El estado de bienestar sigue siendo la única herramienta capaz de articular los ideales combinados de eficiencia productiva, igualdad de oportunidades y solidaridad colectiva.
En 2020 la cena de Navidad no será para la hostelería española el gran hito de su cuenta anual de resultados, ni para las empresas y sus trabajadores ese momento para confraternizar y generar anécdotas de fin de año.
Negocio de hostelería de Barcelona cerrado.
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Los fondos europeos de recuperación son indispensables para la economía española. Pero quizás las transferencias no sean suficientes y acudir a los créditos aumentaría una deuda pública ya desmesurada.
Los votantes estadounidenses se preguntan si Trump merece tener una segunda oportunidad para arreglar la economía y, en caso contrario, evalúan si la alternativa planteada por Joe Biden es mejor.
El FMI señala en su informe de septiembre de 2020 que la economía española evolucionará en función de la salud de sus ciudadanos. O sea, que no es cierto que haya que elegir entre economía y salud. Al contrario, dice que sin salud no hay economía.
La covid-19 y el confinamiento han cuestionado cinco paradigmas: horario y duración, lugar desde el que se trabaja, forma de liderar, la vida laboral en una sola empresa, y el trabajo como desarrollo profesional y personal.
Tras el confinamiento, se prevén nuevas expectativas en compradores e inquilinos, que ahora buscarán más luz y más espacio y perderán el miedo a vivir lejos del centro de las ciudades.
La crisis del coronavirus no afectará por igual a todos los colectivos laborales e incidirá en las desigualdades ya existentes, profundizando en la segregación laboral de nuestro mercado de trabajo.
No podemos llamarnos a engaño. Estamos ante una crisis de alcance desconocido y que puede resultar devastadora, como se empieza a vislumbrar en las previsiones de evolución de todos los grandes indicadores macroeconómicos.
Reducir la temporalidad en el empleo, revisar el sistema de protección del desempleo y aprender a hacer teletrabajo son las tres grandes lecciones que deja la crisis de la COVID-19 al mercado laboral español.
En un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo, existe un interés público en evitar despidos, y así lo han entendido gobiernos como los de España, Dinamarca o Italia, para atenuar los efectos de una crisis económica que se prevé larga.
La nueva reforma laboral que va a desarrollar el gobierno de coalición de España pretende recuperar el equilibrio de las relaciones entre los empresarios y los trabajadores. Sin embargo, también suprime algunas medidas que habían eliminado rigideces del mercado de trabajo.
Una de las reivindicaciones del movimiento 15-M fue la mejora de la calidad del empleo.
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Nuestra fuerte tasa de paro, 15,28%, no es sólo producto de la crisis. De forma estructural o permanente en el tiempo, España sistemáticamente posee un desempleo más elevado que sus socios europeos.