Tanto la pandemia como el frío han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de muchas familias. El derecho a suministros como la energía e internet deberían garantizarse de forma universal.
La crisis del coronavirus no afectará por igual a todos los colectivos laborales e incidirá en las desigualdades ya existentes, profundizando en la segregación laboral de nuestro mercado de trabajo.
Los autónomos se enfrentan a diario a grandes dificultades en la gestión de su trabajo. Las condiciones de su día a día y sus previsiones de futuro hacen que este sector no trabaje en las mejores condiciones.