Como el fuego o el ferrocarril en su momento, la inteligencia artificial y las plataformas digitales están cambiando el mundo. Este salto tecnológico convierte al ‘homo economicus’ en ‘homo digitalis’.
Mientras el descubrimiento de Antártida se presenta recurrentemente como un hecho puntual y fortuito, la arqueología explica la llegada humana como parte del proceso de expansión del capitalismo.
La competencia entre empresas, un entorno favorable a la inversión productiva y un Estado con una regulación clara y con un sistema de protección estable generan crecimiento moderado pero continuo. El crecimiento cero abocaría a un crecimiento negativo y al deterioro de las condiciones sociales de la población.
No parece que la sociedad moderna esté preparada para la imperiosa necesidad de poner fin al abundante derroche de mercancías que ha caracterizado al sistema económico desde la Edad Moderna y que ha desembocado en un capitalismo furioso en el que las personas son trabajadores y mercancía (volátiles).
Gorbachov, el hombre bueno que no llegó a tiempo y tuvo mala suerte, acaba de morir en Moscú a los 91 años. Repasamos las ideas económicas con las que llegó al poder en 1985.
Se cumplen cuatro siglos de la muerte del jesuita Francisco Suárez. A propósito de la conmemoración, nos preguntamos si la obra de los jesuitas puede ser vista como expresión de una modernidad alternativa.
La crisis de la covid-19 demanda a las empresas y las instituciones liderazgos consistentes, con un propósito claro y compartido, una estrategia coherente y una visión a largo plazo.
Dos estudios recientes sugieren que las agendas globales para el clima y la biodiversidad han fracasado porque promueven un desarrollo sostenible basado en el crecimiento económico.
El trabajo, además de productor de riqueza, es un imperativo moral, al que se añade otra imposición de nuestro tiempo: el crecimiento económico constante. Quizás ha llegado la hora de cambiar de paradigma económico.
¿Qué ha movido a las farmacéuticas a desarrollar una vacuna contra la Covid-19? ¿Qué valor social esperan generar? ¿Qué beneficio económico obtener? ¿Se pueden combinar ambos?
La falta de respuestas a la emergencia climática, la escasa reputación de las instituciones políticas, las desigualdades sociales… Urge un sistema más justo y el sector privado y la sociedad civil tienen un papel muy relevante en esta transformación.
En pleno siglo XXI, hasta los gurús del neoliberalismo se oponen -a regañadientes- a que las grandes corporaciones puedan saltarse las reglas del juego, el ordenamiento jurídico y la regulación medioambiental.
Cumple medio siglo el artículo de Friedman, que ancló la idea de que la única responsabilidad de la empresa es maximizar beneficios. Ahora se habla de que esta debe crear valor para toda la sociedad y no solo para sus accionistas.
La pandemia sigue azotando y no solo a nivel sanitario. En seis meses todos los parámetros vitales (dinero, viajes, trabajo, relaciones, entorno, consumo…) han cambiado en todo el mundo y quizás de forma permanente.
El globalizado capitalismo financiero no tiene un contrapeso político que mantenga el equilibrio. Se ha roto el binomio poder económico-capitalismo industrial/poder político-Estado.