Es de sobra sabido que en la mujer se producen cambios hormonales y cerebrales durante el embarazo y los meses tras el parto para su adaptación al cuidado del hijo. Pero ¿ocurre lo mismo en el padre cuando este asume las tareas de cuidado? La ciencia ha demostrado que sí.
Desde que un bebé nace y observa lo que tiene alrededor hasta que comienza a hablar se produce un curioso proceso que va marcado por meses. Sonreír, mirar, señalar o vocalizar acaban sincronizándose al año y medio, cuando ya están preparados para comenzar a hablar.
El sistema sanitario español se ahorraría más de 51 millones de euros al año si la mitad de las madres diesen lactancia materna en exclusiva durante al menos seis meses, según un estudio español.
La situación de confinamiento puede limitar la exposición de los niños a la luz solar, hacernos caer en la tentación de saltarnos horarios o relajarnos y enlentecer el aprendizaje de los pequeños.
Lo que comes los mil primeros días de tu vida te marca para el resto de tu existencia. Intervenir para modificar los hábitos alimentarios del recién nacido le garantiza salud en la edad adulta.
Los bebés son capaces de mantener la concentración durante periodos prolongados.
Iana Dmytrenko/Unsplash
A pesar de lo que le diga su pediatra o su logopeda, los estudios científicos demuestran que cuanto antes aprendan los bebés un segundo o tercer idioma, mucho mejor.
Profesora de Pediatría. Pediatra especialista en Metabolismo en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. IMIBIC. CIBEROBN, Universidad de Córdoba
Profesora Docente e Investigadora (PDI) del Departamento de Didáctica de la matemática y de las Ciencias Experimentales de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Miembro del Grupo de Investigación EUDIA., Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea