La obesidad, es decir, el exceso de tejido adiposo potenciador de múltiples enfermedades secundarias que reducen la calidad de vida, afecta tanto a los humanos como a los perros.
Las propuestas científicas sobre medición, usualmente, se circunscriben a la renta, propiedades o el trabajo, pero también está la cuestión subjetiva, de cómo nos trata la vida, para lo que una encuesta suele tener la respuesta.
El paso de los años es experiencia, sabiduría, pérdidas... vida. Pero la sociedad tacha estas ganancias y ve la vejez desde el prejuicio de la incapacidad. Esto nos condena a un final de vida indigno.