El incremento notable de la incidencia de esta enfermedad altamente contagiosa advierte de que nos hallamos en una nueva onda epidémica. La mejor respuesta es la vacunación, que evita los casos graves.
Existen pocas investigaciones acerca del impacto de los conflictos bélicos sobre enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad renal y la salud mental.
¿Los migrantes nos traen enfermedades? Nada más lejos de la realidad. La población migrante, independientemente de su origen, suele tener un nivel de salud mayor que el de la población autóctona del país de destino.
Dado el elevado número de infecciones y hospitalizaciones producidos por los virus de las gripe entre menores de cinco años, cuesta entender que la tasa de vacunación sea todavía tan baja en ese grupo de población.
El interés por la ciencia en las mujeres ha ido lentamente retrocediendo desde 2020, probablemente en relación con ciertos niveles de hostilidad y discriminación hacia las mujeres en esos ámbitos educativos altamente masculinizados y en sus salidas profesionales.
La interferencia de la industria en la publicidad de las leches de fórmula, así como en la realización de estudios científicos, es cada vez más preocupante.
Estamos justo en el momento del incremento de la curva de infecciones de gripe, que este año ha coincidido con la Navidad y el aumento de los contactos sociales. El Ministerio de Sanidad acaba de establecer como obligatorio el uso de mascarillas en hospitales y centros de salud.
Los autores de este artículo reivindican la importancia de su profesión en nuestros tiempos y la necesidad de un marco legal que la valore y la ampare.
La OMS lo ha dejado claro: habrá nuevas pandemias en el futuro frente a las que la comunidad internacional deberá demostrar su capacidad para responder de manera efectiva. ¿Qué hace falta para prepararnos?
El concepto de “inmunidad de grupo” o “inmunidad colectiva” fue ampliamente manejado al principio de la pandemia, pero ¿tiene aún sentido aplicarlo con las peculiaridades de la covid-19? ¿Se alcanzará totalmente algún día?
Las medidas adoptadas por las autoridades brasileñas desde los años 70 han recogido sus frutos, y hoy lidera los esfuerzos para erradicar el consumo de tabaco a nivel internacional.
Hace unos meses, Nueva Zelanda fue el primer país en aprobar el concepto de “generación libre de tabaco”, prohibiendo su venta a las personas nacidas después del 1 de enero de 2009. ¿Conseguiremos hacer lo mismo a nivel global? Es el objetivo de la estrategia ‘endgame’.
Adultos alcohólicos, adolecentes que abusan de la bebida e incluso los niños cuyas madres han consumido alcohol durante el embarazo pueden sufrir serias alteraciones neuronales.
Desde los años noventa, la mortalidad atribuida al consumo de tabaco en mujeres está aumentando, sobre todo por cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. Y lo hace rápido tanto en las jóvenes como en las de edad más avanzada.
En 2022, la covid-19 ha seguido impactado fuertemente en la vigilancia de todas las enfermedades, transmisibles o no. Incluso los programas preventivos, como los de cribado para la detección precoz del cáncer, se han visto afectados.
Basándonos en la evidencia científica, ningún profesional o institución debería recomendar el consumo de alcohol para mejorar la salud. Y convendría retrasar la edad de inicio al consumo.
A un adulto, cualquier médico le haría estas cinco recomendaciones para una existencia longeva y saludable: No fumar ni beber alcohol, consumir fruta y verdura pero no comida basura y practicar ejercicio físico a diario. ¿Por qué nos las saltamos?
A estas alturas hay pruebas irrefutables de que no se hace el mismo esfuerzo diagnóstico ni terapéutico en mujeres que en hombres. Entre otras cosas, las mujeres son infratratadas de enfermedades cardiológicas y coronarias.
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València