El nombramiento de Janet Yellen como Secretaria del Tesoro la colocará al mando de la economía estadounidense. Desde ese puesto deberá enfrentar la crisis provocada por la covid-19.
Un dólar débil favorecerá las exportaciones de EE.UU., lo que tenderá a reducir el desequilibrio comercial estadounidense. Algo muy necesario para la economía norteamericana.
Un euro fuerte aleja el riesgo de inflación pero esconde peligrosas trampas: los productos de la zona euro se encarecen frente a los estadounidenses, perjudicando así a los exportadores europeos.