La guerra en Ucrania resalta la interdependencia y la vulnerabilidad de las cadenas de suministro alimentario. La escasez de aceites puede afectar a nuestras cocinas y a cuestiones geopolíticas.
Es muy habitual encontrar en el supermercado productos con estos reclamos. Son, sin duda, mejoras interesantes, pero los alimentos que los llevan no se convierte por ello en saludables.
El aceite de girasol es muy versátil: se utiliza en los hogares y la industria alimentaría, pero también tiene otras aplicaciones, como la fabricación de pinturas, pesticidas y lacas. Pero la invasión de Ucrania está teniendo una gran repercusión en su disponibilidad y se hace necesario buscar alternativas.
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández