Los políticos pop son considerados artefactos culturales. Desafían las campañas políticas tradicionales y su comunicación condensa personalización, populismo, posverdad y propaganda.
La “política discoteca” de Javier Milei utiliza declaraciones ruidosas, mensajes ambiguos y escándalos para distraer y captar la atención pública. Esta estrategia satura a la audiencia con estímulos constantes, dificultando la reflexión profunda, y ha dado como resultado un aumento significativo de su imagen positiva en Argentina.
Una metáfora primaria es potente en la mente de quienes la escuchan: la ‘máquina del fango’ a la que Pedro Sánchez hace referencia es particularmente eficaz.
Un motor de análisis léxico revela que Pedro Sánchez ha usado en su discurso la misma polaridad negativa que dice sufrir. Y no solo es cosa suya. La Comisión Europea alerta sobre esa radicalización del lenguaje.
Tras escuchar las palabras de Pedro Sánchez después de cinco días de reflexión parecería que comienza una nueva etapa en la vida política de España. Él habla de un punto y aparte y los ciudadanos pueden exigirlo.
Ese artículo publicado originalmente en la revista Telos de Fundación Telefónica analiza el creciente uso de la mentira en la política actual y sus riesgos para las democracias.
La escucha puede ser un remedio para superar las patologías de nuestra comunicación política. Si los partidos políticos están atentos, tendrán en los electores promotores de innovación permanente.
Es necesaria otra comunicación política, la de personas que hacen resonar su integridad en el resto de los ciudadanos. En momentos de elecciones los espacios digitales o el marketing político se pueden convertir en los peores enemigos.
La “caza” cautivadora y no meramente visceral de la ciudadanía es la mejor manera de captar votantes de manera inteligente en unas elecciones. Conectar y reconectar con el ciudadano perdido debería ser el punto en común de todos los estrategas electorales.
La buena imagen pública de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social de España por Unidas Podemos es una ventaja en la arena política, que puede verse truncada de nuevo por la realidad económica.
¿Es la declaración de la izquierda independentista vasca un discurso de perdón? ¿Qué elementos debería contener? ¿Qué importancia simbólica podría tener?
Los tuits de los partidos políticos buscan generalmente dividir, más que buscar consenso. Su finalidad suele ser deslegitimar al oponente y caen constantemente en la desinformación.
¿Hasta qué punto tenemos una percepción errónea sobre los partidos ajenos y
sus seguidores? Los datos de la Encuesta Nacional de Polarización del Grupo Especial de Investigación CEMOP demuestran que existe una brecha de percepción, de una falsa polarización, más presente entre los votantes de izquierda.
Comunicar en tiempo de crisis ha sido uno de los grandes retos para los países, manteniendo un cierto equilibrio entre informar sin alarmar, pero alertando sobre los riesgos latentes. Un artículo publicado originalmente en la Revista TELOS editada por Fundación Telefónica.
En elecciones generales de 2016 y 2019 en España los candidatos no utilizaron Twitter como herramienta para el intercambio de posiciones y la confrontación de ideas con otros partidos, sino como caja de resonancia para sus mensajes, buscando el eco y la viralización.
El descontento con la gestión de la pandemia por parte de los gobiernos y el ansia de libertad tras el confinamiento han avivado la difusión de este pensamiento, sobre todo entre los jóvenes.
Lo sorprendente no es que los políticos mientan, oculten o falseen información. Lo novedoso es que dichas mentiras, aun cuando se desvelen como tales, hoy en día no parecen ser castigadas por el electorado. ¿Por qué ocurre esto?
Los gestos y la forma de hablar son responsables de un 93% de la transmisión de un mensaje. Analizamos la credibilidad, eficacia e influencia que transmite cada candidato de manera no verbal.