Los fondos europeos de recuperación son indispensables para la economía española. Pero quizás las transferencias no sean suficientes y acudir a los créditos aumentaría una deuda pública ya desmesurada.
Un dólar débil favorecerá las exportaciones de EE.UU., lo que tenderá a reducir el desequilibrio comercial estadounidense. Algo muy necesario para la economía norteamericana.
Un euro fuerte aleja el riesgo de inflación pero esconde peligrosas trampas: los productos de la zona euro se encarecen frente a los estadounidenses, perjudicando así a los exportadores europeos.
Uno de los retos más importantes de la aprobación de los presupuestos de 2021 será cómo financiar las reformas estructurales necesarias para conseguir una mayor recuperación a largo plazo.
Aunque con la desaparición del efectivo se reducirían el fraude fiscal, la venta de armas y el terrorismo, su eliminación chocaría de frente con el derecho a la privacidad y generaría nuevas desigualdades.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la reunión sobre la financiación para el desarrollo en la era Covid-19.
EC - Audiovisual Service / Etienne Ansotte
La Comisión Europea ha presentado un ambicioso plan de recuperación económica pos-COVID-19. No habrá solo préstamos, sino también subsidios. Pero la cantidad propuesta todavía es insuficiente para resolver la crisis.
A diferencia de 2008, las instituciones europeas ahora son conscientes de su papel y proponen programas sociales inéditos, planteando impuestos europeos, herramienta básica para la armonización fiscal.
La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia las malas decisiones económicas de Europa, que darán poco margen de maniobra para ayudar a la recuperación.
Ante las dudas sobre el futuro que dejará la pandemia a España e Italia, solo existe la certeza de la gestión china de la crisis y la necesidad de contener la propagación del virus.
No hemos estado nunca tan cerca de emitir, por primera vez, deuda en nombre de todos los países del euro. No es todavía la muy necesaria unión fiscal, pero es un paso importante en esa dirección.
Reunión de los embajadores del Comité de Representantes Permanentes en la UE para hablar de la crisis del coronavirus. Bruselas, 24 de marzo de 2020.
Unión Europea
La expansión del COVID-19 pone en evidencia las debilidades políticas y económicas de Europa y hacen pensar que la institución pueda entrar en una profunda crisis institucional.
La expansión de la pandemia obliga a los países de la UE a tomar medidas extraordinarias y pone a prueba la unidad económica y la fortaleza de la idea de Europa.
Europa está en shock por la expansión del coronavirus, y se hace indispensable que las instituciones europeas tomen medidas que suavicen el impacto en las economías nacionales.
El momento del traspaso de poder: el presidente saliente del BCE, Mario Draghi, entrega la campana del Consejo de Gobierno del BCE a Christine Lagarde durante el acto oficial de despedida de Draghi el 28 de octubre de 2019.
Banco Central Europeo / Flikr
Draghi se ha despedido del Banco Central Europeo subrayando la confianza del público en el euro y el papel de la moneda común como proyecto político. La nueva presidenta, Christine Lagarde, apunta que mantendrá tipos de interés nulos y se centrará en los "bonos verdes" para estimular la lucha contra el cambio climático.
La cuarta economía de la UE se salva, por ahora, del riesgo del populismo antieuropeo. El objetivo declarado por el Primer Ministro Conte es un gobierno que lleve a cabo unas políticas expansivas, impulsando inversiones públicas y privadas.