Serrat es, por aclamación popular y de sus compañeros de gremio, el decano de la canción de autor española, y ese título honorífico lleva aparejada la recepción de distinciones.
En los 70 en España comienzan a aparecer jóvenes cantautoras que formaban parte de una escena donde la reivindicación y la protesta hacia la situación social y política era palpable. Como Ana María Drack.
‘L'Estaca’, la composición antifranquista de Lluís Llach, ha pasado a representar ideológicamente a miembros de diferentes grupos y comunidades que defienden sus derechos.
Hacia 1957, Ariel Ramírez creó una partitura para piano inspirada en la autobiografía de W. H. Hudson. Armando Tejada Gómez puso la letra y Mercedes Sosa fue la encargada de darle voz a la canción.
Siempre ha existido cierta tirantez entre los aficionados de Joaquín Sabina, que lo han proclamado sin ambages como poeta, y la academia, que suele ser más reticente a tales consideraciones.
Francia tiene una larga historia de canciones comprometidas: desde el letrista Béranger, dos veces encarcelado a principios del XIX, hasta los grupos de rap que han insultado a la república.
Profesora del Departamento de Literatura española y Teoría de la Literatura. Área de Teoría de la Literatura, UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia
Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de Valladolid