Caminar adoptando la biomecánica natural del pie conlleva muchos beneficios, siempre que se haga con las debidas precauciones. Una alternativa es el llamado calzado minimalista, que simula la experiencia de andar descalzo sin renunciar a la protección.
Sabañones, juanetes, dermatitis… Los pies sufren los estragos del invierno, sobre todo si usamos calcetines y calzado inadecuados o estrechos o no los secamos adecuadamente al salir de la ducha.
En verano, en lugar de proteger nuestros pies, los exponemos más que en otra época del año. Sobre todo porque el sudor, la humedad, la arena y la sal pueden conducir al desarrollo de lesiones, infecciones y heridas que es importante evitar.
La hazaña del keniata Eliud Kipchoge en el maratón ha reavivado el debate sobre hasta qué punto la innovación en el diseño y composición del calzado deportivo supone una ayuda para los atletas.
Un recorrido que une a contrabandistas, a trabajadores precarios, a recolectores de basura y a consumidores pobres. El viaje de unas chanclas se convierte en una de las historias más oscuras de la globalización.
Fisioterapeuta y personal docente investigador en la Facultad de Ciencias de la Salud en Universidad San Jorge, profesor asociado en la Facultad de Enfermería y Fisioterapia en la Universitat de Lleida. Miembro del grupo de investigación iPhysio, Universidad San Jorge
Fisioterapeuta. Personal docente e investigador en los grados de Fisioterapia y Enfermería en la Universidad San Jorge. Miembro del grupo de investigación iPhysio., Universidad San Jorge