Cuestiones como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad están relacionadas con la situación de crisis que vivimos. Tengámoslas en cuenta.
La situación actual puede servir de ensayo para repensar una gran crisis aún más compleja de gestionar y atajar que la pandemia del coronavirus: la del cambio climático.
Necesitamos construir un mundo cosmopolita y sostenible, basado en un doble imperativo moral: cuidarnos unos a otros y cuidar entre todos nuestra común morada.
Michael Beck, University of California, Santa Cruz and Pelayo Menéndez, University of California, Santa Cruz
Los manglares pueden evitar el gasto de 65.000 millones de dólares al año en perjuicios causados por las tormentas. La protección de estos hábitats podría financiarse como la construcción de diques.
Los sumideros terrestres absorben cada vez menos CO₂ y es previsible que en apenas unas décadas los ecosistemas emitan más dióxido de carbono del absorbido.
La conservación de la naturaleza es una cuestión esencialmente ética que se debe basar en creencias, valores y principios biocéntricos compatibles con el respeto a las diferentes formas de vida.
Stephanie Flude, University of Oxford and Juan Alcade, Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA - CSIC)
La tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono no ha conseguido hasta ahora disminuir las emisiones globales, y se nos acaba el tiempo.
Carentes de medidas eficaces para reducir sus emisiones, las aerolíneas y otros agentes del sector aéreo responsabilizan a los pasajeros y les piden elegir la opción menos contaminante.
La ley de cambio climático es el marco fundamental sobre el que tejer políticas y estrategias de sostenibilidad y de mitigación y adaptación al calentamiento global.
La decisión de devolver a sus países de origen a los refugiados y desplazados por causas climáticas o por desastres naturales vulnera el derecho a la vida, según la ONU.
Madrid ya reconoce los beneficios de los espacios verdes urbanos, pero la falta de voluntad política y de presupuestos específicos pone en peligro la implementación de estrategias a gran escala.
Las olas de calor marinas, cada vez más severas y frecuentes, provocan el aumento de la mortalidad de los organismos y un cambio en la composición de especies de los ecosistemas acuáticos.
Sembrar el planeta de bosques, como sugiere el Foro de Davos y apoya Donald Trump, no va a contrarrestar el CO₂ liberado durante millones de años e, incluso, puede aumentar las emisiones de este gas.
El clima es una estadística inventada por los seres humanos, pero los cambios en la temperatura media global pueden tener un impacto real sobre el planeta.
Factores como el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones de extracción, distribución y tratamiento del agua empeoran el calentamiento global.
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)