tag:theconversation.com,2011:/nz/topics/muerte-digna-92855/articlesmuerte digna – The Conversation2023-01-11T18:14:37Ztag:theconversation.com,2011:article/1966662023-01-11T18:14:37Z2023-01-11T18:14:37ZSedación paliativa al final de la vida: cuándo y cómo debe administrarse<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502887/original/file-20230103-3468-dv4998.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C7%2C5104%2C3377&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/doctor-screening-old-asian-patient-elderly-1093801562">Akkalak Aiempradit / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>A Mercè, de 73 años, le diagnosticaron en 2019 un cáncer de colon diseminado. Ha estado recibiendo tratamientos que le han permitido mantener una buena calidad de vida durante la mayor parte del tiempo. Pero hace un par de meses acordó con su oncóloga no seguir tratando la enfermedad, dadas las escasas posibilidades de respuesta por la gravedad de su situación. </p>
<p>La condición clínica de Mercè se fue deteriorando, aunque el dolor fue tolerable gracias a la intervención y el seguimiento de su equipo de cuidados paliativos. Finalmente, la paciente decidió que quería pasar sus últimas semanas en casa y que deseaba primar su confort.</p>
<p>En pocos días desarrolló una progresiva dificultad para respirar que se hizo insoportable. Entonces, su equipo, de acuerdo con lo pactado previamente con ella y con el soporte de su familia, indicó realizar una sedación paliativa.</p>
<h2>Un último acto sin sufrimientos</h2>
<p><a href="https://theconversation.com/afrontar-el-final-de-la-vida-una-necesidad-en-tiempos-de-pandemia-160272">El final de la vida</a> es algo inevitable. Pese a parecer una obviedad, especialmente en el mundo pospandémico, <a href="https://www.scientificamerican.com/article/societys-end-of-life-problem/">la realidad es que vivimos de espaldas a la muerte</a>. Esperamos que si no hablamos de ella, no ocurrirá o será menos dolorosa.</p>
<p>Cuando el final se debe a una enfermedad médica progresiva e incurable, es beneficiosa para el paciente y su familia la intervención de equipos de <a href="https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000536.htm">cuidados paliativos</a>. Como en el caso presentado al principio del artículo, su actuación <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35612356/">permite mejorar la calidad de vida de los pacientes</a> y dignificar esa etapa.</p>
<p>El final de vida no debería estar asociado a dolor, ahogo, inquietud o insomnio intolerables. El desarrollo de los cuidados paliativos ha permitido que cada vez más personas con enfermedades en situación avanzada, como el cáncer o las dolencias neurodegenerativas, puedan beneficiarse de una atención integral. Esta prioriza el control de los síntomas, el soporte emocional y la atención a la familia, siempre anteponiendo los valores y preferencias del paciente. </p>
<h2>El momento de la sedación paliativa</h2>
<p>Pero ¿qué pasa cuando todo esto no es suficiente?</p>
<p>En ocasiones, los síntomas de una enfermedad se tornan refractarios; es decir, no pueden ser controlados con las medidas habituales de tratamiento (medicación, medidas no farmacológicas, etcétera). En este momento, los profesionales sanitarios pueden recurrir <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0885392420305601">a la sedación paliativa</a>. </p>
<p>Este procedimiento consiste en administrar deliberadamente medicamentos sedantes en dosis proporcionadas para disminuir el nivel de conciencia cuando el síntoma amenazante (dolor, ahogo, inquietud, etcétera) no puede ser controlado de ninguna otra manera. </p>
<p>Como cualquier otro procedimiento en medicina, la sedación paliativa debe estar monitorizada y contar con el consentimiento explícito, implícito o delegado del paciente. Puede realizarse en un entorno hospitalario o domiciliario, y no supone ni un acortamiento ni una prolongación innecesaria de la vida. </p>
<p>De hecho, el enfermo no suele fallecer inmediatamente después de la administración de los fármacos, ya que éstos no inducen su muerte: es la propia evolución de la enfermedad la que la provoca. Habitualmente, se produce dentro de las 72 horas tras iniciarse la sedación, aunque este tiempo es variable.</p>
<p>Para garantizar que los pacientes están suficientemente sedados como para no percibir el sufrimiento derivado del síntoma refractario, los profesionales sanitarios valoran el nivel de conciencia del paciente de forma periódica, su grado de respuesta a estímulos externos y los signos indirectos de malestar. Se utilizan para ello diversas escalas de valoración y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34109873/">pueden emplearse métodos no invasivos de medición de la actividad cerebral</a>.</p>
<p>Durante el proceso de sedación de un paciente hay que continuar con sus cuidados –especialmente de la piel, la boca y el dolor– y estar atentos a cualquier cambio en su estado para garantizar su confort. </p>
<h2>Despedida saludable y digna</h2>
<p>También resulta especialmente importante en esta etapa acompañar a los familiares e integrarlos en el cuidado del enfermo. En ocasiones es difícil para ellos encontrar sentido a esta fase de la vida, dado que el paciente ya no puede comunicarse con ellos. Es básico anticiparles que el enfermo no va a poder comer ni beber, pero que eso no será motivo de sufrimiento para él o ella, así como alertarles de signos que nos puedan indicar que el final está cerca.</p>
<p>La sedación paliativa puede ser vista como una oportunidad para continuar cuidando y acompañando hasta el último momento al ser querido. La implicación de las familias, incluso en la administración de los medicamentos indicados por el equipo sanitario y la participación en la toma decisiones de manera respetuosa con las voluntades del paciente, supone un camino para recorrer de manera conjunta por enfermo, familiares y profesionales. </p>
<p>Este camino puede estrechar los lazos de amor, comprensión, compasión y trascendencia que alivie el sufrimiento, evite el abandono y contribuya a una despedida saludable y digna de las personas enfermas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196666/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Cuando los síntomas de una enfermedad terminal producen un sufrimiento intolerable, cabe recurrir a la sedación paliativa. Los especialistas deberán controlar en todo momento el bienestar del paciente y asistir a la familia.Joaquim Julià-Torras, Co-director de la Cátedra WeCare: atención al final de la vida. Jefe del Servicio de Cuidados Paliativos Institut Català d'Oncologia Badalona. Vicepresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), Universitat Internacional de CatalunyaMaria Jimeno Ariztia, Médico adjunta en Cuides UIC Barcelona, Máster en Medicina Paliativa y Tratamiento de Soporte del Enfermo con cáncer por la Universidad Autónoma de Madrid en 2015, Universitat Internacional de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1570332021-03-18T13:01:22Z2021-03-18T13:01:22ZNecesitamos datos y transparencia para el debate sobre la eutanasia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390331/original/file-20210318-21-175108z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C0%2C3844%2C2023&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/unrecognizable-young-female-doctor-comforting-older-1709237053">Shutterstock / David Pereiras</a></span></figcaption></figure><p>En un contexto de tensión política, polarización ideológica y pandemia, la <a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L14/CONG/BOCG/B/BOCG-14-B-46-1.PDF">Ley Orgánica de regulación de la eutanasia</a> sitúa nuevamente la muerte médicamente asistida en el debate social. Contiene como principal novedad la legalización de la eutanasia (la administración de una sustancia letal por un profesional sanitario competente a una persona que solicita esa ayuda a morir) y del suicidio médicamente asistido (poner a disposición de una persona que desea morir una sustancia letal que ella misma se puede administrar). </p>
<p>Para acceder a estas prestaciones, la norma establece como condición que los pacientes las soliciten libre y reiteradamente, en pleno uso de sus facultades, tras recibir información suficiente y haber discutido las alternativas de tratamiento y cuidados paliativos. </p>
<p>Además, la ley prevé una serie de garantías para que cada ayuda a morir se lleve a cabo con control y supervisión, y que los médicos y demás profesionales sanitarios directamente implicados puedan objetar a realizarlas por razones de conciencia.</p>
<p>España se suma así a una <a href="https://elpais.com/sociedad/2020/02/19/actualidad/1582115262_135029.html">lista</a> creciente de países que han dado pasos legislativos similares: Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia han despenalizado la eutanasia o el suicidio médicamente asistido, mientras que Suiza, varios estados de Estados Unidos y el Estado de Victoria en Australia han legalizado el suicidio asistido.</p>
<h2>Respeto a la autonomía vs la vida como valor absoluto</h2>
<p>La ley está pensada para que se respete la autonomía de quienes experimentan un sufrimiento físico o psíquico insoportable por encontrarse en una situación de padecimiento grave, crónico e imposibilitante, o por sufrir una enfermedad grave e incurable. </p>
<p>Sin embargo, relativiza el valor absoluto de la vida humana y constituye un reto para la <a href="https://www.cgcom.es/codigo_deontologico/files/assets/common/downloads/codigo%2520de%2520etica.pdf">deontología médica</a> que, si bien ha prohibido tradicionalmente provocar la muerte de manera intencionada, no puede castigar los actos médicos que cumplen la legalidad.</p>
<h2>Cómo se muere en España</h2>
<p>Buena parte de los desacuerdos acerca de la eutanasia se refiere a los efectos hipotéticos de la ley, a las circunstancias en las que se encuentran las personas que solicitan ayuda para morir y a las condiciones en las que se prestaría esa ayuda. Las discrepancias de este tipo no se deben a cuestiones fundamentalmente ideológicas o de principios, de modo que podrían disolverse con información detallada sobre cómo se muere en España. </p>
<p>Por ejemplo, hay quienes sostienen que la eutanasia se solicita por falta de cuidados paliativos; otros piensan que la ley garantizará que se respeten los requisitos de acceso a la prestación. En ausencia de estudios empíricos que las confirmen o desmientan, tales afirmaciones reflejan solo la opinión de quienes las enuncian, por mucho que se trate de personas expertas o investidas de autoridad. </p>
<h2>Datos actualizados y fiables</h2>
<p>Disponer de datos actualizados y fiables sobre las prácticas de final de la vida –incluida la eutanasia y el suicidio médicamente asistido– posibilita un debate riguroso, que evite afirmaciones cuya verdad o falsedad están aún por demostrar. </p>
<p>Mientras no se puedan corroborar tales opiniones, corresponde abstenerse de presentar como hechos lo que en realidad son creencias o especulaciones. Reducir la complejidad del final de la vida a eslóganes y simplificaciones no solo constituye una falta de respeto a la inteligencia, sino también una irresponsabilidad: está en juego comprender las implicaciones de la ley, sus usos y posibles abusos. </p>
<h2>Casos aislados</h2>
<p>Cada año aparecen en los medios casos aislados de eutanasias o suicidios asistidos realizados al margen de la legalidad y situaciones en las que se acusa a profesionales de haber practicado eutanasias que en realidad no son tales. </p>
<p>Lo cierto es que ni siquiera se conoce la frecuencia de estas prácticas ni las circunstancias en las que se producen en la actualidad. Aun así, hay quien se aventura a pronosticar las consecuencias –<a href="https://www.abc.es/sociedad/abci-centenar-organizaciones-unen-contra-proyecto-destruccion-social-gobierno-202101192138_noticia.html">catastróficas</a> para algunos, para otros <a href="https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/despenalizacion-de-la-eutanasia-por-fin-hay-luz-y-esperanza-al-final-del-tunel-198292">esperanzadoras</a>– de aplicar la nueva ley.</p>
<h2>Datos públicos: imprescindibles</h2>
<p>Los datos sobre las condiciones y circunstancias de la atención al final de la vida deberán ser públicos en aras de la transparencia y la rendición de cuentas. Es así como se introduce rigor en la discusión pública y la propia práctica. Las instituciones responsables deberán facilitar el <a href="http://asociacionbioetica.com/imagenes/documentos/reflexiones-consideraciones-y-propuestas-de-la-asociacion-de-bioetica-fundamental-y-clinica-abfyc-en-torno-a-la-regulacion-de-la-ayuda-medica-para-morir-88-es.pdf">seguimiento y evaluación de la ley</a> mediante <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22789501/">estudios</a> similares a los que otros países llevan realizando desde hace varias décadas. </p>
<p>¿Cuántas solicitudes de eutanasia o suicidio médicamente asistido se recibirán? ¿Cuántas de esas peticiones acabarán siendo atendidas y cuántas denegadas? ¿En qué circunstancias sociales y de salud se encuentran las personas que solicitan esas ayudas? ¿Qué eficacia tienen los mecanismos de garantía y supervisión contemplados en la ley? Sin información detallada sobre estos aspectos es imposible prever y evaluar los efectos del cambio legislativo en las prácticas sanitarias y su impacto en valores esenciales, como la seguridad o la confianza en la relación clínica y las instituciones.</p>
<p>Si realmente aspiramos a algo más que a alimentar nuestra confusión y la división estéril entre posturas aparentemente antagónicas, el debate social sobre la ley debe cumplir unos requisitos mínimos de claridad y compromiso con la verdad. Por un lado, es esencial un esfuerzo de precisión conceptual, pues una proporción elevada de la sociedad, incluidos los <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0969733011436203">profesionales sanitarios</a>, no siempre identifica correctamente los diferentes escenarios de atención al final de la vida y su estatus legal en España. </p>
<p>Como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27380345/">en otros países</a>, es necesario distinguir la eutanasia de ciertas prácticas que ya eran legales, como la sedación terminal o la adecuación de los tratamientos de soporte vital, y de otras que seguirán siendo ilegales, como las muertes médicamente asistidas sin petición expresa por parte del paciente.</p>
<p>Una ciudadanía crítica debería estar en condiciones de justificar sus propios posicionamientos, sean estos contrarios o favorables a la ley reguladora de la eutanasia. Los datos y la transparencia son un antídoto contra el adoctrinamiento y la manipulación. Los necesitamos como agua de mayo si queremos arrojar luz al debate sobre la muerte médicamente asistida en España.</p>
<hr>
<p><em>Los autores del artículo escriben en representación del grupo <a href="https://espacyoscom.weebly.com/">ESPACyOS</a>,
Ética Salubrista para la Acción, Cuidado y Observación Social.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/157033/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosana Triviño Caballero forma parte del proyecto de investigación del Plan Nacional "Epistemología Política. Patologías del conocimiento y la información" (FFI2019/00397/001), financiado por el Ministerio de Ciencia, Economía y Competitividad. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>David Rodríguez-Arias recibe fondos del Ministerio de Economía y Competitividad, en el marco del proyecto de investigación que dirige (MINECO FFI2017-88913-P). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jon Rueda Etxebarria recibe fondos del programa INPhINIT RETAINING Fellowship de la Fundación La Caixa, código LCF/BQ/DR20/11790005. También forma parte de proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (código PID2019-104943RB-I00) y del programa Ayudas a Equipos de Investigación Científica SARS-CoV-2 y COVID-19 de la Fundación BBVA.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Miguel Melguizo Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿En qué circunstancias se encuentran las personas que la solicitan? ¿Qué eficacia tienen los mecanismos de garantía y supervisión? Necesitamos más respuestas para debatir con rigor la nueva ley.Rosana Triviño Caballero, Profesora de Humanidades Médicas, Universidad Complutense de MadridDavid Rodríguez-Arias, Profesor de Bioética, Universidad de GranadaJon Rueda Etxebarria, La Caixa INPhINIT Fellow y doctorando en filosofía, Universidad de Granada, Universidad de GranadaMiguel Melguizo Jiménez, Médico de Familia. Departamento de Medicina. Universidad de Granada, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1552342021-03-03T20:55:41Z2021-03-03T20:55:41ZLa importancia de las buenas prácticas para atender a los pacientes al final de la vida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/387495/original/file-20210303-13-1y6h451.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5233%2C1773&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/photo-top-nurse-holding-older-sick-535005715">Shutterstock / Photographee.eu</a></span></figcaption></figure><p>¿En qué consisten las buenas prácticas de atención al final de la vida? ¿Cuáles son sus funciones e intervenciones? ¿Hay evidencias de que mejoren la calidad de vida en esta etapa de nuestra existencia?</p>
<p>Las publicaciones científicas y profesionales sobre cuidados paliativos señalan la importancia de la atención emocional. Los obstáculos se encuentran en nuestro contexto social, en el que no existe una buena muerte.</p>
<p>Los pacientes atendidos en cuidados paliativo muestran un estado emocional desregulado. Son prevalentes los signos de distrés relativos a la ansiedad y la depresión. </p>
<p>En el seno de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) se creó el Grupo de Espiritualidad GES. Este fue diseñado con el fin de crear un modelo para esta situación. Parte de una forma de entender la espiritualidad, sufrimiento y bienestar de la propia persona.</p>
<p>El modelo presenta <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1134248X13000578">tres anclajes fundamentales</a>:</p>
<ul>
<li><p>Entender a la persona como un ser complejo, dinámico, único. De naturaleza espiritual. Un ser que se expresa en la relación consigo mismo, con los demás y con la trascendencia.</p></li>
<li><p>Entender la muerte más allá de un cese de las constantes vitales y una amenaza para la integridad del sujeto. Comprender que se trata de un fenómeno activo. Una circunstancia que implica a la persona en todas sus dimensiones, independientemente de sus creencias.</p></li>
<li><p>Asumir que el sufrimiento será mayor si existe desequilibrio entre el nivel de amenaza percibido y los recursos para hacerle frente. </p></li>
</ul>
<p>En una reciente actualización del manual de Medicina Paliativa, se expone la idea de sufrimiento frente a la amenaza a la integridad de la persona. Esto se prolonga hasta el restablecimiento de dicha integridad.</p>
<blockquote>
<p>“Nada es tan cierto como la muerte” - Séneca.</p>
</blockquote>
<h2>Cuidados paliativos: hacia la humanización del final de la vida</h2>
<p>Herederos del movimiento <em>Hospices</em> impulsado por <a href="https://mujeresconciencia.com/2017/06/22/cicely-mary-saunders-enfermera/">Cicely Saunders</a>, los cuidados paliativos se presentan
como una crítica a la forma tecnificada e impersonal de gestionar la muerte en los ámbitos médicos. A partir de un abordaje interdisciplinario que propone una atención integral, basada en el control de síntomas físicos, el apoyo psicosocial
y espiritual.</p>
<p>El cuidado, asociado a actitudes de compasión y empatía, se distingue del conocimiento y habilidades técnicas de la biomedicina. En enfermedades terminales, la escucha y las relaciones interpersonales entre profesionales y pacientes adquieren mayor relevancia. En ocasiones, constituyen un espacio privilegiado de la atención médica.</p>
<p>Entre las posturas críticas a los cuidados paliativos, se ha señalado el avance de la medicalización y el poder de la medicina en el periodo final de la vida. Este ha supuesto la emergencia y desarrollo de una especialidad médica sobre el proceso de morir. </p>
<p>Otra, que actualmente está siendo subsanada, es la profesionalización de los cuidados paliativos obviando ciertos aspectos. Entre ellos, las vertientes psicológicas, sociales y espirituales del cuidado, cuestionando los principios originales del movimiento.</p>
<p>El contacto físico, la escucha, el hecho de acompañar a los pacientes en momentos de angustia y preocupación… Todo ello supone, a su vez, un trabajo sobre las emociones. Un trabajo que también requiere entrenamiento, conocimientos y habilidades técnicas y comunicacionales.</p>
<p>Hacia esta línea menos biologicista se mueve el marco de los cuidados paliativos, humanizando más aun el proceso de la muerte. Se diferencia así de las corrientes más impersonales. Por ejemplo, de las que renuncian a una asistencia integral, aislando a las personas en la última parte de la vida. </p>
<p>La medicina sin ciencia es peligrosa y sin caridad es inhumana.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/GuPShQQg05M?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
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<h2>Fortalezas implicadas en un mejor afrontamiento del final de la vida</h2>
<p>Las fortalezas de las personas permiten hacer frente a las dificultades. Indudablemente, condicionan el bienestar emocional. Así, la resiliencia y las percepciones sobre recursos son fundamentales en la última etapa de la vida. </p>
<p>Los estudios sobre la resiliencia intentan entender la complejidad de las respuestas humanas a las grandes dificultades. Hablar de ello implica asumir la posibilidad de crecer ante ellas, mostrándonos una capacidad humana universal que permite minimizar para superar la adversidad.</p>
<p>Elaboradas de forma efectiva, las necesidades espirituales ayudarán a la persona al final de la vida a encontrar significado. También a mantener la esperanza y aceptar la muerte. El <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1132055915000198">asesoramiento psicológico</a> es una de las terapias más utilizadas para mejorar estas necesidades.</p>
<p>Las necesidades espirituales y su cobertura <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1179/1743291X12Y.0000000008">se relacionan íntimamente con el resto de necesidades de los pacientes</a>. Por ejemplo, con las emocionales, físicas o sociales. </p>
<p>De hecho, diversos trabajos muestran cómo las necesidades espirituales están estrechamente relacionadas con la calidad de vida de los pacientes.</p>
<p>Toda esta evidencia genera distintas intervenciones para mejorar la gestión de estas necesidades. <a href="https://www.scopus.com/record/display.uri?eid=2-s2.0-75449118281&origin=inward&txGid=a8a46646d78055158a0d96a651834f98">Múltiples estudios han probado con éxito las intervenciones psicológicas</a> para los pacientes en cuidados paliativos.</p>
<p>El abordaje integral en la actuación profesional ha dado lugar a intervenciones normativas sobre la experiencia de morir.</p>
<p>Aspectos como los sentimientos y temores o las relaciones y dinámicas familiares son susceptibles de ser evaluados. Pueden reconvertirse en objeto de intervenciones específicas. </p>
<p>Al fin y al cabo, las experiencias de los pacientes y de los familiares son traducidas como recursos, obstáculos y vulnerabilidades en el trabajo de producción del “buen morir”.</p>
<blockquote>
<p>La vida y la muerte pueden asemejarse a una ola. Las olas nacen, se forman, crecen y al llegar a la orilla el agua se desvanecen y vuelven al mar.</p>
</blockquote><img src="https://counter.theconversation.com/content/155234/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fátima Servián Franco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Atender las necesidades sociales, psicológicas y espirituales de las personas es un elemento clave para la disminución del sufrimiento en el marco de los cuidados paliativos.Fátima Servián Franco, Psicóloga General Sanitaria. Directora del Centro de Psicología RNCR y PDI en la Universidad Internacional de Valencia, Universidad Internacional de ValenciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.