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parásitos – The Conversation
2024-01-19T09:21:37Z
tag:theconversation.com,2011:article/220262
2024-01-19T09:21:37Z
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Hemos estudiado los restos fecales de Granada para saber cómo vivían sus habitantes hace siglos
<p>El desarrollo tecnológico de los últimos años nos ha permitido a los arqueólogos conocer mejor que nunca cómo vivía la gente en tiempos pretéritos. Qué comían, cómo era su día a día. Y también, por qué no, sus condiciones higiénicas y sanitarias. Para estudiar esto último entran en juego unos organismos que han acompañado al ser humano desde sus inicios: <a href="https://theconversation.com/que-son-los-parasitos-y-que-enfermedades-nos-causan-127341">los parásitos</a>.</p>
<p>El estudio de parásitos antiguos (paleoparasitología) permite una aproximación bioarqueológica de primer nivel. Se debe a que permiten reconstruir las condiciones socioeconómicas e higiénicosanitarias. También se puede estudiar la presencia de animales domésticos y peridomésticos (salvajes, pero que conviven en proximidad con los seres humanos). </p>
<p>El hallazgo de estas evidencias se localiza en restos fecales procedentes de yacimientos arqueológicos. Entre los distintos materiales que son susceptibles al estudio paleoparasitológico destaca el análisis de restos fecales procedentes de estructuras arqueológicas ligadas a las deposiciones humanas. Por ejemplo, las letrinas y pozos ciegos, donde se acumula un gran número de evidencias parasitarias.</p>
<p><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2352409X23005175">En un trabajo recientemente publicado</a> intentamos arrojar luz a los parásitos presentes en la sociedad granadina de los siglos XVI a XVIII mediante el estudio de cuatro pozos ciegos. La relativa cercanía de las fechas ha permitido documentar en gran medida el yacimiento arqueológico, así como las fuentes documentales de época, para completar el análisis.</p>
<h2>Rebuscando en los pozos ciegos de las corralas</h2>
<p>La zona estudiada correspondía en los siglos XVI y XVII a la periferia de Granada, y fue una zona de expansión de la ciudad en el XVII. De esta forma, se crean nuevos barrios, siguiendo un nuevo modelo constructivo, en el que vivían varias familias. Estas construcciones recibían el nombre de corralas y presentaban pozos ciegos en la planta baja que servían a sus habitantes para defecar.</p>
<p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8410283">El hallazgo en 2022</a> de estas estructuras cerradas en el yacimiento arqueológico de Calle Ventanilla permitió su estudio paleoparasitológico. De esta forma, se vació el contenido de cada uno de los pozos, tomando muestras desde las capas de relleno hasta el nivel geológico. En este proceso se extremaron las precauciones para evitar la contaminación y la consecuente posible alteración de los resultados. </p>
<p>Tras la toma de las muestras se procedió a su estudio en el laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada. Para ello, rehidratamos los materiales antes de analizarlos mediante un microscopio óptico.</p>
<p>Como resultado, identificamos huevos de varias especies de parásitos.</p>
<h2>¿Qué nos dicen los hallazgos?</h2>
<p>Gracias a las características morfológicas y al tamaño de estas evidencias pudimos determinar qué tipo de parásitos convivían con los habitantes de la corrala. En concreto, se encontraron huevos de <em>Ascaris</em> sp., <em>Trichuris</em> sp. y <em>Fasciola</em> sp. En el caso del primero, los huevos se hallaron con su característica cubierta mamelonada, así como otros sin ella, una ausencia común en materiales arqueológicos.</p>
<p>Tanto los <em>Ascaris</em> sp. como los <em>Trichuris</em> sp. son geohelmintos, gusanos que necesitan de una fase en tierra dentro de su ciclo biológico. Por ello, desarrollan unas cubiertas especialmente resistentes al medio, lo que favorece su hallazgo en materiales arqueológicos. Normalmente estos parásitos se dan en zonas con problemas higiénicos, así como zonas con contaminación de aguas. </p>
<p>Ambos parásitos tienen un ciclo de vida fecal-oral que se ve facilitado por hábitos higiénicosanitarios ineficaces, como la falta de lavado de manos, o la ingesta de agua y alimentos contaminados por heces humanas. En cuanto a las patologías, pese a que las personas infectadas suelen ser asintomáticas o tener ligeros trastornos gastrointestinales, puede llegar a producir obstrucción intestinal en los casos más severos.</p>
<p><em>Fasciola</em> sp. es un parásito zoonótico (normalmente se da en el tracto biliar de herbívoros), que puede infectar a los humanos debido al consumo de verduras o agua contaminadas. Produce fiebre, náuseas, dolor abdominal o pérdida de peso, entre otros síntomas. Que estuvieran presente en los restos puede deberse tanto a la proximidad de la corrala con los campos circundantes (a menudo abonado con residuos fecales humanos, lo que aumentaría el riesgo de geohelmintos) como a la deficiente gestión de los residuos. </p>
<p>De igual forma, el uso de las aguas de la zona, tanto por humanos como por animales, pudo favorecer la aparición de epidemias por microorganismos, como se tiene registrado en el siglo XVII. De hecho, hay constancia de que el Ayuntamiento de Granada se vio obligado a promulgar las “Ordenanzas de las Aguas”, que obligaban, entre otras cosas, a limpiar los conductos de agua o a prohibir arrojar animales muertos a estos, bajo multa de 3 000 maravedíes en caso de incumplimiento.</p>
<p>Este acercamiento bioarqueológico nos ha permitido aportar pruebas directas de los problemas que asolaron a la población granadina del pasado, abriendo un nuevo prisma en el conocimiento de cómo vivían las gentes de ataño.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220262/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sylvia A. Jiménez Brobeil recibe fondos de Proyecto Investigación PID2019-107654-GB100. Gobierno de España</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ramón López-Gijón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Los parásitos han acompañado a la humanidad desde sus inicios, y precisamente por eso pueden ayudarnos a entender cómo vivían nuestros antepasados.
Ramón López-Gijón, PhD in Biomedicine, Universidad de Granada
Sylvia A. Jiménez Brobeil, Profesora titular. Antropología física, Universidad de Granada
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/211053
2023-09-14T17:51:24Z
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Abierta una puerta al genoma completo de todos los organismos del mundo
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/545772/original/file-20230831-17-hvz558.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C3000%2C1679&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-doctor-holding-transparent-glass-bottle-1756187864">MBLifestyle/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Los esfuerzos internacionales para secuenciar el genoma completo de todos los organismos del mundo –también de los más peligrosos para los humanos– pueden llegar a buen puerto si cuentan con las herramientas bioinformáticas adecuadas.</p>
<p>En concreto, investigadores del <a href="https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/un-equipo-del-csic-crea-una-herramienta-bioinformatica-para-obtener-genomas-de">Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IPBLN-CSIC) y de la Universidad de Glasgow</a> hemos desarrollado ILRA, una herramienta bioinformática desarrollada para generar genomas de alta calidad en contextos problemáticos. Por ejemplo, cuando se trabaja con muestras biológicas insuficientes o de especies complicadas, como parásitos. </p>
<h2>La genómica para descifrar las enfermedades humanas y la virulencia de los patógenos</h2>
<p>A partir de material biológico, las tecnologías de secuenciación masiva permiten obtener la composición de las secuencias del ADN. Hay cuatro componentes posibles de una secuencia, llamados bases o nucleótidos. Se representan por cuatro letras, las famosas <a href="https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/ACGT">ACGT</a>. </p>
<p>La genómica es una técnica <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93mica">ómica</a> que permite investigar con exactitud las secuencias de todos los <a href="https://sangerinstitute.blog/2023/08/10/what-is-a-gene/">genes</a> de un organismo. Esto es lo que se conoce como el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Genoma">genoma</a>. Así, se obtienen bases de datos con la composición precisa de las bases del genoma. El valor para estudios posteriores es enorme. Por ejemplo, se podrían estudiar las claves de la predisposición de humanos a enfermedades o los genes que hacen a un patógeno más virulento. </p>
<h2>Secuenciar genomas mundialmente</h2>
<p>El <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Proyecto_Genoma_Humano">Proyecto Genoma Humano</a> obtuvo, tras años de esfuerzo, una secuencia general para los seres humanos en el <a href="https://ellipse.prbb.org/es/el-genoma-humano-20-anos-de-historia/">año 2001</a>. Sin embargo, el genoma humano no se ha considerado verdaderamente completo hasta muy recientemente, con una <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/codigo-genoma-humano-por-fin-esta-completo_18097">versión más completa</a> en el año 2022 y la <a href="https://theconversation.com/los-ultimos-retazos-del-genoma-humano-vienen-de-la-mano-del-cromosoma-y-212124">secuenciación del cromosoma Y</a> en 2023.</p>
<p>Ahora tocaría secuenciar genomas <a href="https://www.bbc.com/future/article/20230227-the-search-for-the-worlds-missing-genomes">más diversos</a> para representar de verdad las poblaciones humanas. Además, el <a href="https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/biociencias/microbioma-organo-vital/">Proyecto Microbioma Humano</a> ha tomado el relevo para tratar de obtener la secuencia de todos los microorganismos presentes en los humanos. Varios consorcios internacionales, como <a href="https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/un-proyecto-europeo-utilizara-la-ciencia-genomica-para-conservar-la">Biodiversity Genomics Europe</a> o <a href="https://www.rtve.es/noticias/20220125/earth-biogenome-project-levanta-vuelo/2268302.shtml">Earth Biogenome</a> también pretenden secuenciar millones de organismos eucariotas en un futuro muy próximo. </p>
<h2>Los problemas en el camino hacia genomas mejorados</h2>
<p>En definitiva, las innovaciones <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/todo-que-debes-saber-sobre-biomedicina-y-biotecnologia_20174">biomédicas</a> y promesas como la <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-48662591">medicina personalizada</a> van de la mano de las técnicas de secuenciación. Los avances dependen en gran medida de contar con genomas de referencia de alta calidad, que deben representar fielmente el material genético de origen. </p>
<p>Sin embargo, al contrario que para el humano, la situación dista mucho de ser perfecta para la mayoría de organismos conocidos. Esto se debe, en parte, a que las técnicas de secuenciación tienen limitaciones técnicas. Incluso las más avanzadas, como las de <a href="https://www.fastcompany.com/90849873/ultima-affordable-genome">Ultima Genomics</a>, presentan <a href="https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.06.04.494845v3">errores</a>. Por ejemplo, hay problemas importantes a la hora de analizar la composición de <a href="https://sebbm.es/rincon-del-aula/secuencias-de-dna-repetidas-quien-dijo-dna-basura/">regiones repetidas</a> del ADN, que pueden contener información vital.</p>
<p>El peligro y las consecuencias de una secuenciación incorrecta o incompleta son reales. Si los genomas que se usan de referencia en los estudios científicos contienen errores, como secuencias inexactas o contaminación, podrían identificarse cambios en algunas de las cuatro bases del ADN, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mutaci%C3%B3n">mutaciones</a>, que en realidad no existen. También se podrían ignorar genes completos que puede ser vitales para la enfermedad o proceso en estudio. Además de usar genomas lo más correctos posible, realizar análisis bioinformáticos robustos es también muy valioso para evitar llegar a interpretaciones y resultados que pueden ser <a href="https://www.science.org/content/blog-post/arguing-about-cancer-microbiome">totalmente falsos</a>.</p>
<h2>El peligro de errores en el estudio de parásitos mortales</h2>
<p>En este contexto, es relevante el caso de los <a href="https://www.cdc.gov/parasites/es/about.html">parásitos</a>. La gran mayoría de los genomas disponibles para parásitos tienen limitaciones, pese a que causan algunas de las enfermedades humanas más mortales.</p>
<p>El principal problema es que gran parte del conocimiento se basa en genomas que se han obtenido a partir de cultivos de parásitos en el laboratorio. Estos difieren de los parásitos que circulan en entornos naturales. Por ejemplo, los parásitos naturales están sometidos a procesos evolutivos y de <a href="https://www.heraldo.es/noticias/salud/2016/06/27/capacidad-adaptacion-del-causante-malaria-reto-para-ciencia-933970-2261131.html">adaptación</a>, que dejan huellas en su genoma. Estas secuencias de laboratorio son entendidas como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Genoma_de_referencia">genomas de referencia</a>, supuestamente representativos de todos los parásitos del mundo. Pero es necesario evitar esta generalización, produciendo nuevos genomas y mejorando los que se utilizan en cada estudio o circunstancia concreta. Así, cuanto más detallados y precisos sean los genomas, más fácil nos será conducir por el diverso paisaje de la Biología.</p>
<h2>El valor de ILRA y el parásito de la malaria</h2>
<p>Herramientas bioinformáticas como la recientemente desarrollada <a href="https://doi.org/10.1093/bib/bbad248">ILRA</a> pueden ayudar a la generación de nuevos genomas lo más correctos y completos posible, que hasta ahora se presentan como <a href="https://www.futurelearn.com/info/courses/bacterial-genomes-access-and-analysis/0/steps/47041">borradores</a>. </p>
<p>ILRA se basa principalmente en integrar datos a partir de diferentes tecnologías de secuenciación. Esta aproximación <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Hybrid_genome_assembly">híbrida</a> combina datos de diferentes tecnologías. Así, se complementarían las ventajas y desventajas de cada método, obteniendo un resultado final perfeccionado. </p>
<p>ILRA es automática, no exige grandes conocimientos bioinformáticos que no suelen ser accesibles para la mayoría de grupos de investigación, contribuyendo a una ciencia más igualitaria. Cualquier laboratorio, sin importar sus recursos o experiencia, podría hoy día enfrentarse al desafío de producir genomas de alta calidad con más instrumentos.</p>
<p>La herramienta se ha puesto a prueba con el parásito <a href="https://lamalaria.com/formacion/plasmodium-falciparum/"><em>Plasmodium falciparum</em></a>, que es el causante de la malaria y uno de los organismos con una composición de ADN más inusual. En el genoma del <em>Plasmodium falciparum</em> las bases A y T superan el 80 % de media, en lugar de una proporción más equilibrada. Esto ha dificultado su estudio y limitado el conocimiento básico de su biología.</p>
<p>La malaria humana es una de las enfermedades infecciosas más importantes. Esta enfermedad es causante de pobreza extrema y de cientos de miles de muertes al año, especialmente en países en vías de desarrollo y específicamente en <a href="https://theconversation.com/la-malaria-mata-y-empobrece-asi-intentamos-acabar-con-ella-desde-africa-115324">África</a>. En general, hasta ahora la lucha contra la malaria y otras enfermedades se ha visto perjudicada por la falta de buenos genomas. Nuevos y mejores genomas representarán la diversidad de los parásitos en la naturaleza. Así, podríamos desvelar las claves de la adaptación y virulencia de los parásitos, incluso dando pie a nuevos <a href="https://cordis.europa.eu/article/id/31037-parasite-genome-sequences-offer-hope-of-new-drugs/es">tratamientos</a>. </p>
<p>En conclusión, la bioinformática, a través de herramientas como ILRA, tiene mucho que aportar para mejorar el estudio de los genomas, que en el futuro pueden llegar a ser la base para erradicar enfermedades devastadoras, como la <a href="https://blog.caixaresearch.org/news-from-the-lab-elana-gomez-y-jose-luis-rodriguez/">malaria</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211053/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Luis Ruiz Rodríguez trabaja en el Instituto de Parasilogía y Biomedicina López-Neyra y recibe finanación del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
</span></em></p>
Un equipo internacional ha creado ILRA, un programa bioinformático para generar genomas de alta calidad de todos los organismos del mundo. ILRA ha demostrado su potencial en el caso de parásitos problemáticos, como el de la malaria.
José Luis Ruiz Rodríguez, Unidad de Bioinformática, Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (IPBLN-CSIC)
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2023-05-22T14:39:39Z
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Los parques infantiles están repletos de parásitos: ¿qué podemos hacer?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/527009/original/file-20230518-15-hj8zwc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=72%2C90%2C5934%2C3917&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/woman-picking-dog-poop-lawn-backyard-1497255974">Zivica Kerkez/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Entrada la primavera, y a tiro de piedra del verano, el buen tiempo y el aumento de las horas de luz solar invitan al esparcimiento y a visitar parques y jardines públicos para realizar actividades de ocio. </p>
<p>Por desgracia, los parques públicos y los areneros son una importante fuente de infección por parásitos, especialmente para los niños. Esta situación es debida, sobre todo, a que perros y gatos comparten áreas públicas con ellos, y a que tanto las mascotas como los animales callejeros pueden expulsar parásitos intestinales a través de las <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33308738/">heces</a>, contaminando el suelo y los espacios compartidos.</p>
<p>Resulta evidente que los perros y los gatos desempeñan un papel muy importante en la sociedad, con una huella psicológica relevante, en especial cuando actúan como animales de compañía. Europa tiene una de las tasas más altas de tenencia de mascotas en el mundo: un 46 % de los hogares europeos poseen mascotas, y se estima que hay un total de <a href="https://europeanpetfood.org/wp-content/uploads/2023/02/Annual-Report-2022-2.pdf">92 millones de perros domésticos y 113 millones de gatos domésticos</a>. </p>
<p>Lamentablemente, al igual que ocurre con otras especies animales, los perros y gatos también son una fuente de infecciones parasitarias para los humanos que debemos tener en cuenta, porque al ser un número muy elevado y mantener un contacto estrecho con las personas, el riesgo y el tamaño del problema aumenta.</p>
<h2>Parásitos intestinales de los perros que pasan a los humanos</h2>
<p>Está contrastado que las infecciones parasitarias intestinales son una de las causas más comunes de diarrea en los países en desarrollo. A nivel mundial, más de 1 500 millones de personas, el 20 % de la población global, están infectadas con <a href="https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/soil-transmitted-helminth-infections">helmintos transmitidos por el suelo</a>. Y más de 267 millones de niños en edad preescolar y 568 millones en edad escolar viven en áreas de prevalencia de helmintos intestinales. </p>
<p>Estos parásitos gastrointestinales, muchos de ellos zoonóticos (transmitidos por los animales a las personas), siguen siendo comunes en los perros, especialmente en los callejeros, a pesar de la disponibilidad de pruebas de diagnóstico sensibles y tratamientos efectivos. Varias investigaciones apuntan a que, en algunas zonas de América del Norte, más del 70 % de los perros están infectados con uno o más <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29080756/">parásitos intestinales</a>, incluidos anquilostomas (<em>Ancylostoma</em> spp.), tricocéfalos (<em>Trichuris vulpis</em>), ascáridos del género <em>Toxocara</em>, tenias (<em>Dipylidium caninum</em>, <em>Taenia</em>) y algunos más.</p>
<h2>Es posible contraer toxocariosis en los parques</h2>
<p>Los parques infantiles y los jardines públicos representan un importante foco de infección por estos parásitos para los seres humanos, especialmente para los niños. De hecho, según varios estudios actuales, una quinta parte de los lugares públicos del mundo están contaminados con huevos de <em>Toxocara</em> (un género de nematodos), con tasas de prevalencia que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0269749118326708">oscilan entre el 13 y el 35 %</a>, según la zona geográfica. En Europa la prevalencia media ronda el 18 %. Pero dentro de España la variación de la prevalencia en los parques públicos es enorme: desde el 16 % en Madrid, hasta el 37 % en Tenerife o el 67 % de <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11520442/">Murcia</a>. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/527171/original/file-20230519-23-odd3fg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Larva de Toxocara.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/gtzecosan/15679888006">SuSanA Secretariat/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/">CC BY-NC</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En Lisboa se ha detectado <em>Toxocara</em> en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28545900/#:%7E:text=Overall%2C%2085.7%25%20of%20the%20sandpits,contaminated%20with%20Toxocara%20cati%20eggs">el 50 %</a> de los parques, y está presente también en el 27 % de los patios de las escuelas primarias muestreadas en el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9901864/">extremo sur de Brasil</a>. En cuanto a la ciudad de Nueva York, se considera un problema de salud grave por el riesgo continuo de contraer la infección en los espacios públicos, especialmente en los vecindarios más pobres como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32369482/">El Bronx</a>. </p>
<p>Dentro del género <em>Toxocara</em> existen 26 especies de nematodos pero nos centraremos en dos, <em>Toxocara canis</em> y <em>Toxocara cati</em>, que tienen como huéspedes respectivamente a perros y gatos, callejeros o domésticos. Ambos excretan los huevos del parásito por las heces y son los principales agentes causales de la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8875715/">toxocariasis humana</a>. A veces la infección es asintomática, pero otras <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14911260/">puede causar</a> fiebre, tos, dolores musculares, pérdida de apetito, hepatoesplenomegalia (crecimiento del hígado y bazo), neumonitis, asma, alteraciones visuales, meningitis, vasculitis cerebral, encefalitis e incluso trastornos neurodegenerativos como convulsiones, demencia y déficits cognitivos. </p>
<h2>Las heces de perro contienen huevos de <em>Toxocara</em></h2>
<p>Un metaanálisis reciente sugiere que más de <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32381218/">100 millones de perros están infectados con <em>Toxocara canis</em></a> y que estos animales arrojan miles de millones de huevos al medio ambiente cada año. Una vez liberados, los huevos completan su maduración. Y cuando contienen larvas completamente desarrolladas son infecciosos para las personas. Si un ser humano ingiere huevos viables del suelo contaminado con heces de perros, por malas prácticas de higiene o por, por ejemplo, ingerir verduras crudas sin limpiar, puede contraer toxocariasis. </p>
<p>Después de la ingestión de un huevo embrionado preparado para eclosionar, la larva pasa al torrente sanguíneo. Excava a través de los tejidos del cuerpo, donde los gusanos pueden acumularse en el ojo, el cerebro, el hígado y la piel. Como consecuencia pueden desarrollarse daños tisulares severos, ceguera e infecciones encubiertas que pueden disminuir la cognición neurológica o provocar retrasos en el desarrollo. </p>
<p>Un estudio realizado en la ciudad de Nueva York y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3565646/">publicado en 1987</a> correlacionó la seroprevalencia de <em>Toxocara canis</em> con déficits neurocognitivos en niños.</p>
<h2>Retirada de excrementos, mejor si se embolsan</h2>
<p>Es manifiesto que los lugares públicos, como playas, areneros y parques, que son a la vez espacios de recreo y tránsito de animales callejeros, de mascotas y de humanos, desempeñan un papel significativo en la transmisión de la infección por <em>Toxocara</em> y otros parásitos. Con el aumento del número de perros y gatos en entornos humanos, sumado a las neglicencias en la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29557502/">higiene básica</a>, crece el riesgo de que las personas se infecten. Por ello, la concienciación pública y el civismo individual son tan importantes. </p>
<p>El primer paso es que los propietarios de mascotas acaten las medidas más obvias: la recogida y retirada de los excrementos depositados por las mascotas en la vía pública y el empleo de los espacios habilitados para mascotas en parques y jardines. </p>
<p>Además, podemos implementar otras medidas preventivas para evitar contraer infecciones como desparasitar con frecuencia a las mascotas, establecer prácticas higiénicas correctas, evitar el contacto con tierra o arena contaminada con heces de animales, mantener los areneros domésticos cubiertos cuando no estén en uso y enterrar o embolsar las heces de los animales antes de desecharlas en la basura. </p>
<p>Todo ello sin olvidarnos de la importancia de lavar correctamente las manos después de manipular mascotas, suelo o arena y antes de ingerir alimentos, así como de reforzar el mensaje educativo a la sociedad en general y enseñar a los niños que es peligroso comer arena o tierra.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/205862/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raúl Rivas González no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Los parques públicos y los areneros son una importante fuente de infección por parásitos, especialmente para los niños. Se debe, sobre todo, a que los perros y gatos que comparten áreas públicas con ellos expulsan parásitos intestinales a través de las heces.
Raúl Rivas González, Miembro de la Sociedad Española de Microbiología. Catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca
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2023-03-29T13:20:30Z
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Claves para evitar enfermar por anisakis
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/518174/original/file-20230329-14-u1l3es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C12%2C4262%2C2830&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/living-anisakis-worm-just-found-on-1142197133">Shutterstock / WH_Pics</a></span></figcaption></figure><p>La reciente difusión de hábitos gastronómicos vinculados al consumo de pescado y cefalópodos crudos o poco cocinados ha aumentado el riesgo de exposición a parásitos transmitidos por peces. Entre estos hábitos son cada vez más populares el consumo de sushi (importado de Japón), de poke (de Hawái) o de ceviche (de Perú).</p>
<p>No debemos tomarnos el asunto a la ligera. Cada año, casi una de cada diez personas enferma por comer alimentos contaminados. Concretamente, la Organización Mundial de la Salud estima que anualmente ocurren unos 56 millones de casos de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0020751905002766">infecciones parasitarias asociadas al consumo de productos pesqueros</a>. </p>
<h2>Gusanos que nos parasitan</h2>
<p>Entre los parásitos transmitidos por peces, existen tres grupos importantes de helmintos que parasitan a los humanos: los gusanos planos (platelmintos), los gusanos de cabeza espinosa (acantocéfalos) y los gusanos cilíndricos (nemátodos). </p>
<p>De todas las enfermedades causadas por los helmintos de los peces, los opistorquídeos, una familia de platelmintos, son los diagnosticados con mayor frecuencia, pero su propagación ocurre principalmente en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33158552/">el este y sureste de Asia</a>. De ahí que la repercusión global sea menor que la ocasionada por algunos nemátodos de la familia Anisakidae, particularmente especies de los géneros <em>Anisakis</em>, <em>Pseudoterranova</em> y <em>Contracaecum</em>, que concentran gran parte de la preocupación médica y económica mundial. </p>
<p>En concreto, la anisakiasis, causada por larvas de nematodos pertenecientes al género <em>Anisakis</em>, es considerada la principal amenaza para la salud humana. Cada año, en todos los continentes, son descritos innumerables casos en humanos, relacionados, en parte, con el auge del consumo de determinados productos como el sushi o el sashimi. </p>
<p>Solo en Japón, dónde es tradicional y habitual la ingesta de estos platos elaborados con pescado y marisco crudo, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9514333/">la incidencia anual promedio</a> de <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33025215/">anisakiasis</a> supera los 7 000 casos clínicos. </p>
<h2>Un largo camino desde los mamíferos marinos a nuestro estómago</h2>
<p>Hoy en día, la anisakiasis es un problema global de salud humana emergente y también es motivo de preocupación económica, debido a los posibles efectos negativos sobre la confianza del consumidor y a los problemas de comercio asociados con los productos pesqueros infestados.</p>
<p>¿Se puede evitar? La respuesta pasa por entender el ciclo vital del parásito.</p>
<p>El género <em>Anisakis</em> comprende nueve especies, tres de las cuales (<em>Anisakis simplex</em> sensu estricto, <em>Anisakis pegreffii</em> y <em>Anisakis physeteris</em>) han sido confirmadas como patógenos zoonóticos de humanos. Estos nemátodos parasitan una amplia gama de organismos marinos y su ciclo de vida incluye delfines, ballenas, focas y <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-17710-1">otros mamíferos marinos como huéspedes finales</a>, además de peces y cefalópodos como huéspedes intermedios. </p>
<p>Los gusanos adultos se encuentran en la mucosa del estómago de los mamíferos marinos. Los huevos del parásito son expulsados a través de las heces y embrionan en el agua de mar. Allí, los crustáceos (krill) se infectan con estadios larvales de los nemátodos. Cuando los crustáceos son presa de peces o calamares, las larvas del tercer estadio infectan las vísceras de los depredadores y se enquistan en las superficies de los órganos y, finalmente, en la musculatura. </p>
<p>Y ahí es donde entramos en juego nosotros: los humanos pueden convertirse en huéspedes accidentales al comer cefalópodos o pescado crudo o poco cocido, e incluso ahumado, salado o en salmuera, que contenga <a href="https://www.cdc.gov/parasites/anisakiasis/biology.html">larvas de <em>Anisakis</em> en tercer estadio</a>. Una vez ingeridas, las larvas se acomodan en el estómago y en el intestino delgado de los humanos.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518175/original/file-20230329-14-yedtuz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/parasites-under-microscope-woman-suffering-helminthiasis-2223896623">Shutterstock / New Africa</a></span>
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<h2>Urticaria, dolor de tripa y vómitos</h2>
<p>En los seres humanos, el parásito no puede reproducirse, pero puede sobrevivir por un corto periodo de tiempo y provocar anisakiasis, que transcurre de leve a severa según la persona infectada. Esta enfermedad puede manifestar trastornos gástricos, intestinales y ectópicos, síntomas abdominales, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25039016/">manifestaciones alérgicas</a> e incluso shock anafiláctico. </p>
<p>Los síntomas más típicos de la anisakiasis gástrica incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos a las pocas horas de ingerir las larvas. La afectación del intestino delgado es menos común, pero cuando se produce puede dar lugar a una masa inflamatoria y síntomas subagudos, parecidos a la enfermedad de Crohn, que se desarrollan de 1 a 2 semanas más tarde. </p>
<p>Además, algunos trabajadores de la industria pesquera, cocineros y otros profesionales que tratan habitualmente con pescado pueden sufrir anisakiasis alérgica ocupacional. En este caso no hace falta ingerir larvas o la exposición oral al parásito para que se manifieste la enfermedad: <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28429304/">la sensibilización ocurre a través de las proteínas del <em>Anisakis</em></a> que entran en contacto con la piel o con el tracto respiratorio. </p>
<p>El pronóstico general para la anisakiasis es positivo. La mayoría de las infecciones son autolimitantes y suelen resolverse de forma espontánea transcurridas varias semanas. La transmisión de persona a persona no es factible.</p>
<h2>Ceviche, sashimi y boquerones en vinagre</h2>
<p>El salmón, el atún, el calamar, el bacalao, la merluza, la caballa, el jurel, la bacaladilla, las sardinas y los boquerones (anchoas) se encuentran entre <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0078323422000446">las especies que son parasitadas</a> con mayor frecuencia. </p>
<p>Más del 90 % de los casos de anisakiasis en todo el mundo son notificados en Japón, y la mayoría del 10 % restante, en países como España, Italia, EE. UU. (Hawái), Países Bajos y Alemania. Son regiones donde, por tradición, consumimos platos de pescado crudo o poco cocinado, como el sushi y el sashimi, el ceviche y el carpaccio, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0034528823000607">los boquerones en vinagre o en escabeche</a>, el lomi-lomi de salmón al estilo hawaiano y el arenque salado. </p>
<h2>Resisten el ahumado, pero no la congelación</h2>
<p>¿Se puede evitar la anisakiasis? Las medidas preventivas son esenciales para controlar la enfermedad, y algunas ayudan a reducir el problema al mínimo. Para empezar, aunque los gusanos pueden resistir el encurtido y el ahumado, la cocción a temperaturas superiores a 63 ºC destruye las larvas. Una temperatura que se consigue preparándolos fritos, al horno o a la plancha. </p>
<p><a href="https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/subdetalle/anisakis.htm">La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición</a> informa de que las preparaciones tradicionales de los productos de la pesca (cocción, fritura, horneado, plancha) inactivan al parásito, ya que permiten alcanzan los 60°C de temperatura en toda la pieza durante al menos un minuto. </p>
<p>Las semiconservas como las de anchoas y los pescados desecados salados de manera tradicional, como el bacalao o las mojamas, implican procesos que matan al parásito.</p>
<p>Otra solución habitual pasa por <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32247867/">la congelación</a>, ya que las larvas son destruidas al someterse a -20 ºC durante 7 días o a -35 ºC durante más de 15 horas. Si el frigorífico tiene menos de 3 estrellas, es prudente comprar el pescado congelado. En algunos países, para aumentar la seguridad alimentaria del consumidor, el mismo sushi comercial preparado es congelado antes de salir a la venta. </p>
<p>Además, para evitar la anisakiasis es conveniente realizar una inspección visual del hígado, las gónadas y la cavidad visceral del pescado eviscerado, así como una inspección al trasluz de los filetes de pescado. La legislación europea y española obliga a que los productos de la pesca no sean puestos a la venta con parásitos visibles. Es aconsejable comprar el pescado limpio y sin vísceras.</p>
<p>Las ostras, mejillones, almejas, coquinas y demás moluscos bivalvos, así como los pescados de aguas continentales (ríos, lagos, pantanos…) y piscifactorías de agua dulce, como por ejemplo truchas y carpas, no requieren congelación. </p>
<p>Del mismo modo, los peces procedentes de acuicultura pueden constituir una excepción a la congelación obligatoria, siempre y cuando hayan sido criados a partir de embriones obtenidos en cautividad, alimentados con pienso libre de parásitos zoonóticos y mantenidos en un entorno libre de parásitos viables.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202459/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raúl Rivas González no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El aumento de consumo de sushi, poke, ceviche y otros platos de pescado y cefalópodos crudos puede aumentar el riesgo de contraer anisakiasis. La congelación es la mejor arma que tenemos para evitarlo.
Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca
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2023-01-03T17:23:07Z
2023-01-03T17:23:07Z
La tenia de Maria Callas y el misterio de su metamorfosis física
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502824/original/file-20230102-64877-v33v7p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Maria Callas como Giulia en la ópera 'La Vestale', de Gaspare Spontini (1954).
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Maria_Callas_as_Guilia.jpg">Teatro alla Scala / Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Este 2023 celebramos el centenario del nacimiento de una de las más grandes sopranos operísticas del siglo XX: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Maria_Callas">Maria Callas</a>. Cuando se subía al escenario, este se llenaba de una voz cálida, lírica e intensa, llenando el ambiente con reverberaciones melodiosas difíciles de replicar por otros cantantes.</p>
<p>Durante toda su vida, la artista tuvo la obsesión de mantener un peso ideal, tal y como demuestra una carta, fechada el 3 de julio de 1949, dirigida a la soprano Maria Caniglia.</p>
<p>Esta situación daría lugar a lo que se denominó como el “milagro” o la “metamorfosis” de la Callas, y que <a href="https://www.mdpi.com/2673-6772/2/3/15">ha sido estudiado por nuestro grupo de investigación</a>. El momento de referencia es el debut de la ópera <em>Don Carlo</em>, de Giusseppe Verdi, en La Scala de Milán, el 12 de abril de 1954. </p>
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<h2>Una pérdida de peso que alentó los rumores</h2>
<p>Partiendo de la base de que la soprano de ascendencia griega medía 173 centímetros (según su tarjeta de identificación, emitida el 9 de junio de 1949 por el Ayuntamiento de Zevio, en la provincia italiana de Verona), su peso fluctuó desde los 100 kilos en 1945 hasta los 64,8 el día de su aparición en La Scala. </p>
<p>A partir de ese momento, las noticias falsas proliferaron, y su adelgazamiento se achacó a los efectos de haber ingerido voluntariamente una tenia. Este gusano plano de color blanquecino causa una enfermedad parasitaria, llamada <a href="https://maldita.es/malditaciencia/20220513/dieta-tenia-solitaria-parasito-infecciones">teniasis</a>, que se contrae al comer carne cruda o mal cocinada de ganado vacuno o de cerdo, hospedadores de las especies <em>Taenia saginata</em> o <em>Taenia solium</em>, respectivamente. La pérdida de peso o apetito se cuentan entre sus posibles síntomas. </p>
<p>Su uso para adelgazar se basa en rumores originados a finales del siglo XIX y desmentidos con fuerza por la Asociación Médica Estadounidense en 1930. Sin embargo, volvió a aparecer como un posible tratamiento en la época de Maria Callas. Actualmente, es posible adquirir el parásito por internet en cápsulas <a href="https://www.freedieting.com/tapeworm-diet">con un precio que ronda los 1 500 €</a>.</p>
<p>De hecho, se llegó a plantear la excéntrica y ridícula idea que un famoso médico suizo le recomendó que ingiriera ese parásito bebiendo una copa de champán.
Tal y como demostramos en nuestro estudio, solo hay dos versiones de la presencia de la tenia en su cuerpo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=655&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=655&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=655&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=823&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=823&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502825/original/file-20230102-22-gbs9cf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=823&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Maria Callas y Valiano Natali en el Teatro del Maggio Musicale de Florencia, durante un ensayo de ‘Lucia di Lammermoor de Donizetti’ (1953).</span>
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<h2>“Ven inmediatamente. ¡Lo he matado!”</h2>
<p>La primera de ellas es recogida por su esposo, Giovanni Battista Meneghini. Este indicó que tuvo que salir de manera precipitada de una función a la que asistía en La Scala para atender la llamada de su mujer desde la suite del Grand Hotel. “Battista, por favor, ven inmediatamente. ¡Lo he matado!”, le apremió. </p>
<p>Cuando Meneghini llegó, su mujer le dijo que había expulsado la tenia mientras se bañaba y la había matado. Situación que confirmó el médico de Callas, Gerardo de Marco, esa misma noche.</p>
<p>La otra versión proviene de Claudia Cassidy, una influyente crítica estadounidense de artes escénicas. Según Cassidy, la cantante le explicó que su pérdida de peso se debía efectivamente al parásito expulsado.</p>
<p>Durante esta etapa, la Callas recibió muchas cartas para que revelara su secreto. Varias clínicas y empresas incluso le llegaron a ofrecer sumas astronómicas por una patente exclusiva sobre su método.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Una mujer y un hombre sentados cada uno en un sillón miran a cámara." src="https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=615&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502818/original/file-20230102-20-jp0vtb.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=773&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Maria Callas y su marido Giovanni Battista Meneghini en su casa de Milán (1957).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/File:Callas_Meneghini_1957.jpg">Federico Patellani / Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>El escándalo de la pasta</h2>
<p>Curiosamente, en 1954 apareció un anuncio en el diario italiano <em>Corriere della Sera</em> afirmando que Maria Callas había adelgazado tras seguir un tratamiento a base de comer un tipo de pasta conocida como Pantanella Mills, y que avalaba su cuñado Giovanni Cazzarolli. Indignada por esta afirmación falsa, la cantante demandó a la empresa italiana. </p>
<p>El director gerente de Pantanella (que era sobrino del papa Pío XII) intentó defender su reputación y solicitó la ayuda inmediata de su tío. Sin embargo, no fue suficiente, ya que Maria los llevó a juicio. Después de cuatro años de duras disputas legales, recibió una indemnización, el pago de las costas y una carta de disculpa escrita por su cuñado y Pantanella Mills y publicada en el <em>Corriere</em>.</p>
<h2>Misterio resuelto</h2>
<p>Nuestro artículo intentó dilucidar si la Callas realmente albergaba una tenia en su sistema digestivo. Y confirmamos que la respuesta a este enigma fue resuelta por su chef personal, Elena Pozzan. En febrero de 2014, Pozzan declaró que tanto la cantante como ella misma se infectaron repetidamente de tenias por el consumo de carne cruda, ya que seguían una dieta <a href="https://academic.oup.com/edited-volume/42059/chapter/355875377">alta en proteínas</a>.</p>
<p>De hecho, su esposo ya aseguró que la dieta de Maria Callas se componía de carnes a la parrilla o <em>steak tartar</em> (plato elaborado base de carne de vacuno picada cruda), grandes cantidades de vegetales sin condimentar, un poco de agua, un poco de vino y nada de pan ni pasta. Y es por el consumo de este tipo de carne, y en concreto del <em>steak tartar,</em> por lo que se deduce que la especie responsable de su teniasis fue <em>Taenia saginata</em>. </p>
<h2>Otro giro de guion</h2>
<p>Pero no es el único descubrimiento que arroja nueva luz sobre la biografía de la gran diva. Hasta ahora se creía que su modista, conocida como Biki, era la responsable de enseñarla a vestir y caminar con elegancia. De ella adquirió más de 200 vestidos, 150 pares de zapatos y 300 sombreros.</p>
<p>Sin embargo, hace unos días nuestro equipo de investigación publicó un <a href="https://www.ijert.org/a-new-hybrid-strategy-based-in-facial-recognition-from-a-photo-of-maria-callas-the-solved-mystery-of-the-unidentified-tailor">artículo</a> donde se revela que hubo otra persona que influenció la imagen pública de la Callas. La descubrimos tras generar una nueva herramienta híbrida que combina la inteligencia artificial, mediante la combinación de un sistema de reconocimiento facial y un servicio de recuperación de imágenes, junto con el procedimiento de revisiones sistemáticas.</p>
<p>Sin embargo, esa es otra historia que ya contaremos otro día.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196402/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
La espectacular pérdida de peso experimentada por la soprano en los años cincuenta se atribuyó a que había ingerido un peligroso parásito voluntariamente. ¿Qué ocurrió realmente?
Jose Miguel Soriano del Castillo, Catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de València
Juan Francisco Merino-Torres, Profesor de Medicina, Unidad de Endocrinología y Nutrición, Universitat de València
Mª Inmaculada Zarzo Llobell, Estudiante de Doctorado en Medicina, Universitat de València
María Trelis Villanueva, Profesora titular de Parasitología, Universitat de València
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2023-01-02T18:51:43Z
2023-01-02T18:51:43Z
Wolbachia: el parásito más abundante en la naturaleza favorece a las hembras y perjudica a los machos
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502695/original/file-20221228-74258-96d4y4.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C8%2C2867%2C1575&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Micrografía electrónica de transmisión de Wolbachia en una célula de insecto.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wolbachia.png">Wikimedia Commons / Scott O'Neill</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Es el parásito reproductivo más abundante en la naturaleza. Más de la mitad de todas las especies de insectos y artrópodos viven infectados por <em>Wolbachia</em>, un parásito que Marshall Hertig y Samuel Wolbach, patólogos de la <a href="https://www.harvard.edu/">Universidad de Harvard</a>, observaron por primera vez en 1924, en el ovario del mosquito <em>Culex pipiens</em>. </p>
<p><em>Wolbachia</em> ha inspirado colecciones de libros de ciencia y es la protagonista en múltiples congresos internacionales. Hoy sirve como freno a una enfermedad devastadora, el <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dengue-and-severe-dengue#:%7E:text=El%20dengue%20es%20una%20enfermedad,grado%2C%20de%20la%20especie%20Ae.">dengue</a>. Y todo por la extraña manera que tiene de transmitirse de generación en generación, perjudicando el éxito reproductivo de los machos (o aniquilándolos directamente) y favoreciendo la reproducción de las hembras de la especie que parasita. </p>
<h2>Se transmite a través de los óvulos</h2>
<p><em>Wolbachia</em> solo puede vivir en el interior de la célula. Así, se transmite a los descendientes a través de los óvulos, pero no de los espermatozoides, que carecen de un citoplasma desarrollado. Y a lo largo de millones de años de coevolución con sus hospedadores ha desarrollado estrategias reproductivas extraordinarias, favoreciendo el éxito de las hembras (que redunda en su propio éxito) y el fracaso de los machos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/496125/original/file-20221118-15-oox3ka.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=438&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Célula del tejido ovárico de un insecto infectado por Wolbachia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.0020076">© 2004 Public Library of Science. Cortesía de Scott O'Neill</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<h2>La estrategia de <em>Wolbachia</em> en pro de las hembras</h2>
<p>En algunas especies de insectos los embriones masculinos infectados por <em>Wolbachia</em> mueren, los embriones hembra no. <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8192442/">La bacteria parásita no hace concesiones</a> a los machos. </p>
<p><a href="https://www.nature.com/articles/s41467-022-34488-y">Recientemente se ha descrito cómo <em>Wolbachia</em> inhibe una proteína necesaria para la masculinización</a>, lo que significa la muerte del embrión macho en el proceso de su desarrollo. </p>
<p>Pero la estrategia puede ser más sofisticada: no matar a los embriones machos, sino promover su feminización. La infección con <em>Wolbachia</em> altera el sistema endocrino de algunos crustáceos infectados, lo que provoca la feminización de los descendientes que de otra forma serían machos de acuerdo a su dotación genética. </p>
<p><em>Wolbachia</em> también puede “alentar” la multiplicación de las hembras sin contar con los machos. Una de las consecuencias más llamativas de la infección es que en algunos casos induce la partenogénesis, es decir, reproducción de hembras infectadas sin necesidad de machos, originando solo hembras en la descendencia. </p>
<p>Por último, la bacteria se convierte en un peculiar sistema anticonceptivo: provoca que los espermatozoides infectados no sean compatibles con los óvulos no infectados. Esta incompatibilidad citoplasmática es la estrategia más común. Si los machos infectados tratan de reproducirse con hembras no infectadas fracasarán. De esta forma solo las hembras infectadas se reproducen, extendiendo la bacteria en la población. </p>
<p><a href="https://sfamjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1462-2920.16125">Actualmente se empiezan a desvelar los mecanismos celulares y moleculares de la incompatibilidad citoplasmática</a>. Los espermatozoides infectados, cuando entran en el óvulo sano, tienen problemas para reorganizar su núcleo, que está fuertemente condensado. Esto impide que comience el desarrollo embrionario. En cambio, en el óvulo infectado hay factores que contrarrestan esta anomalía y permiten la unión normal de los núcleos masculino y femenino. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/496162/original/file-20221118-9492-4r4lvk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las cuatro estrategias desarrolladas por Wolbachia para aumentar su éxito reproductivo aumentando la frecuencia de las hembras infectadas en las poblaciones.</span>
<span class="attribution"><span class="source">author provided</span></span>
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<h2>El importante papel de <em>Wolbachia</em></h2>
<p>La habilidad de <em>Wolbachia</em> para incrementar su éxito reproductivo explica su extraordinaria expansión en la naturaleza. Sin embargo, la consideración de esta bacteria como parásito no debe esconder que en muchos casos la relación con el hospedador puede considerarse una forma de mutualismo, es decir, de beneficio para ambas partes. </p>
<p>De alguna forma poco conocida, <em>Wolbachia</em> puede proteger al hospedador contra otras infecciones, y aumenta su longevidad y fecundidad. Esto tiene una potencial importancia biomédica. También puede sintetizar nutrientes necesarios para el hospedador. Algunas filarias (nemátodos parásitos) solo pueden sobrevivir o reproducirse si están infectadas. En un caso concreto (<em>Brugia malayi</em>, causante de filariasis linfática) <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2703803/">se ha visto que la bacteria, pero no su hospedador, sintetiza el grupo hemo</a>, un cofactor esencial para el funcionamiento de muchas enzimas. </p>
<p>La incompatibilidad citoplasmática que induce la infección de <em>Wolbachia</em> no solo se da entre machos infectados y hembras no infectadas. También se produce entre machos y hembras infectados con cepas diferentes de la bacteria. Esto puede dar lugar a la segmentación de poblaciones de insectos, lo que favorece la aparición de nuevas especies. Es concebible que la infección por <em>Wolbachia</em> esté relacionada con la diversificación de estos animales, aunque está por determinar en qué medida ha sido relevante.</p>
<h2>Aliada contra el dengue y otras enfermedades</h2>
<p><em>Wolbachia</em> protege a su hospedador frente a otros patógenos. En algunos casos reduce la replicación de virus, o acorta el ciclo de vida del hospedador, limitando la multiplicación vírica. Esto convierte a <em>Wolbachia</em> en un aliado potencial para frenar la expansión de enfermedades transmitidas por insectos, fundamentalmente por mosquitos. Una estrategia puede ser liberar machos infectados, que intentarán reproducirse con hembras no infectadas sin conseguirlo, reduciendo la población de mosquitos. O liberar tanto machos como hembras infectados que extiendan la bacteria por toda la población, reduciendo la carga total de patógenos. </p>
<p>Ya se están produciendo importantes avances en este terreno. <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2030243">En un ensayo reciente</a>, la introducción de mosquitos infectados en Yogyakarta (Indonesia) ha reducido la incidencia del dengue en un 77%. </p>
<p><a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/chagas-disease-(american-trypanosomiasis)#:%7E:text=La%20enfermedad%20de%20Chagas%2C%20tambi%C3%A9n,de%20la%20enfermedad%20de%20Chagas.">La enfermedad de Chagas</a>, la <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/yellow-fever">fiebre amarilla</a>, la <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/leishmaniasis">leishmaniasis</a>, el <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/zika-virus">virus del Zika</a> e incluso la <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malaria">malaria</a> son otros potenciales objetivos de esta guerra biológica que utiliza <em>Wolbachia</em> como aliado.</p>
<p>Algunas filarias son dependientes de la infección con <em>Wolbachia</em> para completar su ciclo vital. Las filarias están implicadas en gravísimas enfermedades tropicales, como la filariasis linfática o la oncocercosis. <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2918796/">Su dependencia de la <em>Wolbachia</em> ha planteado la posibilidad de tratamientos antibióticos (doxiciclina o rifampicina)</a>, que ataquen a la bacteria, complementarios a los tratamientos con antiparasitarios. </p>
<p>Ha habido avances en este sentido, pero los tratamientos son muy largos, tienen contraindicaciones y no pueden aplicarse a niños o mujeres gestantes o que estén amamantando a sus bebés. Por ello, es imprescindible que se desarrollen antibióticos más eficaces contra <em>Wolbachia</em> para paliar este terrible problema sanitario, ya que las <a href="https://www.amse.es/informacion-epidemiologica/112-filariasis-epidemiologia-y-situacion-mundial">filariasis</a> afectan a más de 150 millones de personas en todo el mundo, sobre todo en países de bajos recursos económicos.</p>
<p>Y así, estamos ante un parásito reproductivo de indiscutible éxito, mutualista imprescindible, manipulador endocrino, motor evolutivo y diana terapéutica. Todo esto, favoreciendo a las hembras sin discusión.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/194833/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ramón Muñoz-Chápuli Oriol no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Es el parásito reproductivo más abundante en la naturaleza. Y favorece a las hembras por encima de los machos sin discusión. Las estrategias de Wolbachia están siendo estudiadas.
Ramón Muñoz-Chápuli Oriol, Catedrático de Biología Animal (jubilado), Universidad de Málaga
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/184862
2022-06-14T17:29:06Z
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El tipo de bosque determina la abundancia de mosquitos transmisores de enfermedades como la malaria aviar
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/468497/original/file-20220613-26-9006q9.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2118%2C1636&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los mosquitos del género 'Culicoides' transmiten patógenos como el virus de la lengua azul y el parásito causante de la malaria aviar.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Culicoides-imicola-bloodfeeding.jpg">Alan R Walker / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Los mosquitos desempeñan un importante papel en los ecosistemas ya que actúan como vectores (transmisores) de numerosos patógenos que circulan en la naturaleza y causan enfermedades en los humanos y otros animales. </p>
<p>El mosquito común (<em>Culex pipiens</em>), por ejemplo, es un buen transmisor del parásito causante de la malaria aviar, <em>Plasmodium relictum</em>, y otros patógenos como el virus del Nilo Occidental. Pero otros grupos de mosquitos –quizás no tan conocidos– también son capaces de transmitir enfermedades similares a la malaria. Hablamos de los mosquitos del género <em>Culicoides</em>.</p>
<h2>Los <em>Culicoides</em> y la malaria aviar</h2>
<p>Los <em>Culicoides</em>, con apenas unos pocos milímetros de longitud, son uno de los grupos de vectores más abundantes del mundo. Entre los muchos patógenos que transmiten se encuentran el virus de la lengua azul y el virus de Schmallenberg, con gran importancia en el sector ganadero.</p>
<p>Las hembras adultas de <em>Culicoides</em>, a diferencia de los machos, se alimentan de la sangre de sus hospedadores vertebrados, esencialmente mamíferos y aves. Con esa alimentación hematófaga pueden ingerir diferentes patógenos y, si esos patógenos se pueden desarrollar en su interior, las hembras pueden actuar como sus vectores. </p>
<p>Un ejemplo lo encontramos en los parásitos del género <em>Haemoproteus</em>, un parásito causante de un tipo de malaria aviar similar a la que provoca <em>Plasmodium</em> en los humanos, con graves consecuencias para las aves, ya que <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsbl.2010.0046">disminuyen su supervivencia y su éxito reproductor</a>. </p>
<p>En un <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-294X.2011.05136.x">estudio previo desarrollado en España</a> se vio que los <em>Culicoides</em> son capaces de transmitir a las aves más de 10 tipos distintos de este parásito. En cualquier caso, a pesar de estas similitudes, es importante recordar que estos parásitos de la malaria aviar no son capaces de infectar a las personas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/468346/original/file-20220611-25455-rb0lg4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Montaje en portaobjetos de una cabeza de <em>Culicoides reconditus</em>, una de las cinco especies de <em>Culicoides</em> que encontramos en los nidos de herrerillo común.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Jorge Garrido Bautista</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>No obstante, no todas las especies de <em>Culicoides</em> poseen la misma capacidad de transmitir parásitos ni la transmisibilidad será la misma en todos los hábitats. De hecho, el tipo de hábitat desempeña un papel esencial en la epidemiología de enfermedades como la malaria aviar, como ya se demostró en un <a href="https://besjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1365-2656.12805">estudio</a> realizado en Andalucía. </p>
<p>El tipo de hábitat, en esencia, determina la abundancia de vectores como los <em>Culicoides</em>, ya que estos dependen de las características ambientales del hábitat para completar su ciclo de vida. Y si la abundancia de los vectores cambia según el hábitat, también será esperable que lo haga la cantidad de parásitos <em>Haemoproteus</em> que estos transmitan a las aves.</p>
<h2>La importancia del hábitat para los <em>Culicoides</em></h2>
<p>Todos los insectos dependen de las condiciones ambientales y microclimáticas locales para completar su ciclo de vida, y los <em>Culicoides</em> no iban a ser una excepción. Por ejemplo, los <em>Culicoides</em> necesitan cuerpos de agua sin corrientes fuertes para completar su estadio larval, así como ciertas características físicas y químicas del sustrato donde se produzca dicho desarrollo. Aunque no son los únicos factores relevantes, ya que la abundancia de los <em>Culicoides</em> también se encuentra determinada por la composición y estructura arbórea de un hábitat. </p>
<p>Así, un <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-019-45068-4">estudio reciente</a> llevado a cabo en Alemania ha demostrado que las poblaciones de estos insectos se ven alteradas por la estructura de un bosque, es decir, por la cantidad de zonas abiertas y si tiene o no una buena cobertura arbustiva.</p>
<p>Las condiciones microclimáticas de un hábitat, como su temperatura y humedad relativa, y la propia biología del hospedador, las aves, también son relevantes para los <em>Culicoides</em>. </p>
<p>Algunos estudios previos realizados con aves criando en cajas nido han mostrado que la <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/j.1600-048X.2009.04726.x">velocidad del viento</a> y la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1146609X10000834">temperatura</a> del nido desempeñan un papel esencial en la actividad de los <em>Culicoides</em>, afectando así su abundancia en los nidos. Pero la fisiología de los propios pollos de las aves también afecta a los <em>Culicoides</em>. Por ejemplo, los olores emitidos por la glándula uropigial de los pollos <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2020.579667/full">podrían afectar a la atracción de los insectos en función de su composición</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=438&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/468386/original/file-20220613-45677-eeer5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Adulto de herrerillo común (<em>Cyanistes caeruleus</em>), una de las especies de ave donde se han estudiado previamente los <em>Culicoides</em> y la especie modelo de nuestro estudio.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Jorge Garrido Bautista</span></span>
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<h2><em>Culicoides</em> en los bosques de Sierra Nevada</h2>
<p>Recientemente, nuestro grupo de investigación ha publicado un <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/parasitology/article/habitatdependent-culicoides-species-composition-and-abundance-in-blue-tit-cyanistes-caeruleus-nests/479B75DFD2071C2F85A4ADD702E95D42">artículo en la revista <em>Parasitology</em></a> evidenciando estas diferencias entre hábitats en la abundancia de <em>Culicoides</em> capturados en los nidos de las aves forestales silvestres en el Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada, España). Allí capturamos <em>Culicoides</em> en nidos de herrerillo común (<em>Cyanistes caeruleus</em>) durante tres años consecutivos y observamos que el tipo de bosque donde se reproducen estas aves es clave para entender la abundancia de estos insectos en sus nidos.</p>
<p>En concreto, la abundancia de <em>Culicoides</em> fue mayor, durante los tres años de estudio, en robledales con escasa cobertura arbórea que en bosques mixtos de encinas y robles, que tenían una mayor cobertura arbórea y arbustiva. Ambos bosques, además, diferían en sus condiciones microclimáticas, y la abundancia de los <em>Culicoides</em> varió según lo previsto acorde a los estudios previos. </p>
<p>Por otro lado, no observamos ningún efecto local de los pollos sobre los <em>Culicoides</em> que entraron a sus nidos a picarles, por lo que no parecen existir diferencias en la composición de sus secreciones uropigiales u otros atrayentes que pudieran utilizar los insectos para localizar a sus hospedadores.</p>
<p>Las diferentes abundancias de <em>Culicoides</em> entre bosques podrían tener implicaciones en la epidemiología de la malaria aviar causada por <em>Haemoproteus</em>. </p>
<p>En los robledales, donde entraron más <em>Culicoides</em> a los nidos de los herrerillos, también observamos una mayor cantidad de hembras con sangre digerida, que presumiblemente <a href="https://www.cell.com/trends/parasitology/fulltext/S1471-4922(14)00185-8?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS1471492214001858%3Fshowall%3Dtrue">habrían obtenido previamente de otras aves</a>. Así, el riesgo de infección por <em>Haemoproteus</em> podría incrementarse en este tipo de bosque. Nuestro grupo de investigación ya está trabajando en este aspecto para obtener más información de la epidemiología de estos parásitos en las aves silvestres de este entorno protegido.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=315&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/468387/original/file-20220613-27912-rb0lg4.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=396&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Las dos formaciones boscosas de Sierra Nevada donde se llevó a cabo el estudio. Izquierda: robledal, donde la abundancia de <em>Culicoides</em> fue mayor. Derecha: bosque mixto de encinas y robles, donde la abundancia fue menor.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Jorge Garrido Bautista</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Un nuevo mosquito en la península ibérica</h2>
<p>De todas las especies de <em>Culicoides</em> que recolectamos en los nidos de herrerillo, encontramos una nunca antes citada para la península ibérica, <em>Culicoides reconditus</em>. Los registros previos de esta especie son del norte de Europa y Europa Central, pero no había sido observada en la península. Este hallazgo nos recuerda el gran valor ecológico del Parque Nacional de Sierra Nevada como enclave o refugio para numerosas especies de artrópodos, ahora también para <em>Culicoides reconditus</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/184862/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gregorio Moreno Rueda recibe fondos del Gobierno de España (proyecto CGL2017-84938-P) y la Junta de Andalucía (proyecto (A.RNM.48.UGR20), ambos cofinanciados con fondos FEDER de la U.E.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Josué Martínez de la Puente recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación a través del proyecto MICROVEC (PID2020-118205GB-I00) con cofinanciación de fondos FEDER de la U.E.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jorge Garrido Bautista no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Los autores han demostrado que las especies de insectos que transmiten la malaria aviar son más abundantes en zonas con escasa cobertura arbórea que en bosques mixtos.
Jorge Garrido Bautista, Departamento de Zoología, Universidad de Granada
Gregorio Moreno Rueda, Ecología Evolutiva, Universidad de Granada
Josué Martínez de la Puente, Universidad de Granada
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tag:theconversation.com,2011:article/181634
2022-04-25T17:16:09Z
2022-04-25T17:16:09Z
Cómo el deshielo de Groenlandia podría afectar a la transmisión de la malaria en África
<p>El rápido deshielo de la capa de hielo de Groenlandia es uno de los riesgos conocidos del cambio climático, sobre todo por la subida del nivel del mar que provocaría.</p>
<p>Sin embargo, tal fenómeno tendría otras consecuencias más inesperadas a miles de kilómetros de distancia. En África, por ejemplo, esta fusión podría afectar a la transmisión de la malaria por los mosquitos, como demostramos en un <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-021-24134-4">estudio reciente publicado en <em>Nature Communications</em></a> que reúne a investigadores de diferentes laboratorios de Francia (LSCE), Italia (ICTP) y el Reino Unido (Universidad de Liverpool).</p>
<p>Como recordatorio, la <a href="https://theconversation.com/es/topics/malaria-69393">malaria</a> es una enfermedad causada por el parásito <em>Plasmodium</em>, que provocó la muerte de 627 000 personas en 2020 <a href="https://www.who.int/publications/i/item/9789240040496">según el último informe de la OMS</a>, el 96 % de las cuales se encontraban en África. Además, el continente concentra 228 de los 241 millones de casos registrados en todo el mundo ese año, es decir, el 95 %. El 77 % de las muertes fueron de niños menores de cinco años.</p>
<h2>Temperatura y transmisión</h2>
<p>La transmisión de la malaria no es posible directamente entre seres humanos: el parásito necesita un vector, en este caso un mosquito hembra de la especie <em>Anopheles</em>. Cuando el mosquito pica a una persona enferma, absorbe los parásitos presentes en su sangre, que se desarrollan en el cuerpo del insecto antes de ser retransmitidos a un nuevo huésped durante una siguiente picadura.</p>
<p>El tiempo que tarda el parásito en desarrollarse en el mosquito, entre la ingestión y la transmisión, depende de la temperatura: cuanto más alta es la temperatura, más corto es el tiempo. Como el insecto es ectotérmico, su temperatura corporal depende directamente de la temperatura ambiente. Si el mosquito se desarrolla con demasiada lentitud, debido a la baja temperatura, morirá antes de poder retransmitir el parásito.</p>
<p>Los mosquitos <em>Anopheles</em> también son sensibles a las condiciones meteorológicas. Para que se desarrollen, las temperaturas deben estar entre 16 y 40 °C. También necesitan agua para poner sus huevos y desarrollar sus larvas, lo que ocurre en entornos acuáticos (charcos, piscinas, etc.). Por otro lado, un exceso de lluvia puede destruir los huevos y las larvas.</p>
<h2>¿Está la supervivencia del mosquito amenazada?</h2>
<p>Con el calentamiento global, las temperaturas en África están aumentando. Es posible que algunas zonas se vuelvan demasiado calientes en el siglo XXI para que los mosquitos puedan sobrevivir. <a href="https://www.pnas.org/content/111/9/3286.short">Es el caso de la región del Sahel en África Occidental</a>.</p>
<p>Otras zonas, que antes eran demasiado frías para permitir la transmisión sostenida de la malaria, alcanzarán en cambio temperaturas lo suficientemente altas como para permitir la supervivencia del mosquito, el desarrollo del parásito y, por tanto, teóricamente la transmisión de la enfermedad; <a href="https://www.pnas.org/content/111/9/3286.short">este es el caso de las tierras altas de África oriental</a>.</p>
<p>Esto se ha demostrado mediante simulaciones numéricas del clima futuro. Para llevar a cabo estas simulaciones, hay que elegir un escenario que describa las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del siglo según determinados supuestos. A partir de estas emisiones de gases de efecto invernadero, el modelo, que incluye ecuaciones físicas que describen el sistema climático, simula las condiciones climáticas del próximo siglo.</p>
<p>Los valores de precipitación y temperatura así generados se introducen en otros modelos numéricos, esta vez para estudiar el riesgo de transmisión de la malaria vinculado a los cambios.</p>
<h2>Deshielo y cambios en la circulación oceánica</h2>
<p>Sin embargo, los modelos climáticos no representan toda la complejidad del sistema terrestre. No tienen en cuenta, por ejemplo, el impacto de un posible deshielo rápido de la capa de hielo de Groenlandia.</p>
<p><a href="https://link.springer.com/article/10.1007/BF00193540">Los científicos saben</a>, gracias al estudio de climas pasados, que es probable que una gran cantidad de hielo se desprenda de manera repentina y poco previsible. Al derretirse, suministraría agua dulce al Atlántico Norte, que es una región clave para el clima mundial.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/TDUEJh6cBp4?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">El derretimiento récord de la capa de hielo en 2019, una tragedia para el futuro. Fuente: Euronews.</span></figcaption>
</figure>
<p>En esta zona, el agua superficial cálida procedente del ecuador se enfría y se saliniza, ya que el agua del mar que forma el manto de hielo libera la sal que contiene. Esto densifica el agua, que se hunde en el fondo del océano, arrastrando las corrientes marinas como una cinta transportadora. Este movimiento es la fuerza motriz de la circulación oceánica, conocida como circulación termohalina.</p>
<p>La posibilidad de que entre agua dulce en el Atlántico Norte reduciría, por tanto, la densidad del agua y frenaría el descenso del agua fría. Si el motor de la circulación termohalina se ralentiza, toda la circulación oceánica cambia. Esto ralentizaría el transporte de calor a través del océano.</p>
<h2>El aumento de la temperatura y el deshielo</h2>
<p>Dado que el océano y la atmósfera están en constante interacción, una transformación de las corrientes oceánicas también repercutirá en la circulación atmosférica, lo que provocaría cambios climáticos (presiones atmosféricas, vientos, temperaturas, precipitaciones, etc.) que podrían llegar a África.</p>
<p>El aumento de la temperatura debido al incremento de los gases de efecto invernadero se ve mitigado por el deshielo de Groenlandia. El cambio en la circulación atmosférica también hace que las lluvias tropicales se desplacen hacia el sur.</p>
<p>Estos cambios en la temperatura y las precipitaciones difieren de las simulaciones estándar, que sólo tienen en cuenta el aumento de los gases de efecto invernadero. Pero también afectan al ciclo vital del mosquito, al desarrollo del parásito y, por tanto, a la transmisión de la malaria en África, que se desplaza hacia el sur en estas simulaciones.</p>
<h2>¿La malaria se desplaza al sur de África?</h2>
<p>El objetivo de este artículo es comparar el efecto del calentamiento global, con y sin simulaciones, de un derretimiento abrupto del hielo de Groenlandia con la malaria en África. Cuando las simulaciones tienen en cuenta el impacto adicional de esta rápida fusión del hielo, se observan tres resultados importantes.</p>
<p>En la región del Sahel, el fenómeno de la reducción del riesgo de transmisión de la malaria se amplifica. Además del aumento de las temperaturas relacionado con el calentamiento global, esta región también recibe menos precipitaciones, ya que la banda de lluvias se ha desplazado considerablemente hacia el sur.</p>
<p>El aumento del riesgo de transmisión de la malaria en África Oriental se ve mitigado por el hecho de que las temperaturas no aumentan tanto cuando se incluye el deshielo. Por otro lado, existe un riesgo de transmisión de la malaria en el sur de África debido a las mayores precipitaciones.</p>
<p>Si el clima puede dificultar la transmisión de la malaria, no debemos contar con él para erradicar la enfermedad: las políticas de salud pública y el desarrollo económico y social son ahora la principal clave para frenar esta plaga. Varios países, como China, han <a href="https://www.france24.com/fr/asie-pacifique/20210630-apr%C3%A8s-70-ans-de-lutte-la-chine-a-r%C3%A9ussi-a-%C3%A9radiquer-le-paludisme">conseguido eliminarla de su territorio</a> a pesar de que el clima sigue siendo favorable a la transmisión.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/181634/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alizée Chemison ha recibido financiación del CEA.</span></em></p>
Los mosquitos son sensibles a la temperatura, por lo que el derretimiento de la capa de hielo y su efecto en el clima podrían afectar a la transmisión de la esta enfermedad en el continente africano.
Alizée Chemison, Doctorante sur l’impact des instabilités climatiques sur les maladies vectorielles infectieuses, Université Paris-Saclay
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tag:theconversation.com,2011:article/172666
2021-12-02T19:04:22Z
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Yo soy yo y mi toxoplasma
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/434003/original/file-20211125-15-smon5q.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C3%2C2486%2C1668&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Quiste de Toxoplasma gondii alojado en el cerebro de un ratón.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.1002201">Jitender P. Dubey / PLOS Biology</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Una fantasía recurrente de la ciencia ficción es la implantación de diminutos elementos en los cerebros de las personas, que servirían para controlar y dirigir nuestras acciones y emociones. Vaya por donde vaya el desarrollo tecnológico en ese sentido, en la naturaleza hace millones de años que esos trucos están inventados. Parásitos de diferentes tipos son capaces de <a href="https://brill.com/view/journals/beh/155/7-9/article-p671_5.xml">modificar el comportamiento</a> de los organismos que los alojan, que dejan de actuar por la conservación de los genes propios para convertirse en promotores de los ajenos. </p>
<p><a href="https://www.cell.com/current-biology/pdf/S0960-9822(18)30671-7.pdf"><em>Toxoplasma gondii</em></a> es uno de los parásitos más frecuentes en humanos. Vive alojado en aproximadamente un tercio de las personas, tanto a nivel global como en Europa. Aun así, la mayoría solo sabemos de su existencia durante los embarazos, cuando la mujer gestante recibe indicaciones sobre si puede comer jamón u otras carnes crudas. Pero todos los indicios apuntan a que su papel es muy importante en muchos aspectos de nuestras vidas.</p>
<p>El toxoplasma en un protozoo, un ser unicelular tan pequeño que se aloja dentro de las células de animales. Este parásito solo se reproduce sexualmente en el intestino de los felinos (los hospedadores definitivos), pero tiene un ciclo de vida complejo, con periodos alojados en un amplio abanico de animales, desde aves a cocodrilos y de roedores a cetáceos. Esto incluye a los humanos. </p>
<p>Los hospedadores intermedios adquirimos el toxoplasma al ingerir sus oocistos (algo así como sus huevos), a través de superficies o alimentos contaminados con excrementos de felinos, o bien al ingerir a otros hospedadores intermedios ya infectados. </p>
<p>Lo que hace el toxoplasma al entrar en el cuerpo de los hospedadores intermedios es muy sorprendente. Comienza a reproducirse asexualmente y, de alguna forma, toma el mando de nuestro sistema inmune, promoviendo una respuesta específica que hace que el parásito forme quistes en diferentes tejidos, con preferencia por el <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2019.00242/full">cerebro</a>.</p>
<p>Cuando la respuesta inmune es deficiente, como ocurre con fetos o personas inmunodeprimidas (por ejemplo, con VIH), el toxoplasma no se enquista y prolifera en el hospedador intermedio, lo que genera una grave enfermedad. Cuando sí se da la respuesta inmune, el proceso de infección y formación de quistes resulta asintomático o genera molestias leves. </p>
<p>Estos quistes quedan a la espera de que un felino se coma al hospedador intermedio, lo que daría lugar a una nueva población de toxoplasma. Pero la espera dista mucho de ser pasiva. El toxoplasma hace todo lo que puede para que ese evento de depredación se produzca. <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev-animal-081720-111125">Y puede hacer mucho</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=403&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/433988/original/file-20211125-21-1kapnml.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=506&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Quiste de Toxoplasma gondii alojado en el cerebro de un ratón, similar a los que llevamos alojados un tercio de los seres humanos. Los elementos rojizos que se aprecian en el quiste son bradizoitos, individuos latentes que darían lugar a una nueva infección si el ratón fuese consumido por un gato.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Jitender P. Dubey/Wikimedia Commons</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Ratones kamikazes, motoristas sin casco</h2>
<p>Se conocen razonablemente bien los cambios de comportamiento que los quistes de toxoplasma inducen en <a href="https://link.springer.com/article/10.1186/s13071-020-04528-x">ratas y ratones</a>. Como norma general, sin toxoplasma, los roedores intentar minimizar la probabilidad de ser comidos por los depredadores. Para ello, transitan por lugares resguardados y se alejan de cualquier evidencia de la presencia de felinos. </p>
<p>Cuando un roedor aloja quistes de toxoplasma empieza a mostrar comportamientos temerarios, exponiéndose en zonas abiertas y acudiendo a lugares aromatizados por heces y orines de gato. Comportamientos igualmente desinhibidos asociados al toxoplasma se dan en <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-021-24092-x">hienas</a> que se acercan más a los leones, en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2213224413000035">marsupiales tasmanos</a> que son atropellados en carreteras con mayor frecuencia o en <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0020751905002444#bib77">nutrias marinas</a> (infectadas por la contaminación de las aguas con heces de gato) que caen presa de los tiburones con mayor facilidad. </p>
<p>La pérdida de los comportamientos prudentes supone un cambio radical en una de las principales premisas en la vida de los animales, la propia preservación. Y se debe a que un diminuto parásito se apodera de las decisiones de unos seres que, a fin de cuentas, se parecen mucho a los humanos. </p>
<p>¿Podría ser, entonces, que el toxoplasma influyese también en nuestro comportamiento?</p>
<p>Hasta hace poco, se consideraba que la presencia de quistes de toxoplasma en humanos era asintomática. Pero cada vez hay más evidencias, y más sólidas, sobre las <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S147149222030221X">diversas e importantes consecuencias</a> de esta infección. Se ha comprobado que entre las personas que mueren en accidentes de tráfico la presencia de quistes de toxoplasma es desproporcionadamente alta, y se piensa que el parásito sería responsable de varios millones de estos accidentes cada año. </p>
<p>Los accidentes no son necesariamente resultado de comportamientos intrépidos, pero <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10096-018-3427-z">un estudio</a> reciente pudo asociar las muertes por imprudencias (como ir en moto sin casco) a la infección por toxoplasma, como ocurre a ratas, ratones, hienas o nutrias marinas. Se sabe también que al menos un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S147149222030221X">20 % de los casos de esquizofrenia</a> están relacionados con la presencia de quistes de toxoplasma, y existen indicios de la implicación de éstos en otros desórdenes psicológicos. </p>
<p>Hay asimismo una sólida asociación entre el toxoplasma y los intentos de suicidio, hasta el punto de que se estiman en más de un millón anual las tentativas de suicidio directamente relacionadas con el parásito en todo el mundo. </p>
<p>Hasta aquí, el toxoplasma en estado latente se presenta como un serio problema de salud pública, que plantea enormes desafíos a los sistemas sanitarios y que hasta hace muy poco se había pasado por alto. Pero hay más.</p>
<h2>Quistes emprendedores</h2>
<p>El toxoplasma genera cambios de comportamientos con potencial trascendencia en las sociedades humanas. Por ejemplo, parece existir una relación entre portar quistes de toxoplasma y emprender negocios. Las personas parasitadas son más tendentes a desear emprender cuando son estudiantes y a iniciar negocios propios en la vida adulta. </p>
<p>En un <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1042258719890992">estudio</a> en el que participaron más de 16 000 mujeres danesas se comprobó que las que convivían con el toxoplasma eran más emprendedoras, una diferencia especialmente notable cuando se trataba de emprendimiento en solitario, pero que también abandonaban su aventura empresarial con más facilidad. Estas observaciones pueden estar relacionadas con las de otro <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-017-10926-6">estudio</a> en el que se observó que alojar al toxoplasma hace que la gente dé menos importancia a los beneficios que puedan obtener de sus acciones, lo que les haría tomar más riesgos desestimando las consecuencias. </p>
<p>Todos estos cambios parecen reflejar una merma de la neofobia asociada al toxoplasma, que haría que afrontásemos situaciones nuevas sin miedo a los riesgos que impliquen. Esta reducción del miedo a lo desconocido es característica de los <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/full/10.1098/rstb.2020.0049">individuos responsables de nuevos inventos</a>, que son los que generan innovaciones culturales. </p>
<p>Siguiendo este hilo, es posible especular sobre el papel del toxoplasma en los grandes cambios de las sociedades humanas. Me gusta imaginar que la primera persona que pintó animales o plasmó las palmas de sus manos en una cueva tenía quistes de toxoplasma en su cerebro, igual que quien se animó controlar el fuego o a crear instrumentos musicales. Quizás tuvieran toxoplasma quienes se embarcaron en intrépidos viajes de exploración, los que probaron drogas por primera vez, quienes comenzaron a criar los lobos que terminaron dando lugar al perro, o los que cultivaron el teosinte que acabó generando el maíz. Quizás Bach, Frida Kahlo, Jimmy Hendrix o Marie Curie alcanzaron sus logros con la colaboración de un pequeño parásito alojado en sus cerebros, a la espera de que un felino se los comiera.</p>
<h2>Un parásito contra el libre albedrío</h2>
<p>A los humanos nos gusta vernos como el no va más de la evolución. Pero el toxoplasma viene a bajarnos esos humos con poderosas razones. Resulta que nuestras decisiones podrían no ser del todo nuestras, estando en muchas ocasiones supeditadas a las intenciones de un diminuto ser que se nos ha colado en el cerebro. </p>
<p>Además, podría darse el caso de que ese parásito haya participado de las grandes innovaciones y gestas de la humanidad, y que debamos compartir sus méritos. Entre el 2019 y el 2022 podríamos, por ejemplo, celebrar el quinto centenario de la vuelta al mundo que completaron entre Magallanes, Elcano y (muy probablemente) sus respectivos toxoplasmas. Pero el toxoplasma nos informa también de un papel ecológico que tenemos en gran medida olvidado, el de presa. </p>
<p>Aunque puede reproducirse en cualquier felino, hoy día el gato doméstico origina prácticamente todas las infecciones por toxoplasma a nivel global. Pero el toxoplasma tiene un ciclo de vida ajustado con precisión por millones de años de evolución. Y no hace falta irse tan atrás para encontrar escenarios en los que grandes felinos se alimentaban de homínidos, incluyendo humanos modernos. </p>
<p>Hace solo unos pocos miles de años existían en la península ibérica leones y leopardos, que sin duda depredaban sobre humanos. Especialmente sobre aquellos individuos que, movidos por su toxoplasma, tenían menos miedo a explorar nuevas situaciones, zonas o recursos. Quizás fuese el toxoplasma quien hacía cantar a Lola Flores aquello de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=SJUXLtVOun4">que me coma el tigre</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172666/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Miguel Clavero Pineda no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El toxoplasma en un protozoo, un ser unicelular tan pequeño que se aloja dentro de las células de animales (uno de cada tres humanos) y modifica su comportamiento.
Miguel Clavero Pineda, Científico titular CSIC, Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC)
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2021-11-02T20:49:27Z
2021-11-02T20:49:27Z
¡Ojo, piojos! ¿Cuál es la mejor forma de eliminarlos?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/429822/original/file-20211102-52553-1dxu78m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C8%2C5964%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/louse-on-head-little-girl-mother-1238072326">Shutterstock / O.PASH</a></span></figcaption></figure><p>Casi todos aquellos que tengan o hayan tenido hijos e hijas sabrán de lo que hablamos. El día menos ansiado en el que observa que su hijo no para de rascarse y le confirma que le pica muchísimo la cabeza. </p>
<p>Entonces se le encienden las alarmas y comienza a revisarle la cabeza debajo de la luz más potente de la que dispone en casa. Y de repente lo ve, está correteando por su cuero cabelludo. ¡Un piojo! Su hijo tiene pediculosis. Si todavía no está acostumbrado, es posible que entre en pánico, le pique todo el cuerpo y crea que hay piojos por todas partes: en el baño, en la cama, en el sofá…</p>
<p>Pues bien, puede respirar hondo, pararse a leer este artículo y verá cómo la batalla contra los piojos se puede ganar con un poco de ayuda. No es una tarea fácil, pero siendo constantes y utilizando los productos adecuados podrá deshacerse de ellos en pocos días.</p>
<h2>¿Qué pelo prefieren los piojos?</h2>
<p>Antes de nada, recordemos quiénes son estos insectos. Los piojos son parásitos del cuero cabelludo que se transmiten fácilmente por contacto directo de diferentes cabezas. Es decir, ni saltan ni vuelan. </p>
<p>Esto hace que esta plaga sea mucho más frecuente en niños en edad escolar entre los que existe mucho contacto físico. Pero en realidad cualquier cabeza es susceptible de contraer piojos. </p>
<p>Además, el contagio no tiene nada que ver con la higiene del pelo. Es cierto que las personas que desatienden su aseo personal tardan más en librarse de los piojos pero, ciertamente, los piojos no discriminan cabezas por su nivel de limpieza.</p>
<p>La buena noticia es que los piojos del cuero cabelludo no transmiten enfermedades pero el picor es muy incómodo. Asimismo, el rascado compulsivo puede producir pequeñas heridas muy molestas que podrían llegar a infectarse y las infestaciones no tratadas, que pueden durar años, pueden acarrear complicaciones. Por todo ello, es mejor eliminarlos cuanto antes. </p>
<h2>Lendrera, productos químicos y productos naturales para eliminar los piojos</h2>
<p>Para eliminarlos contamos con diferentes estrategias, aunque no todas ellas son efectivas. </p>
<ol>
<li><p>Lendreras. Las lendreras son pequeños peines, de plástico o metal, con las púas muy juntas. Lo importante no es su material sino la distancia entre las púas. Para que sea efectivo debe pasarse repetidamente por cada mechón de pelo, desde la raíz hasta las puntas. Para mayor efectividad se puede utilizar después de aplicar un tratamiento insecticida ya que, de esta manera, eliminaremos con la lendrera los piojos muertos y las liendres.</p>
<p>Esta estrategia, aunque efectiva, es larga y tediosa, sobre todo en aquellos niños con pelo largo y abundante, ya que en cada sesión la lendrera debe pasarse por todo el pelo y debe repetirse durante varios días. </p>
<p>Si no se hace así, alguna liendre podría escaparse, convertirse en piojo y volver a infectar la cabeza del niño. Es la técnica más recomendada para los bebes menores de un año. </p></li>
<li><p>Antipiojos con insecticidas químicos. La <a href="http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=filename%3D7._TRATAMIENTO_DE_LA_PEDICULOSIS_DE_LA_CABEZA%5B1%5D.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1266145976145&ssbinary=true">permetrina</a> 1 % es el compuesto que más se ha utilizado tradicionalmente en la lucha contra los piojos. Actualmente es el tratamiento más elegido dado que ha sido muy estudiado y es seguro. Tras una sola aplicación de unos 30 minutos, mantiene su actividad durante 7 días.</p>
<p>No obstante, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ccr3.899">determinadas cepas de piojos han creado resistencias</a> y son inmunes a la acción de este compuesto. Para evitar la aparición de resistencias, en ocasiones, se utiliza en combinación con otros principios activos. </p>
<p>Si pasados siete días tras el tratamiento se observan todavía piojos, debe optarse por otra alternativa. Hay, por ejemplo, pediculicidas químicos más potentes pero, tienen, obviamente, <a href="http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=filename%3D7._TRATAMIENTO_DE_LA_PEDICULOSIS_DE_LA_CABEZA%5B1%5D.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1266145976145&ssbinary=true">mayor riesgo en su uso</a>. Por eso no se recomiendan como primera elección.</p></li>
<li><p>Antipiojos oclusivos. Las siliconas son consideradas <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/pde.14016">un parasiticida natural</a> que actúa envolviendo y ahogando a los piojos. No obstante, a diferencia de la permetrina, estas no matan a las liendres. Por eso, deben aplicarse mínimo en dos veces para acabar con los piojos nacidos durante los siete días posteriores a la primera aplicación.</p>
<p>Este tratamiento se recomienda en niños con cuero cabelludo sensible, piel atópica o asmáticos y para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. También en los casos en los que los piojos sean resistentes a la permetrina. </p>
<p>Por otro lado, el <a href="https://www.cdc.gov/parasites/lice/head/es/tratamiento.html">alcohol bencílico</a> actúa también envolviendo y ahogando a los piojos. No mata, por tanto, a los huevos y, al igual que las siliconas, se debe reaplicar durante varios días. Se recomienda para niños a partir de 6 meses. </p></li>
</ol>
<h2>Hacer revisiones periódicas y evitar los remedios caseros</h2>
<p>Como tratamiento casero se ha utilizado tradicionalmente el vinagre, pero este producto no mata al piojo. Solamente disuelve la sustancia cementante que fija los huevos al cuero cabelludo. Así que, en todo caso, podría emplearse como adyuvante antes emplear la lendrera. En ningún caso deberá aplicarse tras realizar un tratamiento insecticida ya que eliminaría su efecto residual.</p>
<p>Por su parte, el popular aceite de árbol de té, a pesar de la fama que ha conseguido, no ha demostrado su eficacia como repelente (y menos aún como pediculicida).</p>
<p>En cualquier caso, es conveniente que revise con frecuencia la cabeza de sus hijos e hijas, especialmente si reciben una notificación del colegio en la que indiquen que hay pediculosis en las clases. </p>
<p>En estas ocasiones se puede aplicar un repelente de piojos todos los días y pasar la lendrera periódicamente para evitar que los coja. También se puede añadir un aclarado con vinagre para despegar los posibles huevos de piojo.</p>
<p>La prevención es fundamental ya que si hay otros niños con pediculosis en el entorno de nuestro hijo es bastante frecuente que se siga reinfectando aunque los eliminemos por completo una y otra vez. </p>
<hr>
<p><em>Bárbara Sánchez-Dengra, becaria FPU del Área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica en la Universidad Miguel Hernández, ha colaborado en la elaboración de este artículo</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/170597/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
Aunque lo habitual es que se encuentren en el cuero cabelludo de los más jóvenes, los piojos no discriminan cabezas. Si este otoño los encuentra, estas son las mejores formas de eliminarlos.
Marta González Álvarez, directora del Master de Dermofarmacia y Cosmética UMH, Universidad Miguel Hernández
Isabel González-Álvarez, Profesor Titular Grado en Farmacia. Area de Farmacia y Tecnologia Farmaceutica. Dpto Ingenieria, Universidad Miguel Hernández
María del Val Bermejo Sanz, Catedrática area de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, Universidad Miguel Hernández
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2021-10-20T20:00:42Z
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Proxalutamida y otros tratamientos sin sentido contra la covid-19
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/427272/original/file-20211019-21-k0udgo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5607%2C3732&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/yellow-ampoule-vaccine-liquid-vial-on-1714728316">Shutterstock / Cryptographer</a></span></figcaption></figure><p>Hace unos días conocimos el desarrollo de un ensayo clínico realizado en Brasil para el tratamiento de la covid-19 en el que se utilizaba un compuesto antitumoral: la <a href="https://elpais.com/sociedad/2021-10-14/cobayas-humanas-en-brasil-las-autoridades-investigan-200-muertes-en-el-estudio-de-una-droga-experimental-contra-la-covid-19.html">proxalutamida</a>. Un ensayo nada claro desde el punto de vista ético y menos aún desde el punto de vista médico que ha causado hasta 200 muertes.</p>
<p>A lo largo de la pandemia hemos asistido a los fiascos de la <a href="https://www.cochranelibrary.com/es/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD013587.pub2/full">hidroxicloroquina</a> o la <a href="https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD015017.pub2/full">ivermectina</a> e incluso del <a href="https://theconversation.com/asi-son-las-nuevas-recomendaciones-sobre-el-uso-del-remdesivir-para-tratar-la-covid-19-143632">remdesivir</a>. Tratamientos todos ellos anunciados a bombo y platillo y apoyados por representantes gubernamentales que tras su estudio científico se han demostrado nada efectivos contra el covid-19. </p>
<p>Por eso, desde el punto de vista biológico, fisiológico e incluso médico no consigo llega a entender el empeño en estudiar el uso de compuestos para el covid-19 cuyo mecanismo de acción no tiene nada que ver con lo que ocurre cuando un virus infecta las células.</p>
<h2>Análogos de nucleótidos, no tan específicos como se propone</h2>
<p>La gran dificultad para encontrar tratamientos contra las infecciones víricas está en que los virus utilizan las enzimas celulares del huésped para proliferar. Salvo en algunos casos, como en el de los retrovirus, donde el virus necesita de una proteína específica para copiar su genoma, en el resto, las enzimas que usan son las de nuestras células y, claro está, no podemos atacarlos sin afectar a nuestras propias células.</p>
<p>Los antirretrovirales utilizados para el tratamiento del SIDA inhiben, entre otras actividades, la de una enzima específica del virus necesaria para pasar su genoma de ARN a ADN y así poder introducirlo en el genoma de las células y también fabricar nuevos virus. Esa enzima no existe en nuestras células. Pero el SARS-CoV-2 no es un retrovirus, su genoma es de ARN y lo puede usar directamente para fabricar proteínas. Luego, utiliza parte de estas proteínas víricas y proteínas de la célula para replicar el ARN, ensamblarlo con las proteínas y así fabricar nuevos virus.</p>
<p>En el intento de bloquear la replicación del genoma se han utilizado tratamientos con moléculas similares a los ladrillos que forman parte del ARN intentando bloquear su síntesis, los análogos de nucleósidos. Así se han utilizado el remdesivir y recientemente el <a href="https://theconversation.com/que-es-el-molnupiravir-lo-que-podemos-esperar-del-antiviral-oral-contra-la-covid-19-170034">molnupiravir</a>. </p>
<p>Sin embargo estos compuestos no son específicos <a href="https://www.drugdiscoverytrends.com/early-safety-concerns-accompanied-mercks-molnupiravir-the-first-potential-oral-covid-19-therapy/">ya que también podrían afectar a la síntesis de ARN y ADN en las células</a>. Por ello su uso crónico o preventivo podría ser peligroso al poder <a href="https://www.bmj.com/content/375/bmj.n2422/rr-5">generar mutaciones en nuestras propias células</a>. </p>
<p>Además, aún hoy en día no está claro si este tipo de compuestos son útiles para la infección vírica causada por el coronavirus. </p>
<h2>Antiparasitarios para infecciones víricas</h2>
<p>Al principio de la pandemia se propuso la hidroxicloroquina como un tratamiento anticovid. Su propuesta tan temprana causó furor y no tardó en ser usada en ensayos clínicos. Lamentablemente pronto se comprobó que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1477893921001769?via%3Dihub">no tenía efecto contra la infección vírica</a>.</p>
<p>Como mecanismo de acción de la hidroxicloroquina se propusieron diferentes efectos no relacionados con la actividad de un virus, como <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s40495-020-00231-8">bloqueo de receptores de ácido siálico, modificación del pH o prevención de la tormenta de citoquinas</a>. Sí parecía tener más sentido el bloqueo del sistema que utiliza el virus para entrar en las células, la endocitosis. Como antimalárico, <a href="https://go.drugbank.com/drugs/DB01611">la hidroxicloroquina evita que el <em>Plasmodium</em> pueda alimentarse a partir de la hemoglobina</a> ya que interfiere en la rotura de este complejo proteico. Nada que ver con un virus. </p>
<p>Descartada la hidroxicloroquina, los focos se han ido a otro antiparasitario, la ivermectina. Este compuesto lleva usándose para el tratamiento de parásitos desde hace más de 30 años en humanos y es muy utilizado en veterinaria. <a href="https://academic.oup.com/cid/article-lookup/doi/10.1093/clinids/17.5.900">Se ha empleado en enfermos de sida, pero para evitar las infecciones parasitarias oportunistas</a>, no para eliminar la infección vírica. </p>
<p>El mecanismo de acción de la ivermectina tampoco tiene nada que ver con un virus. Este compuesto se une selectivamente a los canales de cloro regulados por glutamato que se presentan en las células nerviosas y musculares de los parásitos causándoles parálisis y muerte. Ni que decir tiene que los virus no disponen de esos canales, por lo que el compuesto poco les puede hacer. A pesar de ello, <a href="https://www.fda.gov/consumers/articulos-en-espanol/por-que-no-debe-utilizar-la-ivermectina-para-tratar-o-prevenir-el-covid-19">el uso de ivermectina se ha disparado como profiláctico, obviando que su uso sin control es peligroso</a>. </p>
<p>Está claro que ni la hidroxicloroquina ni la ivermectina utilizan un mecanismo de acción que pueda afectar a un virus, pero el anuncio de su uso y las redes han llevado a muchas personas a usarlos sin control alguno. </p>
<h2>Los mecanismos de acción importan</h2>
<p>En el estudio clínico desarrollado en Brasil se ha utilizado la proxalutamida combinada con hidroxicloroquina e ivermectina, a pesar de conocerse ya que estos dos compuestos no funcionan. </p>
<p>La <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Proxalutamide">proxalutamida</a> es un medicamento en estudio contra los cánceres dependientes de hormonas esteroideas. Se trata de un compuesto antiandrogénico no esteroideo que impide que los esteroides interaccionen con sus receptores. De esta manera, las células tumorales prostáticas no pueden seguir proliferando ya que necesitan de estas señales. </p>
<p>Por mucho que lo pienso no encuentro una razón lógica para pensar que un antagonista de los estrógenos pueda, de alguna manera, bloquear una infección vírica respiratoria. No hay mecanismo de acción lógico que apoye su uso, pero ahí está el <a href="https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT05009732">estudio</a> y el mortífero fiasco. </p>
<p>La COVID-19 es una enfermedad respiratoria provocada por una infección vírica en la que el componente fundamental de gravedad y muerte es la inflamación bilateral en los pulmones. Es por eso que, a falta de fármacos que impidan la replicación vírica, solo los antiinflamatorios como la <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/nejmoa2021436">dexametasona</a> y la activación del sistema inmunitario mediante <a href="https://theconversation.com/por-que-las-vacunas-de-arn-pueden-pararle-los-pies-a-los-virus-157363">las vacunas</a> producen efectos positivos contra la enfermedad. </p>
<p>Los mecanismos de acción de antiinflamatorios y vacunas son fáciles de entender: reducir la inflamación y entrenar al sistema inmunológico para que actúe efectivamente contra el virus. Mecanismos lógicos, simples y efectivos. Los demás están siendo disparos al aire, sin eficacia y con graves efectos secundarios.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/170035/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Guillermo López Lluch es miembro de la Sociedad Española de Biología Celular, la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la Society for Free Radical Research y la International Coenzyme Q10 Association. Las investigaciones realizadas por el autor están financiadas por fondos públicos provenientes del Gobierno de España, fondos FEDER de la Unión Europea o del Gobierno Autonómico de Andalucía. </span></em></p>
Hace unos días conocimos el desarrollo de un ensayo clínico realizado en Brasil para el tratamiento de la covid-19 en el que se utilizaba un compuesto antitumoral: la proxalutamida, poco claro desde el punto de vista médico y ético.
Guillermo López Lluch, Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
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2021-09-19T19:37:34Z
2021-09-19T19:37:34Z
Los gusanos parásitos reducen la efectividad de otras vacunas en África: ¿pasará lo mismo con las de la covid-19?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/421842/original/file-20210917-32193-1a9kuxx.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=19%2C0%2C2121%2C1397&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Esquistosoma visto al microscopio.</span> <span class="attribution"><span class="source">Getty Images</span></span></figcaption></figure><p>Más de un año después del primer caso de covid-19, y gracias a los rápidos avances en el desarrollo de la vacuna, el mundo ha tenido la oportunidad de hacer frente al coronavirus. Las <a href="https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/nejmoa2035389">vacunas</a> se han convertido en nuestra principal arma contra los graves efectos sobre la salud asociados a la covid-19.</p>
<p>La inmunización reduce la gravedad de la enfermedad y contribuye a la supervivencia de los pacientes infectados. Su impacto se ha podido observar en los <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00677-2">países desarrollados</a>, donde la vacunación masiva ha resultado más efectiva. En cambio, en aquellos territorios en vías de desarrollo, como por ejemplo muchos países de África, las campañas de vacunación <a href="https://theconversation.com/interested-in-vaccine-rollouts-across-africa-heres-a-map-to-guide-you-156802">están siendo relativamente lentas</a>.</p>
<p>El impacto de la covid-19 ha variado entre los distintos países del continente africano. En algunos, la cifra de infecciones ha sido relativamente baja; en otros, sin embargo, se han registrado números elevados. La cobertura de vacunación continúa siendo baja, mientras los países siguen esperando suministros.</p>
<p>Existe una preocupación añadida: la efectividad de las vacunas en países con niveles altos de infecciones parasitarias crónicas. Estas son las principales causas de morbilidad y mortalidad, y entre ellas destacan las denominadas “enfermedades tropicales desatendidas”.</p>
<p>Una de ellas es la esquistosomiasis, también conocida como bilharziasis. Sus síntomas se manifiestan con la aparición repentina de fiebre, tos seca, diarrea y dolor abdominal. Alrededor del 90 % de las personas que necesitan tratarse contra este parásito debilitante son africanos subsaharianos.</p>
<p>Las investigaciones, tanto en ensayos con animales como con humanos, revelan que la infección de esquistosomiasis crónica podría reducir la eficacia de la vacuna.</p>
<p>En un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1471492221001744?casa_token=SrJAN4GljBgAAAAA:5pniuFDMhIrOAeI2nRz4RSK4PV_8VcQlnDiSLTXWa0bDzGmKWxPUBVq3JiZKHq8TthNNd5YVuwaq">artículo reciente</a> reevaluamos las pruebas sobre la influencia de la infección por el gusano parásito causante de la esquistosomiasis en las respuestas inmunológicas del hospedador hacia las vacunas. Las vacunas con las que trabajamos servián para la prevención del sarampión, la hepatitis B, el tétanos y la tuberculosis.</p>
<p>Descubrimos que las vacunas contra el sarampión y la hepatitis B perdían eficacia en las personas con esquistosomiasis.</p>
<p>También analizamos el uso potencial de medicamentos diseñados frente a las infecciones por gusanos parasitarios para restaurar las respuestas a las vacunas afectadas por la esquistosomiasis. Y descubrimos que pueden mejorar la efectividad de la vacunación.</p>
<p>Llegamos a la conclusión de que el tratamiento contra la esquistosomiasis debería cobrar importancia en las campañas de vacunación contra el SARS-CoV-2 en aquellos lugares en los que el parásito se encuentra habitualmente.</p>
<h2>El impacto de la esquistosomiasis en la vacunación</h2>
<p>La <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Esquistosomiasis">esquistosomiasis</a> es una enfermedad tropical desatendida que afecta a más de 236 millones de personas, sobre todo en África.</p>
<p>Aún no existen pruebas que vinculen directamente su influencia en las vacunas contra el SARS-CoV-2. No obstante, los datos demuestran que, en virus como el de la hepatitis B y el sarampión, el parásito disminuye el nivel de protección de sus vacunas. Por ejemplo, si una persona contrae la infección por el parásito del esquistosoma al tiempo de haberse vacunado, podría perder rápidamente la inmunidad generada por la vacuna.</p>
<p>Además, la esquistosomiasis suele provocar el aumento del tamaño del hígado y del bazo, conocido como hepatoesplenomegalia. Esta afección se relaciona con una respuesta inmunitaria debilitada hacia las vacunas en las zonas endémicas.</p>
<p>La eficacia de las vacunas contra el SARS-CoV-2 también podría verse afectada. De ser así, las regiones con mayor probabilidad de sufrir el impacto serían las de África subsahariana donde la esquistosomiasis es endémica.</p>
<h2>Esfuerzos estratégicos</h2>
<p>Nuestros hallazgos piden un evaluación inmediata del impacto potencial de las infecciones parasitarias, como la esquistosomiasis, en las vacunas contra el SARS-CoV-2.</p>
<p>La Organización Mundial de la Salud (OMS) solo ha aprobado un fármaco, el praziquantel, para el tratamiento y control de la esquistosomiasis. En las regiones africanas donde la enfermedad es endémica, suele administrarse de forma anual a las poblaciones vulnerables.</p>
<p>Los estudios han demostrado que el praziquantel no causa efectos en la inmunidad por la vacuna vírica y que mejora la inmunidad al eliminar los gusanos de las personas con esquistosomiasis.</p>
<p>El tratamiento de praziquantel es seguro y generalmente accesible.</p>
<p>Basándonos en nuestros resultados, creemos que existen argumentos para ofrecer el tratamiento en los lugares donde la esquistosomiasis es endémica junto con campañas de vacunación masiva contra el SARS-CoV-2.</p>
<p>Otra de las <a href="https://doi.org/10.1093/trstmh/traa202">intervenciones</a> necesarias sería abordar las actuales interrupciones en la administración masiva de praziquantel.</p>
<p>Las interrupciones eran comprensibles en las primeras fases de la pandemia. Sin embargo, ahora es fundamental proseguir con los logros que se han obtenido contra el parásito. Podría resultar vital para garantizar el éxito de la vacunación frente al virus del SARS-CoV-2.</p>
<hr>
<p><em>Este artículo ha sido traducido con la colaboración de <a href="https://theconversation.com/es/partners/casa-africa">Casa África</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/168206/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
Aunque todavía no hay pruebas de que afecte a las vacunas covid-19, la esquistosomiasis, una enfermedad tropical desatendida, se ha asociado a una menor inmunidad vacunal para varias vacunas.
Justin Komguep Nono, Research Officer, Institute of Medical Research and Medicinal Plant Studies (Cameroon) and Research fellow, University of Cape Town
Fungai Musaigwa, PhD candidate, University of Cape Town
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2021-04-23T16:59:56Z
2021-04-23T16:59:56Z
A la caza del gusano pulmonar de la rata, el parásito que causa meningitis
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/396505/original/file-20210422-19-1ew285p.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1757%2C1172&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">_Angiostrongylus cantonensis_, gusano pulmonar de las ratas.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Angiostrongylus_cantonensis_Male.jpg">Wikimedia Commons / Punlop Anusonpornperm</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>En los años 30 se describió <a href="https://doi.org/10.1051/parasite/1935134312">por primera vez</a>, en Cantón, un gusano que parasitaba el pulmón de las ratas. Durante años, este tímido descubrimiento pasó inadvertido, hasta que la misma especie fue sorprendentemente detectada en el líquido cefaloraquídeo de un paciente con meningitis en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14196058/">Taiwán</a> y más tarde en Hawái en personas que habían ingerido babosas crudas. </p>
<p>Este fue el inicio de la fascinante y aterradora historia del gusano pulmonar de la rata, el principal agente causal de la meningitis eosinofílica en humanos. Desde entonces, ha infectado a miles de personas en más de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1473309908702299?via%3Dihub">30 países del mundo</a> y hoy amenaza con establecerse en Europa.</p>
<p>La <a href="https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/Preguntas_respuestas_Vacunacion_frente_meningitis.pdf">meningitis</a>, cuyo día mundial se conmemora cada 24 de abril, es una inflamación de las membranas que protegen y rodean el cerebro y la médula espinal (meninges). </p>
<p>Puede ser resultado de infección por virus, bacterias, hongos y parásitos. Aquella causada por el gusano pulmonar de la rata se caracteriza por un incremento de los eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) en el líquido cefaloraquídeo o sangre.</p>
<h2>¿Qué es el parásito pulmonar de la rata?</h2>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/396304/original/file-20210421-15-e8bnig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption"><em>Angiostrongylus cantonensis</em> macho con su característica bursa copulatriz al final de la cola. / Sofia Delgado Serra.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Su nombre científico es <em>Angiostrongylus cantonensis</em>. En las zonas donde habita esta especie de nematodo (gusano fino) transita silenciosamente entre ratas y gasterópodos (caracoles y babosas). </p>
<p>Cuando una rata se alimenta de estos invertebrados, las larvas microscópicas del parásito empiezan un largo recorrido por el cuerpo del roedor. Su ruta incluye un paso obligado por el cerebro. De ahí, llegan al pulmón, donde crecen y se reproducen. Las larvas hijas terminan saliendo con las heces al medio externo donde infectan nuevos gasterópodos.</p>
<p>Este proceso circular, típico de los parásitos, adquiere en el caso del <em>A. cantonensis</em> forma de estrella de muchas aristas ya que además de las ratas, el parásito puede infectar muchas especies de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2213224415000140">aves y mamíferos</a>, incluyendo humanos.</p>
<p>En estos hospedadores accidentales, las larvas no completan su desarrollo y quedan secuestradas en el cerebro. La lista de los invertebrados es también extensa e incluye, además de caracoles y babosas, cangrejos, camarones de río y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30062990/#:%7E:text=Abstract,prevalent%20in%20the%20Pacific%20Islands.&text=cantonensis%20due%20to%20consumption%20of%20raw%20centipedes.">ciempiés</a>. Los anfibios y reptiles pueden actuar como hospedadores de transporte. </p>
<p>Esta extraordinaria capacidad de infectar todo lo que se encuentra a su paso ha convertido al <em>A. cantonensis</em> en una suerte de “parásito promiscuo,” un puzle científico de infinitas piezas.</p>
<h2>¿Qué síntomas causa cuando llega a las personas?</h2>
<p>Algunos pacientes describen la meningitis causada por este parásito como <a href="https://pubs.acs.org/doi/pdf/10.1021/acschemneuro.7b00244">increíblemente dolorosa</a>. Puede ir acompañada de náuseas, vómitos, rigidez de nuca y sensación de hormigueo. En casos severos puede causar incontinencia urinaria, secuelas neurológicas, ceguera, coma, <a href="https://edition.cnn.com/2018/11/05/health/man-dies-after-eating-slug-on-dare/index.html">parálisis y muerte</a>. Los síntomas varían dependiendo de muchos factores, como la inmunidad de la persona, el número de parásitos, su localización, etc. </p>
<p>El dolor de cabeza, náuseas, vómitos y la rigidez de nuca son síntomas típicos de todas las meningitis. En niños, la enfermedad puede ser <a href="https://www.thelancet.com/journals/laninf/article/PIIS1473-3099(18)30434-1/fulltext">mortal en uno de cada diez casos</a>. </p>
<p>Lamentablemente, aún no contamos con tratamientos eficaces ni herramientas precisas para el diagnóstico de este evasivo parásito. Por suerte, solo nos infectamos al ingerir caracoles (o babosas) crudos o poco cocinados, por lo que la prevención funciona. </p>
<h2>¿Cómo protegerse?</h2>
<p>Debemos informar a la población (sobre todo a los niños) de las <a href="http://blogs.biomedcentral.com/bugbitten/2021/04/16/hedgehogs-reveal-the-presence-of-a-little-known-parasite-in-mallorca-the-rat-lungworm/#:%7E:text=About%20this%20blog-,Hedgehogs%20reveal%20the%20presence%20of%20a%20little%2Dknown%20parasite%20in,its%20transmission%20on%20the%20island.">medidas para protegerse</a>, que fundamentalmente son estas tres: </p>
<ol>
<li><p>Evitar que los niños jueguen con caracoles o babosas.</p></li>
<li><p>Eliminar roedores, caracoles y babosas de las casas e impedir su entrada en depósitos de agua. </p></li>
<li><p>Lavar bien los vegetales y revisar que no haya restos de estos gasterópodos en aquellos que se coman crudos.</p></li>
</ol>
<h2>Así llegó a Mallorca el parásito de las islas</h2>
<p>Se podría escribir un libro entero que narre el extraordinario proceso de expansión de este parásito. Otro sobre la historia de los “<a href="https://www.cambridge.org/core/blog/2020/10/27/out-of-the-tropics-the-global-spread-of-the-rat-lungworm/">cazadores de parásitos</a>” que, fascinados, los han buscado en remotos rincones del planeta. </p>
<p>Gracias a ellos sabemos que, a mediados del siglo pasado, este parásito habitaba, además de en Asia y Australia, en las paradisiacas islas de los océanos Índico y Pacífico. Poco a poco, el parásito fue migrando hacia occidente, pasando por Egipto y la India, hasta llegar a las Américas en 1980. Posiblemente, fue transportado en embarcaciones que cruzaban el Pacífico por los lazos políticos que unían a Cuba con Laos, Vietnam y Camboya. </p>
<p>Años después llegaría al sur de los Estados Unidos. En los 90 alcanzaría nuevos paraísos, las islas del Caribe y, a inicios de este siglo, empezaría a expandirse por Sudamérica.</p>
<p>Aunque el año 2010 llegó a Tenerife, nada anticipaba su pronta incursión en Europa, pues los fríos inviernos del continente parecían limitar la expansión de esta especie tropical. Sin embargo, en el año 2018 lo detectamos en Mallorca, nuestro paraíso particular.</p>
<h2>Cacería de gusanos</h2>
<p>Esta historia comienza cuando, con ayuda de estudiantes de la <a href="https://www.uib.cat/">Universitat de les Illes Balears</a>, y en colaboración con el centro de recuperación de fauna balear <a href="http://recuperacionfaunabaleares.es/quienes-somos/">COFIB</a> iniciamos una modesta cacería de parásitos de fauna silvestre en Mallorca. </p>
<p>El año 2018 llegaron al centro erizos con signos de afección neurológica: parálisis, flacidez muscular y movimientos erráticos. Un cuadro discapacitante del que finalmente no se recuperaban. </p>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=800&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/396310/original/file-20210421-23-ovvbk3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1005&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Numerosos gusanos extraídos del cerebro de un erizo enfermo el año 2021. / Sofia Delgado Serra.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Las necropsias del cerebro mostraron que los erizos estaban parasitados. El análisis de ADN no dejó lugar a dudas, estábamos frente a la <a href="https://www.eurosurveillance.org/content/10.2807/1560-7917.ES.2019.24.33.1900489">primera incursión del parásito</a> en la región temperada del continente. Para nuestra mayor sorpresa, encontramos una hembra con huevos, abriéndose nuevos interrogantes científicos sobre el rol de los erizos en la transmisión.</p>
<p>Hoy colaboramos con investigadores de <a href="https://www.lstmed.ac.uk/">instituciones internacionales</a> para conocer más de este evasivo parásito. Los erizos se han convertido en valiosos centinelas que nos alertan de su presencia en esta parte del mundo. Los hospitales de Baleares incluyen a la neuroangiostrongyliasis dentro del diagnóstico diferencial de las meningitis. Además, trabajamos para proteger las <a href="https://caragolsa.uib.es/">granjas de caracoles</a> del Mediterráneo.</p>
<p>El parásito pulmonar de la rata ha evidenciado la valiosa labor de los centros como el COFIB (Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Illes Balears) en la detección temprana de patógenos emergentes. Estamos convencidos de que solo mediante un trabajo multidisciplinar, bajo el enfoque de <a href="https://theconversation.com/un-mundo-una-salud-145335">‘Una Salud’</a> y el compromiso de las autoridades, podremos hacer frente a los nuevos retos de la llegada de este parásito sin fronteras.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159389/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
El parásito pulmonar de la rata, también llamado parásito de las islas, es el responsable de un tipo de meningitis, una enfermedad que puede ser mortal. Así se descubrió en Mallorca. El 24 de abril es el Día Mundial de la Meningitis.
Claudia Paredes Esquivel, Profesora titular de universidad. Departamento de Biología. (Especialidad: Parasitología), Universitat de les Illes Balears
Sofia Delgado Serra, Estudiante predoctoral en Parasitología, Universitat de les Illes Balears
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
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2020-02-10T21:36:09Z
2020-02-10T21:36:09Z
¿Quiénes son los verdaderos ‘parásitos’? La ganadora de los Oscar y la lucha de clases
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/314594/original/file-20200210-109935-qw76eq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C232%2C1080%2C1041&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Cartel de la película 'Parásitos' (Boon Ho, 2019).</span> </figcaption></figure><p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%A1sitos_(pel%C3%ADcula)"><em>Parásitos</em></a>, la gran ganadora de la noche de los Oscar, es una original parábola sobre la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lucha_de_clases">la lucha de clases</a>. El largometraje surcoreano ha hecho historia en los <a href="https://oscar.go.com/news/winners/parasite-wins-4-oscars-and-makes-oscar-history">premios de la Academia del Cine de Hollywood</a> con cuatro premios, entre ellos el de mejor película dos veces (como película internacional y como mejor película de la propia industria estadounidense). Pero más allá de sus cualidades cinematográficas, que son muchas, merece la pena detenerse a analizar el mensaje que oculta su guión. </p>
<p>Se trata de un tema que se padece por doquier y nos confronta con el fenómeno de la globalización: la brecha social entre la opulencia y la miseria. Al ir extinguiéndose la clase media, los contrastes tienen lugar entre gente harto adinerada y otra con recursos muy limitados. En su exploración de esta relación entre los que tienen demasiado y los que tienen demasiado poco, <em>Parásitos</em> enlaza con algunas películas y series del pasado y con ideas que nos llevan hasta la Revolución Francesa. </p>
<h2><em>Upstairs, Downstairs</em></h2>
<p>En la película de Bong Joon Ho, ambos mundos, el adinerado y el de escasos recursos, entran en contacto a través de una relación laboral. Como estos últimos acaban trabajando para los primeros, podríamos decir que nos encontramos también ante una especie de <em>Arriba y abajo</em> convenientemente actualizada. </p>
<p>La famosa <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Upstairs,_Downstairs">serie británica</a> retrata toda una época. Nos hace ver cómo los empleados domésticos defienden escaleras abajo idénticos valores que quienes habitan arriba de la escalera. E incluso reproducen una escala social harto jerarquizada en sus dominios de la planta baja. Bajo el mando del mayordomo y el ama de llaves, quedan el chófer, la cocinera, las doncellas y los lacayos. El primero preside las colaciones e imparte disciplina o dispensa felicitaciones y ascensos. </p>
<h2>El olor de la pobreza</h2>
<p>El genial director surcoreano traslada ese argumento a nuestros días. Nos plantea, dejándolo a juicio de cada espectador, una pregunta clave: ¿Quién es en realidad el que merecería el calificativo de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Parasitismo_social"><em>parásito social</em></a>? ¿Esa familia que sobrevive a duras penas en medio de la penuria, aprovechándose de la credulidad de otros más afortunados? ¿O el empresario que gana dinero a espuertas, manteniendo a su mujer y a sus hijos en un limbo completamente ajeno al mundo real? Un personaje que, además, desprecia cuanto queda fuera de su burbuja, hasta el punto de que le huele mal. </p>
<p>Este detalle del hedor de la miseria se apunta en varias ocasiones y alcanza todo su protagonismo al final. Como nos advierte Adela Cortina con su concepto de <a href="https://psicologiaymente.com/social/aporofobia"><em>aporofobia</em></a>, no tememos al extraño salvo si está contaminado por la pobreza. Y, tras visionar <em>Parásitos</em>, cabe añadir que los pobres pueden resultar ofensivos incluso para nuestro sentido del olfato.</p>
<h2><em>El sirviente</em> de Josep Losey</h2>
<p>El comienzo de este largometraje surcoreano nos hace recordar la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=cRz9axkehgU%22%3EThe%20Servant%3C/movie">magnífica cinta</a> de Josep Losey <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_sirviente"><em>El sirviente</em></a>. En ella, una pareja se hace pasar por hermanos para engañar a su empleador. Ahora, en el guión de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Bong_Joon-ho">Bog Joon-ho</a>, son dos hermanos los que fingen ser novios y luego llevan a sus padres como empleados domésticos de una misma familia con grandes recursos económicos. A partir de ahí todo cambia. No en vano le han premiado con el mejor guión original.</p>
<p>El aristócrata de Losey se ve seducido por la doncella y acaba esclavizado por ella, en teoría la sirviente. En el caso de <em>Parásitos</em>, la adolescente adinerada se prenda de quien han contratado para darle clases y éste le hace caso por el horizonte de una mejora social. En realidad los indigentes resultan ser muy espabilados y tener amplios recursos. Mientras que los habitantes de la mansión son ingenuos y fáciles de convencer. La necesidad parece aguzar el ingenio. Se pone de manifiesto que no escasea el talento, sino más bien la falta de oportunidades, como bien sabemos en otras latitudes. Al final se da una terrible competitividad entre los desfavorecidos por la fortuna y el tono humorístico de comedia da paso a una inconmensurable tragedia.</p>
<h2>Conexión en el retrete</h2>
<p>En esta cuidada película de Bong Joon Ho, cada detalle de cada escena cuenta. Las expresiones de la cara, los planos filmados en el interior de un coche, el ventanal de un salón, los entresijos del sótano camuflado. Hay cuadros escénicos memorables que nuestra retina retiene para siempre, como cuando el cuarteto se ve amenazado por un vídeo telefónico y muchos otros que no conviene desvelar.</p>
<p>Especialmente mordaz es la secuencia del comienzo. Aunque no pueden pagar la factura de teléfono, todos los miembros de la familia pobre tienen sus móviles y recorren su húmedo sótano en busca de un wifi en abierto para poder utilizarlos. Esa cobertura la encuentran en el retrete, donde todos deben apiñarse para poder navegar por internet o llamar gratis.</p>
<h2>La gran brecha social de una desigualdad globalizada</h2>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=836&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=836&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=836&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1051&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1051&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/314566/original/file-20200210-109939-l1syh7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1051&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Retrato de Jean-Jacques Rousseau.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Quien vea esta película, queda bien motivado para leer a <a href="http://www.rfi.fr/es/francia/20190910-la-desigualdad-es-ideologica-y-politica-afirma-piketty-en-su-nuevo-libro">Thomas Piketty</a>. E igualmente para releer el <em>Discurso sobre el origen de la desigualdad</em> de Rousseau. Para no alargarme les remito al tercer capítulo de mi libro <a href="http://cchs.csic.es/es/article/roberto-r-aramayo-ifs-publica-rousseau-politica-hizo-hombre-tal-es"><em>Rousseau: Y la política hizo al hombre -tal como es-</em></a>, titulado <em>Desigualdad, educación y política</em>.</p>
<p>Bajo los malos gobiernos –advierte Rousseau– la igualdad proclamada por las leyes no pasa de ser aparente e ilusoria. No debería consentirse –nos dice– que un puñado de gentes rebose de superfluidades mientras la multitud hambrienta carece de lo necesario.</p>
<p>Los asertos de Rousseau, precursores de la Revolución Francesa, parecen describir el mundo de hoy, donde la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Precariedad_laboral">precariedad laboral</a> y la incertidumbre son el horizonte común de una juventud a la que se le hurta poder planificar sus vidas con un trabajo digno. Desde un país muy lejano al nuestro, <em>Parásitos</em> aborda este problema compartido. La enorme brecha económica y social que se agrava cada día en todas partes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/131522/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Roberto R. Aramayo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La película surcoreana ‘Parásitos’, gran triunfadora de los Oscar 2020, explora la brecha social que crece entre la opulencia y la miseria al ir extinguiéndose la clase media.
Roberto R. Aramayo, Profesor de Investigación IFS-CSIC. Historiador de las ideas morales y políticas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/125923
2020-02-06T21:43:17Z
2020-02-06T21:43:17Z
¿De qué les sirven a las cebras sus rayas?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/308306/original/file-20191230-11924-1742m89.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C19%2C4256%2C2796&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/zebra-grass-nature-habitat-national-park-719157949">Shutterstock/Volodymyr Burdiak</a></span></figcaption></figure><p>Las cebras <a href="https://zslpublications.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1469-7998.1977.tb04204.x">son animales de piel oscura</a>, cuyo pelaje rayado tiene su origen en células especializadas de la epidermis, los melanocitos. Estos transfieren el pigmento melanina a algunos de sus pelos: los que lo contienen son negros; los que no, blancos. </p>
<p>Pero, ¿por qué las cebras tienen rayas? Ese ha sido hasta ahora uno de los muchos misterios de la naturaleza.</p>
<p>La función de las rayas de las cebras ha sido <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1046/j.1365-2907.2002.00108.x">fuente de interés científico</a> durante más de 150 años y ha generado varias hipótesis que han ido descartándose. Estas son las <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1046/j.1365-2907.2002.00108.x">cuatro principales</a>: </p>
<ol>
<li><p>Son un medio para reforzar los lazos sociales. Esto no explica por qué solo este animal tiene un patrón de pelaje tan peculiar. Tampoco por qué los patrones de asociación no son mayores en los equinos rayados que en las especies que carecen de rayas. </p></li>
<li><p>Sirven de camuflaje (<a href="http://www.lineaverdeceutatrace.com/lv/consejos-ambientales/practicando-el-arte-de-no-ser-detectado/Cripsis-o-camuflaje-aposematismo-y-mometismo.asp">cripsis</a>) o para <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2008.0877">confundir a los depredadores</a>. Esta hipótesis casa mal con el hecho de que las cebras sean <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0145679">unas de las piezas más capturadas</a> por hienas y leones. </p></li>
<li><p>Son un mecanismo de regulación térmica que favorece el enfriamiento corporal. Esta hipótesis fue descartada gracias a un <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-018-27637-1">contundente experimento</a>. </p></li>
<li><p>Son una defensa contra los ectoparásitos. Sobre todo frente a las picaduras de moscas y tábanos. Esta es la hipótesis más apoyada por la evidencia hoy en día.</p></li>
</ol>
<p>Existe un consenso cada vez mayor entre los biólogos de que la función principal de las rayas blancas y negras en las tres especies de cebras es frustrar el ataque de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tabanidae">tábanos</a>, moscas de establo (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Stomoxys_calcitrans"><em>Stomoxys calcitrans</em></a>) y otros dípteros hematófagos. </p>
<p>Cualquiera que se haya acercado a animales domésticos como asnos, caballos y vacas habrá observado el número de insectos que soportan estos animales. El coste económico para los ganaderos es muy importante: en Estados Unidos las pérdidas económicas provocadas solo por las mordeduras de las moscas de establo, unos de lo dípteros más comunes en las explotaciones ganaderas de todo el mundo, <a href="https://academic.oup.com/jme/article/49/1/198/863180">superan los 2 000 millones</a> de dólares anuales.</p>
<p>El mecanismo exacto por el que las rayas evitan que las moscas hematófagas obtengan su ración de sangre no se conoce bien. Sobre este asunto también se han formulado algunas hipótesis: como resultado de <a href="https://jeb.biologists.org/content/215/5/736">una mala interpretación óptica</a>, las moscas no pueden detectar a las cebra. </p>
<p>Esa hipótesis es difícil de comprobar por dos razones. En primer lugar, porque, <a href="https://theconversation.com/profiles/manuel-peinado-lorca-682122/dashboard">como hacen sus parientes los mosquitos</a>, las moscas localizan a sus víctimas más por su olor corporal que por la vista. En segundo lugar, porque las cebras, por la cuenta que les trae, son unos animales muy esquivos que se prestan poco a experimentaciones de campo. Esto complica cualquier experimento basado en la comparación con otros equinos no rayados.</p>
<h2>Un campo de aterrizaje muy confuso</h2>
<p>Para comparar el comportamiento de equinos rayados y no rayados, un grupo de investigadores se instaló en una granja en Gran Bretaña donde se crían caballos domésticos junto a cebras nacidas en cautividad. Para descubrir cómo interactúan las moscas con cada especie utilizaron grabaciones de vídeo y tratamiento digital de imágenes para observar a los animales en dos escenarios experimentales. En el primero se analizó el comportamiento de las moscas frente a los animales con su pelaje original. El segundo escenario cubrió a los caballos con tres tipos de gualdrapas.</p>
<p>El experimento inicial, cuyas conclusiones <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0210831">fueron publicadas este mismo año</a>, incluyó tres cebras y nueve caballos con pelaje uniformemente blanco, negro, gris o pardo. Los investigadores observaron a los animales, los filmaron y registraron la cantidad de tábanos hematófagos que se cernían cerca de ellos. Comprobaron que las moscas se acercaban a las cebras y a los caballos a la misma velocidad, algo que no es sorprendente considerando que las moscas usan el olor para localizar a sus víctimas desde lejos. Una vez que las moscas se acercaban a las cebras, las rayas parecían interferir con su capacidad de afinar el aterrizaje sobre su prevista fuente de alimento (Figura 1).</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=672&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=844&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=844&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308304/original/file-20191230-11929-1rbgfxd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=844&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Ejemplos de trayectorias de los vuelos de tábanos alrededor de caballos domésticos (a-c) y de cebras (d-f). La línea roja indica la ruta de vuelo, los puntos rojos la posición a intervalos de una décima de segundo y las flechas rojas la dirección del vuelo. Las estrellas azules muestran puntos de contacto o de aterrizajes en el animal. Las flechas azules muestran la posición final de la aproximación y la posición inicial de las fases de despegue del vuelo. Estos marcadores están asociados con maniobras que muestran cambios tanto en la dirección como en la velocidad.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0210831.g001">Caro et. al.</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las moscas se comportan como los pilotos de aeronaves, que primero se aproximan a tierra y luego, gracias a las señales aeroportuarias, comprueban si están en la pista adecuada para aterrizar. Las moscas son pilotos cautelosos: vuelan directamente hacia su presa y se acercan a ella, pero se desconciertan por una <em>pista de aterrizaje</em> listada. Ante la duda, continúan su vuelo.</p>
<p>Para confirmar que el listado del pelaje era lo que frustraba la precisión de las moscas, los investigadores cubrieron siete caballos con tres gualdrapas de tela: una blanca, una negra y una listada como las rayas de las cebras. Los resultados los tienen en la Figura 2. Las moscas aterrizaron mucho menos en las gualdrapas rayadas en comparación con las blancas y negras. El elegante atuendo listado no impidió que las moscas aterrizaran sin problemas sobre las cabezas descubiertas de los caballos. </p>
<p>En otras palabras, para un caballo parece tener enormes beneficios poseer un pelaje listado.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1208&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1208&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1208&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1518&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1518&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/308305/original/file-20191230-11939-dl1kif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1518&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Número medio de impactos de tábano cada 30 minutos : (a) tocando o (b) aterrizando en gualdrapas de diferentes telas, y (c) aterrizando en la cabeza desnuda de siete caballos. Como se puede observar, el número de impactos sobre las gualdrapas rayadas es muy pequeño, mientras que los impactos sobre cuellos y cabezas (desnudos en los tres casos) son idénticos. Modificada a partir de la figura original.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://doi.org/10.1371/journal.pone.0210831.g002">Caro et. al.</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>Esto no se aplica solo a los equinos. Un grupo de investigadores japoneses demostró recientemente que ponerse un pijama a rayas para evitar las picaduras de los dípteros también <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0223447#abstract0">funciona en las vacas</a>.</p>
<h2>¿Por qué evolucionó el pelaje rayado?</h2>
<p>Cualquier causa que reduzca el éxito reproductivo de una población en una proporción significativa ejerce una presión selectiva. Si se produce suficiente presión, en una población pueden generalizarse los rasgos hereditarios que mitigan sus efectos, incluso los que podrían ser perjudiciales en otras circunstancias. Esa parece ser la causa del pelaje listado de las cebras africanas.</p>
<p>En África, donde deambulan las cebras salvajes, abundan las moscas que pueden resultar letales. Los tabánidos <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0169475889900094">transmiten enfermedades mortales</a> para las cebras, como la tripanosomiasis, la anemia infecciosa equina, la peste equina africana y la gripe equina. Estos equinos son susceptibles a la infección porque su <a href="https://www.nature.com/articles/ncomms4535?message-global=remove&idioma=galego">piel relativamente delgada</a>(mucho más que la de caballos, burros y asnos) favorece que los ataques de las moscas la perforen con facilidad.</p>
<p>El pijama a rayas es el rasgo hereditario que responde a la presión selectiva ejercida por los dípteros. Darwin y Wallace estarían encantados de haber conocido estos experimentos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/125923/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Manuel Peinado Lorca es responsable del Grupo Federal de Biodiversidad del PSOE.</span></em></p>
El pelaje de estos animales es una protección frente a los peligrosos dípteros hematófagos africanos.
Manuel Peinado Lorca, Catedrático de Universidad. Departamento de Ciencias de la Vida e Investigador del Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos, Universidad de Alcalá
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/127341
2019-11-27T21:16:43Z
2019-11-27T21:16:43Z
¿Qué son los parásitos y qué enfermedades nos causan?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/302710/original/file-20191120-467-1a81ww1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=53%2C0%2C6000%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Giardia es un ejemplo de un parásito indeseable. Los síntomas pueden incluir diarrea, dolores abdominales, fatiga, debilidad y pérdida de peso.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/giardia-intestinalis-protozoan-formely-known-g-1168134502">Kateryna Kon / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Un <a href="https://www.cdc.gov/parasites/es/about.html">parásito</a> es un organismo que vive sobre otra especie o en su interior.</p>
<p><a href="https://www.cdc.gov/parasites/es/about.html">Hay tres clases principales</a> de parásitos que pueden causar enfermedades en los seres humanos: protozoos, helmintos y ectoparásitos. Los protozoos y los helmintos afectan principalmente al intestino, mientras que los ectoparásitos abarcan organismos como los piojos y los ácaros, que pueden adherirse a la piel o escarbar en ella y permanecer allí durante largos períodos.</p>
<p>La mayoría de los protozoos y los helmintos son, por lo general, no patógenos (es decir, no causan enfermedad), o bien ocasionan enfermedades muy leves. No obstante, algunos sí pueden producir enfermedades graves en los seres humanos.</p>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ruta_fecal_oral">La transmisión por la ruta fecal oral</a>, que tiene lugar cuando los parásitos que se hallan en las heces de una persona terminan siendo tragados por otra, es la forma más común de transmisión de parásitos protozoos y helmintos.</p>
<p>Los síntomas iniciales suelen ser de carácter gastrointestinal, como, por ejemplo, diarrea. Pero cuando los parásitos invaden los glóbulos rojos o los órganos, las consecuencias pueden ser más graves. </p>
<h2>Protozoos</h2>
<p>Los protozoos son diminutos organismos unicelulares que se multiplican dentro del cuerpo humano.</p>
<p>Por ejemplo, el protozoo <em>Giardia</em> tiene un <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC88984/">ciclo de vida clásico de dos etapas</a>. En la primera etapa, denominada trofozoíto, el parásito se dedica a nadar y consumir nutrientes del intestino delgado. En la segunda etapa se convierte en un quiste inmóvil.</p>
<p>Los quistes excretados en las heces pueden contaminar el suministro de agua, y la ingestión de alimentos o agua contaminados hace que se transmita el parásito. El contacto cercano entre personas y las condiciones de vida insalubres también pueden favorecer la transmisión.</p>
<p>La <a href="https://www1.health.gov.au/internet/publications/publishing.nsf/Content/ohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l%7Eohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l-ch1%7Eohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l-ch1.5">giardiosis</a> puede conllevar síntomas como diarrea grave o crónica, cólicos abdominales, fatiga, debilitamiento y pérdida de peso, entre otros.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/302085/original/file-20191118-66945-12388mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Una vez que se diagnostica el parásito, se suele administrar un tratamiento eficaz.</span>
<span class="attribution"><span class="source">From shutterstock.com</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otros protozoos importantes son las especies de <em>Plasmodium</em>. El <em>Plasmodium</em> se desarrolla en los mosquitos, y los mosquitos infectados transmiten el parásito a los seres humanos al picarlos. Destruye los glóbulos rojos, lo que afecta al funcionamiento de los órganos y causa la enfermedad conocida como malaria o paludismo. </p>
<p>La malaria causa la mayoría de las muertes producidas por el conjunto de las enfermedades parasitarias. Se estima que en 2017 el paludismo causó <a href="https://www.who.int/gho/malaria/epidemic/deaths/en/">435.000 muertes en todo el mundo</a>, la mayoría de ellas en niños pequeños del África Subsahariana. </p>
<h2>Helmintos</h2>
<p>Los helmintos, denominados habitualmente gusanos, son grandes organismos multicelulares que, por lo general, se pueden ver a simple vista en sus etapas adultas. Por norma general, <a href="https://www.cdc.gov/parasites/es/about.html">los helmintos no pueden multiplicarse</a> dentro del cuerpo humano. </p>
<p>Uno de los principales grupos de helmintos es el de los gusanos planos, así denominados porque tienen <a href="https://www.britannica.com/animal/flatworm">el cuerpo blando y aplanado</a>. Su cavidad digestiva presenta una única abertura para la ingestión y eliminación de alimentos. Se cree que <a href="https://www.britannica.com/animal/flatworm">el 80% de los gusanos planos</a> son parasitarios.</p>
<p>Las tenias son un tipo de gusano plano. La <a href="https://www1.health.gov.au/internet/publications/publishing.nsf/Content/ohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l%7Eohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l-ch1%7Eohp-enhealth-manual-atsi-cnt-l-ch1.5">tenia humana más común</a> es la tenia enana.</p>
<p>La infestación en los seres humanos proviene de la ingestión de huevos de tenia enana. La transmisión de <a href="https://www.cdc.gov/parasites/hymenolepis/faqs.html">una persona a otra</a> se produce por la ruta fecal oral. Como en el caso de otros parásitos, los principales factores de riesgo son el saneamiento deficiente y las viviendas compartidas. Los síntomas incluyen, entre otros, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y debilitamiento.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/302102/original/file-20191118-66921-7ra1wc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">Algunos parásitos, como el Plasmodium, causante de la malaria, se transmiten a los seres humanos a través de picaduras de mosquito.</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otro grupo importante de helmintos son los nematodos, comúnmente conocidos como gusanos redondos o cilíndricos. Los nematodos son los animales multicelulares <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nematoda">más numerosos</a> del planeta y pueden encontrarse en casi todos los entornos. A diferencia de los gusanos planos, poseen un sistema digestivo que se extiende desde la boca hasta el ano.</p>
<p>Se cree que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1471492203002447">más del 50% de la población mundial</a> se ve afectada en algún momento de su vida por, al menos, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2517378/">una de las seis clases principales</a> de nematodos. </p>
<p>Los huevos o larvas de estos nematodos suelen desarrollarse en el suelo antes de ser transmitidos al huésped humano, razón por la cual los nematodos se denominan a menudo “helmintos transmitidos por el suelo”. Un buen ejemplo son los anquilostomas, que <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2517378/">infestan a los humanos</a> al penetrar en la piel desde el suelo contaminado. El uso de <a href="https://journals.plos.org/plosntds/article?id=10.1371/journal.pntd.0003285">calzado adecuado</a> es, pues, una manera fundamental de prevenir la transmisión de la anquilostomiasis.</p>
<p>El <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2517378/">oxiuro</a> o <em>Enterobius vermicularis</em> tiene un ciclo de vida distinto al de los otros nematodos. Las larvas de oxiuro se desarrollan en huevos en la piel cerca del ano o debajo de las uñas.</p>
<p>El oxiuro, también conocido como lombriz, es el <a href="https://www.healthdirect.gov.au/threadworms-pinworms">parásito helmíntico más común</a>. Uno de sus principales síntomas es una comezón alrededor del ano. Los oxiuros se transmiten fácilmente de una persona a otra, y es frecuente que se vean infestadas familias enteras.</p>
<h2>Ectoparásitos</h2>
<p>El término <a href="https://www.cdc.gov/parasites/es/about.html">ectoparásitos</a> se refiere, por lo general, a organismos como garrapatas, pulgas, piojos y ácaros que pueden adherirse a la piel o escarbar en ella y permanecer allí durante largos períodos. </p>
<p>Por ejemplo, la <a href="https://www.healthdirect.gov.au/scabies">sarna o escabiosis</a>, una enfermedad contagiosa de la piel caracterizada por picor y pequeñas protuberancias rojas, es causada por el arador de la sarna. La sarna se propaga normalmente mediante el contacto frecuente y directo con la piel. </p>
<p><a href="https://www.healthdirect.gov.au/head-lice">Los piojos de la cabeza</a> son insectos pequeños sin alas que viven y se reproducen en el cabello humano y se alimentan chupando la sangre del cuero cabelludo. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/302100/original/file-20191118-66917-h8c1hp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">Los piojos, un tipo de ectoparásito, se alojan con frecuencia en la cabezas infantiles.</span></span>
</figcaption>
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<h2>Prevención y tratamiento</h2>
<p>Algunos parásitos pueden quedarse latentes durante largos períodos. Este hecho puede dificultar el diagnóstico de la infestación parasitaria, ya que es posible que no se desarrollen síntomas o que estos sean imprecisos y no específicos. </p>
<p>Afortunadamente, existen muy buenos medicamentos para tratar muchos tipos diferentes de parásitos una vez que han sido diagnosticados. Aunque estos medicamentos tienen efectos secundarios, por lo general resultan <a href="https://www.mayoclinicproceedings.org/article/S0025-6196(11)60055-4/fulltext">sumamente eficaces</a>.</p>
<p>El tratamiento de los parásitos debe ir acompañado de estrategias preventivas, dirigidas, por ejemplo, a mejorar el saneamiento y garantizar la disponibilidad de ropa y calzado adecuados en las zonas afectadas.</p>
<p>La <a href="https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/soil-transmitted-helminth-infections">Organización Mundial de la Salud</a> recomienda que se someta a tratamiento médico periódico (desparasitación) a todas las personas en riesgo que viven en zonas endémicas. Sin embargo, la aplicación de esta recomendación sigue tropezando con numerosos obstáculos en la práctica.</p>
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<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/127341/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Vincent Ho no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Existen tres clases de parásitos que pueden causar enfermedades en los seres humanos. Esto es lo que necesita saber.
Vincent Ho, Senior Lecturer and clinical academic gastroenterologist, Western Sydney University
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