Una sociedad cada vez más tecnológica necesita consumir un gran volumen de recursos naturales y nos obliga a renovarnos constantemente si no queremos quedar obsoletos.
Según algunos analistas, las guerras comerciales, la inestabilidad política, las oscilaciones en los precios, una mayor desigualdad, el empeoramiento del estado del bienestar, el cambio climático y la irrupción de nuevas tecnologías, todo sucediendo al mismo tiempo a nivel mundial, abocan al inicio de un nuevo periodo económico: la era del desorden.
El autor considera que la inversión en conocimiento es imprescindible para que España no pierda el tren de la cuarta revolución industrial y plantea la urgencia de un pacto de Estado para gestionar y coordinar con mayor eficacia los recursos científicos.
El Gobierno más breve de la democracia acaba su mandato con medidas de gasto social importantes y de impacto en nuestra economía. Pero los ingresos no son suficientes.
Con la llegada de las nuevas aplicaciones tecnológicas, el panorama laboral cambiará por completo. Hay tres posibles finales a esta aventura, y uno de ellos es bastante pesimista.
Profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Albacete. Coordinador de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCLMdivulga), Universidad de Castilla-La Mancha