La lectura requiere práctica, y el hábito cae en picado entre los adolescentes a partir de secundaria. La falta de hábito lector existe incluso entre los estudiantes de Educación, futuros docentes.
La lectura es una de las habilidades más sofisticadas que ha logrado la humanidad. Tras ella figuran nuestros avances en la ciencia o la tecnología para mejorar nuestra calidad de vida. Al otro lado, la ignorancia, que amenaza la supervivencia de la especie humana.
Cuanto más jóvenes somos, menos nos gusta leer instrucciones de cualquier tipo, incluidos los enunciados de exámenes. Una buena estrategia de lectura puede cambiarnos la vida.
La capacidad de leer es tan extraordinaria y supone tantos y tan rápidos procesos cerebrales que somos capaces de leer palabras ‘del revés’ o con símbolos en sustitución de letras.
Durante los siglos XVI y XVII, algunas personas advirtieron de los peligros de enseñar a escribir a las mujeres, porque podrían ponerse en contacto con otras personas sin que lo supieran sus padres o su marido.
Los diagnósticos de TDAH o dislexia y su prevalencia varían mucho según los baremos usados, lo que hace el infradiagnóstico discutible. Lo que podemos hacer con certeza es prevenir estos transtornos.
Leer es un acto ‘no natural’ que nos obliga a transformar en un acto visual lo que normalmente es auditivo (el lenguaje). Una buena base se cimenta en cinco pilares.
Expresarse eficazmente por escrito es una de las competencias más importantes que los estudiantes deben adquirir. Su desarrollo requiere tiempo y va de la mano de la lectura y la expresión oral.
Para los niños, una sólida habilidad lingüística está asociada con muchos efectos positivos, incluyendo felicidad, amistades, conexiones con la familia, logros académicos y una carrera satisfactoria.
Profesora de Didáctica del Lenguaje. Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura (GRELL), Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC) y Director de la International Chair in Cognitive Health (ICCH) en la Universidad Nebrija, Universidad Nebrija