tag:theconversation.com,2011:/us/topics/crecimiento-sostenible-77411/articlescrecimiento sostenible – The Conversation2021-12-15T19:08:10Ztag:theconversation.com,2011:article/1731892021-12-15T19:08:10Z2021-12-15T19:08:10ZLa lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad: ¿lo estamos haciendo bien?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/437623/original/file-20211214-19-7s8lcu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C6000%2C3961&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Pancarta con la leyenda 'El capitalismo mata nuestro futuro' en una manifestación de Fridays for Future en Berlín el 20 de septiembre de 2019.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/berlin-germany-september-20-2019-capitalism-1512842165">Shutterstock / anokato</a></span></figcaption></figure><p>El crecimiento económico perpetuo, necesario para mantener las sociedades capitalistas actuales, exige un consumo continuado y cada vez mayor de materiales y energía. De él se derivan no solo grandes cantidades de residuos y emisiones, sino también <a href="https://icariaeditorial.com/antrazyt/4179-el-ecologismo-de-los-pobres-conflictos-ambientales-y-lenguajes-de-valoracion-6a-ed-ampliada.html">importantes desigualdades sociales y una vulneración de derechos fundamentales</a> que han afectado mayoritariamente a los países del sur global. </p>
<p>Como resultado de este crecimiento, se ha transformado profundamente el planeta. Esto ha provocado múltiples problemas ambientales a nivel mundial que nos han llevado a traspasar algunos de sus <a href="https://www.ecologyandsociety.org/vol14/iss2/art32/">límites biofísicos </a> y acercarnos a otros. Hemos alterado el equilibrio ecológico planetario, poniendo en riesgo el mantenimiento de la vida en la Tierra tal y como la conocemos hoy. </p>
<h2>La relación entre el cambio climático y la biodiversidad</h2>
<p>El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos de los límites biofísicos planetarios que ya hemos traspasado. Se erigen, por tanto, como dos de los mayores retos ecológicos que debe afrontar la sociedad actual. </p>
<p>Son muchos los investigadores que nos están avisando de las <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/downloads/report/IPCC_AR6_WGI_SPM_final.pdf">peligrosas consecuencias del cambio climático y sus impactos acumulados</a> para los ecosistemas terrestres y acuáticos y los sistemas humanos que de ellos dependen. </p>
<p>Por otra parte, los científicos nos advierten de que los <a href="https://ipbes.net/global-assessment">ecosistemas se están deteriorando a un ritmo sin precedentes</a>. Aproximadamente un millón de especies se encuentran hoy en peligro de extinción. Este declive va a llevar a efectos múltiples y multidimensionales en cascada que derivarán en variaciones drásticas en la dinámica y funcionamiento de los ecosistemas. </p>
<p>Estos límites biofísicos son interdependientes. Por tanto, si no se reduce la emisión de gases de efecto invernadero en el tiempo requerido, el cambio climático acentuará todavía más el colapso biológico llevando a una <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-020-2189-9">pérdida de biodiversidad a escala global que se estima catastrófica</a>. </p>
<h2>La acción global</h2>
<p>El cambio climático y la pérdida de biodiversidad <a href="https://www.ecologistasenaccion.org/29055/libro-en-la-espiral-de-la-energia/">se acentuaron tras la II Guerra Mundial</a> en un contexto de crecimiento económico exponencial sin precedentes. Para afrontarlos, hace más de treinta años se inició una agenda de sostenibilidad a escala internacional. A partir de ella, han surgido las siguientes iniciativas:</p>
<ul>
<li><p>Una agenda climática global (ACG), con la creación del <a href="https://www.ipcc.ch/">Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático</a> en 1988 y la <a href="https://unfccc.int/es">Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático</a> en 1992.</p></li>
<li><p>Una agenda global de biodiversidad (AGB) con la firma, en 1992, del <a href="https://www.un.org/es/observances/biodiversity-day/convention">Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica</a> y la creación, dos décadas más tarde, de la <a href="https://ipbes.net/">Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas</a>, que recibe el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. </p></li>
</ul>
<p>No obstante, la evidencia nos muestra que los compromisos políticos adquiridos por los países en el marco de las <a href="https://theconversation.com/es/topics/cop26-97674">conferencias de las partes</a> tanto sobre cambio climático como sobre biodiversidad no han dado sus frutos. </p>
<p>Las emisiones han seguido creciendo. Solo se han visto interrumpidas en momentos de colapso de la economía global, como los originados por la crisis del petróleo de finales de los 70 del siglo pasado, la crisis financiera de 2008 o el <a href="https://theconversation.com/lecciones-de-una-pandemia-para-resolver-la-crisis-medioambiental-136183">confinamiento por la covid-19</a>. Y las especies continúan desapareciendo exponencialmente.</p>
<h2>El porqué del fracaso</h2>
<p>En <a href="https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/cobi.13821">dos</a> <a href="https://www.investigacionesgeograficas.com/article/view/19351">estudios</a> recientes, analizamos el fracaso de las agendas globales para el clima y la biodiversidad. Explicamos que se debe al hecho de que las políticas que proponen estimulan un desarrollo sostenible basado en el crecimiento económico. Asumen que el llamado crecimiento sostenible, verde o azul, es esencial para luchar contra el cambio climático y proteger la biodiversidad. </p>
<p>Se cree que el crecimiento incentiva mejoras de eficiencia tecnológica que, a su vez, permiten disminuir el consumo de materiales y energía, así como la generación de residuos y emisiones. Algo largamente desmentido por la <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ab8429">evidencia científica</a>. </p>
<p>Esta falsa creencia ha resultado en políticas demasiado optimistas hacia las soluciones tecnológicas y los instrumentos de mercado que ignoran aspectos sociopolíticos relevantes que se encuentran en la raíz del problema. Esto ha llevado, por una parte, a limitar la <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/119369/1/Investigaciones_Geograficas_en_prensa_19351.pdf">política climática</a> a la “descarbonización” de la economía y la adaptación al cambio climático. Y por otra, a construir la <a href="https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/cobi.13821">política de biodiversidad</a> sobre los postulados de la economía convencional en torno al llamado uso sostenible de la diversidad biológica, el mantenimiento de los servicios ecosistémicos, el valor económico del capital natural y la contribución de la naturaleza a la actividad económica, que lleva a su mercantilización. </p>
<p>Dichas agendas políticas fracasan en la protección del clima y la biodiversidad, pero han sido funcionales y exitosas para la reproducción del capital. No han implicado prácticamente ninguna fricción desde su irrupción en 1992.</p>
<h2>Necesitamos una estrategia de decrecimiento sostenible</h2>
<p>La evidencia científica deja claro que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, así como el resto de problemas ambientales globales, a los que se ha sumado recientemente la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959652620352227?via%3Dihub">pandemia de la covid-19</a>, son resultado de la <a href="http://www.revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/7-CatalinaFiguerola-JoanMoranta_Emergencia-climatica-en-economias-turistizadas_0.pdf">expansión de la actividad humana</a>, espoleada por la búsqueda incesante del crecimiento económico ilimitado que promueve el capitalismo.</p>
<p>Ante esta situación, es urgente y necesario apostar por una <a href="https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/cobi.13821">estrategia de decrecimiento sostenible</a> encaminada a reducir el deterioro de los recursos naturales y ecosistemas planetarios. Sólo así podrá garantizarse, entre otros, la efectividad en la lucha contra el cambio climático y en la conservación de la biodiversidad. </p>
<p>Estas metas pueden lograrse promoviendo actividades socialmente responsables y respetuosas con el medio ambiente, eliminando o reduciendo las perjudiciales y formulando nuevos objetivos de prosperidad compartida sin crecimiento. Algunas de las muchas actividades que podrían llevarse a cabo en el marco de una estrategia global de decrecimiento sostenible son las siguientes:</p>
<ul>
<li><p>desarrollar una <a href="https://theconversation.com/es/topics/transicion-energetica-74146">transición energética</a> justa, </p></li>
<li><p>disminuir la generación de residuos mediante el rediseño de los procesos de producción para facilitar la reutilización y el reciclaje de los componentes de los productos, </p></li>
<li><p>prohibir la obsolescencia programada, </p></li>
<li><p>mejorar la gestión de los recursos y espacios naturales en pro de su preservación y mejora, </p></li>
<li><p>promocionar la agroecología, la ganadería ecológica y la pesca artesanal selectiva, </p></li>
<li><p>potenciar el transporte público colectivo de emisiones cero, </p></li>
<li><p>rehabilitar y mejorar las viviendas vacías y la arquitectura vernácula y bioclimática así como los servicios de cuidado, salud y educación.</p></li>
</ul>
<p>Las actividades como estas deberían plantearse bajo un orden socioeconómico radicalmente distinto al capitalista, que no persiga la expansión perpetua sino el buen vivir para todos en un planeta finito.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/173189/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Dos estudios recientes sugieren que las agendas globales para el clima y la biodiversidad han fracasado porque promueven un desarrollo sostenible basado en el crecimiento económico.Catalina M. Torres Figuerola, Profesora Titular del Departamento de Economía Aplicada, Universitat de les Illes BalearsIvan Murray Mas, Profesor contratado doctor, Universitat de les Illes BalearsJoan Moranta Mesquida, Científico Titular en Biología de la Conservación, Instituto Español de Oceanografía (IEO - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1249092019-11-05T20:42:30Z2019-11-05T20:42:30ZPolíticas comerciales erróneas, ¿impactos ambientales beneficiosos?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/296895/original/file-20191014-135529-i5m2e3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C310%2C5184%2C3135&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/new-york-ny-september-24-2019-1513462331?src=bI6RLKBF_LGV1-ThDsjA1A-1-4">Lev radin/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las guerras comerciales que el presidente Donald Trump ha iniciado se están materializando en un incremento en los aranceles a las importaciones de Estados Unidos. Los países afectados por estas medidas acabarán subiendo sus aranceles una cuantía similar sobre las exportaciones de productos estadounidenses. </p>
<p>Como resultado a corto plazo, ya estamos sufriendo una reducción del comercio internacional que según el <a href="https://www.imf.org/es/News/Articles/2019/10/03/sp100819-AMs2019-Curtain-Raiser">FMI</a> anticipa un brusco frenazo en la economía en todo el mundo. </p>
<p>La globalización de las cadenas de producción ha llevado a que los países se especialicen en aquellas fases proceso en las que son más competitivos. Especialización que se da porque disponen de menores salarios, de muchos recursos naturales, de un mayor capital humano, de una legislación medioambiental menos estricta, etc. </p>
<p>Estamos en un mundo donde el comercio internacional de bienes finales es cada vez menos importante. Ya no se comercia más “paño por vino” parafraseando a David Ricardo. El 70 % del comercio internacional es de bienes intermedios. </p>
<p>Los nuevos aranceles se reflejarán no solo en los productos directamente implicados, sino también en los numerosos bienes y servicios finales de los que acaban formando parte. </p>
<p>Una visión puramente económica de los efectos de una guerra comercial resultaría en graves consecuencias negativas:</p>
<ul>
<li><p>Se producirá un aumento de los precios y, por tanto, pérdidas de bienestar. </p></li>
<li><p>La producción caerá y, con ello, del empleo. </p></li>
<li><p>Se reducirán los beneficios de las empresas y la cotización de las empresas en los mercados financieros. </p></li>
</ul>
<p>Pero a veces debemos quitarnos las gafas economicistas. Estas no nos permiten ver que el crecimiento económico no es siempre sinónimo de prosperidad económica. </p>
<p>La prosperidad implica un desarrollo que debe tener en cuenta no solo aspectos económicos, sino también sociales y medioambientales. Los <a href="https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html">17 Objetivos de Desarrollo Sostenible</a> aprobados por las Naciones Unidas dejan claro que la sostenibilidad ha de cubrir esos tres aspectos.</p>
<h2>Comercio internacional y medio ambiente</h2>
<p>La aceleración de la globalización de finales del siglo XX y principios del XXI ha generado importantes mejoras en el bienestar económico mundial. Pero también ha ido acompañada de numerosos impactos negativos en términos ambientales ante los que no podemos cerrar los ojos:</p>
<ul>
<li><p><strong>Aumento de <a href="https://www.pnas.org/content/108/21/8903.short">las emisiones de gases efecto invernadero</a></strong>. Se debe a la deslocalización de la producción de bienes intensivos en carbono a regiones con legislaciones menos estrictas. </p></li>
<li><p><strong><a href="https://www.nature.com/articles/nature11145">Pérdida de biodiversidad</a>.</strong> Causada por la explotación de recursos naturales en países pobres que son exportados a países ricos. </p></li>
<li><p><strong>Sobreexplotación de recursos naturales.</strong> Un buen ejemplo es la producción de aceite de palma en el Amazonas o la selva de Indonesia. Sus efectos negativos han perjudicado, incluso, a los <a href="https://www.pnas.org/content/115/21/5415">países importadores</a>. </p></li>
<li><p><strong><a href="https://www.nature.com/articles/nature21712/">Fallecimientos</a>.</strong> Por el uso de técnicas intensivas y sustancias contaminantes en regiones pobres para producir bienes y servicios que, en su gran mayoría, son exportados a países ricos. </p></li>
</ul>
<p>Sin lugar a dudas, las guerras comerciales no son la mejor medida para mitigar los impactos negativos del comercio internacional sobre el medio ambiente. Otras medidas serían mucho más adecuadas si queremos, por ejemplo, frenar la crisis climática a la que nos enfrentamos. Estos son algunos ejemplos:</p>
<ul>
<li><p>Un impuesto en frontera a las emisiones de carbono que penalice las importaciones de bienes y servicios intensivos en carbono que hacen los países ricos. El dinero recaudado se podría utilizar para financiar en inversiones sostenibles en las regiones pobres del planeta. </p></li>
<li><p>La reducción de los aranceles a los bienes de inversión que permiten la generación de energías renovables (eólica, fotovoltaica, biomasa, etc.). </p></li>
<li><p>La eliminación de las subvenciones públicas que reciben las empresas de energías fósiles. </p></li>
<li><p>La reducción del peso que tienen los activos de empresas de energía fósiles en las carteras de los fondos de inversión públicos y privados. </p></li>
</ul>
<p>Todas estas medidas deberían completarse con regulaciones que faciliten la transferencia de las tecnologías renovables a los países más pobres.</p>
<h2>Hacia un crecimiento sostenible</h2>
<p>Ante la lentitud en la toma de esas decisiones en la esfera internacional, si miramos por el planeta y sus habitantes y no solo por la economía, quizás tengamos que darle la bienvenida a la nueva era de menor crecimiento para el comercio internacional en la que estamos inmersos. Una era que <em>The Economist</em> ha denominado <a href="https://www.economist.com/leaders/2019/01/24/the-steam-has-gone-out-of-globalisation">Slowbalisation</a> y que puede verse acelerada por las guerras de aranceles iniciadas por el presidente Trump. </p>
<p>Esta ralentización puede ayudar a reducir la presión que realizan las empresas y los consumidores de renta alta de los distintos países sobre los recursos y el medio ambiente del planeta. </p>
<p>A partir de ahí debemos plantearnos entre todos cuál es la mejor manera de iniciar una senda de crecimiento sostenible que incluya a todas las personas, ecosistemas y regiones del planeta.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/124909/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Luis Antonio López Santiago recibe fondos del Ministerio de Economía y Competitividad y de la Universidad de Castilla-La Mancha. Es miembro de Cruz Roja, ACNUR y Greenpeace. </span></em></p>La ralentización del crecimiento económico puede ayudar a reducir la presión que empresas y consumidores ejercen sobre los recursos y el medio ambiente del planeta.Luis Antonio López Santiago, Profesor de Fundamentos del Análisis Económico, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.