El riesgo de que Ucrania, pero también los países europeos y Estados Unidos, sufran ciberataques por parte de Rusia o de grupos afines a su causa es elevado.
Crecen los ciberataques a empresas y organizaciones, que deben aumentar las medidas de previsión y monitoreo para evitar sus consecuencias: pérdida de confianza, multas y daños a la gestión.
El confinamiento ha sido un escenario ideal para los ciberdelincuentes. Al haber mayor actividad en la red, ha habido también mayor exposición y por tanto más ventanas abiertas por donde intentar colarse.
La cuarentena ha tenido como efecto un mayor consumo de internet. Este factor, añadido a la sensación de seguridad que produce estar en nuestra casa, aumenta el riesgo de sufrir un ciberdelito.