Los ataques de Hamás sobre Israel, y la posterior respuesta israelí sobre la franja de Gaza, han desestabilizado el mercado petrolero. La evolución del conflicto marcará los precios en los próximos meses.
La OPEP recorta la producción para mantener altos los precios, pero se arriesga a que caiga la demanda de hidrocarburos. Debe conseguir, pues, ese punto en que los recortes no generan más inflación.
La primera gran crisis energética de Occidente del s. XXI tiene como grandes beneficiarios a los países productores de petróleo. La OPEP+ ha recortado su producción en 2 millones de barriles de crudo al día para mantener los precios altos.
Tras años de cotizaciones a la baja, y pérdidas millonarias en 2020, 2021 fue un año glorioso para las grandes productoras de petróleo que tuvieron beneficios récord y sus acciones se revalorizaron más que la media bursátil.
En el futuro, los patrones de producción, distribución y consumo serán cada vez más sostenibles. Todo apunta a ello, pese a los grandes retos que hay que enfrentar aún y los desiguales ritmos de cambio entre los países.
La cotización en negativo de los precios del petróleo se debe a la caída coyuntural de la demanda, pero muchos analistas vaticinan que cambiará la industria petrolera para siempre.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid