Una investigación muestra que los individuos perciben menos el riesgo de infección por covid-19 y adoptan menos conductas de protección de la salud cuando asocian el riesgo con amigos cercanos, un fenómeno denominado “efecto amigo-escudo”.
Desde marzo de 2020, miles de millones de personas en el planeta hemos limitado nuestros contactos y actividad social, en un esfuerzo mundial para intentar contener la progresión del coronavirus. Los que más han notado el aislamiento han sido los de la franja de edad de 40-59 años.
Coincidiendo con el Día Internacional de la Amistad, que se celebra cada 30 de julio, nos preguntamos si es posible vivir sin amigos. La respuesta, según los científicos, es que no. Sin embargo, hay que saber buscar a los amigos de calidad.