Que tantas personas pasen hambre no es por falta de comida. La agricultura mundial podría alimentar a 12.000 millones de seres humanos (un planeta y medio). Eso sí, a condición de sustituir buena parte de la carne de la dieta por proteína vegetal. Cuestionar las macrogranjas tiene más sentido que nunca.
El aumento productivo de los últimos años se sustenta en la apertura de nuevas explotaciones intensivas, lo que está provocando un intenso debate respecto a su repercusión ambiental.