La violencia y el acoso entre iguales puede evitarse si creamos un ambiente sano de relaciones respetuosas y solidarias desde el principio, antes de que surjan los problemas.
Cosas de niños o la única manera de resolver las cosas: la violencia entre escolares no siempre se identifica y condena como se debe para evitar el sufrimiento de las víctimas.
Para embaucar a sus víctimas los ciberacosadores de menores emplean emojis y risas textualizadas en un afán por convencerlas de que no tienen malas intenciones.
Más a menudo de lo que nos imaginamos, nos concentramos en la pantalla del móvil más que en quienes están a nuestro lado. En la familia, esto tiene consecuencias.
En la era digital, un acosador puede valerse de las herramientas digitales (correos electrónicos, mensajería instantánea) para vejar a sus compañeros de trabajo.
Las redes sociales contribuyen al desarrollo adolescente, aunque también comportan riesgos, como las agresiones online. Prevenirlas pasa por enseñar a los jóvenes a utilizar las redes sociales, afirman las autoras en este artículo original de Revista Telos.
La prevención del acoso pasa por abordar el tema desde los primeros años de escolarización, estableciendo unas pautas básicas de convivencia que niños y niñas asimilen desde muy pequeños.
La captación, seducción y manipulación de menores en internet es un problema real que afecta en todo el mundo a un 12% de los adolescentes. Podemos enseñar a los menores a protegerse.
La ley de protección frente a la violencia de género nos puede servir de ejemplo sobre lo que funciona y lo que no de cara al acoso escolar. Hay que apoyarse en la abundante investigación sobre el fenómeno.
La nueva ley de protección de la infancia de España incluye la creación de una nueva figura en los centros educativos: el coordinador contra el acoso. ¿Qué debe saber este profesional, y cuáles serán sus funciones?
La violencia contra las mujeres no se reduce a la violencia física. Si hacemos un recorrido por las distintas formas de violencia que se ejerce en el mundo contra las mujeres el resultado es escalofriante. En la educación está una de las soluciones.
Un estudio de la Universidad de Córdoba analiza el valor de las actividades deportivas para fortalecer las relaciones interpersonales y la solidaridad grupal a la hora de enfrentarse al acoso.
Un estudio de la Comisión Europea revela que el consumo de internet ascendió a una media de entre seis y siete horas y media diarias durante el confinamiento, lo que abrió la puerta a riesgos bien conocidos para millones de menores: ciberacoso, pornografía y desinformación, entre otros.
El acceso cada vez más temprano de los jóvenes a la tecnología ha hecho que los ciberacosadores sean cada vez más jóvenes. Pero ¿tiene la misma gravedad un acoso que un ciberacoso? ¿Acaso uno es más violento que otro?
Las cifras son alarmantes: un 35,8 % de los adolescentes son víctimas de ciberviolencia en su relación de pareja, un 33 % la han ejercido y un 27,2 % han sido al mismo tiempo víctimas y agresores. El cibercontrol y la agresión verbal en línea entre parejas de adolescentes no son anecdóticos.
Un estudio internacional auspiciado por la UNESCO acaba de revelar que tres de cada cuatro mujeres periodistas han sufrido acoso en el entorno digital por su trabajo y en un 20% de casos ese hostigamiento se ha traducido en violencia física.
Las diferentes situaciones de confinamiento que estamos viviendo propician que los jóvenes se relacionen a través de las redes sociales y que las utilicen con fines sexuales. El consumo de pornografía y el “sexting” pueden llegar a convertirse en algo demasiado frecuente en estos momentos.
Este videojuego se ha convertido en una herramienta muy eficaz para ponerse en la piel de un menor que sufre acoso. Su objetivo es desarrollar empatía con las víctimas y ya lo han probado alumnos y profesores con gran éxito.
La labor del profesorado a la hora de enseñar a hacer un buen uso de las redes sociales es tan importante como la de las familias. Un grupo de investigadores ha creado una serie de herramientas para la “ciberconvivencia”
Docente e Investigador. Prof. Titular Universidad (Nivel 1). Actualmente, Investigador Principal del Área de Bienestar Emocional en el Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) e Investigador Principal del Grupo Ciberpsicología (UNIR)., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Docente en la Faculta de Educación e Investigadora en el Grupo Ciberpsicología, en la Universidad Internacionall de La Rioja (UNIR), UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Docente del Dpto. Psicología de la Educación y Psicobiología e Investigadora del Grupo en Ciberpsicología, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja