La creación de zonas naturadas en las ciudades contribuye a mejorar su calidad ambiental y pueden tener funciones como la obtención de alimentos, el ocio o incluso el impulso de nuevos negocios.
Esta pandemia debería dar pie a la puesta en marcha y generalización de prácticas urbanas que hacen nuestras ciudades más sanas, más resilientes y más autosuficientes.
Los huertos urbanos, grupos de consumo y mercados de trueque son algunas iniciativas ciudadanas que cuestionan el orden capitalista y que denominamos prácticas económicas alternativas.
El proyecto CityZen de la UE promueve políticas locales que apoyen nuevos modelos de negocio de agricultura urbana, mejoras para los productores locales y cadenas de valor innovadoras.