Elena Vecino Cordero, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and Xandra Pereiro, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Una investigación revela por qué los estragos neuronales causados por el glaucoma comienza en la periferia de la retina, y no en su parte central. Por eso, cuando los pacientes detectan la pérdida de visión, ya suele ser tarde.
Estar pegados a una pantalla es una condición casi inesquivable de la vida moderna que dificulta la adecuada lubricación de nuestros ojos. He aquí algunas recomendaciones para que la estrecha relación pantallas-vista sea más amigable.
Utilizar lentes de contacto es completamente seguro si erradicamos ciertos malos hábitos y seguimos siempre las indicaciones de uso. Las negligencias o descuidos pueden resultar en infecciones y complicaciones, a veces, graves.
Cuando el humor acuoso que rellena la parte anterior del ojo no se elimina adecuadamente, aumenta la presión intraocular y, con ella, las probabilidades de sufrir glaucoma. De ahí la importancia de hacerse revisiones periódicas, sobre todo a partir de los 40 años.
Durante el verano, nuestros ojos están especialmente expuestos a los elementos: la radiación solar, el frío de ventiladores y aires acondicionados, el cloro o la sal del agua donde nos bañamos… Explicamos una serie de pautas para evitar percances desagradables.
La humanidad se está volviendo corta de vista a pasos agigantados: en 2050, la mitad de la población mundial será miope. ¿A qué se debe? ¿Se puede frenar?
Múltiples investigaciones apuntan a que este aminoácido, presente de forma natural en nuestro cuerpo y en algunos alimentos, podría servir para tratar enfermedades que provocan la pérdida de visión.
Elena Vecino Cordero, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Cuando se detecta la pérdida de visión causada por esta enfermedad suele ser ya demasiado tarde. Los tratamientos solo sirven para detener su progresión. No obstante, los últimos hallazgos acercan la posibilidad de encontrar una cura.
Las operaciones de cataratas o ciertos tratamientos contra la miopía pueden empeorar nuestro campo de visión periférica. Y esto, unido al uso de un navegador, incrementa el riesgo de sufrir accidentes, como sugiere un nuevo estudio.
¿Cuántos colores somos capaces de ver? Se supone que lo normal es contar con tres conos en la retina que nos permiten distinguir un millón de tonalidades dentro de nuestro espectro visible. Pero hay personas tetracrómatas, con cuatro conos, que diferencian hasta 100 millones.
Elena Vecino Cordero, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and Arantxa Acera Osa, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
En torno a un 30 % de la población mayor de 50 años sufre este trastorno, que se manifiesta con picor, enrojecimiento, visión borrosa… Discernir la causa es fundamental para elegir el tratamiento más adecuado.
¿Ojos saltones? ¿Con manchas rojas? ¿Párpados hinchados? Los ojos pueden revelar muchos problemas de salud, desde el colesterol alto hasta la enfermedad tiroidea.
La evidencia apunta a que ni los libros ni los dispositivos electrónicos son culpables directos del incremento de miopía en el mundo. Más bien potencian este fenómeno al mantener apartados a los niños de la luz del sol.
Las cirugías para corregir los errores de refracción del ojo son cada vez más comunes para evitar el uso de gafas o lentillas pero ¿son siempre necesarias?
Las erupciones del nuevo volcán de La Palma no dejan indiferente a la salud ocular. Tanto los gases como las cenizas pueden producir irritación, conjuntivitis e incluso úlceras en los ojos.
Un reciente estudio revela que el color de los ojos depende nada menos que de 52 genes diferentes. Nada que ver con la herencia del color de las flores de los guisantes de Mendel que nos enseñaban en el instituto.
Pasar demasiado tiempo delante de las pantallas puede crear sensación de cansancio en los ojos. Hay que tener en cuenta una serie de factores, como parpadear y enfocar, que ayudan a prevenirla.
Esta vía de entrada al organismo no ha sido tan estudiada como la respiratoria. Aunque menos relevante, existen manifestaciones clínicas de la covid-19 que afectan a los ojos.
Evolutivamente, la visión en tres dimensiones ha permitido a nuestra especie calcular distancias, percibir la profundidad o visualizar mejor objetos en movimiento. Pero hay quienes carecen de ella.
Catedrática de Biología Celular (UPV/EHU), visiting Prof IdEX Univ. Bordeaux (Francia), Life Member Clare Hall Cambridge (UK). Directora del Grupo Oftalmo-Biología Experimental (GOBE), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesor Titular del área de Optometría e Investigador del Grupo de Investigación en Oftalmología Experimental. Universidad de Murcia, Universidad de Murcia
Profesora Asociada de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa / Optometrista pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech