulnerables/">ONG</a> o Servicios Sociales.</p>
<p>Con respecto a la formación educativa de los inmigrantes, apenas aparece alguna mención específica a esta población en las leyes nacionales de educación. En cambio, las leyes relacionadas con los derechos y libertades de los extranjeros y su integración social disponen que los inmigrantes de 16 a 18 años tienen el mismo derecho a la educación que los españoles; la situación de los inmigrantes de más edad depende de si tienen permiso de residencia. Las autoridades regionales son las encargadas de gestionar el acceso de los inmigrantes a la educación.</p>
<h2>Sin programas de alfabetización</h2>
<p>Como hemos mencionado anteriormente, no existen programas institucionalizados de alfabetización en español para los inmigrantes. Por lo general, son las ONG las que se encargan de su impartición. El acceso de la <a href="https://elinet.pro/research/">población poco alfabetizada</a> a estos cursos es irregular, y la participación de las mujeres es especialmente baja. Conciliar horarios de trabajo y de familia con desplazamientos para acceder a los cursos no es tarea fácil. </p>
<p>Además, la covid-19 ha empeorado aún más la situación, no solo por la reducción del gasto público, sino también porque muchos de los materiales con los que se trabaja en el aula no pueden ser compartidos. Lo tecnológico se ha abierto campo en la enseñanza de lenguas pero la <a href="https://youtu.be/E5J96SfHCeI">brecha digital</a> es especialmente notoria en esta población. Esta brecha se deriva de la falta de acceso a ordenadores, de la inexistente o mala conexión a las redes y de la escasa competencia digital de los alumnos.</p>
<p>La formación del futuro profesorado de idiomas suele incidir en la enseñanza al alumnado convencional, por lo que los docentes no siempre están preparados para tratar con adultos con diferentes niveles de alfabetización y orígenes socioculturales. Esto es lo que denunció el sociólogo <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=304378">Vázquez Aguado</a>: la escasez de estudios que consideran “la perspectiva de inclusión de los miembros que realmente tienen que trabajar con estas poblaciones vulnerables”. Sigue siendo un reto pendiente.</p>
<h2>Mediación y cooperación</h2>
<p>En este contexto, se ha propuesto la <a href="https://rodin.uca.es/bitstream/handle/10498/23862/RESED%20n%C2%BA8%2098-115.pdf?sequence=1&isAllowed=y">mediación educativa</a> como un cambio de paradigma para mejorar la aceptación de la alteridad y evitar las desigualdades entre grupos sociales. </p>
<p>Sin embargo, es igualmente importante incorporar tareas cooperativas que estimulen los aspectos relacionales del aprendizaje entre iguales, ya que inducen al intercambio de ideas y experiencias, situando la comunicación en el ámbito social al que es inherente. </p>
<p>Los docentes actúan como mediadores pedagógicos en este proceso, ya que proporcionan apoyo con nuevos conocimientos, información y andamiaje. Además, al adoptar pedagogías basadas en la cooperación de los estudiantes en las tareas de proyectos y actividades de colaboración, puede estimular no sólo el desarrollo cognitivo de sus estudiantes, sino también propiciar su bienestar emocional. Algo que cimentará los aspectos sociales del trabajo en equipo y el sentido de comunidad en el aula. </p>
<h2>Multialfabetizaciones</h2>
<p>En este sentido, la adquisición de competencias multimodales podría ser de ayuda. En realidad, la Pedagogía de las Multialfabetizaciones, diseñada por el <a href="http://newarcproject.pbworks.com/f/Pedagogy+of+Multiliteracies_New+London+Group.pdf">New London Group</a> (1996), se adapta bien a las necesidades de esta población de adultos, ya que el consumo y la producción de <a href="https://revistas.uca.es/index.php/ReSed/article/view/5615">elementos multimodales</a>, como los visuales, los auditivos, los gestuales y los lingüísticos, afectan al procesamiento del significado y repercuten en el desarrollo de la alfabetización. </p>
<p>En resumen, existe un creciente interés en la <a href="https://revistas.nebrija.com/revista-linguistica/article/view/306">investigación sobre la multialfabetización</a> en lenguas adicionales que reclama nuevos enfoques y recomienda una práctica pedagógica inclusiva. En esto trabajan actualmente los miembros de nuestro proyecto “<em>Multiliteracies for adult at-risk learners of additional languages</em>” (MultiLits), porque el conocimiento de la lengua y la cultura del país de acogida es un elemento enriquecedor desde el punto de vista personal y profesional, y además, un medio eficaz de integración social.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/170744/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>M.Carmen Fonseca Moraes Investigadora Principal del proyecto PID2020-113460RB-I00, financiado por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/ . Este proyecto se ejecuta desde el Centro de Investigación COIDESO de la Universidad de Huelva
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Analí Fernández Corbacho y Esther Cores Bilbao no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Conocer la lengua de un país es un kit de supervivencia para quien desea comenzar una nueva vida. Pero la enseñanza del idioma a la población inmigrante está poco respaldada y tiene pocos recursos.M. Carmen Fonseca Mora, Catedrática de Universidad, Grupo ReALL,Enseñanza de lenguas, Centro de Investigación Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (COIDESO), Universidad de Huelva, Universidad de HuelvaAnalí Fernández Corbacho, Profesora Ayudante Doctor en Lingüística Aplicada. Miembro del grupo de investigación ReALL y de COIDESO, Universidad de HuelvaEsther Cores Bilbao, Investigadora del Centro de Investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (COIDESO), Universidad de HuelvaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1696412021-11-03T19:59:21Z2021-11-03T19:59:21ZEnseñar a escribir en el aula: cómo y para qué<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/429706/original/file-20211102-13-19eqhaz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C0%2C6699%2C4476&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/female-teacher-helps-school-kids-finish-1850711911">Shutterstock / BalanceFormCreative</a></span></figcaption></figure><p>El desarrollo de la competencia escrita de los aprendices es uno de los retos que debe afrontar nuestra sociedad. La escritura es una competencia clave para el aprendizaje de todas las áreas del currículum y, por lo tanto, debemos considerarla una herramienta transversal en la construcción del conocimiento y en la mejora del rendimiento escolar. </p>
<p>No es tarea fácil, y para la consecución de esta competencia los centros educativos deberían garantizar el aprendizaje de la lengua escrita a lo largo de toda la escolarización desde al menos dos puntos de vista: </p>
<ul>
<li><p>Por un lado, tomando conciencia de que aprender a escribir es un <a href="https://theconversation.com/ensenar-y-aprender-a-escribir-un-reto-compartido-156695">proceso complejo</a>, que requiere la enseñanza explícita de las <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02103702.1992.10822332">estrategias de composición escrita</a>, del reconocimiento de los <a href="https://doi.org/10.35362/rie590457">géneros discursivos</a>, de las características de las <a href="https://doi.org/10.5209/DIDA.61952">propiedades textuales</a> y, por supuesto, del conocimiento del funcionamiento de la lengua en la que se escribe.</p></li>
<li><p>Por el otro, en tanto que la escritura es una competencia transversal, promoviendo una coordinación didáctica y pedagógica entre el ámbito lingüístico (es decir, el que aúna todas las lenguas curriculares), entre este ámbito y las otras áreas curriculares (en la enseñanza de la escritura se plasma el <a href="http://hdl.handle.net/10045/64750">tratamiento integrado de lenguas y contenidos</a>), y entre las distintas etapas educativas. </p></li>
</ul>
<h2>Escritura, lectura y expresión oral</h2>
<p>Los <a href="https://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/111352/AR06500.pdf?sequence=1">planes de escritura</a> de los centros educativos tienen como objetivo atender holísticamente este reto. En no pocas ocasiones se imbrica con un <a href="https://www.educacion.navarra.es/documents/713364/714655/elplandelectura.pdf/4cacb098-4adb-40fe-9d96-6a7f4260b126">plan de lectura</a>, puesto que <a href="https://redined.mecd.gob.es/xmlui/handle/11162/38349">leer y escribir</a> son dos procesos paralelos, a través de los cuales elaboramos conocimiento sobre el mundo, sobre los demás y sobre nosotros mismos. </p>
<p>Pero la escritura también está vinculada a la <a href="https://www.revue-recherches.fr/wp-content/uploads/2014/06/007-015_delcambre.pdf">oralidad</a>. Múltiples investigaciones demuestran que <a href="https://www.jstor.org/stable/1170726">la interacción oral contribuye a aprender a escribir</a>, es decir, <a href="https://ateneu.xtec.cat/wikiform/wikiexport/_media/fic/cco/cco03/fase_2/hablar-para-escribir.pdf">hablar sobre lo que se está escribiendo</a> ayuda a ser consciente de lo que se escribe, de las dificultades que surgen durante el proceso y, en definitiva, a verbalizar, compartir y saber movilizar las estrategias necesarias para superarlas. </p>
<p>Así pues, la enseñanza de la escritura se imbrica con la comprensión escrita y con la expresión oral y refleja el valor didáctico de la integración de las habilidades comunicativas. </p>
<h2>Tiempo en el aula</h2>
<p>Ahora bien, para que hablar y leer ayuden a mejorar la competencia escrita de los alumnos debemos considerar, como mínimo, dos requisitos: el primero, destinar tiempo en el aula para escribir y para aprender a escribir; y, el segundo, disponer de un marco didáctico para que este tiempo sea formativo, es decir, que se emplee efectivamente para aprender. </p>
<p>En cuanto al primer requisito, el docente debe evitar la sensación de que escribir en clase es perder el tiempo. Al contrario, llevando a cabo estas prácticas, puede reunir <a href="https://www.jowr.org/abstracts/vol7_2/Koster_et_al_2015_7_2_abstract.html">evidencias</a> de que es un <a href="https://www.guilford.com/excerpts/graham_ch1.pdf">tiempo bien aprovechado</a>.</p>
<p>En cuanto al segundo requisito, una de las herramientas metodológicas más efectivas para aprender a escribir en el aula es la <a href="http://revistas.unisinos.br/index.php/calidoscopio/article/view/cld.2016.141.04">secuencia didáctica</a>, que favorece la planificación, la implementación y la evaluación de un proyecto de escritura significativo en el que se aprende a escribir un <a href="https://www.academia.edu/1073679/La_importancia_de_la_planificaci%C3%B3n_de_los_g%C3%A9neros_discursivos_en_los_alumnos_de_primaria_y_secundaria_en_el_dise%C3%B1o_de_tareas_de_escritura?bulkDownload=thisPaper-topRelated-sameAuthor-citingThis-citedByThis-secondOrderCitations&from=cover_page">género discursivo determinado</a>.</p>
<h2>Secuencias didácticas</h2>
<p>Las secuencias didácticas de lengua se desarrollan desde hace más de tres décadas (véase <a href="https://archive-ouverte.unige.ch/unige:34129">Bronckart y Schneuwly</a> y <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1174/113564096763277715">Camps</a>) y hay múltiples <a href="https://roderic.uv.es/handle/10550/58974">investigaciones y experiencias de aula</a> que las avalan en todas las etapas educativas: <a href="https://revistas.ucm.es/index.php/DIDA/article/view/65953">infantil</a>, <a href="https://revistaselectronicas.ujaen.es/index.php/ADE/article/view/4714/4883">primaria</a> y <a href="https://www.researchgate.net/publication/39207236_Sequencies_didactiques_per_aprendre_a_escriure">secundaria</a>.</p>
<p>Estas herramientas metodológicas que la investigación ha desarrollado e implementado en las aulas ayudan a concretar los objetivos que prescribe el actual marco curricular de la educación obligatoria. El <a href="https://www.boe.es/buscar/pdf/2014/BOE-A-2014-2222-consolidado.pdf">Real Decreto 126/2014</a>, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria en España (y que los respectivos currículos de las comunidades autónomas despliegan), indica lo siguiente en referencia a la enseñanza y aprendizaje de la competencia escrita (pp. 27-28):</p>
<blockquote>
<p>La enseñanza de los procesos de escritura pretende conseguir que el alumno tome conciencia de la misma como un procedimiento estructurado en tres partes: planificación del escrito, redacción a partir de borradores de escritura y revisión de borradores antes de redactar el texto definitivo.</p>
<p>Para progresar en el dominio de las técnicas de escritura, es necesario adquirir los mecanismos que permitan al alumno diferenciar y utilizar los diferentes géneros discursivos apropiados a cada contexto (familiar, personal, académico, social) en todas las áreas del currículo.</p>
<p>La evaluación se aplica no solo al producto final, elaborado de forma individual o en grupo, sino sobre todo al proceso: se evalúa y se enseña a evaluar todo el desarrollo del texto escrito a partir de las producciones de los propios alumnos y alumnas. </p>
<p>La revisión en grupo debe admitirse como práctica habitual en estos casos para favorecer el aprendizaje autónomo.</p>
</blockquote>
<h2>Evaluar el proceso, no el resultado</h2>
<p>Así pues, enseñar a escribir teniendo en cuenta las tres fases del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Modelo_cognitivo_de_Flower_y_Hayes">proceso de escritura</a> (planificación, textualización y revisión), partiendo del constructo <em>género discursivo</em>, atendiendo al proceso más que al producto final y generando oportunidades de interacción en el aula para que los estudiantes aprendan a escribir juntos para ser cada vez más autónomos, son premisas que cualquier docente debería tener en cuenta para plantear <a href="http://xtec.gencat.cat/web/.content/projectes/escriptura/ara-escric/eines-per-al-professorat/decaleg-descriptura/documents/DEC_Gencat_10.pdf">tareas de escritura en el aula</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/169641/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mariona Casas Deseuras no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Expresarse eficazmente por escrito es una de las competencias más importantes que los estudiantes deben adquirir. Su desarrollo requiere tiempo y va de la mano de la lectura y la expresión oral.Mariona Casas Deseuras, Profesora de Didáctica del Lenguaje. Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura (GRELL), Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1642552021-10-28T00:21:34Z2021-10-28T00:21:34Z¿Sirve para algo aprender sintaxis, morfología o semántica?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/428588/original/file-20211026-13-1esu268.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5483%2C3647&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/female-student-during-spanish-class-front-143761414">Shutterstock / stockfour</a></span></figcaption></figure><p>El mundo, o al menos este pequeño mundo que es España, tiene cierta tendencia a dividirse en bandos: los que prefieren la tortilla de patata con cebolla y los que la prefieren sin cebolla; los que quieren la pizza con piña y sin piña… y los que piensan que en la asignatura de Lengua castellana y Literatura (y, por extensión, aquellas en las que se estudian lenguas maternas en las comunidades bilingües) los alumnos de primaria y secundaria deben dirigir sus esfuerzos a mejorar las cuatro destrezas (a saber: hablar, escuchar, leer y escribir) y aquellos que creemos que la asignatura de Lengua tiene entidad por sí misma y no debe concebirse solo como un instrumento.</p>
<p>Con respecto a esta última división parece que, lamentablemente, el grupo de aquellos que se muestran partidarios de eliminar contenidos como la sintaxis, la morfología, la semántica, los análisis de textos, las variedades del español, etcétera, son el grupo más numeroso, nutrido, sobre todo, por una gran mayoría de estudiantes que afirma aquello tan manido de “¿y esto a mí para qué me sirve?”.</p>
<p>No creo que haya nadie partidario de no proporcionar a las destrezas básicas un papel predominante en la enseñanza no universitaria: hablar y escribir correctamente son herramientas absolutamente fundamentales para que cualquier adulto pueda acceder a un puesto de trabajo, para que pueda continuar sus estudios o para realizar acciones cotidianas; por no hablar de la comprensión lectora, base fundamental para que los niños entiendan y puedan resolver los famosos problemas de matemáticas que tanto les cuestan.</p>
<p>Sin embargo, asumir que la asignatura de Lengua debe ser la única responsable de que estos aprendizajes tengan lugar, dejando de lado para ello, si es necesario, contenidos propiamente lingüísticos, es un error. En lo que sigue, y sin afán alguno de exhaustividad, voy a mencionar algunos aprendizajes que ahora tienen lugar en la asignatura de Lengua y que desaparecerían si todos sus contenidos se dirigieran al desarrollo de las mencionadas destrezas.</p>
<h2>La denostada gramática</h2>
<p>Empecemos por la denostada gramática: morfología y sintaxis, disciplinas inútiles donde las haya habida cuenta de que para hablar y escribir no necesitamos saber lo que es un complemento directo. Se me ocurren, no obstante, algunos peros (se me ocurren muchos en realidad, pero voy a nombrar solo algunos).</p>
<p>El primero guarda relación con la buscada corrección al escribir. Observo recurrentemente en los exámenes de la EvAU que los alumnos escriben cosas como “El texto se trata de que…” y me pregunto si quizás, <a href="http://www.linred.es/numero14_articulo_9.html">como señalan Gutiérrez y Pérez</a> (2017), no sería adecuado poder enseñar a los estudiantes que “tratar” es un verbo con dos valencias, es decir, que ha de tener un sujeto y un complemento de régimen, sin “se” (X trata de Y) o bien, si añadimos el “se”, una estructura de pasiva refleja (“En este texto se tratan…). </p>
<p>También son extremadamente útiles las nociones de sintaxis para escribir mejor, en tanto que podemos decir, sin tener que dar más explicaciones, que escribimos "porque” cuando introducimos una causa, “por qué” cuando introducimos una interrogativa precedida por la preposición “por”, “porqué” cuando es un sustantivo y “por que” cuando tenemos una relativa precedida de “por”, o bien una subordinada sustantiva término de la preposición “por”. Así, sin ejemplos, esta oración solo es informativa para alguien que sepa algo de gramática.</p>
<p>La enseñanza de la morfología también parece útil para conseguir mejorar las destrezas, especialmente la competencia lectora, en tanto en cuanto el cerebro tiene que trabajar menos cuando es capaz de identificar la estructura interna de las palabras, como ya contaba <a href="https://theconversation.com/asi-deberian-ser-las-clases-de-lengua-segun-la-ciencia-148752">en este artículo</a>. </p>
<h2>¿Qué significa “vigilable”?</h2>
<p>También nos ayuda con la comprensión oral y escrita, ya que nos permite predecir el significado de nuevas palabras; así, por ejemplo, aunque usted no haya escuchado nunca la palabra “vigilable”, que no viene recogida en el diccionario, la morfología le permite adivinar que significa algo como “que se puede vigilar”.</p>
<p>La gramática nos permite además opinar con conocimiento sobre algunos temas de mucha actualidad. Para muestra, un botón: el masculino genérico y su capacidad (o no) de ser machista. Uno (o una) puede opinar que la lengua española es machista y que, en tanto que lo es, conviene contribuir al cambio mediante el uso de desdoblamientos (niños y niñas) y nuevos neutros (niñes). O puede considerar que el masculino genérico es una herramienta suficiente para englobar ambos géneros y que, por tanto, no es necesario recurrir a otras estrategias artificiosas que contribuyen a crear confusión en el discurso. </p>
<p>Cualquiera de las dos opciones tiene argumentos a favor y en contra pero, si no conocemos cómo funciona la gramática, corremos el riesgo de que nuestros argumentos sean, cuanto menos, ridículos. </p>
<p>Dos ejemplos de afirmaciones no muy acertadas, uno a favor y otro en contra de decir que la lengua española es sexista: el primero (oído a estudiantes universitarios) es afirmar que la lengua española es machista porque los utensilios y electrodomésticos utilizados para cocinar son siempre femeninos: la lavadora, la nevera, la sartén… (pero, ¿y el lavavajillas, el microondas, el horno, el frigorífico… o, incluso, “el mismo sartén” en algunos dialectos?). </p>
<p>El segundo argumento (fácilmente desmontable) que se me ocurre es el que clamaron a los cuatro vientos los detractores de los desdoblamientos cuando Irene Montero pronunció la palabra “portavoza”, tremendamente indignados porque la segunda parte del compuesto ya era femenino (“voz”); de nuevo, un poco de reflexión nos hubiera hecho observar que la segunda parte del compuesto no determina el género de la palabra (“lavavajillas” es masculino, pero “vajilla” es femenino, por ejemplo).</p>
<p>Si bien la gramática es uno de los contenidos centrales en la enseñanza de la lengua española, no es ni mucho menos el único. Pensemos, por, ejemplo, en los temas dedicados a las variedades del español, que deberían formar parte de la cultura general de cualquier ciudadano con estudios medios. Si estudiamos los dialectos, entenderemos que todas las variantes de la lengua son igual de prestigiosas, igual de correctas y que la variante considerada estándar no es más que una especie de invento artificial que poca relación guarda, en ocasiones, con la adquisición de la lengua materna. </p>
<h2>“Los andaluces no saben hablar”</h2>
<p>No saber esto provoca afirmaciones falsas como “los andaluces no saben hablar” o “los vascos, como tienen dos lenguas, no conjugan bien los tiempos verbales del español”. Estas afirmaciones, además de mostrar la ignorancia de quien las emite, contribuyen a la creación de estereotipos discriminadores que resulta necesario erradicar.</p>
<p>Saber qué es una lengua y qué es el lenguaje resulta útil para un sinfín de cosas más, como para entender que las lenguas signadas son lenguas naturales, lo que significa que tienen su propio léxico y sus propias reglas (sintaxis). Sabemos que un niño sordo balbucea en lengua de signos y que hasta que desarrolla su lengua materna pasa por las mismas etapas que un niño que está desarrollando una lengua oral. </p>
<p>Sabemos que en España, además de las lenguas reconocidas en la Constitución y otras tantas no reconocidas, pero sí habladas (como el bable o el aranés), tenemos dos lenguas signadas: la española y la catalana, que no son “traducciones” del español y el catalán.</p>
<p>En fin, que la enseñanza de contenidos lingüísticos en la asignatura de Lengua nos permite aprender multitud de cosas útiles, la mayor parte de las cuales no se han mencionado aquí por cuestión de espacio; y esto a pesar de que la utilidad no debe ser un criterio para aprender (también sabemos comer aunque no estudiemos biología o dar una patada a un balón aunque no estudiemos física).</p>
<p>Así pues, enseñemos a nuestros niños a hablar y escribir, a escuchar y a leer, pero no a costa de los contenidos de la asignatura de Lengua. Y con respecto a los contenidos de Lengua, enseñémoslos bien, con rigor, ajustándonos a la ciencia y a la descripción de la realidad (pero ese es otro tema del que hablaremos otro día).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164255/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Silvia Gumiel Molina no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los contenidos de la asignatura de Lengua española y Literatura nos permiten aprender multitud de cosas útiles. No denostemos el valor que tiene la materia para saber más cosas de la vida, no solo leer y escribir.Silvia Gumiel Molina, Profesora Titular de Lengua española, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1652152021-08-31T18:20:27Z2021-08-31T18:20:27ZCreatividad lingüística durante ‘la madre de todas las crisis’: el caso de los ‘snowclones’ en inglés<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/414115/original/file-20210802-20-y9353m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5582%2C3707&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Durante la pandemia de COVID-19, hemos visto <a href="https://theconversation.com/coronavirus-has-led-to-an-explosion-of-new-words-and-phrases-and-that-helps-us-cope-136909">una explosión de nuevas palabras y expresiones en inglés</a> (por ejemplo, “<em>covidiot</em>”) y otros idiomas (“<em>Coronaspeck</em>” en alemán), que nos han ayudado a darle sentido a un periodo definido por la confusión social, el cambio constante y la paralización global. El alcance de la innovación léxica en relación a la crisis del coronavirus no tiene precedentes, y esta se ha visto visiblemente reforzada por el creciente grado de conexión digital entre comunidades causado por la pandemia. En este contexto, el lenguaje nos proporciona recursos para crear nuevos términos y poder referirnos a nuevas entidades o ideas.</p>
<p>Pero el lenguaje también se debe entender como un sistema combinatorio y productivo que armoniza una serie de <a href="https://thenewpress.com/books/for-reasons-of-state">reglas (sintácticas)</a> y/o <a href="https://books.google.es/books/about/Constructions_at_Work.html?id=LHrcqeZmUN4C&redir_esc=y">piezas (construcciones)</a> de forma libre e infinitamente variada. Un tipo específico de <a href="https://www.peterlang.com/view/title/18095">creatividad lingüística “fija”</a>, en la que los hablantes manipulan material lingüístico de forma intencionada para lograr <a href="https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/zaa-2018-0025/html">un efecto creativo</a>, ha logrado capturar la necesidad de las personas que se dedican a escribir de expresar nuevos e inesperados significados de una forma convencional: la pandemia de COVID-19 ha sido terreno fértil para los llamados <em>snowclones</em> lingüísticos.</p>
<h2>El <em>snowclone</em> es el nuevo cliché</h2>
<p>Un <em>snowclone</em> es una plantilla frasal/sintáctica con elementos léxicos adaptables; se puede replicar repetidamente si se intercambian algunas de las palabras que la componen manteniendo su estructura: por ejemplo en “<em>X is the new Y</em>” (ej. 1: “X es el nuevo Y”), “<em>love in the time of X</em>” (ej. 2: “el amor en los tiempos de X”),“<em>to X or not to X</em>” (ejs. 3 y 4: “X o no X”) o “<em>the mother of all X</em>” (ejs. 5-7: “la madre de todos los X”), los huecos “X” e “Y” permiten diversas opciones en inglés.</p>
<p>Ejemplos: </p>
<ol>
<li><p><a href="https://theconversation.com/dont-know-what-day-it-is-or-who-said-what-at-the-last-meeting-blame-the-coronavirus-142086"><em>Working from home is the new normal</em></a> <em>for many of us. Developing new strategies that support our memory performance might help reduce the number of things we forget, and stop our recollection of the COVID-19 times turning into an amorphous mush</em>. (“Trabajar desde casa es la nueva normalidad para muchos de nosotros. Desarrollar estrategias para ayudar a nuestra memoria puede evitar el olvido, y que en el futuro no recordemos esta época de pandemia como un todo amorfo”).</p></li>
<li><p><em>And there was also</em> <a href="https://www.longfordleader.ie/news/local-news/591599/the-longford-2020-annual-highlights-a-year-where-longford-s-community-spirit-shone-through.html"><em>love in the time of Covid</em></a><em>, where not even the pandemic could stop James & Ally Cawley from celebrating their marriage</em>. (“También ha existido el amor en los tiempos del Covid, en momentos en los que ni siquiera la pandemia frenó a James y Ally Cawley para celebrar su boda”).</p></li>
<li><p><em>Kemp, in his just-issued executive order, simply allows citizens to make the choice on masks:</em> <a href="https://www.washingtontimes.com/news/2020/jul/16/georgia-gov-brian-kemp-clamps-face-mask-mandates-t/"><em>to wear or not to wear</em></a>. <em>Those who fear –wear.</em> (“Kemp, en su recién publicada orden ejecutiva, permite a los ciudadanos que ellos mismos decidan: llevar o no llevar mascarilla”). </p></li>
<li><p><a href="https://247sports.com/college/usc/Article/USC-football-Brandon-Sosna-Covid-19-coronavirus-preparations-challenges-146996574/"><em>To play or not to play</em></a>. <em>That is the question. Whether ‘tis nobler in the mind to suffer through a fall without college football or to take the field amidst the coronavirus pandemic.</em> (“Jugar o no jugar, esa es la cuestión. ¿Es más noble sufrir los embates de un año de universidad sin jugar al fútbol o salir al campo y plantar cara a la pandemia del coronavirus?”).</p></li>
<li><p><em>There is a saying that “necessity is <a href="https://www.adnews.com.au/opinion/new-ecommerce-habits-that-will-stick-beyond-covid-19">the mother of all invention</a>”, but in this case, it was the mother of all adoption. Australia’s Buy Now Pay Later uptake created an opportunity for those affected financially by COVID-19 to maintain some normalcy in their purchase behaviour.</em> (“El dicho afirma que la necesidad es la madre de todos los inventos, pero en este caso ha sido la madre de todas las adopciones. El plan australiano de ‘compra ahora paga luego’ ha supuesto una oportunidad para todos los afectados financieramente por la pandemia de mantener algún grado de normalidad en sus hábitos de consumo”).</p></li>
<li><p><em>Prof David Spiegelhalter of Sage has predicted “<a href="https://www.theguardian.com/commentisfree/2021/jan/22/the-guardian-view-on-the-governments-covid-response-fix-the-failures">the mother of all battles</a>” next month if deaths and infections drop considerably while hospitals and their intensive care units remain under heavy pressure: “Loosening it up will inevitably lead to an increase in cases, a resurgence of the pandemic among younger groups and… that does seep through into hospitalisations”.</em> (“El profesor David Spiegelhalter ha predicho que la madre de todas las batallas llegará el mes que viene si las muertes y los contagios disminuyen considerablemente mientras se mantiene la presión sobre los hospitales y las UCIs: ‘Relajar la vigilancia supondrá un aumento de casos, un resurgimiento de la pandemia entre los más jóvenes… y eso se trasladará al número de hospitalizaciones’”). </p></li>
<li><p><em>I am pleased because we are helping our member states in what <a href="https://www.nationnews.com/2020/10/16/carpha-makes-multimillion-dollar-payment-covid-19-vaccines/">is the mother of all crises</a> that has struck the world in an unprecedented manner.</em> (“Me complace que estemos ayudando a los estados miembros en lo que es la madre de todas las crisis que ha golpeado al mundo de una forma sin precedentes”). </p></li>
</ol>
<p>El término <em>snowclone</em> se convirtió en convencional para referirse a este tipo de cliché (o formula frasal) en <em>Language Log</em>, un blog colaborativo sobre lenguaje y lingüística mantenido por Mark Lieberman desde 2003, donde Geoffrey K. Pullum comenzó <a href="http://itre.cis.upenn.edu/%7Emyl/languagelog/archives/000350.html">una discusión sobre el tema en 2004</a>. Según Pullum, el profesor de economía Glen Whitman es quién originalmente acuñó el término en su blog <a href="http://agoraphilia.blogspot.com/2004_01_11_agoraphilia_archive.html">Agoraphilia</a>. </p>
<p>Desde entonces, el estudio de los <em>snowclones</em> ha alcanzado cierta popularidad, y estos no han sido solamente el objeto de <a href="https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/zaa-2018-0025/html">publicaciones académicas centradas en la creatividad lingüística</a>, sino también de <a href="https://snowclones.org/">blogs</a> cuyos autores y autoras han dedicado una cantidad considerable de tiempo a explorar los diferentes tipos y las curiosas características de estas plantillas frasales. En internet se pueden encontrar, por ejemplo, entradas de blog sobre cómo la frecuencia de los huecos léxicos del <em>snowclone</em> <em>“what happens in X stays in X</em>” (“lo que pasa en X se queda en X”) nos ofrece un <a href="https://tenser.typepad.com/tenser_said_the_tensor/2004/11/a_depravity_met.html">“índice de depravación”</a> aproximado para las diferentes localizaciones geográficas que aparecen asociadas a esta plantilla: Vegas > Dewey > México > Cancún > Neverland > etc.</p>
<p>Por cierto, los lectores y lectoras que se pregunten de dónde surge el “snow” en <em>snowclone</em> querrán visitar <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Snowclone#Eskimo_words_for_snow">la entrada de Wikipedia para el término</a> para comprobar que el lenguaje de los esquimales tiene mucho que ver.</p>
<h2><em>Snowclones</em> en los tiempos del COVID</h2>
<p>Como breve ilustración, esta sección ofrece datos descriptivos relativos al uso de dos populares <em>snowclones</em> en el <a href="https://www.english-corpora.org/corona/">Coronavirus Corpus</a>. Presentado en mayo de 2020, el Coronavirus Corpus es una colección computerizada de textos que tiene como propósito convertirse en el registro definitivo del impacto social, cultural y económico del coronavirus SARS-CoV-2 durante 2020 y en adelante. Este corpus, que contiene más de 1 000 millones de palabras de periódicos y revistas digitales publicados en 20 países anglófonos, está en permanente revisión –con un incremento diario aproximado de 3-4 millones de palabras.</p>
<p>En los dos gráficos que acompañan estas líneas, cada punto representa la primera fecha de uso del <em>snowclone</em> con cada elemento léxico específico en el Coronavirus Corpus. Los puntos crecen en tamaño y se acercan a los tonos violeta y rojo cuando la frecuencia total de un tipo específico es elevada (nb. datos extraídos a finales de mayo de 2021).</p>
<p>El primer gráfico de puntos ilustra el uso de los diferentes tipos de la fórmula “<em>to X or not to X</em>” para expresar nuevos dilemas relacionados con la pandemia ya desde muy pronto en 2020 (la gran mayoría aparecen antes del mes de abril). Las altas frecuencias de ciertos elementos léxicos en el hueco disponible (<em>slot</em>) reflejan los debates públicos que fueron emergiendo en cuanto al uso de la máscara (“<em>mask</em>”, “<em>wear</em>”; ej. 3), la incipiente necesidad de testar y vacunar a la población, o la (im)posibilidad de organizar ciertos eventos deportivos (“<em>play</em>”; ej. 4):</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/414389/original/file-20210803-15-osv4qb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p>El segundo gráfico se centra en las diferentes versiones del <em>snowclone</em> “<em>the mother of all X</em>” (“la madre de todos/as los/las X”) en el Coronavirus Corpus. Se puede observar que esta fórmula es frecuente en combinación con el elemento léxico <em>invention</em>, y dentro del (más extenso) proverbio “<em>necessity is the mother of all invention(s)</em>” (ej. 5 “la necesidad es la madre de todos los inventos”). Esto ilustra bien la gran cantidad de ingeniosos ajustes que la ciudadanía se vio obligada a aplicar a sus costumbres cotidianas durante muchos meses. En el gráfico, también se percibe <a href="https://arxiv.org/ftp/arxiv/papers/2004/2004.06986.pdf">la reinterpretación de metáforas familiares para referirse a la pandemia</a> (“<em>battle</em>”; ej. 6), así como otras interpretaciones más literales que subrayan la enormemente delicada situación: “<em>crises</em>” (ej. 7), “<em>pandemics</em>”, “<em>recessions</em>” y “<em>superspreader (events)</em>” (crisis, pandemias, recesiones y eventos supercontagiosos).</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=694&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/414390/original/file-20210803-23-23az96.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=872&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<p>En términos generales, los ejemplos de <em>snowclones</em> que aquí se presentan son solamente una pequeñísima ilustración de cómo la creatividad lingüística ha florecido bajo la influencia de la crisis del coronavirus. La <a href="https://www.bbc.com/worklife/article/20200522-why-weve-created-new-language-for-coronavirus">creación léxica</a> ha sido apreciable para la mayoría, pero hay otros tipos de creatividad lingüística que han sido productivos (más allá de las palabras) en los últimos 18 meses y que quizá hayan pasado más inadvertidos. Merece la pena prestarle atención a unidades de uso más amplias que la palabra, ya que pocas veces hemos tenido la posibilidad de ver elementos lingüísticos <a href="https://www.diplomacy.edu/blog/language-time-coronavirus-crisis-uk-case-study">mutar tan claramente en tiempo real</a>.</p>
<p>Los <em>snowclones</em> se discutieron y definieron originalmente (en <em>Language Log</em>) como <a href="http://itre.cis.upenn.edu/%7Emyl/languagelog/archives/000061.html">“frases para escritores perezosos” o “clichés periodísticos”</a>. Quizás estas fórmulas convencionales le sirvan de ayuda a alguien para completar su texto sin complicaciones; me gusta pensar que su uso ha tenido una motivación ligeramente diferente en esta época de desafíos: prefiero conjeturar que los <em>snowclones</em> son recursos creativos que han ayudado a vestir el cambio repentino con una piel más convencional, que han hecho posible presentar significados negativos a través de fórmulas reconocibles y predecibles para que sean menos ásperos, que han permitido al lector/a digerir un poco mejor la conmoción social y económica.</p>
<p>El lenguaje está compuesto de un número finito de elementos, pero, cuando los/las hablantes se enfrentan a nuevas situaciones, utilizan las piezas lingüísticas disponibles de formas nuevas y creativas para hablar de esas circunstancias. Todas las personas hemos tenido que modificar nuestras rutinas y hábitos durante la crisis del coronavirus. Al igual que en la vida, lo mismo ocurre en el lenguaje.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/165215/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Tizón Couto no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Más que clichés para periodistas perezosos, los ‘snowclones’ son recursos creativos para revestir la crisis de una pátina de normalidad. Creatividad lingüística para digerir un poco mejor la conmoción.David Tizón Couto, Investigador Distinguido en el departamento de Filología Inglesa, Francesa y Alemana, Universidade de VigoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1647672021-08-26T20:50:16Z2021-08-26T20:50:16ZIlusiones lingüísticas: por qué los científicos deberían conocer las lenguas clásicas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/418008/original/file-20210826-13-e5moti.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C0%2C2973%2C2250&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los tres grandes maestros de medicina: Galeno (romano), Avicena (persa) e Hipócrates (griego) en un grabado medieval.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/three-great-ancient-teachers-medicine-galen-242815747">Shutterstock / Everett Collection</a></span></figcaption></figure><p>Todos hemos tenido la experiencia, de forma inconsciente o como parte de un juego, de eso que llamamos <a href="https://theconversation.com/ilusiones-visuales-por-que-nos-engana-nuestro-cerebro-128364">ilusiones ópticas</a>, en las que se produce un desajuste entre la realidad objetiva, lo que perciben nuestros ojos y lo que interpreta nuestro cerebro.</p>
<p>De manera similar, en la lengua se producen fenómenos que pueden inducir a engaño a los hablantes. Uno de estos corresponde a lo que en lingüística se llama <em>homonimia</em> (del griego ὁμωνυμία <em>homōnymía</em>), una condición que, tal como el <a href="https://dle.rae.es/hom%C3%B3nimo">DLE</a> la define, posee “una palabra que se pronuncia como otra, pero tiene diferente origen o significado muy distante”.</p>
<p>Sucede en palabras que se escriben de forma idéntica (homógrafas), aunque no guardan relación semántica entre sí, como la sustancia a la que llamamos <em>sal</em> (del latín <em>sal</em>) y <em>sal</em>, el imperativo del verbo “salir” (del latín <em>salīre</em> “saltar”); el adjetivo femenino <em>cara</em> (del latín <em>carus</em>), que se dice de algo con un precio elevado, y el sustantivo <em>cara</em> (del griego κάρα <em>kára</em> “cabeza, rostro”). Y así, un largo etcétera. </p>
<p>Ante el peligro de dejarse llevar por lo que se oye, en la escuela hay que hacer hincapié especialmente en aquellos homónimos que suenan igual, pero se escriben de manera diferente (palabras homófonas): hay que explicar que un simple cambio de “b” y “v” marca la diferencia entre el sustantivo <em>voto</em> (del latín <em>votum</em> “promesa hecha a los dioses, deseo”) y la forma <em>boto</em> del verbo “botar” (del germánico <em>bōtan</em> “empujar, golpear”); no digamos ya la hache, por ejemplo, en los verbos <em>echo</em> y <em>hecho</em>, de “echar” (del latín <em>iactāre</em> “lanzar”) y “hacer” (del latín <em>facĕre</em>), respectivamente; y, pese a los esfuerzos de los maestros, no son pocos los adultos que todavía dudan si escribir con “y” o con “ll” los verbos <em>haya</em> (de “haber”, del latín <em>habēre</em> “tener”) y <em>halla</em> (de “hallar”, de <em>fallar</em>, a su vez del latín <em>afflāre</em> “soplar hacia algo, rozar algo con el aliento”). </p>
<p>Ignorar estas normas puede llevar a engaño a un usuario poco formado, que podría no solo cometer una falta de ortografía, sino también producir un mensaje equívoco. La explicación última de tales coincidencias y diferencias simultáneas se encuentra en la etimología de cada voz y en su evolución al español.</p>
<p>Con dificultades similares se topan los estudiantes de disciplinas científicas y técnicas que, además de aprehender los contenidos de sus materias, han de adquirir el léxico específico con el que referirse a dichos contenidos, nomenclaturas que en muchos casos proceden de lenguas que desconocen como el griego antiguo o el latín.</p>
<p>A la vista de los actuales libros de Bachillerato, un estudiante de Biología debe incorporar a su caudal léxico entre 1 000 y 1 500 palabras nuevas de su especialidad, que irán a más si continúa sus estudios universitarios. </p>
<h2>Formantes griegos y latinos en el léxico médico y biológico</h2>
<p>El extraordinario <a href="https://dicciomed.usal.es/palabra/"><em>Dicciomed. Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico</em></a>, creado y coordinado por el profesor Francisco Cortés Gabaudán, recoge en su versión actual 1 977 lexemas. Pues bien, 1 114 de ellos (más del 56 %) proceden del griego y 711 (casi el 35 %) son de origen latino, a los que hay que sumar un buen número de sufijos de ambas lenguas. </p>
<p>Si nos fijamos en las palabras propiamente dichas, de las 7 169 contenidas en el diccionario, 4 649 (más del 64 %) se han creado sobre bases griegas y 1 100 (un 15 % aproximadamente) sobre bases latinas, sin contar los términos híbridos. Estos datos ilustran a la perfección hasta qué punto la terminología biológica y médica descansa sobre el léxico de las lenguas clásicas.</p>
<p>Pues bien, una de las dificultades con las que se encuentran los estudiantes –y no solo ellos– es, precisamente, la homonimia, que les puede llevar a caer en la “ilusión lingüística” de que palabras o componentes léxicos que se escriben igual han de significar lo mismo. </p>
<p>Sin una formación previa, no es fácil entender, por ejemplo, por qué el hipotálamo y el hipocampo, situados ambos en el encéfalo, no tienen nada en común, por más que coincidan en su primer elemento: el <em>hipo-</em> del primero procede del preverbio ὑπο- (<em>hypo-</em>) “debajo de”, pues alude a su posición debajo del tálamo, mientras que el segundo corresponde al lexema del caballo ἵππος (<em>hippos</em>), ya que esta estructura alargada y curvada recibió su nombre por asemejarse en su forma al caballito de mar, también llamado <em>hipocampo</em> (del griego ἱππόκαμπος <em>hippókampos</em> “caballo curvado”). </p>
<p>Otras lenguas europeas permiten diferenciar bien ambos elementos (inglés: <em>hypothalamus</em> e <em>hippocampus</em>, respectivamente; francés: <em>hypothalamus</em> e <em>hippocampe</em>; alemán: <em>Hypothalamus</em> e <em>Hippocampus</em>), pues el tratamiento de los helenismos en ellas es casi de transliteración, mientras que en español estos se han integrado adaptándose perfectamente a nuestra fonética, morfología y grafía, de modo que es más difícil reconocer en nuestra lengua los étimos originales y, en consecuencia, diferenciar su significado.</p>
<p>Casos como estos son relativamente frecuentes. Así, tres palabras griegas completamente distintas, φῦλον (<em>phŷlon</em>) “raza, estirpe”, φίλος (<em>philos</em>) “amigo” y φύλλον (<em>phýllon</em>) “hoja” van a coincidir en un resultado idéntico en español (<em>fil</em>-), diferenciado formalmente, en cambio, en otras lenguas (inglés: <em>phyl-</em>, <em>phil-</em>, <em>phyll-</em>, respectivamente). </p>
<p>En virtud de este distinto origen, no tienen nada en común la <em>parafilia</em> (inglés: <em>paraphylia</em>) como condición por la que, en taxonomía, un grupo de organismos incluye al antepasado común más reciente pero no a todos los descendientes de este, la <em>parafilia</em> (inglés: <em>paraphilia</em>), que se refiere a las prácticas sexuales no habituales, o la <em>afilia</em> (inglés: <em>aphylly</em>), es decir, la carencia de hojas. </p>
<p>Es más, la distinción puede venir de la mano de una simple tilde: <em>mesófilo</em> es una palabra esdrújula (lo mismo que <em>bibliófilo</em> o <em>anemófilo</em>) y solo puede serlo si su segundo componente tenía la penúltima sílaba breve, de modo que este ha de ser necesariamente φίλος (<em>philos</em>) “amigo”; por su parte, <em>mesofilo</em> es llana porque se ha formado con un segundo elemento cuya penúltima sílaba era larga, es decir, φύλλον (<em>phýllon</em>) “hoja” (igual que <em>monofilo</em> o <em>clorofila</em>): en consecuencia, el adjetivo <em>mesófilo</em> (inglés: <em>mesophilic</em>) se aplica a organismos que gustan de temperatura y humedad medias para su correcto desarrollo, mientras que <em>mesofilo</em> (inglés: <em>mesophyll</em>) es el tejido situado entre las dos epidermis de las hojas. Alterar la correcta acentuación de este último término, algo no infrecuente, podría llevar a equívoco.</p>
<p>Interpretaciones incorrectas, “ilusiones lingüísticas”, están, de hecho, en la base de nuevas creaciones léxicas. Es lo que, con toda probabilidad, sucede en algunas palabras acabadas en <em>-cele</em>. A partir de términos antiguos como <em>broncocele</em>, <em>hidrocele</em>, <em>pneumatocele</em>, <em>sarcocele</em>, etc. que, ya desde Celso, Sorano (s. I) o Galeno (s. II), se formaban con el nombre κήλη <em>kḗlē</em> “hernia, tumor”, el segundo elemento de compuesto -<em>cele</em> (latín: -<em>cēlē</em>; francés: -<em>cèle</em>; inglés: -<em>cele</em>) se ha desarrollado fructíferamente en numerosos neologismos para denominar diferentes tipos de hernias o tumores (<em>cistocele</em>, <em>meningocele</em>, <em>varicocele</em>…). </p>
<p>Pues bien, esta base léxica ha entrado en confluencia con otra diferente, la del adjetivo κοῖλος (<em>koîlos</em>) “hueco” y el sustantivo κοιλία (<em>koilía</em>) “cavidad, vientre”, abocada en español a un resultado ciertamente próximo al anterior, <em>cel</em>- (latín: <em>coel</em>-; inglés: <em>coel</em>-), que subyace en palabras tan diversas como <em>celentéreo</em> o <em>celíaco</em>. No es difícil pensar, como ilustra en inglés la fluctuación <em>pseudocele</em>, <em>pseudocoele</em> y <em>pseudocoel</em> (s.v. Oxford English Dictionary), que un cruce entre ambos lexemas ha dado lugar a neologismos anómalos acabados en -<em>cele</em>, referidos no a una hernia o tumor, como sería de esperar, sino a una cavidad, como en <em>epicele</em> (inglés: <em>epicoele</em>) o <em>neurocele</em> (inglés: <em>neurocoele</em>), con la consiguiente ambigüedad.</p>
<h2>Conveniencia del conocimiento etimológico</h2>
<p>Sirvan estos pocos ejemplos como muestra de hasta qué punto es conveniente para los futuros especialistas en biología o medicina un mínimo conocimiento etimológico. Mi experiencia con estudiantes de estas disciplinas es que formarse en las bases léxicas y los prefijos y sufijos más frecuentes de origen grecolatino, junto con unas nociones básicas sobre su evolución al español, ayuda a comprender el vocabulario técnico, recordarlo y usarlo con propiedad: ya no tienen que memorizar sin asidero alguno listas interminables de palabras, entre las que no ven relación, y son capaces de deducir su significado a partir de sus formantes. </p>
<p>El aprendizaje de una ciencia es el aprendizaje de su terminología porque, como reza el título de la obra de <a href="https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/5421/RL_5_REC_2.pdf?sequence=1&isAllowed=y">Bertha Gutiérrez Rodrilla</a> (Barcelona, 1998), <em>la ciencia empieza en la palabra</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164767/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>M. Dolores Jiménez López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Multitud de palabras del ámbito de la Medicina y la Biología vienen del latín y el griego. Es fundamental conocer estas lenguas clásicas para saber de dónde proceden los nombres científicos y no olvidarlos nunca.M. Dolores Jiménez López, Profesora Titular de Filología Griega, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1633882021-08-25T21:23:53Z2021-08-25T21:23:53ZLo que en los libros no está, los refranes nos lo enseñarán<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/415289/original/file-20210809-19-mk94h9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3988%2C2850&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/elderly-woman-holds-old-book-her-1632610126">Shutterstock / fortton</a></span></figcaption></figure><p>Lengua y cultura están estrechamente relacionadas y, a menudo, no es posible determinar dónde empieza una y termina otra. Los refranes: “febrerillo loco, con sus días veintiocho”; “reunión de pastores, oveja muerta”, ejemplifican esto a la perfección.</p>
<p>Estas expresiones lingüísticas forman parte del patrimonio cultural inmaterial de una comunidad y desempeñan una función pedagógica. Recogen la experiencia acumulada de un pueblo y transmiten las normas sociales, morales o religiosas de un grupo social. Son anónimos y su uso es popular. Se difunden oralmente y suelen tener un tono humorístico o jocoso: “la pimienta es chica, pero pica”. Esto dificulta la datación de su nacimiento y vigencia. </p>
<p>Su forma es invariable y poseen independencia sintáctica y significación plena. Por tanto, no necesitan la participación de otras unidades lingüísticas para que su uso sea gramatical y tengan sentido.</p>
<p>Suelen presentar una estructura sintáctica bimembre: “a caballo regalado, no le mires el diente” e incluir una rima: “en tiempo de melones, cortos los sermones”. Estas características, semejantes a las de ciertos versos, facilitan su memorización y transmisión.</p>
<h2>Vocabulario arcaico y variantes</h2>
<p>El vocabulario que aparece en ellos es, en muchas ocasiones, arcaico: “quien con gatos anda, a maullar se embeza (= enseña)”. La razón es que muchos refranes se forman y extienden durante la Edad Media, y reflejan el estado de la lengua en ese momento.</p>
<p>A menudo presentan variantes, ya que la oralidad favorece su aparición. Estas variaciones se dan habitualmente en la rima: “año bisiesto, año siniestro/ni cuba ni cesto”. El espacio geográfico es otro factor que favorece la presencia de variantes. En España, se emplea el refrán “la ocasión la pinta calva”. Sin embargo, en Cuba se documenta “la oportunidad es calva y hay que cogerla por los pelos” y en Texas, “la ocasión es calva y con un solo pelo”.</p>
<h2>Problemas de traducción</h2>
<p>Su condición de <em>culturemas</em>, –expresiones que solo se usan en un lugar determinado por un grupo de hablantes específico– afecta a su traducción. Los refranes no suelen tener equivalentes en otras lenguas. Sin embargo, esto no quiere decir que en esas lenguas no haya expresiones que transmitan las mismas enseñanzas. </p>
<p>En España, se emplea “a quien madruga, Dios le ayuda”, cuyo significado es “ser diligente para tener éxito en las pretensiones, en el trabajo”. En inglés, para expresar esto se emplea “the early bird catches the worm” (“el pájaro madrugador atrapa el gusano”). Igualmente ocurre en catalán: “qui matina, fa farina” (“quien madruga hace la harina”) y en alemán “Morgenstunde hat Gold im Munde” (“hora mañanera tiene oro en la boca”).</p>
<h2>Generales y reducidos</h2>
<p>Sobre los tipos de refranes y su temática, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Sevilla_Mu%C3%B1oz">Julia Sevilla Muñoz</a> y <a href="https://hispanismo.cervantes.es/hispanistas/222857/crida-alvarez-carlos-alberto">Carlos Alberto Crida Álvarez</a> determinan que los hay de <em>alcance general</em> y de <em>alcance reducido</em>. Los primeros tienen una temática general, un sentido metafórico y se aplican en situaciones muy diversas. </p>
<p>Se dividen en morales: “en boca cerrada no entran moscas”; médicos: “al catarro, con el jarro”; y económicos: “muchos pocos hacen mucho”.</p>
<p>Los segundos son empleados por un grupo de hablantes concreto, en un espacio y un tiempo determinados. Esta categoría incluye refranes meteorológicos: “por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”, laborales “por San Martín, mata al guarrín y destapa tu vinín”; supersticiosos: “martes, no te cases ni te embarques ni de tu familia te separes”; y geográficos “quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla”.</p>
<h2>El estudio de los refranes</h2>
<p>Como se ha apuntado, los refranes son expresiones de carácter popular, que nacen y viven en la oralidad. A pesar de esto, siempre han suscitado la atención de los hablantes cultos y los especialistas de la lengua. Este interés ha provocado la publicación de obras cuya finalidad es su preservación y transmisión.
Así, a principios del siglo XVI, aparece <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/biblioteca_fraseologica/r3_cantera/refranes_recopilados_marques_santillana.pdf"><em>Refranes que dicen las viejas tras el fuego</em></a> (1508), del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marqu%C3%A9s_de_Santillana">Marqués de Santillana</a>. A mediados de la misma centuria, en 1555, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hern%C3%A1n_N%C3%BA%C3%B1ez_de_Toledo">Hernán Núñez de Toledo</a> publica <a href="https://archive.org/details/AMont02318"><em>Refranes o proverbios en romance</em></a>. Casi un siglo más tarde, aparecerá el <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra/vocabulario-de-refranes-y-frases-proverbiales-y-otras-formulas-comunes-de-la-lengua-castellana---van-anedidas-las-declaraciones-y-aplicacion-adonde-parecio-ser-necesaria-al-cabo-se-ponen-las-frases-mas-llenas-y-copiosas/"><em>Vocabulario de refranes y frases proverbiales</em></a> (1627) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Correas">Gonzalo Correas</a>.</p>
<p>En el siglo XVIII, marcado por el universalismo, los refranes no despiertan el interés de los intelectuales de la época. Esto provoca una escasez de obras que los recopilen.
Sin embargo, a principios del siglo XX, todavía muy influenciados por el pensamiento romántico, aparecen <em>Más de 21000 refranes castellanos no contenidos en la copiosa colección del maestro Gonzalo Correas allegolos de la tradición oral y de sus lecturas</em> (1926) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Rodr%C3%ADguez_Mar%C3%ADn">Francisco Rodríguez Marín</a> y <a href="https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=785"><em>Refranero castellano</em></a> (1928-1929) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Cejador_y_Frauca">Julio Cejador y Frauca</a>.</p>
<p>En el siglo XXI, el <a href="https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/Default.aspx"><em>Refranero multilingüe</em></a>, coordinado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Sevilla_Mu%C3%B1oz">Julia Sevilla Muñoz</a> y <a href="https://www.ucm.es/filologiaalemanayfilologiaeslava/maria-i-teresa-zurdo-ruiz-de-ayucar">M.ª Teresa Zurdo Ruiz-Ayúcar</a>, es la recopilación de refranes más ambiciosa que existe. Su desarrollo no habría sido posible sin la participación de la informática. Esta herramienta digital ofrece, además de los propios refranes –<em>perro ladrador, poco mordedor</em>–, información muy variada. Incluye notas sobre su significado –<em>se dice cuando quienes amenazan y se muestran coléricos no son los más peligrosos, pues hacen poco o solo bravatas</em>–, su vigencia, sus variantes –<em>perro que ladra no muerde</em> (Argentina, Bolivia, California, Colombia…)–, sinónimos –<em>canes que ladran, ni muerden ni toman caza</em>–, antónimos –<em>perro que no oyes ladrar, de ése te has de guardar</em>– y su traducción hasta en 17 lenguas (albanés, alemán, catalán, croata, francés, inglés…).</p>
<h2>Diccionarios y refranes</h2>
<p>Otro aspecto es su inclusión y tratamiento en los diccionarios generales. En los siglos XVII, XVIII y XIX, los refranes ocupaban un lugar importante en las páginas de estas obras. Así se observa en algunos de los grandes diccionarios del momento: el <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/del-origen-y-principio-de-la-lengua-castellana-o-romance-que-oy-se-vsa-en-espana-compuesto-por-el--0/html/"><em>Tesoro de la lengua castellana o española</em></a> (1611) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_de_Covarrubias">Sebastián de Covarrubias</a> –<em>a cada puerco le viene su San Martín</em> (<em>s.v. puerco</em>)–, el –<a href="https://apps2.rae.es/DA.html"><em>Diccionario de autoridades</em></a> (1726-39) de la <a href="https://www.rae.es/">Real Academia Española</a> –<em>casa reñida, casa regida</em> (<em>s.v. casa</em>)– o el <a href="https://www.bvfe.es/es/directorio-bibliografico-diccionarios-vocabularios-glosarios-tratados-y-obras-lexicografia/18029-diccionario-castellano-con-las-voces-de-ciencias-y-artes-y-sus-correspondientes-en-las-tres-lenguas-francesa-latina-e-italiana.html"><em>Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes</em></a> (1786-1788) de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Esteban_Terreros">Esteban de Terreros y Pando</a>. Sin embargo, su inclusión ha ido descendiendo y actualmente, no se registran. </p>
<p>La <a href="https://www.rae.es/">Real Academia Española</a> sostiene que los refranes son “<a href="https://www.lavanguardia.com/vida/20170522/422809922504/rae-dice-que-refranes-como-pan-con-pan-comida-de-tontos-son-producto-de-la-creatividad-y-no-estan-en-el-diccionario.html">producto de la creatividad de los hablantes a lo largo del tiempo</a>”. Por esta razón, su <a href="https://dle.rae.es">diccionario</a> no los recoge.</p>
<p>En resumen, los refranes son manifestaciones culturales que reflejan la idiosincrasia de un pueblo. Son herramientas pedagógicas que trasmiten enseñanzas y normas de conducta social y moral. Forman parte del patrimonio de una comunidad y su pérdida conlleva su empobrecimiento sociocultural. Por ello, entre los objetivos de lingüistas, antropólogos e historiadores debe estar su estudio, conservación y transmisión.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/163388/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jesús Camacho Niño no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los refranes son una fuente de sabiduría y cultura, producto de una época y un lugar. A menudo aplicables de forma universal, pero sujetos al paso del tiempo.Jesús Camacho Niño, Profesor Ayudante Doctor, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1661152021-08-17T18:58:45Z2021-08-17T18:58:45ZUna covid-19 sin fiestas es un tiempo sin fin<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/416604/original/file-20210817-19-1oyz2rf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=36%2C36%2C4053%2C2090&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/epic-fun-party-after-covid19-happy-1799001547">KeyStock/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Llega el verano y es tiempo de fiestas, de verbenas, de noches de orquesta, de celebraciones tradicionales y fiestas patronales. Sin embargo, la pandemia nos ha obligado a la distancia, a estar en alerta y controlando el estado de la situación epidemiológica: <a href="https://www.abc.es/espana/galicia/abci-galicia-valora-positivamente-pruebas-piloto-ocio-nocturno-pero-preve-ajustes-protocolo-202106132109_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F">pruebas de control al ocio nocturno</a>, <a href="https://cnnespanol.cnn.com/2021/06/10/volveran-seguros-conciertos-espacios-cerrados-covid-trax/">conciertos con garantías</a>, recomendaciones para hacer los eventos seguros, etc., muchos esfuerzos, porque, a pesar de todo, “<a href="https://www.vix.com/es/btg/ciencia/66609/segun-la-ciencia-los-seres-humanos-necesitamos-fiestas-para-sobrevivir">según la ciencia los seres humanos necesitamos fiestas para sobrevivir</a>”.</p>
<h2>Las fiestas marcan el ritmo temporal</h2>
<p>Las fiestas forman parte de la vida social y a menudo marcan el ritmo temporal de manera ritual, creando una dimensión colectiva eficaz para la interacción humana. Como bien apunta la antropóloga Celeste Jiménez de Madariaga: “<a href="http://www.gazeta-antropologia.es/?p=1425#N_2_">algunos antropólogos dirán que las fiestas son «rituales de intensificación»</a>”, en los que se activa y se intensifican las relaciones y acciones sociales, se da visibilidad al individuo y al grupo, y generan gran sentido de pertenencia y cohesión social.</p>
<p>La repetición de formas y acciones extraordinarias, planificadas y dispuestas siempre en un orden cíclico anual sirven para <a href="https://www.euskonews.eus/0110zbk/gaia11005es.html">romper el tiempo ordinario</a>. De ahí que un COVID sin fiestas sea un tiempo sin fin. </p>
<p>Las fiestas son un encadenamiento de actos diseñados en tiempo y espacios ordenados. Tiempos de inicio y fin son identificados de manera singular y quedan marcados con palabras como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Chupinazo"><em>chupinazo</em></a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pobre_de_m%C3%AD"><em>pobre de mí</em></a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Doce_uvas"><em>las campanadas</em></a>.</p>
<h2>El tiempo feriado a través de la lengua</h2>
<p>De cronología popular festiva está lleno el refranero en donde se determina el tiempo y el calendario por días feriados: “Llegando San Andrés, las fiestas en Navarra, de tres en tres”; “Hay tres días en el año, que relucen como el sol, jueves santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”; “Por el veranillo de San Miguel están los frutos como la miel”…</p>
<p>Pero en tiempo de canícula, hablemos de <em>verbenas, ferias, fiestas</em> y <em>juergas</em>. Hay mucho que decir sobre las palabras relacionadas con las fiestas. Un ejemplo de ello es la palabra <em>feria</em> (del lat. FERIA, día festivo). </p>
<p>En el siglo XIII, según revela la obra de <a href="http://dbe.rah.es/biografias/8469/gonzalo-de-berceo">Gonzalo de Berceo</a>, <em>feria</em> y <em>fiesta</em> eran sinónimos. No obstante, pronto se generalizó la celebración de mercados junto a las iglesias los días de las grandes festividades religiosas. La lengua evolucionó para adaptarse a la nueva realidad, de forma que <em>fiesta</em> ensanchó su área semántica y el uso de <em>feria</em> se limitó y pasó a designar solo los mercados. Estos cambios se aprecian ya en torno a mediados del siglo XIV, como bien se puede ver en la obra de <a href="http://dbe.rah.es/biografias/7678/juan-ruiz">Juan Ruiz, Arcipreste de Hita</a>.</p>
<p>En cuanto a la palabra <em>verbena</em> como fiesta popular tiene su origen del latín VERBENA (planta herbácea). Si le preguntásemos a cualquier persona del siglo XV por su significado, nos diría sin vacilar que se trata de una planta. </p>
<p>¿Entonces, por qué actualmente la empleamos para designar a una fiesta? Este significado se vincula a la expresión <em>coger la verbena</em> (ya con el significado de madrugar mucho para irse a pasear), que, si bien fue descrita por primera vez en el primer diccionario académico, el <a href="https://www.rae.es/obras-academicas/diccionarios/diccionario-de-autoridades-0">Diccionario de autoridades (1726-1739)</a>, se documenta ya en el siglo XVII, en unos versos populares recogidos en la comedia <a href="http://artelope.uv.es/biblioteca/textosAL/AL0533_LaBurgalesaDeLerma.php">La burgalesa de Lerma</a>, de <a href="http://dbe.rah.es/biografias/5043/lope-de-vega-carpio">Lope de Vega</a>:</p>
<blockquote>
<p>“Ya no cogeré verbena</p>
<p>la mañana de san Juan,</p>
<p>pues mis amores se van.”</p>
</blockquote>
<p>La costumbre de salir a recoger la verbena, como planta mágica, usada en los rituales del solsticio de verano, se vinculará pronto a las fiestas propias de la noche de San Juan, de modo que la palabra asume un nuevo significado para designar a la propia fiesta del verano. En <a href="https://corpus.rae.es/cgi-bin/crpsrvEx.dll?visualizar?tipo1=5&tipo2=0&iniItem=122&ordenar1=3&ordenar2=0&FID=150721%5C018%5CC003O15072021183427922.1016.1012&desc=%7bB%7d+%7bI%7d+verbena%7b%7CI%7d,+en+todos+los+medios,+en+%7bI%7dCORDE+%7b%7CI%7d+%7b%7CB%7d%7bBR%7d&tamVen=1&marcas=0#acierto122">Pepita Jiménez</a> (1874), Juan Valera recrea claramente el origen de esta fiesta popular:</p>
<blockquote>
<p>“Mujeres y chiquillos, por acá y por allá, volvían de coger verbena, ramos de romero u otras plantas, para hacer sahumerios mágicos. Las guitarras sonaban por varias partes. Los coloquios de amor y las parejas dichosas y apasionadas se oían y se veían a cada momento. La noche y la mañanita de San Juan, aunque fiesta católica, conservan no sé qué resabios del paganismo y naturalismo antiguos. Tal vez sea por la coincidencia aproximada de esta fiesta con el solsticio de verano. Ello es que todo era profano, y no religioso.”</p>
</blockquote>
<p>El diccionario académico, ya en su edición de 1852, recogerá la voz lematizada en plural y vinculada a la expresión <em>noche de verbena</em> (“Llaman así en Madrid á las de las vísperas de San Antonio, San Juan, San Pedro y otras festividades, y dichas noches son de paseo, baile y regocijo para el pueblo”); registro que se ha mantenido en el texto académico hasta la <a href="https://www.rae.es/drae2001/">22ª edición de 2001</a>.</p>
<p>Más cercana en el tiempo es la <em>juerga</em> (de <em>huelga</em>, y esta de <em>holgar</em>, del latín tardío <em>follicāre</em>, soplar, respirar; y de ahí pasó al significado de “darse un respiro tras el trabajo”). Hoy la expresión <em>irnos de juerga</em> nos es muy familiar, aunque la expresión que nos ocupa no se incluyó en un diccionario hasta 1914, en el <em>Gran Diccionario de la Lengua Castellana</em> de <a href="http://dbe.rah.es/biografias/75963/aniceto-de-pages-de-puig">Aniceto de Pagés de Puig</a>.</p>
<p>Así que la <em>juerga</em> es modo festivo actual. Una fiesta, bien definida por <a href="https://elcultural.com/Jose-Echegaray-el-cientifico">José de Echegaray</a> (<em>Ciencia Popular,</em> 1905):</p>
<blockquote>
<p>“Según se cuenta, había pasado la noche alegremente con sus compañeros, y, sin dormir ni descansar, (…) cosas de los jóvenes y cosas de las juergas”.</p>
</blockquote>
<hr>
<p><em>Este artículo se realizó con la colaboración de Alicia Pelegrina Gutiérrez, becaria Ícaro del Grupo de Investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, incorporada desde el Plan Operativo de Apoyo a la Transferencia del Conocimiento, Empleabilidad y Emprendimiento 2021 de la Universidad de Jaén.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/166115/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Águeda Moreno Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las fiestas locales marcan el ritmo del paso del tiempo desde hace siglos. Repasamos los orígenes de las palabras ‘feria’, ‘verbena’, ‘juerga’: los días especiales que puntúan el transcurrir de las estaciones.María Águeda Moreno Moreno, Investigadora principal Grupo de investigación Seminario de Lexicografía Hispánica, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.